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Fundashi-kun por FruttiKouki

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Notas del capitulo:

¡Hola! (>w<) Agradezco a todos y cada uno de los reviews que dieron y también a aquellos lectores silenciosos que están en la sombras (en lo oscurito 7w7r). Espero y este capítulo les agrade.

¡Nos vemos abajo!

- ¡Mira este libro, Kagami! – la emoción en la voz de Kouki le incitaba a que prestase completa atención a aquel que lo llamaba. Se encontraba a unos pasos alejado del castaño, aunque en realidad deseaba estar lo más cerca posible de él. Se acercó a tomar el libro que le enseñaba y sonrió en aprobación.

Kagami Taiga no era un chico que le gustará leer, definitivamente no le llamaba la atención el estar sentado leyendo un libro del cual no tendría algún examen y que por ello específicamente tuviera que usarlo, él era más del tipo de personas que deseaba actuar, estar en movimiento y hacer las cosas bien y de manera rápida. Pero si de Furihata se trataba, podría estarse quieto quizás una hora o dos por lo mucho, obviamente con el castaño a su lado.

- Te gusta mucho leer, ¿cierto, Furi? – curioseo el tigre a la vez que devolvía el libro al estante de donde había sido extraído. Furihata ya había avanzado unos pasos a la derecha, donde había más libros, en su mayoría novelas ligeras.

- Así es, perdón por traerte aquí. Sé que no te gusta leer, pero de verdad deseaba entrar y comprar algunos libros – habló con vergüenza por ser tan caprichoso y se detuvo al querer tomar otro libro que llamó su atención que se hallaba en lo superior de los estantes.

Kouki podía ser bastante perceptivo en cuanto al estado de ánimo de alguien, de eso estaba seguro Taiga. Pero cuando se llegaba al ámbito amoroso, era un completo ignorante. Kagami no se lo reprochaba, de hecho, ese pequeño detalle le hacía tener un poco más de seguridad en cuanto a si alguien trataba de acercarse a Furihata con otras intenciones. Aunque si esa persona era su amigo Kuroko, definitivamente tenía que ser cuidadoso.

- No te disculpes – respondió con una sonrisa y se acercó a tomar el objeto que Furihata deseaba para pasárselo. – Me gusta pasar tiempo contigo, así que no hay problema. Tú solo dime a qué lugar quieres ir y yo te llevaré – añadió a la vez que Kouki le agradecía.

- ¡Quiero ir a Disneylandia en América! – dijo con emoción alzando el libro y una sonrisa curvaba sus labios.

La respuesta le había tomado de sorpresa. Definitivamente no esperaba que Furihata le pidiera ir a un parque de diversiones que ni siquiera estaba en Japón. – Bueno… Tendrás que darme algo de tiempo para poder juntar dinero – habló el pelirrojo al mismo tiempo que hacía cuentas mentales y formulaba ideas para poder cumplir el deseo de SU Furi.

La risa de Furihata lo sacó por completo de sus pensamientos. Kouki se agarraba la panza por la gracia que le causaba y algunas lágrimas se acumulaban en sus ojos cerrados. – Ka… Kagami… jajaja solo era una broma – avisó el castaño tratando de tranquilizar la risa que daba. Le pareció muy atento por parte de su compañero el que pensará seriamente en cumplir su caprichosa petición. – Pero es lindo que pienses seriamente en ello –.

<<Lindo… Lindo… ¿Lindo?... ¡¿Lindo?!>> La palabra resonaba una y otra vez en su mente, no podía creer que en verdad le haya llamado así. << ¡Aquí lo único lindo eres tú!>> o al menos eso pensaba Taiga quedando sin palabras y con un sonrojo notable, pero no en demasía. – Que… ¿Qué dices, Furi? – trato de hablar a la vez que se rascaba la nuca sintiéndose avergonzado – No puedes llamar a un chico “lindo” – terminó de decir observando como el más bajo abría los ojos como si hubiera sido descubierto en una travesura y de un momento a otro jugaba con el plástico que protegía el libro que traía en manos. – Aunque no me ha molestado – habló con rapidez, Kagami. – Pero si de personas lindas hablamos, ese definitivamente serías tú – confesó con espontaneidad mientras daba un paso adelante logrando encerrar a Furihata y con una de sus manos tomaba el libro que el castaño tenía en manos, lo puso en su lugar correspondiente en la parte de arriba, pero con cuidado de no aplastar a Kouki quien se hallaba entre él y el estante. Bajo la mirada encontrándose con aquellos ojos color chocolate que eran adornados por un sonrojo por parte de las mejillas del más bajo.

Descendió su mano con lentitud hasta llegar a tocar suavemente el rojo de la piel de Furihata. Sus miradas no se despegaban el uno del otro y pudo percibir el pequeño respingo que dio el cuerpo del otro. Kagami deseaba que el tiempo se congelará y que pudiera observar aquella expresión de inocencia que tenía Kouki, pero el sonido de la plática de unas chicas que pasaban para llegar al pasillo siguiente al suyo, le recordó que no se hallaban solos. Sintió una decepción absoluta en su interior y se pudo evidenciar cuando cerró sus ojos por unos instantes, dio un paso hacia atrás mientras mostraba su mano derecha uniendo sus dedos índice y pulgar como si sostuviera algo. – Una pestaña – mintió con una sonrisa que realmente no quería hacer.

