Faltaban solo un día para el programa corto, Yuri sabía que todo dependía de que tan bien se desempeñara, tenía que hacer la mejor rutina de toda su corta vida, tenía que sacarle provecho a su ágape y lograr una ventaja sobre el resto.
─Eso es, si piensas realizar los saltos con esa dificultad debes levantar más los brazos ─ Yakov le daba indicaciones al rubio.
Este patinó alrededor de la pista cogiendo velocidad, realizaría un triple Axel.
Era realmente duro levantar los brazos.
Cayó mal, no pudo mantener el equilibrio y terminó sobre el hielo.
─Tómate un descanso, iré a comprar agua ─ Yakov salió del recinto, Yuri ya podía clavar esos saltos, sin embargo algo lo había alterado, cuando pensaba mucho en un tema que lo irritaba era difícil que se concentrará, como entrenador lo sabía y esperaba que cualquiera que fuese el problema se solucionase.
Yuri se levantó, no se iba a rendir.
Volvió a tomar impulso.
Triple Axel.
Sintió como debido a la fricción, su tobillo ardía.
Patino fuera de la pista, se sentó en una de las bancas e inmediatamente se sacó el patín izquierdo.
Soltó un largo suspiro al ver lo magullado que se encontraba su pie.
El ballet podía ser muy hermoso, pero su precio era alto.
Aprecio la herida rojiza para esa vez soltar un bufido.
─Ten ─
Levanto la mirada encontrándose con la figura del kazajo, este le tendía una botella de agua helada.
─Ayudara al ardor ─
El menor acepto la botella, musitando un “gracias”. Ante la vista del mayor se volvió a colocar el patín con toda intención de retirarse a los baños.
─¿Qué estás haciendo? ─
─Iré a los baños ─ Respondió lo obvio.
─Solo empeorarás la herida, siéntate ─ No muy convencido el menor volvió a su lugar, Otabek se agacho levantando la pierna del menor colocándola sobre los muslos propios.
─¡Q-Qué estas haciendo! ─ Ignorando al menor le retiro el patín, Yuri trató de sacar la pierna, al ver que le sería imposible apretó los amoratados y maltratados dedos del pie, tratando así de ocultarlos.
─Lo maltrato de tus pies solo demuestra lo mucho que te esfuerzas, no deberías avergonzarte de ello, el ballet es solo para los fuertes ─ Hecho agua sobre la herida restándole importancia que cayera sobre el suelo y parte de su buso ─ Yo admiro esa fortaleza ─
El rostro de Yuri se tornó rojo ante las palabras del mayor.
A Yuri nunca le habían agrado sus pies, desde que comenzó a danzar el ballet había visto como estos poco a poco perdían su tonalidad pálida para teñirse en matices azules, morados o verdes, la manera en como cambiaba la forma de sus dedos, las incontables heridas.
El ballet era hermoso pero doloroso.
Cuando Otabek terminó de limpiar la herida y de colocarle la bandita, se dirigió al rubio, más el rostro sonrojado de este y los brillosos de sus ojos, esas esmeraldas que relucían, movieron algo dentro de él.
Las esmeraldas se perdieron el café de las orbes contrarias, el silencio no les molestaba, de hecho lo agradecían pues ninguno atina a apartar la vista.
─¡Jean! ─ Detrás de Otabek se acercaba el cerdito, el fastidio era notable en el rostro del rubio, sin embargo lo ignoro, JJ no estaba en la pista. ─ ¡JJ no dejaré que sigas molestando a Yurio!─ Esta vez el menor frunció el cejo al ver que se diría a Otabek, el kazajo no había volteado y se dedico a bajar con cuidado la pierna del ruso. ─¡Lo sé todo! Lo oí en el baño─
─¡No te atrevas Cerdo! ─ El horror se impregno en el rostro del ruso, eso era lo que se temia. ─ ¡Tú no oíste nada! ─
─Yurio, no puedes callarlo, si él te forzó no debes permitir que siga molestándote─ Katsuki lucia realmente alterado. El rubio miraba al kazajo que mantenía la cabeza baja, Yuri no deseaba que algo tan deshonroso y humillante lo escuchase alguien tan importante como lo era el Kazajo, sin embargo el japonés tenía otra idea ─Eres un omega como yo y si te obligó a estar con él yo…yo quiero ayudarte ─ Otabek levanto la mirada encontrándose con los ojos llenos de rabia e impotencia para luego girarse hacia el pelinegro. ─ Si se lo digo a Viktor podría ayu─ Frenó su discurso cuando su mirada se cruzó con la del kazajo.
Yuri se levantó dispuesto a golpearlo, su puño se estrellaría contra aquel cuerpo japonés, sin embargo la mano de Otabek agarró la propia frenando su avance.
─Al fin cierras la boca─ Tiro su brazo liberándose del agarre del kazajo, cogió sus cosas y con el orgullo herido salió raudo de aquel lugar.
─¡Lo siento mucho! ─ Otabek se giró hacia el japonés, el cual se inclinaba disculpándose. ─No quise decir lo que dije, no iba hacia tu persona, quería decírselo a Jean porque…─
Al final Yuuri terminó contándole lo que escucho aquel día.
Otabek escucho hasta el final al japonés, para luego aceptar las disculpas de este, justo antes de que este se retirara con las lágrimas al borde de los ojos el kazajo lo llamó.
