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Amnesia, recordando el amor. por Ann Carmesi1

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Notas del capitulo:

¡Holiwis!

Ya volví con esta historia, debido a que ya me deslindé completamente de las actividades académicas (ya solo falta esperar los resultados del examen de admisión) tendré más tiempo para enfocarme en mis historias.

Espero que les guste…

¡Enjoy!

Si Sasuke obtuviera un kunai por cada vez que Kami parecía divertirse con sus benditas pelotas, tendría el suficiente armamento para abastecer a toda la nación del fuego.

Bueno, la mayoría de esas veces fue, en gran parte, debido a sus -justicieras- acciones.

¡Pero eso no importaba! 

Esa estresante -y frustrante - tarde, llegó a su residencia la asistente de la ex hokage, y sin la menor opción a negación, le avisó que esa misma noche tendría un nuevo inquilino. 

Un nuevo inquilino que tal parecía, le detestaba.

Realmente esa situación le estaba afectando demasiado, Naruto era la persona más importante para él, su salvación, pilar, amigo, confidente y guía, en el asqueroso mundo en el que se sumergió por las acciones de las generaciones pasadas, ese rubio fue el único que logró transmitirle calidez.

Pero ahora ya no importa para él. 

Estaba deprimido, no se mentiría en esa ocasión, le dolía que por algo tan rastrero como lo fue una estúpida venganza de parte de Arashi, él perdiera su más valioso lazo.

Irónico

Pensó Sasuke, cuando quiso romperlo por sí mismo, nunca lo logró, y ahora que por fin estaba de vuelta, se lo habían arrebatado de las manos.

Sin embargo, no se dejaría vencer tan fácilmente, encontraría la manera de solucionar eso, no importaba como.

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-Naruto, necesito que te comportes, ¿entiendes? -habló severamente Tsunade.

Se encontraban fuera del despacho del hokage, por órdenes de Tsunade, se le pidió al equipo 7 reunirse esa tarde para despejar ciertas dudas del blondo.

Se le hacía demasiado frustrante que Naruto no tuviera conocimientos de sus experiencias pasadas, así que cualquier duda que tuviera, sus compañeros se lo responderían, sin importar que fuera.

Era lo único que podían hacer ahora.

-Sí, abuela, aunque no me dan ganas de verles la cara a esos dos locos- decía poniendo las manos detrás de su cabeza - ¿Cómo pude haber aguantado estar tanto con ellos? Realmente dudo que seamos un verdadero equipo. -

-Vaya, y eso que eras tú quién más peleaba debido a eso con Sasuke, que curiosa vuelta de la vida. - 
- ¿De qué hablas? –

- ¡De nada! -temiendo haber abierto de más la boca, la deserción de Sasuke era un tema que no se le podía decir tan a la ligera.

Vamos, si se tomó tan mal un golpe de Sakura, no quería ni imaginarse cómo reaccionaría ante la noticia de que Sasuke fue un traidor que, más aparte, se unió al grupo que quería asesinarlo.

Definitivamente no pasaría nada bueno, mejor era platicar las cosas con calma.

Y esperar que no destruyan la oficina hokage.

Pensó, empezando a hacer cuentas de lo que costaría reparar los daños.

Además, estaría Kakashi, y él conocía mejor que nadie a Naruto, seguramente se ganaría la confianza del otro enseguida.

-Buenas tardes Kakashi –

-Buenas, Hola Naruto, ¿Cómo te sientes? - preguntó preocupado su maestro. 

En cuanto se enteró por parte de sus alumnos del estado de Naruto, quiso partir de inmediato a su encuentro, pero su cargo como líder y la advertencia de Sakura, le obligaron a esperar.

Se sentía realmente culpable, de no ser por sus órdenes, Naruto no habría ido a esa misión y todo seguiría igual.

-Raro, se la han pasado todo el día hablándome de un trío de extraños, que, al parecer, son las personas más cercanas a mí - bufó molesto. 

Esa situación le estaba estresando demasiado, si de por sí, el hecho de saber que un malnacido infeliz había osado hacer una sopa con su cerebro y sus recuerdos, el tener que asimilar que esa extraña gente era su equipo, terminaba por crisparle los nervios. 

