El día de escuela se hizo largo, ambos esperaban la salida para ir a sus casas y luego al rato juntarse a ensayar por primera vez. Naruto estaba nervioso, preparó unos emparedados, unos jugos, el guion que desde ahora era su máximo tesoro y se dirigió a esa cancha abandonada. Allí estaba el morocho, parecía aun más ansioso que el rubio, ambos se miraron y comenzaron a reír hasta que el rubio hablo.
-¿Ahora qué hacemos?
-Por lo pronto tenemos que leer en voz alta el guion, dándole la entonación adecuada a las palabras.
La lectura de Naruto era la de un chico de primer año, básica y hasta torpe. Sasuke disfrutaba de esto, pero a la vez se dio cuenta que ensayar iba a ser más complicado de lo que él creía.
Naruto se esforzaba cada vez más y podía ver en el rostro del morocho que su esfuerzo así y todo lo estaban frustrando. Sasuke era muy paciente, ya estaba amaneciendo cuando Naruto recién estaba tomando el impulso necesario y adecuado de lectura y entonación que requería su personaje. Sasuke se sintió satisfecho.
-En la tarde nos irá mejor. Ya le has pegado el ritmo y ya sabes que entonación usar para cada situación, de ahora en mas todo te será más fácil
-Solo espero que quien tenga en frente no me haga poner nervioso.
-Si te pones nervioso solo piensa que soy yo quien está frente a ti.
-Vale, al menos así podre recordar la letra. Sea quien sea que este frente mío pensare que eres tú así los nervios no me invaden.
-Creo que mejor nos vamos, en un rato tenemos que estar en la escuela.
-Bien, pero esta tarde nos juntaremos más temprano para no desvelarnos nuevamente y así podremos dormir.
Por otra parte, el joven productor, preparaba los escenarios y acordaba las tomas con camarógrafos y director. Kakashi era un hombre maduro con un carácter complicado al que no le gustaba que le den órdenes y se corría el rumor de que era algo impuntual. Era la primera vez que Itachi trabajaba con Kakashi, se lo habían recomendado mucho y por lo elevado del sueldo, creía que debía valer la pena.
Kakashi recorría el set de filmación con guion en mano y diagramando en su mente las diferentes escenas aun sin conocer los personajes.
El joven productor comenzaba a preocuparse, largaba mil preguntas al aire, cosa que es algo típico al inicio de algo tan importante. Igualmente se sentía seguro, tenía el mejor director, los mejores camarógrafos, los actores más codiciados del momento y una cara nueva para explotar, sabía que era el mejor productor, nada podía fallar.
El timbre de salida sonó y los dos compañeros de escuela se dirigieron al lugar dispuestos a ensayar. Los diálogos eran más fluidos, los nervios en Naruto ya casi ni existían. Sasuke se compenetraba en el papel, tanto que Naruto sentía que estaba filmando ya la serie, no se distraían, estaban realmente concentrados. En dos días se habían aprendido los cinco primeros capítulos. Los repetían una y otra vez, cada vez con más confianza. Naruto se sabía la letra de inicio a final, apuntado por el morocho quien sabía cómo guiarlo.
-Creo que hasta ahora no te vi demostrarle tanto interés a algo como lo has hecho con esto, ni siquiera en la escuela te vi dar alguna opinión.
-Es que me va fatal, el estudio no es lo mío.
-¿Por eso quieres ser famoso?
-Imagínate a alguien como yo, queriendo ganarse la vida con algo que requiera estudios.
-Tienes suerte. Haces muy bien en hacer lo que te gusta y en confiar que vas a lograrlo.
Ambos adolescentes cansados por no haber dormido la noche anterior, dejaron de ensayar antes de la hora de la cena. Acordaron volver al día siguiente con más energías para continuar.
El rubio cayó rendido ante el sueño ni bien terminó de cenar. Poco después de dormirse, un sobresalto lo despertó y al mirarse, se dio cuenta que aun estaba vestido, se quitó sus ropas y se acostó como corresponde. No tardo mucho en volver a conciliar el sueño.
La noche oscura y silenciosa era el escenario perfecto para quienes dormían, salvo para él a quien las pesadillas logran invadirlo nuevamente. Eran tan reales que le daban tanto miedo que lo paralizaban, era volver a revivir todo aquello que había pasado anteriormente. Lo hacía sentirse tan mal que no volvía a cerrar los ojos por temor a volver a sentir lo mismo. Al salir el sol tanto su mente como su cuerpo agotados de sobre exigirse se rindieron ante el cansancio, lo cual no le permitió escuchar el despertador para asistir a clases. Se quedó dormido.
Sasuke se paso pensando todo el día escolar en que habría sucedido con el rubio porque no era usual que falte a clases, el día se le hizo eterno y sobre todo solitario.
No tomo conciencia de la hora que era pero al salir de clases se dirigió al lugar de ensayos, pasaron las horas y el rubio no aparecía, cuando ya perdía la esperanza entrada la noche, llego Naruto con la mirada perdida y con indicios de haber pasado no solo una mala noche sino también un mal día. Le pregunto qué ocurría sin obtener respuesta alguna, pero pudo ver sus pupilas dilatadas y también mientras ensayaban noto que sus reflejos eran mínimos. Supo entonces que el rubio había caído bajo los efectos de su “tranquilin” de una forma más abrupta o de una dosis más abundante.
