Zi Tao: 17 años
Yi Fan: 18 años
El joven se queda dormido al poco tiempo, para una hora más tarde ser despertado por los golpes en su puerta, lentamente abre los ojos y dirige su mirada a la fuente del sonido.
-Adelante…
Dice con voz adormilada y un tanto rasposa, frota sus ojos con el dorso de su mano y poco a poco se sienta en la cama mientras que la puerta se abre.
-Hola hijo, ¿Cómo te fue en tu primer día?...
Su padre se sienta a un lado de él en la cama y despeina a su primogénito mientras le dedica una sonrisa.
-Bien, creo… Yo… Conocí a un chico, y me invito a almorzar en su mesa de la cafetería…
Al escuchar esas palabras Suho sonríe y más aun al notar como su hijo sonríe mientras juega de forma nerviosa con sus manos, manteniendo la cabeza gacha y el rostro sonrojado.
-Eso es bueno, comienzas a hacer amigos…
-Sí, eso creo… Aunque no debo de acostumbrarme a eso… Solemos durar un par de meses en un lugar…
El joven vuelve a recostarse dándole la espalda a su padre, el cual suspira y se pone de pie.
-La cena esta lista, será mejor bajar…
Sale de la habitación dejando solo al joven, el cual suspira y se pone de pie para ir detrás de su padre. Llegan a la cocina y el padre se sienta a la mesa siendo seguido por su esposo, Tao a pasos lentos se acerca a la mesa y se sienta en medio de ambos adultos, comienza a comer de forma lenta.
La comida transcurre de forma lenta, al terminar el pelinegro ayuda a su madre a lavar los platos sucios mientras que su padre termina de desempacar algunas cosas. Al terminar el menor sale de la cocina y sube a su habitación para hacer sus deberes.
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Tao sale del auto de su madre, no sin antes despedirse dándole un beso en la mejilla, camina hasta estar dentro del edificio, se coloca sus audífonos y comienza a escuchar música. Llega a su salón de clases y se sienta en su respectivo lugar. Al poco tiempo el rubio llega y se sienta al lado del menor.
-Hola bonito…
Besa la mejilla del pelinegro y este se sobresalta sonrojándose de sobremanera. El menor se quita los audífonos y voltea a ver a Kris.
-Mmm… Hola… P… ¿Por qué hiciste eso?..
-Bueno... No lo sé… Solo quise hacerlo…
El rubio sonríe de lado y después se acomoda en su lugar, para después mirar al frente. Al poco tiempo ingresa el profesor y la clase comienza, el día transcurre como el anterior, ambos comen juntos y a la hora de salida el mayor vuelve a ofrecerle al joven llevarlo a casa, el cual vuelve a negarse.
Sin darse cuenta los días fueron pasando, siguiendo la misma rutina, un mes transcurrió y cada día el rubio se encariñaba y apegaba más al joven de cabello negro.
Es un día como cualquier otro el rubio decidió invitar a su nuevo amigo a que asistiera a el primer entrenamiento en el año del grupo de basquetbol, el joven acepto después que su mayor le rogara la mayor parte del día. El entrenamiento transcurrió sin ninguna anomalía, todo era como siempre para los jugadores, Zi Tao se encuentra sentado en las gradas, cuidando le las mochilas de ambos, no podía apartar su mirada del chico rubio sintiendo como su corazón latía más y más rápido a cada segundo.
El entrenamiento termino y el pelinegro espero en las gradas a que el rubio regresara de los vestidores. Toma su mochila y de ella saca su teléfono celular, ve la hora y se da cuenta de que ya es bastante tarde, escucha risas y pasos acercándose, levanta la mirada y ve a Kris aproximarse a él junto con un par de chicos. Uno de los chicos es alto y de cabello negro con enormes orejas, el segundo es de piel un tanto más oscura de cabello largo hecho rastas, el último de los chicos tiene piel blanca y el cabello de colores.
-Taozi, ellos son Chanyeol, Kai y Sehun. Chicos el es Zi Tao…
El nombrado se pone de pie apenado e intenta sonreír, los tres chicos se acercan a él sonriéndole, con excepción del de cabello multicolor.
-Hola, mi nombre es Park Chanyeol…
-Soy Kai, es un placer conocerte…
-Sehun…
-Hola, mi nombre el Huang Zi Tao…
Hace una reverencia y después se coloca la mochila al hombro, ofreciéndole al rubio la de este, el cual la toma y coloca en su espalda para tomar con su mano izquierda su maleta deportiva con el logo de la escuela.
