Me dejaste
Pero todavía estoy aquí
Aunque me dejaste
Tu calor permanece aquí
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-----------------------------------Benjamin
-Doctor, aquí están los exámenes que ordenó-
Abrí el sobre después de agradecerle a la enfermera y en cuanto vi los resultados de la resonancia se me oprimió el estómago
“Maldita la hora en que dejé que Richard me involucrara en su caso”
Suspiré, dejándome caer sobre el asiento más cercano, tratando de imaginar una forma, la que fuera, que pudiese ayudar a un niño de siete años a conseguir un corazón dentro de un par de días
“Va a morir”
¿Se supone que sea así?
“Por eso no sueles trabajar con niños”
Alcé mi rostro al cielo, esperando que la ayuda llegara casi como una intervención divina. Por supuesto, nada de eso sucedió
Después de confirmar los resultados por enésima vez los guardé en el sobre y fui en busca de Richard, pero no estaba en la sala de descanso ni en la cafetería
“Diablos, no debería desaparecer, ¿Qué pasa si hay una emergencia?”
-¡Necesito un equipo de intubación, rápido!-
Frente a mí una enfermera corrió rápidamente para llevar el pedido del médico que reconocí inmediatamente
Me acerqué casi contra mi voluntad, finalmente había encontrado a Richard, y estaba intubando al niño de cinco años, Dan
Esperé a que terminara de hablar con la enfermera y saliera de la habitación para acercarme
-¿Recibiste los resultados?- comentó llevándose una mano al cabello
Apreté los labios
-¿Por qué me quieres en su caso?, ese niño va a…-
-Morir, lo sé-
Miré fijamente al hombre frente a mí, desde que le había conocido se convirtió en un ejemplo de profesionalismo, sin embargo en sus ojos había tristeza, mucha tristeza
-¿Qué quieres hacer?-
-Salvarle la vida-
Su sonrisa detuvo cualquier pensamiento en mi cabeza. Por un instante confié ciegamente en su palabra
Realmente creí que era posible, como si tan solo mediante la confianza proyectada en su voz pudiese derribar cualquier muralla
-Pero no podré hacerlo si no me ayudas- añadió derrumbando mis esperanzas
Alcé inevitablemente una ceja
-Tienes mucha más experiencia que yo- repliqué con sinceridad
-Pero solo soy una persona-
-Hay más cirujanos en este hospital-
Richard se cruzó de brazos
-¿Quieres salvarlo?-
Le miré sorprendido
¿Por qué me preguntaba eso?
Giré mi rostro y miré a través de la ventana. Dan tenía cinco años, pero se veía más pequeño, y la única razón por la que no tenía a su familia vigilándole cuidadosamente era porque solo contaba con su hermana mayor… y ella necesitaba tres trabajos para poder asegurar que su hermano recibiera atención médica
-Por supuesto que quiero salvarlo-
El hombre de mirada miel asintió satisfecho
-Eso es todo lo que necesito-
-Pero…-
-Acabo de ponerlo en la lista de trasplantes, está en primer lugar Benjamin-
Suspiré nuevamente, observando al mayor retirarse
Sabía que estar en primer lugar era algo a favor, pero Dan no tenía más de una semana… si el trasplante no aparecía ningún esfuerzo valdría la pena
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-Hey, ya estás despierto- le sonreí a Dan, le habíamos quitado la entubación en cuanto percibimos que podía respirar por su cuenta
El pequeño de ojos azules lucía muy pálido, pero lamentablemente eso era normal en personas con su condición
-¿Te duele algo Dan?- interrogué mientras hacía todos los exámenes de rutina
El niño negó valientemente
-¿Seguro?-
-Si-
Suspiré levemente, sabía que mentía pero no serviría de nada presionarlo
Continué revisando la medicación que le habíamos estado suministrando, todo lucía normal
Eso era lo terrible de su estado, no había nada más que pudiésemos hacer salvo esperar por ese corazón
-Volveré dentro de unas horas, la enfermera traerá tu comida en un rato… ¿Hay algo que necesites?-
-¿Puedes quedarte a mi lado?-
Permanecí estático junto a su cama, hacía tiempo que mi pecho no se agitaba de esa forma
Dan simplemente me sonrió levemente y aquel débil gesto habría conseguido que cruzara un maldito océano si él me lo pidiese
-¿Benjamín?-
Sacudí mi cabeza, tratando de no perderme en ilusiones lejanas
