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Diccionario de BaekHyun ; chanbaek por Naglfari

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Notas del capitulo:

HELLO 


can I have a HOYAAAAAAAAAAAAAA!?

¿Qué es rendirse? Someterse, no intentar, dejar tus principios de lado y acabar como esto…como yo, siendo nada en el infinito.

Después de que salió de la ducha encontró a un dudoso ChanYeol parado en medio de su sala y cuando quiso preguntar se dio cuenta de un detalle horrible, ChanYeol no llevaba ese estúpido anillo de parejas que tenían a llevar sus amigos. SeHun cerró la boca en cuanto notó eso, el mayor llevó su mirada a su propio dedo, frío, y se rozó la piel, pero no explicó nada.

—Me voy…te veré en un tiempo —sólo asintió, y se giró al oír un sollozo—. Cuídalo, por favor.
—Cuidaré de él, como cuando él me cuidó a mí.

El más alto vaciló un instante y SeHun esperó cualquier cosa, que le diera el anillo, que le dijera que él iba a regresar por su novio, que le dijera al mayor que por favor esperara por él, que amaba a BaekHyun, cualquier palabra hubiera sido un regalo.

—Olvídalo.

Eso había sido lo último de ChanYeol. Luego nada. Cuando SeHun se metió y vio a su exnovio hecho un desastre recordó, pensó en sí mismo, abarcado por una depresión caótica mientras rezaba porque LuHan volviera y le dijera que no se iría a China, y se sintió tan identificado con el mayor que el dolor fue propio en su interior, el llanto, la súplica, lo sintió todo en propia carne y por eso cuando abrazó al bajito lo hizo con fuerza, susurrando palabras de amor que jamás tocaban el corazón y repartiendo besos que ardían sobre la piel, y SeHun se juró esa tarde que haría cualquier cosa, lo que sea y fuera necesario, pero BaekHyun no iba a sufrir, no de nuevo.

Después vinieron las horas que parecían jamás pasar, los días que nunca se terminaban y las semanas que se volvían más tristes, BaekHyun miraba el tiempo pasar y parecía cortarlo por dentro, porque cada segundo sin ChanYeol lo doblegaba en un dolor intolerante, físicamente imposible de describir sin echarse a llorar. Pero SeHun siguió ahí.

Llenando las horas de malos chistes, los días de besos y comida, y rosas por cada semana. No le importaba gastarse todo el dinero, pero cada día llegaba con flores, siempre diferentes y BaekHyun apenas sonreía, pero le bastaba, porque cada pétalo nuevo conseguía que sus labios se alzaran un poquito y era una ganancia, era más que suficiente para el menor.

—¡Me voy! —SeHun tomó su maletín y unos chicos se echaron miraditas rápidas, Heechul fue, sin embargo, el primero en joderlo.
—Por favor llévale hoy Bocas de dragón, son realmente lindas.
—Cállate —susurró cuando el resto empezó a reírse.
—Te estás enamorando de nuevo —comentó KyungSoo desde su lugar—, y ni siquiera sabes cuándo va a regresar ChanYeol.
—O si va a volver —lo defendió Heechul—. Siempre me gustó la relación entre Hunnie y Baek, eh. Tú sólo se buen niño y cómprale unos hermosos boca de dragón.

Giró los ojos, pero tomó ese consejo y cuando iba saliendo pasó por donde estaba el puesto, dos viejitos vendían las flores y cuando preguntó enseguida le dieron unos hermosos boca de dragón rosados. La abuelita le apretó la mano cuando se las dio y se sonrojó, SeHun no era tonto, él no podía enamorarse de BaekHyun. No de nuevo y sabiendo que ChanYeol podría regresar en cualquier momento.

Llegó a su casa en cosa de treinta minutos, fue al cuarto esperando hallar al mayor como estaba, acostado, de lado, sin llanto, pero sin fuerzas de moverse. De encontrarse entre tan devastadores sentimientos, porque BaekHyun no sabía cómo manejar su propia tristeza.

—Hyung, te traje boca de dragón esta vez—se acercó y se sentó a la orilla de la cama, al lado de su delicada silueta. BaekHyun se giró y sus labios se alzaron un poco más que el día anterior, tan sólo llevaba un mes sin ChanYeol y parecía que lo había sucumbido tremenda soledad.
—Son bonitos —se movió y a duras fuerzas se sentó. BaekHyun apenas comía y sus fuerzas parecían haberse caído—. Me gustan mucho, más que los girasoles —se rieron ambos y SeHun le extendió el ramo—. Gracias SeHun.
—Sólo quiero que te des cuenta de que estoy contigo —se inclinó para besarle la frente y cuando iba a separarse BaekHyun tomó su brazo.
—¿Harás el almuerzo?
—¿No tienes hambre de nuevo? —preguntó preocupado, si BaekHyun seguía así, él pronto declararía con propio juicio como depresivo al mayor.
—En realidad, siento hambre por primera vez en semanas.

