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Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

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Notas del capitulo:

La pagina cayo, las tareas se acomotonaron, medico por ahi medico por alla, gritos y gritos. a la mierda!!!! pero con esto me da un consuelo.Consuelo me da escribir y darles el nuevo capitulo y si, Kid  tendra varios capitulos . Uno a uno, hay muchas parejas y personajes, no pudo poner a todos de una. asi que, porfa que sea un consuelo. 

¿Consuelo?

Las cosas como son. La tristeza, pena y la rabia te provoca cosas que no sabes si te arrepientes o no. Este caso en particular inicio solo con la pena. El recuerdo y un intento de consolación, que no se supo cómo resultaría después.

-Dime lo que sucedió, Paulie- dijo Corazon sentado en el comedor reconstruido. La noche estaba en su plena visión y todos los niños habían sido llevados a la mansión de Iceburg a quedarse.

-no sé cómo empezar, sería que Doffy salga de aquí, es privado- dijo Paulie comparándose con un rubí de la vergüenza de que el mayor de los Donquixote estuviera detrás del menor apoyado en una pared sonriendo picaron.

-tengo que llevar luego a Cora a la mansión- dijo orgullo –escúpelo ya ¿quieres?- le ordeno brusco, Paulie chillo nervioso agarrándose la cabeza de pánico. En un extenso, que apareció infinito, silencio. Paulie hablo.

-Iceburg y yo….nos acostamos en Arabasta- dijo a media voz. Los hermanos lo miraron por un buen tiempo, el menor saco un fardo de dinero de su bolsillo

-perdí- dijo Corazon entregándole el dinero a Doflamingo. Paulie los veía atónitos –espera- le quito el fardo -¿no quedaste embarazado no?- le dijo directo y el rubio enojado golpeo la mesa.

-¡no es una maldita broma! ¡Paso y por eso te pido ayuda! – bramo enrabiado. Los hermanos lo miraron asustados, la rudeza de ese hombre era palpable, pero a la vez no se veía seguido. Paulie se relajó antes de seguir –esto es serio- suspiro –fue repentino…fue algo que no fue nada planeado ni nada. Solo…- se estaba apretando las manos. Estaba nervioso.

-¿Cómo? ¿No lo habían hecho antes?- dijo Doflamingo, Paulie le miro enojado y su hermano lo golpeo –perdón, solo lo pensaba. Ustedes son bastante unidos, no, muy unidos. Cualquiera pensaba que ya eran esposos ¿no crees?- el rubio gimió. Hace mucho que ambos eran colegas de Gallery Company, pero hace un tiempo que ya no era lo mismo.

-no tanto, Doffy- dijo Paulie sorprendiendo a los hermanos –hace un par de años, en la noche que murió Tom… bueno. Esa noche estuvimos a punto de hacerlo…-

-¡¿Qué?!- gritaron los hermanos, Paulie se asustó.

-¡dije a punto! ¡A punto!-grito Paulie -¡no pasó nada más de un beso muy largo, muy largo! ¡Solo eso! justo después llamaron por el den den mushi que a Tom lo estaban buscando unos marinos. Pensamos que había quedado en el pasado. Pero la sexta noche en Arabasta, sucedió algo…-

 

Una semana luego de la llegada de Iceburg y Paulie a Arabasta, ambos habían terminado la bendita reunión que los mando ahí. Pero el regreso eran dos semanas en barco. Cansado, Paulie se acostó de un salto a la cama en la habitación que compartían en el hotel Chaka.

-tengo una flojera- dijo Paulie desparramando su cara en la almohada -¿y tú Iceburg?- el hombre estaba sentado meditabundo mirando a la muralla. El rubio preocupado se sentó cruzándolas piernas. Algo sin palabras, se quitó la camisa dejándose con la polera sin mangas, luego quito sus gafas para dejarlas en la mesa de noche que separaba las dos camas. En eso se dio cuenta. El calendario que venía con el cuarto, la fecha. Principio de Octubre, hace dos años…

-Oye Paulie- dijo Iceburg sin mirarlo –ven…- el subordinado sin meditar u otra cosa, se levantó para ir la cama de su jefe. Encontrándose que el hombre lloraba.

