Son nuestros deseos los que nos impulsan a realizar todo tipo de acciones
Si no existiera deseo, no habría malas decisiones
Si no tomásemos malas decisiones, tampoco habría decisiones correctas
Si no cometiésemos errores, probablemente no sufriríamos
Si no cometiésemos errores, probablemente no sentiríamos
Si no sintiéramos, si no amáramos, si no perdonáramos…
Entonces solo seríamos vacío
Vacío y oscuridad
Y aunque la luz puede viajar por el vacío, no puede enfrentar por siempre a la oscuridad
Porque en la oscuridad residen nuestras emociones más profundas: el miedo, el odio, el rencor, la envidia, el desprecio…
En la oscuridad nos perderemos cuando llegue el fin de los tiempos
Y ya nadie recordará cómo es la luz
Nadie
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Cuando miro a mi alrededor no estoy seguro de lo que veo
Todos parecen vivir de una forma casi preestablecida: naces, creces, haces amigos, tienes relaciones sentimentales, estudias alguna profesión, encuentras a una persona que crees que podrá acompañarte por el resto de tu vida, te casas, tienes hijos, tratas de no cometer los mismos errores que tus padres aplicaron sobre ti… envejeces y finalmente mueres
No hay espacio para cuestionamientos
No hay lugar para una escapatoria, para mirar hacia el cielo y buscar dentro de ti qué es lo que realmente deseas
El ciclo se repite una y otra vez y durante toda nuestra vida los demás nos dicen qué es el amor y qué no lo es
¿Cómo pueden estar tan seguros?
¿Quién les dio la autoridad de decidir cuáles son mis sentimientos? ¿De desacreditarlos solo porque no coinciden con lo que ellos esperan?
-En realidad ya nada importa…-
Suspiré, consciente del horrible dolor en mi pecho, de la enorme angustia que me impedía dormir por las noches y hacía que mis ojos se llenaran de lágrimas ante la mínima mención de un hombre que había muerto hace tres meses
Nadie dijo que fuera fácil, al principio había caído en un trance de negación. Estaba seguro que Varick no había muerto desangrado frente a mí
Porque Varick era invencible, nadie era mejor asesino que él, y sus increíbles habilidades y por qué no, ese horrible carácter lo convertían en alguien capaz de elegir cuándo y cómo morir
Él lo había dicho, él se había jactado de ello
No podía simplemente haber muerto frente a mí y especialmente no por mi culpa
-¿Estás listo?-
Aparté mi mirada del libro que fingía leer, Evan estaba abrochándose el abrigo frente a mí, observándome con un detenimiento al que había terminado acostumbrándome
Evan y Benjamin eran como mis guardaespaldas de tiempo completo, no solo porque sabían que si me dejaban solo me encerraría en mi cuarto para siempre, sino porque tenían miedo
Desde la muerte del hombre de mirada verde el miedo era lo que predominaba en los ojos de mis primos
Todos fingíamos que no estaba allí, pero yo no era estúpido, incluso lo había notado en Erick y en la misma Samantha
Temían que en un arrebato de depresión intentara acabar con mi vida
No podía negar, al menos para mí mismo, que lo había considerado. Especialmente cuando los recuerdos parecían volverse tan abrumadores y dolorosos que no había nada en el mundo capaz de detener mi llanto o mis gritos
No…
No iba a acabar con mi vida porque había hecho suficiente causando la de Varick
Cualquiera que fuese mi destino, incluso si solo se trataba de un camino oscuro y doloroso lo afrontaría con resignación
No merecía morir y descansar, me había ganado una existencia llena de memorias y culpa y pensaba cumplir con ese destino que había trazado para mí mismo
-¿Crees que exista el cielo Evan?-
Mi pregunta tomó por sorpresa al gemelo, que detuvo sus manos a medio camino de tomar la bufanda que estaba colgada en el perchero
-No lo sé Matt, cuando pequeño quería creer en algo como eso pero supongo que ya no tengo ninguna motivación-
Me incorporé lentamente y tomé mi propia chaqueta
-Yo creo que es mejor que no exista, porque si lo hiciera significaría que también existe el infierno y por lo tanto probablemente Varick está condenado a permanecer allí para siempre-
