“Los malestares como la jaqueca y el hambre poco o nada se podrían comparar con las formas en las que mi cuerpo se sentía cuando estaba nervioso u ofuscado, por eso cuando Temari me dijo 'Eso no es nada, aún te falta lo más complicado' no creí que hablara en serio...”
¡¡Felicidad!! ¡¡Orgullo!! ¡¡Perplejidad!!??
EL pelinegro no encontraba la forma más exacta de explicar lo mucho que le había gustado su reciente amistad con Gaara, para ser honesto si alguien en el mundo le hubiera dicho hace unas semanas que podría encontrar a un amigo así de genial en esa misión lo abría tomado por mentiroso, y eso que Lee pecaba de optimista.
Se encontraba en su habitación recostado, la noche se sentía extremadamente acogedora y pensaba aprovecharla al máximo por que el día siguiente tendría guardia en la mañana de nuevo, a pesar de llevar en el estomago nada mas que la comida rápida que había comido en la casa del pelirrojo se encontraba satisfecho, de hecho su estomago se sentía como lleno de soda burbujean te, al parecer la Aldea de la Arena y su arrollador sol ya no le dejaban tan agotado como al principio, de algún modo muy en sus adentros deseaba que esa misión durará mucho más que ninguna otra.
En la mansión Kazekage se escucha entrar a la rubia y caminar hasta la sala donde el menor de los Sabaku esta sentado en el sofá con las piernas abrazadas como lo solía hacer de niño pero con ojos pensativos y semblante apacible.
- Gaara ¿Cómo estas?- Saludó la chica.
El pelirrojo reacciono y giró la cabeza para mirarla , no sabía de que humor estaría después de su estraña conversación esa mañana o más bien su discusión.
- Bien.- le respondió al final.
Hubo un silencio incomodo, la rubia finalmente se sentó al lado del Kazekage, después de un minuto suspiró y lo miró.
- Supongo, que a veces olvido que ya eres un adulto, muy joven aún, pero un adulto.
- Perdón por lo de la mañana. Supongo que pude ser más amable.
- Esta bien. Y ¿Qué tal te lo pasaste? Estuviste con alguien imagino.
Gaara ante la interrogativa se sonrrojo muy levemente, dio un respingo ligero casi invisible para quien no lo conociera pero...Temari, su hermana mayor, lo conocía muy bien.
- Si no piensas decirme nada esta bien.- prosiguió la rubia sonriente por la curiosidad.
Mientras, al pelirrojo le corrían extraños pensamientos por la cabeza.
“No es que visitar Lee sea un secreto, ¿Entonces por qué no me resulta tan sencillo decírselo a Temari? ¿Será que me siento inseguro? ¿Pero de qué? Hoy mismo me atreví a decirle la él o especial que me resultaba nuestra amistad, no creo que nadie pueda dudar que alguien como yo tenga un amigo cercano, aún así...”
- Gaara ¿Me estas escuchando?- le preguntó discreta al ver que su pequeño hermano volvía a perderse en sus pensamientos.
- Sí...lo pase bien, gracias. Ummm...Temari ¿Sabes? yo...
- ¡Buenas Hermanos!- llegó Kankuro animado interrumpiendo a Gaara y provocando como de costumbre la profunda ira de la rubia quien creía estar a punto de sacarle algo a su hermanito.
- ¡Buenaas!- Respondió de mala gana la chica.
- Buenas.- dijo el pelirrojo.
- Este...¿Llegué en mal momento?- dijo el castaño al notar la cara de ambos y la voz de contestación de su hermana.
- Nooo ¿Tú? ¿Pero cuándo?- dijo sarcástica la rubia levantándose y yendo hacia el comedor. - voy a cocinar algo para la cena.
- Oye, últimamente estas muy irritable, dile al “chico problemas” que ya no te ponga de malas.
Le siguió Kankuro y la chica ya ni se molesto en contestar. No era el estilo de Gaara seguir a sus hermanos pero también fue al comedor. Mientras a él le habían dejado la tarea de pelar verdura, Kankuro limpiaba el arroz.
- Temari ese shinobi que frecuentas ¿Qué sientes por él?- preguntó Gaara apacible y de la nada dejando unos instantes congelada a Temari y muy risueño a su otro hermano.