Suavemente me acomodé a su lado, teniendo cuidado de no desconectar ningún cable
-¿Conoces alguna historia?- preguntó apoyándose contra mi hombro
Tragué duro, recordando automáticamente las miles de historias que Bastian solía contarme, historias que él siempre aseguraba eran reales, hasta que Gabriel tenía que entrar en acción para evitar que su único hijo realmente creyera que su padre descendía de una familia que había sido abandonada en una isla desierta a causa de un pirata envidioso
-Conozco algunas, ¿Qué quieres escuchar?-
-Algo sobre dragones-
Sonreí inevitablemente
En cuanto llegara a casa tendría que llamar a Bastian para agradecerle sus dibujos a escala (errada por supuesto) sobre dragones y las princesas mitad humanas mitad arbusto
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-------------------------------EndBenjamin
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-¿Necesita algo más?-
-No gracias- le sonreí a la chica de la caja
-Entonces serán $210-
Le pasé mi tarjeta y esperé que cobrara la bufanda que acababa de comprarle a Harry, pronto celebraríamos nuestro aniversario y le había visto tratando de abrigarse con el cuello de su chaqueta en demasiadas ocasiones como para no notar que necesitaba una bufanda
-Aquí está su bufanda, gracias por venir-
Salí de la tienda lentamente, considerando mis posibles opciones. Había reservado una mesa en un restaurant que me recomendó Evan, uno que estaba justo en el primer piso de un hotel increíble según mi primo, por lo que también reservé una suite para disfrutar la noche con mi prometido
Faltaban cuatro días para nuestro aniversario y de alguna forma sentía que me faltaba algo
¿Flores?
No, nunca había sido de regalar flores y Harry concordaba conmigo
¿Un reloj tal vez?
Ya le había regalado uno el año pasado…
¿Sería suficiente una bufanda?, porque era hermosa y suave y combinaría con la mayoría de sus trajes… pero parecía un poco simple
Tan distraído iba en mis pensamientos que no noté cuando choqué contra alguien evidentemente más alto que yo, soltando la bolsa en el proceso
-Lo siento- me disculpé rápidamente, inclinándome para recoger el regalo de Harry
-¿Te disculpas?-
Alcé mi rostro sintiéndome tan helado como el Ártico, desde su considerable altura el hombre de ojos oscuros me miró sin expresión alguna
-Lucian-
El ex protector de Varick asintió levemente
-Te ves bien Matthew-
Por alguna razón el escucharle decir mi nombre hizo que mis ojos se humedecieran. Parpadeé con fuerza, tratando de alejar las lágrimas que nublaban mi visión
No iba a llorar, ya me había cansado de derrumbarme, pero mi decisión no podía controlar la opresión en mi pecho
Obviamente lo último que esperaba al venir al centro comercial era encontrarme con Lucian
-Tú también… ¿Cómo has estado?- interrogué sin poder contenerme
El hombre rubio alzó una ceja
-¿Realmente quieres saberlo?-
Apreté con fuerza el paquete en mis manos, percibiendo en su tono mucha ira contenida perfectamente en su rostro
-Hay una cafetería aquí- comenté
Esperé una eternidad que respondiera, después de encontrarme con otros ex asesinos de Varick realmente esperaba que me enviara al demonio después de varios insultos, pero no fue así, simplemente continuo mirándome fijamente, como si de pronto yo me hubiese convertido en alguien infinitamente interesante, y tras varios minutos asintió
Caminamos en silencio hacia la cafetería, que por fortuna se hallaba casi vacía. Nos sentamos en la mesa más apartada de todas y aunque deseaba preguntarle qué había sido de su vida no me sentía con el derecho de hacerlo
No después de lo que yo había provocado…
-Bienvenidos, ¿Quieren la carta o ya saben qué van a pedir?-
-Un capuccino grande para mí – replicó Lucian sonando serio pero mucho más tranquilo
-Lo mismo para mí- respondí sin dejar de mirar la superficie de la mesa
-Muy bien, enseguida se los traigo-
Escuché los pasos de la mujer alejándose casi como las campanadas de una funesta procesión
-No pensé que volverías a esta ciudad-
Las palabras del mayor me tomaron por sorpresa al punto de impedirme formular respuesta alguna por varios segundos
¿Qué debía responder?
