Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amnesia, recordando el amor. por Ann Carmesi1

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mierda…

 ¿Cómo es posible que una persona fuera capaz de pasar de un estado de total euforia y determinación a otro de cobardía y falsa defensa de una inexistente heterosexualidad en tan sólo unos segundos?

Naruto Uzumaki estaba intentando encontrar la respuesta a eso, pero es que...Es que... ¡Estúpido Sasuke y su jodido talento para lograr que quisiera arrancarse los rubios cabellos! 

Control, lo primordial para un ninja era mantener el control ante las situaciones más difíciles, así que, inflando el pecho, levantando la frente y aparentando todo el valor del cual carecía en ese momento, se decidió a bajar de la rama de aquel árbol y abrir la puerta de la casa de Sasuke. 

Dios, que hubiera un ataque ninja, que la luna explotara, que alguna desquiciada viniera alegando estar embarazada de él, hasta la idea de tener a Sakura enfrente era mejor que lo que tenía en su campo de visión. 

Sasuke, con unos pantalones holgados una camiseta casual con la insignia de un abanico y un mandil blanco, estaba bastante entretenido poniendo una mesa con dos platos de comida.

Eso no podía estar pasándole a él, justamente estaba en una intempestiva crisis de ¿Enamoramiento, atracción? ¡Lo que fuera! Y ese tipo se pone a protagonizar una de las escenas más conmovedoras y tentadoras (porque debía admitir que ese delantal se le veía realmente bien) que había presenciado en su vida, no, pensar en que Sasuke parecía una de esas esposas que reciben a sus maridos con una deliciosa cena no era adecuado, joder, que Sasuke no era ni de chiste alguien parecido a ese tipo de persona, por Dios ¡Sasuke ni siquiera era mujer! Y ahí estaba él, dejando caer de la impresión su maleta con ropa y objetos personales (la cual recogió de su casa después de su plática con Shikamaru) y amenazando potencialmente de llenar de babas en suelo si no cerraba la boca.

Se supone que era un adulto fuerte y maduro, estas cosas no deberían de estarle pasando a él, y justamente con alguien así ¡Apenas lo conocía! Seguramente Jiraiya estaría retorciéndose en su tumba de la risa o la vergüenza, cualquiera de las dos opciones era válida.

- ¿Acaso el sol de la tarde te terminó de freír el cerebro, o porqué estás ahí parado como idiota? - dijo Sasuke mientras levantaba una ceja curiosamente.

Podía asegurar que Naruto llevaba, como mínimo, dos minutos en el alfeizar de la puerta perdido en "Narutolandia" muy seguramente un lugar en su imaginación creado a base de lagos de ramen, montañas de ramen, casas en forma de tazones de ramen, etc. La cabeza del Uzumaki era un lugar totalmente fuera del entendimiento lógico. 

-Que te jodan, idiota - respondió amablemente Naruto enseñándole el dedo medio al otro.

Linda y dulce esposa, una mierda.

-Oye, yo no tengo la culpa de que tras tu pequeña epifanía - dijo Sasuke, haciendo referencia al anterior estado de ensimismamiento de Naruto - te haya dado cuenta que eres un total descerebrado, así que no quieras desquitarte con el perfecto Sasuke.

-Repito, que te jodan - resoplando ante la actitud altanera del otro - ¿Dónde puedo dejar mis cosas? - señalando de manera orgullosa la maleta en el piso.

- ¿Sólo eso trajiste? Que te quede claro que no te prestaré mi ropa interior ni mis cosas personales - decía despectivo mirando el pequeño tamaño de la maleta, algo extraño, pues Naruto tenía la molesta maña de atiborrar de cosas inútiles su equipaje en las misiones. Como mínimo, Sasuke esperaba que el otro cargara la mitad de sus pertenencias al mudarse.

- ¿Y para que querría yo tu ropa interior, remedo de galán? - suspiro enojado, realmente no entendía que fue exactamente lo que le vio a Sasuke.

Bueno, si sabía lo que le vio a Sasuke, otra cosa es que no era conveniente decirlo.

-Ni idea, quizás algún fetiche raro tuyo o cosas así, ya bastantes locas han intentado robar mis calzoncillos antes - dijo fastidiado ante el recuerdo de unas lunáticas colándose en su patio para robar su ropa colgada, locas.  

