Decisión.
-lo siento Iceburg, es mi decisión y quiero adoptar a los niños…- dijo Paulie reverenciando a Iceburg
-¿Qué?- dijo Iceburg atónito –no tienes experiencia cuidando niños-
-ya hable con Cora, el me ayudara y me dará permiso para que vivan conmigo-
-pero son seis niños, cinco varones y una niña ¿Cómo los criaras tú?- dijo Iceburg sin poder creerlo
-me las arreglare, lo he hecho toda la vida- dijo Paulie sin dejar de mirar a los pies de su novio nervioso.
-¡pero es una! …. ¡Inmadurez!- le grito a toda voz Iceburg. Paulie levanto la mirada asustado -¡son niños! ¡Seis niños de siete años! ¡Apenas te puedes cuidar a ti mismo! ¡¿Cómo vas a cuidar a los niños?!-
-¡es mi decisión! ¡No la tuya!- grito Paulie enojándose -¡esos niños y los demás están en peligro! ¡Quiero que ellos vivan conmigo!-
-¡pero no sabes que haces! ¡Eres un adulto! ¡Un adulto con deudas hasta el cuello! ¡¿Dónde conseguirás dinero?! ¡¿Dónde dormirán?! Es más ¡es más peligroso que estén contigo! ¡Te van a disparar!- Paulie apretaba los puños -¡eres muy irresponsable para ser padre! ¡No puedes ser padre! ¡Tampoco me lo preguntaste!- el rubio le dio un puñetazo, Iceburg se giró de la fuerza del hombre resbalando y sujetándose con la pared.
-¡Sé que soy un irresponsable!- le espeto furioso Paulie -¡pero ellos no tienen a nadie! ¡Ese maldito de Spandine está afuera! ¡Están en peligro ellos y los demás niños! ¡A ti no te gustan los niños! ¡Jamás te gustaron! ¡Por eso me daba miedo preguntar! Pero Lucci… sé que Lucci parece Psicópata, que Califa es muy estricta y que Kaku es muy revoltoso como los demás….pero… ¡debo protegerlos! ¡Me niego a que vivan un minuto más lejos de mí!- Iceburg en silencio, se irguió para mirar a Paulie serio, con la mano en su boca. Dejándola caer y encarar a Paulie que seguro… por fuera le escurría sudor por la frente.
-no me llames mañana ¡hasta que se te quiten esas ideas tontas de la cabeza!- grito Iceburg, dando la vuelta e irse del orfanato.
Paulie se quedó en el pasillo. Siguiendo con su rostro serio mirando como su jefe se iba por el patio a su auto y desaparecer por la oscuridad. De su chaqueta, saco un puro se lo puso en la boca y lo encendió. El humo danzaba por sus pestañas, aun en el pasillo. Corazon cerca lo oyó todo y sin querer decir algo se fue al comedor. Paulie sabía de su presencia, así que en el momento de que se callaron sus pasos… se hinco agarrándose de la cabeza, comenzada a llorar a moco tendió en silencio. Escapándose uno que otro chillido roto agarraba el rostro de pena. El pasillo se oyó perfectamente la agonía de una incomprensión, la falta de apoyo de quien más te importa. Paulie, como muchos, está solo. Vivió y creció en Water 7, pero fue Iceburg quien lo recogió como su discípulo a los doce años y le enseño todo lo que sabe. Aun así… se sentía tan despreciado de que no le apoyara… no es un capricho y sabe por completo lo inestable que es su propia vida. Pero desde ese favor que le pidió el cuidador hace mucho, cuando el grupo de siempre no se querían bañar si no era que Papa Paulie los bañara. Pero limpiando la espalda de Lucci…
-¿Papa Paulie?- la voz de Kaku lo asusto. El levanto la mirada -¡¿está llorando?!- chillo preocupado.
-¿eh? No, no ¿Cómo crees?- se secó las mejillas acercándose al niño de pie -¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?- pregunto sonriendo falsamente
-Es que Lucci me dijo que entrara, dice que quiere dormir con usted- le dijo Kaku sonriendo
-ya, veré… porque creo que no puedo volver ahora a mi casa- comento mirando a la calle oscura -¿tienen espacio?-bromeo.
A la mañana siguiente, Paulie despertó en la cabeza Kaku, en el cuello Califa, en la pierna derecha Fukuro, en la izquierda Kumadori, en el brazo Blueno y Jabra. Además, claramente, a Lucci agarrado de su torso sin querer soltarse (como todos). Tuvo que gritar por ayuda para salir de esa trampa. Todos se sorprendieron al ver desayunar al adulto en el comedor, Lucci trataba de darle comida en la boca como lo vio una vez en una manga en la biblioteca del orfanato. Solo le dejo un bocado, pero fue tanto que Lucci alzo los brazos casi emocionado. Jabra se burló y él le dio una patada.
-El viejo se enojó enserio- dijo Franky sentado en la mesa con los Mugiwara –hasta olvido a su novio… y a mí-
-ah por eso te quedaste- dijo Usopp tontamente
-en parte- dijo Franky sin molestarse
En un momento el reloj se detuvo a las siete con cuarenta y cinco de la mañana.
-¡vamos chicos que es tarde para ir a la escuela!-anuncio Corazon delante de todos. Cada uno alego de diferente manera -¡Vamos! Que Yorkie está mejor y puede hacer clases-
-y así se fueron las vacaciones- dijo Bonney -¡oh no me la pase con este cara cortada!- chillo nerviosa
-¡Oye!- grito Drake y todos se rieron.
Afuera, lo niños corrieron a quien llegaba primero al edificio construido hace dos años justo al lado suyo. No era muy grande pero cabían ellos y algunos niños de la ciudad. Con sus mochilas puestas entraban por el portón del edificio. Era de dos pisos, las salas daban a la entrada. Sus pasillos eran con vista al mar. Los menores de diez estaban abajo en cuatro salas diferentes desde primero a cuarto y de arriba que eran un poco más en la ciudad que en el orfanato. Desde quinto al octavo.
-demonios, se me quedo la mochila- dijo Franky entrando al nuevo salón de séptimo.
-¿y qué?- pregunto Drake sentándose en el primer asiento de la primera silla –no te prestare nada-
-no porque eres amargado- dijo Franky riéndose –ah no importa ¡Hey Apoo! No molestes tanto a Hawkins y préstame unas hojas- y se fue caminando a donde Apoo el chico de los brazos amorfos que se sentaba junto a Hawkins en las esquinas de la sala.