¿Existía una respuesta correcta?
¿Qué pensaba de mí Lucian?
-Me ofrecieron una exposición permanente en una galería de arte… eso es algo que siempre soñé-
-He visto tus fotografías-
Tragué duro
-Son muy buenas-
Las lágrimas volvieron a agolparse en mis ojos cuando comprendí que él hablaba de las imágenes de Varick
-Gracias-
Permanecimos en un silencio increíblemente incómodo, pero aunque fuese una actitud cobarde no planeaba romperlo
Simplemente me quedaría sentado esperando que él estallara de una buena vez o solo fingiera que yo no había matado a la persona que él juró proteger
“Una excelente idea ofrecerle un café… ¿Por qué no te han dado un premio?”
-Debiste arrojarte de esa azotea-
Cualquier emoción o pensamiento abandonó mi cuerpo tras escuchar aquella frase
Solo cinco palabras… y era como si el suelo se hubiese abierto bajo mis pies
Lucian me miraba con una serenidad perturbadora
No había nada en su mirada, en su rostro, en su postura, nada que pudiese relacionarse con lo que acababa de decirme
Y siguió mirándome con esa indiferencia espeluznante mientras yo sentía como si alguien me hubiese quitado todo el aire de los pulmones y de paso también cualquier rastro de felicidad
-Tú…- susurré sin aire
-Aquí está lo que pidieron-
La voz de la mujer me llegó lejana, miré sin ver realmente como acomodaba las tazas frente a nosotros y se retiraba después de un muy alegre “Que lo disfruten”
Bajé mi mirada en cuanto percibí como ella volvía a alejarse de nuestra mesa
-Sé que tus amigos deben estar felices de que sigas vivo, pero ¿No pensaste después del incidente que habría sido mejor caer?-
-¿Por qué me hablas de eso?- repliqué con una voz que apenas reconocí como mía
-Porque aunque lo único que quería desde que te convertiste en una carga para Varick era deshacerme de ti… y él no me lo permitió nunca-
Apreté los dientes y me golpeé mentalmente por haberle ofrecido un café
¿Qué esperaba? ¿Qué me hablara sobre lo maravillosa que era su vida ahora?
¿Qué comenzáramos a contar anécdotas sobre Varick?
¿En qué mundo podría suceder eso?
-Sé que nunca fui de tu total agrado- acepté sin atreverme a mirarle a la cara
-No era mi asunto con quién él decidía involucrarse, mi único trabajo era servirle y protegerle-
-Y yo no te lo permití ¿No?- acepté con amargura
Lucian suspiró débilmente
-Mi rabia no es contigo Matthew-
Alcé mi mirada sin creerme lo que acababa de escuchar
Lucian lucía igual que imperturbable que siempre pero había algo en sus ojos que me dijo que estaba siendo honesto al respecto
-A diferencia del resto, que desearía romperte en mil pedazos si solo pudiese, encuentro inútil culparte por algo que Varick causó-
Le observé sorprendido
-Él sabía perfectamente quién eras, era consciente que no pertenecías a nuestro mundo y peor aún, que no eras capaz de defenderte por tu cuenta. Sabía todo eso y más y aun así decidió mantenerte cerca. Los demás te detestan porque creyeron cuando hablaste de amor, porque te veían como un haz de luz en la oscuridad y pensaron que jamás serías capaz de traicionar a la persona que parecías amar-
Sí… lo había escuchado de la boca de más de uno
Sí… aunque él lo expresara así no me quitaba en nada el sabor amargo de la boca y la sensación de ser un miserable
Lo único que sentía ahora era desesperación, porque ya no sabía qué hacer para poder seguir adelante
Bueno, excepto por volver a Inglaterra
-Yo nunca te vi de esa forma, porque siempre creí en la forma de pensar de Varick. Todo lo que hiciste solo terminó probando que él tenía razón, lo que es irónico ¿No lo crees?-
Palidecí, jamás había considerado aquello
Varick que se burlaba frecuentemente de lo que los demás llamaban amor… ¿No había sido yo quién trató de demostrarle lo contrario?