-Vamos Taozi, ya es tarde, te llevare a casa…
El rubio pasa su brazo derecho por los hombros del menor, para después despedirse de los otros chicos y comenzar a caminar a la salida. Llegan al estacionamiento y solo ven un par de autos pertenecientes a los integrantes de los equipos deportivos. Caminan hasta un lamborghini negro, el mayor le abre la puerta del copiloto en espera de que suba.
De forma lenta sube al auto y espera al mayor, se pone su capucha de la chamarra que le regalo su madre. El mayor sube al auto y deja sus mochilas en los asientos de atrás, arranca el auto y conduce hasta la carretera, para después dirigirse al pueblo.
-¿A dónde vamos?...
Pregunta confundido al ver que se dirigen al pueblo.
-Te llevare a comer, ya es bastante tarde y necesitas comer…
Llegan a un pequeño restaurante donde Kris estaciona en el estacionamiento para después salir del auto y dar la vuelta a este para abrir la puerta del copiloto y ayudar a Tao a salir. Ingresan al restaurante y se sientan en una mesa del fondo, casi de inmediato una mesera llega a pedir la orden.
-¿Qué van a ordenar chicos?...
Sonríe al rubio y después guiña, Kris no le hace mucho caso y voltea a ver a Tao.
-¿Qué quieres comer bonito?...
-Lo que sea está bien…
Dice apenado y con las mejillas levemente sonrojadas. Kris sonríe y devuelve el menú.
-Espagueti por favor. ¿Deseas algo más Taozi? ¿Qué quieres beber?...
-Yo… Te helado por favor y… una hamburguesa pequeña por favor…
-Entonces dos te helado, dos espaguetis y una hamburguesa grande con papas…
La mesera asiente y se retira. Zi tao se quita la capucha y suspira, observa el lugar sin darse cuenta de que el mayor no aparta su mirada de él. La mesera vuelve a los pocos minutos con la comida. Ambos comienzan a comer de forma lenta, en un silencia un poco incomodo.
Después de casi media hora ambos terminan de comer, la mesera vuelve y con una sonrisa mira a ambos chicos.
-¿Desean algo más?...
-¿Quieres algo más bonito?...
Tao se sonroja y juega nervioso con sus manos.
-Y… Yo, estoy bien…
Dice apenado, Kris mira a la mesera y le sonríe de forma amable mientras le entrega un a tarjeta de crédito para que cobre.
-Quisiera cuatro rebanadas de pastel de chocolate para llevar por favor…
Zi Tao lo mira sorprendido por lo que dice. La mesera asiente y se retira.
-¿Por qué pediste eso?...
-Bueno, creí que querrías postre. Además, es para tus padres, como disculpa por retrasar a su hijo y raptarlo por unas horas…
-No es necesario que lo hagas, créeme mis padres no se molestaran por haber salido… De hecho creo que se alegraran…
La mesera regresa y le entrega a Yi Fan una bolsa plástica con el logo del lugar.
-Aquí tiene, que lo disfrute…
Le guiña el ojo mientras le entrega la cuenta junto con la tarjeta de crédito y después se retira. Tao voltea a ver la cuenta, nota que un número está escrito en el junto con el nombre de la mesera, Kris también se da cuenta y casi de inmediato hace bolita el papel.
-Vamos, ya es tarde y tengo que llevarte a casa…
El rubio se pone de pie, seguido del menor. Ambos salen del restaurante dándose cuenta que ya a anochecido y vuelven a subir al auto, el cual comienza a avanzar segundos más tarde. Después de media hora llegan a la casa de Tao gracias a las indicaciones de este.
Yi Fan baja del auto y le abre la puerta, el pelinegro baja del auto y camina hasta la puerta de su casa, siendo seguido del mayor. Al llegar a la puerta ambos se detienen y voltean para mirarse a los ojos.
-Yo… Creo que… Te veré mañana en la escuela…
Dice Kris nervioso y se rasca la nuca algo apenado.
-Este… Si… Nos vemos mañana…
Sonríe y se gira para abrir la puerta de su casa, cuando esta por entrar a la casa una mano en su hombro se lo impide, voltea a ver al rubio y se queda paralizado al sentir un beso en su mejilla, cerca de sus labios.
-Adiós…
El mayor se aleja y vuelve a su auto, para después arrancar y partir, durante esos momentos Zi Tao no podía dejar de verlo hasta que se aleja lo suficiente para salir de su campo de visión.
