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Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

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Notas del capitulo:

No tannnnn aventura de Law, Kid, Luffy y otro. mas bien este capitulo pone muchas escenas de que suceden al mismo tiempo de los acontecimientos que tienen esos tres y a la vez muestra otro lado que esta sucumbido a la trama. Pero a su vez....¡SI LO SE ACTUALICE EL DIA DE LA CACA! he tenio muchos problemas, mas que trabajo, mas que salvar el mundo, ok no. pero deberia. igual, espero que les encante el capitulo que advierto es algo larrrgoooo pero zuculemto. tambien esta la dicha de que chan channnnnnnnnnnn 

Una sopresa. 

La aventura de Law, Kid y Luffy y otro.

Hay un juego en el orfanato. Pasa cada cierto tiempo y es que los mayores les enseñen a ir de comprar a los menores. Solos. Después de la escuela, el cuidador llamo a todos al comedor y les explico que harían de nuevo el juego con el grupo de los Mugiwara y Lucci y sus amigos.

-Drake, Hancock, Ace, Law, Kid y Franky, acompañaran a los Mugiwara por el supermercado. Recuerden que solo deben vigilarlos y no ayudarles por completo- comento anotando en una libreta –Franky antes de preguntar Iceburg me dio permiso hace semanas-

-si me lo dijo- afirmo Franky –también de quedarme aquí ¿no?- el cuidador dudo con los hombros.

-ok, Koala, Sabo, Apoo, Hawkins, Marco y Bonney, con el grupo de Lucci se encargaran de  las entregas ¿bien?- siguió el cuidador

-¡sí!- dijeron todos.

-¡ESPERE!- grito Drake -¡Va a dejar que el mounstro se ponga a cuidar a los menores! ¿Qué se comió?-

-Drake…- dijo molesto el cuidador

-¡jajajaja! Que tonto- dijo Bonney riéndose –yo puedo cuidarlos, mejor que tu-

-ya veremos- dijo Drake encarándola. El cuidador puso los ojos en blanco aburrido.

-ok a comer- ordeno y todos comieron.

Mientras comían en silencio, el grupo de Lucci se habla en miradas. Sabían que hacer solo mirándose los ojos y moverlos.

Luego de su conversación en el recreo todos se prepararon un plan para ir al departamento de Paulie. Que se encontraba cerca de la playa, han pasado varias veces ahí. Buscando a Paulie y quedarse en ese departamento por noches escuchando las historias de los barcos construidos, y viajes de diferentes mares. La idea era pasar desapercibidos como niños buenos y para en el momento que menos les esperen….

 

En la tarde, después de almorzar los mayores se pusieron en grupo con los menores que irían por primera vez de compras solos. Ace estaba muy orgulloso, poniéndoselo en cara a Sabo que cuidaría muy bien de Luffy.

-me debes una- dijo Sabo

-¿eh? ¿Por qué?- dijo Ace

-porque yo pedí que fueras con Luffy- dijo Sabo tapando su odio con una sonrisa –ya que la otra vez estuviste alegando y perdiste a Zoro-

-¿Cuándo perdí a Zoro?- pregunto Ace en duda

-en el museo- dijo Sabo –te dormiste y lo perdiste-

-ah cierto. Gracias Sabo- dijo Ace, su hermano se golpeó la cara

-lo malo que no me dejaron que fueras con Marco- dijo burlándose

-¡oye!- grito Ace -¡deja de Shipearme!-

-¿Qué es Shippear?- pregunto de pronto Marco detrás suyo. Ace se cristalizo del susto. Sabo solo por maldad se puso enfrente

-es juntar parejas- dijo Sabo, su hermano casi lo golpea –es para ver si tienen química o no. Es cuestión loca de la Señorita Loca- él se rio con gracia.

-¡te matare!- grito Ace enojado. Pero en tanto marco estaba sonriendo mirando al cielo pensando -¡qué piensas tú!- el mayor bajo la vista.

-pienso, que puede que tenga razón Sabo- dijo con coqueteo -¿no lo crees?-

-¿Qué?- dijo Ace colorándose a un tono muy rubí – ¿haz…haz hablado con Papa Doffy? ¿No?- Marco, quien era bastante tranquilo. Se le acerco a la cara muy cerca. Muy cerca que puso nerviosos a Ace y la desvió de instinto. Marco se volvió a levantar sonriendo.

-vaya, vaya ¿te pones nervioso?- dijo Marco cariñoso. Ace le miro enojado –no me golpees- dijo alzando las manos –solo veo lo lindo que te pones cuando me acerco ¿no lo crees?- comento. A Sabo se le salió la saliva entre sus labios por aguantarse una carcajada. El pecoso, enojado le tomo de la camisa. Le iba a golpear. Le iba a golpear en esa maldita cara. En esa maldita cara de mirada dormida y sonrisa serena.

Pero sabemos que estamos en este orfanato y los asuntos extraños y sin procedencia aparecen.

En un empujón.

-¡AH! ¡MARCO Y ACE SE ESTAN BESANDO!-grito a lo lejos Califa. Todos, absolutamente todos los del orfanato miraron como el mayor Marco y Ace el pecoso. No se besaban, si no se tenían la frente con frente golpeada y desde un ángulo un poco sugerente. Se pensaba otra cosa. Ace que cayó al suelo polvoriento con marco tropezándose con sus pies y cayendo encima de él.

-¡ACE!- era la voz de Luffy -¡Ahora besas a Piña!- el pecoso en el suelo a Luffy expectante.

-¡no es lo que crees!- grito -¡salte de aquí!- vocifero golpeando a Marco. Se puso los brazos atrapándolo contra el suelo.

-que tierno- dijo Marco levantándose.

Desesperado Ace se levantó y miro que todos del orfanato lo miraban. Asustado, grito.

-¡NO ES LO QUE PARECEEEEEEEEE!-

 

Fuera.

El medio atontado caminaba por la calle junto a su grupo de mayores pensando en lo que sucedió hace poco. Pasando por las tiendas con los menores con la bolsita de compra cada uno mirando las tiendas y pidiéndole a Robin que leyera la lista de la compra. Ya que era la única que entendía la letra de Smoker.

-¿Cuánto más seguirá así?- pregunto Hancock enojada

-depende- dijo Drake –siempre le besan por error, así que no sé. La otra vez quedo shockeado hasta la noche-

-¿Qué no fue eso hace tres años?- pregunto Franky

-¿ah? No otra, beso por error *cof* Smoker- Hancock y Franky quedaron shockeados. Ace aún no reaccionaba.

-¡¿Qué?!- gritaron

-les dije que era accidental y fue en la mejilla- dijo Drake –fue la vez que se durmió y pensó que la cara de Humos era un helado. Cuando despertó se pasó un día entero mirando al techo. Lo sé porque compartimos habitación con Marco y se la pasa cada vez que le besan por error-

-interesante- dijo Franky –oye Reptil ¿a ti ya te han besado? ¿No?- pregunto.

-¿Qué te importa?- le respondió austero.

-es de saber- dijo Franky –como te vez experto en la materia- comento.

-¡oh! ¡Cierto! ¿Has dado un beso? ¿No? ¿Drake? ¿Franky?-pregunto curiosa Hancock. A lo lejos los Mugiwara entraban a su primera tienda, la verdulería de Wapol. Un hombre que pasaba casi todo tiempo comiendo y si no fuese que es su mercancía, se comería la verdura.

-¡los niños del orfanato!- grito Wapol -¡¿Qué vienen a hacer aquí?! ¿Eh? ¿Robar de nuevo?- el hombre era muy pesado y no confiaba mucho en los niños del orfanato. Razón, como Kid robaba las tiendas seguido, el orfanato tenia mala reputación. Pero principalmente por que Wapol era muy caradura y estúpido.

-¡venimos a comprar!- dijo Luffy levantando su bolsita de tela –denos carne-

-Luffy, aquí se comprar verduras no carne- dijo Sanji. Luffy saco la lengua.

-odio las verduras- comento. Los niños se rieron. Los mayores le miraban, pero estaban más entusiasmados en su conversación.

-ya digan- dijo Hancock más insistente -¿han besado?-

-yo si- dijo sin remordimientos Franky –a una chica en Water 7. Ni me acuerdo el nombre en realidad, así que no te diré ni uno-

-¿y tú?- pregunto Hancock. Detrás Luffy se le caían unas cebollas y fue a recogerlas debajo de una mesa.

