La mañana siguiente llegó, y Yuu-chan se la pasó conmigo. Intenté hacerlo reír muchas veces, con chistes malos pero él se reía de ellos. A pesar de que no me gusta contar chistes, lo hice para que él le demostrara a Shinoa que estaba feliz sin ella. Sí, no lo estaba, pero estábamos actuando solamente.
Él me abrazaba mucho. Esa es una de las partes que más me gustan de esta actuación, sé que está mal pero no puedo evitarlo.
Pero... tal vez fue una mala idea ayudarle de esta manera. Probaré un poquito de cielo para luego volver a caer en las llamas del infierno; por así decirlo. Sí, exagero con esta definición.
El caso es que, me acostumbraré a Yuu-chan, cuando sé que las cosas volverán a ser como hace poco, y Yuu-chan a pesar de todo, volverá a pasar más tiempo con Shinoa que conmigo, lo sé perfectamente bien. Igual que sé que estoy siendo egoísta, y que mis pensamientos no deberían de ser así.
Cuando la hora de salida llegó, Yuu-chan y yo nos detuvimos en la puerta de la escuela, charlábamos, en realidad yo esperaba a que Shinoa saliera.
Shinoa pasaba con algunas de sus compañeras siguiéndole mientras hablaban entre ellas.
—Yuu-chan, cierra los ojos—, le dije al verla cada vez más cerca.
Él me hizo caso al fijar su mirada en ella. Y cuando cerró sus lindos ojos, yo le di un beso en la comisura de sus labios.
—Ya se ha ido—, le dije después de verla dándonos la espalda. Al menos había visto la escena con un poco de enojo.
Yuu-chan tenía la mirada baja y las mejillas sonrojadas. Tal vez había sido mala idea hacer eso.
—Lo siento... E-era solo para...
—N-No te preocupes—, me interrumpió.
El rato que pasamos fue incómodo, aun que después le dije que fuéramos a comer nieve, sé que le gusta mucho, y por ahora queria que se comportara igual que siempre, además de que sé que ha estado deprimido. Como no, apenas lleva pocos días de haber terminado con la chica de cabellos púrpura, así que comprendo ese hecho.
Llegamos a uno de esos puestos de nieve, con un silencio abrumador acompañándonos.
—Imagina que solo hemos chocado los cinco—, le dije como usualmente hablo con él. Después de haber comprado la nieve, fuimos a sentarnos en alguna banca cercana al puesto de helado.
—¿Eh?—Yuu-chan me miró extrañado.
—L-lo que hice... e-en la escuela...
—A-ah...
Es obvio que se siente nervioso e incómodo por ello.
—Choca los cinco—, le sonreí extendiendo mi mano cerrada en un puño.
Él un poco tímido chocó su mano con la mía.
—Ya, Yuu-chan. Siempre solemos hablar normal, s-solo ha sido por Shinoa, convéncete de que solo hemos chocado nuestras manos.
—Lo siento, no estoy... extraño... solo pensaba en algunas cosas—, pero igual me gustaría que después de esto nuestra amistad siga igual que siempre; aun que lo más probable es que no. Digo, ¿qué clase de amigos se besan? Sea una actuación o no, esto marcará nuestra amistad. Al igual que en el pasado besé muchas veces a Yuu-chan, esto no es igual.
—Oh, entiendo—, sé que no soné muy convencido, pero es precisamente porque no lo estoy; cuando esta actuación termine, le pediré una gran disculpa a Yuu-chan. Solo espero que esta idea funcione, y Shinoa pida perdón, porque sino nuestra amistad se verá aún más afectada que ahora, siendo que solo le di un beso, y a pesar de que se lo di lo más lejos que pude de sus labios, se ha sentido realmente extraño. Pero para ser sinceros, me ha gustado. Hace mucho que no besaba la mejilla de Yuu-chan...
—Ya, ya, mejor cuéntame lo que hiciste ayer—, me dijo con una linda sonrisa en su rostro. Después de que dijera eso, nuestra plática se dio amena e interesante como hace tiempo.
Y el día fue igual a como solía ser con él. Me divertí mucho aun que también comimos mucho. Siento que explotaré. Pero vale la pena. No importa si tengo que comer hasta reventar, si paso tiempo con Yuu-chan, todo está bien para mí.
En definitiva, extrañaba pasar tiempo con mi mejor amigo.