Mis palabras causaron que la tristeza irradiara de mi primo pero fingí no notarlo
Últimamente fingía no notar muchas cosas, tal vez para no herir más a quienes me rodeaban, o peor aún, porque realmente no me interesaba
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-¿No vas a comer?-
Samantha llevaba media hora mirándome desde el otro lado de la mesa, pero era la primera vez que decía algo, como si hubiese estado conteniéndose desde que ingresó a mi departamento
Sacudí mi cabeza, observando sin interés alguno el plato de pasta frente a mí
-No tengo hambre-
-Estás en los huesos- señaló con rabia mal reprimida
Me encogí de hombros
-¿No crees que hay cosas más importantes que comer?-
Mi melliza abrió sus ojos sorprendida y de cierta forma eso me dolió
Sus ojos eran iguales a los de papá, y por lo tanto casi idénticos a los de Varick
Me molestaba tenerla cerca, porque aunque no se trataba de un color idéntico, Sam representaba un recuerdo constante de los fantasmas que me perseguían hora a hora, día tras día
-¿Qué puede ser más importante que alimentarte y mantenerte sano?-
Sonreí con amargura
-Ser feliz-
-Matt…-
El dolor en mi pecho incrementó, sabía que de estar a mi lado el hombre de mirada verde se habría burlado como siempre y probablemente me habría arrojado un doloroso sarcasmo
“Pero habría estado vivo”
-Es curioso… cuando él estaba cerca, era doloroso porque siempre me causaba daño… pero ahora que no está el dolor solo creció…- murmuré notando como una solitaria lágrima se deslizaba por mi mejilla derecha
Retrocedí cuando mi hermana trató de acercarse y abrazarme
-Matthew… todo va a mejorar, con el tiempo dejarás de sentirte así-
-¿Sabes cómo me siento?- cuestioné con más burla de la que pretendía
La chica palideció pero al final suspiró y frunció el ceño
-Como la mierda más grande del mundo. Estás confundido, pero estoy segura que no quieres morir-
-No estoy confundido- aclaré tomando finalmente el tenedor
Sam tomó mi mano libre por sobre la mesa casi con ternura
-Por favor no te culpes por lo que pasó- me suplicó
Retiré mi mano, advirtiendo que estaba en lo cierto al suponer que ella realmente no entendía
Probablemente Evan le había contado una historia donde los hombres malvados me habían secuestrado y Varick había arriesgado su vida para salvarme
Podía notarlo en los ojos de mi melliza, ella no sabía de mi participación en la muerte de Varick y a lo mejor, solo a lo mejor era preferible a que conociera la verdad
-¿Por qué no debería? Yo fui quien hizo caso omiso de las advertencias de todos, yo decidí ignorar cualquier consejo de las personas que me quieren. Yo seguí al lado de una persona como él… y ahora no está…-
Y ahora no está y no siento más que soledad y angustia
Ahora no puedo volver a verle ni siquiera para suplicarle que me perdone por traicionarle
Ahora que es demasiado tarde ni siquiera entiendo como pude tener la fuerza suficiente para asesinar a Jason
Ahora ya nada tiene sentido… las peleas, los reclamos, las lágrimas
Nada tiene el más mínimo sentido
Como si al morir Varick todo se hubiese desvanecido…
-Es lo que me merezco, pero entenderlo y aceptarlo no evita que me duela, siempre duele, incluso cuando parece que no, mi mente me obliga a recordar que no debería sentirme ni siquiera remotamente feliz-
Noté como los ojos de mi hermana mayor se llenaban de lágrimas y observé en silencio como se levantaba y caminaba rápidamente, disculpándose por tener que usar el baño
Aparté el plato frente a mí renunciando a la idea de comer
Mi cuerpo y mi mente se habían unido en un solo deseo, un único deseo que escapaba al alcance de cualquiera en todo el mundo
Ni el esfuerzo de seis mil millones de personas podría traerme a Varick de regreso
Ya no había nada que hacer, porque la muerte es lo único inevitable y eso incluso el mismo Varick lo había aceptado
¿Entonces por qué mis ojos se negaban a dejar de llorar?
¿Por qué, si podía entender que esa tumba representaba todo lo definitivo mi corazón latía con fuerza cuando creía escuchar al hombre de mirada verde?
