“Muy pronto noté cuan inútil era intentar guardar mis emociones ante alguien que jamás podría hacerme daño, nunca conocí a alguien así pero, me sentía afortunado aunque algo culpable en el fondo, por que lo pude haber perdido por culpa de mis propios temores”
Ambos chicos sentados en la roca saboreaban un dulce, Gaara estaba aún tan pensativo de lo que el moreno le había dicho que bien pudo ser de lodo con almejas y el ni siquiera lo habría notado.
La luna a Gaara cada vez le parecía mas blanca y luminosa en el pasar de esos últimos días y se preguntaba a que podría deberse tal cosa.
- ¿Sabes Gaara?, para ser honesto yo no imaginé que aceptarías venir.
- Me extraña, por que cuando lo dijiste...
- Sí lo sé, soy muy entusiasta pero la mayoría de las ocasiones sé que las personas me darán un negativa, pero como dice Guy-sensei “No pierdes nada con intentar y mucho con no probar”
-Darte...¿Negativa?- le miró interrogante.
- Ser un ninja dedicado al Taijustu implica pasar gran parte de mi día entrenando y estudiando artes físicas para no tener debilidades, pero ese estilo de vida no es para todos, entonces mis entrenamientos son solitarios y cuando tengo tiempo de otros entretenimientos la mayoría de la gente ya tiene sus planes...¡Por eso me dio gusto que aceptaras!
- Pues ya somos dos, empezar a ser Kazekage desde los 16 suena bien pero se llevo gran parte de mi tiempo libre, aunque para serte franco no es que haga muchas más cosas que entrenar un poco y pensar por las noches.
- Sí lo imaginé, por eso mismo dude en invitarte, pero mira que hemos sido bendecidos con esta vista.- sonrió.
- Lee...¿Somos amigos?- dijo dudoso Gaara
- Por supuesto, la duda ofende.- hizo puchero gracioso en un intendo de ofendido.
- Sí, lo siento.- sonrió Gaara mostrando los ojos mas brillantes que en su vida había visto Lee, de tal modo que hasta que gara volteó su rostro de nuevo al lago el chico dejo de verlos. Sí fue rara esa sensación de profunda sorpresa que tuvo Lee al ver la sonrisa dle pelirrojo pero nada que el pudiera percibir como fuera de lugar.
Al cabo de unos minutos más el chico de cejas tupidas propuso regresar y aunque no quería volver a subir al “expreso a infierno” le dio vergüenza pedir ir en su arena con la buena disposición y la amabilidad que le había expresado Lee en esa día.
Estaban a tan solo unas cuadras de llegar a la mansión de Gaara cuando de pronto vieron por allí caminar no muy lejos a Temari acompañada de Shikamaru.
- Es Temari.- dijo un tanto sorprendido Gaara.
- Oh-oh es Shikamaru.
- Sucede algo con él.- le preguntó Gaara.
- No,solo... no le va gustar mucho esto, veras como comentario le dije que quería mostrarte un lugar y el severamente me regaño diciendo “no le quites tiempo a lord Kazekage que esta no es nuestra aldea” y...si nos ve...
- Vaya ¿Y quién es él para decidir que hace el Kazekage con su tiempo?- dijo Gaara indignado pero a Lee más bien le pareció gracioso.
- No es nadie, ni yo lo soy pero...evitemos problemas por que no nos ocultamos allí en lo que pasan la calle.- proponía Lee señalando un restaurante.
Cuando pasaron la rubia y el chico de coleta los otros dos observaron en silencio con las caras escondidas tras una jardinera.
- No sabía que mi hermana conversaba con los aliados hasta tan tarde.- dijo el pelirrojo,a lo que Lee le miro una mirada al principio interrogante y luego incrédula.- ¿Qué?
- Creo, Gaara.- dijo cuidadosamente.-que ellos están en una cita.
- ¿Y? Yo también estoy en citas con los nobles aliados de la aldea.
- No citas de negocio Gaara sino, bueno no estoy totalmente seguro pero creo que es una cita romántica.
- ¿Y la diferencia es?- pregunto muy serio y sobrío poniendo a sudar al moreno.
- Bueno que...pues que...-no sabía por donde empezar.- que en las citas de negocios comen, pasean y demás pero hablan para llegar a acuerdos monetarios, de comercio, tácticos, políticos o que se yo pero...una cita romántica es para pasar el rato con una persona que quieres conocer y sentirte feliz conviviendo con ella.
- Entonces ¿Tú y yo estamos en una cita?.- dijo Gaara, no es que fuera un tonto desentendido,pero a lo largo de su juventud llena de responsabilidades tuvo que dar un abismal salto de la infancia a la madurez adulta sin pasar realmente por todas esas cosas juveniles que otros entendían.
Lee se sobresaltó, no quería que con lo confundido que estaba el ojos de jade le tomará a mal una tajante negativa pero entonces ¿Que decir?
- Más o menos ¿Pero es más como una cita de amistad?..esto, solo..así.
- Ya veo, entonces es bueno tener una cita que no sea de negocios.
Finalmente llegaron a la casa de Gaara y Lee cortes como siempre se despidió y volvió a quedar un poco absorto cuando Gaara le contesto el saludo con esa mirada brillosa.
Al día siguiente Gaara se despertó como si un refrescante aceite de mente se le hubiera untado en el alma. No importó que estuviera un poco nublado el incluso avanzó notablemente a sus labores y termino de repartir misiones mucho más rápidamente que de costumbre, algo que dejó más tranquilo a Kankuro quien ahora estaba más preocupado por Temari quien había llegado algo tarde.
Apenas se hizo tarde y el alboroto empezó en la casa de los hermanos
- ¡Gaara! ¡Tu que eres el Kazekage has que esta niña entre en razón!- reclamo el castaño.
- ¿Y ahora de que hablas?- preguntó el pelirrojo que apenas había puesto un pie en el comedor.
- ¡Nada! ¡Está loco! A el nadie le dijo nada cuando estuvo en sus diesiceis cambiando de novia como de marioneta, por no decir como de calzonez.- alzó la voz la rubia desde su silla.
- Al menos yo no me pasee con ellas por toda la Aldea.- dijo avergonzado Kanku.
- Pues hazte a la idea por que no soy de la clase de chicas que deja que jueguen con ella o que juega con lo sentimiento de los chicos, yo realmente quiero algo serio con él, ya me ha demostrado que vale la pena.
- ¡Qué desvergonzada! - volteó el rostro a Gaara quien apenas podía seguir el hilo de la conversación o, mejor dicho de la discusión.-Figúrate Gaara que quiere invitarlo a cenar, ¡No! Lo peor es que ayer estuvieron hasta tarde en una cita. ¡Solos! ¡Sin chaperón!
-Ya lo sé, los vi.- dijo Gaara tomando su lugar en la mesa. Y dejando sorprendidos a los mayores.
- ¡¿Nos viste?!
- ¡Ja! Te ha pillado.
- ¿Pero como es que...? ¿Nos espiaste?
- No me los tope sin intención.
- ¿Donde estabas?
- En una cita.-dijo llevando sé un bocado a la boca dejando perplejos a sus hermanos.
-¡¿Qué?!
“ Podría jurar que podía ver el mar, si es cierto que los ojos son el espejo del alma me pregunto que mar de sentimientos guardaba Gaara en su ser que se reflejaba en esos ojos, era tonto pensar algo tan poético de una mirada pero hasta la fecha no los puedo quietar de mi mente”