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Fundashi-kun por FruttiKouki

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Notas del capitulo:

¡Hola! He vuelto (algunos me leyeron ayer, lo sé xD) Les traigo un nuevo capítulo... aunque es la primera parte de la descabellada situación del pobre Furihata. Quiero agradecer, grandemente, a aquellos que me dejaron sus reviews y les invito a aquellos lectores escondidas en las sombras (en lo oscurito 7w7) también dejen algún comentario para saber que les parece hasta ahora. 

¡Nos leemos abajo!

- ¿Me puedes volver a decir cómo llegamos a esta situación, Kuroko? – preguntó Kagami recostado en el suelo sobre el futón y siendo cubierto por una cobija que le inundaba la nariz del aroma del castaño.

- Ni yo mismo lo sé, Kagami-kun – respondió con un suspiro molesto al tener que compartir futón con el tigre.

Taiga y Tetsuya miraban el techo de la sala con rostros serios. La manta que los cubría les llegaba hasta la nariz ya que, en común acuerdo, podían oler la esencia que desprendía Kouki. Aun así, se sentían intranquilos, después de todo tenían prohibido acercarse a la habitación del castaño sin peros que valgan. Ambos soltaron un suspiro en decepción, pero la ansiedad los estaba torturando.

¿Cómo habían llegado a esa situación? Ni ellos mismos lo sabían. De lo único que estaban seguros era que Reo se hallaba en el cuarto del castaño custodiándolo junto con la ayuda de Akashi. Ambos dormirían cerca de la puerta para que no tuvieran oportunidad alguna de entrar sin ser descubiertos y se turnarían para vigilar despiertos. ¡Los estaban tratando como unos malditos violadores! Pero en cierta forma tenían razón de comportarse de esa manera, ya que esa misma noche, tras varios sucesos y apariciones imprevistas, ambos, tanto Kagami como Kuroko, habían declarado su amor por el castaño 12 de Seirin.

                                               *                             *                             *                             *

La cena había transcurrido en completo silencio. Furihata se limitaba a ver su plato y saciar su hambre con lentitud. Kagami había perdido el apetito y solo jugaba con las verduras en el plato. Kuroko daba uno que otro bocado al platillo y por momentos jugaba con la comida evitando la mirada con alguno de los presentes. Mibuchi, en comparación de los otros, comía con tranquilidad y la usual sonrisa en sus labios.

- Kou-chan, ¿me puedes servir más? – preguntó el mayor sin borrar la felicidad en su rostro. Kouki alzó la mirada y asintió en silencio, no con tristeza, sino con incomodidad. Se levantó de su asiento y paso a lado del pelo celeste, que en ese momento movía los palillos haciendo círculos con la salsa, se sintió un poco mal con la idea de que la comida no le hubiera gustado. Alzó un poco la vista para observar como Kagami tenía un gesto entre aburrido y culpable. Siguió su camino con rumbo a la cocina con semblante triste y, una vez que desapareció, Mibuchi se acercó a ambos con el ceño fruncido en molestia. – Oigan par de idiotas – los llamó haciendo que ambos levantarán la vista hacia él. - ¿Acaso no ven que están haciendo sentir mal a Kou-chan? Parece que ni quisieran estar aquí – les espetó el pelo negro.

Ambos chicos se voltearon a mirar el uno al otro, sabían a qué se refería Reo, pero no podían evitarlo, después de todo, habían hecho toda una escena esa misma tarde en la cocina y lograron asustar al castaño con sus torpes acciones y sus incontrolables celos.

Reo soltó un suspiro. ¿Qué harían estos chicos si él no estuviera ahí? Se inclinó hacia adelante por sobre la mesa y los otros dos, como si fuese una señal, le imitaron quedando cerca uno del otro, pero con una distancia considerada. – Quiten esa cara. Kou-chan no está molesto, solo se asustó un poco porque nunca los había visto así. Ahora, cuando vuelva, intentaré sacarle plática, más les vale que ustedes también hablen.

El sonido de los platos los hace sentarse correctamente. Mágicamente Kagami siente como el hambre voraz, que lo caracteriza, vuelve a él. Kuroko, aunque no come la misma cantidad que el mayor, lleva bocados para comerlos disfrutando del sabor. Tal escena hace que Furihata sonría ante la posibilidad de que haya estado equivocado al pensar que su comida no sabía bien.

- Aquí tiene, Mibuchi-san – le dice con una sonrisa tímidamente feliz por sus propios pensamientos y se sienta a lado derecho de Reo en aquella mesa de cuatro.