- puedes estar tranquilo, animal, por nada del mundo me masturbaría con tu ropa interior - recalcó en modo de adolescente indignado/ abochornado, al parecer ambos volvían a la molesta pubertad cuando estaban cerca del otro.

 Ajá, así que entonces es para masturbarse, que alivio, ya me estaba temiendo que intentaran extraer mi ADN para atarme con alguna clase de hijo - contestó con un notorio sarcasmo, pero es que lo podía evitar enojarse ante la falta de interés que Naruto profesaba hacia él. 

-Yo más bien creo, que alguna clase de químico en tu gel te ha terminado por destruir las neuronas - imitando con las manos el peinado de Sasuke - creo que lo tienes más sedoso que cualquier chica que conozca, teme.

-Vete a la mierda.

-Después de ti.

Y tras esto, ambos suspiraron sonoramente, deberían de evitar abrir la boca para evitar tantas peleas.
- ¿Dónde puedo acomodar mis cosas? - preguntó Naruto por la paz, a fin de cuentas, era él quien estaba irrumpiendo en la casa de otro.

-¿Donde más, dobe? En tu cuarto - volviendo a centrar su atención en los platos de la mesa - donde dormiste ayer, y apresúrate, que no cociné en vano como para que tú dejes enfriar la comida.

-Aww, que lindo, mi pequeño calabacín me hizo de cenar – juntando sus manos a la altura de su pecho mientras parpadeaba cursimente - ¿También me prepararás el baño y me untarás crema en mi cuerpecito?

-Lo que te untaré será ácido en las pelotas si sigues diciendo estupideces así.

-No, gracias, mis pequeños amigos no necesitan esa clase de sustancias -temblando mientras en su cabeza se formaba la imagen de un pedazo de carne achicharrándose.

Algo terrorífico, en serio.

-Ya veo, entonces ¿Qué clases de sustancias ocupan tus amiguitos, dobe? -dijo ácidamente - ¿Acaso la saliva de Hinata? – Dios, eso había sido algo demasiado bajo hasta para él, pero es que simplemente no podía evitar sentirse tan de mal humor.

Eso era culpa únicamente de Naruto, él vivía plácidamente en una aceptable mentira hasta que descubrió que ese torpe era la persona que amaba. En definitiva, a la vida le encantaba jugar a joder a Sasuke, teniendo a una manada entera de féminas y hombres que estaban más que gustosos a ser la pareja de Sasuke, iba y se enamoraba del hombre más famoso, noble, despistado y fuerte de la hoja.

Si le preguntaran a Sai, seguramente contestaría que lo que Sasuke necesitaba era una urgente sesión de sexo duro y sucio, pero ahora ni siquiera eso era una opción. Sasuke no era ningún niño virgen e inocente, joder, que él también era humano y varias veces había tenido una que otra aventurilla nocturna, pero ahora la simple idea de otro cuerpo distinto al de Naruto le provocaba arcadas.

-Eres un cerdo, no metas a Hinata en tus sucias perversiones, ella es demasiado linda para eso – renegó el Uzumaki en calidad de defender a su amiga, le tenía una gran estima a la muchacha, así que no le gustaba que se refiriera de esa manera tan grosera hacia ella.

-Perdón dobe, no quise ofender a tu novia – tenía que detenerse, eso ya se estaba pasando de la raya, pero no podía controlar la bilis que salía de su interior, él sabía perfectamente que la Hyugga amaba a Naruto, y a comparación de él, ella si era una buena opción.

- Tsk, solo...sólo ve y acomoda las cosas en tu cuarto para poder cenar -dijo rendido.

El actuar de esa manera no serviría de nada, únicamente lograría que Naruto lo empezara detestar más.

-Eso puede esperar, total, a fin de cuentas, tengo toda la noche, ¿porque no dejamos las peleas por la paz y nos sentamos? Se ve delicioso - dijo Naruto intentando calmarse, admitía que se estaba comportando como un niño al seguirle la corriente a Sasuke.

Mejor que haya un loco y no dos. 

-No sólo se ve, está delicioso, usuratonkachi - contestó altivamente Sasuke, no es por nada, pero en su retorcida cabeza, todo lo que él hiciera siempre sería excelente.

-Pues aquí el juez seré yo - rodando los ojos ante el narcisista aquel - ¿Quieres que te ayude a servir algo?

-No, Naruto, ya está todo, mejor sentémonos de una vez - dando por zanjada la plática que tenían, moría de hambre, puesto que no había comido nada desde la tarde.

