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Look at the Past por MiRoApril

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Todos los pasos que había dado, los retrocedió en un cuestión de segundos. Sintió que su corazón se había destruido por completo, sus esperanzas, sus planes, todo. Desvió la mirada mientras los otros charlaban, incluso tomo sus audífonos, prefirió perderse de esa pesadilla, quería despertar de una vez por todas, era como una de tantas que ya había tenido antes, antes de su último encuentro con el mayor. Si bien habían pasado meses desde su último encuentro, la unión de sus labios no podía ser contenida, cada vez que lograban estar juntos robaban un par de besos del otro, quizás eran apenas unos roces y nada comparado como aquella noche, pero con un simple contacto como ese, era feliz.

Su único momento a solas fue en el baño, en una larga ducha. Una mezcla de agua dulce y salada cayendo por sus mejillas. No pudo evitar dejar salir las lágrimas, había llegado finalmente la oportunidad que Jonghyun estaba esperando, aunque de momento solo sabía del interés de el por conocer a la tipa esa, temía que esta se enamorara de él, que él se enamorara de ella, y finalmente Jonghyun saliera de su vida como estaba ahora.

 

Ya no tenía nada que ocultar, podía ser un error o no, pero lo que sentía por Jonghyun no era una simple amistad, gustaba de él, de la misma forma en la que normalmente una mujer debía atraerle. Además, aquella noche confirmo una vez más todo lo que sentía. Estaba por dejarse llevar en cada una de las acciones del moreno, pero el menor de todos interrumpió. Aun recordaba esa sensación de lujuria consumir su cuerpo, con cada una de las caricias que Jonghyun le daba a su cuerpo. Esa forma de acorralarlo, de besarlo y recorrer su piel. Si en ese momento hubiera sido marcado por los labios ajenos, lo hubiera aceptado gustoso, tanto como dejo que este acariciara sin pudor alguno sus glúteos.

 

En esa escena quizás era algo inocente, pensando que sería un beso nada más elevado de tono, unas cuantas caricias, hasta claro, ser obligado a recostarse sobre el cuerpo contrario y sentir como la erección contraria se rosaba perfectamente contra su vientre, el punto exacto donde se encontraba su ombligo. Pasaron todo tipo de pensamientos por su cabeza, haciéndolo sentir avergonzado, excitado, feliz, confundido y otras emociones. Jonghyun estaba excitado, tenía una erección y era por él. Dudaba que hubiera otra razón por la cual el mayor se excitaría.

 

Noto que no era el único inocente cuando el moreno se negó a dormir a su lado, ¿Cómo no entendería?, si había una razón para dormir juntos, era para ayudarlo con esa erección. Si bien no tenía experiencia alguna en masturbar a alguien más que no fuera él mismo. De solo imaginarlo se sentía extraño, había visto antes a Jonghyun desnudo, su espalda, su trasero pero no su parte delantera. A veces pensaba como era posible que sus fans describieran el cuerpo de él y el del moreno a la hora de escribir sus fanfiction, bueno, ya que el moreno se decidió a mostrar algo de su piel en uno de los videos, las fans sabían perfectamente la marcada espalda que tenía, claro que fue en su último comeback. En aquel encuentro no encontraba la lógica por la cual sus fans describían tan bien al moreno.

 

De no ser por estar completamente molesto con la llamada del contrario, seguramente se excitaría o se avergonzaría por recordar el momento en el que este admitió que iria a masturbaste al baño. Su imaginación esa noche llego al punto en el que su erección comenzaba a reaccionar, a despertar lentamente, pero intento relajarse, pensar en algo diferente; al final solo logro pensar en este rodeándolo con sus brazos para dormir.

 

Lo estaba odiando. ¿Cuánto debía esperar?, ¿Cuánto debía sufrir? Se ilusiono con la idea de ser correspondido por el moreno, ¿Y quien no lo imaginaria?, cualquiera que les viera besarse, acariciar sus manos o ese ultimo encuentro en el que estuvieron a poco de pasar la noche juntos; parecían novios, una pareja. Odiaba que su país fuera tan cerrado a la diversidad sexual, aunque el igualmente hasta hace unos años no aceptaba la posibilidad de sentirse atraído por un hombre, o que era algo ilógico. ¿El karma lo castigaba enamorándolo de Jonghyun?.