- Si quieres podemos ir a comer algo – sugirió el castaño sin dejar de mirar al más alto, el cual asintió y Kouki se sintió aliviado de que aceptará, pues la culpa por cómo lo había llamado la seguía sintiendo. – En ese caso, pagaré esto e iremos. ¿Puedes esperarme afuera? – preguntó con cierto nerviosismo en su hablar. Era más que obvio que no quería que su compañero se diera cuenta de las novelas BL que había interceptado unos estantes atrás y que deseaba comprar.

Kagami despeinó los cabellos castaños del otro después de un “solo no tardes” y salió de la librería mientras deseaba que Kuroko aún no terminará de hablar con el “enano rojo” de su amigo. No es que no le agradará Kuroko, de hecho, se llevaban bastante bien en casi todas las áreas, pero si la cuestión era Furihata Kouki, definitivamente la cosa cambiaba.

Al salir se encontró una banca desocupada frente al local que daba espaldas a el pequeño estanque que había cada cierta distancia a lo largo del centro comercial. Cuando tomó asiento soltó el aire que había estado conteniendo e, inclinándose hacia sus rodillas, hizo su cabello hacia atrás con una mano. Su rostro se hallaba un poco enrojecido y en su mente se repetía una y otra vez la escena anterior. En su mente aún no podía creer lo que estuvo a punto de hacer. Recuerda con exactitud los ojos brillosos con los que Furihata lo miraba y ese lindo sonrojo que había adornado sus mejillas, después le seguía su respingada nariz que le quedaba bastante bien a su parecer y para finalizar aquellos carnosos labios ligeramente rosados y entre abiertos, como si le llamarán a que los tomará con fuerza y a la vez con delicadeza para poder estremecer el cuerpo debajo suyo.

Pareciera que cada acción de Kouki le incitará a que lo tomará por la cadera y pegará sus cuerpos por completo. Que atacará la boca del castaño y descubriera cada rincón de esta como si fuera un explorador dentro de una cueva recién descubierta. Pero, desafortunadamente, Taiga no podía hacer eso, no porque le causará vergüenza que los demás vieran que estaba enamorado de otro hombre, ni siquiera le importaba eso. Pero la idea de que Furihata huyera de él le era insoportable. Quería que Kouki estuviera siempre a su lado y que solo dependiera de él, que solo él pudiera tocarle y que nadie más viera aquellos gestos que invitaban a molestarlo más para provocar que cada aspecto de su personalidad le pertenecieran solo a él.

- Kagami – escuchó que una voz le llamó y alzó la mirada para encontrándose con la expresión preocupada de su castaño amigo. - ¿Te encuentras bien? -.

- Ah… Sí, perdona. Estaba distraído con algo – contestó el más alto a la vez que negaba para luego levantarse. En medio de ello logró notar que la bolsa que llevaba Furihata tenía más libros de los que habían visto y por ello mismo tomó la bolsa, cosa que asustó en demasía al menor. – Parece pesada. Podría ayudarte con esto – comentó al ver que su compañero no soltaba los libros.

Furihata se apresuró a negar sin bajar la vista y haciendo notar el miedo que le daba el que Kagami se diera cuenta de aquellas novelas que había comprado minutos antes. – No… No es necesario, puedo llevarlas yo mismo – se excusó jalando la bolsa la cual retenida por la fuerte mano del otro.

- Vamos Furi. Déjame ayudarte, es algo que yo quiero hacer – habló con cierta comprensión pensando que la causa de tal expresión era que Kouki no quería causarle molestias.

- Pe… Pero yo puedo solo, Kagami – respondió apretando el agarre y sintiendo como sus dientes comenzaban a temblar.

- Sé que puedes solo, pero no quiero ser el único que no lleve nada –

- Pero son mis compras, lo más razonable es que sea yo quien las lleve – refutó con cierto tono de molestia. <<No, no es que esté molesto… ¿Tiene miedo? >> caviló Kagami sin entender muy bien la situación, pero dándose por vencido en esa pequeña batalla soltando la bolsa en cuestión.

- Está bien. Discúlpame, no fue mi intención molestarte – sonrió con nerviosismo llevando una mano a su nuca para rascarla.

Kouki se mordió el labio inferior con temor. No quería hacer sentir mal a su compañero, pero la idea de que descubriera sus gustos era bastante aterradora para él. Bajo el brazo que sostenía las novelas que compró y con la otra jugó con la orilla de su propia playera color mostaza, el ambiente era bastante tensó y por ello agradeció de manera silenciosa el que Taiga comentará sobre un restaurante que había visto minutos antes.

Sin ninguna palabra más por parte de los dos, caminaron en dirección a dicho lugar y antes de que pudieran entrar Furihata se frenó detrás de Kagami.

- ¿Qué sucede? – preguntó el mayor con miedo de que Kouki quisiera irse.