El salón de séptimo era pequeño, apenas cabían unos veinte niños y un maestro. Estanterías donde ponían trabajos del año y un mural grande donde se establecían las reglas del salón además de noticias de la escuela. Un pizarrón grande de tiza y la mesa del profesor. Esa tarde ellos tendrían una nueva profesora, puesto la otra se mudó a otra ciudad para enseñar a la realeza de algún lugar.
-¿y bien?- dijo Hancock esperando sentada enfrente seria como siempre mirando a sus compañeros cerca, en séptimo de los del orfanato habían eran cinco y uno que era fuera pero se conocían – ¿escucharon quién es la profe?- dijo sonriendo
-¿Quién?- pregunto Hawkins mientras que los del pueblo entraban riendo entre ellos. Se tuvo que levantar para escuchar.
-el otro día estaba escuchando una conversación muy rara de Papa Humitos con Papa Cora y Papa Doffy. Más bien Papa Doffy se estaba muriendo de carcajadas. Parece que Papa Humos la conoce- dijo ella frunciendo el ceño sonriente –fui más rápida que ustedes- se rio
-necesitas una amiga- le dijo Drake molestándola –ya de verdad ¿Quién es…?-
No terminaron por entrar a la nueva profesora golpeado la puerta.
En la salas de sexto.
Sabo y Ace se sentaban en sus puestos, muchos de sus compañeros miraban raro a Sabo y su nueva cicatriz. Una de los niñas llamada Conys que se peinaba con unos moñitos, cuatro monos dos arriba y dos sobre sus hombros.
-que preocupante- dijo ella tocando su boca con la mano –cuando se fueron de pronto mi papá dijo que los vieron corriendo por el puerto a un barco. Me alegro de que estén bien-
-Gracias Conys, pero no se deben preocupar tanto. Son asuntos nuestros- dijo Sabo calmadamente
-si lo sabemos. Solo es por decir- dijo ella sonriendo colorada -¿y su hermanito? ¿Cómo está?-
-bien, creo yo. Nunca le afectan estas cosas en realidad, se les olvida luego- dijo Sabo- ¿no hermano?.... ya se durmió- comento indignado. Ace estaba con la boca abierta chorreando baba por la mesa de lo lindo –genial, el primer día y ya se durmió. Tengo una idea…-respiro -¡Zoro y Luffy se encerraron en una bodega oscura!- grito y Ace se levantó de un tiro.
-¡¿Dónde?!- chillo y todos los de su clase se rieron -¡Sabo!-
-te dormiste- dijo riéndose –el profesor ya viene y Papa Doffy ya dijo que si este semestre te va mal te sacara tus comics de los Piratas de Fuego ¿entendiste?- Sabo se veía muy inteligente y respetuoso. Además de que con su cicatriz, las niñas de su sala chillaban entusiasmadas.
-como digas- dijo Ace haciendo un puchero. En ello entraba el profesor Rayleigh, un hombre viejo pero muy simpático que hacia profesor de primaria y de preparatoria, todos los niños se sentaron rápidamente en sus puestos saludando primero al profesor con respeto.
-gracias chicos. Pero saben que solo con un hola basta- dijo el sonriente –empecemos con la clase de Literatura y… parece que alguien no me pesca mucho-todos los niños miraron a la dirección de la primera mesa al lado de la puerta. Un niño con unos cascos auriculares y una pañoleta sobre su cabeza, ignoraba de lo lindo al profesor. Este mismo, no dijo nada. Solo camino para que en un segundo, le quitara los cascos sin que se diera cuenta.
-¿eh?- dijo abriendo los ojos -¿Qué?- mirando para todas partes quitando sus manos del poleron anaranjado –oh, hola profesor- el adulto se rio tranquilo sin molestarse.
-Me contaron de ti Enel. Tendrás que quitarte esos auriculares cada vez que empiecen las clases o nunca más las volverás a ver ¿Qué te parece?- le dijo tan calmadamente que daba miedo. El niño tomo unos auriculares y los guardo en su mochila.
-que irresponsable- susurro Wiper un niño moreno de un pueblo vecino a Laki su mejor amiga, una niña hermosa que siempre seguía a Wiper donde sea –siempre llevando sus auriculares. Además de mirarlo siempre a todos despectivamente, que tedioso-
-Cállate Wiper- dijo Laki seriamente
-tú también silencio Laki. Bien, empecemos la clase- anuncio Rayleigh.
En quinto. Antes de que se lo pregunten. Ace y Sabo tienen la misma edad que la de Law, Kid y otros, la cuestión es que se diferencian por meses. Además, Koala también está en séptimo, pero no se mencionó mucho ¿ok? Ok. Bien, en quinto era lo mismo, todos se hablan entre sí por las vacaciones. Menos uno, Law quien leía un libro tranquilamente en el último asiento del salón. Al lado de un mural con dibujos de bienvenida y la ventana del pasillo con dibujos patéticos.
-¡Ah que aburrido!- escucho gritar a Kid en el asiento del al medio del salón -¡Killer quiero irme!-
-cállate ¿ya?- dijo Killer aburrido apoyado en sus brazos bufando -¿Cómo estará Penguin?-
-¡¿con el pingüino?! ¡¿Es en serio?!- chillo enojado Kid -¡si quiere ponte unos pañales y ve a su curso! ¿Estará tranquilo?-
-he calmado- dijo queriéndolo que no le mate –solo es decir cosas al azar y que no te aburres ¿no?- Kid color su rostro sin querer desviando la mirada
-ten cuidado que pueden pensar mal- dijo. Killer se rio.
-par de bobos- murmuro Law pero de pronto fue interrumpido por Baby 5, la compañera de orfanato y para su suerte, de curso.
-¿Qué te pasa Law? ¿Celoso?- dijo con malicia. Law le miro confundido
-¿de qué?- dijo el enrarecido
-¿de quién más?- dijo cantando -¡Kid!- lo que dijo Baby 5. Lo escucho el pelirrojo
-¡¿Qué?!- gritaron ambos enojándose. El pelirrojo corrió a su lado mirando desde arriba a la niña
-¡¿de qué hablas Baby?!- grito enojado Kid. Ella sonreía con malicia. Vestía un vestido azul oscuro corto y un moño amarillo le tomaba el cabello.