-Idiota…-
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Solo había querido ir a la tienda, comprar lo que Benjamín había puesto en la lista y regresar a mi habitación…
No pensé en que mis pies me traicionarían arrastrándome hasta este parque
Inhalé lentamente el aroma de los árboles, podía escuchar casi como un ruido de fondo los gritos de los niños que se encontraban jugando tranquilamente…
Como si no existiera el mal o el dolor en este mundo
Observé el camino preguntándome por qué de pronto necesitaba estar aquí si prácticamente había olvidado la existencia de este lugar
Mi corazón latía con prisa contra mi pecho, tratando de advertirme el motivo por el cual mis pies seguían en movimiento. Luché por entender mi angustiosa necesidad de llegar a un lugar que no recordaba… pero nada parecía funcionar
El parque era muy grande, con decenas de caminos que llevaban a pequeños lugares casi escondidos. Caminé como si se tratara de un sueño y yo conociera aquel parque desde que nací, una pileta, un gran aromo, una pequeña plaza con juegos para niños… una banca
Una simple banca…
-¿Matthew?-
La sorpresa me llevó a dejar caer la bolsa del supermercado, yo conocía a esa voz pero no podía dejar de mirar esa banca
-Hola Felipe-
-¿Estás bien?-
Ladeé mi cabeza, forzando a mi mente a recordar esa pequeña e inútil banca
No, no estaba bien
Nunca me sentía bien, todo me recordaba mi culpa, todo me hacía sentir miserable… y aun así trataba de no echarme a llorar cada vez que creía ver o escuchar a Varick
-Esa banca…-
Y entonces lo recordé, había visto a Varick sentado en esa misma banca, simplemente observando el horizonte
¿Por eso había querido venir hasta aquí? ¿Acaso mi cuerpo inconscientemente lo estaba buscando?
Me acerqué lentamente, casi con temor de que desapareciera frente a mis ojos. Pero eso no ocurrió, el asiento continuó allí, inmune a mi tristeza, a mi dolor, a todo lo que ocurría a su alrededor
Sin darme cuenta me senté en el lugar exacto donde había visto al hombre de ojos verdes, como si con solo hacer eso pudiese volver en el tiempo a ese instante de mis recuerdos
-Matt…-
Respingué al recordar la presencia del rubio, le miré de reojo, percibiendo que su semblante estaba más pálido de lo habitual y había una expresión de pesar en su rostro que jamás había visto
-¿Me tienes lástima?- cuestioné regresando mi mirada al horizonte
El novio de Benjamin se sentó a mi lado en silencio, probablemente tratando de entender mis acciones
-No, no siento lástima por ti. Sin embargo, verte así me causa tristeza-
Me sorprendieron sus palabras, pero traté de disimularlo. Podía notar su honestidad, pero era extraño escucharle hablando con tanta tranquilidad de sus propios sentimientos
-No me gusta que todos me observen de esa forma, ya sabes, como si de pronto fuese a suicidarme- repliqué tratando de devolver su honestidad con más sinceridad
Felipe se removió ligeramente, era obvio que suponía que yo no lo notaba
Pero últimamente yo notaba todas las emociones a mi alrededor… lamentablemente nadie parecía muy feliz tras pasar el tiempo suficiente conmigo
-¿Vas a suicidarte?- interrogó con un tono distante
Apreté mis puños con fuerza, percibiendo como aquella simple pregunta que solo contaba con tres palabras, provocó que mis ojos se nublaran producto de las lágrimas
-Lo pensé ¿Sabes?, pero no suena justo…-
-Tal vez hablar de justicia es un poco errado considerando la situación de la que somos parte-
El vacío en mi pecho creció, por supuesto que no era correcto hablar de justicia
Si fuera por eso Varick y toda su organización deberían haber estado muertos desde hace mucho
Incluso Evan, incluso Erick… incluso mi propio padre
-Yo lo maté- reconocí sintiendo como las lágrimas finalmente caían libres por mi rostro
Miré mis manos, consciente de que ya ni siquiera sabía si había tomado la decisión correcta. En aquel instante salvar a mi familia y amigos había sonado lógico…
¿Entonces por qué me sentía tan mal, tan vacío?
¿Por qué no podía dejar de llorar la muerte de un hombre que había arrebatado la vida de otros cientos?
¿No se supone que no debes matar a la persona que amas?
¿Eso significa que realmente nunca amé a Varick?
¿Entonces qué diablos era lo que sentía cuando estaba junto a él?
¿Qué era esa alegría, esa calidez, esa sensación de paz, de felicidad?