 

Dolía a horrores, todo ese tiempo, ¿Qué hacia Jonghyun realmente? ¿Qué pensaba? Se acercaba con naturalidad a el, como si fuera algo de todos los días saludarse con la unión de sus labios, que este lo tomara por la cintura, lo abrazara, acariciara sus manos en la van camino a casa o a trabajar, se sentía tan bien… No era posible que todo fuera irreal.

 

Salió de la ducha y seco su cuerpo. Tomo la bata rosa y cubrió su cuerpo. Con otra toalla se encargó de secar su cabello, necesitaba tomarse unos minutos, sus ojos seguían rojos y no era precisamente por el shampoo. Miro su rostro en el espejo con aquella expresión perdida, triste. De solo pensarlo quería derramar una vez más sus lagrimas, pero era tarde, no podía quedarse toda la noche en el baño. Debió ser él el ultimo en ingresar, sin duda.

 

—Es tu turno. —Pronunció al salir.

 

Sin expresión alguna en su rostro, solo dio aviso al moreno. Esperaba poder ir hasta su habitación cuanto antes, pero ante la mirada de Jonghyun. ¿Por qué jugaba con el?  

 

 

—Eh.. Si.. —Apenas respondió aun con el móvil en sus manos.

 

—¿Cuánto más planeas tener eso entre tus manos? Seguramente está caliente de tantos mensajes que has enviado. —  Dijo molesto.

 

—Oh.. Si, lo está. —Rio nervioso. — Estaba hablando con Hyung sobre Sekyung. — Respondió.

 

—Sabes bien que no me interesa esa tipa. —Respondió cortante.

 

Se volteó. Ya no tenía que seguir ahí, de solo escuchar el nombre de la tipa sentía nauseas, y como esas malditas lagrimas querían aparecer en sus ojos una vez más.

 

—¿No estas feliz por mi cita? —

 

¿Feliz? ¿Realmente le preguntaba algo como eso? ¿Sabía la definición de felicidad?.

 

—Claro que no. ¿Qué quieres? ¿Qué te felicite? —Rodo sus ojos realizando una mueca en sus labios.

 

—Esperaba algo así…—

 

Cuando más creía que Jonghyun lo conocía, se equivocaba.

 

 

—Creo que ese tema ya lo habíamos hablado, Jonghyun. —

 

—Hm… —Apretó sus labios. — Sobre ese día… ¿Bromeabas?

 

¿¡Bromear!? ¿Realmente creía que todo era un juego? Fue increíble como esa tristeza cambio en un segundo a un enojo, molestia, su rostro lo expreso de inmediato. Apretó sus dientes para no decir alguna estupidez, si su boca se abría estaría metido en problemas. Quería dejar claro su punto, no alejar al moreno, por ende debía pensar sus palabras, aun así dejo que salieran las primeras que vinieron a su boca.

 

—Vuelve a decir algo como eso y te juro que te golpeo. —Dijo firme. — No estoy jugando. Y ese día no bromeaba… Pero ya entiendo. —Tomo una pausa — Deberías saber quién es el que bromea de ambos, ¿No crees?

 

 

Claramente se refería al moreno, era el quien estaba bromeando, jugaba con él, tomaba su cuerpo por unos minutos, lo acariciaba, lo calentaba, excitaba, lo besaba, lograba llevarlo tan rápido a la felicidad como lo alejaba en cuestión de segundos.

 

 

Esa noche dormir fue un asco. Debería considerar dormir en el sofá, ya que le era imposible incluso compartir el oxígeno en la misma habitación de Jonghyun. Tenía miedo, no podía evitar que sus lágrimas corrieran por sus ojos hasta su almohada. Su mirada estaba perdida en la pared, imaginaba mil cosas, para su mala suerte no era nada que lograra ayudarlo, todo lo contrario. ¿Qué tal si Jonghyun realmente se enamoraba de Sekyung?, ¿Y si ocurría al revés?, sus contratos claramente les impedían tener pareja, no podían gastar el tiempo reuniéndose con novias o algo parecido, tampoco sabía cómo lo arreglarían si decidían estar juntos.

