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~A.G.A.P.E~An angel gets an empty promise por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

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Capítulo especial <3

 

 

 

 

Caminaba desesperado, corriendo sin parar tirando su ropa por toda la habitación mientras gritaba unos cuantos insultos contra todo lo que se tuviese el atrevimiento de cruzarse en su camino.

 

No era para menos, el tigre de Rusia estaba desesperado, a punto de entrar en pánico.

 

Volvió a mirar la hora en su celular para luego maldecir en voz alta.

 

Iba tarde. Muy tarde.

 

Se acercó al tocador, como nunca antes, Yuri analizaba cada centímetro de su rostro, peino sus hebras ya más largas de la manera en que estas no cubriesen sus ojos, si estaba perfecto.

 

Quizás demasiado...

 

¿No estaba exagerando?

 

Era su aniversario; segundo aniversario para ser precisos, no tenía por qué estar tan emocionado y es que trataba de no estarlo, pero aquellas palabras que Mila le había comentado no lo dejaban tranquilo. Se permitió por un momento girar su vista hacia la ventana apreciando la vista, Barcelona era mucho más cálida que Rusia y ahora se encontraban ahí. Para Yuri Barcelona era un lugar sumamente especial, por todo lo que significo, le guardaba cierta estima.

Y ahora volver por sugerencia del mismo kazajo, le resultaba muy extraño y más en esas fechas.

Las palabras de Mila habían sido claras.

Pero vamos que las posibilidades eran pocas, apenas llevaban dos años de relación, una muy bella por cierto. Los días al lado del kazajo eran de todo menos aburridas, a excepción de las veces que se veían separados por la distancia.

Negó ligeramente mientras salía de su habitación, afuera, Lilia lo esperaba.

 

─No regreses muy tarde Yuri─ Hablo la rusa.

 

─Llamaré─ Contesto antes de salir corriendo rumbo a la recepción. Habían acordado reunirse ahí a las diez, bufó. ¡Ya eran más de las diez!

 

Maldita sea su indecisión a la hora de vestir, casi todo su tiempo se había ido buscando un conjunto no tan elegante ni tan sport.

 

Miro con odio la pantalla del ascensor, ¿No podía ser más lento?

No, no podía llegar con ese humor al lado de su alfa, de seguro estropearía toda la salida. Respiro contando hasta cinco, las puertas se abrieron y él salió con un semblante más relajado, esas clases de autocontrol si que lo ayudaban.

No fue difícil hallar al kazajo, Yuri podía detectar el aroma de este a grandes distancia y sabía que con Otabek pasaba igual, ya que este había dejado de revisar su móvil y había centrado su atención en su rubia persona. Se tomó su tiempo para mirarlo, sintió un alivio al ver que no era algo expresamente necesario el tener que llevar ropa formal. Se acercó no queriendo parecer tan desesperado por llegar al lado del moreno.

 

─Hey Otabek...

 

¿Qué clase de saludo era ese?

 

Bien Yuri, empezamos bien.

 

─Yuri...

 

Saludo el otro mientras depositaba un beso en la frente del menor, así, tan repentinamente que no le dio tiempo al contrario a reaccionar y claro que a Yuri esos gestos le encantaban, sentía que sin duda ere importante ben la vida de Otabek.

¿Hay algo mejor que eso?

Sin duda, no la hay.

Paso sus brazos por el pecho de Otabek ocultando su rostro en el amplio pecho aspirando aquel varonil aroma.

No sabe cuánto estuvieron así, de hecho poco le importaba, los brazos de Otabek sin duda eran el lugar donde amaba estar, podría estar ahí lo que quedaba de día y no pondría quejas. Pasar toda la tarde abrazado aquel cuerpo no era una mala idea después de todo.

 

─Yuri, será mejor que empecemos con el paseo ya. El dia se va volando─

 

─Claro, ¿Qué tienes en mente? ─

 

─Pues...

 

No hablo más, se limitó a levantar unas llaves de inconfundible forma, no había duda que a Yuri no le tomo ni un minuto reconocerlas.

