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LIDHEMIOUS -Another Story por JennyYiNa

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Notas del capitulo:

Hello!!! Hoy traigo el ultimo capitulo de esta mini historia n.n  Sin mas que decir las dejo leer...

Five and Final…

 

 

 

Ya no le quedaban más balas y estaba a punto de ser encontrado, le parecía raro que los hombres no fueran al sótano ¿acaso también lo querían muerto a él? Obvio que sí. Escuchó unos pasos por la habitación, supo en ese momento que estaban ahí y ese sería su fatal final. Se preparó para recibir los disparos.

 

De repente solo escuchaba quejas de dolor y golpes, salió de su escondite. Su sorpresa fue grande al ver que Alois estaba peleando contra los hombres con todo lo que tenía. Los dos hombres eran más fuertes que el menor por lo que en fuerza le ganaban, pero no en velocidad. Rápidamente Alois sacó su pistola y le disparo a uno, iba a hacer lo mismo pero el otro tomo como rehén a Claude y le apunto en la cabeza con su arma.

 

Alois bajo un poco su pistola y miro algo preocupado al pelinegro.

 

    -Suelta el arma y prometo que no le hare nada a tu jefe. Entreguen a Marishca y saldrán vivos de aquí-. Dijo el hombre sonriendo.

 

Alois no sabía que escoger, si a la mujer querían ¿Por qué no se la llevaban y ya? ¿o algo tramaba Claude? Sin chistar ni nada bajo el arma y la puso en el suelo.

 

    -Suéltalo ahora, la mujer no sé dónde está, ella a mí no me interesa.

 

El hombre soltó a Claude. -Dime donde esta Marishca y prometo que nos iremos sin causar más daños y que el jefe les perdonara su patética vida.

 

   -No les diré a ti ni a tu jefe, dile que ella ahora me pertenece-. Contestó Claude a lo cual recibió un golpe por parte del agresor.

 

    - ¡Claude! - Alois no entendía porque el afán de tener a la mujer junto a él sí solo le causaba problemas. Se levantó de donde estaba y golpeó con más fuerza al otro.

 

Claude miraba como Alois peleaba para defenderlo, no sabía porque el chico había regresado si se suponía que ya no volvería. El agresor disparó, pero solo le causó un rasguño al menor, con toda su fuerza, Alois intentó quitarle el arma y arrojarla lejos. Ya indefenso el agresor, pudo golpearlo con más facilidad. De un puñetazo lo dejó noqueado en el suelo.  El rubio, agitado y manchado de sangre giro a ver furioso al pelinegro.

 

   - ¡¿Eres idiota o qué?!-. le gritó sujetándolo del cuello. - ¡Pudiste haber muerto por culpa de esa maldita!

 

   -No lo soy-. Le respondió de la forma más neutral que podía.

 

  - ¿Entonces porque arriesgas el pellejo por ella? Si la quieren dáselas para que te dejen en paz. No sabes cuánto pasé por preocuparme por ti desde ayer.

 

    -Pensé que ya no te importaba.

 

    -Claro que me importas, soy tu guardaespaldas y como tal prometí cuidarte con mi vida.

 

Claude quedó en silencio después de lo último que dijo el menor.  Alois lo obligó a mirarlo.

 

    -Lamento si nunca te agradecí todo lo que hacías por mi o nunca te conté de lo que sufría, porque solo me lo guardaba para mí mismo. Mi manera de agradecerte ahora es protegiéndote, y lo seguiré haciendo hasta que tú me digas que ya no me necesitas.

 

El pelinegro soltó una pequeña risa. –Pensé que yo te protegía a ti, pero parece que todo era al revés. Nunca me contaste como te sentías, vamos, no era adivino para saber lo que pasabas. A pesar de lo que te dije has vuelto.

 

    -Y lo seguiré haciendo…-. Dicho eso le extendió la mano a Claude para levantarlo.

 

 

 

Un ruido proveniente del sótano los hizo apresurar su paso. Alois recibió una llamada de Ciel por medio de su comunicador.

 

    -Alois, parece que traían un as bajo la manga. Hay otra persona dentro pero no logre visualizarla.

 

    -No te preocupes, ya vamos a revisar el lugar.

 

Corto la llamada y verifico que Claude viniera detrás de él.

 

   -¿Hannah está cuidando a esa tipa?

 

    -No, también esta Sebastian dentro-. Respondió Claude.

 

    -Rayos, si Ciel se entera querrá entrar y yo no me puedo arriesgar a perder seguridad afuera.

 

    -Entonces movámonos rápido y acabemos con esto pronto antes de que los vecinos sospechen por tanto ruido.

 

    -De acuerdo-. Le respondió Alois.

 

 

 

Hannah apuntaba con su arma para defender a Sebastian, un encapuchado les tenía en la mira también. Marishca solo observaba desde su lugar esperando impaciente que se la llevaran del lugar.

 

    -Muévanse o disparare-. Advirtió el otro.

