-Tomemos un descanso -dijo un agotado Sai después de tumbarse perezosamente en el pasto.
Después de salir de la residencia Uchiha, se dirigieron al campo de entrenamiento que estaba situado al norte de la aldea.
Lugar exclusivo para ninjas de rango jounin o AMBU, debido a que estaba bastante alejado de la aldea y no afectarían los daños ejercidos, además de contar con más privacidad.
-No seas cobarde, Sai, apenas estaba calentando' tebbayo - le contestó el rubio limpiándose el sudor de la frente, se encontraba jadeando y su ropa estaba totalmente llena de tierra, pero por alguna extraña razón, quería lucirse frente a Sasuke.
Y sus compañeros estaban pagando eso.
-No seas hablador, dobe -dijo Sasuke tomando asiento al lado de Sai, para posteriormente quitarle su botella de agua y beberla de un sólo trago - Mírate, estás a punto de desmayarte – poniendo una sonrisa prepotente en la cara.
Llevaban más de tres horas en combate, vaya que los tres habían mejorado bastante, además, Naruto la tuvo bastante difícil contra Sasuke, pues, a comparación del otro, él había olvidado totalmente el estilo de pelea y las técnicas del Uchiha, así que las llamas, los esqueletos y las serpientes, además de una poderosa espada electrizante, lo tomaron con la guardia baja.
-El Uchiha tiene razón, estás hecho un desastre -dijo el pintor, señalando el cuerpo completo del rubio - Bueno, todos, en realidad- sacudiendo los restos de tierra de su pantalón.
Ahora Ino se la pasaría molestando con que se pusiera decente.
-Yo siempre me veo bonito, Sai -decía Naruto imitando el caminar de las chicas, al mismo tiempo que hacía una pose galante y se sentaba al lado de ellos riendo.
-No, dobe, así que no alucines -dijo jugando el Uchiha, pero es que las poses que estaba haciendo el rubio eran demasiado ridículas.
-Así es, Naruto, aquí el bonito es Sasuke, recuerda que se lo dijiste -decía malicioso Sai, rememorando la pelea que sostuvieron esos dos antes de que Naruto perdiera sus recuerdos.
- ¡¿Estás de broma, ¿verdad?! ¡Jamás admitiría en voz alta que este bastardo es bonito! - decía ofendido, estaba seguro que él jamás diría algo así.
Primero tiraba un tazón de ramen a la basura.
- ¿Sólo en voz alta, dobe? Es quiere decir que sí lo piensas -decía altanero Sasuke, cómo amaba la lengua de Naruto, le otorgaba bastante diversión.
…Demonios, ese pensamiento se escuchó bastante mal, y sin querer, había dado pie para que por su cabeza pasarán otras escenas divertidas, referentes a la lengua del rubio.
Control, Sasuke, eres un adulto.
Se intentaba dar ánimos a sí mismo, si tener una erección pública en la adolescencia resultaba vergonzoso, en su adultez significaría la ruina total.
Estúpido dobe, debería empezar a sopesar la idea de ponerle un bozal o alguna mordaza en su bocota.
...Mierda, ¡más pensamientos pervertidos!
Mientras tanto, los otros dos miraban con una gota en la cabeza como el Uchiha se daba de topes, literalmente, contra el árbol en el que se había recargado momentos antes. Naruto iba a dirigirle una bonita letanía llena de insultos tras esa muestra de narcisismo, pero al ver que el otro estaba intentando ahuecar el árbol, le dirigió una mirada interrogante a Sai.
-Uchiha, ya tenemos suficiente con la amnesia de Naruto, como para que tú quieras provocarte un retraso mental más grande a base de contusiones cerebrales -dijo conciliador Sai.
Según sus libros, cuando alguien veía a la persona amada sufrir o estar en aprietos, recurrían a la empatía para poder entenderla mejor, pero no era necesario que Sasuke se provocara también un daño cerebral por Naruto.
Porque eso estaba haciendo ¿Cierto? ¡Qué va, claro que sí! Los libros jamás mentían, por más que Ino y el equipo siete le dijeran lo contrario.
-No se trata de eso, estúpido pint- estuvo a punto de inventarse una excusa acerca del control de energía natural y esas cosas, pero algo reaccionó en su cabeza tras las palabras del pintor - ¡Hey, maldito artista de cuarta! ¡¿A qué ratos te refieres con un retraso "más grande"?! -dijo activando el sharingan, le enseñaría a ese tipo a respetarlo.
