Una vez que las luces se apaguen, voy a verte claramente
Solo estamos enamorados, eso es todo
No podemos vivir en un mundo que se ha detenido
Déjennos en paz
No me miren así, con esos ojos
No hicimos nada malo
Dime lo que está mal
Dime qué es el amor
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--------------------------------------------Benjamin----------------------------------------
No me agradaba, realmente no tenía por qué agradarme, pero era algo con que debía vivir día tras día
Felipe era un asesino a sueldo… y a veces llegaba a casa con rastros de sangre
Siempre ocurría de la misma forma, cerca de las cuatro de la mañana me despertaba, consciente del vacío junto a mí en la cama
Él no hacía ruido
No encendía luces
Ni siquiera entraba por la puerta
Pero, tal vez por mera casualidad, yo le había descubierto después de dos semanas de vivir juntos
Iba directamente al baño, no al que se hallaba en nuestra habitación, por supuesto que no, sino al más alejado, y permanecía de pie, mirando el lavamanos como si fuera la cosa más interesante del mundo
La primera vez estuve a punto de preguntarle qué le sucedía, hasta que vi la sangre
No era como si estuviese bañado en ella de pies a cabeza, pero mi cercana relación con pacientes desangrándose me hizo ver las manchas en su camisa, manchas que probablemente no notó cuando se limpió en algún lugar fuera de nuestro departamento
Mentiría si dijera que no me dolía, porque mientras mi profesión se centraba en salvarle la vida a las personas… él hacía todo lo contrario
Permanecí recostado, sintiendo la brisa nocturna colarse por la ventana… consciente de que mi prometido estaba de pie en el baño, una vez más
Quería hacer algo, deseaba desde el fondo de mi corazón poder hacer algo para ayudarle… pero no estaba en mis manos
Había una muralla entre nosotros, una sólida y elevadísima muralla que se fue construyendo desde el instante en que él mató a Rafael
Era invisible, intangible, casi imperceptible… pero estaba allí tan clara como el sol
Tenía miedo… miedo de que su nuevo cargo lo sumergiera en una oscuridad de la cual nadie podría volver a sacarle
A veces sentía que el anillo en mi dedo no valía tanto como todos aseguraban…
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Desperté con el molesto sonido de mi alarma. Igual que todos los días, me levanté y tome una breve ducha. Cuando salí del baño, el lado de la cama donde habitualmente dormía Felipe, seguía intacto
Suspiré antes de tratar de sonreír y encaminarme a la cocina
Mi novio estaba tomando desayuno con aspecto tranquilo
-Hey, buenos días- saludé yendo directo a llenar mi taza de café
Su mirada apenas reparó en mí al principio, pero cuando pareció identificarme me sonrió levemente
-¿Mucho trabajo?- aventuré dejándome caer en la silla frente a él
Felipe ladeó su cabeza y me observó por segundos que se me hicieron eternos
-En realidad desde hace unos días el trabajo se ha incrementado-
Estiré mi mano por sobre la mesa, tratando de alcanzar la suya. Él entrelazó sus dedos con los míos y la opresión en mi pecho desapareció
Costumbre inquietante o no, a la mañana siguiente Felipe siempre volvía ser el mismo
-¿Problemas?-
-Estamos trabajando en mantener fuera a la policía, tras el último cambio de jefes, los tratos previos… se han debilitado-
Fruncí el ceño
-¿Es peligroso?-
El rubio suspiró
-Ya no tenemos a Varick para manipularlos a nuestro antojo, y hay una parte del FBI que parece particularmente interesada en nuestra organización-
Presioné el agarre de nuestras manos sin darme cuenta
¿Y si el FBI comenzaba a indagar?
Asesinos de elite o no, lo que hacían estaba muy por fuera de las leyes
-Felipe…-
-Se te hará tarde-
Observé como alejaba su mano en silencio
Podría preocuparme, podría decidir preocuparme y llenarme la cabeza de ideas que no me conducirían a ninguna parte… o podía confiar en él
“Algo que él hizo por ti, sin pensarlo dos veces”
Inspiré profundamente y terminé de beber mi café sin dejar de mirar su espalda mientras lavaba la loza que había utilizado
-Matthew quiere dar una cena de inauguración por su nuevo departamento- traté de desviar el tema a algo menos inquietante
Aunque el nuevo novio de Matt no podía considerarse como tal
-¿Con su novio?-
Sonreí al captar el tono de Felipe. Tal vez lo había ocultado perfectamente de todos en la exposición, pero no le agradaba en lo más mínimo Harry
-¿Has averiguado algo?-
-Nada, al parecer es alguien normal que decidió aceptar la invitación de la Interpol y dejar el bufete de abogados en el que trabajaba-
-¿Acaso ellos pagan mejor?- cuestioné desconcertado
-Te equivocas al suponer que el FBI es lo mismo que la Interpol Benjamin-
Dejé la taza sobre su platillo con cuidado, esperando pacientemente a que mi prometido terminara de secarse las manos
-Instrúyeme por favor-
Él alzó una ceja al captar mi tono burlesco pero optó por dejarlo pasar
-Te lo explicaré de esta forma, el FBI podría en el peor de los casos, capturar a algunos asesinos de la organización, menos a los de elite, por supuesto. La Interpol por otro lado trataría de matarme-
Permanecí casi congelado mirando a mi novio decir aquello con la misma calma de siempre
-¿Matarte? ¿No son una organización policial que debería capturarte?-
El rubio se acercó a mí, inclinándose lo suficiente para que su rostro estuviese a escasos centímetros del mío
-No quiero caer en el egocentrismo, pero Blake, Dimitri, Diego, Zes y yo somos demasiado peligrosos para mantenernos con vida y lo que es peor, las probabilidades de que nos capturen vivos son casi nulas-
-Hipotéticamente hablando ¿No?-
Él asintió antes de besarme en la frente
-Pero no hay nada que temer con Harry, es solo un abogado-
-Nicholas también es solo un abogado- argumenté secamente
-Sospecho que no te agrada el novio de tu primo-
Desvié mi mirada de aquellos ojos pálidos ojos azules
-Es…-
-Matthew estuvo a punto de morir, si es feliz deberías compartir su felicidad-
Dejé escapar todo el aire en mis pulmones, obviamente Felipe tenía razón. Matt ya había pasado por suficiente mierda…
Pero en el fondo de mi ser siempre había pensado que si había una persona capaz de tener en la palma de su mano a Varick, era él
“¿En la palma de su mano? ¿No sería más apropiado reconocer que sospechaste de los sentimientos de Varick?”