 

La morena no respondió nada, pero Sebastian señalo hacia la alemana. -Si tanto la quieren entonces llévatela. Tienes el camino libre.

 

El agresor miro a la mujer y con desconfianza a Sebastian. Bajó un poco el arma y caminó despacio hacia Marishca sin perder de vista a los otros dos. Al estar frente a ella la tomó del cuello con fuerza causando confusión en Sebastian y Hannah.

 

     -¿Tú crees que el jefe realmente te necesita con vida?-. apoyó el arma en la frente de la mujer. -Él solo quiere que mantengas cerrada la boca por la eternidad-. Le susurró.

 

Marishca abrió los ojos llevándose un enorme susto, el escalofrío que sentía al saber que seria asesinada le recorría su espalda.

 

    -Quien la va a matar aquí soy yo, suéltala o juro que te atravesare tu maldita cabeza-. Amenazó Alois desde la puerta junto con Claude.

 

El hombre miro a Alois y le dirigió una mirada asesina al rubio, pero eso no le intimido en absoluto a Alois. El hombre desconocido soltó bruscamente a Marishca y dirigió su arma en dirección a Hannah, después de eso jalo el gatillo. Como si todo hubiera sido en cámara lenta, Hannah esquivo la bala y Alois le disparo al tipo en el hombro. Esa situación enfado al menor que rápidamente volvió a cargar su pistola.

 

     -Mal nacido, no vuelves a tocar a nadie de mis amigos-. Le disparó de nuevo en el otro hombro.

 

El tipo le disparo también en el brazo, pero no lo inmutó. Claude pensaba que esa situación se salía de control y que pronto moriría el chico si seguía así. Sintió como era empujado hacia afuera por el mismo Alois.

 

    -¡Vete de aquí antes de que te lastime también!-. le ordenó sin quitar su vista del objetivo.

 

Claude negó rotundamente. -No, no te voy a dejar aquí, no voy a dejar que te lastimen de nuevo.

 

Se le acabaron las balas y a su enemigo igual, se salió del cuarto y recargo lo más pronto posible su arma.

 

     -¡No te estoy pidiendo tu opinión! Si te digo que te largues te largas.  Yo estaré bien, tú, Sebastian y Hannah salgan de aquí con la alemana, yo me encargo de este tipo.

 

    -¡No te voy a dejar!

 

    -¡VETE! NO QUIERO QUE MUERAS POR MI CULPA.

 

Claude no dijo nada, solo se quedó atónito, Alois se revolvió el cabello frustrado.

 

    -Recuerdo todo, te dije que te protegería esta vez, solo hazme caso una maldita vez en tu vida. Vete, sal afuera, Ciel los estará esperando, yo acabaré con lo que empezaste. Por favor.

 

El pelinegro lo miró por un instante, tomo solo unos segundos para que reaccionara y tomara una decisión.

 

     -Está bien-. Respondió al final.

 

Sebastian salió del sótano con Marishca presa de manos. -Debemos irnos ahora, Hannah está deteniéndolo, pero no creo que pueda hacerlo.

 

Alois se asustó y rápido entro a ayudar a su compañera. Claude miro muy enfadado a Marishca.

 

     -Si salimos con vida de esto tendrás que explicarme muchas cosas.

 

 

 

Hannah le dio una fuerte patada en el rostro, pero no fue lo suficientemente fuerte para derribar al hombre. El desconocido iba a golpearla con un puño, pero fue detenido a tiempo por Alois que después le dio un codazo en el cuello.

 

    -Volviste ricitos de oro-. Burlón comentó el agresor.

 

    -Solo pelea basura, y no soy ricitos de oro.

 

Dicho eso volvieron a pelear los tres, dos contra uno. Extrañamente el hombre era muy resistente y fuerte además de veloz. Hannah recibió una patada en su pierna derecha que la obligó a caer al suelo, Alois le dio un puñetazo en la mandíbula y luego un golpe en el abdomen para finalizar con una patada en la espalda. El tipo cayó al suelo, pero velozmente le jalo la pierna al rubio para derribarlo también. Ahí, el más grande se le subió encima y comenzó a golpearlo. Hannah no soportaba solo quedarse en el suelo y mirar como Alois era atacado de esa manera, se arrastró a una silla que estaba cerca y a como pudo la tomó y se la lanzó con todas sus fuerzas a la cara al otro.

 

Con suerte, el hombre cayó desmayado al suelo y Alois pudo pararse, tambaleándose, pero aún seguía consciente, su cara estaba ensangrentada completamente pero no lo tenía para nada. Hannah se preocupó al verlo así.

 

     -Estaré bien-. Con voz cansada le respondió antes de sujetarla en sus brazos y salir lo más rápido que podían de ese lugar.

 

Claude y Sebastian los esperaban afuera junto a Ciel, Marishca permanecía esposada junto al peli azul. Los dos guardaespaldas salieron de la casa demasiado heridos, en ese instante Claude intentó acercarse a ellos dos para ayudarlos, pero un clic se escuchó detrás de la cabeza del rubio.

