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Corazón prisionero por MonkeyDkeara

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Notas del capitulo:

Y he aqui el tercer capitulo de este fic nwn hehe espero y sea de su total  agrado y no una perdida de tiempo uwu, nos leemos abajo ...

Despierto sintiendo presión tanto en mí pecho como en mi brazo izquierdo. Me duele todo el cuerpo, no quiero abrir los ojos, menudo golpe me metieron con el coche…

 

¿Quién me mandaría a mí salir a comprar a esas horas?…

 

Debí hacerle caso a mi hermano, mierda, mi hermano…

 

Está solo en casa, debe estar preocupado por mí. Además me está goteando agua en la cara, supongo que habrá goteras…

 

Es de lo más incómodo, aunque es extraño que el agua se sienta tan calentita. No quiero despertar del todo todavía, siento que debo descansar, pero es más la necesidad de volver a casa que la de dormir y no creo que pueda volver a dormir con el agua goteándome en la cara, seco mi cara con la palma de mi mano, no parece agua, está algo pegajoso y huele raro, abro los ojos para ver qué está pasando…

 

Casi me caigo del susto al ver a un gran San Bernardo a centímetros de mi cara, babeándome, entonces lo que me estaba goteando era …

 

Saliva de perro…

 

-¡Quita bicho! … -Le ordeno apartándolo con el brazo derecho. Parece que el perro no me ha entendido, porque me ha ladrado y me ha recorrido la cara con un lametazo. ­–Ag… Qué asco… ¡Vete con tu dueño! … –Le ordeno apartándolo nuevamente de mí.

El perro esta vez parece haberme entendido, porque se ha ido a la puerta y ha empezado a golpearla con el rabo, la puerta se abre y por ella entra Trafalgar, que al ver al perro moviendo el rabo le acaricia la cabeza y le ordena que salga de la habitación. Vaya…

 

A mí el perro no me ha hecho ni puto caso.

 

-Eusstas - ya, ¿cómo te encuentras? … –Pregunta acercándose a mí. Parece preocupado, y eso no me gusta, jamás me ha gustado preocupar a la gente.

 

-Babeado ... –Respondo con molestia, el asqueroso perro me ha mojado la cara a más no poder.

 

-No me refiero a eso… -Aclara cogiendo un pañuelo de su bolsillo para limpiarme un poco la cara.

 

-Lo sé… Aparte del dolor del brazo y del pecho estoy bien … –Contesto intentando sentarme en la cama, pero al no poder el moreno me ayuda un poco.

 

-Normal, tienes heridas muy profundas ahí. También te hemos tenido que dar puntos en la ceja izquierda … –Eso me ha hecho gracia, no puedo evitar soltar una carcajada, a lo que él parece molestarse por ello- … ¿Qué es tan gracioso? …

 

-¿En qué ceja? Si nací sin cejas … –Respondo sin intentar ahogar mis carcajadas, sé que soy idiota por reírme por eso, pero qué se le va a hacer …

 

-Lo siento … -Baja la cabeza tristemente. ¿Qué le pasa ahora? No es su culpa que no tenga cejas, además que tampoco me importa no tenerlas­– … Si hubiera estado más atento podría haber avisado a Cavendish - ya a tiempo y nada de esto habría pasado … -Es idiota. Vi lo que pasó, si no hubieran girado ese camión se los hubiera llevado por delante.

