No puedo confiar en cualquier persona, ya no puedo creer en nadie más
Ya no puedo ver la luz, ese brillo está por desaparecer, pronto se esfumará
No sé cómo expresarme, esta es mi debilidad, mi pasado
Puedo conseguir lo que quiera, aun si lo hago, me esfumaré como si nada
Mi corazón está cegado, pronto se romperá en pedazos
Mis lágrimas me sofocan… rio día a día
Mi corazón me ha mostrado que ya no debo confiar en nada
Mi corazón está cegado, pronto me marcharé lejos
Mis lágrimas me sofocan… rio día a día
Mi corazón ha dejado de latir con fuerza
Mi propio corazón me ha matado
.
.
.
-------------------------Benjamin
Observé con incredulidad a Richard
¿Estaba hablando en serio?
-Deberías ir a descansar a tu casa-
¿Descansar?
Acababa de decirme que Dan había muerto
Inspiré con dificultad, mirando a mi alrededor con desesperación. La habitación se encontraba vacía
Él ya no estaba
-¿Dijiste que murió?- interrogué deseando que fuese una broma
El mayor se cruzó de brazos y bajó la mirada
-Lo siento, sucedió mientras dormías-
Noté como las lágrimas nublaban mi visión e hice lo que pude por contenerlas
-¿Por qué no me despertaste?- espeté enfadado
¡Me había quedado toda la noche cuidándolo! ¡Esperando que no agravara y que la maldita red de trasplantes funcionara bien por una jodida vez!
-No había nada que pudieras hacer, se fue mientras dormía, Benjamín-
¿Y eso era un consuelo?
Me incorporé lentamente
¿Ese pequeño niño había muerto?
¡Pero si ni siquiera había alcanzado a aprender a vivir!
¡Ni siquiera conocía el mar!
-Benjamin…-
Sacudí la cabeza con fuerza
-No…-
-Hey, mírame-
Obedecí aunque seguía muy enfadado con él por no haberme despertado. La mirada miel de Richard brillaba con pesar
-Lamento mucho lo que sucedió, pero probablemente él se encuentra mejor ahora-
¿Qué clase de pensamiento era ese?
Retrocedí sintiendo la furia crecer en mi interior
¿Realmente pensaba así?
-¿Mejor? ¿Cómo mierda puede encontrarse mejor si está muerto?- repliqué alzando la voz
Richard retrocedió un paso
Me importó una mierda perder los papeles
¡Dan estaba muerto! ¿De qué servía eso?
¿A quién diablos le interesaba algo tan estúpido como el cielo y el infierno?
-Me iré a mi casa- anuncié sin esperar su respuesta
Simplemente pasé a su lado, corrí a mi oficina y tomé todos mis objetos personas con una velocidad de vértigo
No quería seguir en ese lugar
Había puesto todos mis esfuerzos, todo mi conocimiento, todo lo que tenía en salvarle la vida a ese niño
Y aun así nada fue suficiente
Había sido como tratar de sostener la lluvia con mis manos
Para cuando llegué a mi auto, las lágrimas habían conseguido liberarse y nublar todo a mi alrededor
Apoyé la frente en el volante y apreté los dientes con fuerza
Incluso si no debería haberlo hecho, terminé encariñándome con ese niño
“Ese niño que ahora está muerto”
No era justo…
¡No era justo!
“Nunca lo es”
.
.
.
Miré sin ver el atardecer que caía sobre la ciudad. No sentía deseos de nada, absolutamente nada y por eso llevaba horas sentado en el balcón
Porque si algo necesitaba era que ocurriese algo que retrocediera el tiempo
¿Y si no me hubiese quedado dormido?
¿Podría haber salvado a Dan?
“Richard dijo que no había nada que hacer”
Ese no era un consuelo
Debí haberme esforzado más, debí luchar, debí buscar más información
“¿Debiste conseguirle por tu cuenta un corazón y pulmones nuevos?”
