Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A MERCED DE TU SOMBRA por Aifoss

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdón por la demora:( aquí esta el cap jeje

Caminé lo más rápido posible hasta el pasillo en donde se encuentra la oficina del director. Girándome cada tanto para comprobar que nadie me estuviera siguiendo. Podía sentir la adrenalina correr por mis venas, sabía que esto no era la gran cosa comparado con otros retos pero el miedo me hacía sentir esto bastante peligroso.

 

- Kise-kun, acá estoy- susurré a sus espaldas, se giró rápidamente-. ¿Todo en orden?

 

 

- Todo orden- confirmó-, abriré la puerta y correré a tapar el visor de la cámara. Me quedaré allí mientras tú revisas el archivo de Akashicchi. ¿Si?- asentí en forma de acuerdo.

 

 

- Bien, dame la llave- le pedí-, abriré yo, así hacemos más rápido.

 

Kise me entregó la llave, ambos estábamos nerviosos. Dimos una última ojeada al pasillo; no había nadie. Si todo salía bien tal vez podría descubrir algo más sobre Akashi.
Le hice una señal al rubio, tenía que estar atento a lo que haría. Abrí la puerta, el corazón me empezó a latir a mil. Kise corrió a tapar el visor de la cámara mientras que yo cerraba la puerta y me echaba a los cajones del escritorio en busca del archivo del pelirrojo.

 

Tercer año, segundo año... ¡primero! Comencé a buscar en el primer tramo de carpetas, entre ellas se tenía que encontrar la de Akashi. Busqué y busqué hasta que la encontré.

 

- Apúrate Kuokocchi, los chicos comenzarán a sospechar.

 

Las manos me temblaban. ¿Tenía que abrir el archivo? ¿Qué pasaba si me llevaba una gran desilusión? En realidad, si la vida pasada de Seijuro era tan mala o misteriosa como yo creía no lo hubieran dejado entrar a la escuela. Decidido abrí la carpeta. Había como cinco hojas de tamaño grande. Quité la primera.

 

 

 

Nombre: Akashi Seijuro.

Fecha de nacimiento: 20 de diciembre

Nacionalidad: Americana

Parentesco: Japonés  […]

 

 

...esos datos no me interesaban, bajé la mirada para leer los párrafos siguientes.

 

 

 

"Trasladado a fines del año pasado por la preparatoria “Prodigies” en Nueva York  […]"

 

Salté al siguiente párrafo, esto me daría bastante que pensar.

 

 

Hijo de padres adoptivos, Harada Masaomi y García Alexandra. Permaneció en un orfanato hasta la edad de 16 años, curso la escuela en ese mismo lugar hasta su traslado con su familia adoptiva. No hay detalles sobre su vida y actitudes en ese lugar […]”

 

 

Escuché pasos en el pasillo y me apresuré a guardar todo en su lugar. Kise me miró asustado. ¿Dónde debíamos meternos? Por suerte nos quedamos quietos sin hacer ningún ruido raro hasta que todo se calmó.

 

 

- Yo abriré la puerta - susurré-, salgo yo y luego tú- Kise asintió.

 

 

Puse mi oreja en la puerta comprobando que el pasillo se encuentre vacío. Al parecer era así como estaba. Giré de la perilla y salí, a los pocos segundos el rubio se encontraba a mi lado. Cerramos la puerta y salimos corriendo. Teníamos que ir a cambiar el juego de llaves que estaba en el cuarto de limpieza y poner el original antes de que el director quisiera entrar a su oficina.

 

 

- ¿Has encontrado algo importante?- preguntó Kise.

 

 

- Sí- respondí-, te lo diré Kise-kun, pero primero necesitamos que todo se encuentre en orden.

 

 

Kise me dijo que sabía cómo entrar al cuarto de limpieza sin tener la llave. Yo me quedaría vigilando que nadie se acerqué ya que ese pasillo era más concurrido que el otro. Cualquier cosa tendría que distraer a quien se este acercando.

 

 

- ¿Listo?- pregunté al ver que el rubio se acercaba a mi.