-no te diré. Lo dije- dijo Drake

-pesado- dijo Hancock –yo bese en un campamento que fui en mi tierra natal, pero no me acuerno ni el nombre del chico- comento. Cerca aparecía Law y Kid quienes estaban aburridos.

-oigan los Mugiwara ya pagaron- dijo Law –vamos o los perderemos-

Salieron a la hilera de tiendas. La siguiente tienda era la de artículos de baño, en esta parte tuvieron que intervenir. Dentro de la tienda, Luffy se quería tomar los cloros con olor a flores. Mientras que Franky y Drake trataban de que este se los tragara. Law y Kid miraban la escena, divertidos.

-¿Qué no teníamos que intervenir?- pregunto Kid.

-orden de Papa Cora-san-dijo Law sin despegar la mirada –dijo que si Luffy trataba de comerse algo toxico había que atraparlo-

-¡ah! Como cuando casi se come el jabón en barra- dijo Kid. Law asintió.

-se están llevando muy bien ustedes dos- dijo de pronto Franky, ellos le miraron

-sigue soñando- dijo Law

-¡Franky!- grito Hancock – ¡ven de una vez! Vamos pequeño monito. No es para tomárselo- dijo preocupada por Luffy. Franky corrió al stand de los cloros para separar a Luffy de ellos. En tanto Kid y Law se quedaron solos mirando la escena, un poco…. Incomodos.

-no digas nada- dijo Law de pronto, se volteo y fue a comprar un dulce.

En tanto Kid se le quedo mirando mientras que detrás los encargados del mercado les gritaban a los mayores que debían irse del local. Cuando tenía las crisis recordado su casa y esas pesadillas que le provocaban sudar. Agarrarse la cabeza y llorar siempre. Cada vez que sucedía quedaba muy expuesto a sus debilidades y lo único que creyó que lo calmaría era dormir con Killer. Su mejor y único amigo. Lo calmaba por su propio tacto frio, dormir con él era cómodo, olerlo era suave y tocarle la cabellera rubia era como tocar un perrito. Eso lo calmaba…

-¡perras!- grito sin querer. Las personas del mercado le miraron. Se agarró la cabeza avergonzándose de lo que pensó.

Cuando salieron del mercado necesitaban pasar por toda la plaza, cruzándose con el grupo de Lucci.

-¿Papa Cora-san dijo que debíamos ir al correo? ¿No?- pregunto Kaku

-la lista dice: al correo para devolver los paquetes erróneos del señor Bon Clay, después hay que ir a la verdulería para entregar la canasta de papas para venderlas, tercero ir a la casa de Bon Clay de nuevo para buscar las ropas de le Hancock y de Koala que debían arreglar las vastas. Cuarto ir a la casa de Papa Crocodile para ver si esta (orden de Papa Doffy). Quinto, entregar las revistas de Papa Iceburg que le presto a Papa Doffy ¿Qué no eran mangas? Bueno, sexto iremos a casa de la Doctora Kureha que tiene un regalo para Chopper y por ultimo al colegio que Papa Humos le mando a entregar algunos papeles confidencia y eso- enumero Califa rápidamente con tanta elocuencia y elegancia que no parecía de siete años. Los mayores le miraban sorprendidos.

-lees muy fluidamente- comento Hawkins despacio

-pareces secretaria- dijo Sabo -¿no lo has pensado ser de grande?- pregunto.

-eso me dijo Papa Iceburg- comento Califa caminado –él me dice que si quiero puedo ser su secretaria cuando sea más grande, aunque Papa Paulie se enojó con él porque no le gusta la idea. Dice que es muy ofensivo-

-¿Por qué eres mujer?- pregunto Bonney

-no- dijo ella en seco –por que las faldas de las secretarias son muy cortas- todos se echaron a reír.

Caminaron por el costado del castillo de la ciudad, el edificio en toda su majestuosidad dentro de una colina inmensa entre murallas y árboles. Solo podían pasar un cierto tipo de personas y la realeza, la oficina de correos estaba pegado a la colina. Los niños serios como siempre entraron con el paquete entregándoselo al hombre que parecía gaviota de las manos de Blueno. En silencio se quedó y Califa hizo los trámites con fluidez. Como premio el encargado le regalo una paletita. Comiéndose el dulce, salieron de la oficina de correos con tranquilidad para ir directo a la verdulería con la canasta de papas que llevaba en un carrito Kumadori, fue rápido, entraron entregaron las papas a la encargada del stand, recibieron el dinero que Califa guardo en un bolsito de oveja que le regalo Paulie en su cumpleaños. Con ello, la encargada les felicito y se fueron, directo a la casa de Bon Clay. En las orillas del puerto, en las localidades de las tiendas de ropa. Los mayores estaban un poco preocupados, no sabían que hacer, ellos eran demasiado independientes.

-eh… oye Lucci, Califa…. Eh chicos ¿no tienen ningún problema?- pregunto Sabo. Ellos negaron rápido.

-conocemos las calles- dijo Jabra –la casa de Papa Paulie no está lejos, así que nos conocemos casi todos los rincones de la ciudad- Kaku le dio un codazo -¿Qué? ¿No lo tenía que decir?-

De pronto, se detuvieron. Se miraron y los mayores le miraron a la vez con duda. Se hablaron en su lenguaje a señas y asintieron a la vez. Kaku sonrió, se acercó a los mayores. Adorable y tierno como siempre, se puso enfrente de ellos y de un carro lleno de pescado.

-perdón- dijo con ternura.

-¿Qué?- dijeron todos.

-¡YA!- grito a toda voz. El carrito de pescado le dio una patada en la rueda de madera, rompiéndola increíblemente por Califa. Los pescados, medios vivos retorciéndose se cayeron del carro encima de los mayores.

-¡Corran!- es lo que escucharon de Lucci. Las pisadas de los niños y adultos del puerto gritando por su mercancía. Los mayores entre las escamas, salieron con pesadez. Escurriéndoles el agua salada por sus ropas. Asqueándose del todo.

-¡Hawkins! ¡Hawkins!- gritaba Apoo levándose -¡oye Hawkins!- se abalanzo a los pescados lanzándolos, Bonney a su lado se levantó con un pescado en la boca. Lo escupió. Mirando como Apoo buscaba al rubio, se fijó en una mata de pelo amarillo sobresaliendo. La cogió con un puño y saco a Hawkins noqueado a la fuerza. A su lado aparecía otra mata de pelo rubio rapado llamado marco sacándose un pescado de la camisa.

-pesque algo- dijo ella -¿Cuándo dan por el?- pregunto riéndose, pero escupiendo un poco de sabia de pescado. Apoo se acercó a Hawkins tomándolo de los brazos.

-¿estás bien koala?- pregunto Sabo levantando a la niña de un charco de agua.

-si un poco ¡qué asco!- dijo limpiándose como pudo el vestido rosa. Pero se percató de algo….-oh no…- murmuro. Sabo miro por todo el puerto, agarrándose el cabello.

-¡¿Dónde mierda se fueron?!- grito a toda voz.

Lucci y sus amigos, se habían desvanecido.

O escapado, póngalo como se les quiera.

 

En otro sector. Acabando las compras salían del mercado el primer grupo, con canastas muy grandes, colocadas en un carrito que les regalo Corazon. Cambiando por la ciudad, los mayores conversaban entre si mientras que los menores seguían caminando mirando las tiendas guiándose por la lista que le entregaron.

-¿Cómo le ha ido a Luffy?- pregunto de pronto Ace

-al fin regresaste- dijo Drake –pensamos que ya eras caso perdido- comento. Ace lo ignoro mirando con cariño a Luffy pidiendo un paquete de avena en un puesto de la calle en medio de un puente que cruzaba a otro extremo de la ciudad, adorable se lo entregaron y este sonrió extensamente. A Ace le provoco un suspiro adorable.

-toma- dijo Law a su lado –es de Papa Crocodile, se le quedo en la habitación de Papa Doffy- le entrego una cámara. Este la examino y la encendió, apuntando a Luffy con sus amigos. Saco una foto –con eso estarás ocupado y olvidaras lo de Marco- siguió con malicia.

-¡Cállate tú!- le grito Ace, se volteo de nuevo, Luffy hacia otra compra -¡Luffy! ¡Sonríe!-

El niño volteo y con esa cara de mono adorable, extendió su sonrisa mostrando los dientes. Pero antes de que el flash lo cegara, todos los demás Mugiwaras se colaron en la foto…. Botando la mercancía por la baranda del puente.