 

Que bien sonaría la frase si se tratara de ellos.

 

La mañana siguiente fue pesada. Sus ojos dolían de tanto llorar, y de lo poco que había conseguido dormir. Estaba cansado, no tenía ánimos de nada y mucho menos trabajar. Se cambió lento y tranquilo, tomo su tiempo, después de todo se había levantado los suficientemente temprano para terminar a tiempo. De hecho pensó en ser el último, como siempre, pero como nunca fue el primero en salir.

 

—KeyGoonie—Pronunció Jonghyun a su espalda.

 

Su corazón se comprimió de inmediato, apretó su mano en un puño y volteo a ver al moreno quien seguramente estaba tras él.

—¿Vamos juntos?. — Preguntó.

 

—Hm… —Apretó sus labios. — Preferiría que no fuera así. —Admitió.

 

—¿Qué tienes Key? —Preguntó una vez más.

 

—Realmente eres un idiota. — Soltó un suspiro pesado.

 

—Probablemente. —Dijo entre risas.

 

Jonghyun cerró la puerta tras sus cuerpos y lo tomo por la cintura. Al ser los primeros en salir, el moreno se aseguró de cerrar la puerta para no ser descubiertos por sus compañeros, extraño pues en los pasillos igualmente podían ser descubiertos, poco le importaba al parecer.

 

Sintió como el moreno le tomo de la cintura y le acerco a su cuerpo. Su corazón de inmediato  dio un brinco, los nervios aparecieron y su mirada una vez más fue capturada  por los ojos contrarios.  Vio como los labios de este buscaban los propios, se acercaba poco a poco decidido a tomar su boca una vez más. No quería alejarlo, claramente deseaba esos besos, que le dijeran una vez más que solo tocaría los de él. Pero no se lastimaría una vez más, suficiente con tener una noche de mierda. ¿Qué sería de el si seguía dejando que Jonghyun jugara con él?

 

Desvió su rostro. Los labios contrarios tocaron su mejilla mientras que su propia mirada estaba perdida en el suelo. No debía tener la mirada baja, era una forma de mostrarse débil y era lo que menos quería en ese momento, menos aun con Jonghyun. Sintió como este dejaba lentamente su agarre, se separó de él, aunque su mirada no se desviaba, podía sentirla clavada en su cuerpo. El dolor de su pecho seguramente era más fuerte que la decepción de Jonghyun por evitar el contacto de sus labios.

 

 

—Me iré primero. — Finalmente rompió el silencio.

 

Tomo aire y soltó un suspiro suave antes de continuar con su camino.

 

 

Camino lentamente, en dirección a Jonghyun, era el único camino para tomar el ascensor y finalmente bajar. Pero, como ya se le estaba haciendo de costumbre al mayor, lo detuvo, tomando su mano. El ambiente era tenso, completamente silencioso. Su mirada recorrio todo el suelo hasta llegar a los ojos contrarios, para su mala suerte, sus ojos estaban llorosos. Juraba que sería la primera y la última vez que Jonghyun lo vería de esa forma, débil.

 

—¿Qué ocurre? — Preguntó el mayor.

—¿Realmente no lo sabes? —

 

—Key…—Dijo en un susurro. — Somos los mejores amigos. Nos contamos todo..

 

—Eres un idiota. —

 

Soltó su mano de inmediato.

 

No lo pensó dos veces cuando se trataba de huir. Si, estaba huyendo, no le importaba en ese momento que estaba pensando el moreno, ni mucho menos lo que estaba sintiendo, su dolor importaba más. Se encerró en el ascensor, llevando su mano a su pecho. Dolía a horrores. ¿Por qué tenía que enamorarse de su mejor amigo?