¿No era yo el que buscaba desesperadamente que comenzara a creer en los sentimientos?
Sonreí con amargura
Como siempre, todo había salido horriblemente mal
-Así que no puedo culparte. Dijiste que lo amabas y aparentemente decidiste sacrificarlo a cambio de salvar a tu familia, una decisión lógica para el común de la gente, excepto tal vez que por más que lo niegues, tú no eres tan común como ellos-
El frío de apoderó de mi cuerpo, tal vez presintiendo que Lucian se acercaba a un tema que resultaría particularmente oscuro
-Tú no eres como ellos Matthew, porque ellos jamás se habrían quedado cerca de alguien como Varick. Eres hijo de un asesino, nieto de un asesino, hermano de un asesino, amigo de asesinos… y te enamoraste de un asesino… ¿Y quieres jugar a ser diferente?-
Permanecí sentado, quieto como una perfecta estatua
-No importa lo que hagas o que tan lejos vayas a vivir… este mundo te rodea porque parte de ti pertenece a él. Puede que hayas elegido salvar a tu familia y esa sea tu excusa, pero ambos sabemos perfectamente que Varick podría haber protegido a todos… tú y yo somos conscientes de que él no habría descansado hasta deshacerse de Jason… pero tú elegiste no confiar en él-
Fue como recibir una puñalada en el pecho, el rubio me sonrió de forma condescendiente
-Yo…-
-Y puede que no seas capaz de aceptarlo pero la verdad es que por mucho amor que sintieras por él… ¿Cómo podrías confiar en alguien como Varick?, ¿Cómo garantizar que efectivamente te protegería a ti y a tu familia de un asesino tan peligroso como Jason?-
Separé los labios para decir algo pero ninguna palabra acudió a mí
Lucian ladeó su cabeza y me atravesó con la mirada
-Varick te dio un collar que valía más que cualquier posesión… y tú no lo entendiste-
-¿Entender?- cuestioné desconcertado
-Tomaste tu decisión y seguiste con tu vida, fingiendo ser alguien que realmente no eres-
-Yo no soy un asesino- espeté cansado de tener que decirlo
¿Qué era lo que los demás de mí?
-Ser un asesino no es lo peor que puede ocurrirle a alguien, tú eres el mejor ejemplo de ello-
Retrocedí contra el asiento
¿Yo era un ejemplo?
¿De alguien peor que un asesino?
“Al menos ellos lo hacen por dinero ¿No?, ¿Cuál es tu excusa?”
¡Yo no había matado a nadie intencionalmente!
“Sabías lo que pasaría con Varick, le diste la copa consciente de que lo matarían… ¿Por qué eres mejor que el resto entonces?”
-Lo que me lleva de regreso a mi declaración inicial. Debiste haberte arrojado de esa azotea-
-Si tanto quieres verme muerto…-
-No me interesa lo que hagas con tu vida- espetó con indiferencia
-Entonces…-
-Solo sé que tu existencia sigue siendo un problema, aún ahora que ni siquiera estás de forma permanente en nuestras vidas. Varios de ellos darían mucho por poder matarte y no verían las cosas como yo. Sin embargo existe una prohibición y todos la respetan, e incluso al margen de eso, tu vida te pertenece y decidiste que no valía la pena vivirla… deberías ser consecuente con ello y acabar de una vez con ella-
Sentí como todo a mí alrededor comenzaba a dar vueltas
¿Realmente me estaba diciendo que me matara?