-No es que quiera verle mal…-
-Niño…-
La mano de Felipe sosteniendo mi barbilla para mirarme a los ojos me causó un agradable escalofrío
-Tú y yo tenemos otras cosas de las que preocuparnos-
Me dejé llevar por la sensación de su mano acariciando mi mejilla y mi mente se perdió en un mundo donde nuestra cama era el centro de todo
Oh… realmente necesitaba un aliciente matutino…
-¿En serio?-
-Sí, de la boda-
Retrocedí algo desconcertado
-¿Qué tiene la boda?-
¿No habría sexo matutino?
Diablos…
-Me hiciste prometer que no esperaríamos más de dos años para casarnos, porque no querías convertirte en el eterno prometido-
Sentí mi piel calentarse ante tal recuerdo. En honor a la verdad el pensamiento no hubiese salido de mis labios de no ser porque había estado bebiendo mucho con Evan para celebrar que Matt regresaría pronto a la ciudad
-Mmm… sí, supongo que sí-
-¿Supones?-
Traté de levantarme y huir cobardemente, conocía a Felipe y a él no le agradaba la idea de organizar una boda que por lo bajo tendría cien invitados, pero nuevamente, yo había bebido mucho tequila…
Y Evan da pésimos consejos cuando está ebrio
-¡Bien, bien! Comenzaré a pensar en la boda-
¿Y si contrataba a un organizador y simplemente le ordenaba que decidiera todo por su cuenta?
-Sé lo que estás pensando, Evan jamás te lo perdonará-
Bajé los hombros, rindiéndome a mí en teoría, espectacular idea
-Bien, bien, le pediré a Evan que sea el organizador, pero cada vez que quieras matarlo tendrás que pagarme con sexo-
Oh si, esa sí que era una buena idea
Felipe me presionó contra la silla
-¿Ese es mi castigo?-
Me estremecí y sin importarme un carajo lo tarde que se me hacía para el trabajo, colé mis manos bajo su camisa azul marino
-Sí, y deberías empezar a practicar ahora- añadí sonriendo
Ahogué una exclamación cuando me alzó en brazos
-¡Bájame, no soy una mujer!- me quejé riendo
El rubio no se inmutó, simplemente caminó veloz y me arrojó contra nuestra cama
-Si fueras una mujer no disfrutarías lo que te voy a hacer ahora….-
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-Of course yeeeeeeees!-
Casi salté del susto por el tremendo grito que dio Evan. Agradecí que nuestro chofer fuera lo suficientemente profesional como para no dejarse sorprender por las salidas de mi amigo
-¡Cálmate!-
-¿Calmarme? ¡Podré organizar tu boda!-
Dejé que su mente divagara en lo que supuse serían impactante ideas de decoración que solo podría funcionar en su propia boda, era cierto que él consideraba un placer hacerse cargo de la organización, pero honestamente mi petición también tenía que ver con el hecho de que odiaba la idea de hacerme cargo por mi cunta
Prefería realizar veinte cirugías seguidas que elegir flores
-Bien, bien, pero está prohibido el rosa- declaré
Inmediatamente el rostro de Evan se descompuso
-¿Prohibido?-
-Felipe me deja plantado en el altar si llenas todo de rosa- señalé con honestidad
De hecho, yo tampoco iría a mi boda si descubriese que el rosa era un elemento preponderante
-Pfff, bien, sin pink, trataré de que sea algo elegante-
Alcé una ceja pero omití opinión alguna
-¿Qué hay de los invitados? ¿Has pensado en qué lugar será?-
Observé las casas pasando a mi lado mientras el vehículo se movía. ¿Un lugar?
¿Qué lugar podría ser apropiado?