Da la vuelta e ingresa a su casa, cierra la puerta y recarga su espalda en ella mientras deja caer su mochila y la bolsa con el pastel al piso, posa su mano donde le fue dado el beso, suspira y se sonroja mientras cierra los ojos. Escucha un carraspeo y abre los ojos de inmediato, ve a sus padres frente a él, ambos con una sonrisa, toma su mochila y sale corriendo a su habitación. Cuando llega a su cuarto se deja caer en la cama boca abajo.
-Demonios…
Tira de su cabello con algo de desesperación. Minutos más tarde se queda dormido.
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A la mañana siguiente el joven se despierta a hora de siempre, ingresa al baño de su habitación y después baja al comedor de la cocina, cuando ingresa a este todo queda en silencio y sus padres voltean a verlo. Frota su ojo con el dorso de su mano y toma asiento frente a su padre, Lay vuelve su atención a seguir preparando el desayuno. Su padre no deja de verlo con una pequeña sonrisa en su rostro.
-¿Y bien? ¿Hay algo que quieras decirnos?...
Pregunta Suho a su hijo de forma un tanto seria.
-Yo… No sé de qué me hablas…
Agacha la cabeza y se muerde el labio inferior.
-Amor… sabes que puedes decirnos lo que sea…
Dice su madre mientras coloca el desayuno del menor en la mesa. De un momento a otro lágrimas comienzan a caer por las mejillas de Zi Tao mientras su labio inferior tiembla y leves sollozos salen por sus labios.
Sus padres lo miran preocupado y sin pensarlo dos veces se acercan a su hijo para poder abrazarlo. El cuerpo de Tao comienza a temblar y se aferra con fuerza de la camisa de su madre.
Después de varios minutos el menor se relaja un poco y se aleja de forma lenta de sus padres, se pone de pie y camina hasta su habitación mientras sus padres lo ven alejarse preocupados. Lay comienza a llorar y es abrazado por su esposo.
Zi Tao llega a su habitación y entra al baño, se mete a la regadera y deja correr el agua, la cual lo moja por completo aun con la ropa puesta. Cuando sale de la regadera camina hasta su habitación dejando un rastro de agua tras él, el cual se congela conforme va avanzando. Seca su cuerpo con una toalla y se desviste, cuando su cuerpo está completamente seco se viste con su usual ropa negra y chaqueta, se coloca sus botas militares y camina hasta el baño, frente al espejo se aplica maquillaje intentando cubrir lo mal que se veía después de haber llorado.
Sale de su habitación y se dirige a la puerta, toma su mochila para después salir de casa. Se coloca los audífonos y comienza a escuchar música mientras camina a paso lento con dirección a la escuela.
Llega a la escuela cuando están por comenzar las clases, ingresa a su salón de clases y toma asiento en su lugar respectivo. Kris entra después de unos segundos y se sienta al lado de Tao.
-Buenos días bonito…
Tao lo ignora de sobremanera y mira hacia otro lado. El rubio frunce el seño confundido, está a punto de volver a hablarle, pero el profesor ingresa al salón de clases. Así transcurre el resto del día, con Tao escondiéndose del mayor y evitándolo. Al a hora de la salida el menor camina lo más rápido posible para así alejarse de Kris. Siente que alguien tira de su brazo, da la vuelta y mira a Yi Fan.
-¿Por qué me evitas? ¡¿Estás molesto conmigo?! ¡¡¡¿Qué fue lo que te hice?!!!...
Varios alumnos voltean a verlos debido a los gritos del rubio, Zi Tao se sonroja y se suelta del agarre.
-A ti que te importa, no me molestes. ¡Aléjate de mí!...
Dice molesto y se aleja del mayor, vuelven a tomarlo del brazo y es metido al auto de Kris, el cual arranca y comienza a conducir alejándose del instituto
-¿A dónde me llevas?...
No le contesta y continua conduciendo, se detiene al lado de un parque, voltea a ver al menor y este se remueve incomodo.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué me evitaste todo el dia?...
-Llévame a casa…
-No hasta que me contestes…
-¿Que te importa que me pase?...
El mayor lo toma de los hombros y hace que lo mire a los ojos, ambos guardan silencio sin saber qué hacer. De un momento a otro el mayor posa sus labios sobre los de Tao, este no sabe cómo reaccionar, pero poco a poco se deja llevar por el beso, cierra los ojos y lentamente acerca sus manos al pecho de Kris. Se separan lentamente y poco a poco abren los ojos, viéndose el uno al otro.
Sus miradas no pueden apartarse y sus corazones laten cada vez más y más rápido.
-Me gustas…