No esperaba palabras de apoyo… pero…
“Como si no tuviese razón, solamente está indicando que termines lo que tú mismo iniciaste”
-No es tan difícil como crees, puede que tus amigos y familia crean que es algo inaceptable, pero ¿Realmente lo es?, ¿Vas a poder seguir como si nada con tu vida, sin cuestionarte por el resto de tu existencia qué habría pasado de no haber elegido traicionarle? Porque si la respuesta es no, si te das cuenta que tendrás que fingir para siempre, entonces probablemente lo mejor sea acabar con esto de una vez. No puedes traer a los muertos de regreso y si tampoco puedes pretender que nada ocurrió entonces estás condenado a vivir lo que te queda de vida con la culpa de haber tomado una decisión que probablemente no era la correcta-
Me tensé dolorosamente, comprendiendo cada una de sus palabras a la perfección
“Puedes ir a donde quieras, pero los recuerdos seguirán en tu cabeza, y los recuerdos están plagados de tristeza y culpa y la culpa no se irá porque no puedes deshacer lo que hiciste…”
-Lo siento- me disculpé sin saber por qué
El de mirada oscura apartó la taza totalmente intacta
-Mi único deber era proteger a Varick, lamento no haberme deshecho de ti cuando recién se conocieron-
-Yo también lo lamento- susurré recordando inconscientemente el rostro de Varick
Joder…
¿Cuánto se puede extrañar a una persona?
¿Y qué clase de persona soy yo al extrañar a alguien como él?
-¿Vas a casarte?-
-¿Cómo lo…?-
Lucian apuntó a mi anillo de compromiso y por alguna razón quise quitármelo del dedo pero me conformé con bajar las manos de la mesa
-Harry es perfecto- comenté sin atreverme a devolverle la mirada
-¿Él sabe sobre Varick?-
Enterré con fuerza los dedos de mis manos en la tela de mis jeans
-Eso no es algo que deba comentar contigo-
-Entonces no sabe todo-
Parpadeé furiosamente, odiaba la sensación de debilidad y culpa que me golpeaba cada vez que veía a uno de los asesinos de Varick
Sí, había tomado una decisión que terminó matando a Varick
Sí, había días en que me arrepentía tanto que parecía que ni toda la felicidad del mundo podría quitarme la culpa
-No te concierne-
-¿Por qué no has revelado la verdad a la persona con la que te casarás y pasarás el resto de tu vida?-
Me incorporé bruscamente
-Él no tiene nada que ver con ustedes- siseé molesto
-¿Así que solo fingirás que nada ocurrió?- se burló sin perder la calma
Rápidamente deposité dinero de sobra para cubrir ambos cafés, aunque ninguno había dado un solo sorbo a las bebidas
-Sí, precisamente eso es lo que haré, voy a hacer como si Varick jamás hubiese existido, seguiré adelante con mi vida y con algo de suerte podré ser feliz en Inglaterra, lejos de toda su mierda. ¿Y sabes por qué lo haré?, porque no puedo vivir aquí regodeándome en la culpa de lo que hice, nada cambiará porque es imposible revivir a los muertos, así que lo único que me queda es tratar de vivir… incluso si en un momento estuve a punto de arrojarme de esa azotea-
Ni siquiera esperé a que continuara con sus preguntas, simplemente di media vuelta y salí de aquella cafetería
Tal vez Lucian no me culpaba por lo que había pasado, pero su forma de pensar era aún peor
Solo había oscuridad y pensamientos perturbadores que no estaba dispuesto a considerar
Iba a casarme con Harry en Inglaterra, y viviríamos en un lugar lejos del recuerdo de Varick
No había otra opción
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-¡Matt! ¡No vas a creerlo!-
Miré a One desconcertado, la trilliza sacudía un papel en su mano
Dejé mi abrigo en el perchero de mi oficina y me giré con intriga hacia la mujer
-¿Qué pasó?-
-Un hombre vino y compró todas las fotografías de tu colección-
Parpadeé desconcertado
-¿Cómo dices?-
-¡Las compró todas!-
Tomé el papel que me tendió sin creerme lo que escuchaba. Generalmente las fotografías se vendían bien, pero nunca nadie había llevado más de dos
¿Comprarlas todas al mismo tiempo?
