ESCENA 1
Naruto dejó caer el libro en la mesita de noche y se recostó con un gran suspiro barriendo la habitación. Estaba cansado y aún había mucho trabajo que hacer. Sus párpados se volvían más pesados por haber estado leyendo por varias horas y la intensa luz de la habitación no le ayudaba a mantenerlos abiertos.
Mientras observaba el techo un leve enojo surgió entre sus pensamientos.
¿En qué estaba pensando cuando decidió su profesión?
Claro, recordó, estaba cegado por la pasión de su juventud. Ahora que ya no era un jovencito empezaba a añorar a su familia y esos días de vacaciones sin hacer nada, solo acostado con su padre admirando el atardecer de Hokkaido.
Definitivamente extrañaba su querida ciudad.
Dejó salir otro suspiro perezoso, se sentó y peinó su rubia cabellera con una mano mientras cogía el pequeño libro con la otra. Era hora de trabajar. Decidió ir a la cocina por una bebida energética, encendió el equipo de música con un volumen bajo y empezó a estudiar.
—A ver, estamos en el capítulo 2— rebuscó entre las páginas hasta que encontró el título correcto. Leyó un buen momento completamente sumergido a la trama hasta que abrió la boca con gran incredulidad en una parte.
—No me lo creo.
Retrocedió las páginas y revisó de nuevo, soltó una sonrisa al darse cuenta que no había entendido mal. Su cabeza se movía negativamente.
—Iruka lo hizo de nuevo. ¡No deja de sorprenderme!— se carcajeó unos segundos más antes de ir por su celular, marcó un contacto rápido y esperó.
El teléfono vibró unas tres veces hasta que finalmente contestaron del otro lado.
—Umino Iruka— una voz suave contestó.
—¡Iruka-sensei! ¡Iruka-sama! ¡Iruka-todo!
—¿Naruto? Adivino, ya lo leíste.
—¡Esto es increíble! Realmente no me lo esperaba. ¡Dai vuelve! ¡Mi querido Dai!
Iruka se rio por la sobre actuación de su rubio amigo.
—Tranquilo zorro, no todo será de color rosa.
Siguieron conversando unos minutos más sobre la trama hasta que Iruka se despidió. Naruto no perdió tiempo y siguió leyendo, esta vez en voz alta.
ESCENA 43
Casa Hoja. Tarde.
(KYUU, ingresa finalmente a la habitación donde tienen a DAI.)
-KYUU
(Exasperado, respiración rápida, y con ojos llorosos)
Plano Americano.
Dai…
(Silencio)
(DAI, camina hacia el otro extremo de la habitación, conteniendo su enojo.)
-KYUU
Creí que habías muerto.
(Segundos en silencio)
DAI
(Camina de un lado a otro y finalmente lo enfrenta.
(Expresión inescrutable)
Primer plano.
-DAI
Desde que huyó usted murió para mí.
Bueno, Iruka tenía razón. Kyuu lo iba a pasar muy mal. Leyó unas líneas más, estudiando lo que se venía en la serie. Era eso lo que necesitaba para sentir hervir la emoción en él, lo había estado esperando con muchas esperanzas. Quería que el rodaje inicie ya pero aún faltaba una semana, mientras tanto había estado practicando. Ahora que la serie traía de vuelta a un importante personaje, supo del porqué que el director los citara a todos para mañana.
Sonrió, inmensamente feliz. Estaba asustado de que se estuviera cansando de la actuación, pero el genio de Iruka lo rescató otra vez y avivó la pasión de su personaje.
Dejó el guion en el sofá, subió el volumen al equipo de música y realizó unos pasos de baile para el. Se sentía diez años más joven, fue su esfuerzo que lo llevó donde estaba ahora, protagonizando ya 3 años una de las series más populares de su país naciente del sol y de toda Asia. En europa los fans no se quedaban atrás, aumentaban los últimos meses y eso era muy importante para los que pertenecían a este proyecto.
Después de su celebración personalizada, encendió el televisor a una de los doramas* que lideraba el rating entre adolescentes -mujeres en su mayoría- en esta temporada de primavera, era una serie corta pero admitía que era muy buena. Su atención desde el primer momento fue a uno de los protagonistas, el más querido por la audiencia y protagonista de la trama.
“Sickly love” ya estaba en sus últimos episodios, y la historia estaba en todo su clímax. El actor principal estaba bajo la lluvia, el cabello azabache se pegaba a su rostro mientras lloraba. El corazón de Naruto se estremeció ante la escena, el llanto desgarrador del personaje lo tenía paralizado, su mirada no podía despegarse de la pantalla.
—No llores. Yuuki es un imbécil— le bramó al actor, mas bien le decía a la tv pantalla plana de 60 pulgadas en su sala.
Jadeó cuando la cámara hizo un primer plano del actor.
Otra vez esos escalofríos.