-Iceburg…- le cruzo el brazo por alrededor de sus hombros –no pudiste hacer nada más. No estábamos ahí, no estábamos en la casa de Tom. Lo importante de que Franky esté bien….- era el discurso de todos los años. Pero esa vez, Iceburg le agarro del musculoso brazo y lo lanzo a la cama. Paulie quedo paralizado.

-no me digas esas cosas ¿entendiste?- dijo serio Iceburg encima de él- Paulie se estaba asustando a la intimidante y extraña actitud de su jefe. Iceburg le miro detenidamente mientras que este solo estaba paralizado mirándole sus ojos morados. En un movimiento, que el rubio no previo, los largos y frondosos labios, Iceburg le comenzó a besar.

En la cama que era medianamente ancha, el cuerpo de Paulie se contraía a la fuerza del beso de Iceburg. Desesperado comenzó a darle patadas, tratando asustándose de sacar sus muñecas de las manos largas de Iceburg. Este no se sabía si disfrutaba jugando con su lengua. Pasándola de un lado a otro, jugando con detención y forzosa manera de girar su cabeza de izquierda a derecha. Pasándolo mucho por los labios y parte del mentón de Paulie. Cuando por fin se separaron, el rubio respiro hondo. Se agotó.

-¿Cómo te sientes?- dijo Iceburg soltándolo y arrodillándose en la cama. Paulie, asustado se levantó de golpe e intento huir. Pero Iceburg le agarro de la muñeca y se lo impidió.

-¡Suéltame!- grito. Iceburg indicó que se callara, los vecinos podían oírlo. Paulie con brusquedad se soltó para ir al baño. Le daba miedo que sucediera lo que casi sucedió hace unos años. Aun recordaba como Iceburg le besaba en su oficina. En el piso de madera luego de una fiesta de la compañía, hablaron de tonterías y mirando la noche por el ventanal de miles de cuadritos que iluminaba el cuarto con los faroles de fuera. Si lo fue o no lo fuese, se besaron. Recordaba sus besos y las mordidas en su barbilla. Aun recodaba su mano queriendo pasar por su pantalón…Pero en el presente, era acorralado por el mismo sujeto.

-¿Por qué te vas?- dijo Iceburg serio. No estaba peinado  y no llevaba la chaqueta del traje -¿no te gusta lo que hago?- el hombre se apretujaba más a Paulie. Este se retenía –no te contraigas- le dijo en voz baja a la altura del oído –se lo que te pasa. Esa noche, nada volvió como antes. Nada entre nosotros fue como antes. Me sentía pésimo luego de lo de Tom que no quise nada más con nadie. Recuerda, la compañía se estaba cayendo, me dieron a Franky, el estaba peor que yo. Un niño con una depresión severa y un adulto a su cargo que no podía ni soportarle o me daba la culpa de que él fue el responsable del asesinato de Tom…cuando no la tiene…Paulie- junto su frente con la suya para mirarse a los ojos –eres el único hombre, que me ha mantenido en pie- las palabras de Iceburg derretían al rubio mil y una vez. Siempre le ha tenido una admiración desbordante y una clara atracción que era difícil ocultar.

Temblando, con los brazos fuertes tomándole de las caderas y el otro abrazándolo por el cuello apretujando su cabello morado, al mismo tiempo se besaban con fuerza y pasión. Iceburg lo mantenía contra la muralla justo a un costado del umbral de la puerta del baño. Se sentían fuertes a un beso. Según Paulie, puesto la tenía conciencia innata de la experiencia inaudita y larga de las relaciones, con otros hombres de Water 7 con el hombre  quien le daba su respiración. Si, Iceburg a sus años y un prontuario y larguísima lista de pretendiente y amantes masculinos. Era conocido en clandestinidad como un gay en potencia. Los únicos que sabían aquello, era Tom y Paulie. O eso se sabía. En los espacios oscuros de la antigua ciudad, todo era callado. Ese era el hombre que le acariciaba por debajo de la camisa. El asustado, le sujeto la mano.