 

     -Denme a la mujer y prometo que no te volare la cabeza en pedazos ahora mismo-. Menciono el otro mercenario detrás de él.

 

Alois no comento nada al respecto y solo miraba fijamente a Claude, quien también le miraba, pero con más preocupación. Miró a Ciel y le guiño un ojo a lo cual el peli azul pudo comprender.

 

     -Está bien, te daré a la alemana, pero antes deja que ella se vaya-. Refiriéndose a Hannah.

 

    -De acuerdo, pero que sea rápido o tu jefe y todos los que están aquí pagaran los platos rotos.

 

Alois asintió. Con cuidado bajo a Hannah al suelo, miro de nuevo a Ciel. El hombre mantenía su vista en Alois cuidando de que no hiciera nada repentino, mas sin embargo no había visto que había otro mercenario alrededor. Ciel sacó su revolver y disparo en el pecho del enemigo tumbándolo de inmediato sin darle oportunidad de responder al ataque.

 

El menor volteó hacia atrás dándose cuenta de que su enemigo había muerto instantáneamente. Se sintió aliviado que pudo ponerse en pie y dirigirse a los demás con Hannah a su lado. Sebastian y Ciel le ayudaron con la morena y Claude lo abrazo sin avisarle. Sintió muy bien ser abrazado de nuevo por esa persona que creía ya demasiado importante en su vida.

 

     -No vuelvas a hacer cosas peligrosas así o te juro que voy a volverme loco a causa tuya-. Le dijo Claude.

 

    -No te prometo nada-. Se burló Alois respondiendo al abrazo.

 

    -¡Maldición!-. grito Ciel impactado.

 

Los demás miraron hacia él y el chico miraba sin habla el cuerpo inerte en el suelo de la alemana.

 

    -¿Pero cómo es que paso eso sin darnos cuenta?-. preguntó Sebastian.

 

   -Hay un dardo en su cuello-. Comentó Alois acercándose al cuerpo. -Definitivamente este es un dardo con veneno, lo reconozco porque hubo un tiempo que los usé-. Se levantó y observo a todos lados.

 

    -Debe haber un francotirador en una de las copas de los árboles, pero no se logran ver-. Comento Ciel ahora mirando también alrededor.

 

Claude maldijo en sus adentros la situación, ahora ya no conseguiría la información que requería.

 

 

 

Días después…

 

 

 

Dejó de ver las flores para centrar su mirada en el mayor. Se levantó de su silla y camino hacia Claude, quien estaba revisando unos papeles de la empresa en su escritorio. Se apoyó en el escritorio atrayendo la mirada del pelinegro, le regalo una de sus tantas sonrisas, de las cuales hace mucho no dejaba ver.

 

    -¿Sabes? Durante el tiempo que anduve vagando me di cuenta de que el pasado ya no es muy importante en el futuro y el presente. Tenías razón, lo que fui en el pasado no debe repercutirme en el futuro.

 

Claude lo miraba sin responder, algo que le incomodaba un poco. Aclaró su garganta para quitar lo extraño de la atmosfera.

 

    -Ah, sí, cuando recuperé mis recuerdos creo que, antes del ataque yo te había dicho unas cosas pero no sé muy bien de qué.

 

    -Ah sí, esa vez que me confesaste indirectamente que me amabas, lo recuerdo como si fuera ayer-. Lo dijo de la forma más natural, característico de él.

 

Alois se puso rojo como tomate de la vergüenza. -Yo no lo recuerdo así-. Bufó tratando de olvidar ese suceso.

 

   -Como tú digas, pero debo recordarte que yo si tengo buena memoria-. Retomo su trabajo ya ignorando las explicaciones sin sentido de su guardaespaldas.

 

Alois sacó su arma y sin aviso previo se acomodó en las piernas de Claude.

 

     -Lo bueno de ser tu guardaespaldas y bueno en el tiro a larga distancia es que puedo matar y acabar con cualquiera que intente acercarse a ti, aun si es la más aclamada tipa del mundo. Creo que a veces si sirve mi lado frio y sin alma.

 

Claude no sabía si interpretar eso como bueno o malo. Sujeto de la cintura a Alois y se dirigió a los labios de este, el beso fue largo sin nada más que sentimientos transmitidos en él.

 

    -Recuerda que yo también soy a sangre fría y no dudaría en matar a cualquiera que se acercara.

 

Alois sonrió y lo volvió a besar. -Eso jamás pasara, los dos juntos acabaremos con aquellos que quieran hacernos daño.

 

    -Claro.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bien, aqui finalizamos esta corta historia. Quiero agradecerles a aquellos que comentaron n.n espero volverlos a ver. Se que esta historia no tuvo tanto como la de Ninphedemious pero algo es algo.  

Sin mas que decir no vemos muy pronto!!


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