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A MERCED DE TU SOMBRA por Aifoss

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El resto del día lo pase con Kise y Himuro. Me alegraba saber que pude hacer amigos ya que ese era unos de mis miedos. Mi madre me matará cuando se entere que ensucie mi buzo que es nuevo. El pelirrubio se había ofrecido a llevarme a casa en su auto... no era mala idea pero luego me dí cuenta que nuestras casas no quedaba demasiado cerca y no quería molestar.


- ¡Vamos, no me molesta llevarte!- insistió-. Además hoy debo ir a la casa de mi padre que queda del otro lado de la playa.


- No lo sé, mi madre se enojara si ya me ve montado en un auto...


- Vamos, no se dará cuenta Kurokocchi.


- Bueno - acepté resignado.


- ¡Genial! Mi auto esta estacionado en la esquina- Kise me tomo del brazo y me condujo hasta el. Era un Chevrolet Celta negro, chiquito pero lindo-. ¿Te gusta? Fue un regalo de cumpleaños... me costo bastante convencer a mi padre que ya era lo suficientemente madura como para poder conducir un auto.


- Es bonito- sonreí- ¿Por que Himuro no viene con nosotrao?-pregunte mientras tomaba asiento en el lugar del copiloto

.
- ¿Ya lo olvidaste? Se fue a comer el helado con Murasakibara, ya hace bastante rato.

 

-Lo siento, soy un poco olvidadizo

.
Me abroche el cinturón, esto de andar con Ryota arriba de un auto no me aseguraba mucha seguridad. 


- Y bien, cuéntame más sobre ti- dijo con la mirada fija en el camino.
- ¿De mí?


- Sí, no sé... cuéntame de tu vida en América, ¿por qué te mudaste?
Sabía que esta pregunta me la harían varias veces pero nunca me puse a

pensar que contestaría, si a todos les tendría que contar la verdad luego me tratarían diferente solo por pena. ¿Sera Kise una persona confiable como para contarle esto? ¿Llegaríamos en un futuro a ser mejores amigos? 


- Si es que me lo puedes contar- agrego luego de mi silencio.


- Sí... solo que, bueno lo que paso no fue hace mucho... hace un poco más de un mes encontramos muerto a mi padre en la puerta de mi casa.


Kise ahogo un pequeño grito. No sabía porque le estaba contando esto, tal vez es la necesidad de tener a alguien a quien poder contarle todo lo que me pasa... cosa que en América me faltaba.


- Luego de ese día no dejaban de llegarnos cartas y llamadas amenazadoras. Al principio tenía miedo, estaba asustado pero luego... cuando nos dimos cuenta que lo que mandaban lo hacían en broma me había tranquilizado.
-¿ Y saben quién fue el que mato a tu padre?- pregunto lo más serio posible- ¿Está preso? ¿Por qué vinieron aquí?


- No- contesté-, el hecho de que este aquí no lo sé. De un día para el otro mi madre compró los pasajes, me dijo que el ex jefe de mi padre le había conseguido un puesto en su trabajo aquí... pero hay algo en ese tipo que no me es de fiar.


- ¿Crees que el mato a tu padre?


- No lo sé, no lo han investigado... además me parece raro que haya querido contratar a mi madre. El y mi padre trabajaban juntos, son empresarios, no me extrañaría enterarme que se tenían varias deudas.


- ¿Y las amenazas? ¿Las sigues teniendo aquí?


- No, ya no. Aunque me asustaría bastante tenerlas aquí, mi madre me había obligado a no decirle a nadie que nos iríamos de América porque se correría el chisme y quien sea la persona que nos mandaba esas cosas seguro nos seguiría.


Kise parecía incomodo, claro... seguro pensaba que cualquier comentario que hiciera me lo tomaría para mal. Tenía que cambiar de tema...


- Y cambiando de tema- dije- Cuéntame más sobre Haizaki... ¿ha sido siempre así?


- Te voy a contar la verdad...- Kise rió-, pero promete no reírte. Ese estúpido y yo eramos mejores amigos.
- ¿Enserio?- pregunte sorprendido aunque no se notase. Si alguna vez Haizaki había sido un chico normal jamás hubiera pensado que Ryota hubiese sido su mejor amigo.


