Kuroko estaba a punto de ir a su casa cuando vio que una cabellera pelirroja se acercaba a él.
-Kuroko, te estaba buscando.-Dijo con una sonrisa.
-Me alegra que estés aquí, de hecho quería hablar contigo.
-¿De qué se trata?
-Creo que al fin tengo la respuesta a tu confesión.
-¿Y cuál es?.-Pregunto con un poco de temor.
-Me gustas mucho, pero no de esa manera, lo siento, pero no puedo corresponder a tus sentimientos, eres uno de mis mejores amigos pero no te puedo ver más allá de eso, no tengo sentimientos románticos por ti, de verdad lo siento mucho, Kagami-kun.
-¿Estás hablando enserio?.-Pregunto con la voz un poco quebrada.
-Lo siento, pero de verdad no puedo quererte como tú a mí.-Le contesto Kuroko con la misma voz.
-Estás enamorado de Akashi, ¿verdad?.-Pregunto Kagami, sabiendo que la respuesta lo destrozaría aún más.
-Sí, Akashi-kun me gusta.-Confeso en voz baja, pensando que de esta manera le haría menos daño a Kagami.
Narra Kagami:
Su respuesta fue casi imperceptible, sé que lo hizo así para que no lo escuchara y sufriera más, sin embargo quería escuchar esa respuesta, estaba consiente desde el comienzo que el sentía algo más por Akashi, pero aun así quería dar mi mayor esfuerzo y tratar de enamorarlo, sin embargo fracase, no pude hacer nada, cada minuto que compartimos juntos me fui enamorando más de él, en verdad soy un tonto.
-Lo entiendo.-Dijo Kagami con los ojos cristalizados.
-De verdad lo siento mucho Kagami-kun.-Contesto Kuroko con lágrimas recorriendo sus mejillas.
-Kuroko no llores, sé que fui un tonto por enamorarme de alguien que ya amaba a otra persona, pero a pesar de eso no me arrepiento, gracias por dejarme estar junto a ti.
-Kagami-kun, perdón.
-¿Te puedo pedir una última cosa?.-Pregunto el pelirrojo.
-Si, dime.
-¿Me podrías dar un abrazo?
Kuroko no se negó y lo abrazo, no supo cuánto minutos estuvieron abrazados pero estaba bien, ambos sabían que probablemente ese fuera el último que se darían, Kuroko no podía parar las lágrimas, se sentía culpable de hacer sufrir a Kagami, era algo doloroso para él.
-Gracias por estar conmigo Kagami-kun.-Dijo el peliceleste tratando de secarse las lágrimas.
-No, muchas gracias a ti Kuroko.-Dijo mostrando una sonrisa en la cual trataba de esconder todo el dolor que sentía.
-Sé que es algo cruel y envidioso de mi parte pero, ¿podemos seguir siendo amigos?.-Pregunto Kuroko mirándolo a los ojos.
-Eres increíble Kuroko, me rechazas y me pides seguir siendo tu amigo.-Dijo Kagami riendo.
-Yo…
-Es broma, claro que lo seguiremos siendo, después de todo soy uno de tus mejores amigos, eso dijiste, ¿no?
-Eres increíble Kagami-kun.-Dijo mostrando una tierna sonrisa.
Estuvieron bastante tiempo conversando de cosas triviales y cuando se dieron cuenta ya era de noche.
-Vaya, de verdad se pasa el tiempo volando a tu lado.-Dijo Kagami.
-No me di cuenta que anocheció.
-Creo que es mejor que te acompañe a tu casa.
-Gracias, pero no me gustaría causarte más molestias.-Dijo un poco apenado.
-No hay problema, después de todo somos amigos.-Dijo sonriendo.
-De verdad no quiero molestarte.
-Bueno creo que ya no hace falta que vaya contigo.-Dijo Kagami mientras señalaba a una persona.
-Buenas noches.-Dijo Akashi con voz seria.
-Bueno, yo me retiro, nos vemos Kuroko.-Dijo mientras le daba un abrazo al peliceleste.
-Hasta luego Kagami-kun.-Decía mientras correspondía al abrazo.
Cuando estaba a punto de irse se acercó a Akashi y le dijo en voz baja.
-Cuídalo bien, si le haces algo no te lo perdonare.-Dijo serio.
-Ni yo mismo me lo perdonaría.-Contesto con voz firme.
Después de eso Kagami se marchó y Akashi se dirigió hacia donde estaba Kuroko.
-¿De que estaban hablando?