─No deberías volver a tocar ese tema─ El japonés asintió para luego retirarse.
**
Con molestia lanzo sus patines contra la pared, revolvió su cabello para luego lanzarse sobre su cama.
Estaba furioso, la única cosa que deseaba borrar de su vida era aquel suceso, había sido de lo más humillante y vergonzoso que le había sucedido.
Por un momento había creído estar enamorándose de Leroy.
Creía.
Después de aquella noche se aseguró de eliminar cada rastro de aquel sentir. Leroy amaba a su novia, se lo había dejado en claro.
¿Cómo miraría después de esto a Otabek a la cara?
Porque para Yuri ese suceso era un mancha en su vida, una que deseaba ocultar del conocimiento de los demás.
Y venia Katsuki a contárselo todo a su primer amigo.
¿Qué impresión pudo haber causado en el kazajo?
El llamado a su puerta lo hizo levantarse. Se pensó el ir a abrir, pero al oír los golpes insistentes abrió de golpe.
─¿QUÉ? ─
─Hola Yuri─
─Mi día ya es malo Viktor, no tienes que empeorarlo─
─Sé el incidente que tuviste con Yuuri─
─Perfecto, otro más ─ Ironizo el menor
─Yo ya lo sabía, ese mismo día pude oler el aroma de Leroy encima tuyo─ Yuri rodo los ojos─ Le di lo que se merecía. ─
─¿Qué? ─ Viktor sonrió mientras negaba.
─Yuuri llego muy triste a la habitación, sabes que despistado y─
─Sin rodeos Viktor, ¿A qué viniste? ─
─¿Estas bien? ─ Yuri por un momento creyó oír mal.
─¿Qué? ─
─Sé que lo que paso con Leroy es algo quieres enterrar, te conozco Yuri, te daño─ Viktor llevo una mano a la altura del pecho del menor─ Aquí, justo como donde yo te herí hace ocho meses─
─Es bueno que lo sepas─
─Yuri, sé que todo lo hice mal, pero espero que veas lo que hice al separarte de mí─
─Solo vete con tu cerdo ─ Cerró la puerta para luego apoyarse en ella. ¿Ahora Viktor estaba siendo amable?
Algo estaba tramando.
Nuevamente escucho los toques a su puerta.
─Solo vete ya─ Volvieron a tocar. ─Vete─
─Yuri─ Se levantó de golpe abriendo la puerta.
─Otabek─
─¿Salimos? ─ Ofrecía mientras mostraba su casco en la mano derecha. Yuri abrió la boca dispuesto a negarse cuando el kazajo comenzó a caminar hacia el ascensor─ ¿Vienes o no? ─
Que más daba.
**
Llegaron al mirador al que fueron la primera vez, y como aquella vez ninguno hablo hasta llegar a la cima.
─No soy quien para juzgarte Yuri, lo que sea que haya ocurrido solo te compete a ti y a Leroy─ Otabek miraba al horizonte, Yuri a unos cuantos pasos de este lo observaba.
─¿Te lo contó? ─
─Katsuki no tenía malas intenciones─
─Ese cerdo no tenía por qué hablar, ¡Le dije que se callara! ─ Otabek giro encarándolo.
─El solo desea tu amistad, pero descuida no volverá a tocar el tema y por mí no debes preocuparte, eso no cambiará la idea que tengo sobre ti, porque esos ojos siguen siendo los mismos que vi hace cinco años─
El menor libero el aire de sus pulmones de manera lenta, con una sonrisa agradeció la opinión del mayor, era un peso que se quitaba de encima.
Yuri llego al lado del ruso admirando también el paisaje.
***
─¿No tienes ni una red social? ─ El kazajo negó.
─¿Ni una? ─ Este volvió a negar. ─¿Por qué? Digo son muy útiles, te mantienen informado ─
─No le veo el caso ─
─Dame tu celular ─ El mayor le entrego su celular al rubio.
─¿No lo tienes bloqueado? ─ Este volvió a negar, Yuri se veía indignado. Comenzó a teclear en el móvil de color plateado, Otabek miraba al menor, las hebras rubias de este parecían brillar con el sol. ─ Ya está ─ Se acercó al mayor ─ Te instale Instagram y te cree una cuenta, la contraseña la puedes cambiar y la imagen de avatar también ─
─Me gusta la que esta ─ Los ojos de Yuri parecieron brillar, se había descargado una foto de su adorado Misha y la había colocado como foto de perfil del kazajo. Miro el rostro del mayor quien apreciaba la foto del celular, los ojos de Otabek eran de un lindo color café ─ ¿Yuri? ─ Volvió su atención al celular al verse descubierto observándolo.
─B-bien, puedes seguir a tus conocidos y ver lo que publican, mira, ya me sigues y en tu inicio aparecerá todo lo que subo ─
─Oh, Viktor también tiene Instagram ─ Antes de que el kazajo le dé a seguir, Yuri aparto el celular.
─No lo sigas, llenará tu inicio de puras tonterías ─ El tono de molestia con el que lo dijo Yuri causo que el kazajo riera ─ ¿Te estas riendo?, ! Otabek ¡ ─ Yuri también esbozo una sonrisa y pronto ambos rieron. ─No es bueno que no haya ni una foto ─ Alzo el celular poniendo la cámara frontal, se acercaron para salir en la foto cuando el click sonó. ─Listo ─ Le entrego el celular al mayor.
Ambos sonreían.
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