-¿de qué más? Por favor, aquí hay un cuarteto amoroso o creo que un quinteto ¡justo como mi nuevo novio y yo!- chillo alegre. Los niños miraron más enrarecido
-¿otro más?- dijo Law cruzando los brazos –la semana pasada fue ese tipo que casi te lleva ¿Dónde te metiste esta vez?-
-¿Qué es un quinteto?- pregunto Kid intrigado despreocupado de la niña
-se llama Sai y es un mayor, creo que esta en octavo- dijo ella sonriente –pero hablando de este tema- suspiro –es que veo como ustedes se ponen tan animosos cuando Papa Cora-san está cansado o cuando los vi el otro día que Kid fue castigado en la Zona de Castigo y tu como tan buen sirviente de Papa Cora-san fuiste a dejarle la cena y ¿Qué paso? Se quedaron encerrados solitos, toda la noche- enfatizo y canto la última parte. Los niños se miraron un segundo recordándolo -¡oh! Y recuerdo que no pelearon, no gritaron ni nada. Pase por ahí. Creo que, no sé, se oirá raro ¿Cómo era? ¿Cómo era?- en un segundo. Ambos le tomaron de la cara y le taparon la boca con las manos de tal manera. Que los tres cayeron al suelo
-¡NI SE TE OCURRA!- gritaron tomando la atención de sus compañeros y del profesor Yorkie entrando con su silla de ruedas nueva.
-Kid, Law. Castigados- dijo sin remordimientos tranquilo.
En segundo.
Tres pequeños lloraban a gritos. Brook un poco preocupado, trata de calmarlos cantándoles con el violín, pero era un poco difícil. No paraban de llorar.
-¡¿Por qué no podemos estar con el Capitán?!- gritaron a moco tendido
-¿será por qué Law tiene diez años?- dijo sarcástica Nami
-¡no nos importa!- chillaron más fuerte.
-que llorones- dijo Usopp
-¡Yohohoho!- se rio Brook -¡no se preocupen niños! En el recreo pueden jugar con el- animo Brook, los niños comenzaron a lloriquear más despacio -¿ven? Solo son algunas horas y luego van con su Capitán ¿Qué les parece?- ellos le sonrieron asintiendo.
-al fin- dijo Zoro apoyado en su silla con los pies arriba de la mesa.
El salón de segundo era más infantil que los demás anteriores, tenía muchos dibujos de granjas, números por todas partes y flores. En un sector almacenaban las mochilas y los materiales escolares. Brook listo para la clase se sentó en su escritorio dejando su violín en su afro y a los niños que lloraban que se sentaran en sus asientos. Los tres juntos al lado de la ventana que daba a la calle.
-diré la lista así que todos atentos ¿ok?- todos gritaron
-¡SI!-
-ok- repaso la lista. Pero se dio cuenta de que faltaba uno –oh no ¿Dónde se metió Lucci otra vez?- pregunto indignado.
En otra parte. Lucci escondido dentro de un cobertizo del orfanato, esperaba que todo se clamara y que ningún Papa apareciera. Espero, espero… ¡ya! Era Paulie saliendo por el pasillo. Había pasado casi una hora esperándolo para irse con él, pero entre el rabillo de la puerta del cobertizo. Se fijó en algo. Lloraba. A punto de saltar a ayudarlo… aparecía Papa Corazon detrás de él queriéndolo parar.
-Paulie, sé que te duele. Pero no debes hacerlo- dijo Corazon preocupado
-Cora, lo siento pero tengo que hacerlo- dijo –si él no quiere. No lo obligare. Terminare estoy listo. El será feliz y yo también- se veía firme. Casi decidido.
-pero terminar tu relación con Iceburg no cambiara nada- dijo Corazon. Lucci casi salta de la emoción ¡al fin! ¡Va a terminar con el viejo! ¡Tendría a Papa Paulie para el! Debía escuchar mejor la conversación así que se quedó callado –Paulie, piénsalo mejor no oigas a Doffy. Él está mal porque Crocodile no ha parecido-
-¡Basta Cora!- grito Paulie de tal manera de que Lucci también se asustó -¡no puedo! ¡Quiero a los niños! ¡Pero él no quiere que este con ellos! Es uno o lo otro ¡no tengo otra opción!- las lágrimas se le soltaron otra vez –si Iceburg no quiere a los niños. Yo no estaré mas con él…- en un segundo vio como al hombre que tanto aprecio tenia. Desquebrajarse de una sola pieza –estar con él solo me ha traído estrés, si no decide que quiere de mí. No le permitiré que decida de mí. Cuando lo llame de nuevo, terminare con él-
Salió y Corazon preocupadísimo, se devolvió a la cocina. Lucci salió del cobertizo, pero no feliz. Nervioso.
-¿es por nuestra culpa? –
Recreo. Brook pregunto a Corazon por Lucci durante la clase mientras escribían sobre sus vacaciones, dijo que tal vez iría mas tarde o quizás se habría ido con Paulie. Pero en la mitad de su conversación aparecía Lucci por la puerta con su rostro inexpresivo emitiendo un semblante triste. No le dijo nada a su profesor y se fue a sentar con sus amigos al final del salón.
-¡Juguemos a los piratas!- propuso Luffy en el recreo
-¿otra vez?- pregunto Sanji –existen más cosas que los piratas- comento
-¿y que más divertido que los piratas?- dijo con malicia Nami -¡es entretenido! ¿No lo crees?- en un momento Nami se le acercó casi coqueta sonriendo como gato, y como es Sanji, quedo rendido.
-¡ya pero yo seré el cocinero!- chillo Sanji calculado. En ello Nami miro a Luffy y afirmo con su mano que había ganado. Sin embargo mientras se ponían las posiciones de siempre en el juego de piratas, un niño gigante, un curso mayor que todos ellos se acercaba enojado. Parecía un mastodonte de peluca amarilla con una larga cicatriz cruzándole la cara, sobresaliéndole los dientes chuecos.
Amenazador, se encaró a los niños sonriendo como un animal.
-¡Mugiwara!- grito el niño saltándole saliva al sombrero de Luffy -¡¿Cómo ha estado mi chicle favorito?!- los niños pequeños gruñeron por lo bajo para dar la vuelta y encarar a Bellamy, el bravucón de la escuela.
-¿otro año molestando Hiena asquerosa?- pregunto enojado Sanji. El espécimen supuestamente un niño se hecho unas carcajadas tan resonantes que salto más baba sobre su rostros -¿te ríes? ¿No te acuerdas que te hicieron los hermanos de Luffy el año pasado?- Bellamy se enojó. El año pasado estuvo dos meses molestando sin parar a los Mugiwara porque eran más pequeños y más débiles que él. Cuando se enteraron los hermanos de Luffy, ambos le dieron una golpiza monumental a Bellamy a tal paso de que llego a tener la cicatriz en su rostro y perder otros cinco dientes. A gracias de ello, Corazon tuvo una demanda de parte de la familia de Bellamy quienes eran una especia de negociantes de diversidad de presencia de productos. Pero diciendo que quien el culpable del problema era Bellamy y con testigos, ellos ganaron.