- Sí enserio, en primaria e incluso la secundaria hacíamos todo juntos...


- ¿Y qué paso, porque se pelearon?


- Empezamos a interesarnos por el basket, pero solo había un solo cupo en ese entonces, y como los dos ansiábamos estar como titulares…empezamos a llevarnos la contraria.-siguió con un tono de decepción-, y lo peor fue que un día nos informaron que tendríamos un partido a la mañana siguiente, eso era especial para los dos, pues el que jugara mejor sería escogido.- hizo una pausa.- En la noche Haizaki me llamo y dijo que por orden del entrenador el partido se había postergado hasta nuevo aviso y que no vaya mañana al estadio por las puras…era mentira, me mintió sin piedad, y no le basto eso, le dijo al equipo entero e incluso al entrenador que todos eran un asco y no se merecían a un jugador como yo…le importo una mierda si pensaban mal de mí.- tenía ira en sus palabras.- desde luego se quedó como titular y yo odiado por todos .


- ¿Y nunca más arreglaste las cosas con él?


- Lo intenté-comentó sin animo-, un día le fui a hablar para que me diga que fue lo que realmente le hice para que el hiciera eso.


- ¿Qué te contesto?


- Nada, me dijo que nuestra amistad siempre fue una mentira... que nunca habíamos sido verdaderamente amigos... y luego con el tiempo me entere de que se había enojado conmigo porque pensó que yo le copiaba los trucos en el basket... cuando en verdad era él quien se robaba mis trucos y los lucía como suyos. Por alguna casualidad de la vida ingresamos a la misma preparatoria …y aquí estamos.


- ¿Y cómo se hizo tan popular?


- Bueno, feo no es ¿cierto? empezó saliendo con una de las chicas más guapas como lo hacía en la secundaria  y todos comenzaron a darle atención... cuando cortaron armo un escándalo que rebalso el vaso. Haizaki era el tema de conversación en cada salón. Y ahora es todo un vándalo, se la pasa golpeando a chicos débiles en lugares apartados, además de ser ocioso fue expulsado del club de basket de aquí  - murmuro- Pero ahora con un nuevo equipo y nuevo entrenador me cedieron el puesto a mí, así que soy titular.- dijo con orgullo y felicidad de lo último dicho- Kise se acercó al vidrio y miro hacía los lados-. ¿Tu casa es por aquí?


- Sí- contesté mientras imitaba lo que hacía el. Había pasado por aquí cuando me iba temprano- ¡En la esquina!


El pelirrubio estaciono el auto y se bajo conmigo. Dijo que me acompañaría hasta la puerta y que dejaría el auto estacionado allí ya que la casa de su padre quedaba a tres calles.


- ¡¿Esta es tu casa?!- sonaba emocionado.


- Sí.


- ¡Que bonita! Siempre me gusto este vecindario. ¿Tu cuarto tiene ventana?


- Si, da al callejón sin salida que esta del costado izquierdo- contesté.


- ¡Genial! ¿Sabes? Te podrás escapar cuando quieras- comento riendo alzándome una ceja …movió su muñeca y miro la hora- ¡Mira que hora es! Adiós Kurokocchi, nos vemos mañana.

 

***

-Ya llegué- grite cansado una vez dentro de casa- Madre ¿Estas acá?  

 
Y no, no estaba en casa. En la cocina me había dejado una nota que decía 'Hijo, el señor Masaomi- el jefe de mi padre y ahora de mi madre- me ha llamado para arreglar algunas cosas en la oficina. No sé a qué hora volveré, te deje algo de comida en la heladera y dinero sobre la mesada. Trata de no salir. Te ama, mamá'


Tonto pedazo de papel. ¿Ven? En América estas cosas nunca pasaban, ese tipo no es bueno. Ahora tendría que estar contándole a mi madre todo lo que había hecho hoy... pero claro, no puedo porque ahora tiene que estar en la oficina arreglando cosas. ¡Todavía está de vacaciones! Juro que cuando vea a ese tipo... lo mataré con mis armas, no solo por esto si no por lo que le hizo a mi padre. ¡Y si, para mí él tiene que ver algo con su asesinato! Y si la policía no hace nada para investigarlo lo haré yo. No me quedaré de brazos cruzados.


