“Crees que tu destino es formado en base a tus decisiones que eres la persona que escoge su propio camino, pero en realidad solo eres un actor de una novela que sigue el guion al pie de la letra, y tendrás el final que está escrito en el libreto.”
James Buchanan Barnes siempre espero que su vida fuera algo aburrida, que tendría un trabajo poco interesante y que se casaría para tener hijos, pero con el inicio de la segunda guerra, decidió enlistarse sabía que había probabilidades de nunca regresar pero quería hacer algo por su país.
Nunca espero ser secuestrado, recordar ese momento es algo patético para él, mas porque recordaba que había sido salvado por su mejor amigo (se sentía miserable al recordar no haber sido capaz de cuidarse por sí mismo), aquel chico debilucho que aun cuando sabía que sería derrotado no dejaba de levantarse.
Aun así pelearon juntos en innumerables batallas, hasta que sucedió lo del tren, cuando caía estrepitosamente sintió tranquilidad de que todo estaría bien en manos del rubio, y que al menos moriría como un héroe.
Pero no conto con que se convertiría en un arma para Hydra, fue torturado y sometido a miles de experimentos, trato de resistirse lo más que pudo, pero poco a poco sus recuerdos se iban desvaneciendo, hasta que quedo un cascaron vacío, y en ese momento nació el soldado de invierno, un simple juguete de Hydra, un muñeco que solo cumplía ordenes de sus dueños.
Arrebato miles de vidas sin dudar ni cuestionar, pero que podía hacer su mente había pasado por tanto, su concepto sobre lo que era correcto o no desapareció. Solo era la perfecta máquina de matar.
Cuando logro liberarse de Hydra su mente estaba hecha un caos recuerdos de su vida como James Barnes se mezclaban con sus recuerdos siendo el soldado de invierno.
Recordaba cuando entro al ejército con la esperanza de hacer un cambio y vaya que lo hizo, al final su nombre seria recordado como uno de los mayores asesinos de la historia. Aun cuando su amigo pensara que ya se encontraba mejor, no era del todo cierto, porque inconscientemente recordaba cada nombre y cada rostro de las personas a las que les arrebato la vida.
Noches enteras tratando de cambiar las acciones que había realizado, pero su mente prefería torturarlo mostrándole como si de una película se tratara todo lo malo que hizo.
Steve siempre lo justificaba diciendo que no era su culpa, que la culpa lo tenía aquella organización. Eso a él, no podía importarle menos sabía que el rubio tenía buenas intenciones y agradecía que a pesar de todo aun creyera en él. Pero él había matado a esas personas, no importaba si había sido controlado, él fue quien sujeto el arma, fue quien disparo, él fue responsable de la muerte de miles, y nada de lo que dijeran lo cambiara.
-Te vez patético hundiéndote en tu miseria.
Barnes quien se encontraba sentado en su cama mirando hacia la nada, volteo en dirección al chico de cabello rubio y ojos verdes que se encontraba recargado en el marco de la puerta que daba a su habitación, mirándolo de manera molesta.
-No deberías estar aquí, no sea que piensen que pasamos la noche juntos.- trato de sonreírle como lo hacía cada vez que empezaba a molestar al más joven.
El rubio lo observo con el ceño fruncido, se acercó lentamente hasta situarse frente al soldado. Barnes no le quitaba la vista antes de poder preguntarle, sintió como su mejilla ardía y como había movido su cabeza levemente, con su mano la zona en donde Fenrir lo había abofeteado.
-Tú los mataste, sin dudar ni cuestionar. Fuiste quien apunto con el arma, escuchaste sus suplicas, hiciste cosas que jamás podrían ser perdonadas.- Hablo antes de que el otro preguntara, mirando la expresión sorprendida del mayor. – Pero hasta cuando te vas a torturarte recordando lo que hiciste, hasta cuando dejaras de ser víctima de aquellos sujetos, olvida lo que hiciste, pero no olvides sus nombres, y vive hasta el final de tus días, vive por las personas a las que les quitaste la vida, vive hasta al menos enmendar parte de lo que has hecho.
Bucky miro al más joven, a pesar de que esas palabras se las había repetido en más de una ocasión, escucharles por parte de él se sintió tan bien, porque ese niño no le mostraba ni compasión ni lástima, porque en vez de justificarle sus acciones le decía lo que otros temían decirle. Sintió como algo húmedo bajaba por sus mejillas ¿Cuándo había sido la última vez que lloro? No lo recordaba.
-Que… ¡¿Qué haces?! –Fenrir pego un brinco al sentir los brazos de james en su cintura, jalándole hacia él, mientras recargaba el rostro en su pecho.
-Pu… Puedes quedarte conmigo así por unos momentos.- aumentando la fuerza del abrazo.
Fenrir suspiro haciendo que Bucky sonriera levemente, aun sin parar de llorar. Desde la primera vez que hablo con el rubio supo que sería muy especial para él, y no se había equivocado, solo que no pensó que en verdad se estaba enamorando.