-sí, si puede ser- dijo Bellamy aun sonriendo –pero como se sabe, ellos están en sexto. Su salón está más arriba y además que le quedarían dos años para irse a secundaria ¿Qué pasara cuando se vayan? El niño mono de chicle se quedara solito. Debilucho con sus amigos debiluchos- se rio de lo más fuerte. En tanto los niños se enojaban, mirándole cortante. Él era molesto, muy molesto, pero como una vez un hombre Luffy conoció en Goa hace mucho tiempo llamado Shanks. Él no debía pelear si no es necesario. Se quedó callado mientras que la hiena se reía como un imbécil. Hasta agotarse y quedarse en seco. Todos los Mugiwara tenían la misma filosofía de Luffy, no pelear si no es necesario.
-¿Qué les pasa?- dijo mirándolos con amenaza -¿molestos?-
-¿Por qué no te vas a la mierda?- dijo Sanji enojado. Bellamy bufo –se nota que no tienes amigos- soltó una carcajada –por lo menos deja a las chicas, si no llamaremos a los profesores- Bellamy se le encaro más. Más cerca del rubio amenazándolo mucho más –también llamaremos a los hermanos de Luffy y así te sacaran la mierda-
-¿tienes algún problema con los hermanos de Luffy? ¿Eh? Te interesan tanto ¿eh?- dijo Bellamy, Sanji se confundió como todos –mi vecina es Jora y también tengo de vecino a ese tan Bon Clay. No soy idiota, no tanto. A ver- se le acerco más -¿Quién te gusta?- quedo helado. Sanji se quedó helado con la cara roja de vergüenza.
-¿Sanji?- pregunto Usopp -¿estás bien?- el niño se había quedado en seco sin moverse ni nada.
-¡¿Qué le hiciste?!- chillo Luffy enojándose
-esta vez creo que la verdad ¿no?- se rio
-¡cara de perro!- chillo Nami -¡¿Por qué nos molestas?!- estaba sujeta al brazo de Sanji que no se movía y tenía la cara más roja -¡eres un tonto!-
-enfermo- murmuro Zoro -¡deja de molestar cara de gorila mal hecho!- chillo enojado
-¡Cara de Cerdo!- chillo Robin por fin. Hace una semana recupero la voz.
-¡Cara de Caca!- grito Luffy más fuerte.
Bellamy se enojó.
A lo mejor, Brook ordenaba las hojas de una actividad para la siguiente hora para cuando dentro del salón, escucho un estruendo. Dejo las hojas en la mesa corriendo fuera preocupado. Desde el salón de segundo miro que en medio del patio central se acumulaban gente. Los niños gritoneaban de lo lindo entre nombres inaudibles por ser muchos. Se acercó corriendo apartando a los niños rodeando al grupo de los Mugiwara queriendo pelear con Bellamy el niño mayor. Hijo del negociante Marshall D. Teach con quien Brook debía soportar por amenaza de este. El niño que parecía gorila en miniatura, tenía en un brazo a Nami y Usopp, en otro apoyaba la palma de su mano en la frente de Zoro y en una esquina llorando estaba Sanji con Luffy queriendo acercarse pero detenido por las patadas de Bellamy. Sin señal de Robin. Brook enojado se le tomo del cuello de la camisa a Bellamy apartándolo de Zoro que logro darle un cabezazo en toda la panza y logrando soltar a Nami y Usopp lloriqueando de lo lindo con la cara en el suelo.
-¡Bellamy! ¡Estas castigado!- el niño con la mano sujetándose el torso se recortó antes de hablar
-¡ellos me provocaron!- grito hipócritamente -¡son ellos los malos!-
-¡Es mentira Papa Huesos!- chillo Zoro -¡el insulto a Luffy y a Sanji! ¡Es falta de honor!- estuvo a punto de lanzarse de nuevo contra el mayor, pero fue detenido justo a tiempo con la pierna de Brook.
-Zoro no se debe golpear a los demás, Bellamy tu tampoco- le dijo Brook enojándose –llamare a tu padre por esta falta, Mugiwara vayan al salón- ordeno los niños asintieron. Nami y Usopp se levantaron lloriqueando con las rodillas raspadas, Zoro tomo a Luffy quien estaba detenido aguantándose el odio además de llevarse a Sanji lloroso de la mano. Cuando se fueron Brook llevo arrastrando a Bellamy a la oficina del director. Sin antes de que….
-¡BELLAMY!- escucharon el gruñido de los hermanos de Luffy a lo lejos, antes de cualquier pelea viendo que los hermanos emitían fuego de la rabia, corrió y lanzo a Bellamy a la oficina.
En el salón de segundo. Sanji lloraba todavía entre sus manitas, cuando se trata de acoso en realidad le molesta mucho. Cuando lo golpean otros chicos le cuesta defenderse por ser pequeño, débil y muy delgado. Más bien solo muy débil. Inútil según su padre. Siempre que Bellamy u otro mayor los molestaba de esa manera les venía momentos de trauma de su niñez. Muchas de esas veces era en su mansión, pues si, anteriormente Sanji vivía con su familia en una isla lejana y mayormente sus hermanos quienes eran más fuerte que él. Se le encaraban y le golpeaban con palos. Lo dejaban medio noqueado y su padre nunca hacia nada. Menos su madre quien adversa de lo que sucedía con sus hijos, la pasaba en cama enferma. Todos los días era lo mismo. Hasta que un día le taparon los ojos y recuerda a su hermana decirle que debía escapar. Para entonces, inconsciente lo metieron en un barco y se fue. Aún recuerda el olor potente a cerco asado y mar, a esa presencia demencial. Pero no a la persona. Nunca la vio y apenas le hablo. No comprendía nada menos cuando despertaba en la cama del orfanato con Corazon y Doflamingo mirando su despertar. No recordaba casi nada, pero en realidad. No le importo nunca regresar.
-oye molino- dijo Zoro él le prestó atención –deja de llorar pareces niña- él se enojo
-¡que te importa!- chillo
-importa- dijo en seco Zoro. Sanji lo miro extrañado, en ello Luffy se acercaba abrazándolo con cariño con el rostro serio mirando al rubio –Bellamy no debe hacerte llorar, también debe ser más fuerte y dejar de llorar por cualquier estupidez que pase. Sé que no te caigo bien, pero en este caso debes aprender a defenderte y no quedarte pasmado con cara de tonto cada vez que te dicen cosas feas-
-pe…pero no yo- dijo con timidez
-¡Zoro tiene razón!- chillo Luffy -¡no debes dejar que te molesten! Ósea, bueno, a mi Shanks me dijo que no hay que pelear si no es necesario pero cuando molestan a mis amigos ¡yo peleo!- las esperanzas en los gigantes ojos de Luffy le confortaba a Sanji -¡recuerda que somos amigos! ¡Siempre estamos ahí para ti!- rio.