-No lo sé-
-Bueno, supongo que hay tiempo ¿No?, solo debes encontrar algo para unas… ¿Doscientas personas?-
Me giré hacia Evan anonadado
-¿Doscientas personas?- repetí incrédulo
-Mmm, tienes razón, es muy poco… ¿Doscientas cincuenta?, tiene que ser un número redondo…-
Observé al chofer a través del espejo retrovisor, el hombre me dedicó una sonrisa de compasión
Suspiré, agradeciendo que estuviésemos llegando al edificio de Matt
-Señores, hemos llegado. ¿Quiere que le espere señor Benjamin?-
-No es necesario, Felipe vendrá también, así que nos iremos juntos-
-Que tengan una agradable cena entonces-
Asentí, ignorando el parloteo incesante de Evan, que parecía tener una discusión consigo mismo en voz alta sobre el color de los manteles correcto
-¿Nicholas no vendrá?- le interrumpí cuando el conserje del edificio anunció nuestra visita
-…y tengo que hablar con Two sobre las flores porque… ¿Nicholas?-
-Tu novio, el abogado sexy- le piqué
-Ohhh, claro que sí, de hecho llegó antes, quería hablar de unos negocios con Harry-
Miré fijamente al gemelo mientras subíamos al elevador
-¿Advierto cierto fastidio en tu mirada?- se burló sin girarse hacia mí
-Nicholas es un abogado mercantilista… ¿De qué se supone que hable con Harry?-
Evan bufó, sacudiendo su corto cabello castaño
-Nicholas es más que un abogado, también es dueño de varias viñas ¿Sabías?, no tienes que desconfiar inmediatamente de él solo porque se lleva bien con Harry, al que por cierto, es más que obvio que no pasas-
-Yo no…-
El castaño alzó su mano
-Mira, tienes derecho a que te desagrade, pero estamos aquí para apoyar a Matt, así que muérdete la lengua y sonríe-
Rodé los ojos cuando lo tuve de espaldas y le seguí en silencio
¿Es que todos habían decidido hacerse amigos del inglés?-
Para mi mala suerte fue el de ojos grises quien abrió la puerta, llevaba un delantal de cocina y sostenía una botella de vino en sus manos
-Bienvenidos a nuestro hogar-
Respondí a su saludo fingiendo una sonrisa que se volvió sincera cuando Matt apareció por un pasillo con una enorme sonrisa en el rostro
Él era feliz… finalmente parecía feliz
¿No debía ser suficiente para nosotros?
-¡Hey! Pensé que llegarían más tarde-
-Felipe estaba resolviendo unos problemas del trabajo, así que preferimos venir antes- respondí rápidamente
-¿Pero vendrá?-
Asentí, siguiendo a mi primo hasta los sillones
-¿Cariño, puedes quedarte con ellos mientras termino la cena?- murmuró Harry contra el oído de Matt
El menor asintió sin dejar de sonreír y cuando su novio le beso en la frente su rostro se volvió de un rojo brillante
-¿Y mi noviooooooooooooo?- saltó Evan haciendo un puchero
-Lo llamaron de la oficina y tuvo que irse pero dijo que volvería pronto-
El gemelo se dejó caer en el sillón con los brazos cruzados
-¿Harry está haciendo la cena?- molesté a Matt
El de ojos violetas volvió a sonrojarse
-Tengo que admitir que cocina mejor que yo-
-Ahhhh, tener un novio con ese acento ya es pecado, pero si te cocina…-
-Borra tus sucias ideas de tu mente por favor-
-¡Pero Mattcito! ¿Qué haces con nosotros? Podrías estar robándole besos en la cocinaaaaa-
-Y tú tendrías la oportunidad de andar de voyerista ¿No?-
-¡En mirar no hay pecado!-
Ignoré la absurda defensa de Evan
-Hey, estoy comenzando a preparar mi boda, y me preguntaba si quieres ser mi padrino junto con Evan-
El rostro de Matt se iluminó aún más
-¿Yo?-
Asentí sonriendo
-¡Claro que quiero!-
Me acerqué lentamente al más bajo
-Pero ten cuidado, Evan organizará la boda y tratará de vestirte con colores fluorescentes- le advertí lo suficientemente alto para que Evan escuchara
-¡Ofendes mi preciosa reputación bitch!-
El resto de la conversación se centró más en nuestros trabajos. Cuando Harry anunció que la cena estaba lista (y le pidió a Matt que le ayudara a poner la mesa, a lo que mi primo obedeció como un corderito obediente), el timbre sonó, y por la puerta ingresaron Felipe y Nicholas al mismo tiempo
-Nos encontramos abajo- anunció el pelirrojo antes de besar a su novio
Mi novio simplemente me abrazó, era obvio al menos para mí, que el asunto que había hecho que Nicholas se fuera tenía que ver con la organización
-Siéntense, Harry se encargó de impedirme cocinar así que la cena debe estar deliciosa-
Obedecimos en medio de un ambiente asombrosamente relajado
Resultó que Matthew tenía razón, la cena estaba más que deliciosa, y el salmón en salsa blanca acompañado de un delicioso vino que Harry había traído desde Inglaterra, no tenían nada que envidiarle a una cena de restaurant de primer nivel
Me dediqué a observar el comportamiento de Harry y Matt. El primero era amable y cariñoso con mi primo y parecía dispuesto a impedir que este realizara el más mínimo esfuerzo
Como si se tratara del objeto más preciado de la Tierra…
-Benjamín me pidió que fuera su padrino de bodas- le contó Matt al inglés sonriendo
-¿Se casarán pronto? Felicitaciones-
-En realidad no tenemos fecha todavía, pero creo que en unos cuatro meses sería prudente-
Ignoré la mirada burlesca de mi prometido
-¿Piensas pedir vacaciones en el hospital?-
Asentí algo desconcertado
-Puedo recomendarles excelentes lugares para su luna de miel en Europa, si es que les interesa-