Bueno... al menos ese tipo no se veía -del todo- raro, quitando el hecho de la máscara que cubría la mitad de su rostro.

Y... ¿Acaso ese libro en su escritorio no era una copia del icha icha?

¡Mierda! ¡¿También sería igual de pervertido que el autor?!

Gritaba internamente mientras una imaginaria nube gris se instalaba encima de su cabeza, rememorando todas las veces que se vieron atacados por culpa de unas indignadas mujeres que descubrieron a Jiraiya espiándolas en las aguas termales.

Aunque por alguna extraña y molesta razón, a él nunca le interesó -demasiado - esas eróticas visiones femeninas. Y aún no sabía determinar el por qué. 

- Vaya, espero no decepcionarte con mi apariencia, realmente he tenido mucho trabajo y por eso ando así de desaliñado - señalando su alborotado cabello y las ojeras que reposaban bajo sus ojos.

-Descuide, realmente no esperaba nada en particular, sólo respuestas- dijo Naruto, un poco más confiado ante la presencia del otro.

Al parecer no era tan mala persona.

-Bueno, para eso estas aquí - señalando la silla enfrente del escritorio, dando a entender que se sentara - pregunta lo que quieras-

Intentando mostrarse lo más sabio, solemne y autoritario que pudo, aún tenía clavada la espinita de la decisión de Tsunade.

¡Joder, que el hokage ahora era él!

Esa mujer seguía dando órdenes como si aún fuera la mandamás de la aldea, ¡Ni siquiera pidió su opinión respecto al caso de Naruto!

Lástima que él también adoraba tomar una copa de sake de vez en cuando, si no, ya hubiera aplicado una ley seca, con el único fin de hacer enojar a la otra.

- ¿Eres alguna clase de pervertido raro? – fue la primera gran incógnita que salió de su cabeza, mientras señalaba el libro erótico que reposaba sobre el escritorio. 

Sakura y Tsunade no pudieron evitar soltar una carcajada ante lo dicho por el rubio. Sasuke fue un poco más discreto y tosió un poco para disimular la risa que intentó salir.

Bien le habían dicho a Kakashi en varias ocasiones que esos libros no eran dignos de un hokage.

- ¡Qué, claro que no! - escandalizado ante la primera conjetura que hizo Naruto sobre él. 

Esa no era la mejor forma de iniciar su relación.

- ¿Enserio? -dijo con los ojos entrecerrados, no le creía nada.

-Naruto, déjate de tonterías -dijo Tsunade, sintiéndose noble al salvar a Kakashi de la curiosidad y falta de filtro al hablar de Naruto.

-Ya, ya, entonces si es un pervertido - dijo mientras se cruzaba de brazos y asumía sus conjeturas como una verdad innegable.

-Naruto, ¿realmente no tienes nada más en mente que quieras que te aclaráramos aparte de afirmar que Kakashi- Sensei es un desvergonzado? -dijo de pronto Sakura, aunque en cierta parte le aliviaba que Naruto siguiera conservando su forma de ser.

-Hm, no estoy seguro - mirando por encima del hombro a su compañera, por alguna razón, no terminaba de agradable - Ya sé, ¿es necesario que estés aquí? -preguntó ácidamente, tardó varios años (o al menos eso recordaba) en lograr que la aldea dejará de maltratarlo para que esa tipa le tratara de esa forma.

Tal parecía que ocupaba olvidarlos para empezar a defenderse.

-Y-Yo, si quieres que me vaya, eso haré - decía mientras algunos mechones de su cabello cubrían su mirada, odiaba ser una llorona, aunque nunca imaginó que sería algo así la causa de sus lágrimas, por eso quería huir.

Le dolía, sentía que algo presionaba fuertemente su pecho cada vez que su mejor amigo le lanzaba esa mirada tan asqueada.

Estuvo a un paso de llegar a la puerta, pero la mano de Sasuke halándola de nuevo hacia el lugar donde estaban parados todo este tiempo, la sacó de sus funestos pensamientos.

-Quédate, Sakura -  dijo tranquilo, mientras la acercaba de nuevo hacia él - no sabe de qué habla, así que tranquila aquí arriba -para inmediatamente, golpearla en la frente con sus dedos índice y anular, Sakura no pudo evitar sonrojarse ante este acto.