- Tu comida sabe deliciosa, Kou-chan – comenta Reo disfrutando de la comida luego del primer bocado. No era que fingiera, ya que, aunque no era un platillo gourmet a los que estaba acostumbrado, tenía buen sabor y ese toque hogareño que en su casa faltaba. Mibuchi estaba acostumbrado a platillos de alta calidad, a comer una porción extremadamente pequeña a su parecer, pero no podía quejarse puesto que, según su padre, era la manera en la que debía ser para gente de su nivel, de su alcurnia.

- Muchas gracias, Mibuchi-san – sonrió con cierta vergüenza el castaño y se encogió de hombros dándole esa imagen de timidez que tanto les gustaba a la luz y sombra de Seirin. – Trate de utilizar la misma receta de mamá – comentó para evitar que la conversación se desvanezca.

- En ese caso, tu mamá ha de ser muy buena cocinando, Furihata-kun – añadió el pelo celeste para luego dar otro bocado. Furihata sonríe ante el elogio indirecto que le da su compañero y se alegra al saber que la incomodidad poco a poco se retira.

- Tendré que pedirle algunos consejos, Furi. Esto realmente sabe delicioso – las mejillas de Kouki se pintan con un lindo color rojo ante el comentario de Taiga, y es que para que Kagami dijera que deseaba consejos en cocina era algo de lo cual alegrarse.

Furihata asintió con una sonrisa que hizo que los corazones de Kagami y Kuroko se derritieran. A los pocos minutos el pelirrojo pidió otra porción a lo que Kouki se levantó para volver a dirigirse a la cocina.

- ¿No es muy temprano para cenar? – habla Kuroko terminando de comer para luego tomar el vaso de jugo que minutos antes le había servido Furihata. Ambos chicos asienten dándose cuenta que eran apenas las seis con veintitrés minutos.

- Podríamos pedir una pizza y hacer palomitas para comer al rato – dijo Kagami mientras esperaba su segundo plato.

- Tú solo piensas en comer, Kagami-kun

- Eso no es cierto- refunfuñó el tigre y Reo río divertido por los comentarios.

- Sería buena idea – habló entusiasmo el pelo negro mayor. – Podríamos ver una película que a Kou-chan le guste.

- Creo que estoy de acuerdo – respondió el pelo celeste con una ligera sonrisa. Sentía que de ese modo podría acercarse más a Furihata.

- Yo también creo que deberíamos hacerlo – comentó con una sonrisa Kagami al mismo tiempo que alzaba la mano como si estuviera pidiendo la palabra en un salón de clases.

- ¿Hacer qué? – preguntó Kouki entrando al comedor con el plato de Taiga y el suyo. Puso la comida delante del pelirrojo y por la mente de éste se imaginó que sería así cuando tuvieran hijos. << ¿Sería bueno adoptar dos o tres? Pero también quiero que me preste atención… Muy bien, está decidido, solo será uno y que se parezca a Furi>>.

- Estamos pensando pedir pizza y hacer palomitas para ver una película más tarde – anunció Mibuchi con una sonrisa.

                                               *                             *                             *                             *

Eran las siete y media. Como era de esperarse, Kagami ya tenía hambre. Kuroko se encargó de pedir la pizza, serían al menos tres para que alcanzarán. Taiga haría las palomitas para asegurarse de que no se quemarán si alguien más las hacía. Reo iría a comprar otras golosinas y los refrescos y Furihata escogería las películas ya que, por petición de los tres chicos, querían ver las que más le gustaban.

<< Sería bueno que volviera a venir a casa de Kou-chan.>> pensó con una sonrisa el de Rakuzan. Caminaba por la banqueta hacia el pequeño local que se hallaba a unas calles de donde vivía el castaño. Éste le había propuesto acompañarlo, para evitar que se llegará a perder, pero Mibuchi se negó rotundamente pues decía que ya era muy tarde como para que el menor saliera.

Una vez que escogió los dulces que llevaría, él mismo se ofreció a pagar por ellos, espero en la fila pensando en que más podría agregar. <<Skittles, chocolates, sodas, caramelos, Maibus…>> sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su celular y respondió al ver de quien se trataba. - ¡Sei-chan! – contestó con entusiasmo y avanzó en la fila poniendo el cesto para que hicieran la cuenta.

- Mibuchi – llamó con tranquilidad su capitán.

- ¿A qué debo tan agradable sorpresa? – cuestionó mirando que alrededor y pidiendo otros dulces que no había visto anteriormente entre los estantes.

