Cuando la mañana llegó, esperé a Yuu-chan unas cuantas cuadras de la escuela, donde nos separamos para ir a nuestras casas; una vez que llegó a nuestro ahora usual punto de encuentro, tomé su mano y nos dirigimos a la escuela.
Siempre que llego poso mi vista en Shinoa, y Yuu-chan también suele hacerlo; sin embargo ayer no lo hizo, y tampoco hoy.
Nos sentamos uno al lado del otro, y comenzamos a charlar en lo que las clases comenzaban. De vez en cuando me pidió permiso Yuu-chan para besarme, y yo me atreví a besarle también.
No sé por qué aún me pide permiso para hacerlo, si se supone que lo estoy ayudando.
Pero me siento un poco mal de ayudarle, y sentirme tan bien al sentir sus labios en los míos, de sentir sus brazos rodeándome, de sentirlo más cercano a mí.
Creo que este día ya he suspirado unas diez veces.
Y Yuu-chan se dio cuenta de que algo me pasaba. De camino al café, pasó su brazo por mi cuello, y preguntó:
—¿En qué piensas?, te he notado un poco extraño.
—No es nada, no te preocupes, Yuu-chan—, respondí regalándole una sonrisa media.
—Aun que no lo creas, sé distinguir muy bien tus sonrisas.
—Sí, claro—, reí.
—Bien, no sé hacerlo, pero sí sé distinguir cuando no te sientes feliz, ya dime lo que te pasa, por favor... confía en mí.
—Es que no es que no confíe en ti, Yuu-chan, no me pasa nada.
—Mika... humm... sé que he sido un mal amigo, te he notado diferente desde hace mucho tiempo, y no he hecho nada al respecto. No te he preguntado cómo estás estos días, ni cómo te sientes.
Escucharle decir eso me hizo sentir bien. Sí, desde hace un año me he sentido un poco triste, por aquella lejanía que he sentido entre Yuu-chan y yo.
—Además has actuado muy diferente conmigo desde hace más tiempo, tal vez unos cuatro años.
—¿Diferente?
—E-es solo que extraño tu sobreprotección, t-tus abrazos a todas horas, y tus besos en mi frente cuando nos encontrábamos en la escuela.
—¿Extrañas eso?—me sentí realmente feliz escucharlo decir eso. Pero, siempre me había dicho que no le gustaba el tan gran contacto físico que usaba con él, así que esa es la razón de que dejara de hacerlo
—Sí, pero me daba un poco de vergüenza decírtelo.
—Creí que no te gustaba.
—C-cambiando de tema, sobre lo que quería hablar...
Ya habíamos llegado al café, antes de que siguiera hablando Yuu-chan, una mesera vino y nos dijo que si queríamos pedir algo, ambos pedimos una bebida y un postre.
—¿Y?
—Bueno... estuve pensando acerca de n-nuestros besos... yo ya había dado mi primer beso, pero... ¿tú?
Es evidente que no lo he dado, Yuu-chan sabe que no he tenido pareja nunca, y que a decir verdad 'nunca me ha gustado nadie'.
—No...
—Tenía la esperanza de que ya lo hubieses dado—, suspiró. Iba a preguntar la razón de ello, pero me ganó la palabra—. Siento haberte quitado tu primer beso...
Hubo un largo silencio. No supe qué contestarle. No podía decirle que me había encantado la idea de que mi primer beso hubiese sido con la persona que amo, la cual es él.
—Dime, ¿cómo te hubiera gustado que fuera?
—¿Romántico?—admití.
—Y... ¿Te hubiera gustado que te lo den o tu darlo?
—Bueno, eso me da igual... aun que si es alguien que sabe besar mejor que yo, me hubiera gustado que esa persona me lo diera; sin embargo, si hubiese sido tan ignorante como yo en esos aspectos del amor—, reí ante lo que dije—, me hubiera gustado darlo yo.
Yuu-chan pareció pensar con la información que le había dado, las cosas ya habían llegado, y él no había tocado nada de su comida y bebida. Yo ya iba por la mitad.
—Nada cambiará el hecho de que yo te d-di tu primer beso...—Yuu-chan tenía las mejillas sonrojadas, se ve tan lindo cuando tiene esas expresiones en su rostro—pero me siento mal de eso... Mika... humm... E-eres la persona a la que más estimo, y en la que más confío; también me g-gusta mucho pasar tiempo contigo, eres agradable, divertido, eres muy g-genial...—iba a responderle algo, pero su mano viajó a mi mejilla, y su rostro lo puso muy cerca del mío—. Eres una g-gran persona, M-Mika...—Y me besó.
Y no fue una actuación o un impulso, lo sé. Sé que intentó ser romántico, pero al no amarme se nota que le costó trabajo serlo.
Pero, cuando sentí sus labios en los míos, moviendo los suyos contra los míos de una manera tan tierna, me dejé llevar.
Se separó de mí después de unos minutos, los cuales yo sentí como segundos. Tenía su cara toda roja, que tierno.
Sinceramente no sabía qué decir.
—C-como te dije, n-nada cambiará el hecho de que fui y-yo tu primer beso, así que s-si te preguntan así fue como pasó.
Me sentía tan nervioso y tan feliz, que solo atiné a reírme mientras revolvía mi cabello, no miré a Yuu-chan en ningún momento.