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Fundashi-kun por FruttiKouki

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Notas del capitulo:

¡Hola! Les traigo KagaFuri (7w7r) Sinceramente quiero decir que escribí esto estando bastnate inspirada, pues apenas había leído el fic de "De sobrenombres y cursilerías" de Javmay ¡que me encanta! (se los recomiendo al igual que todos sus trabajos AkaFuri). Asi que puedo decir que me gusto este extra. 

Al final daré unas cuantas aclaraciones del capítulo, asi que les pido que pasen a leer para evitar dudas o algo así. 

Muchas gracias por sus reviews, los cuales me ayudaron a tener una nueva idea de un último final alternativo donde estará Furihata con los tres (7w7 loquisho~). 

¡Nos leemos abajo!

Extra:

Noche de lluvia: KagaFuri.

Ambos entraron con pasos rápidos cerrando tras de sí la puerta, Kagami quitó la chamarra que habían usado para evitar quedar mojados, aunque realmente no les había ayudado para nada. Quitaron sus zapatos y el pelirrojo encendió la luz de su departamento.

- Deja voy por algunas toallas. – Avisó notando el temblor en el cuerpo de Furihata mientras asentía y se abrazaba a sí mismo. Caminó en dirección al baño a la vez que en su mente se preguntaba el cómo habían terminado de esa manera.

Desde hacía tres meses que había comenzado una relación con el castaño, puesto que, poco después de la decisión de Kouki, sus ilusiones por tenerlo cerca se habían casi esfumado. Eso pensaba al menos, hasta que una noche, igual de lluviosa que ese mismo día, llegó Furihata a su departamento pidiéndole asilo por esa noche. Le comentó que esa misma tarde había terminado con el emperador, aunque prefirió solo decirlo a grandes rasgos. Ambos durmieron juntos esa noche, Kagami lo abrazó con ternura y comprensión para poder lograr ser su apoyo en esos momentos tan difíciles.

A la mañana siguiente se dedicó a consentir y distraer al castaño, a lo cual, con un poco de esfuerzo, Furihata fue enamorándose de él. Llevándolos a ese día de lluvia en el que habían decidido jugar un uno vs uno en la cancha cercana a la casa de Kagami, pero el cambio de clima les obligó a regresar.

- Toma, sécate con esto. – Taiga le entregó una toalla con la cual no dudo en tratar de secarse. Su cuerpo temblaba ante el frío por las bajas temperaturas, se retiró el suéter que parecía pesar más de lo que al inicio a causa del agua. Secó su cabello y cuello, aunque realmente estaba bastante empapado.

- ¿Me dejarías tomar un baño? – le preguntó Furihata. Kagami tragó saliva al darse cuenta de la manera en la que se transparentaban los pezones del castaño, retiró la mirada al sentirse avergonzado por sus propios pensamientos.

- Cl… Claro. Te prestaré algo de ropa, mientras yo haré algo de cenar. – Furihata siguió al pelirrojo que parecía comportarse de una manera extraña, pero prefirió no tomarle demasiada importancia al asunto.

- Gracias. – sonrió tímidamente Kouki al mismo tiempo que entraba al baño. Kagami asintió como si no fuera la gran cosa mientras rascaba su nuca y evadía los ojos de su pareja.

- Te dejaré la ropa en lavamanos. – Avisó antes de retirarse a su habitación. Kouki alzó una ceja, confundido por el comportamiento del tigre, se encogió de hombros dejándose una nota mental de preguntarle cuando estuvieran cenando.

Kagami, al entrar en su cuarto, cerró la puerta tras de sí y se cubrió el rostro con ambas manos tratando de calmar el sonrojo que le había invadido al notar el cuerpo que se esculpía debajo de la ropa mojada del castaño. Hasta ese momento no se habían tocado más abajo del torso, pero cuando lo miró de ese modo, sus manos cosquillearon ansiosas por querer tocarlo.

Se reprendió mentalmente por sus pensamientos y palmeó sus mejillas con fuerza para tranquilizar su acelerado corazón, y también aquello que comenzaba a despertar en sus pantalones. Se acercó al ropero recordando que le prestaría ropa al castaño, escogiendo un short que le quedaba un poco apretado y una playera con mangas largas color verde.