 

-Sí, ¿verdad? Habría sido mejor acelerar y dejar que os lleve el camión por delante. ¿Acaso eres idiota? … –Odio que la gente se eche la culpa de cosas que no podría haber evitado ni sabiéndolas de antemano …

-Pero … ¿Y si llegas a perder una mano o algo? …

Una mano …

 

Mano…

 

Mano…

 

Hermano…

 

¡Mi hermano! ¡Lo he dejado solo! ¡JODER! Olvidándome del dolor me levanto de repente de la cama y cuando voy a salir de la habitación Law me lo impide cogiéndome de la camiseta. Que ahora que lo pienso, no es la mía, pero eso importa poco ahora …

 

-Déjame Trafalgar, he dejado solo a mi hermano … –Digo intentando soltarme, pero ahora mismo él tiene más fuerzas que yo, lo que es ridículo …

 

-Cavendish - ya se fue anoche a tu casa para cuidar de él … –Menos mal, al menos hay un enfermero con él. Aunque …

 

¿Cómo sabe dónde vivo y cómo ha entrado? …

 

-No sabía que sabías mi dirección…

 

-Y no la sé … -¿Se me está hinchando la vena de la frente o sólo es mi imaginación…?

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

 

…….. Narra Cavendish ……..

 

Me he pasado toda la noche andando por la cuidad para encontrar la casa de Kid. El idiota de Law me ha mandado a MÍ a ir a su casa, y cuando he querido decirle que no sabía la dirección no me ha dejado hablar y me ha cerrado la puerta en las narices. He estado más de dos horas andando por ahí como un perro callejero y al final he tenido que dormir en un banco del parque porque he intentado volver a casa pero me he dejado las llaves y Law no me habría la puerta.

 

Para colmo por la mañana han venido Kid y Law y no se les ha ocurrido otra manera mejor de despertarme que tirarme del banco. Me han obligado a montarme en el coche y los dos me han renegado como si fuese un niño pequeño, y cuando he querido defenderme me han mandado callarme. Odio tener 18 años, me tratan como a un crío …

 

Me han echado la culpa de haberme ido sin saber la dirección cuando la culpa es de Law por no dejarme preguntar.

 

Paramos enfrente de una pequeña casa, por lo visto fue bastante barata a la hora de alquilarla o comprarla. Los tres bajamos del coche y Kid no tarda en salir corriendo para abrir la casa. Al entrar casi me da algo…

 

Está todo desordenado y huele fatal, como a pies…

 

Uh, me entran náuseas. Parece que Law piensa lo mismo, porque ha abierto la ventana. Vamos por un estrecho pasillo por donde se ha metido Kid, que ahora está golpeando la puerta con fuerza. Parece que está a punto de darle un ataque de ansiedad.

 

-Eusstas - ya, tu brazo va a empeorar. Para!!! … –Ordena Law sujetando a Kid de la cintura para separarlo de la puerta.

 

-Pero… Él… No res-ponde… -Dice con la voz quebrada. ¿Tanto le importa su hermano como para estar a punto de llorar por él?

 

-¡Bartolo! ¡Eh Bartolo! ¡Déjate las gilipolleces y contesta! ¡Bartolo! –Grito con todas mis fuerzas, seguro que el idiota de Kid se ha puesto a darle golpes a la puerta y ni siquiera le ha llamado.

 

-¡No soy Bartolo! –Contesta por fin una voz muy enfadada desde dentro. Puff… Menos mal que no se llama Bartolo, me descojonaría sólo de volver a llamarlo así… ­-¡Me llamo Bartolomeo! ¡Imbécil! … –No está mal, casi acierto el nombre.

 

-¡Hermano! Menos mal que estás bien … -Kid parece haberse relajado un poco, menos mal, porque al paso que iba parecía que iba a entrar en pánico.

 

-Ah Kid, ¿ya has vuelto del trabajo? … –Pregunta casualmente el chico. Me da algo de pena…

 

He tenido que informar a mucha gente de que sus familiares están mal y les he visto romper a llorar, espero que no se entristezca mucho al darle la noticia …

 

-Bartolomeo-ya, tu hermano ha sufrido un… -Intenta decirlo Law, pero Kid le tapa la boca.

 

-¿Un…?

 

-Ha sufrido un ataque de gilipollez, ayer por la noche se perdió. Menos mal que pasábamos por allí y le llevamos a casa. –Respondo lo primero que se me ocurre. ¿Por qué? Porque tiene un problema del corazón y si se entera que hemos atropellado a su hermano puede reaccionar de cualquier manera, y si se altera demasiado podría tener problemas serios.

