“Oh, esto es la vida
Se transpira a través de las paredes
Del sueño que no puede respirar
En esta dura realidad”
-Iron Sky. Paolo Nutini
Fury los había retenido en el helicarrier, para que le informaran todo lo sucedido, cosa que lo frustraba. Cuando el director de Shield termino con el interrogatorio no dudo en dirigirse a la torre Stark, ignoro los gritos de Natasha. Tardo alrededor de 20 minutos en llegar, Friday lo dejo entrar inmediatamente al lugar. Busco con desesperación al castaño y cuando lo vio trabajando en lo que parecía ser una armadura, no dudo en correr hasta donde estaba y abrazarlo, provocando que el genio se asustara.
-Soy yo Tony.- susurro sin soltarlo mientras lo abrazaba un poco más, sin intención de soltarlo.
-¿Steve?
-Lo lamento. No fui capaz de protegerte.- recargo su rostro en su hombro, se sentía patético al no proteger a quien amaba. Lo peor es que con cada día que el castaño no estaba a su lado, volvía a sentir el miedo y la desesperación, como la primera vez cuando todos pensaban que estaba muerto.
-No era tu deber. Así que no te culpes.
-¿Cómo puedes decirme eso? No sabes el miedo que tenía. Si tú te fueras de mi vida nuevamente, estoy seguro que esta vez no podría resistirlo.
-Steve tu sabes que yo…
-¡Lo sé! – trato de no levantar la voz, no quería asustarlo y tampoco quería espantarlo. Sabía que sus acciones estaban incomodando un poco al genio, pero necesitaba sentirlo entre sus brazos, temía que si lo soltaba este desaparecería. – Sé que tú no sientes nada más que amistad hacia mí, pero yo no puedo arrancarme estos sentimientos así como así. Yo poseo en mi mente todo aquello que me hace amarte, pero también recuerdo todo el dolor que te cause.
Tony se quedó callado, mientras tímidamente correspondía al abrazo, sabía que no era bueno hacerlo, no quería ilusionar al soldado, con algo que probablemente nunca podría darle.
-¿Sabes que es lo peor? Que soy un maldito egoísta, quiero que recuerdes para poder intentarlo nuevamente contigo pero sé que no me perdonarías. Por otra parte quiero que no recuerdes y que busques la felicidad, que estés con alguien a quien ames y quien pueda amarte. Pero mi egoísmo se hace presente nuevamente, porque quiero que solo me mires a mí, que me escojas solo a mí.
-Steve…- trato de separarse pero el rubio se negaba a soltarlo. – Steve.- se sorprendió al sentir al soldado temblar y pudo escuchar sollozos de su parte eran leves, pero se detuvo.
-Por favor, solo unos minutos más. Te prometo que no lo volveré a hacer, pero por favor solo dame este momento. Quizás no lo merezca pero concédeme eso.
El castaño correspondió totalmente el abrazo del soldado, y acariciaba sus cabellos suavemente tratando de calmar su llanto.
Ninguno noto una mirada azul que los observaba fijamente y quien escucho todo. Silenciosamente salió de ahí. Se lamentaba no poder despedirse de quien amaba, y sabía que él no la perdonaría por lo que iba a hacer. Pero con lo que acababa de ver, estaba segura que finalmente Steve permanecería a lado de Tony, no importando si eran pareja o no.
<…>
Se levantó jadeando y sudando mientras trataba de procesar donde estaba.
-Al fin despierto.- sonrió aliviado de verlo despierto aunque lo noto desorientado.
-¿Tu qué haces aquí? – Frunció el ceño al darse cuenta de quien se trataba.
-Así es como agradeces el que haya venido a buscarte, y el que haya cuidado todo este tiempo.
-Nadie te lo pidió.- Entonces recordó que estaban en asgard y no sabía cuánto tiempo tenia dormido. - ¿Cuánto?
-¿Qué cosa?
-¿Cuánto estuve dormido?
-Cinco días.- respondió confundió pero pronto se alteró al ver como el rubio se intentaba levantar de la cama. - ¡¿Qué demonios haces?!
-Ella…- ignorando la preocupación de Barnes se trató de levantar nuevamente. – Ella me necesita, debo ir con ella y con él.
-¿De qué hablas?
-¡Tony y Anya me necesitan! – grito furioso y alterado.
-Ellos están bien.
-¡No lo están! Ella no lo estará. Debo ir con ella.
-Cálmate.
-¡Ella se va a ir! – Fenrir empezó a llorar, sorprendiendo a James quien jamás lo había visto derramar lagrima alguna. – Ella no puede dejarnos.
Bucky se sentó a la orilla de la cama, y abrazo al chico quien se aferró, empezó a sollozar.
-Escucha, quisiera poder hacer algo pero no puedo dejarte en este estado donde probablemente intentaras moverte para ir a buscarla.
