- Kise-kun - dije cuando nos encontrábamos camino a los casilleros-. ¿Qué tal te fue con Kasamatsu-sempai?
- ¡Fue genial!- contestó entusiasmado, irradiando arcoiris-, pensé que no podría dirigirle la palabra pero me equivoque.
- Parecían bastante entretenidos. ¿De que hablaban?
- Nada interesante, él me contaba sobre su familia... me dijo que fue capitán del equipo de basket en la secundaria
- ¿No quedaron en salir ?.- pregunté curioso
- No, todavía no Kurokocchi. Y tú, ¿qué tal te ha ido con Akashi?
- No quiero hablar de eso…- comenté con la mirada al suelo-, es sujeto irritable. Todavía no he podido terminar el trabajo de Lengua porque él no ha querido contestar mis preguntas.
- Pues inventa.- dijo Ryota con obviedad.
- Es lo que hice, pero nada de lo que escribo me parece convincente
- ¿Tienes su número? Tal vez puedas llamarlo y hacerlo responder.
No quería decirle al rubio que tenía el número de ese tipo ya que me llenaría de preguntas, no quería que haya algún malentendido y el piense que ahora estamos en algo o yo siento cosas por él.
- No, pero ya veré como arreglármelas.
Al parecer Himuro se había retirado del colegio por la mañana ya que tenía un fuerte dolor en las caderas y no podía caminar. En las clases de la tarde en ninguna coincidía con Kise, otro motivo más por el cual odiar los martes.
Esta tarde tendría que ir a casa solo, Kise tenía que ir a una sesión de fotos que le ofrecieron. No tenía problema en ir caminando a casa pero la idea de comprarme un auto cada vez se hacía más fuerte. Hoy se lo propondría a mi madre... aunque tenía bastante clara la idea de que me diría que estaba loco y que no tenía edad.
- Llegué- avisé cuando entre a casa. Apoyé la mochila en la mesa y me quite el sacón del uniforme.
Solo había una cosa que me haría odiar aún más este día, que mi madre este en la oficina arreglando cosas para su jefe. Su trabajo comenzaba en una semana así que no tenía que hacer nada. La obligaría a estar en casa si era necesario pero no iba a dejar que pasara más tiempo del que tenía que pasar con ese tipo.
- Aquí estoy- mamá salió de la cocina, estaba hablando por teléfono. Me senté en la mesada de la cocina y agarré una manzana. Estaba buscando las palabras precisas para preguntarle a mi madre si me compraba un auto. ¿Sonaba un poco descabellado, no? pedir un auto... era un regalo bastante costoso-. ¿Qué tal te ha ido en tu día?- pregunto entrando a la cocina.
- Bastante bien.- dije con simpleza
- ¿Y ya has hecho amigos?
- Sí, Kise-kun y Himuro-kun
- Puedes invitarlos a casa algún día de estos. ¿Las clases cómo van?
- Bien, sí bien...- sin contar que no entregaré el primer trabajo con nota del bimestre-. Ma-madre... yo quería pedirte algo.
- ¿Qué cosa Tetsu?
- Como verás...- <<¿cómo se lo pido? ¡ayuda!>>- este... la escuela no queda tan cerca de casa como habías dicho, y todas los chicos del instituto tienen su propio auto- mi mamá soltó una carcajada y se giró para mirarme.
- ¿Estas enfermo, cierto? ¿Quieres un auto?
- No soportaré caminar 40 calles diarias…sería tu culpa si yo me desmayara a mitad de camino.
- Y yo no me sentiré bien sabiendo que andas solo con un auto, además tampoco estamos bien económicamente como para poder mantenerlo.
Bueno, ya tenía una idea de que esto pasaría pero con intentarlo no perdía nada. Mi única opción para conseguir un auto era conseguir un empleo de medio tiempo pero... ¿valdría la pena? no lo sé.
- Tengo tarea, estaré en la habitación- dije lo más cortante posible. Subí a mi cuarto y saqué las carpetas. Tenía tarea de biología, matemática y... bueno, terminar el trabajo de Lengua. Lo había pensado bastante bien y si no se me ocurrían respuestas lo suficientemente reales tendría que llamar a Akashi, no sé para qué me había dado su número pero ya que lo tenía lo utilizaría.