Debía tratarse de alguien con mucho dinero, estaba seguro que en total debían sumar unos cuatrocientos mil dólares
Observé el cheque, el nombre de la persona que firmó no me sonaba de nada
“Anthony Fiquet”
-¿Lo viste?-
-Sí, dijo que su jefe era admirador de tu trabajo-
Deslicé mi mirada sobre el cheque y solo a la cuarta vez comprendí algo
-Espera, esas fotografías estaban avaluadas en cuatrocientos mil… este cheque está hecho por un millón de dólares-
One se me quedó viendo como si le hubiese dicho que la Luna iba a chocar contra la Tierra
-¿Qué?-
-¿No revisaste el cheque?-
La mujer negó, le tendí el papel y cuando comprobó la cifra una enorme sonrisa apareció en su rostro
-¡Solo comprobé los fondos del hombre, ni siquiera revisé el número!- exclamó antes de iniciar una danza de la victoria
Fruncí el ceño, esto era más que sospechoso
-¿Segura que revisaste que el cheque no fuese a rebotar?-
-¡Por supuesto! Incluso le pedí sus datos en caso de que ocurriera algo extraño-
-Pero pagó un millón de dólares-
Ella se encogió de hombros
-¡Mejor aún! ¡Deberíamos celebrarlo!-
Vi como salía de mi oficina sin dejar de dar saltitos
“Esto es sospechoso”
Permanecí sentado observando el cheque por mucho tiempo
¿Quién era Anthony Fiquet?
El atardecer cayó sobre la ciudad y solo pude salir de mi trance cuando mi teléfono comenzó a sonar sobre el escritorio
-Hola amor- saludé a mi prometido
-Hey, ¿Te falta mucho?-
Contuve un suspiro, regresando parcialmente mi atención al atardecer
Había algo extraño… algo que no podía definir pero que necesitaba hacer casi con urgencia
-No mucho, pero quedé con Evan para salir en la noche-
-¿Quieres que te espere?-
Me mordí el labio sintiéndome repentinamente mal
“No es como si estuvieses engañándole ni nada”
-No, no creo que llegue temprano. Además, mañana debemos ir a comprar el regalo de boda de Benjamin- traté de cambiar el tema
-Estoy seguro que tu primo estará agradecido por cualquier presente-
-Ya te dije que le prometí algo muy específico-
Escuchar la risa de Harry del otro lado de la línea solo consiguió estremecer mi corazón
-Okey cariño, iremos por el muy especial regalo de tu primo, ¿Quieres que pase por ti a la oficina?-
-Puedo pasar por ti, seguro que me desocupo antes-
-Está bien, nos vemos mañana-
-Hasta mañana-
Colgué la mañana percibiendo como mi mano había comenzado a temblar un poco
“No vas a hacer nada malo, solo necesitas solucionar esto”
Inspiré varias veces antes de buscar el número de Felipe en mi lista de contactos
Escribí varias veces el mensaje, arrepintiéndome en cuanto lo releía
“Joder, que no vas a proponerle matrimonio”
Me llevé una mano al rostro cuando finalmente envié el mensaje
“Hey, creo que necesitamos hablar. ¿Estás muy ocupado ahora?”
Mientras esperaba las últimas luces del día desaparecieron y el cielo se volvió de un azul marino hermoso. Salté en mi asiento cuando mi teléfono vibró, anunciando que tenía un nuevo mensaje
“Tengo tiempo ahora, ¿Dónde quieres que nos veamos?”
Ladeé mi cabeza, no me esperaba una respuesta tan complaciente
Miré fijamente la pantalla de mi teléfono, hasta que finalmente me dejé llevar y le respondí en un parpadeo
Me puse de pie y tomé mi abrigo, consciente de lo extraño que se me hacía esto. Felipe siempre había sido un conocido o simplemente el novio de Benjamín, pero con lo de Varick había llegado a considerarle un hermano
“Uno no va por la vida besándose con sus hermanos… bueno, supongo que tú eres una interesante excepción”
Mientras el chofer del taxi conducía inevitablemente recordé a Erick
No quería pensar en él
No podía sentirme culpable por otra persona más, pero era mi hermano…
“Eres un pésimo hermano”
Sí, probablemente lo era
Realmente quería creer que él estaba bien, especialmente después de que me envió un mensaje pidiéndome que lo dejara en paz
Lo había dejado de lado después de la muerte de Varick… a lo mejor lo había abandonado hace mucho más
-¿Aquí a la derecha?-
-Sí, es el club a mitad de la calle- respondí sintiendo un escalofrío
Cuando me bajé del taxi y miré aquel club que conocía perfectamente sentí que retrocedía en el tiempo.
