Extraño esos momentos en los que Yuu-chan no tenía una relación. Éramos solamente él y yo; sé que suena muy egoísta, pero desde que lo conozco me ha gustado, y no solo eso. Me atrevo a decir que desde hace mucho tiempo lo amo.
Me gustaría que tomara en cuenta mis sentimientos cuando habla conmigo, aun que sé que no lo hace porque no sabe que lo quiero, y tampoco quiero que lo sepa. Si se enterase de ellos estoy seguro que tal vez se alejaría de mí, y es lo que menos quiero.
Pero, desde que comenzó a salir con Shinoa hace un año, es tan rara la vez que salimos. En la escuela casi siempre hablamos en la hora del almuerzo, y no habla mucho de ella; a excepción de cuando pelean. Hay veces en las que se va con ella, entonces me la paso el receso con Lacus y René, a pesar de que me caen bien, yo preferiría pasarla con Yuu-chan.
En fin. Con esos pensamientos y recuerdos comencé a caminar a mi casa, ya que la hora de salida ya había sido hace rato.
Oh, joder, había olvidado mi libro de ciencias en mi butaca, y nos habían dejado tarea de esa materia y en el libro.
Me dirigí de nueva cuenta a la escuela, cuando veo a Yuu-chan con su tan linda novia.
—A que ni lo logras—, exclamó Shinoa, y se retiró.
La vi irse entre enojada y feliz. Cuando posé mi mirada en Yuu-chan, este tenía una expresión también molesta, y de sus ojos salían lágrimas. Cuando noté eso corrí a donde Yuu-chan.
—¡Hey!, ¿Estás bien, Yuu-chan?
Él tapó su rostro con sus manos, negando con la cabeza.
Lo atraje a mi cuerpo, abrazándolo para decirle que tenía mi apoyo, acariciando su cabello rebelde. Siempre me ha gustado abrazarlo, sin embargo ahora lo hago solamente cuando se encuentra triste, como en este momento.
—Ya, ya no llores Yuu-chan—, le dije después de rato.
Esperé unos minutos más, y su llanto cesó.
—¿Qué es lo que pasó?—le pregunté con voz dulce, mientras limpiaba algunas lágrimas de sus mejillas.
—He peleado con Shinoa, y ha terminado conmigo. Lo que me dolió es que me dijo que en mi vida no podría conseguir a alguien más.
¿¡Pero qué cosas dice esa enana!? Tiene la suerte de tener ante ella a uno de los chicos más deseados del instituto, y le dice eso. ¡Y lo peor es que Yuu-chan le cree!
—No le hagas caso, muchas veces se te han declarado, ¿No?
—Pero tal vez tiene razón.
—Que te digo que no, Yuu-chan.
—Me gustaría que ella sintiera lo que yo he sentido.
—El karma es justo, Yuu-chan. Cada quien tiene lo que se merece, y ella obtendrá lo que está buscando.
—Lo sé... pero aún así me gustaría que volviéramos—, sollozó.
—Humm... ¿Por qué no la pones celosa? Así ella siente un poco lo que te ha hecho, y vuelves con ella.
—¡Es buena idea!, muchas gracias Mika.
—No hay de qué—. Aun que en realidad dije lo primero que se me vino a la mente. No sé si haya sido un buen consejo, pero no quiero ver a Yuu-chan llorar.
—Pero... no quiero herir a nadie, ni usar a nadie para eso.
—Usa a alguien que quiera ser usado, que no le importe en absoluto, o que odie a Shinoa.
—Es buena idea, pero no creo que alguien quiera hacerlo, o que a alguien no le importe; y esas personas que le odian no creo que estén dispuestas a solo estar conmigo para hacerle daño si quiero también volver con ella.
—Tal vez... ¿No es para ti?—ya no sabía cómo ayudar a Yuu-chan. Pero... Se me acaba de ocurrir algo—. Oye, Yuu-chan, si gustas puedo ayudarte yo—, respondí antes de que pudiera hablar. A mí no me importaría ayudarle... es más, me gustaría... y en cierto modo odio a Shinoa. Bueno, no la odio, más bien la envidio; así que en mí están las tres opciones de personas que le di a Yuu-chan—. Pero si te molesta que sea yo, entonces puedo ayudarte a buscar a alguien más.
—Mika, ¿en serio harías eso por mí?
—¡Claro!, eres mi mejor amigo.
—Pero, ¿no te molesta?
—No, Yuu-chan.
—P-pero... p-para ponerla celosa, necesito besar y abrazar a alguien frente a ella, ¿Estarías dispuesto a hacer eso?
—Que te digo que sí, solo vamos a actuar.
Aun que yo no quería actuar.
—Eres el mejor amigo del mundo, ¿lo sabías?
Sonreí.
—Lo sé—, mentí. No soy el mejor amigo del mundo. Estoy enamorado de mi mejor amigo, eso arruina todo.
Porque sé que jamás podrá enamorarse de mí.
—Aunque, Yuu-chan... te ayudaré con una condición.
Yuu-chan hizo un puchero muy adorable—, ¿Cuál?—cuestionó.
—Que volvamos a salir como antes de que tu y Shinoa se hicieran novios. No tiene que ser tanto como antes, pero humm... Un poco más.
Hubo un corto silencio, que Yuu-chan mató.
—Lo siento, Mika. He sido un muy mal amigo, te lo prometo—, dijo Yuu-chan alzando su meñique.
Junté mi meñique con el suyo, y le sonreí.
—Gracias, Yuu-chan.
—No, no. Siento no hablar contigo tanto como antes—. Separamos nuestros meñiques, y me dijo eso.
—Ya deja de disculparte, Yuu-chan. Es normal que sea así, pues es tu novia y quiere atención—, reí—. Pero extraño un poco tu amistad.
—Eres tan comprensivo—, me sonrió, y le devolví la sonrisa.
El día la pasamos juntos, mientras intentaba animarlo. Me encanta pasar el tiempo con Yuu-chan, lo he extrañado mucho a pesar de que nos vemos cinco veces a la semana.
Aun que antes nos veíamos todos los días