Cerré los ojos
Por supuesto que iba a ser difícil, Richard me lo había advertido
Obviamente no escuché sus palabras
-Hey, ¿Sucedió algo?-
La voz de Felipe me llegó increíblemente lejana. Solo cuando mi novio se hincó frente a mí pude despegar la mirada de la ciudad
-Benjamin, ¿Estás bien?-
Parpadeé lentamente, recordando el dulce rostro de aquel pequeño niño
-No-
El rubio me miró sorprendido
-¿Qué ocurrió?-
Busqué la forma de hablar, pero ninguna oración coherente acudió a mí
-Está bien, ven aquí-
Permití que me rodeara con sus brazos e inmediatamente me sentí mejor
¿Qué habilidad tenía Felipe para conseguir cambios tan grandes en mí?
Incluso si no estaba dispuesto a admitirlo en voz alta, debía reconocer que gran parte de mi mundo giraba a su alrededor
“¿Por eso le mientes?”
Apreté los labios, decidiendo apartar aquel pensamiento
El frío y la oscuridad de la noche cayeron sobre nosotros, pero mi novio no se movió un solo centímetro. Simplemente se dedicó a sostenerme y besar mi frente una y otra vez
Quería poder hacer eso para siempre
Ansiaba paz, tranquilidad, y una parte de mí particularmente egoísta, deseaba tenerlo solo para mí hasta el fin
Si solo pudiese detener el tiempo en un instante como este…
-Mi paciente de siete años murió- admití tras lo que probablemente eran horas
-Te encariñaste con él- no era una pregunta
Presioné mi mejilla contra su pecho
-Sí-
Dan era increíblemente especial, muy inteligente y también tierno
Me recordaba a mi propia infancia, antes de que todo cambiara y se volviese gris y doloroso
-No creo que esté en un lugar mejor- reconocí consciente que me encontraba con una de las pocas personas que era capaz de entender mi pensamiento
Sentí la mano de Felipe acariciar mi mejilla y luego girar mi rostro para poder observarme directamente
Entonces mi corazón comenzó a acelerarse
-Me gustaría creer que existe un lugar donde niños inocentes como él puedan ir después de morir… pero no veo ninguna señal en este mundo que me ayude a convencerme de ello- sentenció con serenidad
Incluso si solo había calma en su tono y su mirada, tan solo las palabras que había pronunciado consiguieron apretar mi corazón
¿Ninguna señal?
-Felipe…-
-Si en algo estoy de acuerdo con él, es que este mundo es todo lo cruel y despiadado que los mismos seres humanos consiguieron que fuera-
¿Él?
“Varick”
Sí, eso sonaba a algo que Varick diría. ¿No debería resultarme entonces inquietante?
-¿Entonces qué hago?-
-Seguir adelante-
Miré confundido a mi prometido
-¿Seguir adelante?-
-Graba en tu memoria todos los recuerdos que tengas que de él, y sigue adelante en su nombre. Tal vez se trate de una vida que no pudiste salvar, pero con lo que sabes, podrás salvar muchas otras-
A medida que hablaba mis ojos fueron humedeciéndose nuevamente, y al mismo tiempo mi corazón se sacudió
No entendía por qué habíamos estado tan alejados el uno del otro, pero agradecí infinitamente que aquella distancia hubiese disminuido
Permanecimos abrazados infinitamente, mientras el ruido nocturno nos llegaba lejano y distante… mientras el cielo oscuro era lo único que nos interesaba además de nuestras propias presencias
-Te amo-
-Yo también-
.
.
.
-¿Dónde está?-
Diego apartó la mirada y no respondió
Fruncí el ceño, percibiendo como el ambiente del lugar había cambiado drásticamente en cuanto ingresé al edificio
Obviamente nadie se había cruzado conmigo mientras caminaba hacia el ascensor, no, el problema fue cuando llegué al primer piso de la organización
-Diego, ¿Dónde está?- exigí alzando mi tono
El mayor siguió en silencio y le odie por ello, incluso si probablemente no era su culpa
Era más que obvio que Varick había dado la orden, pero ¿Qué acaso no eran ellos seres capaces de pensar y decidir por su maldita cuenta?
