Capítulo 2 Mi primer día con Bucky y mis hormonas.
Sam lanzó un papel a la cabeza Peter, cuya mirada se encontraba perdida en la ventana, ignorando por completo, lo que la maestra de literatura tenía para decir. No había dejado de pensar en Bucky, estaba muy emocionado por poder entrenar con el famoso soldado del invierno, es decir, era una leyenda junto a sus padres, sin embargo, era otra cosa la que lo emocionaba más que eso. Sentía una emoción, a la que no le podía dar nombre, es decir, era consciente de que sentía una atracción parecida a lo que sintió con Wade y Matt, pero aún así, no dejaba de serle extraño, pues era algo parecido y a la vez distante.
Una segunda bola de papel y más grande, rebotó en su cabeza, haciendo que por fin se girara. —¿Qué? —Preguntó girándose.
—¿Nos prestaras tu tarea? —Susurró Sam, mientras él y Luke lo veían con grandes sonrisas, esperando su respuesta.
—No—Negó frunciendo ligeramente el ceño. Quizá consideraría pasársela a Luke, pero por supuesto que no le pasaría nada a la cubeta cósmica.
Luke y Sam, eran sus compañeros de escuela, pero también sus compañeros de trabajo, cuando se transformaban en “Power Man” y “Nova”. Ellos tres, junto con Danny “Iron Fist” y Ava “White Tigger” eran los novatos de SHIELD, esto de manera subjetiva, pues su papá Tony era bastante restrictivo en la influencia que la organización de inteligencia tenía en él.
—Vamos Stark… —Nova le lanzó una nueva bola de papel a la cabeza.
—No, son súper héroes, sean responsables—Susurró de nuevo, aunque quizá en un tono más fuerte.
—Señor Stark…—La maestra llamó su atención, haciendo que Peter alzará rápido su vista a él—…por última vez Señor Stark, sé que lo que le enseño, quizá no sea tan interesante como lo que le pueda enseñar su padre, pero por favor, ponga atención. —Peter sólo asintió.
Muchos pensarían que llevar el apellido Stark sería beneficioso, y en realidad… tenía sus ventajas, pero también un montón de contras, muchas desventajas. Seguido era comparado con su padre, era un alivio que nadie supiera que el “Steve Rogers” con el que estaba casado su padre, era el mismo que el Capitán América, porque entonces sería el doble de presión. Y es que a diferencia de Tony a Steve le gustaba mantener un bajo perfil, y en eso, estaba con su papá, al menos por ahora, manteniendo la identidad de SpiderMan siempre resguardada.
Pero con el apellido Stark bastaba para llenarse de gente interesada, falsos amigos, y muchas molestias. Afortunadamente para esas alturas, había aprendido a lidiar con eso y se había establecido.
El timbre sonó y todos los alumnos tomaron sus mochilas, quedaba solo una clase antes de salir.
—Chicos, ¿Hicieron su tarea? —Ava, los sorprendió en los casilleros, haciendo que Luke y Sam, comenzaran a quejarse, volviéndole a rogar a Peter, para que les pasará la tarea, recibiendo regaños por parte de la chica.
—¿Tu si la hiciste Danny? —Le preguntó al rubio.
—Para llegar a un fin, siempre hay un camino que recorrer, y si no comienzas a caminar, nunca se llega a nada.
—Puedes… simplemente contestar, “Si” —Se quejó, recibiendo entonces un mensaje en su celular, que colocó una sonrisa en su rostro, una especial, que atrajo la atención de sus compañeros. —Chicos, ¿Pueden entregar m…?
—No—Ava le interrumpió—Conozco esa sonrisa Pete, no vas a ir con él. No va a suceder lo mismo con este que con el tipo… extraño.
—¿Lo mismo? —Peter contestó y guardó su celular.
—No le contestes a Matt, Wade y tu estuvieron yendo y viniendo, y eso solo te hizo más daño.
Peter sonrió más ampliamente—No es Matt—Le entregó su cuaderno a Danny Rand—Entrégala por mí—Pidió.
—No nos mientas Peter—Le advirtió Luke, pero este solo negó con la cabeza.