Volviendo al tema 'preparatoria', me han dejado bastante tarea. Por suerte no estoy TAN atrasado como pensé, allá en América estábamos viendo casi los mismos temas que aquí. 


No tenía hambre, nada de lo que había en casa me apetecía. Apague las luces de abajo y subí a mi habitación, no sabía que hora era pero tenía sueño. Ni ganas cambiarme tenía así que me acosté vestido. Por un lado me sentía bien, me había desahogado, le había contado a Kise lo de mi padre y eso era lo que necesitaba; a alguien para poder decirle todo lo que me pasaba y que ese alguien obviamente no sea mi madre porque ella no entendía lo que yo quería decirle... bueno Kise tampoco entendía mucho lo que quería decirle pero él no me juzgaría.


No escuché la puerta abrirse cuando mi mamá entro al cuarto pero si sentí la luz del pasillo sobre mis ojos. No quería hablar con nadie así que opte por hacerme el dormido, cosa que me salió bastante bien porque mi madre se dio media vuelta y se fue silenciosamente.

***


- ¡Despierta! ¡Vamos, levántate!- me sacudió mi madre de la cama- ¡El despertador no ha sonado, levántate es tarde!


- Ya va. No me grites en el oído por favor- me queje-. No es mi culpa que el despertador no suene.


- ¡No sé de quién es la culpa, no hay tiempo para discutir, vamos ve a ducharte que se hace tarde!


Me azotó un almohadón en la cara y me fui al baño antes de que pudiera darme otro. Me vestí con el uniforme ya que el buzo seguía con yogurt.

 No cenar me había hecho efecto, ahora moría de hambre. Kise se había propuesto a llevarme a la preparatoria, pero me había negado, no dejaría que sea mi chofer... o bueno tal vez sí, pero cuando nos tengamos más confianza. No tuve tiempo para sentarme a desayunar con mi madre, se me había hecho bastante tarde y si no llegaba a tiempo al colegio me cobrarían media falta. Cogí una tostada y salí disparado.


- ¡Kise-kun!- grité haciendo que las personas que estaban en el pasillo se asusten al verme-¡Kise-kun deja de caminar!


Corrí hacía él y lo alcancé. Las miradas raras me habían puesto un poco nervioso pero bueno tendría que haberlo previsto, no es normal que una persona aparezca de la nada y ande gritando por los pasillos.


- ¡ Kurokocchi!- me saludo con su clásica vos chillona- ¿Qué pasa, porque andas tan agitado?
- Corrí las veinte calles hasta aquí- respondí-. Si no llego a mi casillero en cinco minutos la profesora me matará.


- ¡Te dije que podía llevarte al colegio y tú de testarudo te negaste!- grito mientras me veía salir corriendo hacía la casilla 181.


Oh... mi... dios. Akashi está en su casillero, no hay nadie en el pasillo y seguro todavía recuerda lo que paso ayer. ¡Debe pensar que quería robarlo! ¿Y si mejor me doy media vuelta y vuelvo luego? No, no puedo. El profesor me matará. Mirando fijamente la suela de mis zapatos caminé hacía mi casillero. Traté de poner rápidamente la clave pero parece que la mala suerte estaba de mi lado ¡no podía abrirlo!


- ¿Otra vez problemas con el casillero?- pregunto con un tono divertido y frío a la vez.


- Sí- contesté lo más cortante posible.


- Pues que mal, parece que no te quieren- lo miré indiferente. Akashi cerró su casilla de un golpe y se fue a su clase.


Este chico no me está cayendo nada bien. ¿Cómo hace para sonar divertido y serio a la vez? ¿Qué tiene en su mirada... que lo hace tan raro y a la vez interesante? Bueno, eso no importa. Lo importante ahora es que tengo que correr a la clase de Lengua porque me matarán. Espero que a Kise le haya tocado la misma clase que a mi. Odio esto de tener horarios diferentes todos los días, es estresante, creo que voy a tener que estar con la planilla de clases en la mano todos los días en este instituto.