Para Kakashi y Tsunade, esa pequeña acción no fue algo extraño, después de la guerra, su actitud hacia su equipo había cambiado un poco, tampoco era el amor personificado, pero gestos como ese, era la forma en que Sasuke demostraba su preocupación y aprecio por sus compañeros.

Por otro lado, Naruto sólo sintió cierta incomodidad ante esas acciones.

Seguramente son pareja.

Pensó inexplicablemente molesto. 

- ¿Qué dices, Naruto? - dijo Kakashi sacándole de sus pensamientos - ¿Quieres que se quede? - señalando a su alumna.

No, me molesta.

Estuvo más que tentado a decir, sin embargo, no encontraba verdaderas razones para no poder soportar la presencia de esa mujer, era muy hermosa, lástima que estuviera así de desquiciada.

-Me da igual, ella y él, no me interesa lo que hagan, solo que mantengan su distancia de mi- dijo indiferente, simplemente no se sentía capaz de actuar confianzudamente con ellos.

Y lo peor del caso, es que tendría que compartir techo con uno de ellos. Estúpida Ino y sus desvaríos pervertidos.

-…Eso harán, no se acercarán ni interferirán a menos que así lo quieras – dijo sumamente serio Kakashi, no le agradaba para nada esa actitud del rubio.

-Mucho mejor, bueno, me podrías decir, ¿quién eres exactamente tú? – señalándolo a él y al sombrero representativo del hokage que se encontraba colgado en un perchero.

-Muy bien, Soy Kakashi Hatake, antiguo líder del equipo 7, conformado por Sasuke Uchiha, Sakura Haruno, y tú, Naruto Uzumaki – mientras volteaba un recuadro que estaba en el escritorio para mostrarle la anterior foto del equipo.

-Mientes, ¡el equipo siete se conforma por el capitán Yamato y Sai! – furioso ante la omisión de los otros dos - ¡¿Dónde están?! – exigiendo la presencia de su pervertido y raro amigo, y su aterrador capitán.

- ¡Cálmate Naruto! – alegó Tsunade con voz autoritaria, la cual hizo sudar frío al rubio, cabe destacar – Te explicaremos eso de inmediato. –

-Adelante, entonces – mirando exigentemente a Kakashi.

-Bueno, por dónde empezar, ¿eres consciente de tu viaje con Jiraiya, cierto? – alternando su vista entre su alumno rubio y Sasuke, el cual, solo se removía nervioso ante lo que se avecinaba.

¿Qué porqué Sai era parte del equipo siete?, fácil, porque él fue un vil bastardo que traicionó a su aldea para unirse al enemigo.

-Sí, ero-sennin me llevó con él a entrenar – recordando todas sus aventuras al lado del sabio, sin embargo, sentía que algo faltaba ahí.

-Y, ¿recuerdas la razón de eso? – de pronto la oficina se sumió en un ambiente bastante tenso, el tema a punto de tratarse era bastante serio.

Akatsuki cobró varias vidas, destinos, países.

Konoha aún temblaba cada vez que se hacía alguna mención de los tipos de capa negra y nubes rojas.

- ¿Por qué… querían quitarme a mi bijuu? – dijo dubitativo ante la mirada de la Senju, ya ni siquiera estaba seguro si lo que sabía era cierto.

-Exacto, pero ¿Recuerdas quién fue el primer miembro de Akatsuki que intentó atacarte? – ahí es a dónde Kakashi quería llegar.

Naruto recordó vagamente a un tipo grande y extraño con aspecto de tiburón, y recordaba que Bee lo había vencido. Pero, la imagen de un joven pelinegro con cabello largo aparecía por momentos, no era un recuerdo, era como ver varias imágenes dispersas de ese hombre, también recordaba vagamente algunos cuervos.

Naruto estaba seguro que había escuchado en algún momento su nombre, pero parecía tan lejano, como un eco profundo.

-Uno era Kisame, Bee lo asesinó…pero – empezó a contestar algo intimidado por la mirada que puso de pronto Sasuke, parecía que lo que estaba diciendo, de alguna forma le estaba afectando. Y no era que el pelinegro estuviera demostrando alguna emoción o gesto, pero sus ojos, en sus ojos Naruto podía ver cierto deje de dolor.