—Los veo luego chicos—Se despidió, acomodando su mochila, antes de salir corriendo por el pasillo casi vacío, pues los alumnos se movían hacia su última clase.
Bajó de dos en dos los peldaños de la salida del enorme colegio privado, habían intentado que estudiara en una escuela pública, pero con su apellido, era algo complicado. Corrió por el pasillo hasta la reja de salida, y luego se detuvo de golpe. “¿Parecía muy ansioso?, ¿Muy desesperado?” se preguntó, y alentó su ritmo. Llegando a la calle, casi contando cuantos pasos eran hasta llegar allí.
—¿Seguro que está bien que te salgas así? —La voz lo hizo elevar la vista de sus propios pies…y vaya vista. No sabía aun porque le emocionaba tanto ver a Bucky con ropa de “civil”.
Barnes ajustó su cachucha bajo la que había acomodado su cabello para que no se notara el largo. Llevaba jeans desgastados, un par de tenis que lucían juvenilmente sucios, y una chaqueta negra, que ocultaba una camisa azul grisáceo, que resaltaba sus ojos.
—Sí, la última clase es bioquímica. El profesor sigue intentando averiguar de que está hecha la telaraña de Spiderman—Pronunció acomodando la chaqueta azul cielo, que tapaba la camisa blanca con el dibujo de una pizza.
—Bien entonces. Vamos… sube—Le indicó con un gesto de cabeza, el auto a espaldas de él. Conocía el auto, era de su padre, aunque de los menos lujosos, y es que recordó, que el soldado, igual era más de un bajo perfil.
Bucky miró subir al chico, pero después se quedó parado antes de abrir la puerta, dio un escaneo rápido con la mirada, hasta que se topó con cuatro pares de ojos, que le parecieron conocidos. Rememoró, intentando darse cuenta de quienes se trataban, esto no demoró más de dos minutos, aunque fueron los suficientes para que Peter se apoyara en el asiento del conductor, mirándole por la ventana.
—¿Pasa algo?
—Tus amigos, ¿Les dijiste que vendrías conmigo? ¿Les contaste algo de tus padres? —Preguntó al subir y encender el auto.
—No, siempre están metiéndose en todo de mi vida, y… bueno, de vez en cuando necesito mi espacio personal.
—Creo que solo se preocupan por ti—Le apuntó, perdiéndose al doblar calles más adelante.
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—Ese… ese era… Bucky Barnes… —Señaló Ava.
—¿El soldado del invierno? —Preguntó Nova—Wow… ¿Crees que Peter me consiga una foto con él? —preguntó, haciendo que la chica volteara los ojos.
—Nuestro amigo prefiere la experiencia—Dijo suavemente Rand.
—¿Y tú no? —Le increpó Luke con una pequeña risa, aunque solo ellos dos sabían de quien hablaban.
—Y entonces el hombre pierde todas sus virtudes, pero gana el conocimiento de haberlas usado y perdido, y se convierte en una virtud mayor—Respondió críptico nuevamente.
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—La torre no queda en esta dirección—dijo Peter, mirando extrañado, como se dirigían a las afueras de la ciudad.
—No vamos a la torre, necesitas algo de aire… fresco. —contestó con la vista perdida en el camino, el mismo necesitaba algo de aire fresco, necesitaba salir de la ciudad y quitarse un poco de estrés de encima, de hecho lo que más quería era perderse en un rincón del mundo, para estar solo él y sus pensamientos, pero más fuerte que eso, era el deber de cuidar a Peter, era su misión, y aunque fuera sencilla, era una de las más importante, por las personas que se lo habían pedido.
—¿Aire fresco?
—Querías entrenar, ¿No? Lucha cuerpo a cuerpo, sin tus poderes, sin todo ese de saltar por los techos, te llevaré a un lugar donde realmente no los haya. Creo que va a gustarte.
—Suena divertido—Se recargó mejor en el asiento, viendo como las grandes construcciones de rascacielos y empresas se iban quedando atrás. —¿Cómo te fue con los archivos?