 

─¿Alquilaste una motocicleta? ─

 

─Sabes que cada que visitamos un país, me gusta hacer turismo─

 

─Si, pero un país diferente, hace dos años que ya hicimos el tour─

 

─Algunas cosas cambian y no recorrimos todos los lugares de la ciudad─

 

─¿No vas a retractarte verdad? ─

 

─Estas en lo correcto─

 

─De acuerdo, dejare este día en tus manos Otabek─

 

─Te aseguro que este día será especial─

 

Yuri no dijo más, ¿qué podría decirle? Si Otabek lo decía, era porque sin duda ese día seria especial.

Ambos montaron la preciosa Harley que Otabek había alquilado para, luego de ponerse los cascos, salir rumbo a paraderos desconocidos para el menor, Otabek a diferencia se mostraba confiado y seguro. Se abrazó con fuerza al contrario mientras apoyaba su cabeza sobre la espalda ajena.

Dos años de reacción al lado del moreno habían pasado demasiado rápido, desde su primer beso el día de su cumpleaños número dieciséis hasta ahora, sin duda había pasado mucho, Otabek era la primera persona con la que tenía aquel tipo de relación por tanto tiempo.

Siempre tan atento hasta en los detalles mínimos, incluso había ocasiones en que aquel trato llegaba a cansarlo y terminaban discutiendo por cosas insignificantes. Peleas pequeñas que siempre terminaban con el kazajo disculpándose aun si él no hubiese tenido la culpa y un Yuri que lo envolvía en un fuerte abrazo diciendo cuanto lo quería.

 

─Iremos a dar una paseo por el Parque Güell y luego iremos a almorzar, ¿Te parece? ─

 

─Está bien, creo que me demoré un poco en salir─ Y claro que se había demorado, salieron del hotel a las once, hasta pasear seguro pasarían del medio dia.

 

─No te preocupes, se nota que te esmeraste─

 

─¿Ah? ─

 

─Esa ropa me gusta y note que te arreglaste el cabello─

 

Gracias dios por no estar de frente a Otabek, hubiese sido una burla, su rostro ardía por unas simples palabras. Bueno debía admitir que el hecho de que haya notado esos detalles el encantaba.

 

─Tsk─

 

Y Otabek soltó una pequeña carcajada. Su Yuri era tan obvio.

 

 

**

 

 

Era un lugar hermoso, muy pintoresco y con aires medievales.

Otabek sin vergüenza alguna tomo de la mano al joven ruso atrayéndolo mientras le mostraba la guía del lugar.

Yuri se sonrojo al notar algunas miradas sobre ellos, más no apartó la mano, se aseguró de apretarla con fuerza mientras fingía mirar el papel, realmente sus ojos estaban puestos en el rostro de su pareja, veía esos labios moverse con unas inmensas ganas de besarlo, de acariciar esas mejillas o las pobladas cejas, le gustaba ver aquel perfil que amaba.

 

─¿Estas escuchándome? ─

 

─¿Hm? ─

 

─Ven─

 

Sintió su mano se jalada con delicadeza, caminaron entre la gente pasando por algunos pasillos hasta llegar a una curva algo desolada, miro a Otabek sin entenderlo hasta que sintió sus labios siendo apresados por los del mayor, no se quejo, paso los brazos por la ancha espalda profundizando el beso, abrió la boca aún más invitando a ser invadido, el sonido húmedo de sus salivas era lo que se oía a parte de sus pesadas respiraciones.

Una última lamida, un último roce antes de separarse.

 

─Noté que me mirabas ─

 

─¿Y supusiste que esto era lo que quería ? ─

 

─¿Me equivoque? ─

 

─No─

 

Un beso en su frente fue depositado.

 

─Cada que quieras solo dímelo o hazlo, hay muchos lugares desolados como este en todo el parque─

 

─¡Otabek! ─

 

─Es enserio, incluso en las recomendaciones del lugar lo ponen─

 

─No me lo creo, ¿Vinimos aquí por eso? ─

 

─El lugar me pareció interesante, lo otro venia dentro de─

 

─Idiota...

