Ese día en especial se había quedado dormido, no tenía ganas de nada, pero aun así corrió hacia el instituto con todas sus fuerzas para no llegar tarde olvidándose del incidente del día anterior, en donde había vomitado prácticamente frente a toda la escuela.
-¡jongin!- ese grito provino de los labios de Chanyeol.
-¿qué quieres yoda?-respondió un agitado jongin.
-¿te quería preguntar por qué estamos corriendo?- jongin frunció su ceño.
-¿a qué te refieres?- paro antes de cruzar la calle esperando a que cambie la luz del semáforo.
- a que son las seis de la mañana- respondió tranquilo Chanyeol cruzado ahora si la calle.
-espera ¡¿Qué?!- jongin saco de su mochila rápidamente su celular que ni había tocado desde el día anterior- no puede ser, ¡¿Por qué?! Perdí media hora más de sueño-lloriqueo un muy “afectado” jongin
-así que tu alarma estaba adelantada y no lo notaste- jongin podía sentir como Chanyeol se contenía para no reírse- lo siento amigo pero eso es muy tonto- y finalmente estallo en risas.
-cállate idiota, y ¿tú por qué tan temprano?- vio al alto sonreír de manera arrogante.
-estoy practicando para el festival fui escogido, dijeron que mi otro compañero seri-
-Do Kyungsoo- dijo en un susurro al verlo pasar frente a él, caminando con tranquilidad mientras escuchaba música con sus auriculares. Sabía que ese año se había transferido, pero nunca había hablado con él y tampoco le llamaba la atención.
- si el, al parecer el también vino a practicar- entraron al instituto y jongin decidió ir a practicar danza antes de entrar a clases, Chanyeol necesitaría concentración para componer los temas, así que se despidió de el para dirigirse a la sala de ensayos.
Asistía a uno de los mejores institutos, solo gente de clase alta o media entraban y bueno sus padres eran ricos, los típicos ricos que abandonan a sus hijos por el trabajo, aun así jongin no se quejaba, para él fue bastante entretenida su vida hasta ahora, de cierto modo era difícil crecer sin el amor de sus padres pero no lo lamentaba, el hasta ahora disfruto cada minuto y cada centavo que haga falta ya que para eso sus padres trabajaban. Él se encontraba en Busan, era cuidado por su nana y bueno casi no veía a sus padres. Fiesta y alcohol era un lujo que se podía dar, lo malo sería cuando salga del instituto, deberá estudiar una carrera que sea bastante pesada para poder trabajar en el despacho de sus padres, los mejores abogados en toda el área de Seul.
Por eso no desperdiciaba su tiempo, le hubiera gustado dedicarse a danza pero como hijo único él tenía que llevar adelante el despacho de sus padres, así que solo practicaba en el instituto.
Estaba a punto de entrar a la sala hasta que vio al director y que venía caminando hacia él.
-buenos días director- con una reverencia y con respeto lo saludo.
-buenos días jongin- saco algo de su carpeta y jongin ya supuso que ese papel tenía su castigo- estas serán tus tareas y firma por favor- asintió un poco desganado.
-entonces tengo que venir una hora antes a limpiar las salas de los clubes- no era una pregunta era más bien una afirmación desganada.
-si jongin, pero solo es un mes, hubiera sido medio, si no golpeabas a Sehun-le recrimino.
-pero no lo golpee, digamos que, se me cayó mi zapatilla cosa que es muy diferente- trato de defenderse claramente con estúpidos argumentos, pero al menos lo intento.
El director lo ignoro olímpicamente pasando por a lado, claro después de haberle quitado la hoja firmada. Jongin entonces decidió que comenzaría mejor al otro día, porque ese día solo planeaba practicar.
Ese día fue como los demás a diferencia de las burlas y comentarios graciosos hacia su persona, que le recordaron lo humillante que había sido el vomitar en el comedor y como muchos perdieron sus ganas de comer por eso, pero no fueron insultos, solo bromas para reírse un rato, reírse con él y no de él, que raramente era casi lo mismo.
Además escucho la historia desde la perspectiva de Jongdae, y sinceramente era muy estúpida algo como “yo caminaba hacia la fila a lado de todos los débiles mortales, cuando de repente cayo algo encima mío manchando mi es culturado cuerpo tallado por los dioses, y entonces la ira de esos dioses por haber manchado su trabajo, demasiado divino a mi opinión, fue dirigida hacia mí, haciéndome actuar en una pose de venganza, y así devolviéndole la comida derramada a esa persona que se atrevió a desafiar el poder de los dioses”. Si definitivamente su argumento era idiota, pero cada vez que jongin lo recordaba se reía, porque de cierta forma le causaba gracia, y más aún cuando un molesto Minseok apareció y se lo llevo arrastrándolo de la oreja, diciéndole algo como “deja de hacerme quedar como idiota”.
Si ese día fue demasiado divertido y movido.
Pero jongin debía pensar que al otro día debía levantarse temprano, una hora antes de lo normal, para ser exactos, y aunque para nada le gustaba la idea, lo tenía que hacer porque era su castigo y porque en serio se lo merecía por haberle roto la nariz a Sehun.
Y así fue como un jongin desganado y muerto de sueño caminaba al instituto, se ocupó primero de los clubes de deportes y después de los de cultura, que era en donde el pertenecía, iba de sala en sala hasta que lo vio. Do Kyungsoo.
Cabello color negro oscuro un poco despeinado, pestañas algo largas, una respiración tranquila y pausada, ya lo conocía pero en ese momento se veía sumamente hermoso e indefenso, se acercó con cuidado y sin hacer ruido, saco su celular y le tomo una foto, que seguramente estaría por mucho tiempo en su galería. El impulso más raro que nunca había tenido.
