Al sonar el despertador, ambos se miraron, inconscientemente habían despertado antes de que el timbre sonase. Naruto se encontraba serio, Sasuke preparó el desayuno mientras el rubio se alistaba de una forma particular que hacía que el morocho observara toda la escena.
-Todavía no comenzaste a filmar y ya te vistes como una estrella.
-¿Vos pensas ir así?
-¿Ir dónde? Hoy no hay escuela.
-Con más razón, busca algo en mi placard y usa lo que más te guste. Tienes que acompañarme al set de filmación y no puedes decir que no.
-Pero Naruto, no podré estar acompañándote todos los días que filmes, sabes que es tu trabajo y que lo tienes que hacer solo.
-Solo por hoy. Te necesito a mi lado.
-Bueno iré, pero si preguntan diremos que soy tu primo. Sino no hay modo de justificar mi presencia allí.
Desayunaron sin sobresaltos y se dirigieron hacia el lugar. Se trataba de una vecindad que había sido alquilada pura y exclusivamente para la filmación de la serie. Los recibió personal de seguridad quien chequeo los datos de ambos asintiendo así que podían continuar sin ningún tipo de problema. Esto les llamo la atención, aunque lo tomaron como un golpe de suerte. Mientras caminaban hacia la oficina, el rubio se encontraba nervioso. Había mucha gente alrededor de ellos, cada uno ocupándose de sí mismo. Unos ensayaban, otros se vestían, otros se maquillaban y otros andaban a las corridas ultimando los detalles.
La primera escena constaba de la presentación de los personajes y el comienzo de la historia.
Menma era el único hijo del dueño de un importante autódromo y fanático de los autos de competición, el cual estaba acostumbrado a la buena vida, a los buenos autos y a la locura nocturna. Mujeriego por naturaleza heredada de su padre, un joven con pocos amigos pero con muchos compañeros de aventuras.
Ese es el personaje de Naruto, en los dos primeros capítulos se lo puede apreciar compitiendo con su auto de carrera, saliendo a festejar rodeado de varias mujeres bonitas y llegando a su casa completamente alcoholizado.
El director estaba más que conforme en estos dos días de filmación. Los actores daban los perfiles que ellos necesitaban, sabían la letra, se complementaban con el guion y el vestuario. El próximo día de filmación seria el lunes. Durante la semana las filmaciones serian en la tarde ya que la mayoría de los actores debían asistir a clases.
El rubio le contaba emocionado al morocho sobre el día de filmación en el cual él no estuvo presente. Sasuke lo miraba, Naruto era feliz. Esbozaba esa sonrisa que encantaba a quien lo mirase.
-Acompáñame.
-¿Dónde?
-A la filmación, esta tarde y mañana… y los días que puedas.
-Pero no puedo ir contigo todos los días, yo también tengo una vida que atender.
-Al menos esta tarde. Acompáñame, te necesito, temo olvidar la letra. Hoy estará el productor y se vienen las escenas que más temo.
-Está bien, siempre te sales con la tuya. Pero me debes una cena, cocinada por tus propias manos.
Cuando sonó la última campana dando el horario de salida, ambos se dirigieron al set de filmación.
Al llegar se encontraban todos en silencio, esperando que el director dé la orden para comenzar la grabación. Se miraban entre ellos, nadie se movía. La gente de maquillaje merodeaba por el lugar sin hacer absolutamente nada. El director llegó y anuncio que debían esperar por primera vez al productor quien hasta ese día no se había hecho presente, pasaban los minutos y seguían mirándose entre sí. El rubio y el morocho buscaron café y se sentaron en un rincón aparte del resto. Los demás interactuaban entre ellos, en grupo de a dos, tres o alguno que otro se dedico simplemente a ensayar más las líneas para no cometer el ridículo. Luego de una hora y media llegó el productor con una cara que más que miedo daba a pensar que algo grave había ocurrido. El primero en notarlo fue Sasuke quien se paró de su asiento y se quedó con los ojos abiertos, exhortos de la sorpresa.
-¿Qué haces acá? – Dijo el productor.
-Vine a acompañar a un amigo. Vos ¿Qué haces acá?
-Soy productor, no sé si te acordas que les comente que iba a financiar una nueva serie.
-No pensé que fuera esta.
-Llegaste en el mejor momento. ¿Quién es tu amigo?
-Es el protagonista.
El resto del elenco miraba sin entender el dialogo entre estos dos que eran tan parecidos físicamente.
-¿Naruto, el rubio?- Preguntó Itachi emocionado.
-Si sí, él.
-¡Decime que te sabes el guion!
-Lo estuve ayudando a ensayar. Como saberlo, que se yo… ¿Por qué? ¿A qué viene todo esto?
-Bueno, ahora te explico, no podes decirme que no pero te voy a explicar delante de todos para comprometerte.
El joven productor les habla a todos y les explica el por qué de la tardanza. El coprotagonista había tenido un accidente y debía acompañarlo a la clínica, ya estaba fuera de peligro pero no iba a poder ni siquiera a comenzar a filmar. Les explicó que el sitio ya había sido alquilado por lo tanto no iban a poder suspender las grabaciones. Se vio hablando con Sasuke frente a todos pidiendo por favor que tomara el lugar del coprotagonista. Sasuke se negó una y otra vez hasta que escuchó al chico de cabellos dorados decirle.
-Sos el único que puede ayudarme a sentirme seguro, confiado y sobretodo ayudar al productor que por lo que noto ya se conocen.
-Sí, es mi hermano.
-Bueno, yo no tendría ningún problema con que participes en la serie y es más a mi me resultaría más agradable ya que estuvimos practicando juntos todo este tiempo.
-Pero… Naruto… Es el papel de…
-¡Por eso mismo! Quien mejor que vos para ese papel.
-Bueno vale, pero esta a mi hermano no le va a salir gratis.
Sasuke e Itachi fueron a la oficina a firmar los contratos correspondientes y todo lo que legalmente se debe para comenzar a grabar.
Todos ocuparon el lugar que debían y continuaron con las filmaciones. El tercer capítulo de la serie constaba con escenas dentro del autódromo donde se practicaba para una próxima carrera por el título nacional. Menma probaba el auto dando vueltas alrededor de la pista como era habitual, era un día nublado donde el piso estaba completamente mojado pero no se veía peligro en la práctica. Cuando de repente sin darse cuenta el auto perdió el control y se fue contra uno de los laterales impactando sobre un montículo de tierra que amortiguó el golpe sin ocasionarle muchos daños al vehículo. Sin embargo comenzó a salir humo, cuando Menma se dio cuenta había una persona allí con un matafuego abriendo directamente el capot del vehículo y trabajando en él como si fuera algo de extrema urgencia. Se dio cuenta allí que el auto tomaba reacción y pudo continuar con la practica sin ningún tipo de desperfecto alguno. Al finalizar con la misma se acercó a esta persona que estaba a un costado y le preguntó quién era, por que había hecho eso y por qué tenía tantos conocimientos. Se trataba de un chico morocho, de tez clara y aproximadamente de su edad, Hebi es su nombre y es un aficionado del deporte del automovilismo, por esa razón se encontraba allí, mirando tanto las practicas como también era frecuente que asista a las carreras, un apasionado. Le dijo que estudiaba para mecánico. Menma quedó impresionado ante la rapidez para solucionar el desperfecto que había tenido su auto y le consultó si estaba trabajando para algún otro competidor, a lo cual obtuvo un no como respuesta. Prontamente sin dudarlo le propuso que trabaje para él, siendo su mecánico particular.