 

El solo rio y tomó de la mano a Yuri mientras avanzaban por el lugar. Charlaban y coqueteaban por todo el camino, claro que se dedicaban a ver los colores pintorescos de cada estructura o de tomarse fotos para luego compartirlas en sus redes sociales. Ambos coqueteaban con disimulo y vaya que los lugares apartados les sirvieron de mucho, pues cuando las sonrisas o las palabras dulces llegaban a un límite ambos ansiaban un contacto más íntimo, para sorpresa del kazajo fue Yuri el que lo arrastraba a cada rincón de las estructuras para besarlo con desenfreno.

No iba a quejarse, aquello le encantaba.

Fue así que la mañana pasó volando y la pequeña barriga de Yuri pedía, no, reclamaba algo de comida, para bochorno de este en sonoros rugidos.

 

─Deberíamos ir a comer─ Hablo divertido el mayor.

 

─Tsk...

 

─Hay un lugar que vi, dicen que la comida es buena allí─

 

─Entonces vamos allí, tengo hambre Otabek─

 

─No hace falta que lo digas, tu estomago ya hablo por ti─

 

─Solo vamos ya─

 

─Como desees─

 

 

**

 

 

El restaurante quedaba a quince minutos, a Yuri eso le fastidio un poco al inicio, él tenía hambre e iba a reclamar y pedir el que comiesen el cualquier lugar, pero luego de un pequeño debate interno termino mordiéndose a lengua y aceptando lo que su pareja había preparado, después de todo le había dado la potestad de tomar las decisiones por ese día a Otabek.

Al llegar no vio nada fue da o común, claro que el lugar por fuera se vía muy elegante, solo esperaba que el kazajo no haya exagerado.

Miro el cartel de la entrada, no entendía lo que ponían ahí.

 

─"Acontraluz"─ Hablo Otabek detrás de él.

 

─Acontraluz─ Repitió dándole más acento a la r.

 

─Es un buen restaurante, vamos─

 

Y bueno era poco.

Para el día soleado, la vista era perfecta, la naturaleza se compenetraba tan bien con la elegancia del lugar que le daba un aire...

¿Encantador?

Un mesero llego a ellos saludándolos cordialmente, por suerte hablaron el inglés por lo que pudo entender lo que decían.

 

─"Claro señor Altin, su mesa fue reservada tal y como lo solicitó, por favor acompáñeme

 

Esto estaba planeado con mucha anticipación y había que decirlo el lugar era hermoso pero por un momento cierto desazón lo embargo al imaginarse los gasto que debió haber hecho Otabek en todo ello, no solo el restaurante, sino en general, Otabek siempre lo consentía sin medidas.

 

Enseguida le traigo la carta, con permiso

 

Tomaron asiento mirándose de frente, la mesa era exclusivamente para dos personas, al centro un pequeño florero con rosas rojas, las copas pulcramente limpias sobre las servilletas y los cubiertos al lado.

 

─¿No crees que esto es demasiado? ─

 

─Claro que no, es nuestro aniversario y este año lo organizo yo─ Una adorable mueca se formó en el rostro del rubio ─ No le des tanta importancia a ello ¿si? ─ Poso su mano sobre la pálida del menor que reposaba sobre la mesa.

 

─Bueno─

 

La carta, ¿desean que los espere? ─

 

No gracias, lo llamaremos─ Se apresuró a contestar Yuri en un inglés aceptable, el mozo se retiró tal como se lo pidió.

 

─¿Y ahora quien nos orientará Yuri? ─

 

─Si tú me trajiste aquí de seguro debes saber lo que hay aquí─ Respondió ligeramente sonrojado mientras abría la carta, la miraba sin mucho interés para cerrarla y déjala sobre la mesa.

 

─¿Elegiste tan rápido? ─ La gracia en el tono de voz del kazajo era notable.