Bien puedo haber ido por algo de comida preparada en cualquier puesto de la aldea, pero en medio de su caminata, se le ocurrió la magnífica idea de prepararle la comida a su dobe, ¿cursi? Por supuesto, hasta el mismo a preguntaba de dónde rayos había salido semejante idea.

¿Acaso su recién aceptada homosexualidad lo estaba feminizando? Esperaba que no, no se le antojaba empezar a ser alguna especie de ama de casa.

-Claro mamá - riendo ante la mirada mortal que le lanzó el moreno.

A la mierda la calma, sería interesante averiguar cuáles eran los límites de Sasuke.

-Oye Sasuke, esto está genial, debo admitir que realmente haces un buen papel de esposa - terminando de sorber los restos de caldo de su plato - así hasta yo me casaría contigo - dijo maliciosamente, picando el, ya de por sí, mancillado orgullo masculino de Sasuke.

- ¿Qué tal si te metes esos palillos por el trasero y te los sacas por la boca? Me parece una mejor idea que estar escuchando tus tonterías - dijo amablemente, tras escuchar las estupideces que formulaba el rubio.

Aún recordaba cuando no tenía "tantos" problemas con su sexualidad y se llevaba hasta dos chicas a la cama, como anhelaba esos momentos sin confusiones. Y ahora ¿Qué? Se encontraba atendiendo a un imbécil que se la estaba pasando haciendo burlas sobre su nada femenino talento culinario, maldito bastardo, ya quisiera tener de esposo a alguien tan genial como él.

Bueno, Sasuke también lo deseaba, pero Naruto no tenía por qué enterarse.

-Eres alguien bastante perturbado ¿Lo sabes? - dijo ligeramente pálido ante la anterior petición del moreno - No deberías de desearle ese tipo de males a la persona que te aguanta, con esa mala leche, ya me doy cuenta de por qué sigues soltero - apuntando con los palillos a un confundido y enojado Sasuke - pobres chicas, estoy seguro de que hasta tu primer beso debió de haber sabido bastante amargo, digo, con esa "dulce personalidad" - haciendo comillas con sus dedos mientras se paraba de la mesa y llevaba su plato al fregadero, todo ante la mirada escéptica de Sasuke- puedo apostar a que terminó huyendo de ti, teme - riendo por las muecas que estaba haciendo Sasuke.

Aunque pensándolo mejor, la idea del primer beso de Sasuke no le parecía tan gratificante. Aún más, después de los molestos recuerdos de esa mañana.

Flash back

-Sasuke, Sai ¡Miren, acaso no son adorables! - detuvo abruptamente su andar hacia los campos de entrenamiento un emocionado rubio, pues pudo ver a través de un escaparate, unos hermosos cachorros en venta.

-No te distraigas, dobe, además, ni siquiera tienes la capacidad de cuidar a otro ser viviente a parte de ti - contestó indiferente Sasuke, pero para cuando se dio cuenta, Naruto se había metido sus palabras por un oído y las había sacado por el otro.

Jodido dobe.

-Ya se metió, Sasuke, ahora a evitar que compre todas las mascotas -dijo divertido Sai, ya conocía como era Naruto cuando se emocionaba con las tiendas de animales, la última vez que lo perdieron de vista, había terminado comprando tres cotorros, dos perros, nueve, si ¡Nueve gatos! Y una boa ¿Para qué rayos quería la boa?  Ni idea, sólo Naruto sabía que pasaba por su cabeza en ese instante.

Bueno, aunque la cara de Kakashi había sido bastante graciosa, mira que fue bastante difícil decidir a donde llevaría a los nuevos amigos del rubio, la buena noticia de eso es que esas mascotas lograron hacer feliz a la pequeña nieta del señor feudal, y con respecto a la boa, la pequeña "Malvis" (nombre que le puso Naruto) bueno, a ella decidieron dejarla en libertad.

Maldito en día en el que se convirtió en jounin, Naruto con dinero era alguien bastante peligroso.

-Dobe, aléjate de ahí! - grito histérico Sasuke al ver a Naruto, peligrosamente, cerca de una pecera gigante, no quería convertir su casa en un jodido acuario.

- ¡Pero mira Sasuke! - decía emocionado al ver a un banco de peces payasos - ¡Se verán geniales en tu casa! Hasta la harán parecer alegre y acogedora - sacándole infantilmente la lengua mientras Sasuke sentía que una vena le estallaría del coraje.