-¡la cena!- grito Kid de pronto. Se apoyó en la piedra mientras veía como toda la cena se escondía entre las malezas del bosque que estaba debajo del puente -¡Mono!-

-¡AAAAHHHHHH!- grito con todo pulmón Luffy -¡LA CARNE!- y sin pensarlo (cuando lo hace)

Se lanzó al bosque….

-¡LUFFFFFFYYYYY!- gritaron todos. Cuando el mono desapareció entre los árboles, se oyó un ruido sordo.

-¡estoy bien!- grito. Todos suspiraron del alivio -¡Ace aquí hay gatos gigantes!- chillo alegre.

-¿gatos gigantes?- pregunto Kid

-¡oh cierto! Esta es la parte que fue cerrada por ser ruinas- comento Law mirando al cielo –antiguamente había una parte muy extensa de la ciudad aquí, pero fue cerrada. No sé porque- dijo sin más

-¿y que hay abajo?- pregunto Drake.

-animales salvajes- dijo Law tranquilo.

-¡¡ ¿EH?!!- chillaron todos.

-¡OH NO MI LUFFY!- chillo Hancock

-¡MI HERAMITO!- grito Ace. Ambos se pusieron en el barandal a punto de lanzarse, pero un policía los detuvo.

-¡¿Qué pretenden?!- grito el policía, muy alto y con una mirada de asesino. Se fijaron bien, no era un policía, era un guardia real.

-¡mi hermanito se cayó al bosque!- grito Ace preocupado –se lanzó el menso solo-

-¿Cómo que se cayó? ¿Qué paso?-

-el menso lanzo toda la mercancía y se lanzó a buscarla- bramo Kid enojado -¿no nos cree que este vivo? Espere- se acercó de nuevo al barandal -¡CARNE!-

-¡¿Dónde?!- chillo Luffy. El guardia se acercó con Hancock y Ace en sus manos, se percató de lo sucedido y miro a los niños.

-acompáñenme- dijo

-¡¿y Luffy?!- chillo Ace

-por eso- dijo el guardia –conozco un atajo- el guardia, con una mirada muy asesina. Se llevó a los niños al palacio de Dressrosa.

Dentro todos se emocionaron, el palacio era gigantesco, tuvieron que pasar por un ascensor para entrar y seguir al hombre por algunos pasadizos para llegar a la estancia de los guardias en el fondo del todo. El lugar era un poco lúgubre y húmedo por que daba directo a la humedad del bosque escondido.

-¿Qué sucede Kyros?- pregunto un guardia que pasaba por ahí-¿Qué son esos niños?-

-son del Orfanato Thousand Sunny- dijo Kyros –un amigo suyo se cayó al bosque salvaje-

-¿Qué? ¿De verdad?- dijo el guardia –esto es grave-

-¡oigan! ¡Mi hermanito!- chillo Ace. Kyros le miro desde arriba –el tiempo corre ¿Dónde está? ¿Dónde está ese atajo?- Kyros un poco impaciente, se puso a la altura de los niños.

-escuchen, el palacio esta justo arriba de las ruinas, abajo en el sótano existe un pequeño pasadizo para entrar. Las veces que lo hemos usado en ocasiones urgentes y creo que la única manera para hacer que tu hermanito escape- comento –antes de que caiga la noche-

-¿Por qué? ¿Qué pasa si cae la noche?- pregunto Hancock

-pequeña…. Eh mejor no te digo- comento el guardia rascándose la cabeza.

Hermano y acosadora, empujaron a Kyros corriendo por los pasillos con rapidez. Gritando el nombre de Luffy por todas partes. Apurados, casi por suerte encontraron el sótano. Kyros detrás les siguió el paso con un poco de ira.

-¡no se vayan tan rápido!- grito –no sabían ni donde iban-

-¡ser un hermano es saber dónde está tu otro hermano!- grito Ace, Kyros se confundió -¿este es el pasadizo?- pregunto apuntando a una trampilla pequeña, era más pequeña de lo que pensaban. Parecía más a una puerta de perro reforzada con un candado y cadenas

-es demasiado pequeña- dijo Hancock –no saber ahí-

-si por gorda- le dijo sin remordimiento Ace, ella lo golpeo -¡yo entrare! ¡Abra ese candado!- grito. Kyros le ignoro

-tu no me mandas- dijo Kyros serio –ambos son muy grandes para entrar por la trampilla- comento.

Los niños miraron de su bolsillo dentro de su armadura, saco una llave tomando el candado y abriéndolo con un clic. Antes de que se diera vuelta, Ace y Hancock ya obstruían la entrada. Gritándose el uno al otro.

-¡cobra de porquería! ¡Sale!- grito Ace

-¡las damas primero! ¡Pecoso miserable!-

-¡Luffy!- grito Ace -¡vente para aquí!-

A lo lejos, en el bosque se escuchó un chillido. Ambos se crisparon.

-¡AAAAHHHH! ¡¿Dónde ESTAS?!- de las piernas lo sacaron. Los tumbaron en el suelo, pero se seguían escurriendo por el suelo para querer entrar por la puerta. Drake y Franky les agarraban para que no hicieran nada. En tanto los Mugiwaras miraban por el umbral de la puerta preguntándose donde estaba Luffy. El chillido seso pero a lo lejos se oían pisadas, Nami quien tiene buena vista no lo divisaba. Había muchos arbustos, árboles y flores tropicales en todas partes. En las orillas aparecían bichos corriendo de un lado a otro con desespero y en otras se veían frutas. No podía concentrarse en que eran esas frutas anaranjadas en el fondo por todo el ruido que hacia Kyros y los niños.

-¡ay escuchen!- grito con voz tronadora -¡ahí no caben los mayores! llamare a un equipo especial para que lo saque de ahí…. ¡hey!- espeto, Zoro estaba pasando la puertecilla. De inmediato mirando la cara raramente despavorida del pánico, Drake sujeto a Zoro con rapidez alejándolo.

-tú te pierdes hasta buscando tu habitación- dijo –que otro vaya, no pienso dejar que los menores vayan solos- ordeno como si fuese el líder.

-pero no pueden ni pasar los mayores- dijo Franky –los menores es muy peligroso…- ambos se pusieron a pensar mientras que los otros peleaban llamando a Luffy.

-necesitarían un punto medio- intervino Kyros. Drake y Franky le miraron asintiendo. Pero al mismo tiempo de la idea… todos miraron a Kid y a Law calculando sus estaturas. Quienes se crisparon.

-¿Por qué a mí?….-

 

-recuerda al momento de divisar a Luffy, corran- dijo Drake

-como si tuviéramos otra opción- comento Kid sarcástico. Los niños con miedo, se adentraron por el bosque a través de la trampilla. Primero pasaron despacio queriendo escuchar la voz de Luffy… solo se oía la ciudad a lo lejos y uno que otro animal pasando rápidamente. Caminaron un poco más, aplastando las hojas mojadas entre el barro sucio. Siguieron pasando, mirando el extenso y largo bosque. En algunas partes seguía una hilera de casas en ruinas, parecían pasteles. Todas onduladas y con baches. Parece que antes de que se reconstruyera la ciudad a causa de una guerra que hubo, la gente trato de reconstruirse pero no se pudo. No se sabe la razón, pero animales comenzaron a vivir ahí como si fuesen su casa y no se quisieron ir. Dejando esa calle inutilizable.

Siguieron los pasos llamando a Luffy despacio. Law serio en la situación camino mirando con desconfianza por alguna esquina por su compañero, que se estaba meando del miedo.

-maldito mono…- murmuro enojado Kid –siempre le pasan estas cosas-

-deja de quejarte- dijo Law –puede venir algún mounstro o algún animal salvaje-

-¿Qué no es lo mismo?- dijo Kid

-más o menos. Tus eres ya un ogro- se burló, Kid antes de atacar…

Escucharon el grito de Luffy acercándose.

Ambos se quedaron parados en medio de la tierra que temblaba como un terremoto saltando las piedrillas, las hojas de los árboles y a ellos mismo. Encontrando por fin a Luffy….

-¡AAAAYYYYUUUUUDDDDAAAAAAA!-grito saliendo entre los arbustos. Siendo perseguido por un león.

-¡IDIOTA!- gritaron en unísono Law y Kid, mientras que Luffy pasaban en medio de ellos dos y los otros parados un segundo, se dieron la vuelta y huyeron a la misma dirección que Luffy. A su paso, el León que era más grande que uno normal, destruyo la trampilla.