Sanji los miro a todos acercándose sonriendo. Cuando estaba con su familia. Estaba solo. Cuando ahora fuera y lejos de ellos, estaba feliz. Cuando iba a darles sus agradecimientos, algo choco contra la puerta.
-¿eh?- dijo Sanji mirando a la puerta. Impresionándose de que como Sabo y Ace estaban pegados en el vidrio de la puerta como moscas con la cara aplastada
-¿Qué les pasa?- dijo Zoro
-¡hola Ace!- saludo Luffy divertido -¡jajajaja! Parece babosa- dijo riendo.
-¡MMMMM!- chillo contra la ventana Ace
-¡MM! ¡MMMMM!- también chillo Sabo contra la ventana
-¿son mensos o se hacen?- dijo Usopp. Mirando a los hermanos haciendo estupideces, el picaporte giro y ambos cayeron de golpe al suelo. Se levantaron y fueron con Luffy. Quien abrió la puerta era Franky divertido. Robin aparecía tomada del brazo.
-ni yo soy así con Chimney- dijo Franky -¿aún les molesta ese imbécil de Bellamy?- indico Franky mirando a los niños, ellos se encogieron de hombros –ese pesado no tiene otra cosa más que hacer, de más que en su casa no tiene ni amigos-
-creo que si- dijo Sabo queriendo tomar a Luffy en brazos, pero se rehusaba en separarse de Zoro
-Mi hermanito y sus amigos siempre son foco de ser molestados ¿Por qué siempre están involucrados en esto?- pregunto Ace más tranquilo.
-es que somos adorables- dijo Nami sonriendo –es que hoy molesto más a Sanji. Lo molestaba por ustedes dos- indico y Sanji se quejó del nervio.
-¿Qué? ¿Enserio?- dijo Ace acercándose a Sanji -¿Qué te dijo Lollipop?- él era más alto así que se inclinaba un poco. Sanji no podía no sonrojarse.
-me… me dijo algo feo- dijo desviando su mirada de Ace
-ya ¿pero qué te dijo?- pregunto más cerca Ace. No lo hacía consiente, lo hacía más bien como lo hace con Luffy, creía que era una técnica para que este confortaba. Lo hacia Luffy cada vez que quería información de este.
-es que…. Me dijo- estaba temblando. Le ponía muy, muy nervioso. Mirando más a la pared. Concentrándose a la pared, la pared es interesante, la pared es divina, la pared es confusa. Le tocaron la cabellera.
-vamos dime- dijo sonriendo Ace –no te hare daño- era cálido. Su mano era cálida. Como el fuego. Su mano era suave y cálida -¿Qué te dijo Bellamy?-
No quería.
Era imposible.
¡No quería!
-le dijo a quien le gustaba a ti o a Sabo- dijo Nami sin precedentes y de pronto. Los hermanos la miraron, Sanji estaba enrojecido –eres muy lento- se rio. Sanji, caballero que es no le podía darle un puñetazo. Solo se quedó mirando el perfil de Ace un rato hasta que el hablo. Riéndose.
-¿enserio?- dijo entre carcajadas – ¿enserio? Pero si el Lollipop nunca ha dicho nada- en la mente de Sanji se ¿apeno? –él es aun pequeño, los más pequeños no tiene claro quien le gusta o no. Que es tonto Bellamy, creo que ser vecino de ese travesti de Bon Clay le hace pensar en cosas raras- Sanji, sin moverse miraba de nuevo su perfil. Detenidamente, como algo diferente.
-Ace tiene razón. Bellamy no debe decir esas cosas- dijo Sabo apoyándolo –si no tiene criterio, mejor que se calle- el hermano asintió.
-ya, miren, mejor concluyamos esto- dijo Franky acercándose –cuando salgamos de clases, le sacamos la madre a Bellamy ¿ok? Así de una vez pasa de molestar a los Mugiwara, solo la molesta a ellos ¿no cree que tendrá problemas con el orfanato? Ya saben su papá- comento entre los dos mayores.
-Oh verdad, Papa Crocodile y Papa Doflamingo hasta Papa Cora-san están peleados con el- comento Sabo cruzando los brazos –ese imbécil. Pero bueno. Hablaremos con los mayores, a ver si colaboran en alejar a Bellamy de los Mugiwara, sé que Apoo tiene la capacidad de rice con él y Hawkins lo puede asustar. Bien. Hablare con ellos, Franky habla con Koala y Hancock, Ace con Marco-
-¡¿Por qué tengo que hablar con la piña?!- grito Ace
-porque eres más “cercano” a el- dijo riéndose. Su hermano estaba por golpearle
-ya hombre. Vamos a hablar con los de séptimo, a ver si dejan de ser tan sobreprotectores- dijo Franky. Cuando se iban Robin le apretó el brazo –Tranque Robin, mar que después iré al orfanato. Si quieres podemos leer después ¿ya?- ella asirio soltándolo.
Ace y Sabo caminaban a la puerta, pero Robin sujeto la camisa de Franky.
-¿Qué pasa?-
-Sanji- murmuro Robin. Los hermanos ya fuera Franky se quedaron un momento para tomar los brazos de Sanji. Quien lloraba en silencio.
Cuando eres pequeño. Con gente alrededor que te cree incapaz de hacer cosas que son sencillas, no es agradable. Te creen inocente, tonto y que no puedes hacer nada por ti solo. A los de cinco, en especial lo Mugiwara los tratan como si debieran cuidarlos. Cada rato que los adultos le miran que hacen, donde van o que no le dejan hacer nada sin que un niño mayor este a su lado. Cosas así, que a Luffy en especial. Lo estaban hartando.
-Tengo una idea- dijo después de un rato encerrado en el salón de la sala de segundo. Todos lo miraron con los ojos abiertos -¿Qué?- dudo Luffy
-¿desde cuando tienes ideas?- dijo Nami impresionada
-¡oye!- chillo Luffy
-no te enojes- dijo Sanji con las lágrimas secas en sus mejillas –es raro que por lo menos uses la mente- el pequeño inflo las mejillas –aunque Bellamy tiene razón que pareces chicle, se te estiran las mejillas como globos-
-puede que en más cosas tenga razón- dijo con malicia Nami. Sanji chillo enojado.