- Yo… - Furihata tragó saliva y metió una mano dentro de la bolsa que exponía el nombre del lugar de donde había sido extraída. Sacó una revista y se la extendió al pelirrojo sin dirigirle la mirada. – Compre esto, creí que te gustaría y también como agradecimiento por haberme acompañado – la voz con la que hablaba era en un tono muy bajo que Kagami apenas alcanzaba a escuchar.

Con su mano tomó la revista que anunciaba distintos anuncios de su deporte favorito y una sonrisa de culpabilidad se asomó en sus labios. Cuando su mano rozó el plástico transparente del regalo que le daba el castaño, desistió de agarrarlo y sujetó con firmeza la muñeca del moreno que lo miró con sorpresa. Jaló del brazo de Kouki con precaución de no lastimarlo y lo llevó a los baños que se hallaban a un costado del restaurante al que planeaban ir.

- ¿Kagami? ¿Qué sucede? – las preguntas atropelladas por la sorpresa salían de la boca de Furihata y Taiga solo se limitaba a seguir su camino hasta el último de los cubículos del vacío lugar donde metió a Kouki antes que él.

- Furi, hay algo que debo decirte – su voz sonaba desesperada pues su corazón se hallaba latiendo rápidamente y su mente trataba, en vano, de calmarlo. Furihata asintió expectante a lo que diría. Kagami tragó saliva observando a un costado suyo buscando las palabras adecuadas para poder explicar el inexplicable amor que tenía al más bajo y se relamió los labios con el corazón en mano. – Bien… - soltó como si se estuviera preparando para exponer algún tema frente a una multitud a pesar de que el sentimiento era en demasía más fuerte.

El celular de Kouki sobresalto a ambos y esté se apresuró a buscarlo en sus bolsillos. - ¿Hola? ¿Kuroko? – respondió a la llamada mirando hacia el suelo. – En este momento estamos en el baño junto a la crepería cercana de la librería que te había comentado -. Aquel hecho hizo que el pelirrojo sintiera una punzada en su pecho en molestia y decepción por no haber notado que Kouki quería ir al lugar desde hace rato y empuño ambas manos dándose vuelta para abrir el cubículo que los encerraba. – Está bien, en un momento estamos ahí – terminó la llamada Kouki y salió detrás del mayor quien se dirigía al lavamanos.

Abrió la llave y remojó su rostro tratando de calmar los nervios y furia que le invadían. Notó que Furihata se hallaba a su lado cuando escuchó el plástico a su lado derecho. Recargó sus manos en los mosaicos alrededor del lavamanos y giró su cabeza hacia el preocupado rostro del otro. – Furi – lo llamó con suavidad haciendo que el aludido lo mirará con más atención. – No tienes que responder si no quieres, pero hay algo que me he estado preguntando – guardo silenció por unos segundos con temor de preguntar algo que creaba incertidumbre en su día a día. – Pero… ¿Te gusta Kuroko? –.

- ¿Qué? – fue la única respuesta que pudo decir al haberlo escuchado. Si bien, le gustaba la idea de dos chicos en una relación amorosa, pero jamás en su mente llegó a pensar en alguien para él, mucho menos a su compañero pelo celeste. Prefería ser el expectante de tales acontecimientos que conllevaban al punto de culminar con una romántica relación, pero si le preguntaban que si él deseaba tener alguna relación con alguien que fuera más allá de solo amigos, definitivamente negaría. Le parecía algo sumamente vergonzoso y estaba por demás decir que enfadaría a la otra parte por causa de su comportamiento sencillo y rutinario.

- Supongo que eso lo tomaré como un no – una sonrisa ladina adornó los labios del más alto y Kouki se vio atrapado por aquel gesto que provocó que su corazón se acelerará. Kagami agitó el suave cabello de su acompañante sintiendo como de esa forma lograba calmar sus angustias como si de una droga se tratará. – Sobre lo de antes – comentó en voz baja e inclinándose hacia el rostro de Furihata provocando que se encogiera de hombros mientras el rojo de sus mejillas comenzaba a notarse – te lo diré cuando salgamos solo tú y yo – encorvó sus labios en una sonrisa que al castaño le pareció encantadora.

Furihata asintió con real curiosidad y salió del baño siendo seguido por Kagami. Se encontraron con Kuroko en la entrada del lugar acordado, y quien le dirigió una mirada furibunda al pelirrojo evitando que el castaño lo notará. Pero Kagami ignoro por completo tales acciones al recordar el tiempo que había pasado con su castaño. Sostuvo la revista que había recibido por parte de su amor platónico antes de salir del baño y sonrió ante ese gesto atento. 

Notas finales:

En esta ocasión quise darle una pequeña oportunidad a Kagami, ya que Kuroko ya había tenido su oportunidad, y Akashi ya se comenzaba a sentir intrigado (7u7). Además quise hacer uso de su actitud impulsiva, aunque sin llegar a que todo vaya tan rápido.

Muchas gracias por leer y espero sus lindos reviews.

Nos leemos en el siguiente capítulo OwO)/"


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