-¡LUFFFFFYYYYYY!- se escuchó a lo lejos Ace.

Los tres ya estaban corriendo un buen tramo para oírlo u oír a cualquiera, queriendo escapar con suerte del león. Entre las malezas, los arbustos y las piedras. Siguieron corriendo como unos locos, llegando por fin a una casa destruida. Pasando por la puerta, Law tomo a Kid y a Luffy y los llevo a la casa de un golpe. Ahorcándolos de las camisas, espero a que pasara el León oliendo y alejándose de la casa para soltar a los chicos que suplicaban aire.

-¡¿Qué te pasa Trafalgar?! ¡Casi me matas!- grito Kid enojado, el otro le dio un puñetazo.

-cállate si no quieres que te coma- dijo Law serio. A su lado Luffy tocia sujetándose del cuello de la camisa manga larga –oye Mugiwara-ya ¿Por qué te perseguía ese león?- pregunto tranquilo.

-me quería quitar la carne- dijo Luffy como si nada –es la carne no puedo no pelear…pero me di cuenta que era muy grande para mi…- se apeno.

-claro que es más grande que tú, es un estúpido león- le encaro Kid enojado -¿ahora qué haremos?- pregunto moviendo bruscamente la pierna nervioso.

-tenemos que esperar que se vaya por completo el león, luego saldremos-

-Trafalgar…- gruño entre dientes Kid –si cae la noche….-

-tranquilo, saldremos de esta… espero- comento enfatizando el final.

Esperaron con impaciencia a que el bosque se callara, mirando a todas partes hasta que, si, Luffy se paseara sin que los otros se percataran por la calle hacia una estatua. Kid y Law corrieron a su lado queriéndolo matar, el lugar era muy peligroso para que el mono sin sentido de orientación anduviera como si nada por las calles de un lugar que está PROHIBIDO entrar. Pero se detuvieron al fijarse en la forma de las estatuas, eran dos guerreros, uno con barba larga y casco de gladiador, otro musculoso y de mirada sombría y otro… bueno que pareciera que gritara con una lengua muy larga. Reamas cómica que otra cosa. 

-he…Hero…héroes…de... Dres…dresoroba…-leyó Luffy, Kid a lo lejos se rio.

-ahí dice los héroes de Dressrosa- le corrigió Law -¿Drake no te enseño a leer?-

-me quede dormido- dijo Luffy sonriendo -¿esos son héroes?- pregunto entusiasmado -¿eran piratas? ¿Piratas fuertes?- daba saltitos de emoción. Kid a  lo lejos se acercó, leyendo las inscripciones.

-vaya, esto paso hace años…- dijo Kid -¿Qué harán aquí?- pregunto. Pero se callaron al oír una arbusto moverse, Law tomo las manos de Luffy y Kid y se escondieron detrás de las estatuas tropezándose entre el espacio libre que quedaba para esconderse. Las estatuas lo cubrían enredaderas y mo, así que era fácil esconderse. Respiraron con sigilo mirando si venia algo a lo lejos se veía el arbusto moverse con desazón. Pero no salía nada.

Kid confundido se agarró una piedra y aunque Law le advirtió, lanzo la piedra al arbusto. Se oyeron un gruñido pequeño y el arbusto salir una pata gigante, exagerado, una pata de perro lo bastante grande como para retumbar algunas piedras. Era un perro grande y castaño, que babeaba un poco entre sus fauces y que olfateaba el suelo con recelo. Los niños lo miraron y sujetaron a Luffy, el perro le encantaba y quería acariciarlo pero los mayores pensaban que podía mover. Luego de unos minutos, el perro bostezo y se encamino rápidamente a una de las casas. Sabiendo que estaban libres por el momento, se separaron de las estatuas para seguir el camino que pudieran tomar para ver cómo salir. Era casi imposible en realidad, las paredes de las casas que quedaban en ruinas o que estaban muy peligrosas para salir o que eran demasiado altas para subir. También muy lisas y onduladas. Law planeo primero que no debían separarse tomándole obligatoriamente las manos de Luffy por cada uno para pasear por la calle mugrosa mirando a todas partes serios por cualquier cosa. En tanto Luffy jugaba saltando los ladrillos sin tocar las líneas que lo separaban.

La calle era ancha y las casas, pocas seguían totalmente en pie. La ciudad civilizada estaba muy lejos y mientras que los niños gritaban ayuda mientras que se percatan que no había más animales salvajes, nadie los escuchaba. Los tres se estaban preocupando.

-moriremos en este basurero- dijo Kid enojado

-cállate Eusstass-ya- dijo Law serio

-¡es verdad! ¡Estaremos aquí para siempre!- grito

-¡¿para siempre?!- chillo Luffy -¡ACE! ¡ZORO! ¡No quiero estar aquí!- grito comenzando a llorar -¡SABO!-

-¡cállate mono!- grito Kid -¡es tu culpa!-

-¡tú también cállate Eusstass-ya! ¡Que pueden venir los animales!- grito Law, sintió el viento en sus mejillas –oh no… viene la noche ¿hace cuánto que estamos aquí?- pregunto asustándose.

-salimos como a las 16:00 del orfanato…. Oh no. No ¡no!- chillo Kid desesperándose.

-¿Qué pasa?- pregunto Luffy dejando de llorar.

-está atardeciendo- dijo Law –se está haciendo de noche-

De verdad, el manto naranjo estaba más cerca. Las ruinas se oscurecían, se volvían oscuras. El sol se escondía entre las montañas que rodeaban el país y las ciudades cercas de ellas. Los niños se desesperaron, el frio se acercaba.

-chicos…-murmuro Luffy agarrándose del brazo de Law, apuntando a un árbol. Los mayores le resguardaron a Luffy detrás de él. Este miraba entre sus cuerpos una figura entre los árboles que se escondía y tambaleaba hacia ellos.

Usaba una capucha sobre su cabeza y le colgaba el brazo derecho. Goteaba un líquido en él y tropezaba. Para un momento para el otro, se desplomo. Los niños se miraron. No lo creían…era Crocodile.

-¡Papa Crocodile!- grito Law sorprendido corriendo a él. Los otros le siguieron. El niño tomo de su hombro y lo dio vuelta, estaba bastante herido pero no a tal forma de quedar inconsciente

-¿Law?- pregunto entre susurro -¿Qué hacen aquí?- lo hacía apenas. El brazo le sangraba a montones y tenía un vendaje en la frente hecho de camisa, en la pierna tenía otro pero igual borboteaba la sangre manchando el pantalon de Law. Respiraba con dificultad cerro los ojos para poder sentarse pero Law se lo impidió.

-¿Qué carajos le paso?- pregunto Kid sorprendido -¿Dónde estuvo?- el hombre se sentó, aparto a Law par que no le interrumpiera. La noche ya estaba empezando a aparecer, iluminándolos poco a poco con las luces de la ciudad. Se agarró la cabeza con un gesto de dolor apartando un poco de la sangre tirándola al suelo. Respiro antes de contestar.

-es largo- dijo Crocodile -¿Qué hacen aquí antes que nada?-

-a Luffy se le cayeron la mercadería desde el puente- dijo Law mirándole los cortes del brazo -¿pero dónde estuvo? Papa Doffy está muy preocupado- Crocodile se remango el brazo para quitarse otro pedazo de camisa y vendársela, Law lo interrumpió poniéndole la venda improvisada él. Al ponerla lo volvió a mirar sorprendido.

-me fui de viaje por una semana para despejar la mente- dijo Crocodile –pero en el viaje tuve unos… contratiempos…-

-espere ¿unas semana?- dijo Law confuso –Papa Doflamingo lo ha buscado por más de tres semanas…-

-a eso voy impaciente- dijo Crocodile

-¡jajá! ¡Te reto!- chillo Kid –siga mejor será- Crocodile se rasco el cabello y busco un puro de su bolsillo, lo encendió con calma.

-me fui por un tiempo a Jaya, una isla un poco lejos, el viaje es de cuatro días en barco. Pero en el barco que iba de pasajeros nos detuvieron la marina… bueno no la marina.

>> estaba en mi compartimento leyendo el periódico tranquilo y abrieron mi cabina. Yo pensé primero que era alguien importante, además de ser un hombre bastante serio. Lo que me molestaba de verdad cuando se me acerco era ese pedazo de huevo en su mejilla. Me dijo:

-buenas tardes ¿es usted don Sir Crocodile?-

-¿Quién lo pregunta?- no confiaba en él.