-igual- dijo Luffy serio. Los niños le miraron –tenemos que hacer algo para que Bellamy deje de molestarnos- indico -¡estoy harto de que nos cuiden siempre!-
-¿y qué quieres hacer Luffy?- presunto Zoro a su lado -¿pegarle?-
-doy la idea no planearlo- dijo Luffy y todos se pegaron en la cara –por eso necesito su ayuda ¡ayudemos al colegio para que los demás estén tranquilos!-
-¿así como derrotar al malo?- pregunto Sanji sonriendo. El asintió –al fin algo cuerdo, Luffy-
-me parece genial- dijo Nami -¡Así los Papas y los Papas del colegio nos darán recompensas por detener a Bellamy!-
-no es mala idea- dijo Robin –Así Franky está tranquilo y los hermanos de Luffy también- detrás de ella Usopp chillo nervioso.
-¡tú también!- Robin volteo y encontró a su amigo de nariz larga temblando hasta el cabello -¡pero es peligroso! ¡Bellamy es muy, muy grande! ¡Nos dará una golpiza!-
-pensé que eras un guerrero de mar- dijo Nami
-¡si lo soy! ¡Pero ahora estamos en la tierra!-
-¡Vamos Usopp!- chillo entusiasmado Luffy -¡seamos piratas!- con el entusiasmo de su amigo. Usopp sonrió nervioso y chillo.
-¡SI! ¡VOY!- grito feliz -¡el gran Guerrero Capitán Usopp será el héroe del colegio!-
-¡Hey no somos héroes somos piratas!- chillo Luffy, pensó un minuto -¡Oye! ¡Yo soy el Capitán!-
-¡¿Eh?!-
Se quedaron peleando por dos horas hasta decidirse que era Luffy el capitán. Fuera esperando que los que los encerraron en el salón salieran de una vez, Lucci les comentaba a sus amigos lo visto en el orfanato.
-¡¿Qué Papa Paulie que?!- gritaron Kumadori, Fukuro y Jabra.
-lo que escucharon- dijo Lucci serio
-¿estás seguro?- pregunto Kaku – ¿no será mucho? Los adultos son raros-
-si estoy seguro Kaku- dijo Lucci encarándolo –ese viejo nos odia, pero Papa Paulie nos quiere. Si Papa Paulie nos quiere y ese viejo nos odia, entonces se deben separar ¡pero me enoja!-
-¿no estarías saltando de un pie con esto?- pregunto Jabra
-en parte- dijo Lucci –si se separan tendría a Papa Paulie para m… digo, para todos y no se preocuparía en ese viejo de mierda. Pero…- mirar el suelo –él se veía triste. Estaba llorando- todos en ese pasillo chillaron en un suspiro. Mirándose los unos a los otros –no sabía que los hombres como Papa Paulie lloraban. Siempre lo vemos como si fuera indestructible, ahora… no sé…- se rasco la cabeza, Hattori posado en su hombro le picaba la cara.
-¿y qué crees que debemos hacer?- pregunto Blueno. Todos esperaban la respuesta de Lucci, quien por su mirada seria y casi indiferente, lo coronaron líder del grupo. Pensó unos minutos antes de responder….
-debemos ir a su departamento- dijo con firmeza –esta noche y hablaremos con él. Si no, hablemos con Papa Paulie, para que sea feliz. Si termina con el viejo, debemos estar ahí ¿no lo creen?- todos le miraron sorprendidos. Se quedaron en silencio hasta que califa un poco tímida, se acercó y dijo.
-¿Cómo una familia?- murmuro todos, si todos saltaron del susto
-¿familia?- murmuro Lucci
-si una familia- dijo Califa –cuando la gente se preocupa de esa manera de otra sin importar lo que sea, es familia ¿no lo creen?-
Se quedaron ahí. Con la palabra en la cabeza retumbando todo el día en clases, hasta que se terminaron y fueron al orfanato comenzando su plan.
Pero en tanto…
-Baby 5, hemos decidido que hoy te comprare un helado para que no le digas a NADIE que escuchaste la otra noche ¿entendido?- dijo Law con Kid a su lado y Baby 5 acorralada en la verja detrás del orfanato. La niña reía maliciosamente. Con el brazo detrás de la espalda y una mano tocando con los dedos su boca. Picarona.
-¿un helado? A Buffalo le gustan los helados. A mí no mucho, pero serviría mucho. Pero ¿están seguros de que creen de los que escuche es cierto? ¿Quieren o no saber?- lo niños se miraron n segundo antes de responder.
-ok, pero más lejos que nadie nos oiga- dijo Kid mirando a todas parte que todos estuvieran en el orfanato. Los niños tomaron del brazo a Baby 5 y la llevaron lo más lejos del orfanato posible, en una esquina que regularmente era usado como basurero. Los niños llevaron a Baby 5 contra la verja y esperaron que nadie viera para seguir su interrogatorio.
-¡¿y bien?!- grito Kid, Law se tapó los oídos del grito
-hombre no grites- le dijo Law
-tu cállate- dijo Kid enojado
-¡que tierno!- chillo riéndose Baby 5 –parecen N-O-V-I-O-S-
-¡NI CAGANDO!- chillaron. Ella se rio más fuerte.
-¡ya di cuenta!- grito Law enojado.
-uno, dos, tres- bromeo, Law y Kid se golpearon la cara –ya ok, ok. Dejo de estar molestando- se rio de nuevo más maliciosamente
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Hace unos días, día en que Kid colapso la paciencia de Corazon mandándolo por toda la noche en la Zona de Castigo, colocando una cama y sin más que ello. Pero ese día Corazon estaba muy, muy estresado, más de lo normal. Cuatro niños se enfermaron de manera de que tomaron cuarentena de la habitación de Law metiendo en el a Killer quien también se contagió junto a Penguin, Bepo y Sachi. Enojadísimo Kid, peleo con Doflamingo de tal manera que le golpeo en los bajos muy fuerte que le estremeció y cayó al suelo como un feto por cinco minutos. Minutos que el aprovecho para escaparse a la habitación que recluían a Killer, queriendo entrar, Smoker lo atrapo.
Corazon y Kid, estuvieron discutiendo de tal manera que el niño. Al final le grito:
-¡Usted es un mal niñero! ¡Se enferman todos y casi nos matan varias veces! ¡Y todo es por su estúpida culpa!-
Corazon se enojó. El niño se asustó, le agarraron de la camisa y lo lanzaron a la Zona de Castigo.