-¿miedo?- dijo Iceburg suave

-¿a qué quieres llegar?- dijo Paulie nervioso. El jefe rio.

-no tengas miedo- dijo más suave a su oído susurrando –después sentirás que vas y vienes al mar- le mordió el cuello, Paulie se estremeció –solo tienes que seguir la corriente- del pánico y la excitación que le comenzaba a subir a la cabeza, Paulie se sujetó a la camisa de Iceburg para colocar su cabeza en sus pectoral forzadísimo.

-si-  dijo tan bajo que pensaba que ya no le quedaba voz. Iceburg le abrazo sonriendo, oliendo su cabello.

-ahora ven y siéntate aquí- dijo Iceburg viendo a Paulie frente suyo, sin pantalones, usando solo sus calzoncillos y camisa, apretándola de nervios.

-¿Por qué?- dijo con la voz temblando trataba de no verlo

-te dije que debes acostumbrarte primero- dijo confiado Iceburg –además, ese que está ahí atento a lo que te digo. Necesita más que una mano- a ello Paulie enrojeció de vergüenza, no notaba que se le exponía lo excitado que estaba –deja hablar y ven de una vez- ordeno Iceburg muy brusco.

Paulie, sin oponerse para nada por el miedo que le impactaba la mirada seria de Iceburg. Camino temblando a las piernas del hombre que estaba al borde de la cama. Para no verlo se sentó mirando la muralla del costado. El rubio se dejaba llevar con los brazos de Iceburg cruzando el pecho y besarle el cuello. Así, con la noche y la mano del jefe acurdándole, no sabía si con cariño o capricho. Comenzó. Con la mano larga de Iceburg comenzó a tomarle la pierna, subiendo y acariciando su piel. Suave. Llegando a su calzoncillo, con los nervios tirantes de Paulie, Iceburg llego a su miembro por debajo de su pierna derecha.

La mano de Iceburg era áspera, su trabajo de carpintero en el pasado y sus repentinos interrupciones con el trabajo con la madera. Le dejaba marcas fuerte, que estremecían a Paulie. Creía que iba a ir más despacio, pero al momento de  acariciarlo un par de veces. Comenzó a ser más brusco. Con su otra mano le empezó a bajar su calzoncillo,  acariciando y metiendo su mano por su cachete. Paulie ante la destreza desconocida de su Jefe, con ambas manos lo masturbaba  y con la otra quería bajarla. Paulie quería aguatar su voz mordiendo con fuerza su muñeca.

-hoy, tengo que prepararte- dijo Iceburg suave, Paulie tembló –levántate un poco y deja de morderte o no te divertirás para nada-

-me da miedo…- dijo el rubio sintiendo que Iceburg se estaba abriendo la bragueta del pantalón. Lo sentía, entre sus muslos

–date la vuelta vamos- Paulie se giró abriendo sus piernas sujetándose de los hombros de Iceburg, para luego besarlo. Lenguas giraban, disfrutando, aprovechando de su posición Iceburg le agarro los muslos para sacar más el calzoncillo del rubio para introducir un dedo. Dentro de su boca, Paulie gimió. El jefe empezó a introducirlo dentro de su trasero. Sabiendo y escuchando los quejidos del rubio, siguió con su instrucción de sus dedos para abrir las nalgas, literal, separar su trasero para entras de más lleno al húmedo rubio. Este sudaba a montones, y se apretujaba contra el cuerpo de Iceburg para por lo menos querer disfrutar lo que él hacía. Agarrándole de la camisa y querer sacársela desesperadamente  quería ver su cuerpo. Ese maduro y proporcionado de musculatura que tenía. Quería lamerlo, quería morderlo. Pero estaba asustado. Más metía sus dedos, mas sentía que su voz se convertía en un vergonzoso  gemido. No le dejaba. Iceburg estaba aprisionándolo como si no lo quisiera soltarlo.