Tomó eso como buena señal y con una sonrisa asintió al mayor de buen humor.

—Te prepararé un gran plato de tu comida favorita, lo prometo.

SeHun desapareció tras la puerta y él olió las flores, siempre les echaban un poco más de perfume y él siempre acababa con una sonrisa porque el menor jamás se deba por satisfecho hasta que lo hacía reírse. Se paró con dificultad y notó el desgaste de energía en su cuerpo. Dio pasos cortos y cuando llegó al baño odio verse en el espejo, apagado, roto. Había dado de todo para sacar a SeHun de esto y ahora él mismo se caía en ese pozo, acabado.

Y no le gustó.

Y quizá no era tan malo rendirse, quizá debía sucumbir a algo, al hecho de que ChanYeol no iba a regresar y ellos no serían más una pareja. Que su futuro juntos tocó fondo y ahora debían pensar por separado. Quizá ChanYeol tendría razón. Quizá necesitaba un tiempo solo, sin depender con tanta fuerza de su amor por el otro.

. . .

ChanYeol era tonto, de hecho, estaba siendo un imbécil al decirle a su novio que quería un tiempo solo y lo primero que hizo fue tomar un bus a Bucheon, donde BaekHyun había nacido. No quería estar con él, pero necesitaba algo a que aferrarse. Paseando por las calles y trabajando como asistente de una pequeña veterinaria quería olvidarse de todo y sentía que no podía.

Paseando durante su almuerzo saludó a la gente que estaba por ahí, en un pueblo donde todo el mundo se conoce un extraño es un punto de atención y a todo el mundo le había caído bien, eran personas honradas y amables, en su mayoría.

Pensaba que se odiaba a sí mismo, mucho, porque cuando llegó a Bucheon lo primero que lo impresionó no fue el lugar, o las personas, ni siquiera el ambiente cómodo y la belleza natural que rodeaba la parte donde estaba, no, le encantó entrar a esa veterinaria y pedir un puesto, le encantó la sonrisa del chico que le atendió y su nombre en la punta de la lengua le supo dulce.

—¡ChanYeol-ah! —giró unos pasos cuando lo miró y sintió ese nudo en el estómago.
—BaekBoom…—susurró y estiró la mano para saludarlo—, hola.
—Pensé que te gustaría comer algo —apenas asintió.

¿Era incómodo? Bastante. BaekHyun le había comentado meses atrás acerca de su hermano mayor, que tenía una novia y se estaba mudando de casa, era por eso que al ir al pueblo no esperaba toparse a una versión alta y más madura de su exnovio. Sabía que él desconocía que tan sólo un mes atrás dedicaba palabras de amor y besos escondidos a su hermanito.

BaekHyun jamás presentaba a sus novios, ese era un dato importante. KyungSoo lo había anotado entre los motivos para acabar su relación, pero para un pobre cachorro viviendo ante el ideal de su hermano mayor con una madre grande y chapada a la antigua, la sola idea de decirle a sus padres sobre su homosexualidad le daba pavor a BaekHyun. Y él había estado de acuerdo con eso, él tampoco lo había hecho, nunca.

Decirle a su madre y hermana mayor era un paso que jamás había podido dar, mucho menos enfrentar a su padre. Y no quería hacerlo de todas maneras, porque ChanYeol jamás se había enamorado tanto y estaba resignado a jamás casarse, a pesar de desear tener hijos.

—Andas raro, ¿sabías?
—No sé de que hablas, hyung —y sentía raro llamarlo así—, sólo he estado cansado.
—Has estado “cansado” —hizo comillas con sus dedos—, desde que viniste al pueblo, ya dime la verdad, ¿por qué viniste tan devastado, eh?
—¿Por qué crees eso?
—Porque cuando yo regresé a mi casa vine con la misma cara.

Eso lo desconcertó. BaekHyun no había mencionado si su hermano había vuelto a casa y menos el por qué, bajo el rostro incómodo, pero la sonrisa de BaekBoom lo iluminó. Tenía ojos avellanos, amables y sentía el impulso de querer besarle, por cada pequeña cosa que le recordaba su pequeño cachorro.