- ¿C-co-cómo que qué siento? Esto...pues...me resulta interesante estar con él... y emm...-Temari no era temerosa de sus sentimientos pero platicarlos con Gaara era como hablar de sexo con un niño por primera vez, él comprendía pero no con metáforas o frases poéticas por lo que tenía que buscar palabras claras, sin embargo decir “lo amo” era un tanto...
- Mírala Gaara, es obvio que le fascina el sujeto ese.- dijo Kankuro codeando a Gaara.
- ¡Cállate!
- Entonces te agrada bastante su compañía ¿no?- prosiguió el pelirrojo.
Temari suspiró y supuso que como chica madura debía hablar sin tonterías y aguantar las burlas del castaño por el bien de su hermanito, incluso por el bien de si misma si su relación se volvía seria.
- Es algo más...complicado que eso, por ejemplo, yo disfruto de la compañía de ustedes dos, pero la de él...es como si la necesitara.
- Y no dudo que a “Naara” le pase igual, ese tío parece mudo conmigo pero con Temari es locutor de batallas, mira que soportar a alguien con su temperamento....- agregó Kanku.
- Pues sí, admito que mi carácter no es suave o dulce con el de la mayoría de la chicas, pero él hecho de que él lo aprecie, querido hermano, denota su inteligencia y lo hace aún más ESPECIAL.- cuando dijo eso la rubia hizo que el pelirrojo recordara lo que le había dicho al moreno ese día.
- Como sea, antes de que los ninjas de Konoha se retiren, que hasta ahora no parece que sera tan pronto, quiero invitarlo a comer a la casa, vendrá en calidad de amigo y encargado de lo reclutas de Kohoha, y quiero pedir con todo el corazón que os portéis respetables como la familia de un Kazekage debe ser, sé que no pido demasiado ¿Verdad?- sentenció con la mirada Temari.
Ambos asintieron con la cabeza y así el almuerzo se llevó a cabo silenciosamente hasta que antes de retirarse de la mesa Gaara quiso decir algo.
- Y pues, ¿Puedo yo también invitar a alguien a la cena?
Los mayores se miraron entre sí a los ojos y luego a Gaara muy perplejos.
- Claro que sí Gaara.- dijo el castaño.- Siempre es grato tener más amistades en la mesa.
-Gracias.-se levantaba el pelirrojo.
- ¿Podemos saber de quién se trata? Quiero decir ¿Es alguien nuevo?- apresuro antes de que se fuera.
- En cuestión no, le conocen desde hace años. Buenas noches.- se fue con una pequeña sonrisa a su habitación.
Fueron minutos extraños, Kankuro fue a lavar los platos de la cena y aunque a Temari no le tocaban decidió ayudarle con el mero afán de poder conversar aquellos recientes sucesos.
- Oye, ¿Quién imaginas tú esta dejando en tan extraño modo a nuestro Gaara?.- preguntó Temari.
El castaño sonrió.
-Estoy casi seguro de que debe estar entre los ninjas de Konoha. Antes de su venida a Tsuna Gaa-chan no mostraba ningún comportamiento diferente.- dijo finalmente el chico.
- Sí, eso pensaba yo también, el que dijera que le conocemos desde hace años no ayuda demasiado, casi todos son de edades parecidas por lo que probablemente conocemos a la mayoría desde hace un tiempo.
-Um.- hizo mueca de sonrisa Kakuro.
- ¿Cómo puedes estar tan liviano?. - Recriminó la rubia.
- Ay vamos, admite que hasta cierto punto es emocionante investigar quien corteja a Gaa-chan.
- Mejor dicho, a quién corteja ¿No?
- ¿Hablas en serio?-le miró enfadado.- Es ''GAARA'' no nos dirigiría la palabra a nosotros si no viviéramos y trabajáramos en el mismo lugar.
- Puede que tengas razón.
La mañana siguiente puede que fuera una de las más bellas hablando del clima en Tsuna, pero alguien allí no se sentía con la vitalidad de siempre o, por lo menos algo no estaba como siempre en su persona.
- Hey Lee, hoy de corresponde la parte norte- dijo el pelinegro de coleta que estaba sentado a la cabecera de la mesa del comedor general.
- ¿Eh?, Oh, sí, entendido.-respondió Rock serio saliendo de sus pensamientos, pero todos en la mesa voltearon a verle extrañados.- Umm, ¿Pasa algo?
- No, no pasa nada, ¿Estas a dieta de gritos hoy?- dijo uno de los presentes.