Pero antes de que una nueva sarta de insultos y llamas fueran lanzadas al Uzumaki, la bonita dependienta de la tienda se acercó coquetamente a Sasuke, ese debía de ser su día e suerte.

-Sasuke- kun, pero que alegría tenerte aquí -dijo melosamente mientras se colgaba del brazo de Sasuke.

Independiente de su mala fama, Sasuke jamás dejó de ser popular entre la población femenina de la aldea, así que, no era ninguna novedad que algunas chicas se "emocionaran de más" al tener al tan amado y amable Naruto o al rebelde y seductor Sasuke en su presencia.

Independiente de lo molesto que eso resultará para los chicos.

Naruto por su parte, sólo pudo dedicarse a fulminar con sus azules ojos a la garrapata que se le había colgado a SU compañero de casa, por decirlo de alguna forma no tan comprometedora, así que era hora de hacer su buena acción del día.

Si el mismo adiaba cuando las chicas y algunos chicos se le encimaban de más, para alguien tan arisco como Sasuke debería ser peor, no eran celos, para nada, solamente era ayudar a un camarada en problemas.

Así que se acercó sigilosamente a Sai y le pidió de favor que creará una babosa de tinta y la aventara al techo, el pintor se extrañó por la orden del rubio, pero decidió no darle más vueltas al asunto, su objetivo había sido evitar que Naruto se armara con un nuevo zoológico, y aunque no sabía exactamente como lo habían logrado, el objetivo había sido cumplido.

Así que esa mañana, en medio de un poco de tinta por el local, los gritos de una chica histérica por el animal gigante en el techo, y la amenaza de volver que Naruto les hizo a los entretenidos animalitos, jaló del brazo a Sasuke y se dirigieron a toda velocidad a entrenar.

Fin flash back

- ¿Dobe, enserio te estas atreviendo a hablar de mi primer beso? -dijo peligrosamente Sasuke a punto de estallar en una monumental crisis.

Es que simplemente eso ya era el colmo.

- ¿P-Por qué me miras así de feo´ tebbayo? – vale, quizás no fue tan buena idea empezar a molestar al Uchiha de esa manera.

- ¡Maldito dobe idiota! ¡¿Tienes idea de cuánto tiempo estuve aguantando tu acoso y desesperación por traerme de vuelta a la aldea y ahora ni siquiera recuerdas cuando nos besamos?! – gritó furibundo al chico que lo miraba con una gran sorpresa en sus ojos.

Él era un Uchiha, Sasuke Uchiha, el ninja más fuerte, peligroso, cool, atractivo y demás adjetivos con los que el moreno de autodenominara, no se permitiría perder los estribos y asesinar al rubio, podía, debía de controlarse.

-S-Sasuke ¿Enserio…enserio nos besamos? – se atrevió a preguntar, sintiendo un inexplicable calor instalarse en su estómago.

-Déjalo así…igual no es algo que tuviera mucha importancia- era cierto, un tonto beso accidental en la academia no era la gran cosa.

- ¡Claro que importa, grandísimo imbécil! - señalándolo acusadoramente con el dedo índice- Eso significa que nos gustamos… ¡¿No?! Por eso me siento de esta forma cuando estoy contigo- dijo bajando cada vez más la voz, sonando aliviado, como si aquella respuesta le hubiera caído como una bendición del cielo.

Al parecer Shikamaru tenía toda la razón -como siempre- si eso era verdad, entonces el hecho de tener todavía la lengua pegada a su boca, significaba que a Sasuke no le había desagradado, ¿cierto? No encontraba otra explicación.

- ¿De qué manera? -preguntó dubitativo Sasuke, temiendo estarse equivocando con las palabras de Naruto.

-Ya sabes´ tebbayo, sentirme molesto cuando alguien se te acerca más de la cuenta, o incómodo cuando alguna chica o chico intenta algo conmigo- a Sasuke le saltó una vena en la frente tras estas palabras – supongo que…me siento celoso, porque, bueno ¡Tú sabes! ¡No me hagas decirlo! - mirando furioso como Sasuke empezaba a reír suavemente. Estuvo a punto de instalarle un puñetazo en la cara de no ser porque el otro habló primero.

–Naruto, quiero escuchar dos cosas de ti- dijo con una sonrisa el Uchiha, de esas que solamente Naruto podía contemplar.