A Evan le brillaron los ojos, yo simplemente tomé la mano de mi prometido por debajo de la mesa
“Una vez que te cases no hay marcha atrás”
Ladeé ligeramente la cabeza, no me preocupaba mucho eso, sabía que amaba a Felipe
El problema no era el amor… era toda la mierda que lo rodeaba
No sabía si realmente estaba preparado para eso
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-¿Cómo te sientes hoy?-
La chica en la camilla del hospital era uno de mis casos más peligrosos. Se incorporó con dificultad, dejando ver su abultado vientre de casi seis meses de embarazo
-Considerando que apenas me puedo mover y que vienen a administrarme medicamentos cada hora… supongo que bien-
Asentí, tomando la planilla y verificando que la medicación fuese la correcta
-¿Y el bebé?-
Mary acarició su vientre, sonriendo con una felicidad que me desconcertaba. Su historia estaba llena de dolor, con un padrastro que la golpeaba casi cada día desde la muerte de su madre, su novio había sido un salvavidas al principio… luego se transformó de un demonio
Aquella niña de dieciséis años había huido de la casa de su padrastro solo para caer en los brazos de un drogadicto que le golpeaba aún más… y lo peor fue cuando descubrió que estaba embarazada y el sujeto asumió que era de otro solo porque él se la pasaba constantemente ausente
-Me patea igual que siempre, al parecer es más fuerte que su madre-
Asentí antes de acercarme para realizarse las pruebas de rutina. Debido a los golpes recibidos y también a la mala predisposición genética, su embarazo estaba considerado de alto riesgo debido al CIR con aplanamiento tardío que sufría la chica
-¿Y tu percepción del frío?-
-Es difícil saberlo si tienen la calefacción encendida todo el tiempo-
Me mordí la lengua para no comentar ante aquella declaración. Dado que todavía no comenzaba el invierno, la calefacción no se encendía todo el día, por lo que su percepción de calor debía provenir de su elevada presión arterial
-Tu último desmayo fue hace…-
-Nueve días-
Sonreí divertido al ver su frustración, debía ser muy aburrido permanecer en la cama día tras día
-Bien, en ese caso desde hoy comenzarás a dar pequeñas caminatas, con la ayuda de una enfermera-
-¡Graciaaaaaaaaas!-
El resto de mi ronda fue tranquila, supervisé los medicamente de algunos pacientes, y a otros les di el alta que hace ansiaban bastante. Bueno, tranquila hasta que mi mejor amigo decidió llamarme
-Honeeeeey!-
Aparté mi teléfono de mi oído, deseando no haber confiado en que Evan se comportaría en lugar de gritar
-¿Dime?-
-¿Ya pensaste en el regalo que le darás a los invitados?-
Fruncí el ceño, ¿Tenía que regalarles algo?
-¿Es necesario?-
-Of course! Tú boda no es cualquier boda, además no debe ser algo costoso sino agradable-
Lo único agradable en lo que podía pensar era en una siesta muy larga, los turnos de 48 horas no eran del agrado de nadie
-¿No quieres elegirlo tú? En realidad ni siquiera he hablado del presupuesto con Felipe-
-¿Y si no te gusta?-
Pude imaginar perfectamente el puchero que debía estar haciendo el gemelo del otro lado de la línea
-Dijiste que debía ser algo agradable- le recordé temiéndome una canasta de regalos particularmente brillante
-¿Qué tal una botella de vino?-
Me sorprendió un poco aquello pero traté que no se notara en mi tono
-Supongo que no estaría mal…-
-Y además podrías…-
Mi concentración se perdió cuando el nuevo médico especialista apareció por el pasillo, no había cruzado una sola palabra con él, pero todas las enfermeras se desvivían por asistirlo en sus rondas… y eso que solo llevaba una semana en el hospital
Era evidente que la repentina pasión de las enfermeras por cumplir su trabajo cuando él se encontraba cerca radicaba en la apariencia del hombre
-Hey, ¿Tú eres Benjamín?, digo, el doctor Broussard-
Ladeé mi cabeza, asombrado de la claridad de sus ojos miel
-Hey, ¿Me estás escuchando?-
Ignoré el reclamo de Evan en mi oído y le asentí al extraño
-Lo soy, y tú eres…-
El hombre me sonrió, no era un gesto deslumbrante y vacío como el de los modelos, sino que se trataba de la sonrisa de alguien que está acostumbrado a tranquilizar a los demás
-Richard Tanner, o como les gusta decirme “el nuevo”-
Estreché su mano, consciente repentinamente de la mirada de varias mujeres
-¿Hay algo en lo que pueda ayudarle doctor Tanner?-
-Llámame Richard, no creo ser tan mayor ¿O sí?-
Fue desconcertante que no me disgustara la mirada que me dio, no era la de un hombre en busca de sexo, él realmente parecía tratar de calcular mi edad
-No diré mi edad a menos que digas la tuya- repliqué sonriendo
-¿Debería arriesgarme?-
Ladeé mi cabeza
-Estoy un poco ocupado y…-
-Veintiocho, pronto cumpliré años ¿Y tú?-
La rapidez con que cayó en mi juego me causó gracia
-Veinticinco-
Su expresión no cambió, pero hubo un destello en sus ojos que me produjo curiosidad
-Entonces ¿Puedo ayudarte en algo?-
Richard asintió, volviendo a sonreír tranquilamente
-El jefe me comentó que tienes un caso muy particular de embarazo de alto riesgo-
Fruncí el ceño, ¿Acaso venía a quitarme el caso de Mary solo porque creía que era interesante?