- ¡Aquí, aquí!- Grito el pelirrubio mientras movía la mano. Estaba sentado en uno de los asientos del centro.


Apoyé los libros con cansancio. No llevo ni un día en este lugar y ya siento que no doy más, quiero dormir y dormir nada más que eso. Suspiré y Kise comenzó a reír.


- No lo puedo creer- dijo entre risas- ¡Un día llevas aquí y mira con que cara vienes!- no sé cómo diferencia mis emociones, si siempre estoy con mi cara de póker.


- Entiéndeme por favor, allá en América es otro horario, esto de tener que levantarme a las 7:30 no es normal en mí…Todavía no me acostumbro.


- Ya lo veo, me he dado cuenta.


- ¿Kise-kun… no es Kasamatsu quien quiere hablarte?- el rubio abrió los ojos como platos, estaba sentado de espaldas a el porque me estaba hablando conmigo-. ¿Por qué no te das vuelta y lo compruebas?


- ¡No, me da vergüenza! ¿Qué es lo que quiere?


- Me está haciendo señas para que te des vuelta, vamos háblale.
Kise me fulmino con la mirada y se giró, no quería ponerlo nervioso así que me puse a buscar mi celular en la mochila. En este mismo momento me arrepentía de haber corrido las veinte calles hasta la escuela, el profesor de Lengua todavía no había llegado y ya tenía cinco minutos de retraso. No podía quedarme buscando lo que sea que este buscando hasta que Kasamatsu-senpai y Kise-kun terminarán de hablar, pero tampoco tenía algo que hacer para parecer entretenido. Himuro tenía historia en este mismo momento y se encontraba en el salón opuesto al nuestro, me pregunto cómo le habrá ido en su cita ayer


Kise suspiró y se volvió a mirarme.


- ¡Ya deja de buscar en la mochila Kurokocchi, se escuchaba el choque de tus cosas y no podía hablar tranquilo!- se quejó riendo.


- Oh disculpa- dije con sarcasmo- ¿Preferías que este sentado mirando a la nada y escuchando su conversación?


Se quedó pensando y luego comenzó a reír. No sabía de qué se reía, seguro el efecto 'enamoramiento' estaba surgiendo en este mismo instante.


- ¿Qué te dijo?- pregunte interesado.


- Nada importante- contestó-. Me pregunto algo sobre el trabajo de mi padre, al parecer le encantan los autos y se enteró que mi padre trabaja en una empresa.


- Eso es bueno. Si tienes valor puedes invitarlo a recorrer la empresa y le enseñas algún que otro auto.
- Sabes que no me animaré, tal vez si el propone ir le diré que sí, pero yo nunca.


- Bueno, era una opción.- dije sin más.


- ¡Buenos días alumnos!- saludó el profesor. No había cosa que odiaba más que el saludo 'alegre' de los profesores cuando entraban al aula. Siempre intentando aparentar que están de buen humor y luego en la clase pareciese que los choco un camión.- Para esta clase he pensado una tarea diferente a las que hemos hecho durante este mes.


Un murmullo se dispersó entre los estudiantes. No sabía a que rayos se refería con decir 'Tareas diferentes a la que hemos hecho durante este mes' porque yo recién llegaba y no tenía ni idea de lo que habían hecho anteriormente.


- Ustedes escogieron a su compañero de banco, ¿cierto?- otro murmullo de aprobación recorrió el salón-. ¿Porqué? porque tienen más afinidad con esa persona. Bueno hoy y el resto de las clases que quedan en el año se darán el tiempo de conocer a otra persona de este aula. Por favor, los alumnos que están sentados del lado izquierda moverse un asiento para adelante. Quedará sumamente prohibido cambiarse de lugar para volver con la persona que estuvieron anteriormente.

¡AYUDA! ¿Con quién me tocaría? no quería darme vuelta para averiguarlo. Si había algo que me molestaba de mi mismo era el problema que tenía para entablar conversaciones, hay momentos que por más que me esfuerce por hablar me sale o muy bajo o muy falso y quedo como un completo estúpido. Kise me sacó de mis pensamientos, me estaba golpeando el hombro demasiado fuerte.


