Caminaba entre aquellas pobladas calles, miraba a su alrededor, pero no se detenía, después de todo él tiene una misión, agradecía que su papa le permitiera hacer esto solo, quizás aún era muy joven pero no por eso permitiría que aquellos que hicieron sufrir a una de las personas que más ama, vivieran feliz y pacíficamente, claro que no. Ellos tendrán que llorar sangre incluso arrastrarse en la tierra y suplicar por su perdón. Sonrió de forma cruel y aterradora, entonces observo aquel lugar, vio una imponente y enorme torre.
En la parte de atrás de aquella torre, donde se podía observar un gran jardín, todos los miembros estaban celebrando el cumpleaños de uno de sus integrantes, aquellas personas disfrutaban aquel día tranquilamente. Steve estaba de la mano con reciente novia Sharon; Bucky junto con Sam, Clint, Scott y Thor tenían un entretenido debate; Wanda conversaba con Natasha y Pepper; Bruce y T´challa hablaban de un tema más importante pero que habían decidido posponer para después. Todo estaba en relativa calma hasta que sonó la alarma de intruso, todos se pusieron en guardia, esperando el ataque pero quedaron sorprendidos al ver a un niño de aproximadamente 12 años estar frente a ellos.
-¿Cómo lograste entrar niño?- Clint estaba curioso, muchos villanos habían intentado entrar a su torre pero nunca lo habían logrado.
El niño pasaba su mirada por cada uno de ellos, hasta que se detuvo en la dirección en donde estaba el capitán américa y su novia, trataba de guardar la calma pero verlos todos felices, lo hacía arder en rabia.
-Veo que todos se divierten, disfrutan de todo aquello que no les pertenece.- Soltó con cierto odio y veneno en su voz.
-¿Acaso no sabes quiénes son?- Contestaba una molesta Sharon.
-Claro que lo sé, se hacen llamar los vengadores, pero eso no me interesa, ninguno de ustedes debería estar aquí, no lo merecen.
-¿Tu que puedes saber mocoso?- La rubia se estaba molestando por la actitud del niño.
-Lo mismo digo, acaso sabes que esta torre, las armas no les pertenecen, todo esto le pertenece a Anthony Stark, el hombre al que abandonaron en el momento más difícil de su vida.
Los vengadores se estremecieron al escuchar el nombre del genio en boca del niño, meses después de todo lo sucedido en aquella batalla, los fugitivos se enteraron de una triste noticia, Tony junto con máquina de guerra habían ido a una misión pero lamentablemente, el multimillonario no sobrevivió.
-¿Cómo sabes de Tony?- Steve había soltado a Sharon, y caminaba lentamente hacia el niño.
-Como te atreves a pronunciar su nombre, tu quien lo abandono en la oscuridad, negándole ver el hermoso cielo, mientras ustedes viven felices, Tony está en un lugar al cual nadie puede llegar.
-No mientas mocoso, Tony está muerto.- Natasha miraba con molestia al niño, durante estos 5 años todos habían sufrido la muerte del genio, no perdonaría a ese niño que jugara con ellos.
-Claro que no lo está, ellos pueden asegurárselo.- Señalo a Banner y T´challa.
Los vengadores miraron tanto al doctor como al rey, esperando a que desmintieran las palabras del niño, pero al ver como Bruce bajaba la mirada, supieron que era cierto.
-¿Dónde está?- El capitán dirigió de nuevo su mirada el niño.
-Lejos de todos ustedes, saben ustedes tienen suerte sino ya estarían muertos, pero sé que él no estaría feliz.
-¡Dime donde esta!- Steve estaba perdiendo la paciencia, todo este tiempo lamentándose el haber perdido al amor de su vida, necesitaba verlo, necesitaba pedirle perdón, quería volver a estar con él, como antes.
-¿Por qué? Usted se ve muy feliz con esa mujer de allá.- Sonrió de manera burlona, pero luego lo miro con odio y rencor.- Además no permitiré que nadie se le acerque.
-¿Entonces qué haces aquí?- Thor miraba fijamente al intruso, ese niño le resultaba familiar pero no sabía de donde, entre más lo veía, tenía la seguridad de conocerlo.
-Solo vine porque Papa creyó que debían tener esto.- En su mano apareció una carta, se acercó lo suficiente a Steve para entregársela.- Esto será lo único que tendrán de él.
Sin decir más, empezaba a alejarse y con la intensión de irse, de pronto se dio cuenta que no se movía.
-No te iras.- Wanda se acercaba cautelosamente.
-Debí suponerlo, pero eso no servirá.
Antes de que la bruja preguntara, un rayo marco una línea separando a Fenrir de los vengadores.
-¿Qué haces aquí?
-Vine a buscarte, Loki espera por ti.
-Si es una orden de Papa no puedo negarme.
-¿Vis? –Wanda retenía las lágrimas al ver al androide.
Este solo la miro, pero no dijo nada.
-Fue un placer conocer a los héroes más poderosos del planeta, antes de irme me presentare mi nombre es Fenrir hijo de Loki.
Ante esas palabras ambos se fueron dejando a los vengadores sin poder moverse, Natasha dirigió su mirada a Rogers y noto que estaba temblando, se acercó a él, y lo vio llorando.
-¿Steve?- Puso una mano en su hombro.
-Yo tuve la culpa…
-¿De qué hablas?- Noto que era la única palabra que repetía, pero al ver que no había contestación le arrebato aquella carta, solo para darse cuenta de todo el verdadero sufrimiento que le habían causado a Tony.
Al notar la mirada de interés de los demás, no dudo en leer la carta, no importándole que empezara a derramar lágrimas, sin interesarle las expresiones de dolor que ponían los demás, porque ese niño estaba en lo correcto, ellos trataron de justificarse y prefirieron olvidar a Tony para seguir adelante, en ese momento se daba cuenta que estaban recibiendo la lección más importante y dolorosa de su vida.
Porque el tiempo no perdona y tampoco olvida.