-Iceburg- dijo entrecortado Paulie, los dedos de Iceburg se sumaron a dos de cada mano y ya tenía al rubio preparado con sus dedos humedecidos de pedir por el –Iceburg, oye Iceb…- quedo callado. No en el silencio, porque el miembro de Iceburg se deslizaba suave por entre el trasero mojado del rubio. Temblando se sujetó más.  No iba a interponerse, no se contraería. Jalo mas la camisa dejando que el miembro duro de Iceburg se introducía en el con despacio movimiento. Grande y con dolor dentro suyo. Le dolía mucho pero solo lograba fingir que no pasaba.

-muévete- le dijo Iceburg cuando introdujo todo –si no te mueves, no disfrutaras nada- Paulie con el pánico de sentir más dolor, solo asintió. Comenzó a moverse de arriba abajo con dificultad.

El rubio tenia agarrado a la camisa como se dijo, pero el dolor que sentía al moverse, al tener que moverse por la excitación que sentía siempre pasando cada día como un subordinado de Iceburg se ponía en marcha todo deseo que quería reprimir por causa de sus descabelladas y lujuriosas. La descarda manea de cómo comenzó este calvario placeroso que le estaba gastando sus fuerzas, apretando por la mano del otro su miembro y derretirse sin parar en un blanco líquido que pintaba el cuerpo de Iceburg.

-Paulie, vamos más fuerte- le ordeno, no le dijo, le ordeno con su profunda voz al rubio. Paulie le miro con los ojos llenos de lágrimas

-no puedo….- se detuvo cayendo su cabeza al cuello de Iceburg.

-¿Qué haces?- dijo con tono de ira Iceburg. Paulie levanto la cabeza como podía mirando al rostro furioso de su jefe -¿Qué no ibas a hacerlo conmigo?- se veía enojado. Pero ¿Por qué?

-yo…. ¿qué?- dijo con la baba recorriendo en la boca seca de Paulie

-si vas a hacerlo conmigo Paulie- las manos de Iceburg sujetaron la cintura del rubio y con la fuerza sacándose de él, lo arrojo a la cama a pierna abierta –lo harás bien ¿entendiste?- dijo desafiante. El rubio estaba perplejo.

-no lo entiendo ¡espera! ¡Espera!- Iceburg le agarraba de las piernas y con su cabeza ocultaba su rostro entre las piernas del rubio para lamer su trasero con la lengua. Paulie se cerraba la boca, no quería gemir de nuevo. Iceburg molesto por aquello con sus dedos le abrió la boca para que le saliera su voz tronadora en gemidos. No le gustaba, no era lo que soñaba tantas veces. No lo era. Estaba temblando de miedo, tenía a alguien lamiendo “ahí” y ese alguien era el mismo que estaba tan enamorado. El mismo que lo miraba al soltar su trasero y apoyar sus manos a la cama y mirarlo por un tiempo para luego besarlo con brusquedad.

-¡Cállate Doffy!- le grito Paulie deteniendo su relato

-¡quería saber más! ¡Detalles!- grito Doflamingo entusiasmado

-¡Compórtate!- le grito su hermano Corazon -¡está llorando imbécil!- Doflamingo dejo su pervertividad, encontrándose con el hombre con mirada ruda llorando desgarradoramente agarrándose la cabeza. El emplumado se acercó a Paulie, estaba desgarrado.

-él no me quiere hablar- dijo Paulie –en la mañana desperté solo, él se estaba bañando. No me sentía bien y no me podía levantar, solo sabía que el olor de Iceburg estaba en las almohadas. Mi cabeza me dejaba mareado. Cuando salió del baño vestido, Iceburg me miro que estaba despierto. Solo me miro y se salió de la habitación. No me ha hablado desde entonces, ni me ve, ni nada. Usamos a Franky de intermediario… a un niño….- él no se contuvo, comenzó a llorar desgarradoramente. Los hermanos que presenciaban la escena se miraron con preocupación, esto no era nada ligero ni de broma. Esto era muy importante.

