La alarma de mi despertador me saco de mis sueños, el lunes había llegado y eso significaba volver a la escuela, no podía negarlo amaba estar de vacaciones sin preocupaciones de ningún tipo pero esta vez me hacia feliz volver, porque tendría algo en que distraerme para no pensar en el divorcio de mis padres. Me levante no con muchos ánimos, apague la alarma y me dirigí hacia el baño para arreglarme, no tarde mucho, baje al comedor y me serví un poco de cereal para desayunar, me había levantado más temprano de lo normal, quería llegar pronto a la escuela y la verdad es que ni yo tenía idea del por qué.
Termine de comer, cepille mis dientes, termine de arreglar mis cosas y después de despedirme de mi madre, salí en dirección a la escuela, era temprano así que podía caminar tranquilamente, apreciando la belleza que nos ofrecía el día. Cuando por fin llegue a la entrada de la escuela lo vi, ahí estaba Murasakibara Atsushi –o como le decía Tetsuya, mi príncipe- pero no estaba solo estaba con todos sus amigos, esas personas a las que prefieres evitar.
Me puse nervioso cuando la mirada de Murasakibara se poso en mi, siempre con esa expresión que te hacía pensar que nada le importaba, intente sonreírle pero el resto del grupo me volteo a ver y no sé porque al sentir sus miradas en mi un miedo se apodero de mi, algo me decía que tenía que salir corriendo antes de que me pasara algo malo, pero mis piernas no querían reaccionar, en los labios de Midorima Shintaro–uno de los miembros del grupo, se veía serio y responsable pero no era para nada ese tipo de persona, esa era solo su fachada ante los demás y esa característica era la que lo hacia uno de los miembros más peligrosos- se formo una sonrisa que reflejaba malicia y mientras se acercaba yo cada vez estaba más asustado.
¿Qué hace alguien tan lindo como tú, tan temprano por aquí? –al escuchar la voz de Midorima cerca de mí un escalofrió recorrió mi cuerpo, pero intente actuar natural. Odia a este tipo –
Pues lo mismo que ustedes supongo, tratando de llegar a la escuela y esta es la entrada así que todos tenemos que pasar por aquí –le respondí tratando de no sonar asustado, aunque no sabía cuánto tiempo me duraría el valor-
¿No será que te quieres divertir con nosotros? –ahora era Himuro Tatsuya quien había hablado, un chico atractivo y que utiliza eso para que todas (y todos) hagan lo que él quiera pero cuando se aburre de las personas simplemente las tira como si fueran basura-
Claro que no, y no se confundan que yo no soy como esas chicas fáciles con las que pueden estar cuando quieren –dije tratando de retroceder pero fui detenido por alguien-
No te hagas el difícil, si accedes por las buenas vas a disfrutar al máximo –era Aomine Daiki, hábil en el deporte, sobre todo el baloncesto pero su actitud hacia que más de uno huyera con tan solo escuchar su nombre y ahora su voz chocaba contra mi cuello haciendo que me estremeciera, pero no de buena manera, estaba cada vez mas asustado-
¿De verdad creen que yo accedería a eso? Primero muerto –le dije volteando para quedar frente a él, pero al hacer eso sentí como alguien tomaba fuertemente de mis manos y no podía escapar de allí-
Wow, nunca me imagine que alguien tan lindo tuviera tanto valor, pero si sigues así tendremos que darte una lección y sería una lástima tener que lastimarte –era Kagami Taiga, al igual que Aomine, bueno en los deportes con una actitud de porquería y ahora era él quien tenía mis manos apresadas y por más que lo intentara no podía escapar-
Déjenme por favor, no me obliguen a avisarles a las autoridades o de ser necesario hasta gritar con tal que me dejen en paz, además en este lugar pasa mucha gente –les dije para asustarlo pero no funciono-
¿Y tú crees que ellos se atreverían a ayudarte? Nos temen pequeño Seijuuro, nadie te salvaría, aquí mandamos nosotros y hacemos lo que queramos –me dijo Midorima mientras empezaba a besar mi cuello, me estaba poniendo nervioso, no quería que me hicieran nada, tenía miedo, empecé a sentir como las manos de los otros empezaban a recorrer mi cuerpo, trate de liberarme del agarre de Kagami pero no podía, simplemente no podía, me estaba desesperando, y todo empeoro cuando sentí que alguien, desabrochaba el botón de mi pantalón y metía sus manos en el, sentir como me tocaban me daba asco de verdad quería que alguien me salvará pero por ser demasiado temprano (había llegado casi una hora antes de que las puertas del colegio se abrieran, había decidido que pasaría mi tiempo leyendo en el parque que está enfrente en lo que aparecía Tetsuya pero no conté con que ellos estuvieran allí tan temprano y por si eso no fuera suficiente, me encontraba solo) nadie pasaba por allí, y los que pasaban no se atrevían a hacer algo solo me veían con lastima, ya no pude mas y empecé a llorar, solo pedía que alguien, quien fuera me salvara.