Por alguna extraña razón, no le estaba gustando nada eso.

-Pero ¿Qué, Naruto? -le alentó a continuar el hokage.

-Del otro sujeto no puedo decir mucho, es como si estuviera difuso, era un joven, con facciones elegantes y cabello negro, atractivo, podría decirse -Sasuke soltó una fugaz sonrisa ante lo dicho por Naruto – creo que se llamaba Itachi, o algo así, no estoy totalmente seguro, pero si recuerdo sus ojos, eran rojos, daban algo de miedo – de pronto se llevó las manos a la cabeza, una punzada fugaz de dolor surcó por su frente, pero decidió ignorarla.

-Daban algo de miedo -susurró nostálgico Sasuke, era verdad, los ojos de Itachi podían llegar a ser aterradores, el mismo vivió en carne propia un genjutsu de su parte. - ¿Solo eso recuerdas de él? – preguntó, ignorando deliberadamente las órdenes de Kakashi de no interferir.

-¿Ehh? Sí, lamento no poder decir más´ tebbayo, pero lo que importa es que ese tipo era un criminal ¿No? – Sasuke sintió eso como una daga en el pecho.

Nadie más aparte de Naruto, podía comprender lo que Itachi significaba para él y todo lo que sacrificó para salvar la aldea, su vida, su futuro y su familia.

-Lo que enserio importa, es que ese criminal, asesino e integrante de Akatsuki…era mi amado hermano, dobe- contestó fríamente, incapaz de poder ocultar su ira por lo dicho por Naruto.

No estaba seguro que le afectaba más, que la gente siguiera creyendo que Itachi fue un monstruo, o el hecho de que ahora Naruto también lo creyera.

- ¿Tu…tu hermano? – abriendo más de la cuenta sus ojos debido a la sorpresa, pero, si eran hermanos, ¿por qué el otro era un desertor?

No estaba seguro del porqué, pero sentía que le debía una disculpa a Sasuke.

-Así es Naruto, Itachi también era un Uchiha – contestó intrigado Kakashi – ¿Usted qué opina de esto?, Tsunade-sama – dirigiéndose a la rubia experta en medicina.

-Por lo que parece, Naruto es incapaz de relacionar nada ni nadie con Sasuke, es por eso su confusión con Itachi Uchiha, casi todo contacto que tuvo Naruto con él, fue directa o indirectamente ligado a Sasuke, por eso es que le es tan difuso su recuerdo. –

Con que razón, cuando en el consultorio le pidió referencias a la cuarta guerra ninja, no podía recordar muchas cosas.

-Entonces, si era familia de este tipo- señalando preocupadamente a Sasuke- ¿Por qué era parte de Akatsuki? – no entendía anda de lo que estaba pasando ahí.

-Porque él era un desertor, Naruto, asesinó a toda mi familia cuando era apenas un niño, y después se unió a Akatsuki, yo…yo lo asesiné- dijo de pronto, mirando al rubio a los ojos.

Era como un escarmiento por todos sus pecados, rememorar como le arrebato la vida a su amado hermano, todo a causa de los egoísmos de las antiguas generaciones.

Naruto ya no quería seguir hablando de eso, sentía que estaba pisando un campo minado, y que las minas eran los sentimientos de ese tal Sasuke.

-Tengo otra duda, ¿Cuándo te volviste hokage? – decidió dejar el asunto de Sai y el hermano de Sasuke zanjado, ya después se encargaría de averiguar por su cuenta esas cosas.

-Déjame ver, fue poco después de terminar la guerra, aunque debo admitirlo, jamás pensé ocupar el lugar que algún día fue de mi maestro – sonando un poco más aliviado al darse cuenta de cómo Naruto cambio el rumbo de la conversación.

Puede que no recordara a Sasuke, pero, aún de forma inconsciente, seguía procurando evitarle dolor.

- ¿Tu maestro? – preguntó con bastante curiosidad, solo había dos posibles opciones de quien pudo haber ocupado el puesto de mentor de aquel hombre, ya sea el tercer hokage, o…o su padre, el cuarto.

