A pesar que Damian recibió la orden de cero entrenamientos, no significaba que el joven aprendiz de héroe no pudiera dar un paseo casual por el inframundo para ver a su amiga Raven.
Gracias a un cristal azul, que la chica bruja les entregó a todos antes de retirarse definitivamente del equipo para que pudieran visitarla, Damian pudo de un momento a otro estar en ese lugar tan horrible; justo a unos cuantos metros de donde se encontraba Raven vigilando el fragmento de cristal que mantenía encerrado a Trigon.
-Es extraño que seas tú quien me visita, Damian.-Exclamo la joven, son su clásico tono neutral sin emociones aparentes.
-Sólo tenía tiempo libre y decidí matarlo viniendo a ver como estabas...-
-Estoy bien Damian... toma asiento y hablemos un poco.
Platicaron por unos cuantos minutos sobre trivialidades, el embarazo de Star Fire y sobre la película de Chico Bestia.
-Así que no fuiste a la Premier de la película...-Interrogó Raven, mientras meditaba, levitando varios centímetros sobre el piso.
-No sé si hice bien en fallarle en esa ocasión. Quiero decir, era importante para él. Incluso Cyborg y Jaime fueron... sólo tú y yo estuvimos ausentes.
-Yo estaba ocupada...-Exclamó al instante para justificarse, pero Damian no se quedó sin responder.
-¡Yo también! Soy alguien demasiado ocupado ¿Sabes?
-Sí, claro. No necesito ni siquiera verte para saber que me estás mintiendo-
-¿Cómo lo sabes?
-Estuve en tu mente, sé cómo piensas Damian. Eres más fácil de leer de lo que crees.
-¡Eso no es cierto!-Enmudeció breves segundos.- Me invitó a la Feria, acordamos vernos en siete días...
-¿Lo volverás a decepcionar?-Cuestionó, al mismo tiempo que interrumpía a Damian.
-¡Esta vez no! También deseo verlo... han pasado casi nueve meses desde que lo vi por última vez...
-Damian...-Raven dudó en hacer la pregunta que tenía en mente, pero en eso, el joven respondió, era como si él también pudiera predecir lo que la joven hechicera iba a decir.
-No lo sé... Ricardo dice que sí, que efectivamente estoy enamorado de Garfield...
-Olvida lo que te dijo Ricardo, ¿qué te dices a ti mismo?
-Sólo una vez en el pasado he creído estar enamorado de alguien... pero lo que siento ahora no es exactamente igual. Esperaba que pudieras hacer una de tus brujerías para ayudarme a entenderlo mejor.
-No lo haré. Si quieres que alguien te saque la verdad busca a la Mujer maravilla y que te someta al lazo de la verdad.
-¡Gracias Raven! ¡Sé que siempre puedo confiar en ti!...-Pronunció con enfado y cierto sarcasmo. Estaba dispuesto a irse cuando fue detenido por su amiga.
-No necesitas de mi magia ni del lazo de Diana, sólo necesitas tiempo. Puedes meditar conmigo si lo deseas.
Damian se sentó frente a Raven mientras hacía la posición de las manos conocida como "Mudra del Chakra de Vishuddha", con la intención de alcanzar la verdad que se escondía detrás de la confusión de sus emociones.
-No debes cerrar completamente...-Raven intentó explicarle a Damian que sus ojos debían estar entre cerrados pero éste la interrumpió.
-Si sé meditar. Necesito concentrarme...-Sentenció Damian en forma de una orden sutil con la intención de callar a Raven, cosa que logró.
Recordó misiones que tuvo en conjunto a Chico bestia: en una ocasión, Damian tuvo que salvarlo de Madame Rouge quien se estaba haciendo pasar por Star Fire con su súper poder de cambio de apariencia y planeaba apuñalarle en cuanto él se distrajese. En otra misión, Robín y Chico bestia fueron separados de los demás por culpa de "El Cerebro" y de Monsieur Mallah haciéndolos caer en un agujero.