Luego de aquella confesión, los hermanos Donquixote fueron a la mansión de Iceburg donde debían vivir hasta que el destrozado orfanato estuviera de nuevo restaurado. Van tres veces con esta, no es broma. Pero igual, Paulie los acompaño a la puerta.

-¿no duermes aquí?- pregunto Corazon en la silla de ruedas. Paulie negó

-tengo un departamento aquí cerca, no quería incomodar a Iceburg así que me conseguí mi propio alojamiento. No se preocupen- dijo con una sonrisa triste. Se iba a alejar pero Doflamingo le detuvo, el otro hermano miro y escucho lo que iba a susurrarle.

-¿quieres al saca mocos?- dijo Doflamingo. Paulie se crispo

-ahora no, Doffy. Mañana- dijo Paulie y se fue por la noche en el camino de tierra que cruzaba un sendero de árboles gigantes y viejos.

Entrando a la mansión, de inmediato un grupo de tres niños se abalanzaron de lleno al herido cuidador. Este grito descomunalmente ante el abrazo de dos niños pequeños con gorrito y una n muy alto para su edad con un sombrero de oso polar.

-¡Penguin, Sachi, Bepo!- grito Law desde lejos, acercándose con una sonrisa. Los niños le tomaron la atención -¡no rompan más a Papa Cora-san!- los niños sonrientes soltaron al hombre para posarse con mano en visera y gritar:

-¡si Capitán!- Doflamingo y Corazon se rieron ante lo lindo de la escena. En eso, todos los demás niños estaban revoloteando de un lado a otro. Jugando con juguetes con apariencia de nuevos. No les durara mucho. Imagino Doflamingo.

Los mugiwara estaban alrededor de Robin quien le leía un cuento sentada en las piernas de Franky. La pequeña no estaba incomoda, es más, el niño era quien quería quitarla pero no se dejaba botándolo cada vez que se levantaba. En realidad quería ir al baño. Para su sorpresa se encontró con Chopper sentado en el suelo como si le escuchara. En otro lado, Drake miraba la ventana perdido en la noche. Marco dibujaba en una croquera. El grupo de Lucci miraba deslumbrantes los diseños de barcos y los modelos a escala que decoraban la estantería de libros. Era un living muy grande y repleto de niños que corrían de un lado a otro. Menos Kid y Killer, que el pelirrojo estaba que se dormía y el otro miraba desde lejos con obvia a Penguin.

-tenemos un psicópata en el orfanato, hermanito- dijo Doflamingo mirando como Killer quemaba con la mirada a Law –y uno peligroso- su hermano asintió. Como fue un largo día y en la confesión de Paulie, decidieron ni hablar con Iceburg que los miro con amenaza. Sabían que habían hablado con el rubio. Pero fue mejor decirle otro día.

Corazon ordeno irse a dormir. Todos los niños dormían en la planta alta, en el segundo piso. Las niñas dormían por el ala derecha con vista a la ciudad y los niños, quienes eran más, en la izquierda que daba a la playa. Todos lo niños llenos de energía gritaban lanzándose almohadas de un lado a otro. Estaban divirtiéndose como nunca. Pero justo que Sabe lanzaba un almohadón a Ace que golpeaba a Zoro descaradamente con los chillones de Luffy para que se detuviera. Doflamingo llego.

-¡DUERMAN BASTARDOS!- grito el hombre acallando a todos. Atónitos, los niños se apuraron en arroparse dentro de todas las camas que había en la habitación. Dos hileras pegadas a la pared. Luego de ver a todos acostados, se dirigió a la habitación de las niñas sin antes dejar a oscuras todos. En el otro lado, miro que las niñas hablaban de cosas triviales. Sea que Iceburg era guapo, que Paulie era raro y siempre gritaba cosas que usaban vestidos muy cortos. Califa decía que era muy simpático -¡a dormir niñas!- grito más calmado que con los niños Doflamingo. Las niñas fueron de un lado a otro a taparse en las sabanas y cubrecamas iguales a de los niños. Cada cama estaba pegada a la pared, pero mientras Doflamingo contaba las niñas, se percató de algo -¿y Robin?-

En otro lado. En la oscuridad del pasillo al oeste de la mansión. La niña caminaba sin miedo. Mirando de un lado a otro no encontrarse con un Papa o no perderse, buscando la habitación de Franky. Caminando, se encontraba con algunos cuadros del mar y de árboles. Barcos navegando y uno en especial. En medio de una sala de estar, que encontró pasando un ventanal gigante, había un cuadro, una fotografía mediana pegada encima de una chimenea.