Vaya situación más cómica, llevaba dos días rebanándose los sesos de frustración y nerviosismo por el hecho de no saber cómo recuperar la amistad de Naruto, para posteriormente obligarlo -de ser necesario- a enamorarse de él, y de pronto el otro le sale con la burrada de que no era necesario.

De que Naruto gustaba de él, se ponía celoso por él, de que quizás, y solo quizás…podría enamorarse perdidamente solo de él.

- ¿Q-Qué cosas? -esa mirada no le estaba dando buena espina.

-Que repitas eso que acabas de decir -levantando el dedo índice enumerando sus peticiones- y la otra…bueno, que me contestes si quisieras que nos besáramos otra vez, ya sabes, aquí y ahora.

A decir verdad, Sasuke no sabía de dónde había sacado esa valentía para proponerle semejante cosa al futuro Hokage, pero no había vuelta atrás.

Que pasara lo que tuviera que pasar.

-Y-Yo, me encelo por tu estúpida culpa, te-teme – respondió Naruto lentamente, mientras intentaba no romper el contacto con los negros ojos de su ¿Compañero, amigo, amante? Ni idea - ¿Q-Qué haces?

Alegó nervioso y un poco -solo un poco, mucho – excitado ante la imponencia del hombre que rodeaba la mesa y se situó enfrente de él.

Mierda, que ser tan asquerosamente sexi debería de ser algún delito en alguna parte del mundo, pues era imposible resistirse a cualquier cosa que el otro deseara.

En este punto, Naruto sentía que, si el otro le pidiera que tirara a la basura todo el ramen de la hoja, lo haría sin chistar.

-Te faltó una cosa… Naruto – reclamó extrañamente divertido Sasuke, mientras rompía totalmente la distancia con el otro y ponía descaradamente sus manos en la cintura de Naruto para arrimarlo lo suficiente a su cuerpo - ¿Qué decías sobre los celoso que te pones?

-No te burles de mí, tarado, tú eras quien estaba lanzando ácido por la boca hace rato respecto a Hinata – claro, ahora entendía el porqué de la reacción de Sasuke hacía la princesa Hyugga.

-No me menciones a esa tipa en este momento, dobe – pellizcando fuertemente a Naruto por la cintura, joder, jamás le terminaría de caer bien esa mujer.

-S-Sasuke, ¿estás seguro de esto? – dijo seriamente Naruto, no era ningún niño inocente, y sabía en que acabarían de seguir permitiendo que Sasuke le levantara la camisa -yo… Yo no estoy seguro de quién eres ni lo que se supone que eras para mí, pero, pero lo único que sé, es que quiero más de ti.

- ¿Más de mí? Joder, dobe -respondió Sasuke recostando su cabeza en el cuello de Naruto mientras empezaba a repartir pequeños besos - ¿Acaso tienes idea de lo frustrante que eres para mí? Desde siempre, en cada asqueroso momento de mi maldita vida, lo único que me traía de vuelta a una mejor realidad eras tú, no me pidas más de mí, puesto que ya eres dueño de todo.

Eran pocos los momentos en los que Sasuke se permitía ser sincero consigo mismo y con los demás, pero no dejaría que, por culpa de su orgullo y cobardía, Naruto se alejara de él, por supuesto que no, Naruto era el único ser en el mundo que evitaba que él se sumiera en la oscuridad y la locura.

-Sasuke, bésame – pidió perdido entre las sensaciones que le proporcionaban los labios de el moreno, su cuerpo clamaba por más, por tener enteramente al otro.

Así, con un entero permiso y los sentimientos a flor de piel, Sasuke se descontroló, y al fin, después de tantos años, unió por tercera vez sus labios con el único gran amor de su vida.

Este era un tacto diferente, nada parecido a los fríos labios de Sakura o a los ajenos cuerpos de sus esporádicos amantes nocturnos, era especial, caliente y acogedor, excitante y amoroso.

Provocar la perdición en el cuerpo de Naruto era su propio delirio, así que, más que decidido a darle la mejor noche de su vida a su rubio acompañante, dijo algo que logró erizar cada vello del cuerpo de Naruto.

-Dobe, vallamos al cuarto – sugirió lascivamente al oído del otro para posteriormente aplicar una dolorosa mordida.

Era hora de que los demás vieran que Naruto ya tenía una correa con su nombre grabado.