No obstante, una estruendosa risa logró llamar la atención de los morenos.
- ¿De qué te ríes, Naruto? –
-Sí, anormal ¿Qué te parece tan gracioso? - dijo fastidiado.
Enserio, ya no lo respetaban como era debido.
- ¡De ustedes' tebbayo! -decía apretándose el estómago para intentar controlarse- ¡Son tan graciosos, se nota que son buenos amigos! - soltó limpiándose las lágrimas que salían de sus ojos.
Al parecer, ese tal Sasuke no era tan mala persona, pues Sai solía ser alguien bastante distante y reservado.
El par, bueno, ellos se encontraban en otro plano existencial, por sus cabezas, jamás había pasado la idea de que ellos fueran "amigos" más bien se consideraban algo así como personas obligadas a convivir debido a los compañeros en común.
Solamente Naruto podía sacar la conclusión de que dos personas con ese trato fueran amigos.
Aunque, no es como que el rubio hubiera sido muy selectivo o sabio al escoger a sus amistades con anterioridad.
-No creo que esa sea la palabra adecuada, dobe -dijo Sasuke intentando salir del asombro.
- ¿Por qué no, imbécil? Se nota que se aprecian en el fondo, a pesar de las peleas -decía sabio, en lo que cabía.
-Qué curiosa analogía, Naruto, eso explica la razón del porqué Sasuke es tu mejor amigo -dijo pensativo Sai.
Si a base de la información recientemente recolectada, Sai se ponía a dibujar en su mente un diagrama con las actitudes personales del rubio, el resultado sería, incuestionablemente, una gran y peligrosa vena masoquista en el futuro hokage, pues, al parecer, necesitaba estar en conflicto con alguien para así balancear su nivel de aprecio.
O al menos así aplicaba con la mayoría de sus amistades, por ejemplo, Gaara, Neji, Él etc. Etc. La lista era bastante larga, pero el resultado el mismo, todos se convirtieron en entrañables amigos del aspirante a hokage.
Vaya, con qué razón terminó enamorado de Sasuke...o al menos así era.
-... Mejores amigos -susurró quedamente el rubio.
Por alguna razón, esas palabras no lograban satisfacerlo.
- ¿Cuánto tiempo llevamos conociéndonos, teme? -preguntó de pronto.
Quizás estaba sacando conclusiones apresuradas, y lo que estaba confundiendo con atracción, en realidad era simplemente una gran y profunda amistas.
-...Toda la vida, supongo, desde que tengo memoria recuerdo tu tonta cara-dijo pensativo, mientras que en su mente aterrizaba el recuerdo del único niño que fue capaz de sacarlo de su enfrascamiento en aquel lago.
El único que, por un segundo, logró sacarle una sonrisa después de la muerte de su clan.
- ¡¿Eso quiere decir que llevamos 20 años seguidos juntos sin asesinarnos?! -dijo sorprendido, si en el transcurso de dos días ya llevaban todas esas peleas, no podía no imaginarse estar todo ese tiempo conviviendo.
-Bueno, no tan seguidos -dijo pensante Sai, mientras se rascaba la barbilla con la mano - además, ya han estado por matarse -dijo señalando el brazo vendado de Naruto.
-Es cierto, a decir verdad, tengo esa duda, pero yo pienso que nos lesionados de esta forma, en batalla o algo así ¿No, Sasuke? - dijo mientras apuntaba el brazo izquierdo de Sasuke, el cual se encontraba en las mismas condiciones.
Este sólo pudo voltear la cara, melancólico ¿Cómo explicarle que no estuvieron juntos durante tres años por culpa de su odio? ¿Cómo poder decirle a la cara que por su culpa perdió ese brazo, en la última batalla que tuvieron y en la que intentó matarlo (de nuevo)?
Dudaba mucho que el rubio le aceptara y confiara en el después de saber que fue un deserto, integrante del enemigo.
-Sí, Naruto, fue en batalla -dijo distante, no podía decirle la verdad.
Sai miraba inquisidor a su amigo moreno, eso estaba mal, tarde o temprano, Naruto se enteraría de las cosas que Sasuke le estaba ocultando (porque era obvio que eso intentaba) y eso podía ser peor.