Pero Law, en ese momento. Encontró al cuidador llorando en la cocina siendo consolado pesimamente por Doflamingo y Smoker. Se acurrucaba sobre sus rodillas gritando que era su culpa. Culpándose de Bellmere, del accidente de Sabo, de la caída de Hawkins, principalmente se echaba la culpa de la bomba y la destrucción del orfanato. Que todo lo sucedidos, desde la escapada hasta ese día era solo su culpa.
-Oye Smoker, tráelo- dijo Doflamingo. Law escondido esquivo a Smoker que regreso con una botella de ¿alcohol? –Cosas que hacer en emergencia- Doflamingo tomo la botella, la abrió de con el pulgar y vertió con brusquedad la botella en la boca de su hermano.
Law impresionado de la brusquedad, espero unos segundos que el líquido fuera tragado por completo por Corazon. Con la misma fuerza le separaron de la botella y en un segundo después…
¡HIC!
-¿pero qué?- dijo Law sin creerlo.
Corazon estaba ebrio. El hombre comenzó a tambalear la cabeza de un lado a otro sonriendo tontamente. Comenzó a reírse queriéndose parar, chocando con los muebles. En ello que Law advertía que venía a él, salió de su escondite. Aun con su estatura de diez años que diferencia de otros es un poco más algo que el resto… Corazon se tropezó y cayó de lleno en el cuerpo de Law.
El niño con la cara sobre el pecho cubierto en una polera negra lo que le quedaba libre eran sus bracitos que golpeaban sin cesar a Corazon queriendo que se saliera. Estaba ahogándose aun así, no se sentía mal. Era incomodo que estuviera encima y que este esté tan feliz riendo. Que no se percataba de nada.
-bicho aplastado- dijo Doflamingo riéndose –ayúdame Humos- pidió. Tomaron los brazos de Corazon para querer sacar a Law de sus entrañas, pero este estaba colgando de su ropa como un mono –Aprovechado- se rio. Law nervioso se soltó cayendo al suelo. Eso lo hizo de instinto, no fue por querer.
-¿Law? ¿No deberías estar durmiendo? Hic- dijo Corazon con la cabeza dando vueltas.
-es hora de cenar- dijo Law nervioso –vine porque me pregunta por Kid, si le darás la comida o lo mataras de hambre- en su estado, Corazon comenzó a tambalearse sujetándose en la tarima de la pared mirando a Law con… coqueteo.
-¿Kid? ¿Eh?- se rio –no sabía que te interesaba, Hic-
-¿eh?- dijo Law en blanco
-Parece que se están volviendo muy, muyyyy, muyyyyyyyy, muyyyyyyyyyy cercanos ¿no Doffy?- dijo Corazon girando en sí. Su hermano lo colaboro riéndose –se están volviendo cercanos ¿no? ¿Muy cercanos? ¿Cuándo organizamos la boda?- hipido fuerte y se resbalo al suelo. Riendas en el.
-¿Qué demonios?- dijo Law extrañado –no dura una botella… ¡oiga!- recién se da cuenta de los balbuceos del cuidador -¡¿Qué me está diciendo de Kid?!- chillo enojado. Corazon le miro desde abajo apoyado en sus brazos, sonriendo como un idiota.
-eres inocente Law- dijo Corazon alzando la mano, tocándole la punta de la nariz –te esta gustado Kid- proceso unos segundos.
Enrojeciendo como el fuego mismo.
-¡Saquen a este maldito ebrio!- grito Law, tomando un plato sirviendo comida y yéndose por la puerta con una charola y una botella, pero antes de cualquier cosa se giró a Corazon en el suelo sonriente con las manos en su rostro -¡no me gusta Kid! ¡Esto es por usted!- chillo saliendo por la puerta. En la cocina, Doflamingo y Smoker tomaron a Corazon de los brazos.
-a dormir- dijo Smoker.
-Oye Humos, esto esta re bueno- dijo Doflamingo riendo. En tanto Corazon miraba al suelo sonriendo pero perdido en sus ojos. Sonrojado.
Tres golpes en la puerta de la Zona de Castigo.
-¿Quién?- chillo Kid
-Una persona- le grito Law
-¿Trafalgar? ¿Qué quieres?- grito Kid
-te traje la cena. Papa Cora-san me lo pidió- dijo, oyeron pasos y la puerta se abrió con el ojo de Kid pasando por una rendija -¿quieres o me lo como yo?- Kid abrió la puerta al completo y Law paso tranquilamente adentro dejando la charola en una mesilla de noche que tenía la Zona de Castigo -¿dormirás aquí?-
-¿otra opción? Vete ya que no quiero vomitar mientras como- dijo Kid brusco.
-Vomita cuanto quieras, que tengo que esperar la charola- dijo Law como si nada, sentándose en una silla.
-¿para qué? ¿Otra vez el perro faldero de Papa Cora-san?- Law gruñó a la malicia del comentario de Kid. Pero se quedó callado esperando a que el pelirrojo tomara su cena y comiera.
Mientras comía en la cama. Kid miraba de reojo a Law y Law miraba de reojo a Kid. Era unja batalla de miradas perturbadas de lo más extraña que termino con que Kid tomara su botella de agua y diera un eructo magistral.
-cochino- dijo Law con disgusto.
-te quisiste quedar- dijo Kid riéndose, el ojeroso enojado se levantó y tomo la charola con todo, pero cuando iba a abrir la puerta de la Zona de Castigo… estaba trabada.
-oh mierda- murmuro
-¿Qué paso?- pregunto Kid sentado en la cama.
-estamos encerrados- dijo atónito
-¡¿Qué?!-grito Kid, dio un salto y tomo el picaporte, queriendo forzar sin éxito -¡estamos encerrados! ¡Por la puta!- grito desesperado.
-igual estarías encerrado aquí- dijo Law disgustado
-sí, pero no contigo- dijo Kid desesperado -¡estamos los dos encerrados y eso es el maldito infierno!- Law dándose cuenta, tomo de nuevo el picaporte para forzarlo sin éxito de nuevo. No era el picaporte era la puerta, estaba trabada.
-¡por la mierda!- grito Law enrojeciendo -¡PAPA CORA-SAN! ¡AYUDA!-
-¡¿Dónde están?!- chillo Kid golpeando la puerta -¡KILLER!-
-¡¿Por qué llamas a Killer?! ¡Está enfermo!- grito Law –es inútil, todas la habitaciones están lejos de aquí. Nadie nos escuchara-
-¿y los adultos?- pregunto Kid
-llevaron a dormir a Papa Cora-san, lo emborracharon para que estuviera tranquilo, adivina porque- pregunto Law sarcástico –o quien- apunto más enfocado a darle la indirecta a él.