- ¡Mira con quien me toco! Dime que es mentira... moriré - susurró el pelirrubio. Moví mi cabeza hacia adelante aunque no necesite mucha ayuda para reconocer quien estaba allí. Kasamatsu. Kise se sentaría con Kasamatsu, eso era bueno... por lo menos a él le había tocado con la persona que lo volvía loco.


- Estarás sentado con el todo el año, luego perderás la vergüenza. Tienes suerte Kise-kun- le contesté en forma de susurro ya que Kasamatsu se había dado vuelta para ver con quien se sentaría. A él, parecía no molestarle estar con Kise.


Por mi lado, no sabía porque quien se sentaría conmigo tardaba tanto en cambiarse de lugar. La intriga me mataba pero no me daría vuelta, sabía que me pondría aún más nerviosa si sabía que dentro de unos segundos estaría sentado con alguien... con alguien con el cual nunca hable

 

- Interesante- murmuro una voz. Alguien apoyo los libros con fuerza sobre la mesa haciendo que mi mochila caiga al piso.


- ¿No pedirás disculpas?- pregunte sin verle la cara. Todo lo que se encontraba dentro de mi mochila estaba esparcido por el piso. 


- No.


Me levanté con las manos llenas de cosas, apoyé todo en la mesa y me apresuré a ver quién era el estúpido que se sentó a mi lado. Con esa respuesta ya tenía una idea bastante clara sobre de quien se trataba y no, no estaba equivocado. Compartiría asiento con Akashi Seijuro todo el año. ¿Alguien que quiera matarme? Por favor.


- ¿Tendré que sentarme contigo todo el año?- pregunte resignado. Si había algo que no iba a dejar que me avergüence era tratar mal al pelirrojo al igual que él lo hace conmigo.


- ¿Acaso no escuchaste al profesor?


Estúpido, claro que lo escuche. Acomodé la mochila en la silla y me concentré en ver lo que hacían Kasamatsu y Kise. Al parecer estaban teniendo una conversación bastante normal. Mi amigo parecía divertirse. El profesor estaba pasando mesa por mesa comprobando que estemos sentados correctamente. Estaba rezando para que por favor Akashi se tenga que cambiar de lugar. Pero no.


- Bien, ahora que todos tienen asignados a un nuevo compañero de banco... la próxima tarea será conocerlo mejor. El trabajo es con nota y lo entregarán mañana en la primera clase del día.


- ¿Qué tenemos que hacer más precisamente?- pregunto una de las chicas que estaba sentada en los bancos de adelante.


- Bastará con hacer una pequeña descripción con su personalidad y si quieren para hacerlo más fácil cinco preguntas. Si tienen alguna idea mejor para contarme sobre su nuevo compañero mejor. Empiecen.


La clase se convirtió en un mundo de murmullos. Se escuchaban las quejas de algunos y las risas de otros. Sabía que a Akashi no le haría mucha gracia que le pregunte cosas sin sentidos así que ahora estoy pensando cinco preguntas razonables para poder hacerle.


1- ¿Tienes hermanos? ¿Cómo se llaman?
2- ¿Fumas, te drogas, tomas alcohol?- necesitaba preguntar eso, no me quedaría con la intriga. Seijuro era un chico bastante raro así que tal vez anda metido en alguna de estas cosas.
3- ¿Qué música te gusta?
4- ¿Comida rápida o casera?- ya sé, ya sé, no se rían de mí, pero es lo único que se me ocurre para preguntarle.
5- ¿Cuál es tu clase favorita?


Bueno, ya tenía las cinco preguntas listas, ahora solo faltaba que el termine las suyas. Trate de mirar de reojo que hacía, ¿Por qué tardaba tanto?...claro... ya sé porque tardaba tanto ¡No estaba haciendo nada!


- ¿No vas a hacer este trabajo?- pregunte indignado


- No.


- Pero hay que entregarlo mañana- parecía no importarle lo que le decía, el seguía jugando con el lápiz- …Dame eso…- le quite el lápiz de la mano, el rió y luego me miro.


- ¿Qué pasa con el lápiz?