 

 

El trabajo como siempre era su mejor distracción. Una presentación, una entrevista, y siempre mostrando sonrisas a la cámara. Odiaba que esas sonrisas fueran falsas, sus fans no lo merecían, debía ser natural, mostrar lo que sentía, pero recibiría un gran regaño por parte de la empresa, su manager y todo el mundo con un cargo superior, ya había sucedido, por culpa de resfriados claro.

 

Para su suerte, sus amistades no preguntaban a cerca de su estado de ánimo, por el contrario, intentaban de todas formas sacarle sonrisas lo cual las conseguían, por unos segundos pero lo lograban. Uno de sus amigos más cercanos, Woohyun, era miembro de infinite, y otra de las personas con quienes le involucraban en los fanfictions para conseguir darle los supuestos celos a Jonghyun, cosa que en la vida real obviamente no conseguiría, el moreno sabia perfectamente que su amistad era diferente a la que tenía con él.

 

—Deberíamos salir, ¿Cuánto tienes tiempo? —Pregunto el contrario.

 

—Tengo una agenda demasiado ocupada con el comeback. — Dijo abultando levemente sus labios.

 

—Oh vamos.. ¿Ni siquiera unas horas? —

 

Su mirada cambio de dirección a la entrada de su camerino, vigilando el momento en el que le llamaran para volver a casa a descansar. Pero para su mala suerte, tenía que salir de esa puerta, Jonghyun. Desvió la mirada de inmediato encontrándose con la mirada del mayor frente a él.

 

—¿Vamos ahora? —Sugirió.

 

—¡Claro! Dame un segundo que hablo con mi manager. — Dijo el mayor tocando su hombro con una sonrisa característica en el y se alejo de él.

Observo como este se alejaba de él. No quería voltearse a encontrarse con el moreno, pero luego de todas sus actividades no tenia como evitarlo, y era demasiado tarde cuando intento escapar de ese lugar.

 

—¿Cómo esta Woohyun? —Preguntó.

 

—Muy bien. —Respondió seco. — ¿Has visto a hyung? Quiero hablar con él.

 

—¿Hyung? Está en el camerino. —Respondió extrañado.

 

No perdió el tiempo, dejo a Jonghyun en el lugar mientras caminaba hasta el el camerino donde se al ingresar busco de inmediato el rostro de su manager.

 

—¡Hyung! No volveré con ustedes. — Dijo dando un aviso a su superior.

 

—¿Planeas salir? —

 

—Si, ire con Woohyunie a comer. — Pronunció en una sonrisa.

 

—Recuerda llamar para ir por ti, no podemos arriesgarnos aun. ¿Si? — Aclaro su manager.

 

—Lo se perfectamente, hyung. Gracias. — Se giro en busca de su bolso.

 

¿Por qué el destino jugaba con él? Más bien, ¿Por qué Jonghyun lo estaba siguiendo de esa forma?, ¿Es que no quería dejarlo en paz? Ahí estaba sosteniendo su bolso frente a su rostro como si deseara que lo dejara solo, era una forma de decir “Ve, disfruta”. Gracioso. Como si fuera a disfrutarlo.

 

—Ten cuidado. — Pronunció el moreno.

 

—Gracias. — Dijo seco tomando el bolso. — Nos vemos.

 

Al encontrarse testigos en el lugar, Jonghyun no fue capaz de detenerlo, pero no tomando su mano. Pues escucho su nombre proveniente de sus labios y se volteo a duras penas. El contacto de sus ojos mantuvo el lugar en un silencio que solo ellos entendían, ya que el resto de las personas seguían su trabajo como si nada. Al no tener respuesta de los labios ajenos ante su llamado, siguió su camino, necesitaba huir de ese lugar.

 

 

Debía admitir que pasar lo que quedaba de la noche con el mayor fue bastante bueno, se distrajo lo necesario. Con diecinueve años  era capaz de beber sin problema alguno, aunque seria mal visto si alguien captaba la imagen de ellos con una botella frente a ellos, por lo que prefirió evitar el alcohol, además, había visto más de una película donde el borracho siempre buscaba lo que no debía, y no quería acercarse a Jonghyun, en definitiva no bebería hasta saber que al llegar, el moreno no se encontraría.