—Mi novia me botó —le dijo tranquilo—, decidió que no me quería, y me mandó al diablo, por eso volví a casa de mi madre. Quise irme con mi hermanito en un principio, pero BaekHyun se ha esforzado en tener su libertad para que yo llegara a estropearlo con mi depresión. Una madre en cambio cuidara a sus hijos siempre, y con todo el amor que tiene.
—Engañé a mi novio —soltó de repente—, no físicamente, ni de pensamiento, sino le mentí.
—¿Cómo es eso?
—Prometí hacerlo feliz e…hice trampa —se rio—, sus amigos y un par de exnovios decidieron que yo era su mejor opción y me dieron un libro con respuestas para problemas, estúpido, yo lo leí y él…se sintió traicionado.
—Pero lo hiciste por su felicidad.
—Sí, pero él hubiera preferido que yo fallará veinte veces y aprendiera a resolver las cosas —se inclinó de hombros—, quería hacerlo feliz y terminó llorando.
—Tu novio es un llorón entonces.
—Exnovio —cortó—, y era precioso, cada cosa en él era perfecta. Desde sus muecas cuando escuchaba la palabra pepino hasta sus ojos brillando cuando le decía que haría su comida favorita, o como actuaba con nuestro corgi, parecían hermanitos, ¿sabes? Corriendo, por todo el apartamento y haciendo chillidos, incluso cuando dormía…
—¿Hacía ruidos de cachorro? —ChanYeol se quedó callado al darse cuenta de que estaba describiéndole a su hermanito, pero era tarde y esperó cualquier cosa, excepto una estruendosa risa—. ¿Mi hermanito te rompió el corazón?  Mentira, ChanYeol, ¿salías con mi hermano? Byun BaekPerritoHyun.
—Ese era mi novio.
—En ese caso —el chico se levantó y se estiró—, es un llorón, dale un tiempo, es un berrinchudo de lo peor, siempre que le ganaba decía que yo había hecho trampa —cosa cierta—, pero no le daba el derecho de hacer drama de media hora, ¿sabes? Se le pasará, cuando menos cuenta te des estará pidiéndote que regreses.   
—Yo terminé nuestra relación, en realidad.
—¡Mejor! Toda la vida he visto chicas atrás de mi hermano, salía con una chica llamada TaeYeon, ¿sabes? Ella iba y lo traía siempre, ese enano debe crecer.

ChanYeol asintió y de repente sintió una patada en su espalda.

—¡Ay!
—Sigue siendo mi hermano y lo hiciste llorar.

. . .

Mes y medio después BaekHyun subió unas libras más y se sentía un poco mejor, no quería decir que estaba bien, pero prefería eso a estar llorando todo el día en su habitación. Limpiaba la casa y salía a pasear a su corgi —por el cual había pasado tan sólo una semana atrás—, se movía con SeHun a todos lados y seguía sin intención de hablar con los traicioneros de sus amigos, quienes, sentía, también tenían culpa.

Iba por la calle con el cachorrito cuando una sonrisa de gato atravesó su camino y al tratar de evitarlo, lo seguía sin intención de dejarlo marcharse en paz.

—JongDae muévete.
—Ni siquiera me saludas, en serio —suspiró negando—, no me ves en semanas y me tratas así, ¿qué? ¿Estás terminando conmigo de nuevo?
—JongDae…
—Vale, vale, no hablaremos de eso —declaró—, ¿pero en serio no me quieres hablar?
—Estoy enojado con ustedes por ese maldito libro.
—Woah, tranquilo bello, yo no escribí nada malo.
—Escribiste del sexo entre nosotros.
—¡Negativo! Escribí acerca de lo que te gustaba —afirmó—, pero jamás dije nada de nuestro furtivo amor.
—No era furtiva —murmuró—, sólo no sabía…era diferente entonces.
—Ya sé.

Se quedaron en silencio mirándose un momento y el más alto sonrió volviendo sus ojos medias lunas.

—No has hablado con ChanYeol.
—No.
—Lo extrañas.
—Sí.
—Idiotas.
—Lo sé.

JongDae dio un paso hacia adelante y el otro no se movió, incluso si salía corriendo su exnovio lo perseguiría, lo conocía bien. Los brazos del cara de gato lo rodearon, sintió la respiración suave de su exnovio golpear su cuello y bastó un pequeño beso para que las ganas de llorar le regresaran.