- Hay que hacer el trabajo, no garabatos.- respondí algo alterado


- Ya sé todo lo que tengo que saber para poder completar el 'trabajo'.- dijo en tono despectivo


- Mientes Akashi-kun, no sabes nada sobre mí.


- Eres bastante predecible- me echó en cara-. ¿Quieres que te lo diga Tetsuya?.- << Qué se cree al llamarme por mi nombre, yo no le di esa confianza><
- Sí- lo desafié.


- Tímido, inteligente, inseguro, inexpresivo y... ¿testarudo?- se quedó pensativo y me miro de nuevo-. Sí, definitivamente testarudo.


Nada de lo que había dicho Akashi encajaba con mi personalidad, o si? Bueno tal vez si un poco, pero era verdad soy bastante predecible.


- Entonces… yo también se cómo eres- lo mire directo a los ojos- ¿quieres que te lo diga?


- Adelante por favor, no tengo problema.


- Frío, calculador, autoritario e ignorante.


- Sí, definitivamente podría ser una muy buena descripción para mí, excepto lo ignorante- dijo sin darle importancia. ¡Esto no me servía! Necesitaba que conteste mis preguntas, si no, reprobaría el primer trabajo que me daban.


- Bueno, basta de bromas.


- ¿Bromas? Yo pondré eso en el trabajo, creo que no hay nada que te describa mejor que lo que dije.
- Tú pondrás lo que deseas sobre mí Akashi-kun, pero yo necesito que respondas mis preguntas. ¿Tienes hermanos?


- No te importa.- dijo cortante


- Necesito aprobar este trabajo.- estaba irritado.- No te cuesta nada contestarme- bufé y busque la segunda pregunta de la hoja- Bien, la segunda. ¿Fumas, te drogas, tomas alcohol?


- ¿No crees que eso es problema mío?


Este chico me tenía harto. Me ponía nervioso, que a él no le importen sus notas porque es un prodigio no era mi problema, yo necesito aprobar este trabajo, tenía que sacar buenas notas este bimestre ya que el anterior ni siquiera estuve en este colegio. Agarré el lápiz con fuerza y anote. 'Fuma a diario y toma alcohol en fiestas. Sobre drogarse no hizo ningún comentario'


- Déjame ver que pusiste- Akashi me quito la hoja de la mano y comenzó a reírse- ¿Enserio? no sabía que tomaba alcohol ni que tal vez me drogo.


- Pues ahora lo sabes, contesta mis preguntas si no quieres que invente cosas.- intentaba hablar del modo más calmado posible.


- No me importa que inventes cosas, por mi inventa todo lo que quieras.


- ¿Vas a estar así de molesto el resto de la clase?


- Yo tengo una pregunta para ti.- viéndome fijamente


- Primero contesta alguna mía.- alegue devolviéndole la mirada


- Yo pedí primero, así que responde.


- ¡Mentira, te he estado diciendo que contestes mis preguntas desde que dieron este trabajo!- exploté, nunca elevaba la vos, pero este tipo me sacaba de quicio.


- Bajé la vos joven Kuroko.


- ¿Cuál es tu número de teléfono Tetsu?


¡QUE ESTÚPIDO ES! tengo unas ganas de ahorcarlo o no sé, pero arg, sáquenlo de mi lado. Esta haciendo esto apropósito porque sabe que me molestará, encima se digna en hablarme con esas confianzas.


- ¿Eres demasiado confianzudo lo sabes?


- No, no lo sabía. Aún no contestaste mi pregunta.


- Ni lo haré.- decidí ignorarlo olímpicamente.


Por suerte me salvo el timbre. Mañana, lo tenía decidido me haría el enfermo y faltaría a la clase de Lengua no soportaría ni una clase más al lado de Akashi y tampoco soportaría no entregar el primer trabajo que me dieron.


- Toma, por si lo necesitas- Akashi me entrego un papel con su número anotado. Mis ganas de prenderle fuego en la cara aumentaban a medida que se alejaba. Kise me estaba esperando en la puerta del aula, por suerte no me llenaría de preguntas sobre de que hablé con Seijuro ya que era mi tarea de amigo era preguntarle cómo había sido sentarse con el chico que le gusta.

Notas finales:

Nos vemos:3


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