 

─Tsk, no sé qué dice ahí─

 

─¿Quieres que lea uno por uno o te recomiende un plato? ─

 

─¿Qué vas a ordenar tú? ─

 

─De entrada un salteado de verdura, luego cochinillo segoviano como plato fuerte y de postre un mil hojas de frutos rojos

 

─Hum─

 

─Yo te recomendaría una ensalada thai, como plato fuerte ¿pescado, cerdo o pollo? ─

 

─¿Cerdo? ─

 

─Entones cochinillo segoviano y de postre pavlova

 

─Quiero eso que dijiste─

 

─¿No vas a preguntar sus ingredientes? ─

 

─Si tú me lo recomiendas está bien ─

 

─Yuri...

 

─Tsk ya llama al mesero tengo hambre─ Y así lo hizo Otabek.

 

El mesero anoto todo asegurándoles no demorar con sus pedidos.

 

Para los jóvenes presentes el compartir miradas y roces sobre la mesa bastaba, ambos no eran mucho de conversar, su lenguaje se basaba en los gestos y el contacto más que el habla.

 

Sus entradas

 

Ambos platos fueron servidos, la ensalada de Yuri era mucho más colorida que la de Otabek, este le sonrió y le explico un poco de que iba, el menor probo la comida haciendo un gracioso gesto al sentir la acidez del plato, mas eso no impido que siguiera comiendo.

 

─Puedes dejarlo si quieres, guarda espacio para el cochinillo segoviano

 

─Cuando hablas en español hum suenas distinto─

 

─¿Así? ─

 

─Si y eso me gusta─

 

─Me siento feliz por ello, trataré de hablar el español solo para ti cuando quieras─

 

Disculpen─ El mesero llego con un carrito y procedió a recoger los platos de entrada y colocar los platos fuertes, pero lo que Otabek no esperaba era el vino que fue colocado al centro de la mesa. Estaba a punto de pedir que lo retiren cuando la mano de Yuri retuvo la propia por sobre la mesa. ─Si necesitan algo más no duden en llamarme

 

─Yuri─ Llamo Otabek una vez que estuvieron solos.

 

─Está bien, un poco de vino no va a hacerme daño─

 

─Tú no tomas vino─

 

─Hoy lo haré, ahora comamos si─ Y ante esos ojos Otabek no podía más que rendirse. ─¡Esta delicioso! ─ Chillo al darle un bocado a la carne, Otabek también probó el propio, si la comida estaba realmente buena.

 

─Tienes razón─ Estiró el brazo sirviendo el vino en ambas copas, lo bueno era que el vino era semi seco, Yuri no pondría cara de asco o eso esperaba.

 

─Hum esto va a sonar raro, pero hm am yo, digo podemos brindar por nosotros, claro si quieres─ Casi balbuceo mientras en lo posible trataba de no ver al mayor de frente.

 

─Brindemos entonces, por estos años y por los que vendrán─

 

Sonrojado pero feliz por aquellas palabras Yuri cogió su copa juntándola con la de Otabek, unas sonrisas llenas de cariño fueron compartidas para luego beber.

 

─El vino sabe bien─

 

─Me alegro─

 

─Después de comer ¿a dónde iremos?─

 

─Saldremos a las tres de aquí, podemos ir al Born, es un laberinto de callejuelas que presentan una mezcla entre lo medieval, lo antiguo y lo nuevo. Hay muchas cosas que podemos visitar allí─

 

─Y luego...

 

─Podemos ir a las Fuentes de Montjuic, tienen un espectáculo con luces que me gustaría que vieras─

 

─Iremos allí entonces─

 

Terminaron sus platos satisfechos, era por demás decir que les había encantado, el mesero atento a ellos, no demoro en llevar los postres y recoger los platos ya usados.

─Esto es Pravlova

Pavlova─ Corrigió Otabek

─Eso─

Y era que de veía muy bien aunque pequeño a opinión del menor, dirigió su vista al plato del mayor, el suyo también se veía bien.

 

─ ¿Quieres probar? ─ Él asintió, Otabek corto un poco y extendió el tenedor hacia la boca de Yuri, el rubio se sonrojo pero no se negó a abrir los labios degustando el postre.