-Yo lo maté después de que llegué a amarlo… yo lo maté y él me había dado ese estúpido collar…-
¿Qué iba a hacer ahora? ¿Qué podía hacer si ya no había vuelta atrás?
¿Cómo podría seguir adelante sin esa mirada sobre mí?
Incluso si había sido herido por él en innumerables ocasiones… incluso si el resto jamás comprendería mi necesidad por permanecer a su lado…
¡Yo lo había matado, yo lo había hecho después de renegar de mi propia familia para mantenerme junto a él!
-No diré que no es tu culpa-
Las palabras de Felipe consiguieron distraerme un poco de mis pensamientos fatalistas, pero el dolor en mi pecho no menguaba
Comenzaba a pensar que jamás dejaría de sentir dolor…
-Tomaste una decisión y cuando te arrepentiste fue demasiado tarde. No eres ni la primera ni la última persona en cometer un error que desencadenó una tragedia-
Me giré solo lo suficiente para observar el semblante del rubio mientras hablaba. Parecía abatido, y su mirada clara estaba perdida en algo más, probablemente recordando un evento de su pasado…
-No todos salen de la miseria. No todos pueden perdonarse y seguir adelante. ¿Cómo conseguir el perdón si esa persona está muerta?-
Ahogué un sollozo con dificultad y llevé mi mano derecha a mi pecho, buscando contener el ardor y la presión en esa zona
Últimamente sentía que me ahogaba, los recuerdos del hombre de mirada verde me quitaban el aliento, me arrebataban cualquier calma y me sumían en una oscuridad solitaria y angustiante
No tenía momentos felices con Varick porque incluso esos breves instantes se habían desdibujado y ahora solo representaban lo que tuve y arruiné
¿Varick podría quererme?
¿Podría haber llegado el día en que admitiera, aunque fuera a través de actos que yo representaba para él algo más que un juego particularmente interesante?
-No puedes conseguirlo, no puedes volver el tiempo atrás, tampoco tienes la habilidad de borrar sus recuerdos o tus actos… no hay nada similar al consuelo para quienes traicionan a personas que dijeron amar-
Sentí como el aire escapaba de mis pulmones, Felipe no me estaba culpando, solamente hablaba de forma indiferente pero con una honestidad más pesada que cualquier montaña
-No hay nada para nosotros, pero seguimos aquí, después de todo, permanecemos con vida-
Permanecí absolutamente estático, a excepción de mis lágrimas que se negaban a obedecerme. Él tenía razón, Felipe de cierta forma entendía…
Él sabía lo que era sentirse la mierda más grande del mundo y ahogarse en el dolor…
-Está bien que llores Matt, puedes derramar todas las lágrimas que quieras, por ti y por Varick. Por tu miedo, por tu angustia, por tu soledad… y no importa si te sientes vacío todo el tiempo, no importa si los demás te observamos fijamente porque tememos que te rompas y termines quitándote la vida… lo único que importa es que te levantes-
Que me levante…
Bajé mi mirada, tratando de entender y aceptar su consejo. Eventualmente tendría que levantarme, no podía seguir existiendo como algo vacío salvo por el llanto y la culpa
Yo mismo había decidido seguir viviendo… pero lo que estaba haciendo ahora no era vivir
“Tiene que haber algo más… sino no tendría sentido”
-Ya no puedo retroceder…- murmuré echando la cabeza hacia atrás, tratando de detener mi llanto de una vez
Pero no funcionaba…
Nada funcionaba…
La tristeza, la culpa, el dolor, todo se había adherido a mi alma permanentemente…
-El dolor no se va a ir ¿Verdad?-
El hombre de cabello rubio negó lentamente, observándome con una curiosidad extraña
Tuve una sensación inquietante, pero realmente no conocía Felipe, no sabía qué había en su mente o qué recuerdos eran los que le habían hecho abrirse conmigo
-No puedo ayudar en que te sientas mejor, pero puedo acompañarte mientras sufres- ofreció
Asentí regresando mi mirada hacia el horizonte
¿Qué habría visto Varick? ¿En qué pensaba cuando su mirada se perdía?
¿Habrá llegado a sentir algo por mí más que deseo?