-Sí Naruto, mi maestro, el cuarto hokage- decía mientras se paraba de su silla y se dirigía hacia el recuadro que colgaba en la pared – tu padre. –

Kakashi no sabía si esas últimas palabras eran riesgosas, pero, cuando Naruto se enteró de su procedencia, ningún miembro del equipo siete estuvo presente, así que lo más lógico, era pensar que estuviera al tanto de eso.

-Y tú, ¿siempre supiste que mi padre era tu maestro? – preguntó de pronto, tan fríamente que todos en la habitación sintieron un breve escalofrío ante la aparente calma del jounin rubio.

-Bueno, si – contestó, intentando ver la mirada azulina que se ocultaba tras los mechones del cabello rubio.

- ¿Cuándo te conocí? – preguntó de repente, mientras abría y cerraba los puños en un intento de calmarse.

De pronto, la ira empezó a brotar por todo su ser.

-A los doce años, cuando me presente como su maestro, después de la academia ninja – dijo algo inseguro, recordando al trio de mocosos torpes que eran en aquel entonces.

-Naruto, ¿a dónde quieres llegar con esto? – preguntó preocupada Tsunade, conocía esa expresión, fue parecida a la que puso cuando se enteró de la muerte de Jiraiya.

Sin embargo, el rubio solo la ignoró, pues su mente solo estaba ocupada pensando en todos los momentos traumáticos de su niñez.

-Entonces, eso quiere decir que, a sabiendas de que yo era el hijo de Minato, de tu maestro, decidiste abandonarme por doce años – todos se sorprendieron ante esto, hacía años que no veían a Naruto…llorar. - ¡Contesta, mal nacido infeliz! ¡Hijo de puta despreciable! – mientras se dirigía a un conmocionado Kakashi y lo zarandeaba de la solapa de su uniforme.

- ¡Hey, detente ahora mismo! – ordenó Tsunade, nunca esperó que palabras así salieran de la boca de rubio.

¿Acaso era inevitable que, por más que Naruto se enterara de su vida, más odiara al equipo siete?

Primero Sakura, con sus maltratos hacia Naruto.

Después Sasuke, a este no parecía odiarlo, sin embargo, se notaba a leguas que no le caía bien.

Y ahora Kakashi, el cual, mientras luchaba contra sus propios demonios, se alejó completamente de todo lo que tuviera que ver con las personas que alguna vez amó, y que ahora estaban muertas, incluyendo dejar a un pobre niño huérfano a merced del odio de toda una aldea.

- ¡No, contesta! – mientras agrias lagrimas brotaban de sus ojos - ¡¿Tienes idea de todo lo que tuve que pasar?! ¡Todo lo que sufrí pensando que estaba totalmente solo en el mundo! – mientras su agarre contra el otro aminoraba y el tono de su voz disminuía drásticamente, casi llegando a convertirse en un susurro lastimero. Mientras que, vagos recuerdos de su infancia pasaban demasiado rápido por su cabeza.

-Vamos, pero si es el chico zorro, ¿qué hace semejante bestia suelta tan tarde? – decía un tipo bastante desagradable, se podía oler a kilómetros que apestaba a alcohol, y los tipos que lo acompañaban, igual.

-N-No me hagan nada´ tebbayo, por favor -rogaba un pequeño niño de seis años, estaba tan tarde en la calle debido a que pasó toda la tarde inconsciente por la paliza que le metieron unos aldeanos. Ya no podría soportar otra el mismo día.

- ¡Vaya que tienes pelotas para pedir algo así, bestia inmunda! – mientras otro de los borrachos le ensartaba una fuerte patada en el estómago - ¡Es lo mismo que debió haber dicho mi hijo cuando lo mataste, zorro infeliz! – dando otra patada y un puñetazo al pequeño.

-No lo mates, Tozuka, se me ocurre una mejor idea para divertirnos con ese mocoso – dijo otro, lamiéndose lascivamente los labios mientras contemplaba el cuerpo tembloroso y sangrante del niño en el piso, debía admitir que era bastante lindo.

No hicieron falta más palabras, además, si hubo más, Naruto no las recordaba, estaba tan herido y asustado en ese momento, que lo único de lo que fue consciente, fue del dolor que sintió tras ser brutalmente penetrado por esos tipos, y el asco que sintió consigo mismo después de despertar ensangrentado y abandonado en un sucio callejón de la hoja.

