EL ´´MAESTRO`` Y EL LEÓN ,EL TIGRE Y EL ``MAESTRO`` por yassmin_hitsugaya

Agarro una toalla del baño y se secó lo que pudo en el estado en el que se encontraba.

A él no le solía afectar mucho el alcohol pero entre que había viajado a otro país. La diferencia horaria que había sufrido. La persona de la que estaba enamorado lo cambio por otro y un montón de cosas más.

No le habían afectado de la mejor manera posible.

Se puso un pijama que encontró, encima de su cama que él había sacado de la maleta antes de irse.

Un pijama de seda negra muy bonito de color negro y rojo. Consistía en un pantalón y una camisa con cinco botones.

Después de secarse y cambiarse se metió en la cama para dormirse.

Descanso lo que pudo. No había tenido pesadillas ni nada por el estilo por lo menos que en ese momento recordara.

Cuando el sol comenzó a molestarle en los ojos que todavía tenía cerrados fue cuando los abrió. Con ese mero echo se dio cuenta que el sol le molestaba más que cuando los tenia cerrados pero aparte de eso le dolía un poco la cabeza por el alcohol que había ingerido la noche anterior.

Miro el reloj en la mesilla de noche que estaba al lado de la cama y pues vio que era ya por la mañana las diez para ser exactos.

Y él se había dormido más tarde de las cuatro.

Cogió el teléfono y llamo a recepción para que le subieran algo de desayuno. Aunque les pidió que lo subieran en unos veinte minutos.

Mientras tanto él se metió  al baño y se sacó toda la ropa. Que consistía en el pijama.

Se empezó a lavar y presto más atención a su rostro que aunque no lo había visto sabía que debía tener ojeras.

También en la zona de la sien se echó bastante agua fría ya que le dolía esa zona por la bebida de la noche anterior.

Al terminar salió con una toalla  en la cabeza con la que se secaba el cabello. Y en el cuerpo llevaba un albornoz.

Se quedó así un rato esperando mientras se secaba mirando su teléfono móvil en esos momentos. Y vio un mensaje de su amigo.

Algunos mensajes de sus jefes y poco más.

Cuando ya se encontraba seco se vistió con unos pantalones de deporte, una camiseta negra de manga larga.

Fue entonces que escucho el timbre y fue abrir.

Encontrándose con su desayuno.

Le trajeron el típico desayuno japonés, arroz blanco en un bol, en otro bol había sopa de miso. Pescado a la plancha. Tortilla o también conocida como omelette y algunas verduras.

Desayuno tranquilamente después de haberse ido el camarero que le trajo la comida.

Hizo un poco de zapping después de terminar su desayuno mientras miraba unos documentos.

Se preguntaba que pasaba con esos chicos que desaparecían o que simplemente dejaban el instituto diciendo que se trasladaban o algo así.

Se le cruzo una idea por la cabeza durante un segundo.

Se dijo a sí mismo.

-podría ser…… no, no creo que lleguen aquí.- se rectificó.

Aprovecharía ese día que era sábado  para dar un paseo.

 Aunque eso sería más tarde ya que ahora se iba a correr.

Según su trabajo no podía bajar de forma.

 Si no sería un grandísimo problema.

Aunque él no era de los que engordaran fácilmente. Pero no quería perder todo lo que había conseguido.

Dejo todo tal cual estaba ya que vendrían los del servicio de habitaciones en un rato.

Lo que hizo fue coger su llave, su teléfono móvil, algo de dinero por si quería comprarse una bebida o necesitara algo y unos auriculares que utilizaría para escuchar música mientras corría.

Se acercó a la entrada donde se quitó las pantuflas típicas que se usan en casas japonesas y saco de un armario que había unas zapatillas de deporte.

Se las puso y colocándose los auriculares salió rumbo a la calle para comenzar a correr.

Estaba corriendo mientras escuchaba la canción ´´Ranbu no melody``.(es una de las canciones que me gustan a mi). Llevaba corriendo una hora cuando vio algo que le llamo la atención.

Había un grupo de chicos que estaban jugando baloncesto.

Se quedó un rato mirando el partido sin acercarse demasiado.

Era un partido bastante entretenido. Se encontraba tan concentrado que no se dio cuenta de que se estaba acercando un poco pero seguía sin ser demasiado entonces vio una cabellera pelirroja o eso parecía ya que la persona se encontraba sentada en un banco con una toalla sobre el rostro solo se le distinguía un poco de su cabello.

 Iba a ir para comprobar si era el chico que le había ayudado ayer para invitarle a algo como agradecimiento.

Pero entonces su teléfono empezó a sonar con otra canción que no era la que escuchaba en esos momentos claro indicio de que le llamaban y según la canción que se oía era importante.

Contesto la llamada.

• Si ¿dígame?- respondió de inmediato.

• Soy yo.- le respondían al otro lado de la llamada.

• Si jefe lo supuse. ¿Le puedo preguntar que desea?-

• Pues veras llamo para recordarte que el domingo tienes que ir a la dirección que te mande.  Que no se te olvide.

• Descuide jefe no se me olvidara.- le respondía el ojiazul.

• Solo era eso. ¿A se me olvidaba te has encontrado con alguien conocido?-. le preguntaba curioso su jefe.

• No señor porque lo pregunta.- le respondía el castaño curioso.

• Ehhh. Por nada.- respondía el otro sin decir nada más.

