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Fundashi-kun por FruttiKouki

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Notas del capitulo:

¡Hola! He vuelto, despues de unas vacacioes que disfrute mucho a pesar de que crei que no, y la primera actualización es para está linda historia. 

Les deseo a todos un feliz año nuevo (aunque ya es un poco tarde xD ). Y agradezco a todas las personitas que me dejaron sus lindos reviews. 

¡Nos leemos abajo!

La mañana había llegado normal para Furihata. Se levantó cuando su madre lo llamó y se vistió con su uniforme.

Al bajar las escaleras, sentado en uno de los sofás de la sala, se encontró con Kagami que lo esperaba. Desayunó apresurado para no hacerle esperar más, aunque Taiga le había dicho que no se preocupará por ello, que aún era temprano.

- Perdona que me haya tardado – se disculpó el castaño mientras ambos caminaban rumbo a la escuela.

Kagami negó ligeramente con una sonrisa para quitarle pesar al asunto. – Debiste haber comido más tranquilo. Te dije que no había ningún problema.

Kouki sonrió con cierta vergüenza por haberle contradicho en ese momento. Llegaron a la entrada de su destino donde Kuroko les esperaba leyendo una de las novelas cortas que solía comprar en las librerías.

- Buenos días, Kuroko – saludó con ánimo Furihata. Tetsuya, que hasta el momento se hallaba con la vista clavada en las letras que narraban la historia fantástica de un chico común, miró al castaño con una ligera sonrisa, aunque a Kouki le pareció que el pelo celeste deseaba decirle algo.

- Buenos días, Furihata-kun. Buenos días, Kagami-kun – saludó el pelo celeste con su usual gesto estoico.

Kagami miró al chico con un poco de duda y asintió al saludo. – Buenas – respondió y entraron a la escuela. Cuando se hubieron despedido del castaño, ambos, luz y sombra, se dirigieron al salón en silencio.

- Kagami-kun, me enteré que ayer besaste a Furihata-kun – avisó desde su asiento, Kuroko. Taiga se sobresaltó y su cuerpo comenzó a sudar frío a la vez que se erguía en su asiento. – Bueno… Tú sabes, me parece que los miraron.

- ¿Quiénes?

- Fukuda-kun y Kawahara-kun

El pelirrojo frunció el ceño al encontrarse siendo descuidado, aunque realmente no le importaba que alguien más les hubiera visto. Se giró para ver al chico fantasma, quien seguía su lectura.

- Yo también ya lo he besado, antes de que se encontrará contigo en la entrada de la escuela.

                                               *                             *                             *                             *

- ¡Hey, enamorado-kun! ¿Me pasas la tarea de historia? Me la he pasado en vela con el nuevo video juego – Fukuda se acercó con una sonrisita que a Kouki no le prometía nada bueno.

- ¿Enamorado? ¿De qué hablas? – preguntó con confusión el castaño mientras sacaba su cuaderno de apuntes.

El pelo negro se encogió de hombros con una sonrisa. – Bueno, ya sabes. Con eso de que ya tienes pareja, es normal que estés enamorado, ¿no?

- Yo no tengo pareja. – Afirmó Furihata entrecerrando los ojos. A su mente vino el recuerdo del beso que había recibido del tigre de Seirin y llegó a la conclusión de que su amigo pensaba que ellos eran pareja. – Kagami y yo no estamos saliendo – comentó con un ligero sonrojo en las mejillas a la vez que le pasaba sus apuntes a Fukuda.

- Yo creí que sí. ¿Entonces por qué se besaron?

Kouki se encogió en su propio lugar queriendo evitar la explicación de que sus compañeros de equipo estaban enamorados de él. – Es que…

- ¡Furi! ¡Fukuda! – les llamó, exaltado, Kawahara desde la puerta. Ambos voltearon al verlo de ese modo, puesto que siempre solía ser el más calmado de los tres. – Furihata, son Kagami y Kuroko. Ambos están hablando en la azotea.

El castaño, casi de inmediato, se levantó del asiento para salir del salón siendo seguido por Hiroshi. - ¿Qué paso?

- No estoy seguro, pero a lo que me dijeron es que ambos subieron luego de tener una discusión en el salón. Parecían muy enojados y no han bajado desde la segunda clase.

                                               *                             *                             *                             *

Terminaba de anotar los apuntes que estaban en el pizarrón. Tarareaba una de sus canciones favoritas sin importarle que molestaba a la chica que se sentaba frente a él. <<Ah… Hace un día perfecto, debería ir con Kotaro para platicar un rato.>> se dijo al finalizar. La siguiente hora la tendrían libre y por ello mismo, en lugar de estudiar para el próximo examen que presentaría, se encaminó al salón a un costado del suyo.

La vibración del celular le hizo sobresaltar y se dirigió con rapidez al baño para evitar que le regañarán por traerlo.

- ¿Diga? – contestó desde uno de los cubículos sin siquiera mirar quien era el remitente.