-Voy a encontrarlo incluso si decides callar como un cobarde-
Mi declaración hizo que finalmente me mirara, no había piedad en sus ojos y eso me inquietó
-¿Y qué harás si te digo dónde está? ¿Llevártelo?- se burló
Apreté los puños pero fingí una perfecta sonrisa
-¿Te crees capaz de detenerme acaso?-
Sabía que estaba valiéndome de mi relación con Felipe para plantarle cara, pero no me importó un carajo
-No podrás entrar si Varick no lo permite- me advirtió con voz más neutral
-¿Por qué?-
-Eres inteligente, creo que puedes deducirlo por ti mismo-
¿Matt estaba en la habitación de Varick?
¿Por qué?
Podría encerrarlo en cualquier lugar… ¿Por qué en su propia habitación?
Mi cuestionamiento debió reflejarse en mi rostro porque Diego suspiró y se llevó ambas manos a los bolsillos
-A mí no me preguntes, no quiero meterme en eso-
-Es mi primo- espeté un tanto ofendido
Los ojos claros de Diego brillaron peligrosamente
-Es un traidor- siseó
Bufé
-Comienza a hartarme la actitud herida de todos ustedes, si fueran tan buenos como aseguran probablemente podrían haber advertido lo que sucedería ¿No?- le provoqué
Pensé que se enfadaría o se largaría, pero en lugar de ello sonrió levemente
-Incluso si eres capaz de hacer que la corte lo encuentre inocente, eso no hará que el muerto reviva ¿Verdad?-
Parpadeé confundido
-Nadie murió- repliqué hastiado
Diego dio media vuelta aparentemente despreocupado
-Si no lo has entendido probablemente nunca lo harás- sentenció antes de marcharse
Permanecí de pie en medio del pasillo, tratando de entender de qué diablos hablaba
¿Es que nadie iba a dejarlo ir?
¿Nadie era capaz de superar lo que había pasado?
¿Y qué si Matt había traicionado a Varick? ¿No había sido Varick quien lo secuestró cuando era un bebé? ¿Quién ayudó a la mujer que lo secuestró hace unos años?
¿Por qué de pronto los papeles se habían invertido y creado la imagen de un monstruo en mi primo?
Aceleré mis pasos luchado por mantener la furia controlada, pero nada parecía funcionar en mi mente. Finalmente me encontré con Blake y una especie de llama se encendió en mi corazón
-No sabía que vendrías hoy- me saludó con indiferencia
Opté por evitar cualquier sutileza, realmente no creía necesitarla
-Llévame con Matt- pedí mirándole fijamente
El de mirada oscura me observó con frialdad y tuve que reconocer el parecido con Varick, podía ser realmente bueno en eso de impedir demostrar cualquier emoción
-¿Por qué?-
Su respuesta consiguió sorprenderme verdaderamente
-¿Qué clase de pregunta es esa?- salté ofendido
Él permaneció en silencio el tiempo suficiente como para comenzar a inquietarme
-Yo debería preguntarte algo similar. ¿Por qué quieres verlo? ¿Acaso pretender seguir mintiendo?-
-No sé de qué hablas-
Pero en cuanto dije aquellas palabras caí en la cuenta de que Blake hablaba sobre mi comportamiento frente a la mentira de Varick
“Como si él no fuese a ponerse del lado de Matt”
-Sí lo sabes, si eres tan inteligente como aseguras entonces te darás cuenta que no planeo permitir que vayas con él. Tu visita no será de ninguna ayuda y solo aumentará su desgracia-
-Es mi primo, tú no eres quién para decidir si puedo verlo o no-
Casi retrocedí cuando un peligroso brillo cruzó su mirada, pero me contuve y traté de parecer totalmente decidido
“Como si él no fuese a notar si sientes miedo”
-Di lo que quieras, no te ayudaré y probablemente nadie aquí lo hará-
Suspiré mentalmente y opté por contar hasta diez en silencio
Tenía que haber una forma de convencerle, estaba en lo cierto, nadie más me ayudaría y realmente no quería poner a Felipe en una situación complicada
¿Qué otra cosa me quedaba por hacer?