Pero él no era nadie para interferir en eso, Sasuke debía tomar sus propias decisiones.
Y afrontar al rubio cuando se entere de la realidad, cuando descubra quien fue Sasuke Uchiha.
- ¡¿Enserio?! ¡Cuéntame más! ¿Ganamos, eran fuertes, de otra aldea? -decía con los ojos llenos de entusiasmo.
-Déjame contestarte una pregunta antes de que hagas otra, tarado -decía con una pequeña sonrisa Sasuke, se encontraba en una encrucijada, por una parte, no quería apagar el recién empezado entusiasmo de Naruto, pero por la otra, no quería que el otro se decepcionara de él.
-Ganaste, Naruto eso es lo que importa -dijo mirando al cielo, seguramente Itachi hubiera preferido un hermano como Naruto.
Él jamás perdió su camino, siempre se mantuvo firme a pesar de la adversidad, no se dejó consumir por el rencor ni el odio, y logró sobrellevar su destino a pesar de todo el sufrimiento de su infancia.
No estaba tan podrido ni trastornado como él.
O al menos así lo veía él.
-¡No seas amargado, dame detalles! -inflando los mofletes, hasta Sai hablaba más que él.
-No tengo ganas de hablar, dobe, muero de hambre – levantándose elegantemente del piso para terminar de sacudir su ropa, estaba huyendo descaradamente, pero ¿Qué importaba? Él también tenía derecho a ser cobarde.
-Sai, ¡dile algo! – le reclamó al otro muchacho, como si él pudiera tratar mejor al Uchiha.
- ¿Qué quieres que le diga? No soy su madre, Naruto – mirando distraídamente uno de sus pergaminos, él no se metería en esos asuntos.
Naruto prefirió callar ante esas palabras, hasta donde él sabía, Sasuke no tenía mamá, ni familia, siendo más precisos.
Igual que él.
- ¿Vienen o se quedan? -preguntó impaciente Sasuke, se dio cuenta enseguida que el AMBU estaba dándoles el avión, mejor, no quería escuchar sermones en ese momento.
Y decía, ese momento, porqué sabía perfectamente que cuando Naruto no estuviera, los reclamos llegarían de todas partes.
Baa, si llevaba ignorando a todos durante toda su vida, ahora no sería diferente.
-Yo voy, también estoy a punto de quedarme famélico, ¿tú Naruto? – recogiendo sus cosas y volteando a ver al rubio.
-Paso – declaró trepado la rama de árbol, tenía otro asunto pendiente el cual atender.
- ¿Ehh, y eso? -dijo Sasuke confundido, ¿qué razón tendría Naruto para irse?
-Cosas, teme, nos vemos en la noche -volteando a punto de saltar, lástima que las palabras de Sai casi logran que se caiga de la vergüenza.
-Wow, que fuertes declaraciones, eso mismo le digo a Ino cada vez que planeamos tener sexo en la noche -dijo divertido Sai, pero era verdad, justamente eso le dijo en la mañana después de que la rubia le enseñara su nuevo traje de conejita.
Ya ansiaba que llegara el anochecer.
- ¡No digas tonterías, Sai! -dijo/gritó sonrojado por las guarradas del otro.
Esa pareja terminaría por volverlo loco.
Y literalmente huyó corriendo, enserio, necesitaba apurarse.
-Pintor idiota – dijo fastidiado Sasuke.
-Di que no te gustaría –
E irónicamente, Sasuke no dijo nada.
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-Me tapas la vista, Naruto -dijo perezosamente un ninja que estaba cómodamente acostado viendo las nubes.
De pronto, un tonto llegó de la nada y cayó, literalmente, encima de él.
Pudo haberse escandalizado por la posición en que se encontraban, pues Naruto estaba a horcajadas encima de él, pero estaba más que acostumbrado a esos atrevimientos de parte del otro, pues parecía que el rubio perdía totalmente el concepto de espacio personal cada vez que se trataba de su futuro asistente.
¡Y lo peor del asunto es que a Temari eso le causaba gracia!
Por todos los hokages, a este paso, se empezaría a platear seriamente la opción de alejarse de la gente rubia, parecían estar todos locos.
Bueno, al parecer Shizune no era la única que pensaba eso.
-Shikamaru ¿Soy gay? -soltó de repente recargando su frente en el pecho del otro.