-qué raro… se parece a Papa Iceburg- dijo Robin mirando la fotografía. Era un hombre muy gordo que pareciera que su piel fuera amarilla. Tenía barba y se veía bastante viejo. Vestía muy playero. Detrás había una mujer rubia y bien fea, que le abrazaba. A otro costado el chico que parecía a Iceburg y un bebe  de cabello celeste que tenía en sus manos un martillo. A punto de golpear al chico.

-El hombre se llamaba Tom- dijo una voz que si asusto a Robin, dando un salto – ¿no deberías estar en cama?- le pregunto Iceburg cuando la niña giro avergonzada asintiendo

-¿la habitación de Franky? ¿Dónde se encuentra?- dijo cabizbaja. El hombre sin remordimiento le miraba

-a dos habitaciones de aquí- le dijo y la niña lo miro sorprendida –duerme con el parentesco de un oso pardo, no despertara hasta la primavera. Si quieres cuélate en su cama- la niña le sonrió, pero tenía con su cabeza revoloteada de preguntas. Se irguió y miro a Iceburg penetrante

-¿él es Tom? ¿El papá de Franky?- pregunto la niña dejando pasmado a Iceburg –Franky me dijo que su papá murió hace uso años, que se llamaba Tom y que su madre se fue cuando fue el accidente- Iceburg asombrado con la tenacidad de Robin, le sonrió cerrando los ojos y sentándose en el suelo -¿dije algo malo? – dijo girando la cabeza

-nada pequeña Robin- dijo Iceburg acariciando su cabeza –nada, tu eres muy inteligente- ella asintió -¿quieres que te cuente que paso?- ella de nuevo asintió –eres muy pequeña para entenderlo. Es muy largo-

-no importa. Me gustaría saberlo-dijo Robin. Iceburg le sonrió más y la niña se sentó para escucharlo.

La noche, hace dos años. En Water 7, unos marinos llegaron al taller de Tom para arrestarlo. Según lo dicho él era el causante de que una organización monumental de piratas surcara los mares. Él se defendió que no los hacía para piratas, los hacía para vender y que estaba orgullos de hacer cada barco. Independiente de quien los compraba. Los marinos no les gusto la respuesta, queriendo que los arrestaran, el hombre puso resistencia entrando a la casa. Franky estaba en la cama y encontró a su padre desesperado. El niño pregunto que sucedía, lo que le contra Franky a Iceburg es que lo tomo y lo escondió en una bodega que tenía por detrás de la casa bajo el puente que vivían. Donde reparaban también barcos. Su madre acompaño a Franky y luego de esconderlo. Oyó un disparo. Ella fue a ver y como no cero bien la puerta, Franky le siguió. Encontrándose con Tom en la sala de la casa en un charco de sangre. Frente de el, un hombre de cabello negro largo con una pistola. Con su hijo a su lado. El hombre se llamaba Spandine………..

-¿Spandine?- dijo Robin atónita

-Si Spandine- dijo Iceburg viendo que la niña estaba mirando ya no con profundidad, si no con susto –es el líder de la casa de entrenamiento de Ennies Lobby, bueno ahora, antes solo era el líder de una flota de marinos…. ¿Robin?- de un momento para el otro, la niña le caían las lágrimas.  No se movía, Iceburg asustado la empezó a zamarrear pero no reaccionaba -¡Robin! ¡Robin! ¡Hey Robin!- la tomo en brazos sin que ella reaccionara. En eso desesperado llega Doflamingo preguntando por ella. Iceburg se acerca mostrando que la niña no pestañaba –no que le paso, solo le dije algo y se le vino en blanco- el rubio miro a la niña acariciando su cabello.