Su noche se resumió en ver el dorama, estudiar el guion, practicar, y llamar a sus compañeros de elenco para hablar sobre la buena nueva en 9-bi.
¡Será un año emocionante!
*********
*Notas para próximas referencias:
Kyuu(personaje): Nueve
9-bi(kyubi/9尾): Nueve colas*
*Dorama: Se le dice así a las series televisivas en Japón.*
Estacionó su Audi blanco y se apresuró por los pasillos del canal, se había hecho tarde porque recordó que tenía que recoger a su mascota de su corte mensual en el veterinario. Su perro había pasado la noche ahí debido a muchos clientes el día anterior. Sonrió al recordar que el bobtail había bañado todo su bronceado rostro con saliva en cuanto lo vio.
Llegó a la sala establecida para la reunión, cuando entró ésta ya estaba llena por los actores secundarios más importantes de la serie, todos sus compañeros lo saludaban y se burlaban por su respiración agitada a causa de la carrera.
—¡Naruto! Llegas a tiempo, aun no llega Jiraiya— su compañero Kiba lo abrazo por el cuello, a pesar de que era más joven que Naruto, ambos se llevaban muy bien, los dos coincidían mucho en la energía desbordada. Eso era detrás de cámaras porque delante de ellas Kiba con el nombre de Eita, sacaba mucho de quicio a Kyuu.
—Hey zorro, ¿no me vas a saludar?
Naruto observó a su buena amiga Sakura y esbozó una sonrisa. “Kitsune”(zorro) se convirtió en su apodo eterno desde que empezó todo la fiebre de Kyuu, su personaje, quien en su interior portaba algo muy especial.
Luego de alejarse de Kiba abrazó a su amiga de cabello rosa, era con otra persona en el elenco con quien se llevaba muy bien, habían sido pareja hace dos años cuando el personaje femenino llegó a la historia. Fue una relación que comenzó muy rápido así que de igual manera acabó, por supuesto en buenas condiciones; al fin y al cabo iban a trabajar juntos mucho tiempo y no se equivocaron con ese hecho.
Apenas acababa de saludar a todos cuando el director, un hombre mayor de cabellera blanca y larga, ingresó.
—Buenos días a todos, gracias por asistir, gracias— todos lo saludaron con reverencias—. Me imagino que la mayoría ya leyó el guion de la cuarta temporada de 9-Bi. Lo sé —susurró con tono dramático cuando todos empezaron a hablar. Levantó las manos para detener el barullo—. Se viene algo realmente grande y este personaje que vuelve, como bien saben ahora ya es Mayor— resaltó lo último— así que el talentoso Eiji ya no nos acompañará en esta ocasión.
—Aw, ese niño es un amor— comentó una rubia de nombre Ino, que recordaba con cariño al joven actor que los acompañó en la primera temporada.
Jiraiya tomó asiento frente a todos explicando algunos puntos y contestando dudas de la serie. Aunque no lo decían, todos sabían que la temporada sería un boom en el rating debido a varios cambios y la entrada de nuevos personajes, especialmente de uno muy querido por los seguidores de 9-Bi.
Alguien abrió repentinamente la puerta, una rubia con un cuerpo despampanante hacía su entrada.
—¡Tsunade!— exclamó la mayoría.
Todos la conocían ya que la mujer mayor poseía una de las agencias de entretenimiento más popular de Japón, de donde los mejores talentos habían surgido. L.E (Legendary Entertainment) también era un sello discográfico independiente que le daba mucha ganancia y popularidad. La rubia era una máquina de negocios.
—¡Chicos! Que hermoso reencuentro— clamó Tsunade—. Quería avisar a Jiraiya que llegó su nuevo actor y quería entregarlo personalmente en buenas manos.
La multitud se sorprendió, hace un rato Jiraiya les había comentado sobre su osadía de buscar al actor que pueda estar a la altura de Dai y darle vida. Fue una rigurosa revisión para dar con el adecuado, pues así como él, los fans eran también estrictos y quería evitarse demasiadas críticas.
A pesar de la insistencia de todos, Jiraiya no quiso dar ningún nombre hasta que el nuevo llegara. Ahora las expectativas del mundo estaban a flote en la habitación, tanto que casi podían extinguir el aire acondicionado.
Naruto se puso muy nervioso, sabía bien que también dependía de él que la química y actuación encaje bien con el nuevo Dai. Siempre daba lo mejor de sí, y más ahora que estaba muy ansioso por entrar en acción.
—Bien, todos sabían que esta reunión era en realidad para presentarles a su nuevo compañero. Estoy seguro de que hará un buen trabajo y que cumplirá las expectativas de todos— hizo una breve pausa para ver las expresiones de cada uno—, así que sin nada mas que agregar vamos al grano.
Todos enderezaron la espalda mientras el director se aclaraba la garganta—Les presento a este talentoso hombre de L-Entertainment que ha dado mucho de qué hablar estos últimos meses. Uchiha…
¡Sasuke!