-¿Y el favor sería…?- espeté con frialdad
Mi repentino cambió de actitud debió sorprenderlo porque pareció detenerse justo antes de seguir con lo que sea que fuese a decirme
-¡Doctor Tanner!-
Una enfermera se acercó casi corriendo a nosotros, antes de girarse hacia el más alto me observó con frialdad
“¿Y ahora yo que hice?”
-¿Sucede algo?-
-Lo necesitan con urgencia en el quirófano cuatro, al parecer hubo complicaciones-
Richard cambió inmediatamente de postura, si antes parecía relajado, ahora era una persona seria y profesional
-Bien, iré en seguida-
La mujer se alejó con un poco de aprehensión pero no le quedó otra opción que marcharse
-Creo que malinterpretaste mis palabras, ¿Te parece que tomemos un café para que te explique?-
Consideré bastante aquella idea, pero no había ningún tono de coqueteo en su voz, y después de todo se trataba de la salud de Mary
-Bien, ¿En la cafetería?-
-No es por ofender al hospital pero el café de aquí es malísimo, ¿Qué tal en la cafetería que hay en la calle del frente?-
Me encogí de hombros, la distancia no era mucha y eso significaba que en caso de emergencia podría correr de regreso al recinto
-Avísame cuando termines con la cirugía-
-Claro-
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Richard había elegido una mesa cercana al ventanal principal, me senté frente a él observando con curiosidad el pequeño local. Nunca había tenido verdadera necesidad de venir y por eso siempre lo observaba desde afuera. Debía admitir que se trataba de una apariencia un tanto engañosa, por fuera lucía más pequeño de lo que era realmente, y la calidez del interior, constituido casi en su totalidad por madera oscura, era bastante agradable
-¿Qué vas a pedir?-
Observé la carta y me decidí casi enseguida por un cappuccino
-Cappuccino vainilla y… un muffin-
El de cabello oscuro alzó una ceja, divertido
-¿Un muffin?- repitió sonriéndome
-De chocolate, ¿Algún problema?-
Él alzó sus manos en son de paz
-¿Y de qué querías hablar sobre Mary?- interrogué después de darle mi orden al mesero
-¿Ese es el nombre de la chica?-
Asentí, observando el viento arrastrando las hojas de los árboles del otro lado del ventanal
-¿Cuántos años tiene?-
-Dieciséis…- susurré pensando en su historia
-¿Tiene algún otro problema de salud además del peligro que corre por el embarazo?-
Suspiré, consciente de la razón por la que el jefe le había comentado del caso a Richard
-Sabes que sí, estenosis valvular pulmonar-
El mayor asintió con seriedad
-Es peligroso operarla ahora, el estado del bebé es de por sí delicado-
-Es muy pequeño para tener seis meses, las probabilidades de que sobreviva son pocas- “inexistentes” tal vez era una palabra más adecuada
-Lo sé, se han juntado una serie de parámetros peligrosos, pero no estás solo-
Alcé mi rostro para observarle, aunque yo carecía de la habilidad de Matt de “sentir” lo que los demás piensan, estaba seguro que no la necesitaba, él decía la verdad, realmente quería ayudarme
-Su seguro es muy malo- le advertí, de hecho había tenido que rebajar considerablemente el precio de los tratamientos para que ella pudiese permanecer en el hospital
-Bueno, tal vez al jefe no le agrade mucho, pero me arriesgaré- sentenció guiñándome un ojo
Permanecí quieto, sin creerme que un cirujano recién contratado se ofreciera a ayudar casi gratis a una paciente
-¿Hablas en serio?-
Richard bebió de su café lentamente
-¿Crees que bromearía sobre algo así?-
Traté de responderle, pero el mesero regresó con mi orden y tuve que esperar a que ese marchara para hablar
-No es eso pero…-
-¿Crees que miento?-
-No, pero es realmente…-
-Debe haber sido difícil- declaró mirándome con calidez
Parpadeé sin entender qué diablos sucedía
-¿Difícil?- repetí con dificultad
El de mirada miel asintió
-Te cuesta tanto creer que quiero ayudar a esa chica que te has quedado como una estatua-
Quise golpearme por ello pero tuve que conformarme con apartar mi mirada
-Por eso pienso que tu vida debe haber sido difícil, solo la gente que es traicionada o que ve lo cruel que pueden llegar a ser algunas personas es tan recelosa ante los demás-
Fijé mi mirada en mi muffin, notando por primera vez en mucho tiempo como el recuerdo de Rafael inundaba mi mente, y aunque no resultó ser algo precisamente agradable… tampoco sentí odio
¿Cómo odiar a los muertos?