.
.
.
------------------------EndBenjamin
.
.
.
La brisa era suave, extrañamente cálida y tranquilizante. A mi alrededor solo habían árboles, todos meciendo sus hojas ante la brisa
Podía escuchar el crujir de algunas ramas y el canto de las aves
Todo estaba bien, excepto porque no había luz
En el lugar en que me encontraba la oscuridad amenazaba con dominarlo todo
Las aves seguían cantando, ajenas a lo que ocurría a su alrededor
Alcé mi rostro al cielo, esperando entender qué estaba sucediendo, pero lo único que pude ver fue un enorme manto de nubes oscuras acercándose desde el horizonte
No comprendí cómo podía haber tanta felicidad y al mismo tiempo tan vasta oscuridad
Era inquietante el nivel de equilibrio que reinaba, ¿Es que los animales del bosque no comprendían el peligro?
¿Es que no tenían miedo?
-Niño-
Me estremecí ante aquella voz que conocía perfectamente, cuando me giré buscándolo, ansiándolo, queriéndolo… él estaba allí
Él me miraba con rencor
La brisa agitaba su cabello y hacía resaltar su mirada dolorosamente hermosa
Caí de rodillas, olvidando todo lo que me rodeaba, dispuesto a pedirle perdón hasta el final de los tiempos
Pero él me miró fijamente
Y comprendí que ni siquiera la eternidad sería suficiente para reparar mi pecado
Y todo en mí se rompió
Entonces solo hubo vacío
.
.
.
-¡NO!- grité tan fuerte que mi garganta ardió
Abrí los ojos sintiendo como mi corazón martillaba con fuerza contra mi pecho
-No…-
Parpadeé furiosamente, luchando contra las malditas lágrimas. Solo podía sentir la angustia que me provocaba aquel pensamiento traído en ese sueño. Llevé mi mano a mi boca, tratando de controlar mi agitada respiración y descubrí que alguien había vendado mi muñeca
No… ambas muñecas
-¿Qué?-
Observé las vendas extrañado, solo tenía hematomas ¿No?
El sonido de la puerta abriéndose me recordó que seguía en la misma habitación en la que había despertado previamente, solo que esta vez Varick no ingresó por la puerta
Un hombre alto y extrañamente sonriente entró a la habitación, sus ojos pardos brillaban misteriosamente y aunque no lo conocía de nada, me causó una buena impresión
-Es excelente ver que despertaste- comentó acercándose a la cama con una bandeja llena de comida
Mi estómago gruñó, recordándome que yo mismo había arrojado la bandeja que me había traído Evan
Suspiré, acomodándome en la cama para poder ubicar la bandeja sobre mis piernas, sin embargo, lo que me impactó no fue la deliciosa cantidad de tostadas y fruta, sino la presencia de mi teléfono celular
El hombre desconocido borró su sonrisa
-Deberías llamar primero- aconsejó retrocediendo para tomar una silla relegada a la esquina y llevarla hasta la cama
Tomé el aparato sintiéndome increíblemente nervioso
“Si dejas que lo noten será tu perdición”
Primero debía llamar a Harry
Inspiré profundamente antes de marcar y decidí no mirar al hombre que se había sentado junto a mí
-¿Matt? ¿Cómo estás amor?-
Harry…
Un centenar de recuerdos con mi novio me sacudió con tanta fuerza que dejé caer el teléfono sobre la cama
Esto era malo…
¿No se supone que lo amo?