-Robin, Robin despierta. Mierda – exclamo –no había estado hace mucho. Cuando llego- dijo Doflamingo –cuesta que reaccione-

-¿ya había pasado esto?- pregunto Iceburg frunciendo el ceño -¿Qué tiene la niña?-

-cuando llego, llego con una nota- le explico Doflamingo al hombre –un tal Jaguar D. Saul la mando a que viviera aquí. No sabemos quién era, pero conocía el orfanato de donde no sé qué. Pero la niña no hablaba ni reaccionaba a nada, con Cora tardamos a que comiera por unos días y que hablara paso tres meses. Cuando empezó a juntarse con los Mugiwara. Pero cada vez que le recordamos Ohara que de donde viene o que le recuerde a los marinos, a un nombre que no me acuerdo queda paralizada ¿Qué le dijiste?-

-me pregunto de Tom y le dije que lo mato Spandine….-

-¡¿SPANDINE?! ¡¿SPANDINE MATO A TOM?!- grito Doflamingo enojado asustando a Iceburg -¡¿Conoces a Spandine?!- escucharon a la niña contraerse

-¿Qué por qué?- dijo nervioso Iceburg. Doflamingo acaricio a la niña para poder hablar

-Ese Spandine, asesino a la familia de Robin el año pasado- dijo Doflamingo. Iceburg se asusto

-¿Qué?- dijo atónito. Doflamingo tuvo que sopesarlo antes relatar.

-el desastre de Ohara- dijo Doflamingo –el desastre de Ohara el que se supone un volcán dio erupción y todo se quemó. Es mentira, fue quemada. Ohara era una cuna de filósofos y arqueólogos, por ello que la niña están inteligente. Ella es un prodigio única. Pero Spandine supo que de ella y de sus maestros. La querían reclutar para hacer experimentos. Ante la confusión la niña vio como mataban a sus familiares, a su madre que dio su vida por ella y se la entregó a Jaguar D. Saul, o eso ella me dijo. Pero aquel hombre, que paso meses escapando con ella. Falleció por que lo atraparon. La niña fue llevada de brazos en brazos. De una vieja, de un marino, de piratas, hasta llegar con un sujeto llamado Aokiji, quien la dejo en la puerta con la nota de Saul. En realidad pensamos que le había sucedido algo más horrible y lo consultamos a los médicos, los descartaron, pero la niña no hablaba por otra razón. Cada persona que la cuido, acabo asesinada por Spandine. Ese sujeto sigue queriendo a la niña. Aun la busca y por ello se quedó con nosotros, por ello Aokiji la dejo con nosotros. Este país está a la punta del mundo. La niña necesita olvidarlo, que ese sujeto no la encuentre. Ella está en peligro- Iceburg atónito de lo que oía no tenía respuesta. La niña en sus brazos no paraba de llorar o ni se movía. Necesitaba que reaccionara, estaba pensando en que estaba desmayándose.

-llevémosla con Franky- dijo en orden Iceburg escapando de la sala. Doflamingo confuso lo siguió.

Pasaron las dos habitaciones. Iceburg se detuvo en la puerta de la habitación de Franky, la cual tenía con un cartel hecho por el mismo que decía: “¡NO PASAR SI NO SON SUPER!”. Iceburg dejo a la niña en el suelo parada y abrió la puerta unos centímetros.

-¿Qué haces Iceburg?- dijo Doflamingo. El otro lo callo

-mira Robin, llegamos a la habitación de Franky- le dijo Iceburg bajo -¿no quieras entrar?- el rubio por detrás iba a regañarlo, pero de un momento para el otro. Robin se movió. La niña caminaba directamente, mirando fijamente con la luz de la luna brillando sus ojos. Ya no lloraba. Llegando a la cama de Franky. La niña se subió escalando. Era bastante grande. Entre las colchas azules, los diseños de trenes y un peluche de rana. Robin gateo acercándose a Franky. Mirando detenidamente su rostro. Mirando su cabello y el hecho de que su pijama fueran lunares blancos con rojo. Sonrió. Levanto el cubrecamas y se acurruco con Franky que dormía apierna suelta. Entre sueños sintió algo que abrazo con fuerza, era Robin que al sentirlo volvió su calma y se durmió de inmediato.