¡Tres horas, tres largas horas tratando de hacer los problemas de matemática! Sabía que no era bueno en esa materia... ¿pero tener que recurrir a mi madre para que me ayude a resolverlos? Eso era caer bastante bajo. Por suerte la tarea de biología la tenía casi terminada.
- ¡ Tetsuya, baja a cenar, la comida esta lista!
Y sí, así se había pasado mi tarde, haciendo tarea. Me la pasé sentado sumando, restando y dividiendo números… decir que todavía me queda el trabajo de Lengua por terminar. Llamaría al pelirrojo cuando termine de cenar... ¿o el ya estaría durmiendo? no, no creo. Jamás imaginaría a Akashi durmiéndose a horario.
Mamá cocino carne con ensalada, trate de comer lo más rápido posible ya que me ponía un tanto nervioso estar sentado con ella y no hablar de nada... eso era raro ya que ella siempre tenía algún que otro tema de conversación y era yo quién quedaba callado.
- ¿Hola?- contestó una voz, de fondo se escuchaban las voces de unos chicos gritando.
- ¿Akashi-kun, eres tú?
- Sí, ¿quién habla?
- Soy Kuroko.
- Esperen, en un momento regreso - se escuchó que él le decía a los demás chicos-. ¿Qué quieres? Cuando te dí mi número jamás pensé que lo usarías.
- Necesito que contestes mis preguntas.- dije sin remedio
- Ah claro, ya veo el motivo. Aquí van mis respuestas, sí, sí, no, tal vez y no.
- Esas no son respuestas validas.- estaba al borde de mi paciencia.
Estúpido, ¿quién se cree? me cortó la llamada. Ahora sí, no dejaría este trabajo sin hacer. Inventaré las respuestas... lo que tendría que haber hecho desde un principio, si el profesor se daba cuenta que yo había inventado todo le diría la verdad; que Akashi no había hecho nada. Obviamente el 'Frío, calculador y autoritario' quedaría anotado, no lo borraría, si lo que buscaba el profesor era una descripción sincera no había nada más sincero que eso. Y si no le gustaba... bueno que me repruebe ya no puedo hacer nada
Ya estaba más tranquilo. Tenía los trabajos terminados, solo me faltaba dormir y esperar a que sea de mañana para ir de nuevo a la preparatoria. Deseaba que le pasé algo a Akashi para que no pueda asistir por lo menos a la clase de Lengua.
Me levantaron a los gritos, nuevamente el despertador no había sonado. Agarré el buzo que mi mamá había preparado a la noche y por ende, lo había lavado. Tomé el desayuno lo más rápido posible, no le hice caso a mi mamá ya que ella me decía que luego me caería pesado.
- ¡Kurokocchi!- gritaron desde la vereda del frente. Alguien estaba tocando bocina-. ¡Kurokocchi aquí!
Me giré, Kise estaba en su auto junto a Himuro. ¡Que suerte, no tendría que caminar esas veinte cuadras! Subí rápidamente a la parte trasera del auto rogando que mi madre no me viera. Se enojaría si no le decía con quién estaba yendo al colegio.
- ¿Cómo te encuentras Himuro?- pregunte mientras abrochaba mi cinturón.
- Mejor, al parecer me había sobre esforzado mucho haciendo ejercicio – agacho la mirada y no sé porque razón se puso rojo hasta las orejas- ¡Me han contado que te sientas con Kasamatsu!-dijo cambiando de tema, me pareció que estaba ocultando algo pero preferí ignorarlo. Kise redujo la velocidad del auto. Sabía que le encantaba hablar de Kasamatsu y más si él se veía involucrado en el asunto.
- ¿Quién te contó? ¿Es que ya todo el mundo sabe que me gusta Kasamatsucchi?- pregunto con desesperación.
- No, descuida- trato de tranquilizarlo-, el mismo me lo contó.
- ¿Hablaste con Kasamatsu-sempai?.- pregunté confundido.
- Sí, me lo encontré en el súper. Me contó que te tocó sentar con él y que le pareces muy divertido.