Fue gracias a que Chico bestia se convirtió en un gorila que lograron no sólo salir de la trampa sino que también detener a Monsieur Mallah, aunque el Cerebro logró escapar. Recordó la enorme sonrisa que Chico bestia tenía cuando la Liga de la justicia los felicitaron por el gran logro que representaba para ambos haber detenido a uno de los miembros de La Hermandad del Mal más importante.
-Bien hecho, tanto para ti Chico Bestia como para ti Robín, La Liga y yo mismo estamos muy orgullosos de ustedes dos.-Exclamo un enorgullecido Batman mientras le daba la mano a Chico bestia. Damian recordó con tanta fuerza ese momento que incluso él mismo en la realidad sonrió como no lo pudo hacer en aquel momento, principalmente al volver a ver la falsa modestia y la hermosa sonrisa colmilluda de su amigo.
Sin embargo, Damian también recordó, para su desdicha, cuando tuvo que consolar a Garfield por la muerte de Terra a manos de Black Adam un par de meses antes de la disolución del equipo. Chico Bestia estaba destrozado y Damian se volvió a sentir incompetente. El mundo se le vino encima, de nuevo
-Damian, regresa en ti...-Ordenó Raven con una voz ligeramente preocupada.-Damian no sé qué hayas visto pero es sólo un recuerdo. Está bien, sólo un recuerdo...-La chica bruja se silenció al instante mientras abrazaba a Damian en forma de consuelo; el chico sollozaba.
-Garfield... no sabía que decirle cuando Terra murió... yo... sólo le dije "lo siento"... no fui bueno con las palabras cuando él más me necesitó.
-Damian, no era tu culpa; ni tuya ni de nadie. Terra decidió enfrentarse prácticamente sóla contra Black Adam. Ese monstruo era demasiado fuerte incluso para Superman. No había nada que pudiéramos hacer.- El joven héroe escondió su rostro en el hombro de Raven, escondiendo así su llanto.- Todo está bien.
-Él... Garfield no me odia por eso ¿Verdad?
-Por supuesto que no. Él mejor que nadie debe entender que tú ni nadie la podías ayudar.
Permanecieron sentados y fundidos en ese abrazo que le devolvió las fuerzas a Damian y que le reveló lo que debía hacer unos momentos más.
-Gracias Raven. Ahora sé qué debo hacer exactamente. No le digas a nadie que lloré. ¿Está bien?
-Tranquilo, además ¿a quién le podría decir aquí? ¿a uno de los demonios que están caminando sin rumbo? Tus secretos están a salvo conmigo.
-Gracias de nuevo Raven... te invitaré a comer otro día.
-Sabes que no puedo salir de aquí.
-Entonces te traeré unos libros. ¿Eso te parece mejor?-Raven sólo asintió.- Entonces nos veremos otra vez. Adiós.
-Cuídate.-Fue lo único que exclamó la joven bruja mientras volvía a su trabajo de meditación para mantener encerrado a su padre.
[...]
Un portal azul se abrió en la habitación del joven heredero de la fortuna Wayne, del cual salió el susodicho. Frotaba sus ojos para quitarse esa sensación que dejaban las lágrimas tras secarse, a la que estaba tan poco acostumbrado. Instantáneamente se cerró el portal y el chico pudo ver su habitación por completo.
En su cama estaba ese peluche de Superman que había ganado como premio hacía dos años atrás y un peluche de Batman que Chico Bestia le envió como regalo durante su estadía en el hospital. Se tiró encima de su cama viendo perdidamente al techo mientras pensaba en su ex-compañero de equipo.
Tras varios minutos, perdido en la infinita nada de su techo, tomó su teléfono celular y se dirigió a la galería. Después de buscar por unos momentos encontró una fotografía que Chico Bestia le obligó a sacarse tras capturar a Monsieur Mallah. En esa fotografía Damian tenía una cara de enojo común en él mientras que, por el contrario, Chico bestia sonreía como si no pudiera más y abrazaba por el cuello a Robín.
Damian sonrió y exclamo para él mismo un pequeño y casi mudo: "Lo siento mucho...". Acto seguido apagó su celular y cayó dormido, exactamente 3 horas después de haber hablado con su padre.