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Fundashi-kun por FruttiKouki

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí les traigo otro capitulito que nos dejará en suspenso ya que no es el último (xD). Perp como prometí que habría un poco más de KuroFuri y KagaFuri lo alargaré solo un poquito. 

Muchas gracias por los lindos reviews que me dejaron, sinceramente tenía un poco de temor sobre la respuesta de Reo, pero me alegra que haya sido bien recibida. 

¡Nos leemos abajo!

Su celular lo despertó al recibir un mensaje, abrió los ojos con pesadez al recordar que debía presentarse en la escuela. Se levantó para tomar su teléfono y saber la hora. Las 6:40 de la mañana, demasiado temprano para comenzar a prepararse para la escuela, siempre solía ser bastante débil cuando se despertaba, y hoy no era la excepción.

Abrió el mensaje, ni siquiera fijándose de quién se trataba, por ello mismo le tomó desprevenido el leerlo.

“Buenos días, espero no te moleste que cada mañana te envíe un mensaje. Aunque, honestamente preferiría ser quien te despierte todos los días, así podría aprovechar para ver tu lindo rostro.”

Su rostro enrojeció llegando hasta las orejas, miró rápidamente al remitente dándose cuenta que era de Akashi de quien se trataba. Jamás había pasado por su mente que el pelirrojo fuera alguien tan detallista, aunque no podría decir que le molestaba, pero sí lograba hacerlo despertar del todo.

Mordió su labio inferior con nerviosismo, no sabía qué responder, pero estaba seguro que debía contestar algo, después de todo, se trata de su novio. Tomó un poco de aire, nunca había batallado tanto para responder un mensaje, pero ahí estaba Seijuro haciéndole cambiar de opinión.

“Buenos días, Akashi-kun. Espero que tengas un buen día.”

Envió el mensaje dándose golpes mentales por lo corto que respondía, pero, ¿Qué se suponía que tenía que decir? Él no se atrevía a comentar ese tipo de cosas, como el decir cuánto le gustaba que le enviará mensajes en las mañanas, que deseaba verlo en ese momento, que quería volver a repetir el beso que se habían dado el día anterior, pero no lo decía ya que sentía vergüenza. Si seguía de ese modo no podría ver a la cara a Akashi.

Sus memorias le llevaron al día anterior, el momento que, al menos a su parecer, se le había hecho el más difícil de toda su vida.

- Así que la decisión la tienes tú, Furihata. – La seriedad en la voz del pelirrojo de Rakuzan le ponía entre la espada y la pared. Él tenía que elegir, y era eso lo que se le hacía demasiado difícil, no quería hacer sentir mal a aquellos que rechazaría, pero sin haberse dado cuenta su corazón ya había escogido. <<Solo espero que esto no arruine la amistad que tengo con ellos.>> Fue lo único que pensó antes de poder responder.

- P… Para mí… Es difícil decirlo, pero creo que merecen una respuesta después de todo. – Sus labios temblaban y el agarre que había mantenido con Reo lo soltó. Tenía que sentirse seguro de lo que sentía, más aún ahora que sabía que era correspondido. – Kuroko. Kagami… - llamó a ambos con un poco de tristeza en la voz, no quería arruinar su relación con ellos. – Lo siento…

Se levantó de la cama para tomar un baño, puesto que después de ese mensaje que había recibido la idea de volver a dormir se esfumó.

                                               *                             *                             *                             *

Su cabeza dolía, pero eso no se comparaba con el dolor que sentía en el pecho. Desde el día anterior, cuando escuchó la respuesta de Furihata, sintió que algo en su interior se había desgarrado. No quería asistir a la escuela, pero si faltaba su asistencia perfecta en los entrenamientos se vería afectada, además de que, aunque el castaño no sentía lo mismo por él, eso no quería decir que se quedaría con las manos cruzadas. Aún si a Seijuro o Kagami les parecía inútil, él se esforzaría por enamorar al pequeño chihuahua para tenerlo, solo que en esta ocasión evitaría hacer algo en contra de su voluntad.

- Furihata-kun… - Su pecho comenzó a doler al saberse no correspondido, desde hacía meses que se había fijado en el castaño, pero nada de lo que había hecho había servido para lograr llegar al corazón de Kouki. - Acaso… ¿No soy bueno para ti? – su pregunta había salido casi con voluntad propia, sabía que eso lastimaría a Furihata, pero no quería darse por vencido, no de esa manera.

Se sintió traicionado por Akashi, pero no podía culparlo de nada, no si era de quien Kouki se había enamorado. Miró a los ojos cafés de Furihata, le miraba con culpabilidad y eso era lo que menos quería.

