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El viento susurra cosas, la tierra se mueve para rozar tus mejillas, el fuego derrite el interior oculto, y el agua purifica tu alma gota a gota.
Escucha las hojas miedosas por moverse, siente la luz del sol en tus párpados. Respira, es el aire trayendo los olores del mundo, desconocidos, recónditos y a la vez encantadores.
Juega con la lluvia, y sécate con el calor de las piedras. Observa, son los animales de las numerosas colas. Te sonríen en tus sueños, y te murmuran cosas en el silencio.
Cierra los ojos, y pide tu deseo. Si es admirable como el ser que resguardas puede hacerse realidad.
No te des por vencido e intenta de nuevo. Halaga tu alrededor, cada rincón y gramo de polvo. Siente la energía en las yemas de tus dedos y susurrale esta vez tu deseo secreto al viento.
“Y tiembla, tiembla por tu alma condenada”
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La personas de este mundo no saben que viven entre criaturas mitológicas y entre Jutsus que, combinados con elementos, eran capaces de crear increíbles poderes. Son ignorantes de todo alrededor; sin embargo era lo mejor por muchas razones, pero tal vez no por más tiempo.
Los que nacían SIN ser un Ligatum, llevaban una vida entre mitos, leyendas y fantasías que creían ficticias. No saben que viven entre grandes naciones ocultas que lideran las potencias mundiales, que hay reglas y especies que son invisibles a sus vistas. Solo aquellos que nacían para controlar al menos un elemento eran capaces de verlos y de llevar dos vidas entrelazadas conviviendo en supuesta armonía. Un rostro oculto por siempre hacia los liberi.
Los podrías encontrar en todas partes y en cada país pero nunca sabrás quiénes exactamente son. Pues es un secreto que guardan celosamente, recuérdalo muy bien.
Viven como gente normal, pero cuando la tierra a veces se paraliza los Ligatum salen a luchar, por poder, por proteger, por dinero, por educación, y sobre todo por el mundo. Puedes estar de fiesta, o sentado tranquilamente en un parque leyendo tu libro favorito, mientras que centinelas como ellos se encargaban de los conflictos a espaldas de la popular sociedad.
En el mundo en que ambos viven hay mucha historia, así que la de ellos también estaba escrito desde hace siglos, más específicamente en un libro sagrado que hablaba de poderes naturales y potentes, un grueso libro que ha venido de antiguos ancestros. Era un cuento de desgracia, sueños y un amor infinito a la materia que te rodea, cuyo poder no debía ser subestimado.
En tu mundo hay muchas jerarquías, así que la de ellos no podían faltar, aquel más hábil consigue su respetado puesto; ellos se dividían en la habilidad con la que nacían y sólo los más brillantes poseían los deseos de la naturaleza. Son sólo nueve en ese mundo, si quieres saber cuáles son lee con atención:
El primer deseo era un poder con un brillo leve, del color de las luciérnagas de noche, era capaz de hipnotizar a cualquiera. Casi y podías ordenarles lo que quisieras si el encantado era débil.
El segundo deseo era poder convocar las profundas raíces de la tierra, y controlarlas libremente. Eran muy fuertes, aptos para sujetar a cualquier enemigo por muy fuerte o grande que sea.
El tercer deseo era el canto noble, una hermosa voz que cautiva hasta al mismo rey del inframundo. El canto era perfecto, si lo escuchabas sin atención- algo muy difícil - te salvabas de convertirte en roca, y si el guerrero deseaba podía darte un fin sin dolor.
El cuarto deseo era una combinación del Jutsu elemento fuego y el dios Ryuu, solo eran pocas las personas que podían pedir este deseo. Tenía que ser un gran líder con metas claras, capaz de entender este temible dragón y no sucumbir a su fuerza.
El quinto deseo era una armadura morada, aparecía en forma de humo pero era tan fuerte que ningún arma hecha de cualquier tipo de piedras encantadas podían romper. Dicen que aquel que pueda pedirla se encontraba con un famoso guardián de las antiguas escrituras.
El sexto deseo era la mirada negra, uno de los deseos más temidos. Haz enojar a aquel que la posea y una simple mirada te quemaba entre flamas negras. Dicen que ni siquiera las cenizas quedan.
El séptimo deseo era la sombra; el misterio era su otro nombre, este deseo guardaba muchos secretos y era tan eficaz como cualquier otro. Las personas fuertes y calladas normalmente la poseían.
El octavo deseo era otro de los más fuertes, y este era el control total de los rayos de la tierra, de poder convocarlos rápidos, explosivos y fugaces como si de una simple flecha se tratara. Dicen que podías reconocer a un poseedor si lo enojas mucho y el cielo amenaza con quemarte. La persona que lo convoca también tiene que ser un líder. El fuerte temperamento era lo que los caracterizaba.
El noveno y último deseo se llamaba también como el silencio, este deseo era casi desconocido para todos, por tantas décadas nunca se conoció a alguien capaz de nombrarlo, ni siquiera entre burlas. Los pergaminos escritos hace siglos probaban su existencia, pero nada más relacionada a ella excepto por una pequeña oración ilegible que decía que el silencio venía de todos los deseos juntos.
Esos eran los 9 únicos deseos. Podrás encontrar a alguien con más de uno, pero no se calificaba de muy fuerte por la cantidad que tenga, sino por el tipo de deseo que era y por la destreza para utilizarlas. Dicen los escritos que aquel que poseía el silencio tenía que ser cazado y asesinado, pues solo traería desgracia a esta tierra; un mundo dividido en Jutsus, elementos, deseos, dioses y en 5 grandes naciones con fuertes políticas al mando.
Descubre el noveno deseo, el gran poder escondido que: Brilla como la luz, se entierra en el subsuelo, se escucha en la naturaleza, arde como las llamas, resguarda el origen de las cosas, desaparece en el aire, se escabulle en los rincones oscuros y retumba en las nubes negras cuando el hombre intenta anhelarlo. Escurridizo, potente, temido y sobre todo silencioso; el noveno deseo gobierna tu mundo.
*Jutsu: técnica.*
*竜/Ryû:Dragón*