 

 

- Sí, todo ha salido bien- dijo, orgulloso-, hemos hecho un buen trabajo Kurokocchi.

 

 

- Sobre lo que encontré en el archivo, ¿te parece si te lo digo en el Maggi’Burger de aquí cerca?

 

 

- Claro- aceptó-, de paso yo también tengo que contarte algo que paso ayer con Kasamatsucchi- aunque no cambié mi expresión, Kise notó la sorpresa en mis ojos-. ¡No pasó nada!

 

 

- Mejor así.

 

 

Tenía que aclarar mis pensamientos…demasiados pensamientos. Comenzando por el hecho que todo el tiempo estuve equivocado respecto al verdadero nombre de Masaomi, pues desde luego no compartía apellido con Seijuro, ya que uno es “Harada” y el otro es “Akashi”; además si Masaomi había sido quien mató a mi padre esto tenía que aclararme algo. Ellos vivían en Nueva York hasta fines del año pasado y desaparecieron de allí el día siguiente a la muerte de mi padre. Vinieron a vivir a Japón y pusieron a Akashi en esta preparatoria para que termine el año. Esto no me decía nada, no aclaraba mis sospechas pero me servía de ayuda. ¿Cuántos años tiene Akashi? supongo que diecisiete. En el archivo decía que lo trasladaron con su familia a la edad de dieciséis. ¿Por qué alguien querría adoptar a un adolescente? Con razón yo nunca supe que el jefe de mi padre tenía un hijo, jamás me había cruzado con Akashi en Nueva York.

 

 

Quería saber más sobre su vida, ¿Qué hizo en ese orfanato? ¿Qué esconde? Ver ese archivo solo me lleno de dudas. ¿Quiénes eran sus verdaderos padres? Se apellida Akashi y no Harada tal vez eso tiene que ver con la mala relación que tiene con sus padres adoptivos. "Tampoco pensé que ese hijo sería yo" Akashi me había dicho eso el día que mi madre invitó a su nuevo jefe a cenar, el día que me enteré que él era su hijo. Por eso no se parecía en nada a la madre ni al padre.

 

 

En fin, esto aclaro poco y nada mis verdaderas dudas. Esto no me dijo nada sobre porque el pelirrojo era así. No me dice nada sobre su pasado oculto. Desde luego no le diría todo a Kise, tendría que minimizarlo, le diría que él vivía en Nueva York pero que lo trasladaron a aquí el mismo mes que mataron a mi padre. Le pediría detalles, el rubio asistía a esta preparatoria cuando Akashi comenzó a venir. Tal vez los primeros días se comportaba diferente y luego decidió marginarse.

 

Al finalizar el horario escolar con Kise nos dirigimos al punto citado. Él quería contarme sobre la cadena que Kasamatsu le había regalado. Al ver su cuello vi que llevaba colgado medio corazón con la letra “Y”. Me hice el distraído, le diría que no me había dado cuenta. Nos sentamos en una de las mesas que estaba frente al ventanal. Ambos ordenamos un batido de vainilla y unas galletas de chocolate.

 

 

- Bien dime- me ordenó-. ¿Qué has encontrado en su archivo?- jugué con la cañita  del vaso y lo miré. Me preguntaba si debía contarle la verdad o no.

 

 

- Su familia y él se mudaron a aquí el día después de la muerte de mi padre- le conté-, ya lo sabía pero esto me lo confirmo. Por cierto Kise-kun.

 

 

- ¿Si?- preguntó mientras tomaba un poco de su bebida.

 

 

- Cuando Akashi-kun llegó a fines del año pasado ¿se comportaba igual que ahora?- pregunté.

 

 

- Aún peor que ahora- me contestó-, no hablaba con nadie aunque todos quisieran hablar con él. Las chicas morían cuando lo veían, pocas se animaban a hablarle pero las que lo hacían se desanimaban al ver que no tenían muchas oportunidades.

 

 

- ¿Las trataba mal?