Si, definitivamente, viéndolo desde un punto de vista más frio, eso no se veía nada bien, y lo peor de todo, es que anteriormente había tenido escenas más homosexuales que esa, incluso una vez, mientras viajaban junto a Temari a Suna, la rubia les obligó a dormir los tres muy juntos, alegando que se moría de frio, y era verdad, el desierto de noche a veces era bastante helado debido al cambio de temperaturas tan drástico, pero le resultó bastante bizarra la imagen de los dos rubios encima de él, uno babeando y la otra lanzando patadas entre sueños.
Y lo peor de todo, es que cualquiera de los dos hubiera hecho un escándalo si se enteraban de la jodidamente problemática erección que el genio había tenido al estar atrapado entre los dos cuerpos.
No es que sintiera algo más que una extraña y valiosa amistad hacia Naruto, y un amor grande e incondicional hacia su violenta novia, ¡pero era humano, joder! Y él parecía tener una extraña fijación con la gente rubia de ojos claros ¿O ellos con él? Quien sabe, pero toda su vida se ha visto en problemáticas situaciones debido a los blondos.
- ¿Me estás pidiendo que te oriente sobre tu sexualidad, o es una especie de propuesta extraña? -dijo sarcástico con una diminuta sonrisa en su cara, ya se podía hacer una idea de lo que el rubio trataba de decirle, y en realidad, sabía que tarde o temprano Naruto vendría a desahogarse con él.
Lo habían hecho vivir con Sasuke, el resultado sería obvio.
Así que solo optó por acariciar cansina y un poco maternalmente con su mano izquierda la cabellera rubia, gracias al cielo Temari estaba en Suna tras enterarse del ataque a su hermano, sino, no hubiera dejado de burlarse de él si lo encontraba en esa situación digna de manga yaoi.
Y daba el doble de gracias, de que Ino estuviera ocupada en una reunión sobre asuntos de su clan, pues si los viera, inmediatamente empezaría a sacar ideas pervertidas y seguramente invitaría a Shikamaru a la loca orgia de su imaginación, si, su compañera le había contado con todo el descaro y sinvergüenza posible su loco deseo carnal a su equipo.
Jodidos rubios.
-Es una propuesta, es hora de aceptar nuestro amor y decirle a Temari que vuelva pronto, que necesitas al futuro hokage y a la princesa de la arena lo más pronto posible – dijo socarrón, mientras empezaba a abrazarlo tal cual oso.
Ahh, esa era otra razón para sentir que era el principal blanco de entretenimiento de ese par, pues un día, mientras Shikamaru estaba intentando que Naruto aprendiera a redactar decentemente una carta política, Temari sacó el absurdo comentario de que parecían un trio de esposos, ella atendiéndolos y ellos acostados perezosamente en el suelo del departamento que usaban los embajadores de la arena cada vez que visitaban la hoja, y desde ese día, los rubios no pararon de usar ese chiste cada vez que querían fastidiar.
En este punto, de no saber perfectamente los gustos del rubio, no se le haría extraño un día encontrar a Naruto y Temari besándose, es más, un espacio muy profundo y recóndito de su perversidad, vería esa imagen algo tentadora.
Y lo mejor del caso, es que se imaginaba a sí mismo, uniéndoseles.
¿Sería la edad, las hormonas, la profunda amistad, el pelo rubio, o la influencia de su compañera rubia la razón de eso?
Mejor no prestarle atención, eso era demasiado problemático.
-Ya deja de jugar -decía soltándose del intento de asfixia del otro - ¿Me estás preguntando o estás diciéndome que eres gay? -dijo mirándolo a los ojos, bueno, no podía verlo en otra parte, de cualquier forma, el rubio seguía arriba de él.
-No sé, Shikamaru -decía soltando dos lagrimones por los ojos, lo cuales, cabe resaltar, estaban empapando el chaleco del Nara.
-Déjame adivinar, se trata de Sasuke ¿cierto? -al grano.
- ¡No! -dijo avergonzado de ser tan obvio, pero la mirada de Shikamaru le obligó a hablar – bueno…Si, ¡o no sé! ¡Me confunde! – decía desquitando su frustración contra el otro.
-Naruto, ya no somos unos niños para estar confundidos, exactamente ¿Qué te hace pensar eso? – dijo serio, Naruto debía de ordenar sus sentimientos por Sasuke.