-muy buenas. Me presento, Soy el comandante Vergo de la división ocho de la marina. Necesito su ayuda si no es un inconveniente- cavile… cavilar expensar Kid no otra cosa. El nombre era el ex novio de Doffy, necesitaba tener cuidado.

-no gracias. No estoy involucrado en nada ilegal y ni un contacto mio lo es, así que por favor salgan de aquí-

Cuando desperté. Estaba dentro de una oficina de otro barco muy lujoso. Me di cuenta de que no estaba amarrado y que en frente mio estaba sentado un hombre de cuencas negras. Maldito Spandine, jamás olvidaría su rostro.

-muchos años Crocodile- me dijo –muchas lunas-

-¿Qué quiere?- dije mareado.

-nada. Solo me gustaría mantenerte aquí un tiempo. Eso es todo- el hombre me hablaba calmadamente, pero era sínico de pies a cabeza

-no le drenada ni diré nada- dije –los niños están protegidos por la verdadera marina y algunos piratas. Así que es imposible tenerlos- el gruño –no le funcionara el chantaje conmigo- chispeo los dedos.

-Vergo, Monett, llévenselo- desde las puertas que estaba a cada lado entraron el hombre del barco y una extraña mujer con alas de ave. Ambos me agarraron de los brazos y me sacaron al pasillo.

Pero en el camino que me llevaban arrastrando y yo medio mareado de los UE fuese que me hicieron en el barco de pasajeros Vergo me hablo.

-¿Cómo esta Doffy?- pregunto, me quede callado -¿no te ha dicho que éramos novios no?- seguían arrastrándome, cerré mi boca –sí, eran novios. Nos pasamos como unos tres años de novios- no dije nada. No dije nada –y que además que era su primer novio. Así como el primer amo ¿no lo crees?- me media los labios –sí, sí. Oye Monett ¿recuerdas que te conté sobre esa vez que Doffy y yo fuimos de cita a una feria? Fue antes de que ese tonto niño apareciera y arruinara todo- ella se rio. Su risa era muy suave pero sínica –yo lo recuerdo. Fue la primera vez que nos besamos. Que nos besamos es una palabra censurada ¿no? ¿Monett?- ella volvió a reír. Yo me estaba estrujando los dientes, estábamos cerca de una puerta –y que además ese tonto y guapísimo de Doffy sabe cómo ha….-

No me aguante. Le dio un puñetazo en toda la cara. Su cabeza retumbo con el metal de los pasillos y la mucho Monett se asustó soltándome. Ella salió arrancando activando la alarma. El pasillo se volvió rojo. No tuve otra opción, corrí a la puerta y salí. Afuera esta lluvioso, llovía a cantaros y apenas se veía. Todo el piso y el barco eran de metal sólido. Solo la oficina era lujos. Mire a mí alrededor y escuche pisadas. Venían los sirvientes de Spandine. Comencé a correr bajo la lluvia, pero antes de eso. Vergo aparecía y me daba un puñetazo en toda la cara. Tropecé por el piso mojado. En el suelo mire que el pedazo de huevo ya no estaba y que estaba furioso con los lentes rotos. La capucha de cuero resbalaba las gotas de la lluvia.

-¿así que este es por quien me cambio ese emplumado de mierda? ¿Eh?- me arrastre queriendo pararme. Estar mareado no ayudaba.

-¿así que este es la escoria con quien estaba antes no?- dije tratando burlarme, me sangraba el labio. Volvió a darle un puñetazo. No andaba bien. Era fácil hacerme daño. Salí deslizándome por el piso hasta llegar a la baranda golpeándome con ella.

-je- me sonrió –Doffy tiene malos gustos. Como con Caesar ¿no sabías? No fui el único. Ni tu tampoco lo serás- me dio una patada por arriba de las costillas, no se todavía si las tengo rotas o no. Necesitaba escapar, pero no sabía dónde estaba. Me levante tomando el barandal de metal, me dolían las piernas. Los sirvientes ya estaban con nosotros y me estaban apuntando con sus rifles, me distraje y Vergo aprovecho en darme una patada en la pierna. Perdí el equilibrio y caí de rodillas. Todavía tenía sujeto del barandal. Chicos, ser un adulto implica, a tener más miedo que un niño común e ingenuo. Me alegra que sigan siendo niños porque no hubieran pensado nada de lo que hice.

-púdranse- dije sonriente.

Me di un impulso y me lanza al mar.

La corriente me dejo en una isla llamada Chou Chou. Los habitantes creyeron que era un pirata naufrago. Todavía no sé cómo mierda sobreviví, pero llegue a la playa. Un perro me lamia la cara cuando desperté. Poco a poco me ayudaron los pueblerinos hasta poder levantarme e irme en un bote hasta la ciudad siguiente que pare mi suerte y todavía no sé cómo llegue ahí estuve cuatro días en la Isla Elbaf. Los hombres del lugar me ayudaron en regresar y le sigo que de aquí a Elbaf son una semana… me volvieron a encontrar aquí y me lanzaron.

-¡¿Qué?! ¡¿Spandine volvió?!- grito Law -¡hay que avisarle a Papa…!-

-no. Fue Vergo quien estuvo aquí, pero los marinos llegaron y se escaparon. Lo que si es que me lanzaron a este bosque y llevo una semana. Los animales me han atacado todos esos días y me he alimentado con lo que veo, aun no puedo salir. Nadie me escucha-

-había una trampilla pero se destruyó- dijo Kid sin querer

-¡¿eh?!-

-¿no te podías quedar callado? ¿No?- dijo Law enojado

-ups- dijo Kid. Crocodile se rasco los ojos, agotado se puso en un árbol.

-por la… ¿no habrá otra manera?- pregunto

-eso buscamos Papa Crocodile- dijo Law –espero que nos vengan a buscar… ¿eh?- el niño miro a Luffy que hace rato que no hablaba.

-¿Qué pasa Luffy?- pregunto Crocodile. Se veía enojado

-Papa Crocodile feo- dijo Luffy sacándola lengua. Bufo y le ignoro, cruzando los bracitos.

-oh verdad….- dijo Crocodile

-¿Qué? ¿Qué onda?- pregunto Kid en un susurro a Law

-Papa Crocodile le grito muy feo a Luffy antes de desaparecer-respondió también en voz baja.

-oh-

Crocodile se le acerco a Luffy quien le daba la espalda enojado. La otra vez le grito y como desapareció no le había dado sus disculpas.

-oye mono- llamo Crocodile. Luffy se dio la vuelta y le saco la lengua –vamos Luffy estaba enojado, no te pongas así- siguió dándole la espalda –ayuda porfa-

-usted no nos mire- dijo Law –aquí quien le grito tan feo fue usted. Aquí carne no tiene para que le perdone-

-¿otra opción?- dijo Crocodile.

-¿sabe algo de las estatuas?- pregunto Kid de pronto después de un silencio extenso

-¿Qué estatuas?- pregunto Crocodile. El pelirrojo apunto al fondo

-las que están en medio- dijo –las que tienen escrito “héroes de Dressrosa”-

-ah esos. Si, si la sé- dijo Crocodile. Luffy volteo interesado, el vio su oportunidad –me la dijo Doffy en una cita. Dijo que una vez un rey malvado tomo el país, se la robo a la verdadera familia e hizo un caos total que tal manera que construyo fábricas y cosas varias. El hombre recuerdo que me dijo Doffy era un hombre malvado que tortura y usaba a la gente como esclavos, pero eran dos capaz. Una era de fábricas de armas debajo del país y otra de sirvientes anestesiados para la gente con dinero, el país estaba bien pero solo era una fachada porque de verdad el hombre destruía el pueblo desde adentro. Sin embargo, un día llegaron un grupo de piratas que tomaron ya el antiguo Coliseo y el palacio, salvando a la familia real y al país entero. El de la barba era el capitán y el de la legua salida era su tirador. Le decían God o Dios. Por qué salvo a los anestesiado y el otro era un soldado que anteriormente era un asesino pero se remedio y sin convirtió en un guardia que cuido al rey y a su familia. Los piratas se fueron pero los conmemoraron con las astutas para no olvidarlos ¿me entendieron?- ellos asintieron. Pero el más emocionado que le salían fuegos artificiales de la alegría era Luffy pasado y con sus manos en la barbilla.

-¡Lo sabía! ¡Eran piratas!- chillo emocionado -¡Torao! ¡Eran piratas!- el rio.

-uno era un asesino que se convirtió en guardia- dijo Law. Luffy se no entendía –explíquele- el mono miro al adulto con sus ojos gigantes de inocencia.

