“ Y cuando estas ausente, te abrazo en mi mente; Mi cielo para sobrevivir, mi cielo para poder vivir”
- Ace, no lo hagas, por favor cálmate –
- Claro que no me voy a calmar Marco, ese maldito de teach asesino a Satch y tú quieres que me calme?, merece un castigo –
- Padre dijo que no lo siguieras, porque diablos eres tan necio –
- Porque yo soy el comandante de ese idiota, porque es mi responsabilidad -
- Por favor Ace, hazlo por mí, por nosotros – dude solo un poco, pero aun así con un poco de fuerza solté mi mano de su agarre, y me aleje dejando su mirada sin ese brillo que yo comparaba con estrellas en el cielo despejado de sus ojos, solo pude susurrar un – Lo siento – que más podía decir, yo sabía que lo lastimaba pero era mi obligación.
Después de tanto tiempo por fin pude tener ese amor correspondido, y cometo esa tontería, deje ese hermoso y musculoso cuerpo acanelado con ojos de cielo por mi orgullo personal.
Pero bueno así era yo, Portogas D. Ace, el todopoderoso comandante cierto?, pues no, no era verdad.
Teach realmente tenía una fuerza excepcional, y unos trucos sucios además, lo reconozco ahora y entiendo porque padre pidió que lo dejara de buscar.
Aunque esos ojos que tanto amaba me lo pidieron, les deje de lado sin dudarlo demasiado, mi responsabilidad me llevaba a un lugar lejos de él, aunque mi corazón no estaba de acuerdo no le escuche.
Realmente tuve un largo y satisfactorio viaje:
Mi primer paso fue desde que salí de Foosha hasta armar mi tripulación; y yo como el capitán de los piratas Spade incluso rechace una invitación para convertirme en Shichibukai; después intente retar a un Yonkou, quien a fin de cuentas me convirtió en su hijo, me dejo viajar a su lado en Moby Dick, ese lugar donde por primera vez me enamore, allí donde conocí a un sexi y dulce rubio de piel acanelada con ojos de cielo y hermosa sonrisa que robo mi corazón, y también ese lugar donde yo rompí el suyo al dejarlo atrás.
Y aunque hice todo eso, él junto con padre e incluso Luffy llegaron a mi rescate, al verles hacer tanto por mi desee vivir, poder vivir aunque fuese un segundo más al lado de esas personas maravillosas que me amaban a pesar de todo.
Ver como el poderoso y fuerte vice-almirante Monkey D. Garp, mi abuelo, no podía detener el llanto partio mi alma en pedazos, aunque no me arrepentía de mi vida, verlo así, sin saber que hacer por mi culpa, me destruía de muchas formas diferentes.
Ver a mi hermano solo avanzar sin tomar el daño recibido en cuenta fue doloroso para mí, yo era el que debía protegerlo y ahora lo ponía en peligro.
El dolor que padre experimento por mi culpa, ese hombre que tanto me amaba, al que yo ame más que a mi propio padre me hizo dudar de mi decisión de seguirle, no quería que el sacrificara tanto por mi.
Quería vivir y compensar a todos y cada uno de ellos, eso se convirtió en mi más fuerte deseo.
Cuando pudieron liberar mis grilletes me sentí feliz , tenía la esperanza de vivir, es más quería volar, ver a Marco observarme desde lejos con esa adormilada expresión hizo surgir en mi ganas de volar a abrazarle.
Ese momento en el que padre dio su última orden me hizo volver a la realidad, estaba en medio de una batalla.
A pesar de la nueva oportunidad que me habían brindado y del sacrificio de padre, no pude dejar de lado mis emociones, y deje salir mi ira enfrente de un oponente que no podría vencer, solo puedo rescatar el hecho de que mi hermanito sobrevivió, a pesar del shock que paso cuando cerré los ojos, él estaba vivo y eso era lo importante.
Una expresión aburrida con mirada somnolienta me hubiera gustado, era lo que quería ver, pero no fue así, de nuevo logre cambiar la expresión de ese ser que tanto me amaba, primero por mi causa pierde a padre, y luego viene mi muerte.
A pesar de tener ganas de llorar saco a todo el mundo de ese lugar, cuando estuvo solo fue que realmente lo vi; sé que quería que su expresión cambiara; pero no aun grado tan abrumador y logrando romper aún más mi alma y mi corazón. “Lo siento!” grite mil veces pero el ya no pudo oírme, “Perdón!” también lo dije pero mi voz ya no lo alcanzaba, “Gracias!” fue lo único que pude transmitir.
Has escuchado esos cuentos en los que un enamorado sacrifica su vida para salvar la vida de quien ama?. Odio esos cuentos, creo que son egoístas y estúpidos, sabes porque?, quien crees que sufre más, quien muere y tiene paz al pensar que hizo lo mejor para proteger a su persona amada y que reiniciara su vida y será maravillosa, o quien vive día a día sin el ser que ama intentando creerse que debe ser feliz y vivir por los dos, queriendo olvidar que esa persona sacrifico su existencia y le dejo solo en una vida sin sentido porque no se encuentra a su lado.
Soy un ser egoísta, que solo pudo decir gracias y descanse en mi tumba dejando que la persona que amaba muriera en vida por mi abandono.
“Con esta mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estará vacía, pues yo seré tu vino; con esta vela alumbraré tu camino en la obscuridad…”
Yo rompí sus anhelos, llene su copa de lágrimas y brinde un camino lleno de espinas y obscuridad.
No soy quien para decir que lo amo, yo arruine su sonrisa y su ser.
Aun desde donde estoy, observo su llanto de vez en vez al recordar mi existencia, su mirada que antes me enloquecía ahora me destroza, ese cielo ya no tiene estrellas.
A veces quisiera aparecer en sus sueños para darle ánimos de seguir, quiero que él se sienta seguro, sin ninguna duda que yo solo viví para amarlo, no deseaba alejarme, el cielo en su mirada despejaba mi mente y calmaba mi alma.
Ahora que estoy lejos, ha llegado la hora de que ande el camino ya sin mí, hay tantas cosas por las que vivir, me gustaría volver a verle sonreír, él es todo cuanto amo, y ahora que ya no estoy junto a él, le cuidare desde aquí, desde mi cielo, donde aguardo poder ver nuevamente lleno de estrellas el cielo de su mirada.
Marco; gracias, de verdad gracias por todos esos bellos momentos que vivimos juntos, te amo.
Marco cerró ese extraño cuaderno que encontró sobre la tumba de Ace en una visita, el cual tomo porque este tenía escrito su nombre, y aun con una lagrima en su rostro lo abrazo, sonrió y dijo – Espera por mí, ya sea uno o mil años, no te libraras de mi tan fácilmente – ese cielo se ilumino con nuevos bríos y una nueva meta.
…FIN…