Se enojo e increpo al rubio diciéndole que se tome con seriedad los ensayos que él no perdería su tiempo así como el perdía el suyo bajo esos efectos, que nada le costaba mantenerse sobrio para aferrarse al deseo de ser famoso. Estaba furioso y lo dejo en claro.
Naruto no supo que decir, simplemente bajó su mirada, se encorvó y suspiró profundamente… Sasuke tenía razón, no quería arruinarlo todo pero…las pesadillas lo tenían mal, solo no podía con ellas.
Ensayaron una y otra vez sin parar durante un par de horas, ambos estaban exhaustos. Sasuke seguía enojado así que el rubio en modo de agradecimiento le invito ir por un emparedado a su casa y de paso que se quede a dormir para el otro día poder ir a la escuela sin sobresaltos. No sería la primera vez que el morocho duerma allí, pero si la primera vez que iría a conciencia de ambos.
Sasuke pensaba que decir cuando al darse cuenta ya iban camino a casa del rubio, nunca había aceptado la propuesta pero sin quererlo ni dudarlo ya estaba yendo hacia su casa, se sintió raro podría decirse que hasta nervioso.
Comieron tranquilos y en silencio, en la tv podían ver series que hacían pensar que en pocos días Naruto estaría en una de ellas siendo la estrella principal, se reían. Eran cómplices de algo que estaba comenzando pero ellos no lo sabían. Pasaban del enojo a las risas sin poder notarlo, la presencia entre ellos hacia que ambos congenien de un modo poco frecuente en las relaciones.
Se durmieron casi de inmediato, Naruto temía que las pesadillas lo invadan por la noche y Sasuke esté presente ante una de ellas, pero no, volvió a dormir tan tranquilo como aquella primera vez que el morocho se había quedado a dormir a su lado. Despertó pensando que sus pesadillas e insomnio eran fruto de esa soledad que lo abatía.
El morocho por su parte, ni cuenta se dio que había amanecido cuando el rubio comenzó a despertarlo diciéndole que llegarían tarde. Con el desayuno en la mesa comieron a las corridas y partieron hacia una nueva jornada escolar.
El joven productor estaba orgulloso. Mañana comenzarían las grabaciones y estaba más nervioso que los actores. Los escenarios ya estaban casi listos, solo faltaban algunos detalles y su mayor producción se estaría comenzando a filmar.
A la salida de la escuela ambos chicos fueron a su último ensayo. El nerviosismo del rubio contagiaba al morocho que ya se sentía parte de la escena. Ambos estaban altamente concentrados en el ensayo, no existían más que sus palabras, de repente miran a su alrededor porque un murmullo captó su atención. Sasuke cambió la cara al verlas ahí paradas, eran Sakura y Karin. Naruto las saludó con la mano y no les dio importancia alguna. Al ver esta poca atención la peli rosa y la peli roja se acercaron a ellos.
-Vamos a tomar algo rubio, o si quieres podemos ir a hacer algo mejor.- Dijo Sakura.
-No gracias, estoy haciendo lo que quiero.
-¿Podemos quedarnos?
-Quédense, es un lugar público.
Tomó sus cosas, le hizo un gesto al morocho sin emitir palabra alguna y ambos se retiraron del lugar dejando atrás a las dos chicas con mala cara.
La casa de Naruto ya era conocida por Sasuke, se acomodó en el sillón y siguieron con el dialogo del guion como si nada hubiera pasado.
Naruto seguía ensayando mientras el morocho preparaba algo de cenar. Sasuke se encontraba inspeccionando la cocina sin encontrar nada nutritivo para poder cocinarle al rubio.
-Naruto ¿Solo tienes ramen instantáneo?- Gritaba el morocho desde la cocina.
-Sí. Es lo más fácil de hacer.
-No puedes comer solo eso, necesitas comer algo nutritivo.
-Pero eso lleva trabajo.
-Iré a comprar.
Sasuke sale de casa con destino al almacén a solo unas cuadras mientras que el rubio decide tomar una ducha.
Volvió a los pocos minutos trayendo consigo una bolsa con carne, vegetales y fideos. Se dispuso a cocinar esperando que el rubio salga de la ducha, cuando de repente frente a él un cuerpo con el torso desnudo y solo tapando sus partes íntimas con una diminuta toalla se presenta y le dice.
-¿Qué estas cocinando?
-¿Qué haces así sin vestir?
-Me siento más cómodo.
-Pero podrías vestirte, no estás solo en tu casa.
-¿Y? ¿Qué tiene? Sos un hombre igual que yo, debajo de la toalla tengo lo mismo que tenes vos… seguramente más grande.- Dijo el rubio entre risas.
-Que va, ni que tuvieras un matafuego en la entre pierna.
-Este no apaga fuego, los enciende.
Ambos comenzaron a reírse tanto que Sasuke olvidó que tenía la comida en el fuego.
Comieron en silencio deleitándose con los sabores que la comida les brindaba. El rubio estaba fascinado, no había probado comida tan rica en mucho tiempo. Miraba el plato y masticaba lentamente para que el sabor durase más en su boca.
-¿Quieres que te dé de comer en la boca también?
-No es eso, es que cocinas muy rico.
-Entonces come más rápido que aún queda más. Es más, terminas de comer, tomaremos un té y luego dormiremos.
-Pero quiero seguir ensayando.
-No, porque si no te desvelarías e irías con cara de trasnochado. ¿Qué imagen podría tener el productor cuando el primer día llegues así?
-Tienes razón. Solo prométeme que dormirás conmigo esta noche, solo así podré dormir tranquilo.
-Vale.