 

─Delicioso─ Hizo exactamente lo mismo que el mayor y con una sonrisa le tendió el tenedor ─Prueba el mío ─

 

Otabek no espero a más y gustoso recibió aquel bocado.

 

─Muy rico y dulce─

 

Sirviéndose un poco más del vino ambos terminaron satisfechos.

─Gracias, esto no me lo esperaba─

 

─No tienes que agradecerme Yuri─ Se levantó tendiéndole la mano la menor ─ Lo hago porque quiero y porque deseo lo mejor para ti─

 

Si, su lenguaje no era el habla, pero había ocasiones en las que cortas oraciones bastaban para acelerar sus corazones.

 

El mesero llego con la cuenta, Otabek en ningún momento dejo que Yuri viese dicho papelito.

 

Muchas gracias, que tenga una linda tarde con su pareja─ Agradeció el español sin saber que sus palabras apenaron al rubio que raudo salió tirando del brazo al mayor.

 

─¿Vamos ya o quieres caminar un poco? ─

 

─Vamos, dijiste que allá caminaríamos─

 

─Y lo haremos─

 

─¿Qué esperamos entonces? ─

 

 

**

 

 

El Born era un sitio muy extenso y como lo había dicho Otabek era una lugar donde uno podía darse un respiro de la ciudad cosmopolita para retroceder el tiempo.

Pasaron por el palacio de la música; donde demoraron ya que un pequeño concierto se estaba llevando a cabo, pasaron por la iglesia del lugar tomando algunas fotos, luego por la plaza San Peter donde Yuri jalo a Otabek bajo una farola de interesante estructura y extendiendo el celular saco una foto que aseguraba subiría a su instagram. Recorrieron también el parc de la Ciutadella: claro que no llegaron a recorrer las diesiete hectáreas que la conformaban, aunque rentando unas bicicletas lograron llegar hasta la gran cascada donde nuevamente sacaron más fotografías.

Luego pasaron por el mercado de Santa Caterina, de una estructura muy pintoresca y con deliciosos alientos distribuidos en los puestos, para unos turistas como Yuri y Otabek algo tan cotidiano pasaba a ser fascinante.

El sol estaba poniéndose, el ocaso ya se aproximaba. Fue entonces cuando Otabek le sugirió ir a un lugar a verlo.

Yuri no se imaginó que terminarían yendo al mismo mirador, lugar en donde comenzó su amistad, por ello un sitio especial.

 

─¿Aquí? ─ Cuestiono, vio a Otabek sonreírle mientras lo abrazaba por la espalda.

 

─Quería que fuese una sorpresa─ Contestó con una voz tan suave que se sintió enternecer. Ahora Otabek estaba frente a él, mirándolo directamente.

 

─Bueno, es un buen lugar para ver el atardecer ¿no? ─

 

─Lo es─

 

Había algo en el ambiente, ¿Por qué estaba tan nervioso? Yuri no lo entendía, sus manos estaban sudando.

 

─Hace tres años, te pedí que seas mi amigo, justo en este lugar, en un atardecer─ Aquellos ojos oscuros poseían un brillo especial. ─Fue aquí donde comenzó una etapa de mi vida y es aquí donde quiero comenzar otra─

 

Yuri creyó que se quedaría sin aire cuando su estoico kazajo se hinco en su delante y sacaba aquella cotizada cajita de terciopelo negro. ¡Estaba teniendo un ataque de nervios!

 

─Yuri Plisetsky─ Sentía su garganta seca, su corazón; podía oír los sonoros latidos en sus oídos con fuerza─ Yo, Otabek Altin quiero pedir tu mano en matrimonio...

 

Temblaba, él, el ganador de la mundial y oro en la GP temblaba como nunca en su vida creyó poder hacerlo.

 

─Yuratchka ¿Te casarías conmigo? ─

 

Si fuese una chica estaría gritando, pero no lo era.

 

─Tsk...─ Chisto sumamente sonrojado mientras se lanzaba a abrazar a su novio sin importarle el hecho de acabar en el suelo ─ No tienes que preguntarlo tantas veces, tú tonto, claro que quiero─

 

Otabek lo separo con cuidado besando las osadas lagrimas que surcaban la blanca piel del menor, sentados en el suelo de aquel mirador, cogió la temblorosa mano, retiro el anillo de caja para, bajo la atenta mirada esmeralda deslizarlo por el dedo anular de Yuri.