El castaño iba a seguir preguntando pero cuando iba a abrir la boca para hacerlo vio que ya habían colgado.

Se quedó un momento pensando en lo dicho por su jefe pero recordó que estaba viendo el partido de baloncesto y del chico ese.

Se iba a acercar cuando vio que en la cancha ya no se encontraba ninguna cabellera pelirroja.

Siguió corriendo por una hora más.

Llego al hotel subiendo a su habitación.

Se puso música que le gusta, con una buena bebida fresquita que saco de la nevera y le puso algo de hielo.

Se metió en el jacuzzi un rato. Disfrutando de unas relajantes burbujas.

Permaneció  ahí un buen rato hasta que se terminó su bebida. Luego salió ya que se aburría un poco.  Estaba en otra tierra, otras costumbres todo era diferente.

No decía que no le gustara. Solo que pues no sabía cuánto tiempo debía permanecer ahí o que pasaría. Extrañaba a su mejor amigo aunque dudaba que él lo extrañara a él, por lo de Stanford aunque ya sabía la verdad así que podrá perdonarle.

Al menos eso deseaba el, tener la misma relación que tenían antes.

Entonces se le vino algo a la cabeza iría a nadar a la piscina del hotel y luego se iría a comer fuera del hotel o dentro del mismo dependiendo de lo que pasara.

Se puso otro bañador seco ya que no quería salir con algo mojado iría mojando todo a su paso y eso no estaría bien.

Se puso unas gafas de sol, unas chanclas un sombrero y se llevó una toalla.

Esta vez se fue en ascensor. Menos mal se puso una camiseta.

 Aun así la gente lo miraba por donde quiera que pasara.

Era de ese tipo de personas que atraía las miradas aunque no lo quisiera.

Llego a la piscina y se quitó la camiseta que llevaba. Puso la toalla sobre una hamaca y se tumbó relajadamente.

Al cabo de unos minutos se le acerco una persona y esa no era otra que el camarero que tenía una barra en ese lugar.

Ofrecían bebidas a quien las deseara.

Les pidió un té helado nestea con hielo.

Mientras se bebía tranquilamente la bebida que le habían traído cogió un periódico que se encontraba en la mesa frente a su hamaca y se puso a repasar minuciosamente los anuncios por palabras.

Estuvo así hasta que se terminó la bebida iba a saltar al agua para nadar pero entonces vio una cabellera rojiza no muy lejos de él.

Levantándose corriendo como se encontraba en esos momentos fue directo a la persona.

 Se acercó y lo agarro de la mano.

El más joven se dio la vuelta y se encontró con algo que le sorprendió.

Era la persona que lo había salvado ayer. Pero eso no fue lo que lo sorprendió sino que iba sin camiseta solo llevaba un traje de baño de color negro.

Se le quedo mirando antes de reaccionar.

• ¿ que deseas?.- preguntaba el pelirrojo mirándolo de abajo a arriba.

• Pues veras la cosa es que quería invitarte a comer algo, como agradecimiento por haberme traigo al hotel.

• No hace falta ya que fuiste tú quien me salvo de esos gamberros.- le respondía el ojirojo.

• Hice lo que tenía que hacer ni más, ni menos.- contesto el mayor.

• Está bien pero que sea rápido ya que quede con mis amigos más tarde.

• De acuerdo.- acepto sonriente el ojiazul.

  El pelirrojo al ver la sonrisa que le dedicaba el castaño en ese momento se quedó embelesado.

   

  El pelirrojo le pidió al otro que fuera a por sus cosas para irse.

  Entonces el ojiazul se fue de vuelta a la piscina para ponerse la camiseta y coger las cosas que había dejado ahí.

  Fue entonces que volviendo a donde se encontraba el ojirojo miro algo que le parecía raro amenos para él.

  Se fijó en un chico alto con el cabello castaño y los ojos marrón-verdosos, de tez rosada.

No podía ser él. Él se encontraba en estados unidos. En burbank, los Ángeles, california.

Cuando fue a abrir la boca para llamarlo fue detenido por otra voz que le decía si no vienes ahora yo me ire  por donde vine.- decía un pelirrojo mirando en dirección a donde miraba el mayor sin saber bien a quien miraba.

El mayor iba a decirle que se esperara un momentito mientras hablaba con una persona. Pero cuando se giró en dirección por donde supuestamente se encontraba a quien vio sorprendido ya no había nadie.

Habrá sido mi imaginación se dijo a si mismo ya que era imposible que él estuviera aquí.

Llegaron a un restaurante del hotel. Se sentaron en una mesa y llego un camarero preguntando que querían.

• Yo un helado cappuccino con virutas de chocolate y un poco de crema.-pidió el mayor.

• Yo un chaseecake  con sirope de frambuesa y trocitos de chocolate blanco.- pidió el más bajo.

En esos momentos en otro lugar.

Sonó el timbre y una persona fue a abrir la puerta.

Encontrándose con el cartero que le entregó una carta y despidiéndose de él se fue.

El personaje misterioso por ahora abrió el sobre y lo leyó sorprendiéndose un poco.

Pensó que era una posible broma aunque reconocía bien la letra del sobre que estaba leyendo nuevamente para ver que todo lo que se encontraba ahí escrito era real y no obra de su imaginación.

 Ya lo descubriría más adelante se dijo a si mismo.