 

Había terminado de lavar sus dientes cuando salió del baño con su pijama puesta y preparado para ir a dormir. Eran cerca de las tres de la madrugada, debía despertar una vez más temprano, apenas lograría dormir, aunque dudaba hacerlo, después de última noche, necesitaría un milagro para descansar.

 

Estaba entrando a la habitación cuando alguien le tomo con fuerza alejándolo de su destino. Sintió su espalda contra la pared, sacando un quejido de sus labios ante el contacto un tanto agresivo, aunque sintió igualmente la intención de cuidar el no lastimarse. Esa persona además de acorralarlo cuidaba su cuerpo como si fuera de cristal. La oscuridad no le permitía ver perfectamente, aun así sabía perfectamente de quien se trataba, de los cuatro miembros restantes, el único que podía tratarlo así era el moreno.

 

—Agh Jonghyun. —Se quejó buscando alejar.

 

—¿Por qué llegaste tan tarde?. —

 

—¿Eh? ¿Y eso porque tiene que importarte? — Busco alejar las manos del contrario de su cintura. — Déjate de juegos Jonghyun. Quiero dormir.

 

—Estaba preocupado. Hyung dijo que llamaste para cancelar que fueran por ti. —

 

—Woohyunie vino a dejarme. — Aclaro.

 

—Pensé que te quedarías a dormir con él. — Gruño.

 

—Definitivamente debí haber aceptado. —

 

—¿Qué? ¿Ibas a quedarte con él? —

 

—Mañana tenemos actividades, solo por eso no acepte. — Dijo soltándose del agarre del contario. — Déjame en paz.

 

 

La conversación los mantuvo distanciados durante la semana, hablaban lo justo y lo necesario, pero eran conversaciones tan extrañas que incluso los otros tres notaron sus problemas. Aclararle a Taemin que nada ocurría fue bastante difícil, no podía decir de la nada una realidad como estar enamorado del moreno, ¿Cómo reaccionaría el menor?, por muy adolescente que fuera, no era que se consideraba un adulto, pero todos creían que Taemin era un niño inmaduro e infantil con la edad que este tenía, pero para su edad era completamente maduro en los momentos necesarios y todo un niño cuando se trataba de diversión.

El día domingo llego anunciándose con un perfumado Jonghyun, arreglado y completamente feliz cantando de un lado a otro por la habitación mientras el intentaba, de verdad intentaba dormir. Había sido la peor semana, estaba seguro que bajo sus ojos se encontraban bolsas negras de lo poco que había descansado. Estaba perdiendo a su mejor amigo por sus sentimientos, sus celos. ¿Estaba en lo correcto con distanciarse?

 

Era tan curioso por saber cómo iba vestido el moreno, que no pudo evitar observarlo moverse de un lado a otro. Sin duda envidiaba a Sekyung, no por ser mujer, sino por tener la atención del mayor, y la posibilidad de estar a su lado con naturalidad sin necesidad de ocultarse del mundo. Si bien las cámaras de la prensa los seguirían por doquier, no era algo que debería importarles a la hora de salir o verse, ellos en cambio incluso en los camerinos cambiando sus ropas debían vigilar que nadie se encontrara por el lugar.

 

Paso el resto del día en la cama. No se movió, no comió, no quería hacer nada. ¿Cómo comer si sentía esa presión en su pecho como si fuera a morir? Ya era la quinta vez en la que Taemin, Minho o Onew ingresaban a la habitación para preguntar sobre su estado. Invento un dolor de cabeza, después de todo un estrés podía ser creíble por cualquiera incluso por sus compañeros.

 

Estaban todos pendiente de sus movimientos hasta que escucharon al puerta abrirse. Sus miradas fueron inmediatamente hasta la puerta de la habitación recibiendo a un Jonghyun sonriente. Esa sonrisa, fue la que destruyo todo en él.

 

Las esperanzas se perdieron.

 


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