 

-Kid, idiota, hiciste que me preocupara por ti para nada. –Regaña Bartolomeo a su hermano mayor, lo cual es algo cómico, pues al ser el hermano menor debería ser a él al que le regañaran.

 

-Lo siento, lo siento… -Se disculpa rascándose la nuca con una sonrisa que quiere decir que no está para nada arrepentido.

 

Kid se gira hacia mí y tuerce una sonrisa que aparentemente quiere decir “gracias”. Law le coge del brazo sano y le obliga a ir con él al salón. Seguro que le va a renegar por no decirle la verdad a su hermano… Tengo que reconocer que Law es el mejor médico que he visto en mi vida, pero a pesar de ello tiene muy poco tacto a la hora de anunciar una muerte o una enfermedad a alguien, por eso tengo que ser yo el que habla con las familias de los pacientes. Puede que él tenga la sangre tan fría como para decir que alguien está a punto de morir sin preocuparse por la reacción que la familia pueda llegar a tener, pero yo no. La verdad, no lo culpo, pero tampoco lo entiendo.

 

-¿Kid…? –Llama el peliverde a su hermano.

 

-Está hablando con Law. –Respondo para tranquilizar un poco al chico, que parece que se ha alterado un poco al no escuchar a nadie hablar.

 

-Me suena mucho tu voz, ¿quién eres? …

 

-Estuve tratándote cuando enfermaste hace unos días …

 

-¿El moreno? …

 

-No, su compañero …

 

-No te pude ver. –Ahora que recuerdo, sólo vio a Law pues cuando yo le di la pastilla el chico estaba durmiendo y luego no me pudo ver. –¿Te puedo pedir un favor? -¿Un favor? Siempre me dan órdenes tanto en el trabajo como en casa por ser joven sin importar lo que yo piense al respecto, así que supongo que al ser un favor puedo ayudar.

 

-Claro.

 

-¿Podrías ir al salón y coger la foto que hay ahí? Estamos Kid y yo hace algunos años, así que te será fácil reconocerla. –Me pide con determinación. ­–Y por favor, que no te vea Kid.

 

Sin pensármelo mucho, porque cuando pienso algo siempre me echo atrás, voy hacia el salón. Allí Kid y Law siguen hablando, o más bien, discutiendo. Parece que Law le exige que le diga la verdad a su hermano y Kid se niega. Tengo suerte de que Kid parezca ser tan testarudo, pues Law siempre quiere tener la última palabra y por eso no dejan de discutir. Aprovecho eso para colarme en el salón e ir a la estantería que hay pegada a la pared opuesta en la que ellos están, ya que ahí está la foto que Bartolomeo me ha pedido. No alcanzo a coger la foto, seguro que la ha puesto ahí Kid, con lo alto que es no me sorprende que esté en el estante más alto…

 

Con cuidado voy hasta el sofá y me subo a su respaldo para intentar alcanzar a coger la foto, ya que el sofá está justo delante de la estantería. Al principio intento apoyarme al asiento con los pies, pero sigo sin llegar. Así que al final me subo con los dos pies al respaldo y me estiro todo lo que puedo para coger la foto, y cuando ya tengo el marco entre los dedos …

 

 Acabo cayendo hacia delante y por culpa de mi mala suerte el marco me cae en la cabeza.

 

-¿Qué ha sido eso? –Pregunta Law. Con razón han oído el golpe… Si de milagro no me he roto la cabeza…

 

Oigo cómo ambos van detrás del sofá, y antes de que me vean gateo hacia el otro lado. Me doy prisa para gatear por el salón sin que me vean y sólo me doy un respiro cuando he llegado frente a la habitación del peliverde. Al menos tengo un poco de suerte, ya que además del marco también me he llevado por delante lo que parecía ser un pequeño robot de metal, que al final también ha acabado estrellándose contra mi adolorida cabeza …

 

De todos modos no se ha roto y al ver el robot en el suelo quizás crean que ha sido eso.