“Sí, pero él nunca podría entender”
-¿Matt?-
-Deberías hablar- susurró el desconocido observándome con neutralidad
Volví a tomar el celular y esta vez me obligué a apartar todos los pensamientos caóticos
-Lo siento, no escuchaba bien- mentí descaradamente
El hombre de mirada parda alzó una ceja
-¿Entonces estás bien? Te extraño mucho-
-Yo también te extraño, pero he tratado de enfocarme en la galería-
-¿Qué hay de Evan y Benjamin?-
Apreté los dientes hasta que el dolor de cabeza retornó en gloria majestad
-Están bien, ya sabes cómo es Evan, no deja de molestarme con sugerencias para la boda-
Y tampoco de mentirme como el maldito desgraciado que terminó siendo…
-Tus primos son muy divertidos-
Yo también lo pensaba hasta hace no mucho
-Yo los llamaría únicos- traté de sonar contento aunque por dentro me sentía horrendamente infeliz
-¿Qué tal tu trabajo?- cuestioné tratando de enfocar la conversación en él
-Ya sabes cómo es, llevo tres casos a la vez y he estado sepultado bajo una montaña de papeles, lamentablemente el juez tomó una pésima decisión y lo siento mucho cariño pero tardaré en regresar-
Una extraña sensación me impidió responderle inmediatamente
Por una parte me entristeció un poco saber eso, pero lo que dominó fue la alegría
“Porque así podrás pasar más tiempo con Varick ¿No?-
Bajé la mirada, asustado de mis propios pensamientos
-¿Cuánto tiempo será?-
-Al menos unas dos semanas, en realidad depende de cómo respondan ante los alegatos, pero son los únicos casos que me quedan, después de esto no tendré que viajar todo el tiempo-
Me estremecí, sin saber qué pensar al respecto
-En ese caso deberías hacerlo, de cualquier forma la boda de Benjamín es lo más próximo y aun así faltan un par de meses-
-Me gustaría que vinieras conmigo, así no te extrañaría tanto-
Sonreí levemente
Si existía un premio al peor novio del mundo tenía que habérmelo ganado
-También me gustaría-
Y no supe si estaba mintiendo o no
De cualquier forma sonó real y eso era suficiente
-Tengo que irme, mi secretaria acaba de llegar con otra docena de documentos, lo siento mucho Matt-
-No te disculpes- repliqué automáticamente
-No puedes evitar el trabajo- agregué deseando no sonar demasiado tenso
-Es cierto, cuídate mucho, te amo-
-Yo también te amo- respondí percibiendo la inseguridad en mi pecho
Por primera vez aquellas palabras sonaron vacías. Obviamente, él no lo notó
Corté la llamada sin ánimo alguno de comer, pero la mirada del hombre junto a mí era lo suficientemente intensa como para obligarme a mordisquear un trozo de fruta
-¿Cómo te has sentido?- interrogó con un tono increíblemente amable
¿Qué clase de pregunta era esa?
¿Esperaba que hablara del permanente dolor en mi pecho? ¿Tal vez de mis sentimientos?
“Me siento como la mierda porque Varick apenas me dirige la palabra”
-Bien- mentí sin darme cuenta
El hombre suspiró
-Soy Jordan por cierto, el médico oficial en este… lugar-
Organización
Evidentemente quiso decir “organización” pero tal vez habló cautelosamente, sin ser consciente de mi nivel de conocimiento
-Soy Matthew- repliqué pinchando un trozo de melón con el tenedor
-Lo sé-
-¿Por qué quieres saber cómo me siento?-
-Porque me ordenaron que te revisara-
Alcé la mirada, ¿Quién podría habérselo ordenado además de Varick?
“¿Entonces no me quiere muerto?”
Mi pecho se oprimió ante aquella perspectiva
La alegría y la angustia luchando sin dar tregua en mi interior
-Sabes quién me lo ordenó-
Asentí bruscamente
-Solo conozco tu estado en base a lo que me dijeron sobre Zes. Más allá solo pude inferir que no estuviste comiendo los días que pasaste en la otra habitación-
Ladeé levemente mi rostro
-No hay más- sentencié dándole un sorbo al jugo de naranja
-Aunque la parte física es importante, lo psicológico no es menos relevante en tu recuperación-
Cada célula de mi cuerpo se tensó ante tal insinuación
-No te conozco-
-Es cierto, pero me preocupa tu comportamiento-
¿Por qué tenía que sonar tan honesto?