—¿Archivos? —Repitió, sin saber de qué hablaba el adolescente.
—Si los archivos, que dijiste que tenías que recoger hoy—Señaló, y allí Bucky cayó en cuenta de lo que le había dicho la noche anterior. Por lo que pasó esa mañana, lo olvidó por completo, aunque en parte fuera verdad, tenía que ir a recoger información, pero era algo más complicado que recoger archivos, más bien estos, eran más que un intento burdo de hablar con ella. Lo qué en realidad, no había llevado a nada.
—Oh, eso… pues, hubo algunas complicaciones, creo que… puedo intentar verificar las cosas luego.
—Ya…—Peter chasqueó la lengua, sentía que el otro le ocultaba algo—¿Puedes decirme de que misión se trata?
—No, es… clasificada. —Contestó, sintiéndose más aliviado, cuando ya solo vio árboles a su alrededor, bajó las ventanas del auto, dejando que el aire le llenara los pulmones, el olor de la naturaleza le daba quietud.
—Si, papá tiene muchas así, algunas puede contármelas, y otras no. —Se encogió de hombros Peter. —¿Desde cuando conoces el lugar al que vamos?
—Desde hace bastante, de cuando era un fugitivo con una vida muy agitada—Respondió, girando en un camino de tierra. Ahora que lo pensaba, sería la primera vez que llevara a alguien allí, y es que regularmente reservaba ese lugar para estar completamente en soledad.
—He escuchado de eso, por tío Barton en su mayoría, aunque también he visto las fotos de muchas de tus peleas, pero fue mucho antes de que yo llegará con mis papás, y ellos no hablan mucho de eso.
—Les traje muchos conflictos a tus padres—Confesó—quizá por eso, sencillamente no quieran revivirlo.
—Supongo. —Peter se inclinó hacía delante, notando ante sus ojos, una pequeña pero agradable cabaña, que iba apareciendo junto a un lago, la rodeaba un terreno de cielos abiertos, dónde el día lucía mil veces más azul que en la ciudad, y el color se reflejaba con el sol en el agua del lago de una manera hermosa. Sin embargo, antes de llegar hasta ese lugar en concreto, Bucky bajó del auto, para acercarse a un árbol, se inclinó a sus raíces, y poco después Peter apreció un chispazo alrededor del lugar, como si se hubiera roto una barrera invisible, luego vio a Barnes volver al auto—¡wow! Mucha seguridad.
—Es un lugar que vale la pena—Respondió Barnes. —Tu padre me ayudó un poco con el diseño.
Estacionó el auto frente a la cabaña, Peter bajó, extendiendo las manos, de verdad el lugar lucía bastante relajante.
—¿Te gusta? —Le interrogó con una sonrisa, apoyándose en el techo del auto, viendo a Peter dar unos pasos hacía el lago.
—Se siente paz, creo que es lo que necesito. —Sus ojos chocolate, que recordaban un poco a los de su padre, brillaron ligeramente. —Gracias.
—No es nada chico, creo que es lo mejor después de lo que te pasó. —Pronunció y las imágenes de lo que le había comentado y como lo hizo, causó que Peter se sonrojara vivamente.
—De verdad me siento muy… apenado de que tuvieras que escuchar eso. —Declaró, viendo como el otro, sacaba del maletero unas mochilas. —Vamos para que te cambies.
—¿Cambiarme?
—Sí, no vamos a entrar con mezclilla. —Le contestó, dirigiéndose al interior de la pequeña casa.
Peter le dedicó una última mirada a la enorme congregación brillante de agua, le daban muchas ganas de dar un salto y ponerse a nada, pero la idea de entrenar con Bucky, le atraía más, aunque este estuviera extraño.
—Toma…me tomé la molestia de buscar entre tu ropa algo que sirviera. Hay un par de habitaciones al fondo, elige una. También te traje ropa para después, ya sabes, darnos una ducha antes de marcharnos.
Peter asintió, caminando con la maleta a buscar uno de los cuartos, aquello era tan raro, se sentía tan raro, y no solo porque el soldado pareciera distante desde que pasó a recogerlo, sino porque estaban allí, ellos dos solos, en una cabaña junto al lago.
