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~A.G.A.P.E~An angel gets an empty promise por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

sadffg gracias por sus comentarios <3 los sarangheo <3 <3

Spolier en el proximo cap habrá rikura 7u7

 

Ni bien el avión arribo a  tierras rusas Yuri se separó de sus entrenadores, antes de iniciar el entrenamiento tenía una persona que esperaba por él.

 

 

Era el gran tigre de Rusia, pero ante aquella figura se transformaba en un tierno gatito.

 

Ni bien lo vio no pudo evitar saltar sobre este abrazándolo con fuerza.

 

 

─¡Yuratchka! ─ El anciano recibió con cariño a su nieto en brazos, sin embargo la edad hacia mella en él, sintió su espalda sonar y el joven alarmado se separó de su abuelo disculpándose por su impulso.  ─ No es nada, no te preocupes─ Despeino las hebras de su nieto y le sonrío recibiendo otra por parte del menor.

 

 

Para Yuri lo más preciado que tenía en su vida era su abuelo, Nikolai Plisetsky, su único pariente, su única familia.

 

 

─Ten Yuri─ El menor alcanzo la bolsa descubriendo en su interior unos deliciosos piroshki, le sonrió a su abuelo y comenzó a comer uno con gran gusto. Su abuelo se regocijo al ver la expresión relajada de su  nieto para luego volver su atención al volante.

 

 

─En mi viaje a Japón probé un plato muy delicioso, era tazón de cerdo, realmente me gustaría que los probaras abuelo─

 

 

─¿Mejores que mis piroshki? ─

 

 

─Oh, no! Claro que no─ Mordió una de las empanadas rusas─ ¡Delicioso! ─

 

 

─Yuratchka─

 

 

─¿Hm? ─

 

 

─Viktor no vino contigo─

 

 

Nikolai no perdió de vista el semblante triste que ensombreció la bella sonrisa de su tigre. Si bien no era mucho de tecnología, el anciano siempre leía el periódico, sobre todo la sección de deportes en busca de noticias sobre su nieto, un buen día todas las portadas se vieron tomadas por la primicia del momento, Viktor Nikiforov se retiraba del patinaje para entrenar al japonés Yuuri Katsuki en Japón.

 

 

Todo eso le pareció demasiado extraño y sus sospechas parecían hacerse realidad ante la reacción de su nieto.

 

 

─Yuratchka─

 

 

─Rompimos el compromiso─

 

 

─Yuri, ¿Acaso Viktor te en─

 

 

─No, solo….él escogió, yo no formaba  parte de sus planes─ El menor miraba la empanada como si de algo magnifico se tratase─ Pero demostraré que soy el mejor─

 

 

Nikolai prefirió aguardar a llegar a casa, su nieto había pasado por mucho y siempre intentaba hacerse el fuerte, creaba un gran coraza a su entorno, pero debajo de esa actitud sabía que se escondía un gran corazón, uno que ahora estaba herido.

 

 

─Estamos en casa─

 

 

La casa como siempre lo recibía con calidez, Yuri amaba su humilde casa, pos más lujos que pudiese obtener, nunca lo cambiaría por el calor de su hogar.

 

 

─Iré a dejar mi mochila a mi habitació─ Fue interrumpido por el abrazo de su abuelo.

 

 

─Sé que es duro Yuri, mi pequeño, conmigo no tienes que fingir─

 

 

─Abuelo…─ Los ojos del menor advertían liberar las lágrimas que se había prometido no derramar.

 

 

─Saca todo lo que te daña, yo estoy aquí para ti─

 

 

¿Cómo no doblegarse ante el calor familiar?

 

 

¿Cómo fingir ante aquel que te vio crecer?

 

 

Yuri se aferró a las ropas de su abuelo mientras lloraba como el niño de quince años que era, sollozo, bramó y grito. Todo en brazos de la única persona que jamás lo dejaría.

 

 

**

 

 

Al cabo de un rato Yuri quedo exhausto de tanto llorar quedando dormido en el sofá,  el anciano atizo la chimenea, tapo a su nieto y se dirigió a la cocina a preparar el almuerzo. Estaba enojado, hacía mucho que no había visto a su nieto llorar de tal forma, si corazón dolió al saber que no podía hacer más que abrazarlo, quizá no debió aceptar aquel trato, pero si nunca lo hubiese aceptado, Yuri no estaría donde ahora esta, negó levemente removiendo la olla.

 

 

Si tan solo su amada Yuliya estuviese ahora con él. Volvió a negar alejando aquellos pensamientos, el pasado no podía cambiarse, solo afrontarlo y superarlo.

 

 

Sirvió la comida y se acercó a lavar los trastes usados para cocinar. 

 

 

─No deberías tocar agua con este frio─ Yuri apareció a su lado─ Yo lo haré─ Se remangó las mangas y se dispuso a lavar. El anciano sonrío y dejo que su nieto se encargase de ello, regreso a la mesa mientras colocaba los cubiertos y servía el té caliente.

 

 

Yuri se secó las manos y tomo asiento al lado de su abuelo.

 

 

─Está delicioso─  Pareciendo recordar, el menor se levantó y corrió a su cuarto para luego volver con una bolsa. ─ Toma─

 

 

El anciano intrigado abrió la bolsa.