—Si no le hablas, la historia se repetirá —murmuró el chico—, te amo BaekHyun, siempre lo voy a hacer y por eso te lo digo, sino le hablas a ChanYeol él no va a volver. Así como tú no volviste.
—Pero tú no querías una relación conmigo.
—Sí, y fui un idiota —se separó y sostuvo con sus dedos la mejilla del chico—, no seas un idiota también.

Después de que su amigo se fuera BaekHyun anduvo un poco más en la calle, el corgi se detuvo como siete cuadras después y él lo alzó en brazos para volver, en el camino revisó su celular. Lo había prendido poco tiempo antes y lo primero que le había llegado eran llamadas de sus amigos, y aun ahora todo era llamadas de TaeHyun y otros cuantos, pero ninguna de ChanYeol.

Le molestaba estar esperando algo de su exnovio, pero ¿qué podía hacer? Lo extrañaba y sentía que si llamaba al otro las cosas se le irían de las manos, que pelearían o que ChanYeol no le respondería. Le daba mucho miedo que el alto le dijera que en definitiva nada cambiaría.

Tomó aire cuando llegó a la esquina de la calle y decidió que JongDae tenía razón, no podía ser un imbécil, debía ponerse su pantalón y actuar como un hombre, joder. Sacó su celular y cuando estaba viendo el número de ChanYeol su celular cambió la pantalla y salió el nombre de su hermano mayor.

—Hola hyung.
¡Baekie! —su hermano sonaba particularmente contento y le dio celos, porque tenía una hermosa novia que lo adoraba—, ¿cómo está mi cachorro favorito?
—Bien, supongo —escuchó risas y frunció el ceño—, hyung, ¿estás tomando con tus amigos? Hyuna-ah nonna odia que hagas eso.
Hyuna me dejó hace meses —respondió—, volví a casa y estoy con unos viejos amigos, y uno nuevo, ese chico es genial ¿sabes?
—Me alegra mucho —contestó y miró a la calle para los dos lados antes de cruzar—, si gustas hablamos en otro momento, te escuchó ocupado.
¡No! Es que es divertido, ChanYeol no sabe tomar —comentó. A BaekHyun le hirvió la sangre, ChanYeol, ese nombre le picaba en la lengua y lo susurró sin notar. Su exnovio tampoco bebía bien, pero a lo mejor era otro—. Deberías verlo, un poste de altura y no sabe tomar, jamás vi un titán ebrio, y sus orejas son como del jodido Yoda, ¿sabes? El de Star Wars, el…
—Sí, hyung ya entendí —en ese punto se desconectó. Estaba muy seguro de que el mundo no podía haber otro ChanYeol igual a su ChanYeol, le dio nausea pensar en el chico con su hermano y sus manos temblaron—, creo que cortare aquí. Te llamaré…
¡Que aguafiestas! Te mandaré una foto para que veas. Es muuuuuuy divertido, y atractivo, creo que si las cosas con las chicas no funcionan a lo mejor debo intentar algo nuevo, eh.
—BaekBoom.
Es tremendamente guapo, si lo vieras no me reprocharías. Es el jodido siglo veintiuno y este niño te pone, ¿sabes? Sólo no le cuentes a mamá.
—Adiós hyung.

Le cortó en nada, se detuvo a respirar y apretó al corgi contra su pecho sin notarlo. El celular vibró unos segundos después y cuando lo miró vio los mensajes del mayor. Las imágenes venían y venían, y ese era su ChanYeol. Parado, tomando, riéndose, sentado entre hombres, con su hermano abrazándolo por el cuello y en las últimas fotos eran selfies de ellos dos. Ponían corazones con los pulgares, y en otra ChanYeol veía a su hermano, en otra se veían sonriendo y en la última BaekBoom lo había inclinado cerca para besarle la frente y ChanYeol estaba sonrojado y con los ojos enchinados.

Bloquea el celular, no sin antes escribir un simple Que divertido, se dirige a la casa de SeHun enojado, siente furia creciendo en su interior, ¿de todos él? ¿De todo el puto mundo ChanYeol estaba con su hermano? BaekBoom se escuchaba borracho por teléfono y el problema de los Byun era lo cariñosos que se ponían ebrios y eso le daba asco, BaekBoom no podía tocar a ChanYeol, y ChanYeol no podía ser tan bastardo como para andarse metiendo con su excuñado, no podía. 

No podía

¿verdad? 

Notas finales:

Estos capítulos son un poco más largos y dramaticos, lo confieso. Pero espero sea de agrado. 

versión wattapad: Diccionario de BaekHyun 


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