-más sencillo- dijo Crocodile –perdón Luffy. No debí gritarte, justo me pillaste furioso. No debí gritarte de esa manera yo, yo de verdad lo siento- Luffy era un niño que sabía quién decía la verdad y quien mentía. Pero él sabía muy bien…

-¡lo perdono!- dijo Luffy. Justo que sonreía, una luz aparecía desde lo alto cegándolos.

 

-¡con cuidado!- grito Kyros con una cuerda en sus manos –agarre bien a los niños. No tenía idea que había otro hombre dentro- comento mirando a Scarlett la princesa del reino.

-te pasa por despistado- dijo enojada -¡cómo se te ocurre mandar a unos niños al bosque!- Kyros cavilo ante la princesa mientras que agarraba las cuerdas con otros soldados a su lado y una carreta de guardias en otro extremo.

-no se me ocurrió otra cosa- dijo Kyros muy nervioso.

-tonto- dijo con los brazos cruzados mirando como subían a Crocodile y a los niños en sus brazos -¿se encuentran bien?- pregunto en un grito la mujer.

-si nos llevan rápido si- grito Crocodile – ¿y ustedes?-

-tengo hambre- dijo Luffy.

-siempre tienes hambre- dijo Kid

-yo también- dijo adulto sonándole el estómago. Los niños se rieron.

Los niños que quedaron fuera de ir al bosque corrieron con Corazon diciéndoles la noticia. Este llamo de inmediato al palacio pidiendo ayuda, también a Sengoku que les esperaba en el orfanato comiendo galletas saladas sentado en una silla del comedor esperando con Corazon comiéndose las uñas hablando con el den-den mushi. Se paseaba por la habitación hasta que corto la llamada, Kureha también estaba ahí como Smoker, Doflamingo y un hombre asquerosamente alto con un sombrero de oso.

Además de Ace, Sabo, Hancock,  Shachi, Penguin, Bepo, Killer y los Mugiwara que se negaban en irse.

-llegaron- dijo Smoker al mirar por la ventana –esperen ¿Crocodile?- comento. Doflamingo le aparto con la mano empujándolo al suelo, mirando por la ventana. Tenía a los tres niños ayudándole a caminar.

Entraron al comedor y lo primero que hicieron, fueron los Mugiwara y los amigos de Law abalanzándose a los respectivos amigos. Cora también tomo las cabezas de Law, Kid y Luffy, apretujándolos entre sus hombros, los tres ruborizados mientras se arrimaban entre sus cabelleras. Law casi se desmaya cuando le dio un beso a cada uno en la frente. Preguntado que el sucedió y si estaban bien, Killer miraba a Kid viéndole algún rasguño. Viendo que estaba ileso, todos miraron atentos a Crocodile y Doflamingo ambos, paralizados enfrente del otro. Al mismo tiempo, Ace trataba de abrazar a Luffy con Sabo pero no se dejaba. Quería ver lo que sucedía.

Los adultos estaban callados. Crocodile no dejaba de mirar a la ropa de Doflamingo nervioso, su sudadera tenía más sangre de la que creía, además de barro y lluvia. No podía verle a la cara. Se escapó por un berrinche y no podía levantar la mirada. No se decían nada. Ni uno se atrevía. Los demás le van interesados y aburridos. Solo hasta que por inercia, Doflamingo le quiso tocar la sangre que brotaba de su cien hasta su mejilla, tocándolo no más.

Crocodile dio un salto, abrió la boca para besarlo. Fue un golpe más que otra cosa, con los dientes rechinándose y los labios juntos. Crocodile le abrazo la cabeza juntándose con su cuerpo chocando con la mesa del comedor, impidiendo caerse con que Doflamingo se sujeta de la mesa con las manos. Se mantuvieron en el beso, lamiéndose intensamente, necesitándose el uno al otro. Hasta que Crocodile se estremeció del dolor.

-¿estás bien?- pregunto Doflamingo tomándole el cuerpo, una mancha de sangre salía de su chaqueta

-tiene un corte profundo- dijo Kureha revisándolo –vamos a tu habitación será mejor recostarlo-

Lo llevaron entre Smoker y Doflamingo, abrieron la habitación. Corazon llevo todo lo necesario del botiquín, desde afuera se oía a Crocodile chillar del dolor ogrito por los punto en sus heridas,  este solo apretaba la mano de Doflamingo queriendo no escapar de las curaciones. Luego de una hora de curación o más sufrimiento, Corazon le traía a Crocodile una sopa de champiñón en una charola de metal. Este apenas respiraba sobre almohadones de plumas. No llevaba la camisa pero si estaba lleno de vendas, hasta por el muñón del garfio. Los adultos miraban parados frente a la cama, mientras que relataba todo lo que vivió mientras escapaba de la gente de Spandine.

-estuve enterado de que estuvo aquí- dijo Sengoku –pero volvió a escapar, nunca nos enteramos de que te lanzaron- comento

-lo hizo bien en esconderlo- dijo Crocodile sudando del dolor –me secuestro para chantajear a Doffy, no le di oportunidad de hacer nada-

-pero ¿te torturaron?- pregunto Kureha

-sus curaciones son una tortura- dijo y la mujer le dio un codazo en el abdomen.  Este grito de manera agónica

-mejor que lo cuente mañana, debes descansar- dijo Doflamingo secándole el sudor

-será mejor- dijo Corazon –salgamos, dejémosles solos. Doffy avísame cuando termine la sopa ¿ok? Y todo lo que necesitan- el asirio sin mirarlo, concentrara en las vendas de Crocodile. La puerta se cerró detrás y Doflamingo tomo la sopa, saco una cucharada y le abrió la boca a Crocodile para que comiera. Él no se opuso a nada. Tenía hambre. Para la sorpresa de muchos. El emplumado, en toda la noche en vela que estuvo cuidándolo. Mirando su temperatura, secándole la frente, mirando sus vendajes si estaban bien puestos, dándole de comer y beber.

A que no le diera frio.

A que no le diera calor.

En ningún momento pensó.

En nada pervertido.

-a todo esto- pregunto Smoker en el comedor -¿Qué paso con Lucci con sus amigos?-

-¿ah? con Paulie- dijo el cuidador bebiendo un té.

-¿Qué no Paulie se había mudado ayer?- dijo Smoker.

-se enteraron a la mala- dijo Corazon tranquilo.

 

PIRU, PIRU, PIRU, PU, PU. Viajemos en el tiempo.

En la tarde que corrieron del grupo de mayores, lo primero que hicieron es esconderse hasta que desaparecieran del puerto para salir del callejón que se metieron. Primera parada, a la casa de Papa Paulie. La casa estaba muy cerca del puerto, porque relativamente su trabajo estaba a unos pasos del departamento que vivía. Los departamentos que vivía Paulie eran unos llamados blocks que eran pequeños y compactos. Apenas cabían tres personas y se llenaba.

-¿eh? Qué raro-dijo Fukuro

-¿Qué?-

-el departamento de Papa Paulie está apagado- dijo el niño mirando al cuarto piso. La venta del departamento de Paulie estaba apagada y no estaban las cortinas -¿se habrá ido?- pregunto

-¡oh no se fugó con Papa Iceburg!- chillo de broma Kaku. Lucci le miro feo.

-no digas eso- dijo Lucci, miro la ventana serio –subamos-

Al estar ya en el cuarto piso, la puerta estaba con candado por fuera. Los niños se paralizaron frente a la puerta, detrás llego una viejita vecina mirando a los niños sorprendidos. Se acercó y con amabilidad les hablo.

-¿buscan a Paulie?- los niños, que desconfiaban de todo adulto le miraron acongojados –no se preocupen, no soy una bruja- quiso bromear pero los niños seguían mirando desconfiados –bueno, miren, ese ya no es el departamento de Paulie- dijo y los niños chillaron de la sorpresa –se mudó ayer muchachos…- todos se miraron.

Luego…

-¡¿Qué hacen ahí?!- grito Iceburg, el grito se oyó hasta afuera –ok, iré- coló el den-den mushi de su oficina.

-¿Qué te paso Idiota-burg?- dijo Franky entrando a la oficina.

-oh volviste. Llama a Cora, encontré a Lucci están en el antiguo departamento de Paulie. Se enteraron recién que se mudó- dijo rápidamente colocándose una chaqueta.

-¿Por qué se mudó?- pregunto Franky – ¿te peleaste con él?- Iceburg se detuvo.