Debía dejar de pensar en cosas pervertidas, aunque todo se calmaría cuando Furihata saliera del baño con ropa seca.

                                               *                             *                             *                             *

<< ¿Acaso el universo tiene algo en contra mía?>> se preguntaba el pelirrojo con aire cansado. Se encontraba sentado frente al televisor mientras comía la cena rápida que había hecho, Furihata veía la televisión sin preocupación alguna más que la emoción del partido que veían en ese momento. Desde que había salido el tigre del baño, éste notó las piernas morenas del castaño que se dejaban notar debajo de la playera verde que le había prestado, su rostro explotó en un sonrojo que le obligó a retirar la mirada de su novio. La playera le quedaba tan grande que no se alcanzaba a notar el short que tenía debajo y hacía que Taiga dejará volar su imaginación.

- ¿Quién creer que gane? – preguntó Kouki antes de dar un bocado a su cena, Kagami le había preparado un omelette de arroz que tanto le gustaba. Los comerciales habían comenzado y ahora prestaba mayor atención al pelirrojo y a su comida. Desde que había salido, notó el cambio que había tomado el más alto hacia él, en cierta manera le dejaba inquieto al no saber la razón de ello, y más aún cuando salió de bañarse éste y no le había dirigido la mirada para nada.

- No sabría decirte. – comentó Kagami terminando su cena. Se levantó de la mesa para llevar los trastes sucios al lavaplatos, al menos podía darse un ligero respiro desde ahí. Con lo que no contaba era que Kouki se apresuraría en terminar su omelette y le alcanzaría en la cocina para dejar también su plato.

- ¿Sucede algo? – Furihata sonaba un poco dolido, incluso preocupado. Taiga se regañó al haberse dado cuenta de ello, el castaño no tenía la culpa de sus malos pensamientos. Se recargó en el lavaplatos soltando un suspiro, estaba dispuesto a decirle, aunque realmente sentía vergüenza por ello.

- Amm… Verás – Taiga tragó saliva al ver de soslayo las piernas del otro y más aun notando lo tierno que se veía con su ropa puesta, bastante erótico si le preguntaban, incluso de las mangas le quedaba larga. – Es que… verte con esa ropa es un poco… - se encogió de hombros dando por hecho lo que significaba.

- Lo sé, me veo ridículo. – Comprendió el 12 de Seirin sintiéndose avergonzado por como seguramente lo veía el tigre. Desde que se había puesto la ropa sintió vergüenza por lo grande que le quedaba.

- ¡No! – interrumpió el más alto mientras negaba. – No es eso, es solo que… - en su mente buscó las palabras correctas en las que pudiera explicarse. – Me… Me excita verte así, con ropa mía… puesta, y se ve bastante bien que te quede de ese modo. De hecho, desde que llegamos me dieron ganas de tocarte, pero creo que me estoy precipitando.

Ambos quedaron callados en la cocina, rojos por la vergüenza que les invadía aquella confesión. Kagami se arrepentía por haberlo dicho, mientras que Furihata se debatía en decirle lo que había pensado desde hacía unos días cercanos.

- ¡Furi! / ¡Kagami! – Hablaron ambos al mismo tiempo, interrumpiéndose el uno al otro.

Furihata, negando para darle la palabra al pelirrojo, le escuchó atentamente, con sus mejillas sonrosadas por lo que pensaba y con el pulso acelerado al saber que el tigre le deseaba.

- Bueno amm… Creo que quiero pedirte si… - Taiga tragó saliva, nervioso y al mismo tiempo ansioso por lo que pediría. - ¿Me dejarías dar el siguiente… paso?

Kouki, sintiéndose abochornado, pero mentalmente agradecido de que fuera Kagami quien diera el primer paso, asintió dos veces, evitando la mirada rojiza y salvaje de su pareja. Taiga, como si hubiera sido encendido un interruptor en su interior, se acercó con dos cortos pasos hacia el castaño, y le levantó el rostro para besarle de manera profunda y húmeda. Furihata intentaba corresponderle aquel beso tan demandante, mientras que con sus manos se sujetaba de la camiseta blanca que traía puesta el pelirrojo, estrujándola en cada mordisco que recibía en sus labios.