Lo peor de todo es que solo podía sentir sinceridad provenir desde él
-No debería, esta es la primera vez que nos vemos-
-Puede ser, pero he escuchado mucho sobre ti-
Miré fijamente a esos ojos pardos, una leve sonrisa iluminaba su rostro y no pude entender por qué trataba de ser amable conmigo
Todos me odiaban
Todos eran leales a Varick, incluso Evan y probablemente Jordan también. ¿Por algo era el médico a cargo no?
“Eso te deja solo de nuevo”
Sí, para variar
-¿No quieres saber qué he escuchado?-
Aparté la bandeja de mi regazo, deseando que Jordan se marchara
Lo único que deseaba era recostarme y dormir para siempre
Incluso si me aferraba al pensamiento de que Varick me había querido, todo lucía peor de lo que debería
Todo era frialdad y tristeza, porque estaba seguro que después de lo que había hecho, esos sentimientos habían desaparecido
¿Quién en su sano juicio podría seguir queriendo a alguien que le traicionó y trató de matarle?
Además, yo había visto el desprecio
Lo había sentido con más fuerza que los golpes de Zes
-No quiero hablar-
-La única forma de sanar es hablar-
Apreté los puños e inmediatamente un dolor punzante me hizo extender mis manos
-Has estado enterrándote las uñas en las palmas, traté las heridas con antisépticos y crema cicatrizante, pero no sanarán por completo si no dejas de hacerlo-
-Vete por favor- pedí fijando mi mirada en las vendas que rodeaban mis muñecas
-Los cortes en tu cuerpo debiesen sanar sin dejar cicatrices, el del hombro es el más complejo por la extensión y la ubicación que tiene, tendrás que cambiarte la venda dos veces al día y también aplicarte cremas para mejorar la cicatrización-
Miré de reojo como dejaba algo sobre la cama y se ponía de pie lentamente
-Cuando te sientas a gusto sería agradable hablar un poco más-
Inspiré lentamente, deseando poder ser un poco más agradable con él, no es como si fuese el culpable de lo que estaba pasando
“No, ese eres tú”
Pero tampoco sentía ánimo como para fingir una sonrisa y comenzar a hablar de sentimientos que ni si quiera yo comprendía del todo
“Es más sencillo de lo que crees”
No, no lo era, resultaba aterrador dimensionar la distancia que me separaba de Varick
Cuando Jordan salió de la habitación, hice un esfuerzo por parame y caminar un poco. Sentía todos los músculos adormecidos, y probablemente era así considerando el tiempo que llevaba hundiéndome en la miseria sin moverme
Caminé hasta el ventanal, la luz del sol ingresaba dándole un aspecto cálido a una habitación que probablemente estaba lejos de serlo
Cuando apoyé la mano sobre el frío vidrio mi corazón se detuvo
¿Estaba en un edificio?
Habría jurado que se trataba de una casa
Y lo peor de todo es que parecía encontrarse en el centro de la ciudad
“¿Dónde diablos estoy?”
Traté de encontrar algún lugar que se me hiciera conocido, pero era difícil con la altura del edificio
“Da igual”
Retrocedí lentamente, consciente que “escapar” era una idea absurda
“Especialmente porque no deseas hacerlo”
-Idiota-
Mastiqué aquella palabra, insultándome solo por ser tan débil
“¿Y qué? Estuviste llorando por años la muerte de Varick, ¿Por qué sería extraño que no quieras irte de su lado ahora?”