Como si todos estos años no hubiese pasado y nuevamente Benjamin, Evan y yo viniésemos a beber en el club de Varick
Y probablemente el de ojos verdes aparecería en la sección VIP, sentado en uno de los sofás con apariencia impresionante, un vaso en su mano derecha y un grupo de personas aparentemente inofensivas rodeándole
Cerré los ojos y recreé aquella imagen en mi mente, una en donde Varick me daba una de esas miradas que me hacían sentir indefenso y al mismo tiempo totalmente hipnotizado
-¿Llevas mucho tiempo esperando?-
La voz de Felipe me sacó de mi ensoñación, miré al futuro marido de mi primo con incomodidad
-Acabo de llegar- respondí tratando de ocultar el deje de molestia que me causaba su llegada
Obviamente no por verle frente a mí sino porque por un segundo literalmente había retrocedido en el tiempo
Por un segundo lo vi a él…
-¿Entramos?-
Seguí al rubio a través de la multitud de gente que esperaba para poder entrar, una chica desconocida nos guio hacia la zona VIP
“Nada ha cambiado”
El lugar seguía exactamente igual, sillones formando tres grupos aislados e incluso las mismas pinturas en las paredes
Pero él no estaba allí
-¿Qué van a beber?-
Apreté mis puños con fuerza, luchando contra el impulso de llevar mi mano a mi pecho para aliviar en algo el dolor que sentía
“Esto no está bien”
-Vodka, una botella por favor-
La chica se retiró y Felipe se me quedó viendo desconcertado
-¿Estás bien?-
-No sé si hice la mejor elección al elegir este lugar- susurré
-¿Lo extrañas?-
La pregunta de Felipe me tomó por sorpresa
¿Realmente extrañaba a Varick?
Una cosa era la culpa por lo que había hecho… pero ¿extrañarlo?
Era consciente que no tenía demasiados recuerdos felices con él, la mayor parte del tiempo estábamos discutiendo por algo…
“¿Vas a mentir diciendo que no lo extrañas?”
-Sí lo hago- respondí finalmente
El mayor se cruzó de brazos
-¿Puedo preguntarte algo personal?-
Sonreí con cierta melancolía
-Pensé que habíamos alcanzado ese nivel de sinceridad hace tiempo-
-¿Qué hubiese pasado si Varick siguiera vivo y terminaras conociendo a Harry?-
Inconscientemente eliminé cualquier expresión de mi rostro
Fue como si todo en mi interior se silenciara en un instante
Nunca había pensado en ello
Esquivé la mirada azul frente a mí, consciente de la escasa respuesta que podía darle
¿Si Varick siguiera vivo?
Si Varick estuviese vivo…
“Probablemente todo sería muy diferente”
¿Podría haber existido un “nosotros”?
¿Varick habría aceptado una relación entre ambos? ¿Habríamos podido estar juntos aunque fuese un tiempo breve?
¿Qué pasaba con las muertes?
Había intentado no pensar en ello pero no podía simplemente pasar por alto a lo que se dedicaba, no si él mismo se empeñaba en enrostrármelo frecuentemente
Siempre discutíamos y los únicos momentos de paz entre ambos era cuando todo a nuestro alrededor se caía a pedazos
¿Qué clase de vida es esa?
¿Qué clase de existencia habría tenido a su lado?
“Ni siquiera puedes pensar en la posibilidad de haberte alejado de él”
¿Y qué hay de Harry?
¿No es la muerte de Varick la razón por la que le conocí?
¿Me habría enamorado de Harry con Varick cerca?