Doflamingo atónito miraba como Iceburg sonreía orgulloso irguiéndose y cerrar la puerta. El rubio le siguió con la mirada.

-eso se llama Consuelo- dijo Iceburg –es una técnica para casos así, me funciono cuando Franky vio a su padre muerto en la sala. En vez de eso lo use con un barco, aunque no quiso salir de ahí por varios días- la soberbia que tenía Iceburg ante lo hecho, hizo que Doflamingo se diera cuenta

-¿le hiciese lo mismo a Paulie?- dijo directamente y Iceburg se detuvo dándole la espalda –en Arabasta ¿era un Consuelo?- Iceburg no decía nada -¿usaste a Paulie solo para consolarte? ¡¿Fue solo un juguete como otros para ti?! ¡Responde!-

Iceburg no hacía nada. No movía nada y no quería escuchar a Doflamingo. El otro enrabiado fue directo a su lado y lo amordazo en la pared.

-¡¿Por qué le hiciste eso?!- le dijo brusco -¡¿acaso no le tienes algún respeto?!- por la amenazadora voz de Doflamingo, Iceburg se zafo dándole un golpe en el rostro.

-¡si le tengo respeto!- grito Iceburg enrabiado -¡por eso que no le puedo hablar! ¡Y no le hare! ¡Porque está mejor que ni sepa de mí! ¡¿Comprendes?!- en eso tomo impulso y se fue corriendo a su habitación. Doflamingo quedo con la mano en la cara, tratando de comprender las palabras de Iceburg y de que la niña Robin está muy vinculada con Franky e Iceburg.

Quitando esta pelea en la noche. Volvamos a la habitación de los niños. La cual los ronquidos tronaban de todas partes. Todos descansaban tranquilamente. Menos Lucci que se daba vueltas y vueltas en la cama. En el suelo en un sombrero la paloma dormía.

-Lucci…- escucho la voz de su amigo Kaku –duérmete de una vez-

-no puedo- susurro, las camas estaban la una al lado de la otra –no dejo de pensar en “eso”, Kaku- en la oscuridad, el amigo le sonrió.

-me hiciste caso- dijo divertido. Lucci gruño avergonzado-¿Cuándo? ¿Eh?- Kaku se reía de como su amigo gemía de nervio

-¿mañana? Para el festival- dijo Lucci, Kaku se solo un carcajada –cállate y duérmete- ordeno

-ok, enamorado- se burló acurrucándose para dormir

El consuelo es algo que se valora. Pero de maneras que no son precisamente dignas de aquel consuelo. A veces palabras, a veces gestos, a veces, el cuerpo. Pero ¿Cómo sucede que él se nos va de las manos? Algunos no se controlaron. Fría cabeza a un caluroso cuerpo.

Tengan cuidado, de un consejo cuando se debe y cuando se pide. Piensa en el consejo y piensa en tus palabras. Las acciones.

Olvida lo malo. Recuerda lo bueno.

El consuelo, es un regalo. El cual, te alegra a ti mismo también. 

Notas finales:

Piensa, piensa tus acciones y tus voces, tus palabras. tengan cuidado. pueden dañar a alguien. Un consuelo es hermoso, cuando vale la pena. 

Aqui el capitulo, queria hacer el de Halloween. en halloween, pero el tiempo no me da, asi que sera Halloween con retraso. ´¡

OH! Lucci! se a enamorado! enamorado! ¿de quien? si han leido el fic hace un tiempo, tendran una sospecha. si no, son lentos jajajjaja igual.

Muchas gracias por leer y comenten ideas para disfraces para los niños. que son muchos XD 

ATTE 

E.yaoi, alguien muy enferma y ezquizofrenica, de palabra 


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