- Claro que no, me distraje un poco y me disculpo por ello. ¡Comprendido!
- Como sea.- prosiguió Shikamaru.- ya que estás aquí quería comentarte que me llegaron informes de que alguien de nosotros o por lo menos de nuestra aldea ayer peleo con un chunin de Tsuna en presencia del Kazekage.
“¡Que chismosos!” pensó Lee mientras continuaba sin decir palabra.
- ¿Qué no está eso prohibido?- dijo la oji perla inocente.
- Sí, lo está.
Lee pasó saliva
- Bueno...yo...esto, ¡Voy a la guardia! ¡Compermi...
-¿A dónde tan rápido?- le detuvo Shikamaru.
- Emm...pues... ¡¡Gomenasaiii!! ¡¡Fui yo!!- se disculpó el cejudo inclinando medio cuerpo pues ya no podía más con la presión.
- Lo sé, tu descripción es la única que encajaría con el perfil. Alto, cabello negro corto demasiado peinado, atuendo llamativo verde con naranja, y unas especisímas cejas.- leía el chico de coleta uno de los papeles.
- Es que retaban a Gaara. Y yo ...sentí mi deber...
- Lo que sientas no es argumento.- dijo uno de los presentes.
- Pero...-se defendía Lee.
- Pero nada, hablaré de esto después con el Kazekage para ver que no causaste algún alboroto innecesario.- dijo Shikamaru.
- Sí claro, pero que sea de verdad con el Gaara y no con su hermana.- se enfadó el cejudo haciendo entre enojar y avergonzar a Shikamaru.
- Eso es asunto mio, y por favor se más respetuoso, nada de “Gaara” es Lord Kazekage.- dijo retirándose de allí.
Y entonces fue Lee quien se ruborizó completamente. “No me di cuenta que lo había mencionado por su nombre”.
La audiencia estaba perpleja, Rock Lee podía ser muchísimas cosas : raro, bobo, despistado, demasiado optimista y sonriente para ser un ninja, ruidoso, chistoso, excesivamente honesto pero...INDISCIPLINADO Y RESPONDÓN ?? eso jamás.
Fue aún mas raro verle salir también sin decir ni pío.
“ Mi estomago, estoy enfermo, ¿Qué hago? Yo solo dije la verdad ¿Que quería? ¿Qué no defendiera a Gaara?”
'Eres más especial de lo que creí' esas palabras resonaron en su cabeza haciendo que sonriera se le colorearan las mejilla y se la agitara el estomago.
-EH?! Aaaaaaah!!- se tomo la cabeza entre las manos cuando reaccionó después de unos segundos.- Necesito un respiro o quizá mas entrenamiento, estoy...enfermo??, ¡¡si el alcohol no me hiciera daño...!! ¡Aaaah!
Sí los sentimientos bonitos suelen cambiar drásticamente a cualquiera.
- Hola Gaara.- dijo Kankuro al ver a su hermano salir como siempre hacia la ducha.
- Myu buenos días Onii-chan.- caminó Gaara con un semblante tan sereno que casi parecía ir flotando con un rostro de satisfacción.
“Acaso me dijo ¡¿Muy buenos días Onii-chan?!” dijo Kankuro con ojos de Huevo.
Estaba a punto de salir de su casa como siempre para llegar a su oficina pero recordó y rápidamente volvió a su habitación a ponerse el colgante que le habían obsequiado, eso no paso desapercibido para la rubia quien hizo su jugada.
- ¡Vaya!- dijo y alargo su mano para tocar el dije del pelirrojo.- Que alaja tan interesante ¿Donde la con...
- ¡No la toques! ¡Es mía!- Gaara retrocedió un par de pasos arropando al dije con sus manos de forma tan sorpresiva y posesiva que a Temari le pareció vivir un dejavú de cuando Kanku intentaba robarle su osito a Gaara.
- ¡Calma! No iba a robarlo.
Gaara se avergonzó de si mismo por su reacción pero no dijo nada por unos instantes.
- Ugh...Ya me voy, Con permiso.- Salió de su casa.
“Estaré enfermo, tal vez el café...es como si hubiera vuelto a mi antiguo yo” se cuestionaba el ojos de Jade.
“Y poco a poco las cosas se volvían más confusas en lugar de más claras, parecería una bonita enfermedad”