Apreté los labios, procurando no dejar salir ninguna exclamación, aunque repentinamente quería gritar
Deseaba gritar su nombre, llamarlo una y otra vez hasta que apareciera con su típica expresión de superioridad
Anhelaba con cada partícula de mí ser que se riera de mí, incluso si solo llegaba a hacerme daño
“Probablemente se reiría porque no has dejado de llorar”
Cualquier cosa… cualquier gesto, una mísera mirada…
Me conformaría con lo más mínimo si tan solo pudiese volver a verle…
“Si viviera te odiaría por haberlo traicionado”
Si estuviera vivo tal vez ya me hubiese mandado a matar… y yo no podría hacer nada para evitarlo
Pero claro, por algo me dio este maldito collar
Sentí el peso de esa estúpida pieza de metal sobre mi cuello como si se tratara de algo mucho, mucho más pesado
Varick me había dado un collar que garantizaba mi vida por sobre la del resto…
Al final yo le había traicionado, y él, consciente de mi traición, fue en mi ayuda
¿Por qué lo hizo?
¿Quería vengarse?
¿Simplemente detestaba a Rafael?
¿Pretendía matar de una buena vez a Jason?
¿Seguía obedeciendo a mi padre?
Tal vez, solo tal vez… ¿Realmente quería salvarme?
¿Por qué trataría de salvarme si había visto que yo traté de entregarlo al enemigo?
¿Buscaba venganza garantizando mi vida solo para arrebatármela más tarde?
¿Era eso?
Fruncí el ceño, la otra idea, la que incluía la imagen de Varick preocupado por mi vida sonaba realmente irrisoria
¿Qué podía darle yo que ya no tuviese o pudiese obtener de alguien más?
Podía acostarse con quien quisiera
Tenía suficiente dinero para no trabajar un solo día de su vida
Era exitoso, poderoso, capaz de protegerse a sí mismo y muy peligroso
Yo solo tenía el dinero de mi familia y una patética necesidad de querer a alguien que no me convenía
En mi poder solo había sentimientos, emociones que Varick no comprendía, porque para él no tenía sentido engañarse a sí mismo haciéndose creer que amaba a otra persona
Sí… solamente podría buscar venganza, pero al menos significaría que sigue vivo
Tal vez podría pedirle perdón por hablar de amor y apuñarlo por la espalda…
Tal vez podría ahuyentar el dolor y la culpa viéndole sano y salvo y no a tres metros bajo tierra, encerrado en un ataúd por el resto de su existencia en este jodido mundo…
Tal vez…
Sí, tal vez…
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Todos se encontraban muy silenciosos, nadie hacía contacto visual con nadie y parecían dispuestos a mantener sus miradas sobre el suelo, porque era mejor que observar el ataúd que estaba siendo bajado de aquel vehículo
Sentí la mano de Evan apretando la mía, tratando de darme apoyo, pero su expresión parecía ser mucho peor que la mía
Yo no entendía
Realmente no quería entender mucho
Recordaba lo sucedido con Rafael, los disparos todavía sonaban en mi cabeza. La presencia de Jason me seguía a todas partes, aunque yo mismo había terminado con su vida
Todo seguía vivo, todo permanecía golpeando mis sentidos…
Incluso Varick
De alguna forma particularmente macabra mi mente comprendía que aquel hombre de mirada verde se encontraba en esa caja oscura, pero me sentía como si mis pensamientos y mi corazón se hubiesen desconectado permanentemente
Varick estaba allí dentro y al mismo tiempo no podía estar muerto, porque Varick era lo más cercano a alguien invencible
Porque él había dicho que elegiría cuándo y dónde morir y el hombre que yo conocí no habría muerto tratando de salvar la vida de otra persona
El hombre dominante y despiadado que lideraba la organización de asesinos a sueldos más cruel y eficaz de este país no moriría desangrado en el piso
No lo haría
Varick no moriría jamás de esa forma y sin embargo el ataúd estaba siendo movido frente a mis ojos…
Y nadie hablaba…
Al comenzar a caminar hacia la que sería la tumba del hombre que amaba sentí varias miradas sobre mí
Sabía a quienes les pertenecían, mi maldita habilidad para sentir lo que los demás pensaban estaba más alerta que nunca
Sentí el pesar y la tristeza, percibí la confusión y la negación… y sentí con cada célula de mi cuerpo el desprecio y el odio
Ellos no querían verme aquí, pero por alguna razón no trataron de evitar mi presencia
Ellos querían hacerme daño… pero algo se los impedía
Ellos deseaban verme muerto… sin embargo no podían cumplir sus deseos
-Por aquí-
Evan me condujo hacia la tumba de Varick. Observé en silencio como los hombres a cargo del entierro hacían su trabajo, acomodando cuerdas y moviendo el féretro con una facilidad impresionante
¿Cuánto habrán tardado en sacar toda esa tierra?