 

-¿Lo has traído? … –Pregunta con voz ansiosa, parece que es algo muy importante para él.

 

-Me ha costado un buen golpe, pero lo he traído … –Respondo con una sonrisa acordándome del golpe tan tonto que he tenido.

-¿Kid te ha golpeado…? –Dice algo preocupado. Espera… ¿Preocupado por mí? Mis mejillas me arden de repente, quiero que paren de arderme por esta tontería, pero parece que cuanto más quiero quitarme el sonrojo más se apodera de mi rostro. –Porque si es así…

 

-¡No! ¡No te preocupes! –Grito de repente. Estoy loco, como me hayan oído esos dos puedo estar seguro de que me matan por haber “robado” la foto. –Sólo me he caído… -Rectifico intentando mantenido tranquilo.

 

-Hehahaha mejor. ¿Puedes pasar la foto por debajo de la puerta? –Su risa es rara, aunque en comparación con otras que he visto es normal.

 

-Ah, claro.

 

Me siento en el suelo con la foto en la mano. Le doy la vuelta para retirar el marco y lo dejo a un lado. Cojo la foto y le doy la vuelta… En ella están Bartolomeo con aproximadamente 13 años al lado de su hermano, unos años mayor que él. Sin querer mi mirada se centra en el peliverde. En el hospital no tuve oportunidad de verle muy bien, pero en la foto se ve perfectamente. Sus colmillos, los que pensé que eran de mentira, son iguales que los que tiene ahora, por lo que son de verdad. Lo que sí ha cambiado es el color de su piel …

 

En la foto se puede ver que tiene un color de piel normal, ni muy blanco ni muy moreno, sin embargo la vez que lo vi en el hospital estaba tan pálido…

 

Miro mis manos, son blancas. Algo se rompe en mí al saber que por culpa de su enfermedad ahora podría ser incluso más pálido que yo…

 

Sigo mirando la foto, cuando lo vi pensé que la cresta que tenía estaba despeinada por el apresurado trayecto hasta el hospital, pero gracias a la foto me doy cuenta que no es así. Parece alguien tan descuidado, justo al contrario que yo. Mi boca tiembla levemente, y aunque lucho contra ella, gana y en mi rostro se acaba dibujando una sonrisa. Me sonrojo hasta las orejas al pensar que me estoy comportando como una adolescente descontrolada. ¿Por qué miro tan detenidamente su foto? ¿Por qué sonrío imaginar cómo es? ¿Por qué me hago todas estas preguntas? …

 

Sacudo mi cabeza para dejar de pensar y de paso, quitarme la estúpida sonrisa de la cara. Cojo la foto para pasarla por debajo de la puerta, pero mi mano tiembla y no sé por qué. La paso a la mitad noto cómo otra persona pone la mano en ella en el otro lado de la puerta. Ni él tira para cogerla del todo, ni yo la suelto.

 

-Oye… ¿Para qué la quieres? … –Pregunto con curiosidad, curiosidad que he tenido desde que me ha mandado a coger la foto.

 

-Para nada… -Sé que miente, puedo ser joven, pero no soy idiota.

 

-Entonces si no es para nada la dejaré en su sitio … –Tiro un poco de ella para darle a entender que va en serio.

 

-Vale, tú ganas, te lo contaré. Pero no te rías… -¿Reírme? No soy tan capullo…

 

-Te lo prometo …

 

-Kid me quiere muchísimo, soy lo único que tiene. A pesar de eso… Y-yo… Yo voy a morir al-gún día y él… S-se quedará solo… -Su voz no hace más que quebrarse constantemente, creo que incluso está llorando un poco. ­–No quiero que él se ate al… P-pasado… Sólo qui-quiero que salga adelante… Yo… Yo sé que… Que voy a mo-morir en unos años y…

 

-¡¿Qué estás diciendo idiota?! -¿He gritado? Al menos parece que ha dejado de llorar. Lo siento por gritar, pero a veces hay que dejarse llevar. ­-¡No se te ocurra volver a decir eso porque tú NO vas a morir! Vas a tener un trasplante de corazón sí o sí. ¡Así que ni se te ocurra decir que vas a morir! … –Creo que me he dejado llevar demasiado, pero es lo que pienso. Y me importa una mierda que esos dos me oigan o no.