Se sentó en la cama, del centro de la habitación. Lo que pensaba era estúpido, pero no dejaba de imaginar lo que pasaba usualmente en una cabaña así, cuando una pareja la visitaba, cerró los ojos, y se dejó caer de espaldas, recordando el cuerpo del mayor, las gotas de agua recorriendo su torso, la espalda musculosa, y esa mirada que le erizaba la piel.
“¡No! No pienses en eso Peter” se dijo, y es que era realmente un problema cuando sus hormonas le traicionaban, no pensaba con claridad. Por lo que mientras su “yo malvado” y su “yo bueno” libraban una batalla sobre lo que ocurría, él se decidió a cambiarse.
Salió de la habitación, llevando ropa resistente y deportiva, la que usualmente usaba para entrenar en los lugares especiales de la torre. Al salir se topó con Bucky revisando su celular, le daba la espalda, y a Peter no le molestaba nada eso, la espalda de Barnes era maravillosa, de hombros anchos, sin un exceso de músculos, pero si los justos para hacer que luciera bien.
—¿Listo? —Preguntó este sin si quiera girarse a verlo, habiendo advertido su presencia desde mucho antes.
—Siento que tu tienes un sentido arácnido más funcional que el mío.
—Años de entrenamiento—Le contestó, girándose por completo. Bucky igual se había cambiado, y llevaba igual que él, un conjunto más deportivo y resistente, en este caso, en negro, el cual se le pegaba de una manera bastante interesante a cada parte de su cuerpo. Llamando la atención del adolescente. —¿Vamos? Lo haremos en la parte de atrás.
—Lo haremos…—Repitió Peter.
—Sí, es un lugar más amplio para entrenar—Se dirigió hacia la puerta, enarcando una ceja por el tiempo que el otro se tardó en reaccionar. Se preguntaba si este siempre era así de distraído, o seguía pensando en lo de su relación. Aunque de ser de ese modo, quizá lo comprendía, lo que era tener una relación que termina no en los mejores términos, era algo complicado de asimilar, de hecho… esperaba no lucir tan ido como el adolescente. —Dime, ¿Qué te ha enseñado Steve?
Peter se paró en medio de la gran área de pasto verde que rodeaba la casa, soplaba un viento suave, pero cálido.
—Bueno, conozco el entrenamiento básico de SHIELD, y Papá me ha enseñado un par de movimientos, aunque en su mayoría referentes a la defensa.
—Sí, Steve es más de defender que atacar directamente. Su arma es un escudo. —Señaló acercándose un poco más al chico. —Bien, si sabes lo básico de SHIELD, vamos, enséñame como coordinas, y partiremos de allí.
Peter asintió, poniéndose en la posición de defensa que su pare le había enseñado, miró al otro ponerse igual en una posición de defensa. Sus ojos se mantuvieron intercambiando miradas que le robaron el aliento al pequeño Stark, antes de que mejor se decidiera a concentrarse, al menos quería impresionarlo con su habilidad en batalla.
Pronto estuvieron metidos en una pelea, aunque está más bien consistía en Peter tirando golpes, y Bucky parándolos con habilidad. Barnes tenía que admitir que el chico tenía una fuerza impresionante, pero no la sabía concentrar ni tirar a los puntos indicados, por lo que fue lo que se dedicó a enseñarle, indicándole hacía donde debería de dirigir sus puños y patadas.
Fueron varias ocasiones en las que Stark terminaba de espaldas o de cara contra el pasto, levantándose agitado, para volver a arremeter contra el soldado.
Aquello se sentía bien… para ambos, lo necesitaban, liberar estrés, y pronto la batalla se transformó de un simple entrenamiento a algo más intenso, se les salió un poco de las manos, Bucky se sorprendió cuando terminó lanzado a una esquina del cuadro de entrenamiento que habían establecido, pero no se detuvo, la ropa de ambos estaba sucia, de pasto, y del fango que se había levantado, además que el sudor escurría ligeramente por sus cuerpos, notándose sobre todo en el nacimiento del cabello y el cuello. El intercambio de golpes duro bastante, iban a las piernas, al estómago y a los brazos.