¿Por qué estaban enterrándolo? ¿No hubiese sido más del gusto de Varick que lo incineraran?
¿Qué hacía yo aquí si era mi culpa lo que estaba pasando?
¿Por qué la mitad de los asistentes me miraban con odio y la otra mitad con lástima?
¿Qué esperaban que hiciera?
Oh, claro, probablemente que me matara o que no fuera
Tal vez incluso en su propio mundo era una falta de respeto ir al funeral de un hombre cuya muerte has provocado…
-¿Alguien quiere decir unas palabras?-
Por supuesto, no había un sacerdote ni nada parecido, probablemente habría contado como una ofensa para Varick
Sentí la intensidad de la mirada de Evan sobre mí pero hice caso omiso. Fue Dimitri quien eligió tomar la palabra, avanzando un poco hacia la tumba y asintiendo con la cabeza hacia los trabajadores, para que descendieran el ataúd y comenzaran a rellenar el vacío con tierra
-Me gustaría decir que Varick fue un gran hombre, pero no lo fue. Al menos no en el sentido común. Varick no era amable, ni comprensivo y mucho menos empático…-
Sonreí débilmente, la imagen de ese hombre siendo cualquiera de esos adjetivos era simplemente divertida
-Pero era fuerte y malditamente inteligente. Siempre estaba un paso delante de cualquiera y no le temía a nada, porque amaba tener todo bajo control-
Deslicé mi mirada hacia la tierra que comenzaba a caer sobre aquel ataúd pero no fui capaz de reaccionar
-Supongo que gracias a ese carácter de mierda consiguió que todos nosotros viéramos algo en él. No era una persona ante la que cual la sociedad pudiese rendirse y llamar santa, era oscuro y cruel… pero yo lo respetaba. Admiraba su forma de pensar y de actuar y habría dado mi vida por la de él porque me dio un motivo para salir de la mierda y mirar hacia adelante-
Era extraño, habían pasado tres días desde el incidente con Rafael y yo no había sentido nada
No comprendía, no entendía la gravedad de lo que sucedía a mi alrededor y todo ocurría de una forma casi onírica
Había visto a Evan y Benjamin llorando disimuladamente
Había sentido miradas de desprecio y escuchado frases llenas de odio
Había soportado las palabras de Erick llenas de alegría y el tono condescendiente de Samantha… pero nada parecía real
El viento soplaba con fuerza a mi alrededor y el sol seguía oculto tras las nubes… y yo estaba lejos de todo
Había un espacio, un vacío que me separaba de todos los demás y especialmente del dolor
Sabía cómo debería sentirme, pero sencillamente no sentía nada
Como si un zumbido débil pero permanente me mantuviese en una dimensión paralela, aislado de todo y todos…
Y de pronto, cuando la voz de Dimitri dejó de escucharse y el hombre de mirada oscura se acercó hasta la tumba para susurrar algo que no logré escuchar, en el instante en que se retiró y los trabajadores retornaron a su labor, en ese momento que duró una décima de segundo… todo se quebró a mi alrededor
Fue como si yo fuese una copa de cristal y alguien me hubiese arrojado contra el cemento
-¡No!- exclamé con tan poca fuerza que solo Evan pudo escucharme
El dolor que me azotó fue tan fuerte que me arrebató el aire y de no ser por mi primo habría caído contra el suelo
-No…-
Mi pecho dolía como si alguien estuviese apretándolo contra una pared de concreto e inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas
Finalmente había despertado ante la realidad
-No, Evan, diles que se detengan…- supliqué haciendo grandes esfuerzos por ingresar algo de aire a mis pulmones
-Matt…-
-¡Diles que se detengan!- alcé mi voz sin importarme llamar la atención del resto de los presentes
-Matt… no puedes evitarlo….
-¡NO!-
Me iba a ahogar, definitivamente el dolor me estaba ahogando, pero necesitaba que Evan entendiera, que hiciera algo, que los detuviera…
-Lo siento…-
¿Sentirlo?
