—El desayuno está listo, si no se dan prisa llegaran tarde a clases…de nuevo.
Sawada Nana colocaba el ultimo plato del desayuno en la mesa mientras escucha las apresuradas pisadas en el piso de arriba, ella se rio alegremente y continuo con su rutina de la mañana mientras esperaba a que sus queridos hijos bajaran a desayunar.
No tuvo que esperar mucho.
Escucho los apresurados pasos en el piso de arriba, seguido de algunos comentarios que no podía entender, unos minutos después Nana vio a dos jóvenes preadolescentes entrando en la cocina y sentarse listos para probar su desayuno.
—Zero te dije que me despertaras más temprano.
—Lo intente pero nada funcionaba…así que me dormí…
Y pensar que ella podía despertarlos en el piso de arriba solo con el comentario de su desayuno.
La mujer se rio llamando la atención de los jóvenes, ambos parpadearon un poco extrañados del porque la risa de su madre.
—Buenos días Okaasan…
Luego ambos hermanos se vieron en vergüenza al darse cuenta que acabañan de saludar a su madre al mismo tiempo.
¡Sus pequeños bebés lindos!
Por supuesto sus hijos ya no eran bebés ni niños pequeños, pero para ella ambos siempre serían sus bebés lindos no importa los años que pasen. Dichos bebés lindos, trataron de superar su vergüenza al seguir comiendo y olvidarse de su pequeño lapsus vergonzoso, aunque ambos sabían que habría otro en cualquier momento.
Media hora después del hogar Sawada salían los gemelos con sus uniformes puestos. Los hermanos tenían prisa eso seguro, ambos corriendo para poder llegar a tiempo a clases, distraídos por su tardanza y prisa, ni uno de ellos se dio cuenta de los oscuros ojos que los observaban un poco a lo lejos.
Cuando Nana salió de su hogar hacia el mercado para conseguir alimentos un anuncio llamo su atención. Un tutor particular, ella vio el folleto y lo guardo, mentalmente pensando en que llamaría hacia ese tutor.
Las ruedas de destino comenzaron a girar.
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Gracias a años de entrenamiento y una misteriosa fuerza y resistencia que los gemelos tenían, ambos lograron llegar a tiempo a su escuela al correr con rapidez, cuando remasterizaron ambos tomaron aire y comenzaron a caminar más tranquilos.
—Yo, Tsuna, Zero…
Los hermanos voltearon a ver hacia la familiar voz y se tomaron con el alto chico de cabello negro y una sonrisa amigable en su rostro.
—Yamamoto-kun
—Takeshi…
Yamamoto Takeshi mejor amigo de Sawada Tsunayoshi y capitán del equipo de béisbol, se acercó a los chicos de una estatura más baja que la suya. Ante eso Zero dio un bufido de molestia.
—¿Volviste a crecer? Se vuelva más molesto cada vez que te veo Takeshi.
—Lo siento Zero, no puedo controlarlo—el nombrado solo sonrió, a pesar de su disculpa no parecía que lo sintiera en lo más mínimo.
Si había alguna cosa en que los hermanos se parecían era en su aparentemente faltante altura, incluso para preadolescentes de 13 años de edad ambos era muy pequeños en comparación con los otros chicos de su rango de edad.
Incluso había chicos menores más altos que ellos.
Para Zero eso era molesto, él había sido alto y sabía que en su otra vida junto con Ichiru ambos habían medido más de lo que media en esta ocasión y en verdad esperaba que su brote de crecimiento se diera en los próximos años.
Ser pequeño era incómodo.
Tsuna no tenía tanto problemas con su altura como su hermano menor, por supuesto a él le gustaría ser un poco más alto, pero tenía la paciencia como para esperar crecer, su padre era alto así que tenían buenas oportunidades de tener una respetable altura al crecer.
Solo era de esperar.
—Zero ¿Iras hacia donde Hibari-san?
Había cierto aire de…cautela al hablar del líder del comité disciplinario de Nanimore después de todo incluso él le tenia cierto grado saludable de temor al chico mayor. Además estaba el hecho de que…
—Kyriuu Zero…herbívoros…
Una habla del diablo y lo invocas.
Los tres jóvenes posaron sus miradas al temible prefecto acercándose a ellos todos con diferentes reacciones ante la presencia de este.
—Hey, Hibari ¿Ya realizando tus rondas?...—Yamamoto saludo con su siempre compañerismo que lo caracterizaba.
—Buenos días Hibari-san…—la cautela estaba presente en la voz de Tsuna ojos ámbar un poco nerviosos.
—Kyoya deja de llamar herbívoros a la gente, da mala impresión…—Si Yamamoto Takeshi era el mejor amigo de Sawada Tsunayoshi, entonces Hibari Kyoya era el mejor amigo de Sawada Zero.
¿Cómo inicio esa extraña amista? Nadie lo sabía, ni siquiera Tsuna conocía la historia, solo los involucrados sabían y ni uno ni el otro hablaban.
—Los herbívoros son herbívoros nada cambiara eso…—para Kyoya ese era el fin de la conversación, no cambiaría ni siquiera por Zero.
Zero suspiro, el camino hacia una vida social más sana para Kyoya aún era muy largo, su idiota amigo seguían siendo tan idiota como siempre, frunció el ceño negando con la cabeza se acercó al mayor.
—Nos vemos después Tsuna-nii, en la azotea como siempre. Hasta luego Takeshi.
Le sonrió a su hermano una sonrisa que fue correspondida. Luego comenzó a caminar alejándose de los otros tres, sabiendo que Hibari lo seguiría pronto.