-No estoy seguro, hace dos días estaba seguro de que lo odiaba, pero ahora, joder ¡Me pongo nervioso a su lado! – haciendo exagerados gestos con la cara y manos.
Shikamaru podría jurar que, para el rubio, derrotar enemigos de otros planetas y hacerse amigo de bestias demoniacas, era mucho más sencillo que lidiar con asuntos amorosos.
O al menos con los asuntos amorosos con un chico el cual apenas estaba empezando a conocer.
-Naruto, ¿las cosas que te han dicho Ino y Sai, además de tu equipo y Tsunade-sama, te han hecho plantearte esa idea? -dijo pensativo y preocupado.
-¿Qué quieres decir con eso, Shikamaru? - realmente no entendía a donde quería llegar el genio con esa pregunta, apenas si había compartido algunas palabras con su supuesto equipo – la vieja solo me hace preguntas sobre cosas que no recuerdo, Ino y Sai están locos, solo dicen cosas sobre arte y sexo, Sakura, de ella ya no sé qué pensar, y lo mismo pasa con el…el nuevo hokage -dijo pesadamente, aun no sopesaba la idea de que Tsunade ya no fuera la hokage – la verdad, fui muy grosero con los últimos dos -decía ligeramente culpable por los tratos que les dirigió.
-Lo que trato de decir, es que posiblemente parte de tus dudas sean a base de que otras personas te han insinuado cosas sobre tú y Sasuke -decía, recodando el berrinche de Ino después de que Naruto la mandara a freír espárragos después de querer prestarle uno de los libros Kama Sutra de Sai, alegando que le serviría con Sasuke – y solo estés guiándote por eso -dijo poco convencido, él estaba seguro de que Naruto amaba a Sasuke antes del incidente de hace días, pero ahora era distinto, pues apenas si sabía quién era el Uchiha.
- ¿Estás diciendo que no me gusta? -dijo intentando sopesar las palabras del Nara, no estaba seguro de eso, en realidad, no sentía que los demás hubieran servido verdaderamente como impulso para eso, desde el incidente en la oficina del hokage, sentía su corazón acelerarse cada vez que veía esos ojos azabaches.
-No, no me malentiendas, un montón de gente está detrás de ti y aun así no tienes problemas existenciales con nadie más que con Sasuke, así que es evidente de que no te es del todo indiferente – recordando la cantidad de pretendientes de todos los sexos que estaban detrás de Naruto- a lo que me refiero, es que no quiero que se te incentive a sentir algo que en realidad no sientas, te diré algunas cosas y quiero que me contestes lo primero que se te venga a la mente ¿entiendes? – levantando una ceja al decir eso.
-…Entiendo -decía dubitativo, Shikamaru lo estaba confundiendo aún más de lo que ya estaba.
- ¿Te parece atractivo algún otro hombre que no sea Sasuke? – fue la primera pregunta que soltó.
Puede que Naruto fuera, gay, bisexual o simplemente alguien que solo sentía atracción hacia Sasuke.
- ¿Ehh?, no, bueno, admito que conozco a varios hombres atractivos, pero no al punto de gustarme o algo así -pensando en Gaara, Shikamaru, Sai y todos los chicos más atractivos que conocía – solo tú, pastelito -mientras restregaba como si fuera un gato su mejilla contra la del Nara – eres el único para mí -riendo por la cara de fastidio del otro.
Siempre era divertido molestarlo.
-Ponte serio, ya después sigues con tu acoso -levantando la mano que tenía en su cabeza para darle un zape - ¿Te gusta alguna chica en especial, o te llama la atención más de lo normal? –
-Mmm, no en realidad, debo admitir que pensé seriamente en salir con Hinata después de que me confesara que me amaba hace años -pensando en cómo la chica se le declaró después de la misión de rescate en la luna- es muy hermosa y agradable, pero por alguna extraña razón, no puedo corresponderle – hasta a él le parecía extraño que no cayera ante la princesa Hyugga.
-Entiendo, ¿y Sakura, Temari, Ino, Karin, Ten Ten? ¿Ninguna de ellas te atrae? – pensando en las chicas de su generación, podía parecer extraño que incluyera a su novia en la lista, pero debía descartar todas las opciones.