De esta forma se convirtió en su ángel guardián, bueno o también llamado un acosador, jongin se dio cuenta que el pequeño siempre estaba una hora antes, llegaba a esa sala de matemáticas, que no era el club de canto al que el pequeño pertenecía, y se dormía sobre alguna mesa. Entonces hacia lo más rápido sus tareas de limpiar las salas y corría a verlo.
No sabe cómo paso, pero se volvió un acosador del pequeño, uno que nadie sabía, se volvió de cierta forma su guardián, lo observaba y nadie sabía que ese era su pasatiempo, y la verdad era que así lo prefería, de cierta forma estaba feliz de haber encontrado algo interesante que hacer, jongin no lo llamaría amor, no, claro que no, para el eso era solo cariño y pasar el tiempo, porque se sentía aburrido.
Averiguo la mayoría de las cosas sobre el pequeño, sabía que era sociable, que era inteligente, era popular por rechazar a las chicas que querían salir seriamente con él o simplemente un buen polvo, obviamente rechazo a varios chicos también, pero lo extremadamente raro era que se había transferido a último momento solo faltando dos meses para la graduación era extraño, porque se trasladó después de mitad de año.
A medida que pasaba el tiempo iba descubriendo más cosas del pequeño y más curiosidad tenia, así paso el mes de castigo rápido aunque de todas formas iba temprano y era solo para observarlo, pero ya quedaba solo una semana para la graduación, y jongin estaba realmente frustrado quería aunque sea tener una conversación con él.
Sabía que las posibilidades de poder tener una conversación normal eran muchas, el problema era que no sabía cómo hacerlo, no sabía que decir, y tampoco lo que sentía, sinceramente estaba sin ideas, no sabía cómo hacer de una conversación algo casual, algo, que no se viera muy extraño.
Jongin dejo de pensar en cuanto escucho al pequeño quejarse, estaba temblando y tenía sudor cayendo suavemente por su frente, se asustó, y entonces sin pensárselo dos veces alzo al pequeño y en brazos se lo llevo a la enfermería.
Se maldijo internamente cuando se dio cuenta de que la enfermería estaba vacía, se dio cuenta de que era muy temprano como para que la enfermera haya llegado, y entonces decidió atenderlo el, pero ese fue su error.
Lo recostó en la camilla, le saco la chaqueta del uniforme, le desabotono los primeros botones de la camisa, le saco los zapatos, estaba arremangando su camisa cuando vio algo extraño, eran marcas y eso inmediatamente le sorprendió y luego le dolió, se preguntó ¿Por qué? ¿Por qué el que parece tan tranquilo? ¿Por qué? si solo sentía curiosidad por el pequeño, ¿Por qué le dolía?.
Decidió dejar ese hecho de lado ya que ahora tenía que bajarle la fiebre, remojo trapos en el agua y le fue quitando el sudor, y a medida que lo iba haciendo, iba contemplando el hermoso cuerpo que tenía en frente, era tan blanco como la nieve, sus facciones eran hermosas y delicadas, fue acariciando su rostro, que era similar al de un ángel, tan hermoso y adorable, con un frágil y pequeño cuerpo, se descubrió entonces admirándolo y queriéndolo, luego con mucho cuidado lo tapo, cubriéndolo bien para que no sienta frio, y entonces salió de ahí, no estaba listo para enfrentar sus sentimientos. Al menos no ahora, no en ese mismo momento.
Solo había pasado un mes, pero podía sentir todos los sentimientos a flor de piel, hace un mes solo sabía su nombre, y ahora sabia casi todo de él, y quería saber más, realmente quería conocerlo más, el problema era que no sabía cómo empezar, como hablarle a alguien a quien atesoras tanto.
Se sintió idiota porque no hace mucho lo conocía, pero aun así sentía cosas, la ansiedad de verlo sonreír, de verlo enojado, todo sus gestos, y los conocía, se volvió adicto a observarlo, cada día lo observaba disimuladamente, sin dejar que nadie sospeche, lo observaba sin querer perderse nada.
Sabía que en cualquier momento la enfermera llegaría y el solo esperaba que el pequeño se mejorara.
Así paso toda la mañana vio cuando el pequeño salió de la enfermería y se sintió verdaderamente feliz de verlo recuperando, pero seguía preocupado.
Los días pasaron rápido y ya era el día de la graduación y bueno jongin ya se había preparado mentalmente para declararse a su pequeño –si en su mente ya era suyo- el problema fue que pasaron horas y el pequeño no aparecía, entregaron diplomas y no lo veía, no lo nombraron, y entonces se dio cuenta de que no iba llegar y entonces su cuerpo fue el que actuó, corrió con todas su fuerzas a la que sería la casa de su pequeño, la sabia porque tenía ventaja como presidente de los clubes de cultura, podía tener cierta información, salió corriendo encontrándose a Chanyeol en el trayecto y lo único que jongin hizo fue lanzarle el diploma y seguir corriendo.
Con la respiración agitada y el sudor corriendo por su frente, llego a la que sería la casa de su pequeño, y lo supo por el buzón que decía “familia D.O”. Vio en la entrada a un hombre de edad mayor sosteniendo muchas bolsas, y que tenía dificultad para abrir la puerta.
-¿lo puedo ayudar? Las bolsas se ven pesadas- el hombre que estaba en la entrada lo miro de forma desconfiada para luego asentir- yo… estoy buscando a D.O Kyungsoo.
-él se fue ayer….- si tenía que describir al hombre, o decirlo con una sola palabra, esa palara seria “deprimido”, y jongin, bueno el solo estaba en shock.
No debió enamorarse, no debió sentir algo más allá de curiosidad. No debió tener ilusiones. No debió pensar que las cosas se iban a dar como él lo había planeado.