-son cosas de adultos- dijo sacando las llaves de su auto del escritorio.

-ya sé que quiere Paulie con los raros esos- afirmo Franky mirando directamente a Iceburg – ¿tanto te molesta?- pregunto serio. El adulto de detuvo con las llaves contra el escritorio mirando a la madera y a Tyranosaurus durmiendo en su camita miniatura.

-me enoja que no me pregunto- dijo Iceburg.

-te enoja que te cambie por ellos- dijo Franky encarándolo, le miro –tan imbécil no soy y entiendo que pasa en todo esto. Hasta me dejaste solo en el orfanato por dos días ¿y solo porque Paulie quiere adoptarlos?- Iceburg pensó y se sentó en su silla agarrándose la cabeza. El niño se acercó poniéndose junto al escritorio.

-Tom siempre sabía que me pasaba ¿Cómo mierda lo heredaste?- dijo agotado.

-es el honor del macho- dijo Franky sonriente, Iceburg se dejó caer al escritorio –pero también, se nota mucho. Oye tampoco me gusta vivir contigo, te dan muchos ataques de diva- el suspiro –jamás fue opción vivir juntos ¿no? Ni que apareciera Chimney…-

-todo cambio, esa noche todo cambio- murmuro Iceburg

-mi papá siempre decía que aunque no eras de sangre que tú también eras de la familia- dijo de pronto Franky, Iceburg levanto su mirada rápido. Hace mucho que no habla de su padre –y que si peleábamos nunca dejaríamos de ser familia… Paulie quiere a esos niños como su familia. No fue opción quererlos, aparecieron y ya- el niño apretaba las manos. Se aguantaba mucho.

-¿tú crees? – Dijo Iceburg, Franky se sorprendió -¿crees que somos familia? ¿No?- se mantuvieron en silencio por unos minutos.

-sí, somos familia-

La niñera Lola se quedó cuidándolos despidiéndose desde la puerta de la mansión hasta que el auto desapareció por una curva del puerto.

-bien, me falta mucho en terminar la habitación de Califa y la de los chicos…mmmmhh-…- decía Paulie mirando su lista. Apuntaba todo lo que necesitaban en una lista larga en su nuevo departamento. Era lo bastante grande para caber los niños, puesto era unos experimentales que eran largos por arriba con dos pisos y pegados a otras en una hilera a los lados. Pegados a la muralla del rededor del país. En un momento la puerta sonó y fue a abrir.

Con solo abrirla quedo paralizado.

-tu vecina me llamo- dijo Iceburg enojado –te buscaban a ti- entre lloriqueos Lucci y sus amigos se apretujaban las lágrimas queriéndolas parar. Pero era muchas y sus mocos caer más rápido, todos corrieron con Paulie botándolo al suelo.

-¿Qué hacen aquí?- dijo perplejo Paulie -¿Qué hacían en el otro departamento? ¿Y Cora?- todas las preguntas fueron respondidas por el relato de Lucci de cómo y por qué llegaron ahí.

-qué curioso, el niño que quería que nos separamos se arrepintió- se burló Iceburg, Paulie le miro enojado y desvió la mirada.

-chicos, no debieron hacer eso. Mañana mismo irán con el grupo que les ayudaban y se disculparan-

-¿mañana?- pregunto Califa –no nos echara hoy-

-no, es tarde- dijo Paulie mirando la ventana –llamare a Cora de que están aquí, así no le da otro ataque nervioso ¿ya?- luego de llamar los niños se sentaron en la nueva maesa larga de comer que tenía Paulie. Se miraron extrañados de que en muchas de las cosas, eran mucho más largas y cabían perfectamente todos a la vez.

-Papa Paulie- llamo Jabra -¿Qué hace aquí?- pregunto y todo miraron al adulto al mismo tiempo -¿Por qué se mudó sin decirnos?-

-¿ya no nos quiere?- dijo Califa apenada

-¿se fugara con Papa Iceburg?- pregunto Kaku

-¡oh como en una obra de teatro!- dijo Kumadori

-lo estar buscando los de Ennies Lobby- dijo Blueno sin querer. Todos saltaron del susto chillando pidiendo respuestas.

-¡a usted no se lo lleva nadie!- grito Lucci -¡yo me encargare de eso!- chillando y gritando, Iceburg se puso enfrente de ellos ya que Paulie había perdido el control.

-¡SILENCIO!-grito y todos se callaron súbitamente. Se mantuvieron callados, con la cabeza baja esperando una respuesta. 

-los adoptare a todos- dijo

No entendieron al principio. Se produzco un lapsus de tres segundos para que los niños de un solo salto se pararan en la mesa con la cara tremendamente atónita a tal punto de que balbuceaban tonterías. Observando al adulto regalándoles una sonrisa con el puro entre los dientes. Con esa sinceridad, ellos le repitieron.

-¡¿de verdad?!- chillaron los niños a la vez mirándose entre ellos saltando en la mesa.

-calmados. Me romperán “su” nueva mesa- enfatizo lo último para que los niños se sentaran detuvo en las sillas riendo entre dientes -¿les gusta la noticia?- pregunto Paulie feliz.

-¡¿Qué nos gusta?! ¡Es increíble! ¡Es… es…!- chillaba Lucci sin creerlo.

-¡fabuloso!- grito Kaku saltando de la silla -¿Dónde dormiremos? ¿Tendremos habitación propia?-

-¿una habitación propia? Así no escuchamos mas a Jabra hablar por la noche que necesita a Papa Paulie chapapapa- dijo Fukuro. De inmediato Jabra le tomo de la cara

-¡Cállate tú!- dijo enojado -¡tú eres quien se queja más!-

-¡Yoyoi! ¡Esto es una alegría! ¡Haría una obra de esto!- grito Kumadori.

Todos los niños chillaban de la alegría. Califa estaba ya saltando hacia Paulie tomándole de los pantalones.

-¿somos familia? ¿No?- pregunto con un aire tan adorable. Entre los gritos de alegría de atrás, Paulie mirándola y sentir a Iceburg acusándolo por detrás de las orejas. Ya no hay vuelta atrás. Continúo su sonrisa.

-claro Califa. Somos familia-

Entrada la noche. Paulie servía un vaso de vino a Iceburg al tomarlo se lo bebió de una sola sentada. En ante Paulie le miraba del otro lado de la mesa preocupado. Los niños estaban todos durmiendo en su cama a excepción de Califa que duerme en un futon en el suelo. Los adultos seguían sin hablarse escuchando el reloj nuevo en la pared.

-¿Cómo pagaste todo esto?- cortó en una pregunta en el silencio. Paulie mirando la mesa desesperadamente la levanto.

-tenía dinero guardado para cualquier cosa- dijo seguro –las reformas… pedí ayuda en el taller para que me dieran madera. Los chicos se encargaron de hacer la habitación…. Eso- el mayor lo miro pensante. Con el ceño fruncido tocando el vaso con los dedos mirando de reojo a la casa. Era mediana, de seguro que después será mucho más pequeña para cuando los niños crecieran. Debía hacer reformas más tarde.

Siguieron en silencio por unos minutos.

-mmmmn…así que todo eso que desaparecía era de aquí ¿no?- pregunto con ironía Iceburg –me parecía extraño todo eso ¿no lo crees?- Paulie tembló en un gruñido siguiendo mirando la mesa. Era secreto, Iceburg le siguió mirando con desdén enojado –como tu llamada en la tarde- dejo de temblar.

-¿para qué viniste?- pregunto austero Paulie –hubieras llamado a Cora y listo-

-¿será que quería verte?- dijo Iceburg –llamar de pronto que terminábamos no me convence en lo absoluto. Hasta para mi es de mala educación terminar por den-den mushi-

-odias a los niños-

-eso no tiene que ver- dijo Iceburg –aunque todavía no entiendo para que los quieres adoptar-

-me enoje y preferí no verte la cara para cuando pasara. Los niños… me necesitan- dijo Paulie

-no querías que te viera llorar ¿no?- Paulie quedo en seco –tus ojos están hinchados- miro para otro lado ignorándolo, queriendo ocultar sus ojos –te conozco de hace más de trece años. Aprendí a leerte fácilmente, hombre tímido- se burló. Paulie se levantó enojado queriéndole golpear, pero le fue impedido cuando el mayor le tomo de la corbata y le robo un beso.

Se besaron de la manera que al tenerlo en sus labios, el semblante de Paulie empezó a decaer a tal punto de caer en la mesa con una línea de saliva escurriéndole de la boca por la madera. Mareado por la impresión se levantó con los brazos con la mirada en Iceburg contento.