 

Yuri miro con adoración el anillo que tenía una joya incrustada al centro, regreso la mirada al mayor siendo el quien deslizara ahora el anillo sobre el dedo de su pareja.

 

─Te amo─ Otabek miro con devoción a Yuri, era tan inusual oír con palabras los sentimientos del menor que con esas dos palabras se sentía sumamente feliz. Lo atrajo abrazándolo con fuerza.

 

─Te amo tanto Yuri─

 

Apenas se separaron para mirarse y regalarse un beso, uno cargado de tantas emociones que se les sería difícil pronunciar.

Permanecieron juntos, abrazados sin querer separarse, solo ellos compartiendo ese intimo momento que marcaba un nuevo inicio en sus vidas.

Ahí ajenos a todo, el cielo cambio su tonalidad al manto oscuro de la noche.

Solo los dos, ahora comprometidos.

 

 

**

Caminaban de la mano, ya a horas de la noche la fuente daba una mágica función de luces y agua.

Los jóvenes novios paseaban por el lugar tomando fotos a cada nueva forma que tomaba el agua, compartían susurros y sonrisas, una joven pareja que a simple vista daba una impresión dulce y seria.

Yuri por un momento dejo de ver el espectáculo para apreciar el rostro de su novio. Si ahora podía llamarlo novio y se sentía tan bien, estaban comprometidos, él estaba comprometido con la persona que amaba y qué sin duda era una en quien podría confiar con los ojos cerrados.

 

─Si sigues mirándome tanto voy a creer que quieres algo─

 

─¿Y si así fuera? ─

 

─Te lo daría de inmediato─

 

─Quiero un beso─

 

─Así será─

 

Levanto el rostro mientras hacia un tierno pico, Otabek rio antes de inclinarse besándolo con calma. Se separaron sonriéndose, Yuri levanto el celular con la cámara frontal.

 

─Toma la foto─

 

─¿Con tu celular? ─

 

─Si, tómala─

 

Otabek levanto la cámara enfocándolos, Yuri le sonrió a través de la misma, presionó el botón del centro mientras este comenzaba una cuenta regresiva de cinco segundos, suficiente tiempo para que Yuri tomara su rostro besándolo y levantando su mano derecha hacia la cámara, encogiendo los dedos mostrando solo el anular con el campante anillo puesto.

El click no se hizo esperar, se separaron mientras el rubio tomaba su celular de regreso y examinaba la foto, por la sonrisa que mostró aquella foto había salido bien.

 

─Ahora todos saben que eres un hombre comprometido Otabek, me debes fidelidad ─

 

─Te debo eso y mucho más, Yuri. ─

 

Abrazados se quedaron viendo el espectáculo, se negaban a que ese mágico día llegase a su final, pues sin duda sería un día que atesorarían por siempre en sus corazones.

 

El día en que se comprometieron.

Notas finales:

ASDASDFGHjklñ LOS ANILLOS


SI, no son dorados, son de oro blanco, ojo pero si son oro solo que no me parece que sean dorados esos ya son para el casorio.  Me demore como una hora viendo los modelos de anillos, hasta ya sé cuales quiero para mi XDDDDD


Fue lo mejor que pude escribir, Otabek es tan serio no me lo imagino diciendo cosas cursis.


AH cuatro de la mañana y yo acá escribiendo, toda la tarde inspiración esperándote y vienes a las cuatro de la madrugada ¿Por qué eres así?


Pero bueno al menos ya está.


CUESTIÓN


¿Quieren que describa la boda?


no sé tengo miedo a no redactarla bien xd quiza haga solo flashback :V pero de todas formas me gustaría saber que opinan.


 


Nos leemos en algunas lunas -xd


no mentira prontito, ya comenzaré a subir los caps de Kalopsia yeee


gracias a todos por leer y comentar!


los quiero!


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