- ¿Enserio?- a Kise se le iluminaron los ojos
- Sí- contestó Himuro riendo-. Además me contó que él sabía que me gustaba Atsushi, en ese momento no sabía dónde esconderme- agrego riendo-, me dijo que él estaba soltero, que estaba interesado en alguien pero no sabía quién.- note como el sonrojo volvía a reaparecer en sus mejillas
- Por cierto ¿Cómo te fue ayer en tu salida con Murasakibara-kun?- pregunté, sabía que algo nos escondía-. ¿Sólo fueron a comer helado o hicieron algo más?.- para ese momento Himuro ardía y emanaba humo de la vergüenza.
- Es que.- al fin se dignó en hablar.- ayer por accidente manche mi camisa con el helado, entonces Atsushi dijo que su casa quedaba cerca y que me podría cambiar, yo acepte…bueno, no sé en qué momento terminamos besándonos y…luego paso…ustedes saben…nosotros lo hicimos…
-¡¿QUÉ?!.- gritó Kise horrorizado frenando en seco haciendo que tanto Himuro como yo nos diéramos un susto.- ¡¿QUÉ TE PASA HIMUROCCHI?!, ¡TE PUDO PARTIR EN DOS!
-Kise-kun deja de gritar por favor.- rogué, su vos era demasiado chillona
- Espero que hayan formalizado.- dijo más calmado el rubio
-Ehm…no, aún no.- respondió un tanto decepcionado el azabache.
-No te preocupes Himuro-kun, todo a su tiempo << Aunque ya se adelantaron…y mucho>> verás cómo van mejorando las cosas.- el nombrado solo se limitó a sonreír y cambio de tema.
- Y tú Kuroko- siguió Tatsuya-. Que tienes el “honor” de sentarte con Akashi…¿Es tan idiota como dicen?
- No es que sea idiota, es frío.
- Bueno eso es idiota para nosotros- comentó Kise riendo- ¿has terminado tu trabajo?
- Sí, tuve que contestar yo mismo las preguntas pero bueno... si el profesor me dice algo le diré la verdad.
Llegamos al colegio en horario. Por suerte no había nadie en los pasillos y pude ir hacía mi casillero rápido. Akashi no estaba allí pero la primer clase del día era Lengua, maldigo el día que al profesor se lo ocurrió cambiarnos de lugar
.
- Disculpa por lo de ayer, se me cortó la llamada- se excusó Seijuro. ¿Enserio pensaba que me creía eso?-. No te llamé de nuevo porque tenía que hacer algo... importante.
- Estabas jugando con tus amigos Akashi-kun.
- Estábamos apostando y no quería perder- concluyó-. Cuando volvía a mi casa pensé en llamarte pero creí que estabas durmiendo así que decidí no hacerlo.
Negué con la cabeza y dirigí mi mirada hacía los primeros bancos del salón donde se encontraba una chica pelirosa que coqueteaba con su nuevo compañero de banco, no sabía quién era pero algo me decía que era la “presumida jefa del consejo estudiantil”.
- Dejen los trabajos sobre el escritorio, no se olviden de ponerle nombre- avisó el profesor. ¿Tanto le costaba levantarse a recogerlos él? Anoté mi nombre y se lo entregué. Akashi también entrego el suyo, me pregunto que más había escrito sobre mí.
El profesor nos había dado algunas páginas para leer del libro pero no podía concentrarme. Cada tanto sentía la mirada penetrante del pelirrojo sobre mí poniéndome nervioso... aunque tal vez él no me miraba y era solo una alucinación mía.
Miércoles... que día más aburrido, lo único bueno fue coincidir con Kise en todas las clases y en algunas con Himuro. Al parecer Kasamatsu le había propuesto al rubio ir a tomar un helado hoy por la tarde, dos horas después del colegio. Ryota no quería decirnos nada pero el hecho de que Kasamatsu me haya venido a preguntar en la cafetería que tipos de lugares le gustaban a Kise decía gran parte de lo que nuestro amigo no quería contar.
- ¡Bien idiota, ahora habla!- la regaño Himuro a la salida de la escuela-. Dinos si es verdad lo que dice Kuroko.
- ¿Qué cosa Himurocchi?- pregunto Kise haciéndose el tonto- ¿De qué hablan?