-no era necesario- dijo Iceburg sonriendo –el que estuvo mal, fui yo- suspiro agotado –mira, estoy consciente de lo mucho que quieres a los niños. Ellos como tu son igual de raros y tiernos, no me di cuenta antes pero es verdad. Ellos te necesitan y tú en especial, los necesitas. Jamás de debí oponer en esto. Paulie…- camino por el rededor de la mesa y se puso justo al lado del otro –te amo- tomo su rostro y lo volvió a besar.

Acariciando su cabello y las cuencas de sus ojos, por su mandíbula y su cuello, bajándolo hasta llevar por sus hombros, cintura y cadera. Estableció sus brazos entre su cuerpo y lo apretujo. Comenzó a comerlo, a morderle los labios y agárrale las laterales de la cadera. En tanto el otro le agarraba del cabello hasta despeinarlo acariciando su cuello y tomarle de los hombros. Sus pies se movían solos hasta chocar con la mesa y tener sus piernas amarradas en su espalda. Acomodando su espalda entre el mueble dejando caer hasta hacer trizas el vaso en el piso desaliñado de madera. Aún seguían besándose perdiendo el aire se dejó desparramar en la tabla para respirar un poco.

-oye- le dijo Iceburg –aun odio a Lucci- se rio. Paulie le sonrió, pero le dio un pequeño golpe en la mano extendida en la cabeza.

-tonto-

-Tu habitación está ocupada- dijo Iceburg coqueto con el cabello revuelto. Paulie pensó y se sentó en la mesa.

-sígueme- murmuro.

 

Dentro del baño, que era pequeño y con ellos sentado se llenaba. El bajo todavía le faltaban cosas, como las cortinas de la ducha, un cepillo de dientes u otras cosas. Pero esas cosas que faltaban no les impedía a ambos colocarse de manera que no estorbaran a ni uno mientras que el hombre con la camisa abierta y la braga del pantalon sobresaliéndole algo que le estaban lamiendo tan efusivamente que le llegaba a sorprender el talento.

-hombre…- dijo Iceburg entre sus dientes –no tan fuerte- no paraba, estaba tan excitado que necesitaba lamerlo, necesitaba comérselo -¡hey no lo muerdas! Paulie…- gimió por el hecho de que los dientes se le encararon para brotarlo de tal manera que escurría por sus labios. Pero no podía parar.

-es un maldito asco- dijo Paulie sonriendo con la lengua afuera dando una lamida especial a lo largo del miembro

-qué lindo- comento Iceburg. Paulie con una mano libre se bajó el pantalon para introducirse sus dedos desesperado al mismo tiempo que no paraba en lamer a Iceburg con apuro. Se estaba cansando, pero estaba con tantas ansias y excitado que no podía parar. Dándose cuenta de eso, Iceburg le agarro de la ropa y lo subió a sus piernas, acomodándose el por qué estaba sentado un poco más arriba de la taza. Lo sentó y ambos no se aguantaron en agarrarse a besos tomándose el cuerpo y embarrándose los labios de ellos mismo.

-Iceburg…- dijo entre susurros Paulie

-tranquilo- dijo Iceburg –si te callas un poco, no lo oirán- le beso la mejilla, el otro dio una risa tierna. Secándose las lágrimas que querían salir, era feliz. Lo abrazo dándole un beso apoyándose en los costados de la taza del baño con sus rodillas a punto de…

-¡ayayay!- se escuchó un chillido afuera del baño. En el comedor. Uno de los niños de despertó. Paulie se levantó preocupado, asomo su cabeza por la puerta mirando a dirección de al comedor a pasos del baño. En el suelo se veían los pedazos del vaso que cayó hace poco y a Kaku en el suelo tomándose el pie.

-¡Kaku!- dijo a punto de salir pero Iceburg lo detuvo entregándole los pantalones –es…espera un poco salgo ahora espera….- se cayó con los pantalones casi salidos al pasillo.

Kaku había salido por tener una pesadilla mientras dormía y al buscarlo por el comedor, se tropezó con los pedazos del vaso. Al final le quitaron los vidrios despacio mientras que lloraba, Iceburg le tomaba la cabeza acariciándola mientras Paulie le colocaba una venda sobre el pie. Con la venda puesta el niño con el dolor le costaba dormir así que lo único que se le ocurrió al momento fue dormir con él en el sillón con una frazada.

-lamento que te vayas- dijo Paulie, Iceburg se colocó la chaqueta en el umbral de la puerta

-mamana, no te preocupes- se giró para tomarle la cara –nos tendremos que acostumbrar ¿eh?- dijo coqueto. Guiñándole un ojo, Paulie le sonrió y se despidieron con un beso suave –mañana pásate a la mansión- comento antes de salir.

-¿para qué?-

-necesito hablar contigo, me faltaron cosas- Paulie pensó un momento.

-mejor ven en la mañana cuando bañe a los chicos-

-¿Qué? ¿Para qué?- pregunto confundido Iceburg.

-es para hablar- dijo Paulie –mañana te diré la razón, ahora no puedo- el asintió y se volteo desapareciendo por la noche. Al cerrar la puerta se encontró con el expectante Kaku riéndose entre dientes ruborizado.

-no se lo diré a Lucci si usted me compra un juguete- dijo Kaku riendo.

-chantajista- comento Paulie. Se sentó con el niño y lo acomodo para dormir.

Se no ven que sucede piensen. Uno, dos y tres ¿Qué pasa? Listo, los giros y las sorpresas. Fue sorpresa caer, fue sorpresa la aventura, fue sorpresa la reaparición y fue sorpresa toda. Les dejare un desafía esta vez imagínense que sucederá dentro de estas particulares vidas cuando una particular persona se ponga en contacto con otra particular persona.

-gracias por aceptar mi invitación Señor Monkey D. Garp- dijo la princesa Scarlett sentada en el comedor del palacio junto a su hermana y el guardia Kyros.

-de nada princesa es un honor- dijo el hombre viejo con una dona en la mano. A su lado estaba Dementa.

-señor. Sé que usted le tiene aprecio al orfanato y a sus niños. Pero el Señor Sengoku me dice que trata de atrapar a los que destruyeron Carta hace un par de meses, pero todavía no lo encuentran. Él me dice que no puedo estar al tanto de lo que sucede por mi edad y el hecho que no soy todavía reina de Dressrosa por no casarme. Pero necesito que me informe de lo que está sucediendo-

-princesa- dijo en seco Garp –mis ni estos están ahí y velo por su seguridad. Si está en contra del orfanato…-

-¡no lo estoy!- grito Scarlett enojada –es la información la que necesito. Nada más, es para ayudar a mi país, es para ayudar al orfanato. Esos niños que se metieron en el bosque por culpa del tonto de Kyros me preocupan- ella respiro para continuar –necesito saber que necesito para ser más útil para el país…- estaba a punto de llorar.

-vengarse de ese hombre no hará nada Princesa- dijo Garp ella lento la mirada asustada –su madre era una gran mujer y el rey Riku era el mejor Rey que hubo, pero vengarse no le servirá de nada si piensa más en vengarse que en proteger- suspiro mirando a su majestad rompiendo a llorar. El guardia se acercó para tomarle el hombro con su mano enfundada en un grueso guante y su hermana se acomodó en su pecho abrazándola, ella era una niña –oh princesa- Garp se levantó, camino hacia ella y le miro a los ojos, a ella se le escurrían las lágrimas –ya estamos en el caso, piense mejor las cosas y hablaremos otra vez cuando se dé cuenta de lo que está haciendo. Porque lo que piensa, no gana ni usted ni el orfanato- salió del comedor junto al marino acompañante dejando a la princesa llorar. Cuando salía por el pasillo se escuchó el eco de la princesa sermonear al hombre llamado Kyros en que no le toque. Se rio y despidiéndose del retrato del Rey en el viejo trono miro al portón.

-creo que debería visitarlos- 

Notas finales:

Espero que no se enojen conmigo. XD igual ojala les haya gustado comenten todo lo que quieran y espero que les guste como va todo. es mas, ya sabemos pasados ademas de otras intrigas que surguieron como

¿que paso con el Rey de Dressrosa?¿Luffy sabe que su abuelo sigue vivo? 

¿quieres responderlas? ¿quieres saber? 

Thank you por leer 

ATTE 

E.yaoi la escritora mas genial del mundo. ok no XD


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