 

-Gracias pero… Las has roto… -¿La he roto? Miro mi mano, tengo la mitad de la foto en la que sale Bartolomeo.

 

-Guarda la mitad y yo guardaré la otra. Si te trasplantamos el corazón y no mueres volveremos a juntar las mitades y habré cumplido mi promesa. Y si mueres… Entonces guardaré para siempre mi mitad y llevaré siempre encima el peso de haberte mentido … –Una de dos… O ha quedado bien o ha quedado fatal lo que he dicho y se va a reír de mí por el resto de mi vida…

 

No responde, sólo se escucha la madera de la puerta crujir un poco porque posiblemente se ha recargado en ella. Como un robot, yo también me recargo en la puerta. No sé si es mi imaginación, pero casi puedo sentirlo a través de la madera que nos separa. Escucho cómo solloza débilmente, y no sé por qué, pero me duele oírlo.

 

-Entra… P-por favor… Quie-quiero v-verte… No quiero es-estar solo ahora… -Pide entre sollozos ahogados. Joder… Quiero entrar y abrazarle, aunque se lo tome mal, pero quiero parar su llanto como sea. Quiero decirle las veces que haga falta que no se va a morir. Soy idiota por tomarme algo que no debería importarme así, pero si eso es ser idiota, no me importa.

 

Me levanto para entrar con él como me ha pedido, pero cuando pongo la mano en el picaporte para entrar…

 

-Cavendish - ya, nos vamos … –Anuncia Law en el peor momento posible.

 

-Lo siento Bartolomeo… Pero me tengo que ir… Cuídate, adiós… -Me despido con una sonrisa algo triste, me gustaría entrar y estar con él aunque sólo sea un rato, pero me tengo que ir.

 

-¿Volverás? –Pregunta cuando ya casi me iba a ir.

 

-Claro…

 

Antes de irme me doy cuenta de que el marco de la foto está en el suelo, y como lo vea Kid va a sospechar mucho. Decido abrir la puerta que tengo más cerca y de una patada meter el marco en la habitación. Luego cierro la puerta y voy al salón, donde Kid y Law están con una chaqueta puesta para salir.

 

-¿Él también viene? –Pregunto escéptico, no me creo que se vaya a ir sin decirle nada a su hermano.

 

-Él se va a otro sitio, pero no está en condiciones de conducir … –Responde como si fuera lo más obvio del mundo.

 

-Y como me atropellasteis vosotros, es vuestro deber llevarme … –Termina la frase el pelirrojo. Técnicamente es verdad, pero no sé a dónde va si casi ni puede andar sin que le tiemblen las piernas… -¡Bartolomeo! ¡Me voy! ¡No hagas tonterías y por cualquier cosa me llamas! … –Grita Kid para avisar a su hermano.

 

-¡Está bien hermano! ¡Adiós compañero del moreno! … –Me tomó por sorpresa que se despidiera de mí como si nada. Y ahora que lo pienso, no le he dicho mi nombre, ya se lo diré la próxima vez que nos veamos…

 

-¡Adiós! … –Me despido yo también de él, estoy feliz porque parece haberse tranquilizado un poco. Me doy cuenta que Kid y Law me están mirando sin entender nada, pero paso de ellos y salgo por la puerta.  

 

Continuará …

 

 

 

 

Notas finales:

Y aqui el fin del capitulo nwn hehe, nos leemos en el proximo capitulo, si me dejan review no me enojo XD haha un abrazo psicologico para todos!!!


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