- Que Kasamatsu-sempai te dijo para salir Kise-kun- le eché en cara-. El mismo me vino a preguntar.
- Bueno sí- confirmo-, pero no sean escandalosos.
-¿A qué hora es?- pregunte-. Por favor sólo compórtate
-Eto eto...Kurokocchi estas acelerando las cosas- dijo Kise mientras abría su coche. Me subí en la parte trasera, Himuro se sentó en el asiento del copiloto-. Esto no es una cita.
- Ya quisieras
- No- se apresuró a contestar el rubio-.Sólo comeremos y tal vez juguemos basket.
- Excusas- rió Tatsuya. Kise nos fulminó con la mirada.
- ¿Por qué eres pesemista Kise-kun?.Eso es raro viniendo de ti.
- No es así como me siento. Nee… ¿si algo sale mal?
- Relájate Ryota.- alegaba Himuro.- no lleves tu carro, pensará que eres engreído…aunque tendría razón.
-¡Cállense! Entiendan que estoy ansioso.- decía Kise derramando sus lágrimas de cocodrilo.
Dejamos a Himuro en su casa, él le deseo suerte y dijo a Kise que use lubricante. Habíamos quedado en ir a mi casa para que pueda avanzar algo de su tarea y después salir con calma.
- Llegamos- avise a mi madre, ella bajo rápidamente las escaleras. Sonrió al ver que traía acompañante.- El es Kise-kun
- ¡Un gusto!- dijo mi madre mientras lo saludaba con un beso en la mejilla- Tetsu me ha contado sobre ti.
Antes de que mi mamá me avergüence frente a mi amigo lo tomé del brazo y lo hice subir los escalones hasta llegar a mi habitación... la cual estaba hecha un desorden.
- ¡Linda habitación Kurokocchi!- dijo Kise mientras daba una vuelta, se quedó parado en la ventana-. ¿Es la que da al callejón, cierto? qué suerte tienes.
- Ya me lo has dicho y disculpa el desorden, aún no he terminado de desempacar.
- Lo sé, no te preocupes, y no me cansaré de repetirlo. ¿Sabes cuántas veces intenté escaparme de casa? Y siempre me han atrapado porque la única salida que tengo es la puerta de entrada.
- Bueno no hay tiempo de discutir como escapar, tienes una hora para hacer tus tareas.
En vez de avanzar siquiera medio ejercicio, el pelirrubio se la paso hablando de las probabilidades sobre que congiene con Kasamatsu de un modo romántico, además de estar contándome su vida de niño cuando era una bolita rodante y se burlaban de él. También me comento sobre sus planes a futuro de ser modelo y el baile que se daba a fin de año como era la costumbre. En verdad se veía entusiasmado por el tema…bueno yo solo me mantuve al margen porque ya estaba planeando no ir…simplemente no me gustan las fiestas.
- Creo que ya te tienes que ir Kise-kun, se te hará tarde.- dije al mirar la hora.
- ¡Sí! Y ni siquiera me he cambiado el uniforme, soy un desastre Kurokocchi.-
- Bueno, entonces qué esperas- dije riendo-.
Acompañe a Kise hasta la puerta, no paraba de decirme se sus nervios por el encuentro, solamente moví la cabeza en negación, lo despedí con la mano y se fue. Mi madre había estado mirando la escena desde la cocina así que me parece que tendré que dar unas cuantas explicaciones, de paso comería algo ya que estaba muriendo de hambre.
- ¿A dónde iba Kise?- pregunto mientras dejaba un plato con curry frente a mí.
- Tenía una salida con alguien
- ¿Quién es ese alguien?
- Kasamatsu-sempai, es un compañero de clases
- ¿Y a ti te gusta?
- No mamá, él ya es de Kise-kun
- Oh claro, no puedes. ¿Y te gusta alguien o... estas interesado?
- No mamá, no es necesario que preguntes.- me sorprendía su curiosidad, en América solo llevaba a Ogiwara-kun a la casa, salíamos y todo eso, pero nunca formalizamos.
- Bueno, es que quiero saber si algún día traerás a alguien.
- Algún día podrá ser pero ahora...no.- respondí dando como finalizado el tema