Porque evidentemente él me odia
Porque tengo novio y se supone que voy a casarme
Porque todos los que lo rodean desean verme muerto
-Porque tengo miedo…-
De pronto la luz que ingresaba por el ventanal se me hizo ridícula
Suspiré y avancé hacia el enorme librero, buscando algo que pudiese distraerme de mis oscuros pensamientos. Un libro llamó mi atención debido a que el lomo sobresalía en comparación al resto. Lo tomé con sumo cuidado y descubrí que de hecho tenía un marcador
“Tal vez no deberías leer”
Incluso si mi subconsciente me lo advertía, me sentí fascinado por haber encontrado el libro y comencé a leer
La verdad que comenzó a hervir fue enterrada en la oscuridad
El audaz coraje, arrastrándose, es manchado por deseos mundanos
La mirada jactante con el resultado del mal
Incluso Dios engaña y se burla
El cielo trazado simplemente será triste por siempre
Vida, no cambies mi destino
Dios, entierra mi odio
-No recuerdo haberte entregado ese libro-
Salté en mi lugar al escuchar la voz de Varick a medio metro de distancia. El mayor parecía indiferente, pero en sus ojos había molestia
“Genial, seguirás arruinándolo hasta el final de los tiempos”
-Estaba aquí- señalé el librero y cerré el libro
Varick me lo quitó de las manos
-Sé dónde estaba, me pertenece, al igual que esta habitación-
Entrelacé mis manos, incluso si se sentía molesto, lo que había alcanzado a leer era increíblemente interesante
¿Por qué lo había marcado?
¿Le gustaba?
¿Estaba en desacuerdo?
-Lo siento-
El sonido del cajón de su escritorio cerrándose con una fuerza casi brutal volvió a hacerme saltar
-Deja de disculparte-
Parpadeé
-Pero…-
-¿Crees que obtendrás algo repitiéndolo como un imbécil?- espetó burlándose
Retrocedí un paso
-Jordan dijo que te dio indicaciones, hazte responsable de tu patético ser y síguelas-
Asentí muy confundido, al mismo tiempo que me dolían, sus palabras conseguían alegrarme
¿Por qué?
¿Solo porque le estaba escuchando hablar?
¿Qué tan patético puedo llegar a ser?
“Al parecer no hay límites”
Esperé a que él se sentara tras su escritorio para moverme lentamente hacia el sofá
No entendía nada
¿Por qué no me mataba?
¿Por qué me había defendido en más de una ocasión?
¿Por qué trataba de obligarme a comer y tomar medicinas?
La ingenua esperanza comenzó a crecer poco a poco en mi corazón
“Si no quiere verte muerto y no quiere dejarte ir, entonces tal vez no te odia”
Miré fijamente al de ojos verdes
¿Y si había una posibilidad de que no me odiase? Porque si existía, por mínima que fuera, iba a hacer todo por conseguir revertir esta situación
“¿Con qué fin? ¿Olvidaste que vas a casarte?”
-Varick…-
Él apartó la mirada de sus documentos y me observó fijamente, haciéndome estremecer
Separé mis labios tratando de hablar pero ninguna palabra logró ser formulada
“Eres un cobarde”
Sí, lo era
-Si no tienes nada que decir entonces no me molestes-
Palidecí pero me negué a obedecer
“Habla ahora, no sabes cuándo tendrás otra oportunidad”
-Necesito saber por qué estoy aquí- repliqué aferrándome con fuerza a la tela de mis pantalones
Al principio pensé que Varick no me había escuchado, no hubo absolutamente ninguna reacción de su parte y eso me resultó chocante
Cuando alzó una ceja comprendí que sí había escuchado, pero que estaba cuidando sus expresiones en mi presencia
¿Se estaba protegiendo?
“¿No crees que sencillamente arruinaste toda la confianza que pudiese haber tenido contigo al traicionarlo?”