 

 

─Yuratchka─

 

 

─Las necesitas, las indicaciones están en esa receta─  Apunto al papel azul─ Debes tomarlas todas─

 

 

─Lo haré─

 

 

Siguieron disfrutando de la comida entre uno  que otro comentario del menor.

 

 

Yuri realmente se sentía bien

 

 

 

**

 

 

Su visita fue de corto tiempo, pues debía regresar a continuar con su entrenamiento, l prometió a su abuelo volver a verlo después de la Rostelecom.

 

 

Ni bien llegó,  Lilia le ofreció alojarlo en su casa, Yuri pidió antes poder volver a su departamento y recoger a su amado felino Misha, petición que no le fue negada. Agradeció a la señora que cuido de su pequeño, recogía algunas de sus pertenencias y partió a la casa de su entrenadora.

 

Mentiría si dijese que en todo ese tiempo no había desarrollado un cariño por Yakov y Lilia, ambos aparte de ser sus entrenadores, eran algo cercano a una familia.

 

 

─Falta poco para la copa, no me sorprendería ver a otro competidor ya entrenando en Rusia─ Comentó Yakov mientras se dirigían a la pista de patinaje. Yuri los seguía detrás distraído, cuando cierta irritante y narcisista canción llego a sus finos oídos, por un momento creyó que lo estaba alucinando, pero cuanto más se acercaba, más intensa esta se volvía

 

 

─¿Qué había dicho Yakov? ─

 

 

─Que otro competidor podría venir a Rusia para entrenar─ La molestia se hizo presente en el rostro del rubio y no era para menos, en la pista yacía el ser más narcisista y egocéntrico del planeta.            

 

 

Jean Jacques Leroy.

 

 

O como Yuri decidió llamarlo después de perder Skate Canadá.

 

 

Jean Mierda Jacques Leroy.

 

 

El aludido sintió cierta mirada que parecía acuchillarlo con odio, giró topándose con las esmeraldas del quinceañero.

 

 

─¡Hey! ¡Gatito! ─

 

 

─¡Y una mierd─

 

 

─¡Yuri Plisetski! ─ Tuvo que morderse la lengua para no insultar al canadiense delante de Lilia.

 

 

Se sentó mientras se colocaba los patines y escuchaba las indicaciones de sus entrenadores, asintió a cada palabra de estos e ingreso a la pista al mismo tiempo que JJ salía de esta.

 

 

─¡Nos vemos pronto gatito! ─

 

 

Si  no fuera por la mirada de Lilia su celular se hubiese estrellado con la cabeza del idiota de Leroy.

 

 

─¡Comienza! ─

 

 

 

**

 

 

Realizaba sus estiramientos como de costumbre antes de iniciar, estaba apoyado en la barra divisoria, revisando sus redes sociales, Yakov se había ausentado por un momento, una llamada desconocida entró, por un momento se debatió entre contestar o no, pero la curiosidad puso más.

 

 

─¿Hola? ─

 

 

─Gatito─

 

 

Inmediatamente cortó.

 

 

La  llamada volvió a entrar, volvió a cortar  y así cómo unas diez veces cuanto ya harto contesto.

 

 

─Jean Mierda Jacques Leroy, por qué tienes mí número─

 

 

─Soy un Rey que todo lo puede─ Yuri controlaba sus instintos homicidas que le gritaban le lanzase uno de sus patines la próxima vez que lo vea. ─ ¿Sigues ahí? ─

 

 

─Para mi mala suerte si─

 

 

─Veras, soy un Rey en un Reino inexplorado─

 

 

─¿Y? ─ Respondió de manera tosca.

 

 

─Pues reconociendo el terreno terminé desorientándome─

 

 

─Oh, estas perdido─ Dijo en tono burlón─ Sería algo agradable que desaparecieras antes de la competencia─ Y cortó.

 

 

Su celular volvió a timbrar pero lo ignoró, entró en la pista listo para entrenar.

 

Al cabo de dos horas salió exhausto siendo felicitado por Yakov, había clavado todos los saltos.

 

 

Miro su celular.

 

 

Treinta y dos  llamadas pérdidas, todas del número de Leroy.

 

 

Una nueva llamada.

 

 

─Oí ¿Dónde estas? ─

 

 

Al final, Yuri Plisetsky  terminó yendo al lugar donde el estúpido de Leroy se encontraba, solo eran cuatro cuadras, ¡cuatro desde la pista de patinaje! Había aprovechado para insultarlo cuanto quería y es que las escusas del canadiense eran poco creíbles.

 

 

─Creo que de aquí ya puedes arreglártelas─

 

 

─Ten─ Era un disco. ─Theme of King ¡JJ¡ ─

 

 

─¿Para qué quiero esta basura? ─

 

 

El celular del canadiense sonó.

 

 

─Sí, sí. Estoy en la pista de patinaje─ Cierta duda llego al menor. JJ podría haber llamado a su entrenador.

 

 

Claro que podría haberlo llamado en vez de hacerle perder el tiempo.

 

 

Presiono con fuerza el disco para luego lanzarlo muy, muy cerca del canadiense.

 

 

─¡Me voy!─

 

 

Y hecho una furia partió. 

Notas finales:

Review?


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