- Quisiera saber el verdadero motivo de que estés en la casa de Furihata-kun – dijo en respuesta el pelirrojo y Reo sintió que había una pequeña, muy pequeña, posibilidad de que mejorará su día, aunque estaba bastante satisfecho hasta el momento.

- Pues… - alargó la última sílaba de manera juguetona y pagó la cantidad que la mujer le dijo. – Kou-chan y yo escribimos y nos conocimos hace poco. Como no quería regresar a Kioto aún, Momoi-chan y yo decidimos que me quedaría hasta mañana, pero no podía quedarme en casa de ella – tomó las bolsas y salió del lugar en dirección de la casa del 12 de Seirin.

- Así que decidieron que dormirías en casa de Furihata-kun – completó Akashi soltando un suspiro. Sabía que las locuras de Mibuchi nunca terminaban bien, al menos no para los demás.

- ¿Te molesta, Sei-chan? – cuestionó el mayor con fingida preocupación mientras cruzaba la calle.

- Para nada – dijo Seijuro y una sonrisa surcó sus labios. En cierta manera le parecía divertido saber que el escolta de su equipo hacía perder los estribos a ambos chicos. – Es solo que pienso que no deberías provocar a Kuroko. Debo suponer que ya te has dado cuenta de lo que sienten, tanto Kagami como Kuroko, por él.

Reo río con diversión, como era de esperarse, Seijuro ya sabía al respecto. – No te preocupes, lo tengo todo bajo control – informó con tranquilidad y cierto tinte de emoción en la voz. A lo lejos alcanzó a divisar la casa del castaño y como alguien salía corriendo de ella. Se detuvo abruptamente al ver que era Kouki quien miraba a los costados con angustia y al divisar al pelo negro corrió hacia éste. – Espera un poco, Sei-chan. Algo ha pasado.

- ¿Qué? – su pregunta quedo en el aire y escuchó como Kouki llamaba a su compañero con la voz jadeante.

- ¡Mibuchi-san! – gritó el castaño acercándose con rapidez al susodicho.

- ¿Qué pasa, Kou-chan? – la preocupación se escuchaba en el otro lado del celular y Akashi llego a la conclusión de que algo andaba mal.

- Es… Es que… - Furihata trataba de recuperar el aliento y su voz temblaba por ello. – Kuroko y Kagami acaban de decir cosas sin sentido – avisó el menor y el pelirrojo pudo casi afirmar que se encontraba llorando.

- ¿Cosas sin sentido? ¿qué cosas? – Reo trato de calmar al castaño. Akashi comenzó a pensar lo peor.

- Dijeron… Dijeron que… ¡Que yo les gustaba! – y ahí estaba. Lo que había pensado Seijuro era correcto. Internamente, Akashi, deseo golpear a su amigo pelo celeste por arruinar todo. No entendía cómo podía perder los estribos su amigo cuando le había dicho claramente que no hiciera ninguna tontería.

- Esos idiotas – resopló con fastidio Mibuchi y abrazó al pobre chihuahua entre uno de sus brazos y con el otro volvió a llevar el teléfono a su oído. - ¿Escuchaste eso?

- Así es

- Creo que la virginidad de Kou-chan está en peligro – dijo con seriedad.

- ¡Mibuchi-san! – llamó el menor en su pecho. Sus mejillas enrojecieron ante ese hecho y su cuerpo tembló. - ¿Con quién habla?

- Con Sei-chan – contestó como si nada y la cara del pobre castaño se pintó de azul.

- Mibuchi – llamó el pelirrojo del otro lado del auricular.

- Dime, Sei-chan

- Llego en una hora. Esperen por mí en la estación – y finalizó la llamada. Rápidamente salió del estudio donde se encontraba dirigiéndose a su habitación para preparar su maleta.

Mibuchi guardó su celular y tomó la mano de Kouki sujetando con fuerza las bolsas llevándolo al lugar acordado.  

Notas finales:

¡Fu fu fu! (7u7r) No es que sea cruel por dejarle ahí, pero los capítulos los hago en cuatro hojas de world como minimo y pues... creo que fue un buen final para esperar que es lo que pasa con estos chicos. 

Espero sus lindos reviews que siempre me animan y les invito a recomendar el fanfic, ya sea este de "Fundashi-kun" o el de "olvidando un amor" o quizás el de "Mi tormento" que pronto tendrá una segunda parte (>w<!! estoy trabajando en ello). 

Nos vemos en el siguiente capítulo OwO)/"


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