¡Varick no se moriría así!
¡No se suponía que muriese ese día!
¡Tenía que disculparme con él!
¡Tenía que decirle que lo amaba y escuchar cualquier respuesta de su parte!
-¡NO ESTÁ MUERTO! ¡VARICK NO ESTÁ MUERTO!-
El dolor era horrible, las lágrimas me nublaban la visión y esos hombres seguían arrojando tierra a ese ataúd…
Debían detenerse, tenían que hacerlo porque esto era un error
Un error…
Abrí mis ojos sintiendo que me faltaba el aire para respirar, me incorporé bruscamente sobre la cama y traté de controlar los latidos de mi corazón
¿Por qué había soñado con ese día?
No necesitaba esos recuerdos…
Tenía que concentrarme, enfocarme en tratar de levantarme…
“Como si pudieses controlar lo que sueñas”
Miré mi habitación sintiéndome más solo que nunca
Resulta que es muy diferente saber que Varick sigue por ahí, en alguna parte, que comprender lo que realmente sucede: que no volverá
No volverá…
Sin darme cuenta, simplemente sonreí
Sonreí tan ampliamente que mis mejillas dolieron, probablemente porque mi rostro parecía haber olvidado lo que era formar un gesto tan sencillo como una sonrisa
Sonreí y maldije a Varick
Sonreí y apreté mis puños, porque acababa de comprender que ya era suficiente
Sencillamente ya era suficiente
Había llorado, había gritado, había suplicado, había maldecido a cualquiera que se me cruzara
Había derramado tantas lágrimas que podría jurar, no conseguiría volver a llorar por nadie más de esa forma durante el resto de mi vida
Aunque pareciera imposible, Varick había conseguido arrebatarme aún más cosas, incluso muerto
Y no volvería…
Ni siquiera tendría la posibilidad de gritarle mi rabia y mi tristeza en la cara
No podría pedirle perdón, no tendría perdón, nunca
Ya era suficiente
No podía seguir torturándome porque el dolor no se iría y las lágrimas que no se detendría y las plegarias que no dejarían de hacerse… y aparentemente me quedaban muchos años de vida
Nadie volvería a responder a mi llamado cuando pronunciara su nombre, y tal vez, solo tal vez, era lo mejor
Incluso vivo no me perdonaría por mis acciones…
Incluso vivo nunca me amaría…
Un muerto no puede escupirte tu amor en la cara…
Un muerto no puede reírse de tus sentimientos…
Un muerto no puede vengarse por una traición…
Un muerto no puede mirarte a los ojos y destruirte con escasas palabras…
No podría soportarlo
Ya no podría seguir levantándome… si lo hacía ahora, si me ponía de pie y trataba de volver a mi vida, no podría volver a caer
Ya no tenía nada, Varick me había arrebatado incluso el valor…
Se había llevado todo y tendría que recoger cada trozo de mi corazón pero podría hacerlo, lentamente, dolorosamente
Observé la ventana de mi habitación, deseando, a pesar de todo, verle una última vez
Me levanté sin apartar la mirada del ventanal, podía sentir la brisa del atardecer ingresando suavemente, casi recordándome por primera vez que el mundo a mí alrededor seguía funcionando y lo quisiera o no, no podía bajarme
Inspiré cuidadosamente, percibiendo débilmente el recuerdo del aroma de aquel hombre de mirada verde que parecía ajeno a todo lo que rodeaba…
Y esperé…
Esperé de pie frente al ventanal, con el corazón latiéndome a mil por segundo y un extraño hormigueo recorriéndome todo el cuerpo
No tenía idea de lo que hacía, solo sabía que mi cuerpo me lo exigía, como aquel día en que simplemente caminé hacia ese parque
La brisa pareció menguar por unos segundos y al cerrar mis ojos mi memoria me traicionó, permitiéndome recordar el toque de su mano sobre mi rostro… la sensación de ser observado por ese par de ojos que parecía capaz de verlo todo, incluso tus más profundos secretos… el sonido de su voz diciendo mi nombre…
Varick…
-Lo siento- me escuché decir
La brisa regresó de la nada y una extraña sensación de frío me trajo de regreso a la realidad, recordándome que el anochecer había caído
Pero nada iluminaba mi cuarto
Ya no había luz alguna a mí alrededor…
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