Lo que dio fin a todo, fue un golpe… Bucky olvidó lo que estaba haciendo, y su puño de metal, se impactó en la mejilla del chico con la fuerza suficiente, para dejarlo tirado sobre el pasto, sujetándoselo, y al ver su rostro, y como intentó lanzarse de nuevo contra él, le detuvo de las muñecas.
—Creo, que es suficiente por hoy—Pronunció con lentitud mirándole a los ojos.
La respiración de Peter estaba agitada, y sentía el ardor del golpe en su mejilla, pero los ojos del otro, le devolvieron al momento y el lugar. Asintió despacio, y Barnes le soltó las muñecas.
—Vamos… vamos a la casa, a ponerte algo de hielo—Señaló.
—Esto sanara muy rápido—Aseguró Peter, conociendo a la perfección su sistema de recuperación.
—Prefiero ponerte eso, para que no se te inflame—Determinó. —Además parece doler, lo siento.
—Está bien, es mejor que entrenar como papá, nunca había llegado a lesionarme o caerme al hacerlo—Comenzó a contar, mientras regresaban al interior de la casa, entrando en esa ocasión a la pequeña cocina, dónde Peter dio un pequeño salto, sentándose sobre la mesa de madera.
Bucky tomó hielos de la parte superior del refrigerador y los enredó en una toalla, parándose con ellos, frente a Peter, tomando su barbilla con delicadeza, analizando el golpe.
La mano que había usado para sostenerle era la de metal, y al sentirlo contra su piel, la respiración del pequeño hijo del Capitán América, se cortó, sintió su piel erizarse y su garganta cerrarse, más al ver esos ojos, que era tan azules, que no eran propiamentes azules, sino de un color que estaba seguro no podría encontrar en la paleta de colores.
—Fue un buen golpe, sostenlo. —Colocó la compresa fría contra su mejilla, sacando al castaño de sus ensoñaciones. —Steve y Stark me matarían si se enteran. Se supone que debo cuidarte.
—Está bien, he terminado mucho peor. —Intentó quitarle peso—Es bueno que tenga un entrenamiento que me prepare para algo real.
—Eso supongo—Barnes se apoyó en la encimera de la cocina. Dedicándole una mirada por completo al chico, una que antes no había tenido tiempo de hacerle, porque estaba demasiado preocupado por sus propios problemas. Lucía frágil pese a la fuerza que tenía, lucia frágil, y bueno, después de todo, era solo un niño.
—De hecho, esto… esto fue bastante genial, ¿Crees que podamos hacerlo a diario? Venir aquí, y así.
—No sé si este bien, ¿No tienes cosas que atender? Cómo tu escuela o algo así.
—No las descuidaré, podemos irnos cuando den las 6 y aún tendré tiempo de hacer todo.
—¿Y tus amigos? ¿Tus asuntos de… Spiderman?
—Pueden esperar un poco, mientras estés aquí al menos, además tengo el presentimiento que te gusta este lugar.
Bucky miró a su alrededor, la verdad prefería estar allí, que en la aparatosa Torre, no que le molestara, es decir allí había un montón de comodidades, pero justo ahora, y como se sentía, prefería ese lugar.
Peter esperaba con los dedos cruzados mentalmente que el otro aceptara, en parte por el entrenamiento, y en parte porque se sentía bien así, sólo ellos dos, alejados de todo. Sentía que era lo que necesitaba justo ahora.
—Sólo si quieres, igual tú debes tener cosas que hacer y no quiero molestarte más de lo que mis padres ya lo hicieron al pedirte que me cuidaras.
—No es molestia Pete, de verdad. De hecho lo veo más como unas vacaciones. En cuanto lo de venir… no quiero que descuides otras cosas. Que piensas de… no venir en la semana, pero venir los fines de semana, podemos quedarnos a dormir desde el viernes que salgas de la escuela, y volver el Domingo en la noche.
—¡Si! ¡Eso suena increíble! —Pronunció con un infantil entusiasmo, para luego agachar la vista de golpe. Se preguntaba ¿Por qué siempre era tan obvio?