-Estábamos hablando de cosas sin importancia.
-¿Le dijiste algo?
-Yo le di una respuesta acerca de su confesión…
-¿Cuál fue tu respuesta?.-Pregunto con emoción.
-Le dije que me gustaba pero no de la misma manera que yo a él, que no lo veía de manera romántica, pues la persona que me gusta eres tu Akashi-kun.-Dijo Kuroko con vergüenza.
-Entonces mis sentimientos si fueron correspondidos al final.-Dijo esbozando una sonrisa.
-Sí, estoy enamorado Akashi-kun.
-Me alegra escuchar eso, yo también estoy enamorado de ti.
Ambos se fueron acercando lentamente hasta que sus labios se rozaron para luego poder unirlos en un lindo y cálido beso, estuvieron así hasta que sus pulmones les exigieron aire.
-Kuroko.-Dijo el pelirrojo con una sonrisa.
-¿Qué pasa Akashi-kun?
-¿Te gustaría salir conmigo?
-Estaría encanto de hacerlo.-Dijo con un leve sonrojo en sus mejillas.
Ambos se volvieron a acercar para besarse, era uno de esos besos en los que no necesitas decir nada para poder expresar los sentimientos, ellos sabían que se amaban uno al otro, eso estaba más que entendido.
Akashi y Kuroko comenzaron a salir desde ese día, la mama de Kuroko los felicito por su relación y estaba muy orgullosa de que su pequeño hijo al fin hubiera encontrado alguien con quien se encontraba tan feliz, la familia de Akashi al comienzo reacciono de mala manera, pues no podían creer que su pareja fuera un hombre, sin embargo él dijo que no renunciaría a Kuroko y se impuso ante su padre, al final terminaron por aceptar la relación.
Kuroko y Kagami siguieron siendo amigos, al principio a Akashi no le parecía del todo bien que su novio se llevara tan bien con su ex-pretendiente, le daban muchos celos al verlos juntos, conforme fue pasando el tiempo empezó a tolerar a Kagami hasta tal punto que al final se volvieron buenos amigos.
Kise al enterarse de la relación de sus dos amigos se puso muy feliz y como era de esperarse los felicito y apoyo en todo lo que necesitaran, después de todo él había apoyado en gran medida a que estuvieran juntos así que le estaban muy agradecidos.
Los años pasaron y ellos siguieron estando juntos, desde que eran unos adolescentes hasta ahora que ya eran unos jóvenes adultos. Después de trabajar y ahorrar por tanto tiempo habían juntado el dinero suficiente para poder comprar su propia casa.
-Akashi-kun, está en la última caja.-Dijo el peliceleste quien acababa de terminar con las cosas de la mudanza.
-Muy bien, ahora solo falta acomodar todo esto.-Dijo el pelirrojo mientras acomodaba un poco de ropa.
-Bien, hay que apurarnos.-Comento con una alegre sonrisa.
-Oye, ni creas que te iras nada mas así.
-¿A qué te refieres?.-Pregunto tratando de hacerse el desentendido.
-No finjas, sabes que aún me debes mi beso.-Dijo fingiendo estar molesto.
-No yo no recuerdo nada de eso.
-Kuroko Tetsuya, eres un tramposo.
-Claro que no.-Dijo Kuroko mientras hacia un puchero muy infantil.
-Ven aquí.-Le dijo Akashi mientras trataba de atraparlo.
-No, claro que no.-Contesto el más pequeño mientras corría por la casa.
-No huyas cobarde.-Gritaba Akashi mientras reía.
-Jamás me atraparas.-Replicaba Kuroko.
-¿Quieres apostar?.-Akashi corrió más rápido hasta lograr alcanzar a Kuroko.
-No es justo, otro intento.-Le decía su pareja mientras trataba de escapar.
-No hasta que me des un beso.
Al final Kuroko termino cediendo y beso a Akashi, después de eso decidieron tomar un descanso y se sentaron en el sillón, Akashi abrazo a Kuroko y le dijo…
-Sabes, hoy me puse a recordar.
-¿Qué recordaste Akashi-kun?
-Lo que nos dijimos al salir de secundaria.-Dijo con una sonrisa melancólica.
-¿Te refieres a la promesa?.-Pregunto mirándolo a los ojos.
-Sí, NUESTRA PROMESA.
Ambos sonrieron al recordar esas palabras, Akashi beso a Kuroko y este correspondió al beso, ambos eran muy felices juntos, se amaban y eso era lo que más importaba.