-Y-Yo, lo siento Naruto, nunca pensé que te sintieras así – decía Kakashi con una gran culpa empezando a instalarse en su pecho.

Era verdad, sabia de sobra que, si él moría, Naruto no dudaría ni un segundo en cobijar bajo su seno a cualquier hijo que Kakashi hubiera tenido, sin embargo, él no fue nunca así de noble, se enfrascó en su propia tristeza y egoísmo, buscó culpables para justificar su dolor, y se sumió en su propio mundo, olvidando por completo todo lo enseñado por su maestro y la esposa de este, dejando a su legado abandonado, solo contra las garras del odio que desprendía la gente de la aldea.

Varias veces le tocó saber o presenciar ese tipo de maltratos, pero fue cobarde, y simplemente se limitó a observar de lejos, mientras apretaba los puños y se retiraba tan silenciosamente como lo hacía siempre un AMBU, como si nunca hubiera habido rastro alguno de su presencia.

Se tenía más que merecido el odio de ese joven, pues él pudo haber evitado que su soledad fuera tan perturbadora y su dolor tan grande.

Pero no lo hizo.

- ¿Y acaso crees que con un lo siento se borrará todo, todos los golpes, los insultos, los abusos de parte de depravados que desahogaban su frustración contra un niño incapaz de defenderse? – decía temblando, era incluso cruel, recordar únicamente todo el daño que le causaron.

Pero era lógico, durante su infancia, fueron pocos los momentos en que alguien estuvo realmente a su lado, no tenía a nadie a quien olvidar, pues nadie estuvo a su lado.

Todos los demás sentían un gran hueco en el estómago, ¿eso…eso era cierto?

Tsunade era consciente desde la primera revisión médica que le hizo a Naruto, que el chico no solo había sufrido de abuso físico y psicológico, sino también sexual. Las cicatrices regenerativas en su conducto anal dieron fe de ello, sin embargo, nunca decidió comentar nada con el chico, parecía que eso ya no le afectaba, además, era algo muy íntimo y personal de Naruto, y solo él podría tomar la decisión de confiarlo a alguien más, aun así, se encargó de eliminar cualquier vestigio de las pruebas médicas, no dejaría que nadie más se enterara de que habían corrompido a su niño desde tan temprana edad.

Sakura no podía concebir la idea de Naruto en tan deplorable estado, él era el que siempre se encargaba de hacer sentir mejor a los demás, el que repartía sonrisas y chistes sin ton ni son, y ahora, se venía a dar cuenta de todo lo que tuvo que pasar el blondo.

No te acerques a ese chico, Sakura, es un monstruo.

Por su mente pasaban ligeros fragmentos de las advertencias que le daban sus padres, ella era una niña muy introvertida, sin embargo, siempre le causó curiosidad aquel niño, pero el miedo infligido por sus padres, hizo que empezara a sentir desprecio por el rubio.

De no haber estado juntos tanto tiempo en el mismo equipo, seguramente hubiera seguido con sus mismos prejuicios, ella, tan afortunada por tener familia, amigos, inteligencia y talento, solo se dedicó a ser una carga, a sobreponer sus ambiciones amorosas sobre las misiones, a despreciar los sentimientos de Naruto por un chico que la ignoraba de manera más que patética, y a poner sobre los hombros de Naruto el peso de una promesa que lo torturó día y noche.

Ahora empezaba a creer que se merecía todo ese desprecio de parte de Naruto, ella misma lo sentía hacia su propio ser.

Y Sasuke, él volvía a sentir como todo el odio hacia Konoha brotaba de manera efervescente desde su interior, esa maldita aldea se había encargado de destruirle la vida a las dos personas más importantes para él.

Y se sentía tan hipócrita, al pensar de manera despectiva sobre la aldea cuando él mismo, en sus intentos de venganza, se encargó de aniquilar a su hermano e intentar matar a Naruto.

Definitivamente él era igual o peor que todos esos aldeanos, una vil masa de hipócritas.