—Bien, arreglado entonces. ¿Por qué no vas y tomas una ducha? Haré lo mismo y luego prepararé algo de comer.
—Sí… ¿Comeremos aquí?
—Si, siempre procuro que el refrigerador tenga provisiones, y es tardado ir a la ciudad solo a eso.
—Claro—Asintió Peter, sintiéndose estúpido al pensar que preguntaba cosas obvias. —Bueno… voy… voy a la ducha.
Bucky hizo lo mismo después de que el adolescente se marchara, tomó una ducha rápida y luego regresó a la cocina, a preparar algo más sustancioso, después del entrenamiento que habían tenido.
El problema fue que la ducha de Peter no pudo ser tan rápida…
Se metió tranquilo, sacó la ropa que el otro había puesto para él, y se la llevó al baño, el problema es que al desprenderse de la sucia, comenzó a pensar que Bucky tuvo que llevarle ropa interior, que tuvo que ver… y tocar su ropa interior, lo cual causó que su cara se volviera rojo. Decidió pasar eso por alto y meterse a la ducha, pero la idea seguía rondando su cabeza.
Luego recordó la noche anterior, e imagino que a unos metros de él, Barnes estaba desnudo con el agua escurriendo por su cuerpo.
—Acabo de terminar con mi novio y pienso eso ¿Soy una mala persona? Quizá un fácil—Frunció sus cejas, meditando eso en voz alta, aunque las imágenes seguían allí y no podía apartarlas de su cabeza.
Y pronto, los cuadros, la idea de Bucky sosteniendo su ropa interior, usando solo una toalla alrededor de la cintura, una erección comenzó a crecer… y se maldijo mucho, mucho….No sabía como iba a verlo a la cara al salir.
Pero tuvo que hacerlo. Entró tímido a la cocina, viendo al otro ya sentado con los platos servidos. —¿Usualmente tardas tanto a la ducha?
—Es que… estaba algo adolorido—Mintió, y esperaba que el otro no se diera cuenta.
—Por supuesto… —Dijo sin creerle—ya te serví, espero que te guste.
—Sí, igual lo de esta mañana ese licuado… me gustó bastante—Respondió agradecido, pensando que todo olía delicioso, en definitiva, los hombres que cocinaban eran demasiado sexys.
El tiempo a Peter le pasó rápido… e incluso a Bucky también, Peter le preguntaba sobre cosas de sus padres, cosas divertidas y que no tocaran temas escabrosos, y ambos reían bastante al respecto. Cuando fue tiempo de irse, Peter se sentía mucho más relajado.
Subieron al auto, e incluso el adolescente se quedó dormido buena parte del camino, después de sincronizar el estéreo del auto con su celular para poner un poco de música.
Al llegar, Bucky se sintió tentado a no despertarle y llevarle cargando, pero quizá el otro tenía que hacer tarea, o algún asunto por el estilo, mañana aún era día de escuela.
Tocó su hombro con delicadeza, y lo vio moverse entre sueños, tenía un rostro adorable de verdad. Despejó un poco el cabello de su frente.
—Peter despierta—Volvió a llamarle, y este despertó lentamente, con una mirada algo confundida, mirando a su alrededor.
—¿Ya llegamos?
—Ya, estamos en la cochera de tu padre.
—Oh, oh… siento, siento haber dormido tanto, pero creo que el entrenamiento me agotó.
—Entonces quizá debas descansar. —Bucky bajó del auto, seguido poco después con el chico.
Peter revisó su celular, tenía un montón de mensajes de los chicos, pero no quería responderlos.
Tomó la mochila con su ropa, y se dirigió a su habitación, tenía algo de tarea, aunque no creía tardar mucho en hacerla.
Se decidió a llamar a Ava, para saber sobre la última clase, y preguntarle sobre la tarea, pero está tenía otros planes.
—¿Otro hombre mayor, Peter? —El castaño se dejó caer en la cama, escuchando los regaños de la chica en el celular, que en parte le adormecían y en parte sentía que merecía….