“Sabes perfectamente cuál es la respuesta, solo te da demasiado miedo admitirlo”
Varick era la oscuridad para todos, una sombra tenebrosa y peligrosa, un ser sin corazón incapaz de sentir piedad
Para algunos era un monstruo…
-Para mí era como la Luna- murmuré inevitablemente
-¿La Luna?-
-Estaba rodeado de oscuridad, una tan densa que parecía opacar todo a su alrededor… como una noche sin estrellas, pero una vez que le observas brillando tan lejano no puedes evitar desear alcanzarle. Y mientras más pasa el tiempo, te dedicas a observarle con mayor fervor, tratando de entenderle, de apreciar algo diferente, porque sabes que no importa lo que hagas, no podrás alcanzarle-
-Matt…-
Suspiré, sintiendo como mi corazón latía dolorosamente en mi pecho
-Era una Luna lejana y distante, brillando en medio de la oscuridad, obsesionando a los débiles que creían ser capaces de alcanzarle-
-Tú no eres débil-
Finalmente alcé la mirada, Felipe me observaba con lo que indiscutiblemente era pesar
-Nunca lo fuiste, porque todos los que trataron de alcanzarle antes de ti perecieron en el intento, pero tú no-
-No fui lo suficientemente fuerte para alejarme-
-Sí lo fuiste, cuando elegiste proteger a tu familia y amigos-
-¿Entonces por qué se siente como una traición?- espeté con molestia
-A lo mejor porque sientes que le prometiste a la Luna llegar hasta ella y te arrepentiste en el último momento-
Tragué duro
¿Eso era lo que había pasado?
Había intentado ignorar lo que todos me advertían con respecto a Varick
La muerte
El dolor
Su frialdad
Todo
Simplemente fingí que podía con ello, que nunca le diría palabras de amor y que por ello no sería necesario que me apartara de su lado
Yo era diferente del resto
Pero en realidad era igual a todos
-A lo mejor él no era la Luna sino una estrella-
Parpadeé desconcertado, Felipe me sonrió levemente, confundiéndome aún más
-Tal vez se trataba de una estrella demasiado lejana, y por eso cada vez que creías estar cerca te dabas cuenta que en realidad se encontraba más lejos de lo que pensabas-
Sentí algo húmedo sobre mi mano y cuando miré el torso de mi mano derecha descubrí una gota traslúcida
Me llevé una mano al rostro y descubrí que estaba llorando, pero no lo había notado
¿Cómo alguien puede no notar que está derramando lágrimas?
-Quizás te acercaste demasiado, y cuando lo hiciste descubriste que no puedes alcanzar una estrella, porque inevitablemente te quemarás por completo-
-Felipe…-
Observé con dificultad como él se inclinaba y limpiaba mis lágrimas
-Fuiste valiente al llegar más lejos que cualquier otro… pero no debes culparte por como terminó todo-
Bajé mi rostro luchando por conservar la calma
¿De qué iba esto?
¿Por qué de pronto todos querían convencerme que no era mi culpa?
“Siempre fue así, tal vez recién ahora comienzas a escucharles”
-Te pedí que vinieras porque quería disculparme por lo que pasó el otro día-
Miré fijamente al rubio, esperando cualquier reacción de su parte que pudiese adelantarme, aunque fuese mínimamente, su respuesta
Claro que siempre tiene que llegar alguien que interrumpe todo
-Aquí está el vodka que pidieron-
Contuve mi rencor hacia la chica y esperé con impaciencia que se marchara. Lamentablemente, Felipe se tomó todo el tiempo del mundo para servir ambos vasos, sin siquiera dedicarme une mirada
Contuve el aliento, ¿Y si estaba demasiado molesto y simplemente no quería hablar del tema?
“No es como si fuese solo tu culpa”
-No sé de qué hablas-
Alcé ambas cejas sorprendido
-¿Cómo?-
-Ese incidente del que hablas nunca pasó, probablemente ambos estábamos demasiado bebidos como comprender lo que sucedía. De cualquier forma no tengo ningún sentimiento de ese tipo hacia ti, sigo considerándote como mi hermano pequeño-
Automáticamente le sonreí
-Pienso lo mismo- admití
-Entonces no tenemos nada de lo que preocuparnos-
Sacudí mi cabeza dándole la razón y me tomé el contenido de mi vaso en un movimiento
-Por tu boda con mi primo-
Felipe me sonrió levemente
-Y por la tuya con Harry-
Y alcé mi copa
Y realmente creí que todo saldría bien
Porque todo parecía comenzar a cambiar
.
.
.