Y fue esa noche, en aquella cama y bajo un concierto de gemidos, en que dos cuerpos tan diferentes y al mismo tiempo tan parecidos, se fundieron en sensaciones nuevas, no era simple placer y lujuria, había algo distinto.

Sin saberlo, Naruto no había tenido sexo con Sasuke… había hecho el amor.

0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

Sasuke despertó alrededor de las seis de la mañana, no era de los que acostumbraban a madrugar tanto, pero Naruto se volvía alguien bastante molesto debido a que jalaba las cobijas y lanzaba patadas entre sueños.

Bueno, no es como si esperara que Naruto fuera alguien tranquilo al dormir, joder, si en el día parecía una bomba humana con energía eterna.

Así que, resignado a la idea de conseguir mantas más grandes y una cama matrimonial (porque obligaría al dobe a dormir juntos) se levantó perezosamente de la cama para dirigirse a realizar sus necesidades básicas en el baño, pero sus pensamientos fueron cortados de raíz al ver al pequeño halcón que se posó tranquilamente en el alfeizar de su ventana.

Al fin.

Pensó impaciente Sasuke, no le había dicho a nadie, pero en su desesperación, había recurrido a su anterior equipo y a Orochimaru para encontrar una solución al problema de Naruto. Daba igual que tan ilegal o prohibida fuera la solución, pues él pensaba que los métodos de la hoja eran demasiado sosos y temerosos.

Si quería soluciones rápidas, tendría que acudir a gente que no le molestara romper algunas reglas.

¿Quién mejor que la serpiente y taka para ello?

Así que ansioso se dispuso a quitar el pergamino que se encontraba amarrado a la patita del animal, el cual se restregó amorosamente contra la palma de Sasuke.

Además de Naruto, sus invocaciones eran los únicos seres vivos capaces de ver una faceta amable y cálida de Sasuke.

Pero lo que no se esperó, fue la respuesta que estaría escrita en aquel pergamino, ¿acaso de nuevo tendría que pasar por eso?

Pues, resumiendo todo el contenido de aquella nota, solo se reducía a una frase.

Jutsu de resucitación impura.

Notas finales:

Holiwis ¿Qué tal? Espero que la estén pasando bien.

Sí, yo lo sé ¿Y el lemon? Pero tengo una gran justificación para no ponerlo.

Hace dos días vi en un fic de una muy buena autora, a una chica que exigía que los protagonistas tuvieran sexo, eso es normal, a todos les gusta, pero lo que no le gustó, es que la autora lo hubiera censurado, o sea, lo mismo que yo acabo de hacer.

Suena muy tonto, pero eso me pareció algo bastante mal, debido a que he visto en varias ocasiones a gente que juzga más una historia por el lemon que por la trama en sí, ¿solo yo pienso que eso es demasiado infantil? Y no me malentiendan, yo suelo poner lemon en mis historias, pero por esta ocasión, quería expresar mi punto de vista.

Muchas historias son dejadas de lado por el hecho de no poner sexo explícito, una historia no necesita lemon para ser buena, no digo que es malo, pero no define la historia. Bueno, ya me desahogué XD.

Por otra parte, sí, me tardé bastante en actualizar, lo siento, pero la primera semana de retraso me enamoré totalmente de un fic KyMan (south park) bastante bueno, lo malo es que estuvo súper largo y me tardé una semana en terminarlo, así que en eso se me fue mi tiempo de escribir, pero no me arrepiento XD, enserio, si les interesa leerlo, se los contesto en los reviews.

Y las otras dos semanas, bueno, Otabek apareció en mi vida *0*, joder, que Yurio y Otabek se convirtieron en mi nueva adicción, ¿solo yo pienso que son una de las más tiernas parejas del universo? *0* así que esas dos semanas me dediqué a escribir de ellos u.u, no me maten, soy débil XD.

Respecto al jutsu de resucitación ¡Al fin aparecerá taka! Desde el principio tenía planeado revivir a Arashi, pero no quería adelantarme demasiado, pero esto ya llegó a su etapa final, es la hora de poner cartas en el asunto y que Naruto se entere de todas las verdades, también volverán a entrar en escena Kakashi y Sakura, y Gaara vendrá a la hoja junto a Temari muajaja.

Bueno, si te gustó aunque sea un poco podrías decírmelo en un review n.n, me motivan bastante a seguir.

Besos.

Ann.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).