Cuando Zero le dio la espalda a Tsuna la sonrisa del gemelo mayor se fue de sus labios y una expresión molesta ocupo su lugar, dicha mirada era para una persona especifica. Su mirada molesta se intensifico aún más cuando noto al infame prefecto, terror de la escuela mirando al trasero de su hermano menor.
El trasero de Zero.
—Hibari-san ¿Podría detenerse? Es molesto.
Aquellos fríos ojos se despejaron de dicho trasero para toparse con los ámbar del herbívoro—No quiero…
La tensión entre los dos aumento.
Yamamoto sonrió un poco incómodo, incluso él no sabía cómo aliviar esta situación, casi se podía ver el rayo de desafío que ambos chicos se lanzaban el uno al otro. Pero por otro lado, esto era lo acostumbrado cada vez que Tsuna y Hibari se encontraban sin Zero presente.
Hibari y Tsuna se odiaban.
Y solo Yamamoto y el que parece ser el más fiel seguidor de Hibari lo sabían.
Dicho odio había existido desde el primer día que se conocieron, con Tsuna detectando malas intenciones del chico mayor para su hermano menor y con Hibari molesto por el entrometido herbívoro que siempre irrumpía su tiempo con Sawada Zero.
Nanimori tenía muchos secretos y rumores. Pero había al menos tres secretos que por nada del mundo Sawada Zero debían enterarse.
El primero era que su hermano mayor no temía a Hibari Kyoya como el resto de la escuela, a pesar que su comportamiento dijera lo contrario, Zero no debía saber que a su espalda Hibari y Tsuna habían tenido incontables luchas para que uno se aleje del peliplata de una buena vez.
La segunda cosa que nunca debían contarle al menor de los hermanos era que su “tranquilo y amable” hermano mayor tenía a la mayoría de la población masculina asustada con su sola presencia. Después de amenazar de la peor forma posible en la que puedas amenazar a un chico, los jóvenes de Nanimori temían al Tsunayoshi casi tanto como a Hibari.
Y el tercer secreto que no se debía contar era que Hibari Kyoya había sin pena alguna reclamado a Sawada Zero como suyo, nadie podía mirarlo con ojos sospechosos ni acercarse demasiado al albino.
Zero era suyo.
Y es por el choque de los dos últimos secretos que el primero existe para empezar, para Tsuna era horror puro que ese pervertido del comité disciplinario mirada tan obscenamente a su hermano menor. Zero podía ser terco, tener un gran temperamento y saber maldecir como un adulto marinero.
Pero Zero era su ¡Dulce e inocente hermano menor!
Por lo tanto no, no iba a permitir que alguien lo corrompiera, ni siquiera el propio diablo de la escuela Nanimori.
La lucha entre esos dos no era algo que acabara pronto.
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—La próxima semana Takeshi tiene un partido ¿Cierto?
—Si, dijo que no era necesario que fuéramos pero…
—Si quieres ir entonces vamos. Debemos apoyarlo.
—Tienes razón Zero, además es divertido verlo jugar.
Las clases habían terminado, Tsuna y Zero caminaban tranquilamente hacia su casa luego de haberse despedido de Yamamoto, había sido un día tranquilo a pesar que ese día habían entregado los resultados del examen de la semana pasada.
A Tsuna no le había ido muy bien.
Incluso con la ayuda de Zero (quien tenía muy buenas notas) Tsuna no lograba pasar sus exámenes para frustración de ambos, el menor no sabía que más hacer para ayudar a su hermano y el menor no sabía que estaba mal con él.
—Lo harás bien la próxima vez Nii-san.
—Incluso Okaa-san esta comenzado a preocuparse por mis notas Zero.
—Lo resolveremos ya lo veras.
En ese momento ni uno de ellos sabría que en efecto, el problema de las malas notas de Tsuna se resolvería, pero sería con la ayuda del más grande y espartano tutor de todos. Dicho tutor que ahora los esperaba pacientemente en la habitación del gemelo mayor.
El Hitman Rebonr había llegado.
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—Sawada Tsunayoshi.
Había un bebé en su habitación, un bebé en traje negro con sombrero y todo.
—Estoy aquí para cuidar de ti…
Y el bebé hablaba como si fuera un adulto sin ninguna vacilación, Zero no estaba acá, así que no sabía si esto era un sueño o no.
—A partir de ahora seré tu tutor particular.
Él aun no decía nada, pero ¿Qué se supone debía decir? Había un bebé en traje hablando de lo más normal que sería su tutor.
—Y te convertiré en el décimo líder de la familia Vongola.
Espera ¿Qué…?
Hitman Reborn tenía una sonrisa gatuna en su rostro, había obtenido la reacción que esperaba, el chico se había sorprendido claramente negando absolutamente todas sus palabras, frenéticamente rechazando todo lo que Reborn decía.
Él disfrutaría enseñándole a este chico, se divertiría mucho.
—Nii-san ¿Por qué hay un bebé en tu habitación?
Ojos negros se toparon con los lilas del gemelo menor, por supuesto él sabía la existencia de este chico, pero aun así nada lo había preparado para el impacto que esos ojos le habían causado. Los ojos son la ventana del alma, Reborn era capaz de descubrir muchas cosas con solo ver a los ojos de las personas.
Pero esos ojos lila lo habían sorprendido.
Esos no eran los ojos de un asesino.
No los ojos de un líder.
Ni de un soñador.
Esos eran los ojos de un poderoso guardián capaz de sacrificar todo de sí mismo para proteger a sus seres queridos.
Esta misión era cada vez mucho más interesante, el próximo líder de la Vongola y un poderoso protector.
Interesante.