-Ino es jodidamente sexi, pero me asusta´ tebbayo -imaginándose a la Yamanaka con un traje de dominatriz y un consolador gigante – no sé mucho de Karin, apenas si la recuerdo -decía confundido, ahora que intentaba pensar en ella, imágenes difusas pasaban por su mente, pues, al igual que con Itachi, el contacto con ella también estaba ligado con Sasuke, la recordaba por las pocas veces que tuvieron interacción sin el Uchiha de por medio – Ten Ten, sólo es una buena amiga, y respecto a Temari, es linda, lo admito viejo, pero si quieres un trio, dilo directamente, no lances indirectas – dijo moviendo las cejas seductoramente.
Y se ganó otro zape de parte del Nara.
-No olvides a Sakura – viendo que el rubio la evadió a propósito.
-…No estoy seguro con ella, siento que no me debería desagradar, es muy atractiva -pensando en sus rasgos exóticos – pero su carácter es extraño, y después de lo de ayer, no me termina de agradar -recordando amargamente el beso con Sasuke.
- ¿Después de ayer? – eso no lo entendió.
-Nada – esquivando la mirada del chico debajo de él, en todo ese rato no se habían separado, pero al sentir la advertencia en la mirada que le dirigió su futuro asistente, decidió confesarlo – está bien, anoche los vi besándose – de pronto, los ojos se le ensombrecieron.
-¡¿Qué?! – bueno, quizás perdió el control después de eso, pero es que no lo podía creer - ¿Sasuke besó a Sakura? –
-No, en realidad, creo que más bien, ella se acercó a besarlo – recordando las palabras de Sasuke y el como la pelirrosa se había acercado a un Sasuke con la cabeza agachada en aquella banca.
-Ellos no tienen nada, Naruto, no te lo tomes personal con Sakura -dijo dubitativo, tenía que investigar ese asunto después.
Pensó exactamente lo mismo que Sai, el Uchiha debió de haber estado mal emocionalmente anoche, pues él estaba al tanto de todo lo que sucedió, y era extraño que justamente después de eso, la Haruno lo besara.
No se escuchaba bien.
-No me lo tomo personal – dijo inflando el pecho fingiendo indignación – no te hagas ideas extrañas, Nara – decía quedamente acostándose de nuevo encima de él.
-Te excitas con Sasuke -más que pregunta, perecía una afirmación de parte de Shikamaru, y Naruto no tuvo las fuerzas para responderle eso, así que solo asintió contra su pecho.
- ¿Lo amas? -Es ahí a donde quería llegar. Definir los sentimientos del rubio.
Ante esto, Naruto tembló ligeramente, eso era demasiado personal y demasiado confuso.
- No sé, me gusta, pero ¿Lo amaba, Shikamaru? – preguntó tristemente, la idea de olvidar a la persona amada le partía el alma.
-…Así es, Naruto -dijo sincero- pero ahora no, por lo que me dices, es seguro que te atrae, pero no es seguro que lo ames, pues si fuera así, no necesitarías confirmación – totalmente seguro de sus palabras.
- ¿Qué debo hacer? – decía desconsolado, sentía que su pecho se estrujaba ante la idea de no poder recordar las cosas, era verdad lo que decía el otro, Sasuke le atraía, pero no podía decir que lo… amara.
-Yo no puedo decirte que hacer, Naruto, solo puedo aconsejarte que te acerques más a él, que convivan, platiquen, discutan, todo lo que habían hecho hasta ahora – hablándole tranquilamente al otro, realmente se sentía mal por Naruto, él mismo ya no lograba concebir la vida sin Temari – y solo así, si hay más que simple atracción de por medio, te darás cuenta solo, además, te diré un secreto – levantándole la cara para mirarlo directamente – Yo creo fervientemente que tú le gustas a Sasuke, quizás más que eso, así que sácate las inseguridades sobre otras personas de tu cabeza – haciendo referencia a Sakura y las fans de Sasuke – y ¿Por qué no? Quizás también puedas sopesar la idea de una cama de agua – decía malicioso, era hora de devolverle una cucharada de su propia medicina al rubio.
Este por su parte, solo pudo enrojecer escandalosamente y golpear levemente al otro.
- ¡Maldita Ino chismosa! ¡¿Acaso le dijo eso a todos?! – temblando ante la idea de que todos se lo imaginaran a él y a Sasuke en la cama.