 

 

- No, nada de eso. Simplemente que el desinterés en su voz les hacía creer que no eran lo suficientemente atractivas para él, al igual con los chicos.

 

 

 

- Oh...

 

 

- Pero desde que se ha sentado contigo ha cambiado. Ahora se relaciona más con todos, hasta me he animado a hablarle. Aunque debo admitir que sigue siendo un chico extraño, muy extraño.

 

Tema terminado, esto tampoco me ayudaba mucho. Kise me daba a entender que yo fui quien lo hizo cambiar un poco de actitud pero no creía que yo fuera capaz de eso, después de todo…soy solo yo. Según la descripción que me había dado de Akashi antes de que yo llegará a este instituto él se seguía comportando casi igual y ese casi no hacía mucha diferencia.

 

 

- ¿Y que querías decirme sobre Kasamatsu-kun?- dije, para cambiar de tema. A Kise se le iluminaron los ojos.

 

 

- Ayer cuando Himurocchi y Murasakibaracchi se fueron a dar una vuelta, tu habías desaparecido y Aominecchi se había ido con su primo, Kasamatsucchi me llevó a un lugar súper romántico- comentó entusiasmado-, me preguntaba si en realidad había sido él quien eligió ese lugar, nunca pensé que pudiera llevarme a un lugar tan bonito.

 

 

 

- ¿A dónde te llevo?- pregunté, sabía perfectamente a donde la había llevado. Yo fui quien eligió ese lugar.

 

 

- Al balcón que estaba cerca de la entrada con vista al muelle.

 

 

- Fascinante- dije fingiendo emoción-, ¿enserio?

 

 

- ¡Sí! Bueno pero ahí no termina todo, estuvimos hablando apoyados en el barandal mirando el mar y en un momento me dijo que tenía algo para mí- se quitó la cadena del cuello y me la dejo en la mano-, me regalo esto.

 

 

- Que lindo- la observé de cerca, efectivamente era un medio corazón con la Y de Yukio.

 

 

- Mooh…No quería preguntarle cuanto le costó pero se ve carísima- dijo apenando-, igual me encantó. Aunque ahora siento que tengo que regalarle algo. No quiero que piense que tiene que regalarme cosas para que lo ame.

 

 

- El no piensa eso, lo hizo porque quería que tengas algo de él que puedas tener para recordarlo.

 

 

- Si puede ser...- lo pensó y luego me miró-, ahora dime ¿qué hiciste ayer con Akashicchi?

 

 

 

- Nada- contesté.

 

 

 

- Nada no fue lo que él me dijo- me echó en cara.

 

 

- Bueno, entonces lo que él dijo- respondí. Kise me fulminó con la mirada, al parecer ya se había dado cuenta que no me gustaba hablar de él con otras personas. Debía sentirse afortunado, no sabía cómo había hecho para contarle cuando nos besamos. No digo que me arrepiento de habérselo contado pero ahora siempre que algo tiene que ver con Akashi me llena de preguntas hasta la asfixia.

 

Cuando terminamos los batidos nos dirigimos al auto. Kise me llevaría a casa. Por suerte no era tan tarde como pensé. Ya se habían hecho las siete de la tarde. Mi mamá no llegaría a casa hasta las ocho y media de la noche. No sabía que iba a hacer esa hora y media solo. Tal vez podría preparar una cena.

 

 

- Nos vemos mañana Kurokocchi- se despidió el rubio desde la ventanilla del auto-, tal vez el sábado haya alguna salida.

 

 

- Después me dices. Adiós.

 

Entré a casa y encendí todas las luces. A veces pensaba que una mascota en casa no estaría mal. Por lo menos no me sentiría tan solo. Subí a mi cuarto y prendí la computadora, hacía bastante tiempo que no la usaba y dudaba mucho que pudiera seguir funcionando. No era el aparato más nuevo pero funcionaba. Pensé en llamar a Akashi pero no quería parecer fastidioso o molesto, me preguntaba por qué motivo había faltado. ¿Habrá tenido alguna pelea con los chicos de Boo's? no... no creo, él dijo que no volvería por una semana y todavía faltaban algunos días para que se cumpla la semana.

