Los avances publicitaros comenzaron a verse tanto en tv como en todo medio masivo de comunicación. La atención comenzó a rodear al rubio. El ingreso a la escuela lo tomaba con miradas y con preguntas a su alrededor ni bien él llegaba.
-Es él – Se decían algunos.
-De verdad que es más lindo en vivo y en directo. – Decían las chicas por los pasillos del gran instituto.
Se sentía incómodo pero a la vez le gustaba lo que estaba viviendo.
-¿Por qué me miran a mi? ¿Por qué me preguntan cosas a mí? ¡¿Por qué no te joden a ti?! – Le dijo el rubio al morocho.
-Seguramente sea porque yo no salgo en los avances, recuerda que solo tú sabes que yo seré parte de la serie.
-Esto va a llenarnos de mujeres. –Dijo Naruto con una enorme sonrisa mirando a un Sasuke que lo miraba fijo y serio.
El comedor tenía en medio un gran televisor en el cual a mitad del almuerzo pudo verse la publicidad de la serie. Se veía a un Naruto posando junto a un auto de lujo rodeado de tres hermosas mujeres y de fondo podía verse una sombra a la cual el rubio miraba fijamente. Debajo de ellos la descripción decía “No se tiene todo hasta que llega quien te completa”. En la imagen final de la publicidad aparece el nombre de la serie “Carrera al destino”.
Los comensales voltearon a ver al rubio quien buscaba apoyo en el morocho quien ya había huido del lugar.
-¿De qué se trata la serie? – Le preguntó Sakura.
-De un chico que va en su auto conociendo chicas. – Le dijo Naruto burlándose.
-¿Y a quien mira el chico que está con las chicas mirando a alguien que no se ve? – Dijo Karin increpándolo.
-Es otra chica que está más buena que las chicas que están con el chico. – Respondió el rubio alejándose del lugar.
Una enorme carcajada retumbó en el pasillo por el cual el rubio también se escapaba. Era Sasuke quien estaba esperándolo para ver cuánto tardaba en huir.
El timbre de salida sonó y todos los estudiantes del instituto comenzaron a salir. Naruto no veía la hora de escapar de ese lugar porque la mayoría de los alumnos, muchos que antes nunca le habían dirigido la palabra, lo increpaban para preguntarle cosas de la serie. El rubio se excusó y logró irse del sitio.
Sasuke y Naruto se fueron juntos al estudio porque tenían que grabar el próximo capítulo. Al llegar, mostraron sus pases y fueron donde todos estaban reunidos.
Las grabaciones de hoy mostraban a un Naruto festejando el triunfo de su carrera primero en un lugar público, una discoteca. Luego en un lugar más solitario pero bien acompañado de una despampanante rubia, se dejaron llevar, la escena del beso terminó con un toqueteo intenso por parte de Naruto a la rubia. Detrás de las cámaras el resto de los actores quedaron boquiabiertos y se escuchó de fondo un “corte” por parte del director.
Ya todos cambiados a punto de dirigirse a sus hogares, el rubio llama al morocho para pedirle un favor.
-Por favor Sasuke, llévale esto a la rubia de la escena de hoy. – Le dijo al morocho entregándole un papel con su número de teléfono.
-¿Qué me viste cara de cartero?
-Pero si no te cuesta nada, además quizá podamos seguir fuera de cámara lo que comenzamos en la filmación. ¿No? – Decía Naruto con una sonrisa.
-Si quieres continuar algo empiézalo tú que yo no soy mensajero de nadie. – Le dijo Sasuke bastante enojado.
-Bueno bueno. Venga, vamos a casa a dormir.
-¿A casa?
-Si, a casa, así mañana vamos desde allí a la escuela.
-Ve a tu casa y llévate a la rubia, que yo hoy duermo en mi cama. – Dijo el morocho alejándose rápidamente y sin mirar atrás.
Naruto se quedó pensativo, sentía que era una escena de celos, pero a la vez se sentía mal por la situación, quería que Sasuke vaya a su casa…
La semana transcurrió como estaba planeada, la escuela seguía siendo un sinfín de preguntas y las grabaciones iban siendo cada día más llevaderas. Tanto el rubio como el morocho se sentían a gusto con el elenco y disfrutaban de verse juntos haciendo algo que les gustaba a ambos. En la escuela el morocho seguía sin llamar la atención, nadie sabía aun que él también estaba en la serie por lo tanto a quien acosaban a preguntas era a Naruto que a veces se ponía de mal humor por tanta atención y eso que la serie todavía no había sido emitida.
El sábado los sorprendió nuevamente grabando la serie a lo largo del día. Se sentía la presión de que estaban aun día del estreno, el domingo descansarían, querían estar renovados y frescos para grabar durante la tarde y por la noche ver todos juntos al finalizar las filmaciones el primer capítulo de lo que tanto habían esperado. La publicidad durante el sábado fue extensa, los canales de televisión hablaban de esta nueva serie de este productor que había ganado tantos premios y esperaban algo realmente bueno. Estaban nerviosos, la gente esperaba lo mejor de ellos y querían saber quién era este chico rubio que estaba empezando a cautivar miradas femeninas y de gente famosa. Finalizaron la filmación del día sábado. El domingo decidieron no verse ni hablarse entre ellos. Naruto descanso en su hogar aprovechando a pasar el día con su abuelo, Sasuke salió a pasear con sus padres y aprovecharon a visitar al resto de la familia.
El lunes asistieron a clases con normalidad. Los rumores de pasillo seguían siendo los mismos, la serie que comenzaría esa noche. El rubio estaba más arisco, más reacio, no quería hablar con nadie y el morocho disfrutaba de ver enojado a su compañero de banco. Cayó la tarde, comenzaron las filmaciones las cuales no se extendieron mucho porque a las 21 horas comenzaría el programa que tanto ansiaban. Frente al monitor del cual dependía el inicio de la carrera de algunos y la continuidad de muchos otros. El productor era el más nervioso, Naruto no se quedaba atrás. Sasuke estaba al lado de él, se había convertido en su lazarillo sin darse cuenta. Estaban felices, las expectativas habían sido colmadas por lo que fue la gran producción, las cámaras el sonido y todo lo que ellos no habían logrado ver mientras eran filmados. El combo fue único, la felicidad los llevó a que al salir del estudio de grabación una vez finalizado el programa se dirigieron todos juntos a festejar a un bar no muy lejano del lugar estaban levantando copas unas tras otras bailando, riendo y burlándose entre ellos de cómo se habían visto en pantalla hasta que las 6 de la mañana los tomó por sorpresa. La gran mayoría ya había partido a sus hogares o hacia algún otro hogar a continuar con los festejos de otra forma más intima. Naruto estaba ebrio, por lo tanto Sasuke se ofreció a llevarlo a su casa lo cual no sería la primera vez que esto sucediera pero él también estaba alcoholizado. Tomaron un taxi y así como llegaron, sin desvestirse solo quitándose los zapatos se recostaron y quedaron dormidos. Olvidaron por completo que ese mismo día debían asistir a clases.
El despertador de Naruto sonó y él lo apagó. Cuando despuntó el sol a lo alto ya entrando al mediodía, por la rendija de la ventana entraba un enorme brillo el cual despertó al rubio, se vio abrazando a alguien, cuando logro abrir sus ojos por completo vio que estaba aferrado a la cintura de Sasuke, se sintió avergonzado pero el morocho no se despertó así que solo se dio media vuelta, se recostó de lado y siguió durmiendo.