-No creo, hasta dónde sé, nomás Chouji, yo y supongo que su novio – recapitulando las palabras del rubio.
Y Naruto no le diría que también Sasuke sabía de eso, no lo dejaría en paz.
-Oye viejo, no eres nada ligero -dijo Shikamaru de repente, señalando al peso muerto encima de él – y si Sasuke aparece y nos ve así, me quedaré sin pelotas por culpa de su espada – temiendo seriamente por su compañero de vida.
- ¡No te preocupes por eso, amor! ¡Yo te protegeré! – decía riendo mientras se levantaba y dejaba en libertad al otro.
-Tú, amor, serás la principal causa de mi muerte – decía correspondiendo la sonrisa que le dirigía el rubio.
Él se encargaría personalmente de ayudar al rubio en todo lo que necesitara, era un amigo muy preciado para él y no le gustaba verlo de esa forma.
-Bueno, viejo, debo irme, ya está oscureciendo y mi madre me matará si no le compró las cosas que me encargó para la cena – decía dando media vuelta y despidiéndose con la mano en alto – ya sabes que hacer -volteando a verlo pícaramente.
- ¡No haré lo de la cama de agua! -gritó abochornado.
Joder, jamás en su vida podría verlas de nuevo.
-Pero puedes hacer muchas cosas más, usa el libro que te ofreció Ino – riendo ante el recuerdo del Kama Sutra, que, en realidad, también le había regalado a él como regalo por su noviazgo con Temari.
¿Qué? Para algunas cosas no era tan perezoso.
-Tonto – decía, recordando graciosamente a la rubia – mejor apresúrate, pastelito, no queremos que mi suegra y la de Temari se enoje – decía burlándose del Nara, era bien sabido para toda la aldea, que Yoshino Nara tenía su carácter.
-Pues en ese caso, también apresúrate, no queremos que mi socio se enoje y te prohíba tener acción esta noche – decía devolviéndole la bomba, lo cual funcionó al ver como el rostro de Naruto empezaba a mutar entre una gama de varios tonos de rojo -otra cosa -dijo poniéndose demasiado serio de repente – intenta hablar bien y arreglar las cosas con Kakashi-sensei y Sakura, sé bien que sientes cierto rencor hacia ellos, pero antes no era así, y al igual que tú, ellos sufren demasiado tras tu distanciamiento -dijo volteando.
Ayer, después de pasar al hospital a ver a Naruto, fue a la oficina del hokage a entregarle los informes de la información recopilada sobre sellos de contención, estaban buscando desesperadamente una cura para el problema del rubio. Pero lo que no se esperó fue encontrar a un Kakashi deprimido en su asiento, con una foto de su anterior equipo y una botella a medio acabar en la mano, totalmente ebrio.
Tuvo que ayudarlo a levantarse y llevarlo a su habitación en la torre, para ayudarlo a asearse y dejarlo dormido, aunque le rompió el alma verlo llorar entre sueños pidiendo perdón a Naruto y los fantasmas de su pasado.
Definitivamente no quería volver a presenciar eso.
-…Lo haré, te lo prometo´ tebbayo- dijo cabizbajo, se sentía verdaderamente mal por eso.
Y tras eso, Shikamaru se perdió tras un ágil brinco, así que Naruto decidió optar por ir a su casa por sus cosas (aun traía la ropa de ayer) y volver con Sasuke.
-Volver con Sasuke -susurró para sí mismo, esas palabras se oían demasiado bien.
Así, con energías renovadas, emprendió marcha, daría todo su esfuerzo para intentar poner en claro las cosas con Sasuke, quería enamorarlo, de eso estaba seguro, aunque Shikamaru le hubiera dicho que el Uchiha le quería, debía comprobarlo.
Y quien sabe, quizás debería empezar a aceptar los regalos de Ino, a quien quería engañar, su cuerpo estaba lleno de hormonas y Sasuke le ponía realmente caliente.
También debería empezar a meditar las cosas que le diría a Sakura y Kakashi, puede que hubiera actuado impulsivamente y sin empatía, era hora de actuar adultamente y mejorar las cosas.
Mañana, definitivamente pondré de mi parte para arreglar las cosas.
Pensó decidido, él era el futuro hokage, podía con eso y más.
Por ahora, debía apurarse y llegar a su destino, moría de ganas por ver a Sasuke.