¿Cómo seguir conservando sentimientos tan intensos por alguien después de que este murió?
“Si quieres la respuesta a esa pregunta deberías acudir a otras personas”
Rafael había pagado por sus actos… pero las consecuencias de ellos seguían entre nosotros
----------------------------------------------End Benjamin--------------------------------------
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Todo había salido bien, Harry pareció llevarse de maravillas con todos y el más feliz de todo será Evan, que no dejaba de dar absurdas ideas para la boda de Benjamin
Ideas que, obviamente, eran rechazadas por Felipe con una sola mirada
-¿Crees que Evan conseguirá los faisanes?- me preguntó Harry mientras recogíamos la mesa tras despedirnos de todos
Reí divertido, era obvio que mi novio no se había enterado mucho de lo que sucedió realmente
-No creo que Benjamín le deje entrar a la boda con faisanes cariño-
-¿No?-
Sacudí mi cabeza
El de cabello rubio oscuro me sonrió
-Oficialmente nos hemos quedado sin helado- anunció comenzando a lavar la loza
Me sentí un poco mal, él se había encargado de toda la cena, ni siquiera me dejó servir el postre
-Iré a comprar más- anuncié tomando mi abrigo
Harry se asomó por las puertas francesas con los brazos mojados
-Es tarde Matt, no es necesario que vayas ahora-
Sacudí mi mano mientras abrochaba mi abrigo
-Mañana se nos olvidará y sé que te encanta ese helado-
-Bien, pero ten cuidado-
-Solo iré al supermercado que está a unas cuadras-
Salí del edificio sin dejar de pensar en Harry. Había temido que tras venir a vivir conmigo se arrepintiera al comenzar a extrañar a su familia y amigos, pero o bien realmente no los extrañaba mucho, o realmente se encontraba feliz
Suspiré contento, eran cerca de las diez de la noche, si quería alcanzar a comprar debía darme prisa
Al llegar a una esquina, esperé pacientemente la luz verde del semáforo, justo antes de que esta cambiara, un vehículo oscuro pasó frente a mí. No le di importancia hasta que al mirar de reojo el asiento trasero, una alarma se encendió en mi cabeza
Varick
Me giré bruscamente, tratando de seguir al vehículo, pero este iba a gran velocidad y ni siquiera pude retener el número de la matrícula
Varick… era él
“No puede ser él, está muerto”
Pero era él… estaba seguro, podría reconocer esos ojos en cualquier lugar
“Muerto, muerto, murió frente a ti, por tu culpa”
Sacudí mi cabeza, tratando de alejar esos pensamientos de mi mente
Era él… ¡Eran sus ojos!
“Despierta, está muerto, tú mismo lo enterraste”
Pero…
Pero…
“Murió por tu culpa, aprende a vivir con ello”
Vivir con ello…
¿Entonces qué había estado haciendo mientras vivía en Europa?
“Cubrir el sol con un dedo”
No supe cuánto tiempo permanecí de pie junto al semáforo, luchando contra la parte de mí que me culpaba por todo lo sucedido hace años, tratando de calmar mis latidos, de fingir tranquilidad para que cuando regresara, Harry no se preocupara por mí
Obviamente regresé sin el helado, mi novio me regañó porque estaba congelado, y apenas pude fingir una sonrisa, gesto que afortunadamente, él no notó
Aquella noche no pude dormir, mi mente se debatía entre la culpa y la rabia
Varick estaba muerto
¿Es que no podía comprenderlo?
¿Cuánto tiempo necesitaría para dar vuelta la maldita página?
¿Cuatro años más?
¿Diez años?
…
¿Un “para siempre”?