- N… No es eso, Kuroko. – Se apresuró a responder el castaño quien, a su parecer, parecía buscar la manera de explicar las cosas, pero no podía decir que Kouki se sentía arrepentido por haber dicho lo que sentía.

Se levantó de la cama justo cuando la alarma comenzaba a sonar, ¿de qué servía una alarma si se terminaba despertando antes que ella? Pero en cierta manera le daba seguridad. Miró la hora en el reloj de su celular, eran las 7:00 de la mañana, justo a tiempo para lograr cambiarse y desayunar tranquilamente. Tenía planeado esperar a Kouki en la puerta de la escuela para poder encaminarlo a su salón, no le importaba si tenía pareja el castaño, él buscaría la manera de hacerlo suyo porque estaba seguro de que lo que sentía era amor.

- Kuroko, ya levántate. – avisó su madre desde el otro lado de la puerta tomándole desprevenido al no haberla logrado escuchar, pero era bastante normal que le sucediera con ella.

- Ya me levanté.

                                               *                             *                             *                             *

Desde hacía más de quince minutos que su alarma había estado sonando, se estiró a lo largo de la cama soltando un bostezo. ¿Qué estaría haciendo en ese momento el castaño del que se había enamorado? No estaba seguro de querer saberlo, pero aun así su corazón seguía latiendo con dolor por verse rechazado. No quería que todo acabará de ese modo, no aún.

Sus memorias le recordaron a las palabras de Kuroko la noche anterior cuando caminaban de regreso a casa, durante todo el camino no habían dicho nada, Kagami sentía que si decía algo su voz se terminaría quebrando.

- No me voy a rendir. – Las palabras de Kuroko le sorprendieron por completo, por su parte no se había rendido, pero temía lograr que el castaño lo odiará.

- ¿A qué te refieres? – no estaba seguro si el pelo celeste hablaba de lo mismo que él estaba pensando, quería cerciorarse de que era lo que creía. Kuroko se detuvo frente a él, en su mirada se veía la decisión que solía poner en cada partido que jugaban.

- A la decisión de Furihata-kun. No permitiré que esto termine aquí, no quiero obligarlo a nada, pero no puedo quedarme sin hacer nada. De alguna manera u otra haré que me note. – Taiga bajo la mirada, él tampoco quería darse por vencido, pero ¿sería correcto?

Talló su rostro con ambas manos, no estaba seguro de que lo que haría estaría bien, pero quería probarlo. Quería volver a ver la mirada tierna de Furihata fijada en su persona, que lo volviera a admirar como cuando jugaban contra la generación de los milagros. Estaba más que seguro que, aunque así lo deseará, no podría darse por vencido, él no era ese tipo de persona.

                                               *                             *                             *                             *

Acomodó su corbata negra mientras se miraba al espejo de cuerpo completo, su rostro parecía haber cambiado hasta para él y varios de los trabajadores de su casa le habían preguntado si le había pasado algo bueno, solo él sabía la razón.

“Buenos días, Akashi-kun. Espero que tengas un buen día.”

El mensaje había sido bastante corto, pero estaba más que seguro que Furihata se había sonrojado por su mensaje. <<Tan adorable.>> Fue el pensamiento que lo unió a su otro yo en ese momento. Ahora que tenía a Kouki de su lado solo quedaban dos cuestiones por resolver.

La primera sería: ¿Qué harían Kagami y Kuroko a partir de ahora? Él no podía estar presente para defender a su pareja. Le preocupaba que quisieran sobrepasarse con Furihata, ya que desde antes que comenzarán a salir ya habían intentado hacerlo.

La segunda sería: ¿Cómo se arreglaría con su otra personalidad para estar con su novio? Suponía que eso no sería tan problemático, o al menos eso pensó al principio, pero tras sentir la intensidad del monopolio que tenía su otro yo temía que no pudiesen llegar a un acuerdo.

- “Podría ser bueno que tomarás mi opinión también” – le habló su otro dentro de su mente, parecía ofendido. – “No tienes que tratarme como si fuera a abusar de él. De hecho, de nosotros dos, yo soy quien más ha respetado a Furihata” – el comentario le dio un poco de molestia a Akashi, pero sabía que tenía razón, puesto que cuando se dio cuenta de sus sentimientos trató de acercarse bastante al castaño logrando ponerlo más nervioso.

- Eso no puedo refutártelo, pero tampoco significa que yo lo vaya a hacer. Tú mismo te diste cuenta ayer, nos dijo que quería tomarse su tiempo para conocernos, a ambos. – Akashi sonrió ante la sorpresa que sintió por parte de su contraparte, tenía razón, ninguno de los dos quería presionar al cachorro.