 

 

Mi celular comenzó a sonar. Busqué en mi mochila. Contesté en el tercer tono justo cuando la llamada se estaba por cortar.

 

 

- ¡Kurokocchi!- era el rubio-, me acaban de avisar que el domingo por la noche habrá una fogata en la playa con todo el curso.

 

 

- ¿Todos?- pregunté-. ¿A qué hora?

 

 

- De ocho hasta... la hora que nos queramos ir. 

 

 

- Suena interesante- dije.

 

 

- Pero hay una mala noticia- me avisó-, no podré pasarte a buscar. Mi hermana me ha quitado el auto para este fin de semana. Kasamatsucchi pasará por mí pero no creo que pueda pasar por tu casa.

 

 

 

- Oh...- si Kise no podía llevarme dudaba mucho que mi madre vaya a dejarme ir solo en un taxi-, entonces dudo que vaya…tendré que preguntar.

 

 

- Oki, ojala te dejen. ¡Podré estrenar mi traje de baño nuevo!- comentó emocionado-, he estado haciendo una dieta a base de frutas rojas y verdes.

 

 

- Eso es lo que menos te he visto comer Kise-kun- le eché en cara-, espero que haya funcionado.

 

 

- Créeme que funciona, el domingo te darás cuenta.

 

Se escuchó el motor de un taxi estacionar frente a casa. Debía ser mamá, me fijé por la ventana y efectivamente era ella.

 

 

- Kise-kun, tengo que cortar, mi mamá ha llegado-inquirí-. Le consultaré respecto al domingo.

 

 

 

- Claro, adiós Kurokocchi.

 

 

Corté la llamada y bajé a saludar. Dudaba mucho que me dejara ir al centro de la ciudad a las ocho de la noche en taxi y menos si sabía que pensaba volverme de la misma forma. De todas formas no me emocionaba mucho la idea de la fogata, no hablaba con casi nadie del curso como para ir a ''divertirme'' con ellos. Tampoco me emocionaba el hecho de tener que usar un traje de baño a las ocho de la noche y en la playa donde a esa hora el viento predomina bastante, si bien faltaba poco para el comienzo del verano todavía no lo era y la brisa por la noche se hacía notar lo suficiente como para agarrarte un buen resfriado.
Mamá había comprado sushi para comer. Me senté en la mesa frente a ella.

 

 

- ¿Y bien, que has hecho hoy?- pregunto con interés.

 

 

- Nada interesante- contesté mientras movía los palitos en el plato-. Todos comentaban acerca de  una fogata en la playa el domingo.

 

 

- ¿Enserio? Suena genial- comentó-. ¿Es para todo el curso? Cuando era joven también hacíamos de esos.- Un punto a mi favor, ahora solo faltaba decirle la hora, donde quedaba y como pensaba ir.

 

 

- Sí, va a ir todo el curso- tomé agua para disimular-. Pero Kise-kun no puede pasar por mí ya que su hermana le ha quitado el auto el fin de semana, Kasamatsu-kun lo pasará a buscar, pero ello no me incluye.

 

 

- ¿A qué hora es?- preguntó con seriedad.

 

 

- A las ocho- susurré y dejé los palitos sobre el plato-. No se preocupe madre, tengo edad suficiente como para ir al centro de la ciudad sin correr riesgos.- hablé serenamente

 

 

- ¿Hasta el centro de la ciudad a las ocho de la noche?- preguntó riendo-, estas loco niño. No irás si nadie te puede llevar... no te dejare ir solo.

 

 

- Madre, por favor, tengo dieciséis y soy hombre.

 

 

- La única opción si no consigues a alguien que te lleve es que dejes que te acompañe.

 

 

- No es necesario que lo hagas, preferiría no ir antes del ridículo frente a mis compañeros.- aunque no haya alzado la voz igual me sentía molesto.- gracias por la comida.- me levanté, deje mi plato en el pozo y subí a mi cuarto dejando a mi madre con la palabra en la boca


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).