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-¿Dices que ayer lo viste?-
La terapeuta que me había recomendado mi psiquiatra en Inglaterra era amable y no había decepcionado mis expectativas
Parecía realmente interesada en mi… problema
-No lo sé-
-Acabas de decirme que ayer mientras ibas a comprar viste pasar a Varick en un vehículo, Matt-
Enterré mis dedos en la tela de mis pantalones
-¡No sé lo que vi!, si no fuera imposible… era él, eran sus ojos- susurré notando como mi corazón se aceleraba
Pero él estaba muerto…
Había muerto frente a mis ojos…
Mierda, mierda, mierda, mierda
-Matt, necesito que hagas algo por mí-
Parpadeé desconcertado, la mujer de corto cabello oscuro me sonrió afable
-¿Qué cosa?-
-Llevas tres años de tratamiento Matt… tienes que aceptar que murió-
Palidecí bruscamente, la severidad en su mirada era dolorosa
-Sé que está muerto- repliqué percibiendo como mi voz temblaba
Había pasado meses llorando y soñando con un milagro, algo que me hiciera despertar de la pesadilla en que todo se había convertido
Pero siempre había sangre a mí alrededor…
Había tratado de mantenerme fiel a lo que consideraba correcto y terminé matando a una persona
“Corrección, a dos personas”
-Matthew…-
Ignoré el llamado de la mujer de mirada azul
-¡Lo sé! ¡Yo lo vi morir!... pero…-
-No hay peros, no hay pasado, tienes a un novio que te ama y al que no le has revelado jamás que recibes tratamiento… ¿Has analizado por qué?-
-No quiero que me vea así-
-Podrías ser un poco más sincero-
Observé la ventana, estábamos en un décimo piso y el cielo se veía nublado… tempestuoso
-No quiero que sepa de Varick- admití
Era como mezclar dos mundos
Incluso en mi mente sonaba ridículo, pero así me sentía
Si solo pudiese dejar el pasado donde pertenecía…
Harry no tenía por qué saber que en un momento de mi vida le había entregado mi corazón a una persona que disfrutaba asesinando gente
Si Varick era un monstruo yo me había convertido en algo mucho peor…
-Tratas de guardar tus recuerdos de Varick en una caja que es demasiado pequeña, por eso se escapan. Tal vez sería más sencillo no tratar de guardarlos- sugirió
Inspiré profundamente antes de mirarla fijamente
-¿Y si no puedo volver a dejarlo ahí? ¿Qué pasa si el pasado me alcanza?-
Ella meditó su respuesta varios minutos. No me importaba sonar como un cobarde, lo cierto era que hablar de Varick con Harry era literalmente poder el dedo en la llaga y hurgar en una herida que luchaba por comenzar a cicatrizar
-Tener miedo no es de cobardes Matthew, todos sentimos miedo, la diferencia radica en cómo lo enfrentas. Has tratado de encerrar todo lo concerniente a Varick en un baúl y no ha funcionado. No puedo asegurarte que todo mejorará cuando hables de ello, pero es una posibilidad ¿No?-
Tenía razón… pero aconsejar hacer algo es diferente a tomar la decisión y hacerlo
-¿Y si todo empeora?-
¿Y si vuelvo a ver a Varick frente a mí?
¿Y si no puedo separar el pasado y la culpa de mi presente?
-Eres una persona fuerte Matt, y no estás solo. Si caes, si te derrumbas, tus seres queridos te ayudarán a levantarte-
Recordé la expresión de furia de Evan cuando me encontró llorando en un rincón de mi habitación, alejando a todos de mí a gritos, cuatro semanas después de la muerte de Varick.
Recordé el golpe que me dio Benjamín, tratando de obligarme a comer y conteniendo las lágrimas en sus oscuros ojos
Recordé el abrazo de mi hermana, que no se despegó de mi lado desde el instante en que descubrió que mis pesadillas me impedían dormir, de día o de noche
Recordé el gesto de Felipe al acompañarme en absoluto silencio mientras yo caminaba por el parque hasta que la imagen de Varick fue tan sólida, tan hiriente, que caí de rodillas llorando frente a una banca donde le había visto sentado
Incluso el mismo Erick me había amenazado con destruir las fotografías de Varick si no me dignaba en responderle el teléfono a mamá y papá, y luego se arrepintió llorando cuando me descubrió escondiendo las imágenes bajo mi cama
No quería que ellos pasaran de nuevo por todo eso… no lo merecían
-¿Entonces cómo funciona? ¿Me repito una y otra vez que Varick está muerto? –
Ella asintió levemente
-Quiero que me prometas que para nuestra próxima cita vas a haber siquiera tratado de hablar de esto con Harry-
Reprimí mi miedo y asentí
-Por el momento quiero que comiences a tomar esto, es la dosis más suave, ingiérela al mismo tiempo que la receta que te dejó Miranda-
Escribió algo rápidamente y me tendió la receta
Miré fijamente el papel, comprendiendo inmediatamente lo que sucedía
Era un antipsicótico
Estaba comenzando a enloquecer
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No hay un manual que te diga cómo informarle a tu novio desde hace dos años, que todo este tiempo has estado con tratamiento psicológico porque al traicionar al asesino a sueldo que de hecho amabas, acabaste causando su muerte
Acomodé la bufanda alrededor de mi cuello, ya había pasado una semana desde mi visita a la psiquiatra, no había vuelto a “ver” a alguien que no podía ver y mejor aún, aprovecharía el regreso de mi novio de Inglaterra, donde tuvo que ir a resolver unos trámites, para contarle mí… problema
Sonreí pensando en la expresión de mi novio cuando viera la cena que pensaba prepararle. Caminé tranquilamente, ya había cotizado las flores que Evan estaba considerando la boda de Benjamin y por el resto del fin de semana podría dedicarme enteramente a…
-¡No…!-
Miré a mí alrededor, esperando que la poca gente que pasaba a mí alrededor hubiese escuchado aquel débil grito
-¡Por…!-
El callejón que había cruzando la calle se encontraba casi a oscuras, clara muestra de que anochecía en la ciudad
“No vayas, no vayas, no vayas”
Observé los rojos ladrillos de las paredes, obligándome a detener mis pies una y otra vez
-¡Ayuda!-
Definitivamente yo era el único que prestaba atención a esa voz. Terminé por acercarme lentamente a la entrada del callejón, con mi teléfono en mi mano para poder llamar a la policía de ser necesario
-¡Por favor, no he hecho nada!-
La voz sonaba débil y cansada, y era apenas perceptible, pero la identifiqué como la de una mujer
-No soy un juez, simplemente cumplo con mi trabajo-
Me costó mucho escuchar aquella frase y para ello tuve que acercarme tras un montón de cajas sucias
-¡Tengo familia!-
-Silencio mujer-
Mi teléfono casi cayó de mis manos cuando reconocí la voz de Zes
¿Qué hacía aquí?