- “Es difícil creer esa seguranza sin fundamentos.” – soltó el otro con un bufido en burla. – “Pero parece ser que no podremos avanzar si no tomamos en cuenta lo que piensa Kouki. Lo mejor será hablarlo con él y así poder saber cómo proceder.”

Akashi lo pensó por varios segundos, podría ser que eso fuera la mejor acción a seguir, pero temía que Furihata decidiera estar con solo uno de ellos, si así fuera ¿qué hacer? ¿debería dejarle el control de su cuerpo a su otra parte? No estaba seguro de querer hacerlo, pues también amaba al castaño.

- “Ambos sabemos que Kouki no es ese tipo de persona. Si él nos escogió debe estar consciente de lo que conlleva salir con nosotros.”- le aseguró el otro. Era verdad, Furihata no era alguien que despreciará a las personas.

Soltó un pequeño suspiro que le ayudó a relajarse, se dio una última vista frente al espejo y salió de su habitación tomando su mochila y celular, quedaría con el castaño para decidir lo que pasaría.

                                               *                             *                             *                             *

- Buenos días, Mibuchi. – saludó con una ligera reverencia, no quería arruinar está oportunidad que se le proporcionaba. Sonrió internamente al observar como las mejillas de Reo tomaban un poco de color para luego fruncir el ceño evitando su mirada.

- Ni creas que pasar por mí en las mañanas te dará puntos. – Mintió el pelo negro, aunque en realidad le parecía bastante atento por parte de Mayuzumi ese gesto. Subió al auto que los llevaría a la escuela, aún estaba nervioso por comenzar una relación con el pelo gris, pero no negaría que le hacía sentir emocionado al respecto.

- No es esa mi intención, solo me gustaría que fuéramos juntos a la escuela como una pareja. – Reo abrió un poco los ojos en sorpresa, cada comentario que Chihiro lograba hacer le hacía sentir vergüenza, además de que lo ponía un poco más nervioso que el minuto anterior.

Miró por la ventana para evitar observar al pelo gris, en su persona sentía la mirada atenta de este lo que le ponía los pelos de punta. – Deja de quedárteme viendo. – Riñó al otro haciendo un ligero puchero para evitar que se viera su vergüenza, cosa que no resultó.

Mayuzumi sonrió ligeramente antes de dirigir su vista a un costado. – Me disculpo, pero no puedo evitarlo. – Hizo que su voz sonará tranquila, sin embargo, había algo que lo había mantenido bastante en duda y que temía un poco en preguntar. – Mibuchi… ¿en verdad sientes algo por mí? – Aun cuando el mismo Reo le había dicho que sí, creía que era demasiada suerte la que tenía como para ser cierto. No era que dudará de los sentimientos del otro, solo que no estaba seguro si podía confiar en que sus oídos habían escuchado bien.

- ¿Acaso no me crees? – bufó molesto Reo. Lo volteó a ver mientras alzaba una de sus cejas. - ¿Crees que le diría a cualquiera que me gusta? – comenzaba a sentir su rostro arder, pero no por ello se detendría en aquel monologo. – Además de que debes saber que tendrás que ser el padre de Kou-chan, no podemos dejar que Sei-chan se propase demasiado rápido. – Finiquitó la conversación para luego volver a su antigua posición.

El otro se sorprendió por sus palabras y sus labios finos se enarcaron haciendo una sonrisa sintiéndose feliz por aquella confirmación. Con disimulo tomó la mano del otro, cosa que Mibuchi no le denegó. – Al menos ya tenemos un hijo.

                                               *                             *                             *                             *

Caminaba tranquilamente hacia la escuela, con sus manos sostenía el nuevo libro que leía. Trataba de evitar chocar con alguno de sus compañeros sin perder la lectura que llevaba. Al llegar a la entrada de la escuela no logró evitar que su cuerpo se pegará con alguien que se paró frente a él.

- D… Disculpa… - dijo Furihata con real arrepentimiento.

- Buenos días, Furihata-kun. – Saludó Kuroko mientras le sostenía del codo para evitar que cayese. - ¿Podríamos hablar?

Notas finales:

¿Qué le dirá Kuroko a Furihata? ¿A qué conclusión llegará Akashi cuando hable con Kouki? ¿Mayuzumi querrá aceptar la relación entre Akashi capitán y Furihata hijo? (xD)

Bueno, espero con ansias sus opniniones sobre el capítulo de hoy, espero y les haya gustado. 

Por cierto, ¿tienen algún manga yaoi que me puedan recomendar? Leo casi de todo (casi) solo que no me gusta el furry (no sé si se escribe así xD). Algo así como hey, class president (lo amo <3) o brother, o hidoku shinaide (amodoro a Maya <3).

Nos vemos en el siguiente capítulo OwO)/"


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