Habían cenado en el restaurante del hotel, el ambiente resulto ser muy agradable para todos, Yuuri se sentía a cómodo con los rusos y es que en un principio temió el quedarse con ellos, sobre todo con Yurio ya que le pareció que no le agradaba, sin embargo había visto otra faceta del siempre rudo Yurio, el menor también hacia rabietas pero cuando sonreía lo hacía con genuina alegría, justo como hoy después de ver a su abuelo.
Sabía que existía un gran problema entre los rusos, algo más allá de la dichosa coreografía para el debut senior de Yurio y esperaba que algún día ambos pudiesen solucionar aquellas trabas y poder tener a los dos juntos sin que se arme algún lio.
De corazón lo deseaba.
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─No te olvides de tomar tus pastillas ─ Le recordó Lilia a Yuri mientras se dirigían a sus habitaciones. ─Descansa temprano, mañana practicarás por la mañana ─
─De acuerdo ─ Salió del ascensor camino a su habitación, ni bien ingreso se desvistió y entro en la bañera. Amaba la sensación de paz y relajación cada que estaba en el agua por horas. Jabono su cuerpo reparando en el hematoma que se había formado en su cadera por el golpe de la mañana. Bufo para luego salir de la bañera envolviendo su delgado cuerpo en la toalla, dejando su cabello chorrear. La verdad era que también sentía aquel molesto calor, por lo que sirviendo agua en un vaso saco dos pastillas y las tomo en el acto, se colocó un camisón de algodón y un pantalón también de algodón, se hecho en su cama, llamaron a la puerta.
─Yurio ─
Era el pelinegro, Yuri se debatía entre abrir o no.
─¿Estas durmiendo? ─
El hecho de que no lo odiase no significaba que sería su mejor amigo.
Le dio la espalda a la puerta y tapándose con las sabanas cerro los ojos con la esperanza de que el sueño llegue con rapidez y vaya que este llego cuando sus finas esmeraldas se ocultaron tras sus parpados.
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─Muy bien, pero un levanta más la pierna ─ Lilia le daba indicaciones al rubio en la pista de patinaje.
Al otro extremo Yakov revisaba los videos de la coreografía del japonés.
─Inicia ─
Yuuri algo cohibido comenzó su rutina bajo los expertos ojos del entrenador ruso. Yuri quien había parado para ver a su contrincante pudo ver las dudas en el rostro de este.
─Cerdo, si no entrenas voy a ganarte ─
Yuri tenía sus formas de dar ánimos y es que Yakov pudo ver un cambio en los movimientos del japonés.
─Bien, vayan a cambiarse. ─
Yuuri había salido primero de la pista he ido corriendo a los baños, estaba en un cubículo revisando su celular cuando la puerta fue azotada y la voz de Yurio llego a sus oídos.
─¡Te dije que te quiero lejos de mí! ─
─Gatito fue una coincidencia encontrarnos, un Rey siempre cumple sus acuerdos ─
─Entonces lárgate, yo entre primero ─
─Yuri sigues molesto por lo ─
─ ¿Crees que es tan simple? ─ Yurio sonaba alterado ─ Esa noche fue la peor de toda mi vida maldito imbécil ─
─Te dije que me haría responsable si algo llegase a suceder ─
─Olvídalo, un ser tan narcisista y egocéntrico como tú jamás lo entendería ─ JJ por un momento trató de ser serio con el menor.
─¿Es por qué fue tu primera vez? Traté de no dañarte─
El celular se le resbalo de las manos el sonido que creo al chocar el suelo alerto al par que discutía, estos callaron al acto. Vio la sombra tras la puerta y entonces temió.
─¡SAL! ─ La puerta fue pateada con fuerza, trago con fuerza mientras tomaba aire, lentamente la puerta fue abierta, Yurio tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido pronunciadamente, salió del cubículo mirando alrededor. ─ ¿Buscas a alguien? ─
─N-No ─
─Eso es bueno, ¡Tú no has escuchado nada! ¿Entiendes? ─
─Yuri, puedo ayudarte, también soy omega tengo más conocimiento y ─
─¡No quiero saber cómo lo haces con Viktor Yuuri! ─ El rubio cambio su actitud a rabiosa, Yuuri pudo ver ese cambio─ ¡Solo olvida lo que escuchaste! ─ Y con una furibunda mirada Yurio salió dando un sonoro portazo.
El japonés se quedó en medio, completamente abrumado por lo que acababa de oír y por las palabras del menor, cierto desazón se alojó en su ser, ¿Por qué siempre el detonante de todo era Viktor?
Había una respuesta que rondaba por su mente pero se negaba a oírla.
No podían ser celos.
No quería creer que eso era.
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Yurio salió de la pista de patinaje hecho una furia, no solo tenía que lidiar con el zoquete de Leroy, ahora tenía que cuidar que la lengua no se le fuera al cerdo. ¡Vaya mierda de día!
Lo mejor sería caminar hasta el hotel y tratar de calmarse, no le ayudaba tener esos ánimos antes del programa largo, respiro conto hasta diez y libero el aire, si seguía haciendo tantos corajes su hígado pagaría las consecuencias.
Se internó en su habitación, había pedido que le llevasen el almuerzo, pues después de comer tomaría una ducha e iría donde Lilia a preparase para la competencia. Normalmente era enemigo de todo maquillaje habido y por haber pero Lilia podía convencerlo de aplicarse “solo un poco” él sabía que todo lo que le agregaba no era poco, pero dejaba hacerse, no tenía caso quejarse.
─Fuerza y belleza ─ Asintió a las indicaciones de Lilia y se dirigió al centro de la pista.
Allegro apassionato
Sin duda era una rutina muy exigente, a cada salto que daba, Yuri sentía el cansancio acrecentarse en su interior, pero era un reto que había elegido llevar a cabo, iba bien, sin fallas, cuando el recuerdo del disgusto que se llevó en la mañana en el baño llego a su mente, por poco casi cae y renegó de ello pues sabía que su rutina no sería perfecta. Pero no iba a retroceder, no con su abuelo mirándolo.
Logró llegar al podio, pero no como lo deseo, había quedado segundo nuevamente, el inútil de JJ le sonreía mientras alardeaba la medalla que colgaba en su cuello, si no fuera por la cantidad de personas jura que se sacaba uno de los patines y con gusto se lo lanzaba en la cabeza.
Cuando llego al lado de sus entrenadores estos lo felicitaron, sin embargo el cerdo había desaparecido.
─Viktor llega hoy ─ Contesto Yakov como si hubiese leído los pensamientos del menor, este solo asintió.
─Saldremos a cenar ─Hablo la rusa ─ Después de todo es un gran día ─
Yuri asintió.
Ahora la Grand Prix Final estaba a la vuelta de la esquina.