-¡Por favor, ayúdenme! ¡No he hecho nada malo! ¡No merezco morir así!-
Permanecí absolutamente estático, considerando mis opciones
No sacaba nada llamando a la policía, para cuando llegasen la mujer estaría muerta y Zes muy, muy lejos
-Quienquiera que se encuentre detrás de las cajas, sal ahora o te asesinaré antes que a la mujer-
Tragué duro, obedeciendo mecánicamente a la amenaza de Zes. En cuanto me vio su expresión distó de mostrar el mínimo reconocimiento, la chica de largo cabello negro entrecerró los ojos
-¿Qué haces aquí?- espetó con frialdad
Mi pecho se apretó, sería un idiota si no comprendiera que su tono se debía mis propias acciones
-Yo…-
-Como siempre, te metes donde no deberías-
-¡Por favor, ayuda…!-
La mujer arrodillada en el suelo no alcanzó a terminar su exclamación, Zes se apareció a su lado y le cortó el cuello, sin inmutarse ante la sangre que le manchó toda la ropa… y sin dejar de mirarme fijamente
-L-lo siento- me disculpé apartando la mirada de la sangre
-¿Por qué? ¿Por terminar siempre en la boca del lobo?...-
-…-
-¿Tal vez por ser un total inútil defendiéndote?- se burló con crueldad
Eso hizo que volviera a mirarle, había pateado el cuerpo de la mujer contra un rincón y limpiaba su daga con su propia camisa
-Me iré en seguida- aseguré con sinceridad antes de voltearme para salir de allí
-¿O tal vez te disculpaste porque decidiste asegurar tu miserable vida traicionando a Varick?- declaró ignorando mis palabras
Mis pasos se detuvieron, tal vez mi cerebro inconscientemente comprendía mejor que yo, que merecía recibir aquellas palabras
Diego y Dimitri se habían mordido la lengua… Zes no parecía querer optar por esa opción
-Huye niño, huye como siempre, huye hacia los brazos de quien sea que te protege ahora. ¿Es suficiente para ti?, porque evidentemente Varick no lo fue ¿No?-
-No es…- mi lengua se congeló cuando la fría daga de la mujer de ojos grises presionó contra mi cuello
-Debería matarte ahora, sería tan sencillo como ahogar a un gatito recién nacido. Nadie podría ayudarte, y finalmente todos tendríamos lo que deseamos- siseó contra mi oído
Sentí algo húmedo deslizándose por mi cuello, supuse que era mi sangre y no me importó
No me importó lo que pudiese hacerme, porque el dolor que me causaba escuchar aquellas palabras proviniendo de una persona que estimaba era mucho peor
-¿Y qué esperas para hacerlo?- interrogué tras eternos instantes
-Lo haría en este preciso instante, porque siendo un niño inútil terminaste siendo más peligroso que todos nosotros juntos… pero lo tenemos prohibido-
El arma se alejó de mi cuello, me volteé lentamente hacia ella. Su mirada solo albergaba desprecio para mí
-Zes…-
-Aun después de lo que hiciste Felipe nos prohibió matarte, tú, que manipulaste a nuestro jefe a tu antojo, que conseguiste que te entregara el collar que te declara precisamente intocable… y que lo vendiste al enemigo… tú que peleabas todo el tiempo con Varick porque odiabas que asesináramos por dinero… ¿Cómo pudiste ser tan hipócrita?-
Sentí como mis ojos se humedecían, sí, me había equivocado. Sí, había entregado a Varick, sabiendo que de la única persona que aceptaría algo sin sospechar era yo…
Me había arrepentido cuando fue muy tarde y para cuando pude hacer algo mis manos estaban bañadas en sangre
-Me hiciste creer que había personas buenas allá afuera… pero resulta que Varick siempre tuvo razón… no hay algo como bondad en este mundo, y nos lo recordaste a todos en la organización-
-¡Ya basta!-
Mi visión se volvió borrosa producto de las lágrimas. No quería seguir escuchando aquello
Nunca quise engañarles, nunca fingí, pero ¿Cómo podría hacer que me creyeran cualquier cosa después de lo que había sucedido?
-¿Ya basta? ¿Acaso no puedes escuchar un par de palabras sin quebrarte? ¿Seguirás fingiendo que te importa? Ahora tienes un novio nuevo y una vida preciosa ¿No?, después de decir que amabas a Varick… terminaste matándolo…-
-Lo siento-
-¡Cállate y lárgate Matthew! ¡No hay espacio en nuestro mundo para ti! ¡No después de matar a Varick!-
No tuvo que repetírmelo dos veces, di media vuelta y comencé a correr tan rápido como me lo permitieron mis piernas
El único pensamiento en mi cabeza era Varick
No debí regresar
Debí quedarme en Europa, lejos de mi familia y amigos…
Y lejos de los recuerdos
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