-oye, estaba enojado- dijo Kid seriamente –no me gusta que Killer este solo y enfermo-
-no está solo, esta con mis amigos- dijo Law seriamente
-igual, esta con el pingüino- comento sin querer –cuando yo estoy mal, Killer siempre está ahí. Ahora él está mal y no puedo estar ahí, eso me enfurece- Law en ese segundo pudo ver como al niño de pálido cara y de siempre una sonrisa maquiavélica. Se enternecía como un bebé.
-necesitas cariño- dijo Law directamente. Perdiendo el sentido adorable de la situación. Kid se estremeció mirándole con furia –pero te daré la razón- comento, el pelirrojo dejo de estar enojado. Law dejo la charola en la mesa de noche –si pudiera cuidaría a mis amigos. Ellos son menores que yo, pero… Papa Cora-san me ordeno que me alejara para no contagiarme. Me da mucha rabia no poder cuidarlos, así que ahora, los dos nos vemos en la misma situación-
Se quedaron en silencio curiosos de saber cómo es que, no les daba ganas de sacarse los intestinos de una sola vez. Esperaron por dos horas a que los buscaran, pero no aparecía nadie. Cada uno en su lado, Law en la puerta y Kid, dormido en la cama. Destapado y todo. Al momento que el niño de las ojeras se esperanzaba todavía amas en que apareciera por esa puerta Corazon…
-no…- un susurro. Law se despertó –no…- él se levantó girando a Kid, en la cama retorciéndose entre la almohada y el colchón –cállate, no le hagas daño a mamá. Ándate- estaba dormido. Hablando dormido.
Law lo miro unos segundos. Fue a su lado, observándolo como se retorcía mas, apretando las sabanas e identificar su rostro de pánico con los ojos cerrados. Apretaba sus pestañas otras y su pálida piel contra la luz de la lámpara de la pared marcaba más sus muecas. Law salto del susto, comenzó a gruñir, como si estuviera peleando. Daba puñetazos a la mesilla con mucha fuerza a tal que rasguñaba la madera.
-por favor…. Quiero irme… ¿Dónde está?- dentro de su murmullo, comenzaron a salir lágrimas. Largas que recorrían su cara y mojaban la sabana. Entre gotas marcadas que se esparcían en charquitos húmedos.
Cree que fue lastima.
-Kid, despierta- dijo Law zamarreándolo. El pálido salto de una mirando con sudoración a Law –cálmate antes de que me den un madrazo- Kid, respiraba muy entrecortado. Creía que le secaba todo –nadie te sigue, estas en el orfanato y estas en una habitación cerrada. No te pasara nada…-
Fue instinto, lo necesitaba. Kid lo abrazo.
Esos segundos, largos, lentos, inquietantes. El viento por afuera latigueando suavemente contra las paredes. Los niños abrazados, Law sin creerlo miraba al vacío paralizado y Kid se estrujaba la cara entre su hombro. Las manos pálidas le tomaban de los hombros, con fuerza, con miedo. No temblaba pero si no podía hablar. Calcularon después de ocho minutos hablaron por fin.
-oye- dijo Law pegándole espalda –suéltame- Kid se apartó de golpe y le miro agarrado de sus hombros.
-¡mierda!- salto soltándolo -¡por la…!- se limpió las manos en la ropa. Histérico se puso a caminar por toda la habitación nerviosa, murmurando tonterías. Law lo miraba de un lado a otro jugando con sus manos. El ojeroso pensó asimilando lo sucedido. Suspiro.
-¿estás bien?- pregunto con calma. Kid le miro espantado
-eh…- se coloro -¿Qué?-
-ven- le indico blandiendo la mano –ven- fue de instinto sus pies se movieron y se acercó. Law de nuevo, lo abrazo –cálmate ¿ya?-
La respiración entre la ropa de Law le calmo un poco más. Solo un poco más. Solo unos segundos, solo respirando se calmó por fin. Es una técnica, que lo abrace y se desahogue durante unos segundos para poder asimilar lo que hace.
-esto te va a molestar- comento Kid –necesito irme con Killer-
-que dependiente- dijo Law sonriendo, le apretaron la camisa –no podemos salir ¿no?-
-no me lo recuerdes- dijo entre dientes, Law se rio.
-durmamos juntos- dijo y Kid si se soltó y lo miro confuso
-¿Qué te pasa? ¿Qué te comiste? ¿Cocino Papa Doffy?- Law negó con la cabeza.
-solo para que te duermas tranquilo- comento Law –Cuando Papa Cora-san le dan sus crisis nerviosas, duermo con él para que esté tranquilo-
-pensé que lo hacías por lo mimado que eres- dijo Kid burlándose, se había recuperado
-vente a dormir o te hago dormir de un golpe- dijo Law sonriendo.
Ambos se acurrucaron en la cama por separado en las esquinas. Pero al pasar el tiempo se movieron hasta despertar con la cabeza junta.
Al día siguiente descubrieron que por la borrachera repentina de Corazon, este de puro malvado y el alcohol. Trabo la puerta con una silla. Pues su habitación estaba cerca de la Zona de Castigo y en el momento que Doflamingo y Smoker a medias lo dejaban en su habitación, tomo la silla colocándola en la perilla para obstaculizar el paso.
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-….y Papa Doffy y Papa Smoker lo dejaron- dijo Law –al final Papa Cora-san igual se disculpó. Pero no le digas a nadie ¿entendiste? ¿Baby 5?- ella sonriente tétricamente les miro.
-depende…- dijo ella riéndose -¿qué me pueden dar?- después de terminar su historia ella estaba más segura que nunca en ser más calculadora.
-te compro un helado y listo ¿entendiste?- dijo Law enojándose.
-me parece- dijo ella sonriente
-no te podemos dar más ¿ok?- dijo Kid
-puede ser- ella jugaba con ellos. Pero justo que le iban a pegar, aparecía Corazon cerca. Baby 5 aprovecho y se fue corriendo.
-¡maldita!- gritaron ambos.
Poco después de que Corazon desapareciera por el pasillo y Baby 5 estuviera lejos. Los niños se miraron un segundo antes de hablarse. Al día siguiente de esa noche se dijeron que nadie se debe enterar y ahora que Baby 5 lo sabía. Les ponía muy incomodos.
-a la próxima llevare un peluche-
-a la próxima no seas un sirviente de Papa Cora-san- dijo Kid
No se miraban. Miraban al suelo.
El suelo es interesante.
Decidieron distanciarse, uno por cada lado. No se hablarían ni se mirarían, se separarían bien lejos para que no pasara nunca más nada. Lejos, para ocultar. Ocultar todo. Cerrarse y olvidarlo.
Que mentira.
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