Al separarse, Kagami pegó sus frentes, no sin dejar ver una sonrisa complaciente por su respuesta. – Ve a mi habitación, arreglaré aquí y en un momento te alcanzo. – pidió en un susurro, de manera tan dulce y cariñosa, que Kouki no tuvo oportunidad de pedirle que fuesen juntos.

El castaño se dirigió al cuarto del propietario encerrándose y tomando asiento en la cama que yacía junto a la ventana, no tenía idea de cómo lo harían, y mentiría si dijera que no estaba nervioso, e inclusive un poco temeroso, por el acto que llevarían a cabo. Kouki sabía sobre el sexo entre hombres, pero no estaba seguro si el tigre sabría sobre ello. Por ello mismo, miró alrededor tratando de tranquilizarse, deteniéndose en su pequeña mochila que había dejado en la mañana en el cuarto. Se acercó a ésta sacando lo que necesitaría, ya que, aunque nunca lo dijo verbalmente, él estaba esperando que ese día llegarán al siguiente nivel.

La puerta se abrió dejando entrar la luz del pasillo en la oscura habitación, Furihata entrecerró los ojos al notar la silueta grande de su amante y escondió con rapidez el bote de lubricante detrás de él. Kagami, sin premeditación alguna, cerró la puerta y se acercó al castaño para tomarlo en sus manos y unir sus labios. Con sus manos le apretujó contra sí, sintiéndose ansioso por tocarlo directamente, alzó al chico para que se sujetará con sus manos de sus hombros y así lograr llevarlo a la cama que yacía cerca de donde estaban.

Lo recostó con cuidado y delicadeza, temía llegar a lastimarlo a causa de su inexperiencia. – Kouki… - se aventuró a decir su nombre directamente, logrando que el cuerpo debajo suyo temblará como indicativo de que continuará. Sin embargo, Taiga no se sentía completamente seguro de lo que debía hacer, ignorante del procedimiento que debía conllevar para tomar al castaño. – Perdona, soy un ignorante y no sé cómo hacerlo.

Kagami estaba seguro de que Furihata era conocedor de ello, por eso mismo no se ofendió cuando Kouki río entre dientes mientras le indicaba que se recostase en la cama. Se sorprendió al ver al otro subirse sobre su pelvis, logrando sacarle un suspiro de excitación al rozarse contra su miembro que comenzaba a despertar.

- Taiga. – El jadeo que se combinó con la voz excitada de Furihata le sorprendió antes de ser atacado por los labios delgados y rosas de éste. Kagami le sujetó de la cintura con mano fuerte, pero cuidando de no lastimarlo, acompasó el movimiento de caderas del castaño en la erección notable que tenía. Gruñó en disgusto cuando Kouki se retiró de encima suyo, pero la molestia le pasó al observar cómo se desvestía frente a sus ojos, cosa que imitó bajo la ansiosa mirada de Furihata.

El castaño se acercó a besarle los labios volviendo a su anterior posición sobre el pelirrojo, con sus manos derramó del líquido lubricante sobre sobre una de sus manos, para luego llevarla a su entrada y comenzar a estimularse antes de que entrase el otro. Kagami se encargaba de acariciarle las piernas que tanto le habían carcomido las ganas de marcarlas, y con sus labios besaba los ajenos para poder distraerse ante la inmensa excitación que le había invadido al darse cuenta de lo que hacía el castaño.

Luego de algunos minutos de desesperada paciencia, Taiga sintió el cómo tomaba Kouki su miembro y lo colocaba en su interior, sus músculos se tensaron al solo sentir lo apretado que estaba el interior de su pareja y que le invitaba a arremeter con fuerza. Pero se abstuvo, contra todo pronóstico, hizo lo posible para detener todo acto imprudente que pudiera lastimar a Furihata.

Kouki descendió sobre aquel prominente miembro que se habría paso en su entrada y que le hacía temblar de placer, su cuerpo se removió cuando, al llegar hasta la base del falo de Taiga, movió sus caderas con lentitud sin dejar salir el miembro del pelirrojo. Las manos de Kagami se paseaban por todo su pecho haciéndole estremecer y aun cuando la boca de su novio le prestó mayor atención a sus pezones con lamidas y succiones que lograron endurecerlos.