-Pero…
Fenrir no pudo pronunciar palabra alguna cuando sintió una luz cegándolo momentáneamente.
-Diablos olvide apagar nuevamente el flash.- murmuro cierto mercenario mientras escondía su celular.
-¿Wade?
-Hola mini demonio.
-¡Wade! – se levantó como pudo y se acercó al rubio. – Te necesito.- lo miro con ojos llorosos y llenos de súplica.
-Esto es incómodo. Pero tú no eres mi tipo, eres genial pero ya tengo a alguien que… - no termino su frase cuando sintió algo en su abdomen, de pronto noto que Fenrir le había atravesado su mano, mientras la mirada de desesperación paso a una de furia.
-Escucha pedazo de idiota.- siseo fría y agresivamente mientras, sacaba su brazo manchado con la sangre del mercenario. – Quita esas sucias y depravadas ideas de tu mente, y presta atención.
-No tenías que ser agresivo mini demonio.
-Anya estará en peligro y quiero que la acompañes.
Barnes se sorprendió al ver que el mercenario ya no respondía con algún comentario sarcástico o broma.
-¿Si voy, tendré juguete nuevo?
-Claro. El arma que te daré, te gustara.
-De acuerdo.
<…>
Estaba en central park, por la oscuridad calculaba que sería alrededor de las 8, esperaba pacientemente a su invitado.
-Señorita, mi amigo Peter Parker me entrego su mensaje.
Vi como frente a ella, venia llegando Spiderman.
-Conmigo no necesita fingir joven Parker. Sé quién es, y honestamente no tengo intención de chantajearlo o revelar su identidad secreto.
El adolescente se permitió suspirar de alivio, pero no se quitó la máscara, por mucho de que aquella mujer le dijera eso, no podía confiarse.
-¿Entonces porque me cito en este lugar? ¿Quién es usted? ¿Cómo supo mi identidad?
-Vaya, Tony no se equivocó al creer que en un futuro harás cosas grandiosas como el héroe que eres.
-¡¿Conoció al señor Stark?!
-Lo conozco. Él está vivo. Nadie sabía sobre eso, hay gente mala tras él y a toda costa debíamos protegerlo. En algún momento pensamos en decirte, pero Shield estaba pendiente de tus actividades jamás pudimos decírtelo, y cuando hubo oportunidad el tarado de Wilson lo arruinaba con sus acosos.- Hablo sin permitir que el chico la interrumpiera, el cual le presto total atención. – En verdad queríamos decirte, tú merecías saber la verdad. Discúlpanos por estos cinco años.
-Es difícil asimilarlo, pero entiendo sus motivos. Por proteger a quienes amamos debemos ocultar algunas cosas.
-En verdad eres un buen chico.
-¿Y dónde está el sr. Stark ahora?
-Él está de vuelta a la torre. Pero debes saber que padece amnesia, pero no es total su pérdida de recuerdos, hay cosas que aún recuerda, quizás a ti pueda recordarte porque a los vengadores no recuerda.
-Entiendo. Entonces pronto iré a verlo.- hablo animado el chico.
-Quizás tu compañía lo ayude. Pero antes de que vayas, necesito tu ayuda.
-¿Mi ayuda?
-Tengo una misión, muy importante que hacer, esa misión será larga. No te puedo decir de qué trata pero diré que la primera parte de mi trabajo es llevarle a Shield dos paquetes. Pero no creo poder hacer eso. Por eso te pido que me acompañes en mi trabajo y que seas el encargado de llevarle los dos paquetes a Nick Fury.
-¿En verdad? – Peter no pudo reprimir su emoción.
-Debes entender que es peligroso. Y aunque no estarás de forma activa en este trabajo, tu vida correría riesgo.
-Lo entiendo, señorita. Pero si usted necesita mi ayuda. Lo hare.
-Deja de llamarme señorita. Dime Anya.
-Entiendo. Seño- quiero decir Anya.
-Entonces es mejor que vayas y prepares alguna excusa para tu ausencia, partiremos al amanecer.
-Lo hare.
-Nos veremos en el puente de Brooklyn así que se puntual.
Peter se fue de ahí, no negaba su emoción por realizar una misión. Sabía lo peligrosa que seria y los riesgos que implicaba pero si podía ayudar y compensar el traje que Tony le dio, ayudando a la chica, lo haría.
Anya vio partir a spiderman, mientras sonreía ante el ánimo del chico. Pero pronto su rostro se mostró serio, saco su katana, y con ella vio el reflejo de sus ojos.
-Esta vez. Te matare.
Se alejó entre la oscuridad, sin ser detectada.
“A partir de que nos elevamos.
Por encima del amor
Por encima del odio
A través de este cielo de acero en que rápidamente se transforma nuestra mente.”
-Iron Sky. Paolo Nutini