No era merecedor del afecto de Naruto, él era noble, brillante y cálido, todo lo contrario a Sasuke Uchiha, una persona totalmente manipulable, el cual fue incapaz de tomar una decisión por sí mismo sin que las acciones de los demás hubieran influido, dependía de la fuerza de otros, de la fuerza que le prometió Orochimaru tras desertar la aldea y prometerle su cuerpo como retribución, de la fuerza que Itachi le otorgó después de colocar sus dedos ensangrentados en su frente, la fuerza que le dio el sabio de los seis caminos tras confiarle el rinnegan y el futuro ninja…pero sobre todo, de la fuerza que Naruto le otorgaba día con día.

La fuerza que le dio el ninja rubio, fue capaz de hacerle ver luz, sentir calor, tener esperanzas.

Iba más allá de una simple amistad, él era el único lazo que le interesaba, no necesitaba nada más, ni poder, ni descendencia, ni un apellido…simple y llanamente necesitaba a Naruto a su lado.

¡Qué situación tan cómica! Tal parece que necesitaba que el rubio le alejara de su lado para darse cuenta que quería estar junto a él, para darse cuenta de que…

Lo amaba.

De pronto un golpe seco le devolvió a la cruel realidad, Naruto se encontraba en el piso hiperventilando, esa situación era demasiado para el rubio, se sentía herido, traicionado…abandonado.

Sentía que ya no podría más, quería huir, refugiarse en aquel columpio que tantas tardes solitarias compartió a su lado, y tras un último intento de aliento antes de que su conciencia colapsara, pudo distinguir en los ojos de Sasuke algo que llevaba añorando desde hace mucho tiempo.

Preocupación y amor.

Que malo que el corazón de ese chico le perteneciera a la chica llamada Sakura, tal parecía que, aunque no lo recordara su cabeza, su corazón le clamaba por acercarse al otro.

- ¡Naruto, tranquilízate! ¡Sakura, ayúdame a llevarlo al hospital! – ordenó preocupada Tsunade, esa situación le rompía el alma, ver que los fantasmas del pasado separaban al equipo siete, pero, sobre todo, les rompían el alma a los muchachos.

Y así, una vez más, Naruto era llevado de nueva cuenta a una camilla de hospital, en vez de que esa reunión ayudara en algo, solo logró empeorar las cosas.

Y el equipo siete tenía un solo pensamiento en común, Naruto estaba mejor sin ellos.

Notas finales:

¡Fin!

No saben cuánto luché conmigo misma para este episodio, pero es lo que yo creo, Naruto fue cruelmente abandonado por Kakashi, siempre supo la procedencia del chico, y, aun así, lo dejó que se las apañara el solo.

Despreciable.

Y la parte de las violaciones, bueno, ando cruel el día de hoy, el borrador de este capítulo ya estaba hecho, pero decidí agregar eso, además, la gente es muy cruel, y no dudo ni un poco que hubieran sido capaces de algo así.

De parte de Sakura, me parece un personaje que pudo haber sido excepcional, con talento, inteligencia y apoyo, sin embargo, solo fue una mocosa mimada incapaz de ver más allá de sus propios intereses.

Y aún falta que Naruto se entere de la historia de Sasuke, ¿cómo reaccionará al saber que, el pelinegro intentó matarlo antes? ¿Qué se unió a Akatsuki? ¿Qué traicionó a la aldea?

Además, está el problema de Sasuke y Sakura, Naruto cree que son pareja.

Y ellos están destrozados por los desplantes de Naruto, Sasuke necesita un apoyo moral, ¿Sakura intentará volver a conquistar el corazón de Sasuke?

¡Ya casi se va a vivir a la residencia Uchiha! ¿Esto ayudará a que se acerquen más?

Esto y más en los próximos capítulos.

Faltas de ortografía o mala gramática, háganme el favor de ayudarme a corregirlas, acabo de terminar el capítulo y no he dormido mucho, así que no las he notado, pero les prometo que si hay alguna, la corregiré enseguida.

Sus reviews me hacen muy feliz y me motivan a continuar. Por cierto, por alguna horrible razón, borré varios, lo siento TT_TT pero si los leí todos y me encantaron.

¡Así que quiero muchos lol! Jajajajajajaja

Bromeo n,n

Besos.

Ann.


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