DEJENLO DE UNA VEZ –se escucho una fuerte voz y todos pararon-
¿Por qué Murasakibara? Tú también quieres participar o será que lo quieres solo para ti –dijo Midorima en tono de burla aunque su expresión se encontrara seria-
No seas idiota Mido-chin, simplemente ya no quiero ver lo que le hacen, solo aléjense de él o hablaré con el director, no creo que quieras perder tu credibilidad Mido-chin –dijo serio, los demás me dejaron, tomaron sus cosas y se fueron a no sé qué lugar, pero lo más importante es que ya no los tenía sobre mi-
Divierte Murasakibara –fue lo último que dijo Kagami, antes de regalarle una sonrisa e irse, yo aun no podía dejar de llorar-
Tranquilo, ya se fueron y no creo que se acerquen a ti en un buen tiempo así que relájate nada malo va a pasarte –en ese instante sentí como me abrazaba, mi corazón empezó a latir aceleradamente y mis lagrimas poco a poco dejaron de salir, me tranquilice un poco, acomode mi ropa y como pude trate de agradecerle a Murasakibara el haberme ayudado-
Muchas gracias, no sé que hubiera pasada si tu no hubieras estado aquí para ayudarme –le dije sin verlo directamente porque me ponía nervioso el tenerlo cerca-
No tienes nada que agradecer, es la primera vez que nos hablamos pero no podía dejar que te hicieran algo así son mis amigos pero son idiotas con las hormonas alborotadas, además le pido perdón a Aka-chin por haberme tardado tanto en detenerlos –me dijo y eso hizo que se dibujara una sonrisa en mi rostro y también algo de sorpresa porque me había llamado por un sobrenombre-
De igual manera gracias.
De nada, pero para la próxima no vengas tan temprano o deberías venir acompañado de alguien, es un lugar peligroso y más con ellos cerca. –Continúo comiendo de la bolsa de dulces que tenia-
Pero tú no eres como ellos –le dije porque me había sorprendió como le habían hecho caso tan rápido y sin ninguna oposición-
Yo aprendí a tratarlos, pero no te confíes, ellos no son personas de fiar y atacan cuando menos lo esperas –me dijo mientras me daba mis cosas y continuaba comiendo- por cierto allí viene tu amigo, cuídate Aka-chin y recuerda lo que te dije, nos vemos –después de eso, entre a la escuela y yo seguía en la entrada esperando que Tetsuya se acercara-
¿Qué haces tan temprano aquí? Pase por tu casa y tu madre me dijo que ya habías salido –me recrimino mientras hacia un lindo puchero, algo inusual en él ya que la mayor parte del tiempo no tiene expresión alguna en el rostro-
Lamento no haberte avisado.
Akashi-kun ¿Te paso algo? Estuviste llorando, ¿Qué te hicieron? –No podía mentirle, además se me notaba mucho que había llorado-
Es una larga historia –le respondí-
Pues tenemos tiempo, empieza a hablar –así que empecé a contarlo todo lo sucedido esta mañana, algo que quisiera olvidar, pero a la vez no, y no por ser masoquista sino porque me dio la oportunidad de hablar con Murasakibara, aunque siendo honesto hubiera preferido hablarle con cualquier otra excusa pero al pensar en él hacía que la tranquilidad volviera y una sonrisa apareciera en mi rostro.
Pov Murasakibara
Entre al salón y allí estaban mis amigos, solo entre y sus mirada se enfocaron en mi.
Y bien, ¿Lograste convencerlo con tu actuación? –Me pregunto Muro-chin-
Por supuesto, se creyó todo el cuento de que intente protegerlo, lo que aun no entiendo es porque tanto interés con él –les pregunte ya que pudiendo tener a cualquiera lo hayan elegido a él-
Simple, porque es lindo y es el único que no caería tan fácilmente, lo difícil se hace interesante ¿no crees? –Dijo Mido-chin-
Y se puede saber que harán una vez que lo tenga en la palma de mano –les pregunte de nuevo, sacando otro dulce de la bolsa que llevaba-
¿Qué te imaginas Murasakibara? –Me dijo de forma burlona Kaga-chin- nos divertiremos mucho con él aunque tengamos que hacerlo a la fuerza-
Yo lo convenceré, pero que les quede claro no participare en lo que sea que le hagan, una vez que él se rinda conmigo es todo suyo –le dije seriamente, no me interesaba participar en sus actos, menos si se trataba de lastimar a alguien, ya que estaba seguro que Akashi Seijuuro jamás accedería a estar con ellos por voluntad propia, sentía lastima por ese lindo niño, iba a sufrir mucho, pero no era mi problema después de todo su inocencia al confiar en mí era lo que al final lo iba a hundir aunque él aun no lo supiera.