-¿Crees que puedes hacerme preguntas y esperar que las responda?- espetó apoyándose completamente en la silla y observándome como si fuese un trozo de chicle pegado a su zapato
Contuve un jadeo, tal vez el desprecio que había visto en su mirada no estaba de regreso, pero su tono era tan cortante como una navaja
-¿Por qué no abres los ojos y piensas un poco sobre la posición en la que te encuentras?- sonrió cruelmente
-Sé que no puedo marcharme si así lo deseo- me defendí
Varick se puso de pie y comenzó a acercarse de la misma forma en que lo haría un depredador que acecha a su presa
Tragué duro, la culpa burbujeó en mis venas cuando mi corazón reaccionó inmediatamente
-Hubo un tiempo en el que todos los integrantes de la organización habrían tenido que dar sus vidas para salvar la tuya, ya no más. Tu vida me pertenece desde que decidiste trabajar con Jason. Ya no posees ninguna decisión, no puedes exigir nada y mucho menos hacerme preguntas y confiar en que voy a responderlas. Y ten en cuenta que si no fuera por mi intervención, ellos te habrían matado hace mucho, y hubiese sido tan fácil como ahogar una rata- siseó disfrutando cada palabra
La visión se me nubló pero me apreté la pierna para no derramar una sola lágrima
-¿Qué, se te acabaron las preguntas?- se burló inclinándose sobre mi rostro
Sin saber por qué, extendí mi mano y rocé su mejilla. Él me miró con incredulidad y retrocedió instantáneamente
Ese simple y breve gesto consiguió incrementar mi agonía
Incluso si cada una de sus palabras iban dirigidas con odio hacia mí, seguía alegrándome verlo vivo
Porque si era capaz de odiarme significaba que estaba respirando, frente a mí y no sepultado bajo tierra.
-Estoy feliz de verte vivo- reconocí bajando la mirada
¿Era normal escuchar el latir de mi corazón directo en mis oídos?
-…-
El silencio que siguió a mis palabras fue incómodo y desagradable, como la espera de una sentencia de muerte
“¿No es lo mismo?”
-Es irónico-
Alcé la cabeza tan rápido que mi cuello crujió, pero lo ignoré olímpicamente. Necesitaba ver su expresión, solo que para variar, no había ninguna
Simplemente nada
Como si él fuese el vacío
No podía ser cierto
Él siempre era indiferente y frío, pero yo había aprendido a ver un poco más allá. Además, generalmente sonreía con mofa y casi siempre que hablaba conmigo utilizaba un tono de burla mezclado con sarcasmo
¿Quién era este Varick entonces?
“Lo que ves, es lo que tú mismo creaste”
Mi pecho se apretó dolorosamente ante aquel pensamiento
-¿Irónico?- repetí con temor
El de mirada verde retrocedió y tomó varias carpetas
-Ya sabes, después de todos estos años habría esperado que aprendieras a mentir-
¿Qué?
¿Pensaba que mentía?
-Supongo que tendré que conformarme con lo que hay-
Me precipité hacia él sin pensarlo dos veces y aferré mi mano derecha a su antebrazo
-No estoy mintiendo- aseguré luchando con la parte de mi mente que me advertía sobre el descarado impulso que había seguido
Varick se giró en un parpadeo, tomó mi muñeca y la apretó con tanta fuerza que sentí que estaba a punto de fracturármela
El temor creció en mi interior, congelándome en mi posición
Pero ni el dolor ni el miedo eran mínimamente comparables con la horrible mirada de él
El desprecio había regresado y estaba mezclado con furia apenas contenida
-Vuelve a tocarme sin mi permiso y te cortaré la mano automáticamente, ¿Entendido?- siseó antes de soltar mi muñeca y empujarme con tanta fuerza que caí sobre el suelo
Reprimí un quejido, impresionado por su reacción y atemorizado por la amenaza
Hablaba en serio
En su mirada llena de oscuridad, pude notar que estaba hablando totalmente en serio
“Sigue así y sí va a matarte”
Solo volví a respirar cuando él cerró la puerta con un fuerte golpe
Permanecí en el suelo, mirando fijamente aquel trozo de madera que había sido azotada injustamente
“¿Injustamente?”
Me abracé a mí mismo, tratando de calmar el temblor en mi cuerpo
¿Desde cuándo le tenía miedo a Varick?
Lo cierto era que todo parecía haber cambiado demasiado
Y la pequeña esperanza en mi pecho se debilitó hasta desaparecer
Nada
No quedaba nada
.
.
.