Unos jadeos de cansancio se escucharon desde el otro lado del auricular y una que otra voz gritando cosas que no podía comprender del todo. - ¿Mibuchi-san?

- ¿Quién habla? – preguntó extrañado. No conocía esa voz, sin embargo, al mirar la pantalla, se dio cuenta de que era del número de Furihata de quien llamaban.

- S… Soy Kawahara Koichi, un amigo de Furihata Kouki. Me dijo que le llamará para pedirle ayuda. – La voz se escuchaba exaltada y con fatiga.

- ¿Qué le pasa a Kou-chan?

- Es que… Kagami y Kuroko están peleando. No sé exactamente el porqué, pero tiene que ver con Furi.

<<Valiente ayuda la que tiene>> pensó Mibuchi poniendo los ojos en blanco por la falta de información. – Mira, primero que nada, traten de calmarlos. Que Kou-chan lo haga. Que les diga que primero deben hablar.

- Ya lo intentamos, pero es imposible. Al parecer, ambos están enojados porque… amm

- ¡¿Por qué?! – dijo exasperado, Reo.

- Porque besaron a Furihata. Ambos, sin que lo supiera el otro. Así que cuando se enteraron se fueron a arreglar las cosas a la azotea.

Mibuchi soltó un suspiro. No podía creer que fueran tan idiotas esos chicos. – Pásame a Kuroko – pidió el pelo negro con tono amenazante. Aunque él no estuviera presente, estaba seguro que podría hacer algo para aligerar el ambiente.

- Claro. Kuroko, te llaman. – Un silencio quedó estancado por cortos segundos donde lo único que se escuchaba al otro lado eran unos cortos y bajos susurros.

- ¿Bueno? – contestó el pelo celeste a la llamada.

- Kuroko, ¿qué ha pasado? De pronto me llaman para enterarme que están haciendo toda una escena en la escuela.

El suspiro de frustración de escuchó claramente en el teléfono, lo que hizo que Reo se sintiera enojado. <<Debería ser yo el que hiciera eso>>.

- No es nada grave. Sólo que Kagami-kun y yo debemos arreglar unas cuantas cosas. – contestó como si nada, Kuroko. – No es algo que deba incumbir a Mibuchi-kun.

Un pequeño, pero notorio, tic se instaló en el ojo derecho del mayor, mientras su cuerpo se tensaba por la furia que comenzaba a acumularse. - ¡Eres un idiota! ¡Por mí cómanselo entero! ¡Ya no me interesa!

Y colgó.

Salió del baño echando humos, enojado hasta la medula. << ¿Quién demonios le pasa a ese tipo? Esa no es la manera de hablar con un senpai. ¡Maldito! ¡Maldito él y Kagami! >>

- Al parecer no te encuentras en buen humor, Mibuchi – aseguró Akashi caminando hacia él. - ¿Puedo saber la razón?

Reo se cruzó de brazos con la furia corriéndole por las venas. Su ceño se frunció más de lo que estaba. – Me acaban de llamar del número de Kou-chan – respondió tomando de sorpresa a su capitán. – Me dijeron que Kuroko y Kagami se están peleando porque ambos besaron a Kou-chan y se van a pelear.

- Sigo sin entender la razón de tu enojo – aclaró el pelirrojo a la vez que, por alguna razón que no lograba comprender, apretó los puños a sus costados.

- Pues, pedí hablar con Kuroko y fue muy grosero conmigo. Así que le dije que hicieran lo que quisieran, que ya no me importaba.

Akashi apretó la quijada con fuerza y sus músculos se tensaron al escucharle. ¿Harían algo ese par? No estaba seguro, pero su otra personalidad parecía, en cierta manera, inquieto. Paseó la mirada por el pasillo bajo la atenta mirada de Reo que no paraba de refunfuñar cosas sobre los de Seirin.

- Puede que eso que les dijiste lo tomen a literal – comentó Seijuro con seriedad tomando su propia barbilla. – Entonces, Furihata-kun tendría problemas. – Volteó la vista a la ventana a su derecha. ¿Debería preocuparse? Realmente no era asunto suyo. Sonrió ligeramente por lo que haría. ¿Acaso su otro yo sabía algo que él desconocía? Podría ser, después de todo, él no podía recordar lo que había pasado la noche en la que se quedó en la casa del castaño. ¿Por qué su otra personalidad guardaba celosamente ese corto lapso de tiempo?

- Será mejor que, terminando las clases, nos comuniquemos con ellos. No sería bueno que se metieran en problemas.

 

Notas finales:

Y... ¿Qué les pareció? Sé que algunas personitas me dirán que no puse sobre lo del AkaFuri del cap pasado, pero primero debo explicar cómo se llegó a eso (7w7r) Así que pronto se sabrá con exactitud ello. 

Espero les haya gustado y si es así me gustaría que dejarán sus lindos reviews que siempre me animan (>u<). 

Nos vemos en el siguiente capítulo OwO)/"


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