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Tony camino por un par de minutos se sentía tan bien, pudo pensar con claridad y calma sobre los sueños (pero que ahora estaba seguro era recuerdos) ciertamente recordar algo así, era doloroso pero una parte de él, se sentía bien porque un espacio en blanco había sido llenado.
Mejor decidió regresar a la casa, esperaba que no estuvieran preocupados por su desaparición, además necesitaba hablar con Bruce sobre la aparición repentina de sus recuerdos.
Camino disfrutando del paisaje, ciertamente le había ayudado y mucho a lo lejos distinguió la casa, cuando se acercó más pudo escuchar pelea y cosas rompiéndose, sin esperar y sin notar que Anya estaba a su lado, ambos entraron a la casa viendo como dos furiosos asgardianos querían matar a Bucky, mientras eran detenidos por Steve, Natasha, Wanda y Clint. Bruce no sabía qué hacer, Fenrir solo suspiraba mientras cubría su rostro con sus manos para que no vieran su sonrojo, y Wade no dejaba de reírse.
-¡¿Qué demonios pasa aquí?! –Levanto la voz, llamando la atención de todos.
Nadie dijo nada, ambos dioses fulminaban con la mirada al soldado de invierno, mientras que los demás aún estaban en medio de ellos, para evitar un conflicto. Tony se estaba empezando a enojar, pero como por arte de magia Wilson apareció como por arte de magia, saco de su pantalón su celular y le mostro al castaño cierta foto, haciendo que este alzara una ceja con duda.
-¿Wade me puedes explicar? –Anya también miraba la foto.
-Es obvio lo que Snowflake estaba haciendo ¿no?
Cosa que era cierta, mostraba la imagen de un James Barnes besando a Fenrir.
-Pero que tiene de raro, ¿no se supone que son novios? – Anya seguía mirando sin comprender.
Las palabras de la mercenaria, solo avivaron los instintos homicidas de los asgardianos, iniciando de nuevo con su intento de asesinato. Tony no dijo nada, solo paso de largo llevándose a Fenrir, dejaría que todos se calmaran.
-Tú solo quieres ver el mundo arder Wilson –Respondió la chica viendo como Tony y Fenrir desaparecían de la sala, mientras observaban como continuaba la pelea.
-¿Yo? ¿Cómo puedes pensar eso de mí? –notándose claramente ofendido.
-Sabes que si le pasa algo a ese hombre, Fenrir se vengara de ti, y no olvides que sus venganzas son temibles.
-Me arriesgare.- sonrió mirando la escena.
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Ambos estaban afuera de la casa, ignorando todo el ruido que hacían los demás.
-¿Podrías explicarme como sucedió todo esto?
Fenrir suspiro por décima vez, y empezó a relatarle el castaño.
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Después del abrazo, Bucky se separó lentamente del rubio, aunque estaba renuente a soltarlo completamente, miro aquellos orbes esmeraldas que tanto le gustaban, amaba verse reflejado en aquella mirada tan pura, y sin contenerse fue acercándose lentamente hacia su rostro, ambos no dejaban de mirarse, poco a poco la distancia fue acortándose.
El soldado vacilo por un momento si debía hacerlo, pero estar tan cerca de ese muchacho realmente lo volvía loco, por lo que sin dudar lo beso, no lo profundizo solo era la unión de ambos labios, era un beso inocente, cálido y lleno de sentimientos. Aquello que nunca sintió con alguna mujer u hombre en su época de conquistador, lo sentía con ese chico.
Ese casto beso, hizo desear al más joven de muchas maneras, pero no deseaba ir tan rápido, quería ir descubriendo lentamente todo sobre Fenrir.
Deseaba que ese momento no terminara, lástima que eso no sucedió, fue interrumpido de la manera más abrupta, al sentir una luz.
-¡Demonios debí apagar el flash!
Ambos se separaron, y vieron a Deadpool con celular en mano, no había que ser un genio para saber lo que planeaba, el mercenario corrió a la habitación de Loki para mostrarle la foto, haciendo enojar al dios del engaño.
-Juro que me voy a vengar del bastardo.- siseo con odio el rubio.
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-Entiendo…
-¿No estás enojado?
-Claro que lo estoy, pero no se remediara nada con matarlo. Además creo que eres lo suficiente inteligente para saber si quieres tener algo con él.
-Eso… aun no lo sé.
-No te atormentes, solo el tiempo lo dirá.- puso su mano en cabeza, mientras le revolvía cariñosamente su cabello. – Mejor vayamos a detener la pelea, o sino no tendremos casa.
Cuando entraron nuevamente las miradas de Fenrir y Bucky se cruzaron, y el soldado no pudo reprimir una sonrisa dedica a él, mostrándole todo el cariño y amor que le tenía.
“Sin ser lo que buscaba terminaste siendo todo lo que necesito”