“Incluso en el abismo de la desesperación hay recuerdos que pueden salvarte, hay sentimientos que pueden protegerte y hay personas que nunca dejan de amarte.”
No es sencillo ver morir a las personas que quieres, no es fácil continuar existiendo como arma pero todo eso fue soportable gracias a Daniel mejor dicho Anielka mi amado hermano mayor. Incluso en las peores noches de dolor en donde solo deseaba acabar con mi vida, él llegaba y con una sonrisa me daba esperanzas.
Pero toda esperanza se esfumo en el momento de su muerte, por primera vez todo rastro de humanidad en mí se esfumo y me teñí de sangre por completo. Vague entre la fría nieve rogando por solo morir, y entonces lo conocí. El hombre que me llego amar.
Ese hombre no tardó en darse cuenta de mis habilidades, pero se mantuvo a mi lado me enseñó a leer y a escribir, me mostró el lado divertido de la vida. Pero ya era demasiado tarde para mí. Mi alma estaba teñida con la oscuridad y el rojo de la sangre. Le dije el camino que deseaba tomar el cual trataba de guerras y muertes. Esperaba que me viera con horror y miedo.
Sin embargo simplemente me miro con tristeza, me dijo que estaba decepcionado de sí mismo por no haberme podido salvar. Que idiota, si supiera que me salvo de muchas maneras. Si supiera cuan confortable me sentí en sus brazos en aquellas noches donde las pesadillas se hacían presentes. Si supiera cuan feliz me sentí al tener su amor.
Ese hombre me dejo elegir mi camino, pero jamás dejo de amarme y eso era lo único que importaba. Hasta que una noche, un desconocido apareció ante mí, ese desconocido me dijo que Anielka aún seguía con vida. Esa persona me prometió verlo a cambio de entregarle a ese hombre que me salvo.
Con esa oferta se alejó con la promesa de que pronto volvería por mi respuesta, mi ilusión fue tan grande que había una parte que deseaba aceptar, no importando nada más. De regreso a lado de ese hombre iba con la intención de entregarlo a quien me devolvería a Anielka. A cada paso que daba iba suprimiendo mis emociones, agudizaba mis sentidos y me preparaba para el momento.
Y cuando ese momento llego…
-Ha pasado tiempo desde tu muerte, no sabes cuánto lamento el no haber estado contigo para ayudarte. Pero al menos pude proteger a tu hermana.- miraba una foto con una expresión triste. – Tenías razón, ella es maravillosa aun cuando decidió convertirse en mercenaria intenta hacer lo correcto. Si estuvieras aquí, estarías igual de orgulloso que yo.- su voz empezó a quebrarse y una lagrima salía de su ojo resbalando en su mejilla. – ¿Porque no soy fuerte? Si lo fuera podría haberte ayudado y quizás tú y Anya tendrían una vida feliz en este momento. Perdóname…
Mis lágrimas no dudaron en aparecer cuando lo vi a lo lejos y escuche cada palabra. Ese hombre a pesar del tiempo seguía culpándose, seguía cargando con una culpa que no le pertenecía. En ese momento entendí lo estúpida que estaba siendo, Anielka murió para salvarme. Ese hombre incluso con sus debilidades permaneció a mi lado protegiendo aun si eso significaba perder su vida. Estuve a punto de traicionar a las dos personas que me entregaron su amor.
Silenciosamente me aleje de ahí, no merecía estar en la vista de ese hombre. Días después el desconocido apareció nuevamente ante mí, esperando mi respuesta, vaya que se la di. La cicatriz en el lado derecho de su rostro fue la advertencia de que acabaría con su vida. Ese desconocido no ha renunciado a su deseo y yo tampoco al mío.
Protegeré a Tony incluso si me cuesta la vida.
……
Estaban en una balsa inflable viendo como el quinjet ardía ante las furiosas llamas.
-¿Entonces todos los que estaban ahí eran soldados de Hydra? – La voz del capitán américa la saco de sus pensamientos, para dirigir su mirada a él y a la espía.
-Así es, ellos nos llevaban a una trampa.
-¿Por qué? ¿Qué querían de nosotros? – pregunto Natasha.
-Querían a Tony.
-¿De qué hablas?
-Tranquilo Steve, déjala hablar.
-Hace poco menos de 8 horas uno de los protocolos de defensa de FRIDAY fue activado, y poco después me llego un mensaje diciéndome que se encuentra en la torre Stark, sano y salvo.
-¿Por qué no dijiste algo antes? – la miro con molestia.
-Estaba segura que en Shield aún había gente de Hydra y no iba arriesgar la vida de Tony.
-Perdón.- hablo un poco avergonzado.
-Da igual ¿Cuánto tardaran en venir a recogernos? – exclamo con fastidio.
<……………>
Todos estaban asustados ante la expresión de su líder, el cual tenía apretada fuertemente su mandíbula y su mirada solo reflejaba odio puro. Habían pasado al menos 20 minutos desde que fue cortada la transmisión con el equipo que se encargaría de traerles a los rehenes.
Mientras que en la mente de esa persona solo repetía las palabras de aquella mujer que mato a sus hombres.
Ha pasado tiempo…
La próxima vez que nos veamos ya no solo será una advertencia…
Y en honor a tus hombres diré…
Hail Hydra…
Esa mujer se atrevió a burlarse, jamás creyó que aquella chiquilla la cual fue sometida a miles de sus experimentos se convertiría en un obstáculo para sus deseos. Cada vez que veía la cicatriz en su rostro recordaba aquel día.
Mataría a cada obstáculo que se interpusiera con tal de tener a Tony Stark, no importaba si eso incluía a su propia sangre.
<…………>
Frigga estaba en la habitación de su nieto, ya había sido tratado ahora solo faltaba esperar a que despertara. Sucedía lo mismo con esa chica de nombre Wanda, no imaginaba el sufrimiento que Fenrir vivió pero el ver los cientos de cicatrices la hacía sentirse culpable.
Tomo la mano del rubio, de pronto en su mente aparecieron imágenes que lograron confundirla.
Personas que no conocía estaban peleando, Thor lloraba frente a una tumba, Fenrir cubierto de sangre con una expresión tan fría como el mismo hielo. Un hombre de cabello castaño envuelto en una armadura. Aquellas imágenes empezaban a asustarla pero de pronto la sensación de miedo y terror fue reemplazada.
Podía escuchar la risa de niños, niños jugando disfrutando de un confortable día de campo.
-¿Abuela? ¿Estás bien? – Reacciono al notar que estaba frente a su nieta Hela.
-El futuro que le depara mi nieto será doloroso.- pronuncio la mujer.
-¿Tuviste una visión? ¿Qué viste?
-Desesperación y sufrimiento. Pero también vi el final después de recorrer ese camino lleno de dolor.
-¿Cuál es final?
-Uno lleno de amor.
“El ángel que alguna vez se enamoró, se convirtió en demonio. El demonio que alguna vez sufrió una traición fue obligado a convertirse en humano. Vagando en busca de quien logre sanar sus heridas y lo ame como alguna vez debió ser.”