“Vamos, camina conmigo. No desvíes la mirada. Porque el sendero que recorres puede desaparecer con facilidad.”
-¿La encontraste?
Thor estaba en el bifrost junto a Heimdall, quien miraba fijamente a un punto en específico para luego mirar con algo de pena a su príncipe.
-La magia del príncipe Fenrir, me imposibilito hacerlo pero siendo que el ya no está con ella pude encontrarla.
-Bien, llévame a ella. Necesito su ayuda.
-Lo lamento señor, pero eso no podrá ser.
-¿Por qué? – Thor noto el silencio del guardián y entonces comprendió lo que sucedía. Fenrir su hijo había perdido a su alma gemela. – Heimdall necesito que hagas algo por mí.
El guardián miro al dios y tan solo asintió pocas veces lo había visto serio como en ese momento, el como buen y leal servidor tan solo debía obedecer.
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-Pierdes tu tiempo Natasha Romanoff.- miro con diversión a la mujer, quien estaba sentada frente a él.
-Supongo. Después de todo, una mente que se supone brillante como la tuya fue superada por dos asesinos.
Frunció el ceño ante la forma tan despectiva en la que la mujer hablo. – Ellos no eran nada contra mí.
-¿Eso te repites a cada momento? Porque esos dos sujetos asesinaron a cientos de soldados y te capturaron a ti. Que tan débil y miserable puedes ser.
-Igual de débil y miserable que Tony Stark. Ahora sin recuerdos es algo sin valor.
-Tony Stark sobrevivió a una cueva, en vez de resignarse a su muerte creo una armadura. Incluso en este instante aun sin recuerdos sigue haciendo lo que sabe mejor hacer. Es el hombre que ve el futuro. Sin embargo tú. Tan solo eres una copia, no importa que tanto lo intentes vivirás a la sombra de Tony Stark.
-¡Ese hombre no vale nada! ¡Y aun así, él ha hecho de todo para obtenerlo! ¡¿Por qué le interesa tanto?! Yo era más que suficiente.
Natasha guardo silencio y escuchaba como el hombre gritaba con una rabia inmensa, no creía que su táctica funcionara en alguien como él, pero tal parecía que Zeke tenía bastante tiempo inconforme con algo y ese algo. Lo estaba haciendo que hablara.
-Porque Stark tuvo su atención. Que es lo que ese sujeto tiene como para hacerlo especial ante él. ¿Por qué cuando lo creyó muerto, no me miro? ¿Porque tuvo que sonreír cuando supo que estaba vivo?
-Esa pregunta es algo tonta no te parece. Porque tu solo eras el objeto para un fin. Supongo que debió darte mucho crédito si pensaba que alguien como tú, capturaría a Stark.
-Me utilizo… ese hombre… - susurro con rencor. Antes de empezar a reírse. – Como lo esperaba, siempre utilizándonos. Lo siento señorita espía, pero todos los de hydra que trabajamos bajo su mando sabemos que no somos más que simples herramientas para él. No puedo negar que odio que prefiera a Stark sobre mí, pero esa persona no es alguien cualquiera. Así que créame cuando le digo todas y cada de una de sus ambiciones se completara.
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Caminaba con impaciencia siendo observado por los demás presentes, pero eso a él muy poco le importaba.
-Hijo, cálmate.- expreso Frigga notando como el hechicero seguía su caminata sin parar.
-¿Hasta cuándo vendrá Thor? – Clint estaba curioso, pues su amigo llevaba horas en el bifrost.
-El no vendrá.
Loki detuvo sus pasos ante la llegada de su primogénita quien se mostraba imperturbable ante la mirada de asombro de los presentes.
-¿Cómo que no vendrá?
-Hace tiempo uso el bifrost, el ya no está en Asgard. Por sobre todas las cosas el bifrost está protegido por un poderoso campo mágico.
Loki junto a Clint, Barnes y Frigga salieron apresurados para comprobar lo dicho con sus propios ojos.
Odín los vio desaparecer tras esas puertas.
-¿Él te dijo algo no es así?
-¿Por qué piensas eso abuelo?
-Porque estoy seguro que tú o Jor pueden romper tal barrera en poco tiempo, así que supongo que ustedes con su magia fortalecieron tal cosa para que vengas con esa afirmación y sobre todo para haber hecho tal cosa, Thor debió decirte algo.
-Tal vez me dijo algo, tal vez no pero la verdad tan solo estoy apostando.
-¿Apostando?
-Mi pequeño hermano está a un paso de caer en un abismo sin retorno. Pero en este momento no necesita de nuestro papá, ni de su papá humano. Necesita de su padre después de todo solo un guerrero puede comprender el dolor de otro guerrero.
-¿Apuestas por un lazo inexistente?
-Oh, querido abuelo es en lo que se equivocan todos ustedes. Desde la primera vez que se conocieron su lazo nació, y se fortaleció. Incluso en la distancia. Por eso apostare por el lazo que padre e hijo comparten.
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Caminaba de manera torpe, recargándose contra la pared. Una alarma resonaba por todo el lugar y podía oír a muchas personas gritar alarmados. Sentía el agua resbalar por su cuerpo, sus pasos eran demasiado lentos pero para ser su primera vez haciéndolo, era mejor que nada.
Era extraño que no se topara con nadie, pero algo le decía o mejor dicho alguien le decía que estaba bien así. Que no debía ser encontrada por ninguno de esas personas que gritaba.
Después de algunos minutos, salió de ese enorme lugar, a las fueras podía ver algo que caía con fuerza por todo el lugar, ese algo caía en su rostro y en todo su cuerpo, además podía notar como destellos de luces aparecían y desaparecían mientras hacían un estruendo muy fuerte.
Su mente lograba decirle que cosas eran, su capacidad de entendimiento y comprensión iba mejorando a cada momento, aunque aún no sabía quién era y esa voz en su cabeza tan solo le decía que no tuviera miedo.
Entonces varios rayos cayeron al mismo tiempo y entonces observo como un hombre rubio con una extraña vestimenta caminaba hacia donde estaba.
-¿Ella te envió? – pregunto de manera algo pausada, mientras veía al desconocido.
-Mi nombre es Thor.- Expreso mientras se quitaba la capa y se la daba a la chica para que cubriera su desnudez. – En cuanto a tu pregunta, si, ella me envió.
-Ella me dio mi libertad.- Sus conocimientos iban apareciendo, comprendió que era ella y de quien era parte. También entendió que era la voz que escuchaba. – Tan solo por eso te ayudare en lo que necesites. Mi nombre es…
-Tu nombre es Iris.- expreso mientras la cargaba entre sus brazos.
-Supongo que esa persona debe ser importante si esa ella me despertó de mi sueño y me saco de ese lugar.
-Lo es.- dijo por un instante mirando a la chica que era una copia exacta de la mercenaria.
“escucho tus lamentos, así que pequeña ave no desesperes. Pronto volares en la inmensidad de aquel precioso cielo azul”