- Mng… - Cuando sintió que se había acostumbrado por completo al pene erecto de Kagami, se apoyó con ambas manos en el abdomen endurecido de éste para poder levantarse dejando salir el miembro de él y volver a dejarse caer sobre éste. - ¡Ah!

Su cuerpo entero se tensó ante la exquisita sensación que le invadió cuando Furihata rebotó contra su erección, con ambas manos lo agarró de la cintura para repetir el proceso tan placentero que había sentido anteriormente. Observó el cuerpo de Kouki siendo levantado por su impulso al arremeter en su interior con ayuda de sus piernas, acarició la espalda tersa del castaño haciéndolo arquear la espalda, lo cual aprovechó para besar el pecho de Kouki mientras seguía con las embestidas que llevaba a cabo.

- ¡Agh! ¡Kouki! – La voz de Kagami sonó completamente excitada al ser incitado por la sensual voz de Kouki cada que soltaba gemidos en cada penetración que recibía en su interior. Furihata sintió la aceleración en el ritmo de las embestidas que le daba el tigre. Con ambas manos se recargó sobre la cabecera de la cama para poder impulsarse contra el pene que se internaba en él con tanta rapidez.

- T… Taiga… ¡Mn! – Mirar el rostro de placer en Furihata le incitó a tomar el miembro erecto de éste para comenzar a masturbarlo, cosa que tomó desprevenido al cachorro quien soltó un gemido fuerte ante tales atenciones. – N… No… ¡ah! Me… ¡Me voy a…! - Kagami sintió el líquido descender por sus dedos y el ser aprisionado por el recto de Kouki cuando terminó. Ante tan placentera sensación se corrió en su interior logrando arrebatarles a ambos un jadeo de satisfacción que resonó por toda la habitación.

Furihata se dejó caer sobre el duro pecho de su novio mientras los dos intentaban tranquilizar sus respiraciones, su cuerpo se estremeció al sentir salir de su interior a Kagami y depositó un corto beso en los labios de éste.

- Estaba pensando que podríamos… adoptar un niño, pero creo que por ahora solo disfrutaré de ti. – comentó el pelirrojo logrando que el rostro de Kouki explotará en un sonrojo que le llegaba hasta las orejas. Acarició con sus dedos la espalda del castaño, admirando la capa de sudor que ahora le cubría y que hacía resaltar su olor natural tan embriagador para Kagami. – No sabía que venías preparado.

El comentario del tigre le tomó desprevenido, lo cual logró que su cuerpo se tensará. Tragó saliva antes de confesar sus inquietudes. – La verdad es que… Yo… ya había pensado en quizás hacer e… esto.

El silencio reinó en la habitación, y Kouki se sintió inquieto al no recibir respuesta por parte de Taiga. Eso hasta que sintió como depositaba un beso en su cabellera. – Me lo hubieras dicho, así me hubiera evitado el decirlo yo. – Kouki río divertido por sus palabras, puesto que, aunque había sido bastante vergonzoso escucharlo de los labios de Kagami, le había parecido bastante lindo. – No te rías, fue vergonzoso. – regañó Taiga antes de tomarlo del rostro y fundir sus labios con los contrarios. 

Notas finales:

De acuerdo, aclaro que, en cuanto a la ruptura de AkaFuri, no es verdad(¿?) Es decir en la historia original, pero quise darle un aire esperanzador a los extras. Algo así como que Kagami (o en el caso anterior Kuroko) tuvieron la oportunidad, pero como soy SUPERHIPERMEGARECONTRA fan del AkaFuri, eso no sucederá en la historia original. 

Sobre el extra que añadiré (siento que estoy alargando esta hsitoria más de lo necesario) pondré un final que no había pensado y que me vino a la cabeza tras leer sus reviews, así que habrá un poco de fetichismo por los disfraces (7w7r). 

Sin más por el momento, me despido... como siempre (xD)...

Nos vemos en el siguiente extras OwO)/"


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